LA NOCHE QUE CENÉ CON JESÚS

[Mar-777]

Hace unos años, recién llegada a la ciudad donde ahora vivo, veía de paso algunos días a un mendigo que me resultaba muy curioso. Pedía, pero siempre estaba bordando en una tela muy gruesa, unos dibujos preciosos, en color rojo, verde, flores, pájaros etc. Me llamaba la atención contemplar que le dedicaba horas a ese menester y mucha gente se paraba a observarle y darle algún dinero. Estaba muy sucio y su ropa y enseres estaban viejos y usados. No llevaba más que una mochila y un pequeño perrito le acompañaba junto a un cartoncito de vino que a veces tenía cerca. Un día, por trabajo, me enviaron a otra provincia durante 2 semanas. Cuando acababa mi jornada laboral, daba paseos por la avenida principal donde había muchas tiendas y bullicio por matar la soledad y el aburrimiento hasta la hora de cenar. Un día, caía la noche y en la puerta de uno de los centros comerciales más famosos le vi. Pensé ¡Anda, si es el mendigo que borda que!, ¡Que casualidad que me lo encuentre a casi 200 km! Me acerqué a él como el que encuentra un amigo en una ciudad extraña y tan solo acerté a decirle ¡Yo te conozco! ¿Qué haces aquí? Lo demás no sabría como explicarlo, vino por si mismo. Empecé a hablar con él, a pesar que la gente me miraba como pensando que hacia tanto rato hablando con ese indigente, pero para mi fue una gran alegría conversar con él, porque descubrí que estaba allí por estar cerca de su ex mujer y de su hijo. Su ex mujer estaba con otro que le maltrataba y el solo podía estar cerca por si le necesitaba. No me lo pensé y le pregunté que iba a hacer y me sonrió. ¡Pues nada, beberme esto para olvidarme un poco de la pena y dormir en mis cartones! Así que, le dije tan pancha ¡Pues te invito a cenar! La cara que puso lo dijo todo y sonrió, por fin dibujó una sonrisa, se miró como diciendo si estaba segura de lo que decía y que no era conveniente para mi. Tras insistir, lo conseguí y nos fuimos a un restaurante. Dejó recogidos sus cartones, su perrito a buen recaudo y se llevó su casa a cuestas (la mochila). Ahora pensando fríamente, imagino toda clase de cosas que pudieron pasar por la mente de toda esa gente que me miraba en el restaurante, unos con cara de asombro, otros con cara de pocos amigos y los camareros que conocían al mendigo de ir a comprar un bocadillo alguna vez, estaban perplejos pero yo no hice ni caso de las miradas y cenamos de lo más a gusto, con las manos, ¿Por qué no? Y hasta brindamos. Allá que cené yo con el mismismo Jesús. NO me importó su suciedad por fuera, porque por dentro era limpio de un corazón puro, no me importó lo que los demás vieron, porque yo vi sonreír a una persona que había perdido la ilusión. Por lo menos esa noche sonrió. Le di un pequeño billete porque tampoco yo iba sobrada y tan generoso fue que me quiso invitar con ese dinero en vez de pensar en él. Nos despedimos, creo que ni él se creía lo que le había pasado ni yo tampoco. Descubrí que todos tenemos una historia, que ese hombre era un ser excepcional que un día se fue de su casa a buscar algo mejor y aun le escribía a sus padres diciendo que había triunfado en España porque era incapaz de decirles en la situación en que estaba. Pero sin embargo siendo pobre, tan pobre, estaba cerca de quien le podía necesitar. ¡Esos son los héroes de este siglo! Ojala sea capaz más veces de seguir cenando con mi Jesús, presente en cada una de estas personas. Algunos pensarán que estoy loca, que podía haberme pasado algo pero ¿Qué me puede pasar malo estando tan cerca mi Señor? Hoy después de tantos años, he sentido la necesidad de contarlo, no sé la razón, pero creo que debemos mirar más hacia los que sufren y no juzgar por la apariencia.
Un abrazo a todos.
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"Hay un tiempo para cada cosa y cada cosa a su tiempo" .

[Dani-m98]

Mar-777, tu si que eres excepcional porque no todo el mundo hace lo que tu, perder tu tiempo y tu dinero con una persona a la que todo el mundo rechaza por su apariencia, pero detrás de esa apariencia hay una gran persona que descubriste tras esa larga charla. a mi también me hubiese gustado si fuese mendigo que alguien perdiese su tiempo y su dinero invitándome a cenar en un restaurante, para mi seria un día grande, no por sentarme en un restaurante si no porque alguien de la sociedad pudiente me viese como un hermano con problemas y no como mendigo, ¿porque que es un mendigo? es alguien normal que tuvo un problema en la vida y nadie esta libre de ser mendigo, y para un mendigo no hay desprecio mas grande que el que te tuerzan la cara. Esto lo digo por experiencia propia, yo se lo que es el que te tuerzan la cara, se lo que es la falta de caridad y humanidad, se lo que es el sentirse solo en una sociedad que solo mira hacia sus adentros, una sociedad incompasiva, una sociedad que pides que por favor te ayuden y te dan una disculpa, y no importándoles que tus hijos se mueran de hambre.

Mar-777, vales lo que tu nick
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Saludos

[Dani-m98]

Mar-777, si me gusta Catholic.net, es porque descubro gente maravillosa como tú, y es que las personas como tú ya son muy difíciles de encontrar hoy día.
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Saludos

[Dani-m98]

LOS CONOCO BIEN.


Cada uno tiene su historia, he convivido con ellos, he comido en su misma mesa, los hay de todas las clases, hijos de pobres, hijos de ricos, pero todos eramos iguales pues navegamos en el mismo barco y cada uno tenia su historia particular. Recuerdo a uno con gran cariño, Porto, era un joven portugués muy bueno como la mayoría de ellos, el era mendigo por necesidad, su familia lo rechazo desde muy pequeño, y fue criado por su abuela hasta que la pobre falleció, y Porto en el mundo solo se quedo siendo un adolescente, pero el vivía el día a día como podía trabajando cuando había trabajo y cuando no pidiendo limosna, era el típico carrilano que nunca para quieto, siempre estaba donde podia ganar algo de dinero para comer, y en uno de esos lugares allí me encontraba yo también buscando trabajo en aquellos tiempos dificiles de los años 80, donde escaseaba el trabajo, y ese lugar fue lleida, Cataluña, y en aquellos pueblos, Aitona, etc, cargados de fruta lista para su recolecta, allí conviví con ellos, con mis amigos , con aquellas gentes que vivían la hermandad porque lo que era de uno era de todos, si uno no tenia suerte y no trabajaba por el motivo que fuese los demás le daban de comer, ellos los mendigos, los sin techo, son un claro ejemplo de la caridad y la hermandad, porque aquello si que era hermandad, los rechazados, los incomprendidos, los que nadie quiere ver y tuercen la mirada, los que cada uno tiene y cuenta su historia particular.
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Saludos

[pablo giovani gutierrez f]

[Dani-m98]

LOS VALORES DE LA POBREZA:

Cuanto menos tienes mas das gracias a Dios por lo recibido, recuerdo aquellos días vividos lejos del hogar y del calor familiar y compartiendo días y valores de la vida con los menos favorecidos pero al mismo tiempo fueron días inolvidables, días sin techo ni que llevar a la boca, días que lo simple era enormemente grande. Recuerdo nuestro gran hotel, el hotel universo, pues nunca había visto un hotel tan grande y maravilloso y todos sus integrantes lo vivíamos con gran entusiasmo, era el hotel mas grande y con mejores vistas, era el hotel sin ventanas, era el hotel que por el día te calentaba y te alimentaba y por la noche dábamos gracias por tan maravillosa vista porque nuestro techo era el universo el cual no dejábamos de admirar por tanta belleza regalada a nuestros ojos, la libertad era total que solo los sin techo pueden apreciar. los valores de lo mas simple cobran un gran valor, agradecimiento y gracias a Dios, recuerdo que los palleses o agricultores cosechaban mas frutos que los que necesitaban porque sabían que habría mas bocas que alimentar en esos tiempos de recolecta, y siempre cosechaban el doble de lo que necesitaban, y ese sobrante era para los sin techo, sobrante que los sin techo agradecían enormemente mientras no empezaba la recolecta de la fruta, el trabajo fuerte, donde gran variedad de frutas y verduras alimentaban las bocas hambrientas, de los menos favorecidos y daban gracias a los palleses y a Dios por tan grande favor, porque lo pequeño y lo simple era una bendición, unos tomates, unas berenjenas, unos melones o sandias eran sustento y bendición, el agradecimiento era enorme, los pequeños y sin techo daban gran valor a ese melón que alimentaba y saciaba su sed, y los pequeños son los que mas agradecen y dan gracias a Dios por lo poco que perciben y sus gracias llegan al cielo porque son gracias verdaderas, son gracias que salen de lo mas profundo de sus corazones, son las gracias de los pequeños hijos de Dios que tanto valoran lo poco que perciben.
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Saludos

[trini]

Amiga Mar-777.
¡¡Me ha encantado tu encuentro con Jesús.!!
Creo que no exageras nada, Él está en todos los hombres, y con mayor ahínco en los que sufren por cualquier causa. No sería evangélico pensar lo contrarío . así que te felicito y me ánimo a ver a Cristo en todos los hermanos, pero mucho mas en los marginados de la sociedad.
Un saludo Trini.

[Dani-m98]

Trini, llevas mucha razón, si quieres encontrar a cristo no busques en el hombre rico, con grandes aspiraciones y sueños de riqueza, busca en el hombre simple, en el que menos tiene, quizás en uno de esos carrilanos, desaliñado y de pelo largo. Si algún día llaman a tu puerta pidiendo una limosna o un mendrugo de pan, o un vaso de agua fresca, ese puede ser Jesús, porque para Jesús los valores de la vida van por dentro y no por fuera, la verdadera riqueza esta en el corazón puro y alma sin ataduras, cuanto menos pese tu mochila mas libre te sentirás y cuanto mas necesites mas Dios te proveera.
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Saludos

[trini]

Amigo Dani-m98.

Estoy segura que nosotros hacemos las diferencias en los hombre, Dios está en todos y cada unos de nosotros, lo que sucede es que los sencillo están mas libres de toda atadura y reciben mejor la gracias y Dios se hace presente. Siempre trato de no excluir a nadie del plan de Salvación ¡¡Jesús vino por Todos ¡! Y su deseo es que todos se salven.
Un cordial saludo trini.