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Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?

 
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Autor Mensaje
José Miguel Arráiz
Veterano


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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 4:31 pm    Asunto: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

San Agustín, ¿Protestante?
Por Ing. José Miguel Arráiz

Introducción


Recientemente tuve la ocasión de platicar con un amigo protestante (bautista) que me afirmaba que varios padres de la Iglesia, entre ellos San Agustín, tenían postura “protestantes”, especialmente en su interpretación de Mateo 16,18, la cual, según el, es un rechazo a la interpretación católica actual sobre el primado de Pedro y el Papado.

¿Quién fue San Agustín?

San Agustín es considerado como uno de los más grandes padres de la Iglesia. Su influencia en la posteridad ha sido notable. El obispo de Hipona fue teólogo, filósofo, místico, poeta, orador, apologista y escritor. Nacido en el 354 d.C, recibió una educación cristiana desde pequeño gracias a su madre, termina abandonando la fe católica a la edad de diecinueve años. Estudió a Hornensius, Cicerón y hasta prestó oídos a los maniqueos, terminando siendo un anticatólico convencido. Luego de una larga lucha interior termina comprendiendo que es necesaria la fe para alcanzar la sabiduría, y que la autoridad en que se apoya la fe es la Escritura, avalada y leída por la Iglesia. Luego de haber opuesto a Cristo a la Iglesia, descubre que la senda para ir a Cristo era precisamente la Iglesia. El 391 es ordenado sacerdote y obispo el 395 (o el 396). Intervino en las controversias contra los maniqueos, donatistas, pelagianos, arrianos y paganos. Muere el 430, dejando tras de si una gran cantidad de obras, parte de un legado que perdura hasta hoy.

¿Qué importancia tienen los escritos de San Agustín?

Los escritos de San Agustín (así como los escritos de los padres de la Iglesia y otros escritores eclesiásticos) son importantísimos, no solo para los estudiantes de patrística y patrología sino para todo cristiano que le interese conocer a fondo pensamiento de la Iglesia en sus primeros siglos y su forma de interpretar las Escrituras.

Aunque los protestantes rechazan los escritos de los padres y escritores eclesiásticos, muchos de ellos (los no extremadamente fundamentalistas) reconocen que son indispensables para el conocimiento de la historia de la Iglesia y el desarrollo de la fe cristiana. Y suele suceder que aunque casi nunca citan a los padres, se les suele ver hacerlo cuando piensan que lo que dicen puede llevar “agua a su propio molino”. He querido aprovechar la ocasión para estudiar los escritos de San Agustín, no solo, en cuanto a los puntos en que los protestantes suelen citarle, sino en su totalidad, para así hacer una comparación justa y no descontextualizada de su pensamiento.

San Agustín y el primado de Pedro

Los testimonios de San Agustín sobre el Primado de Pedro son bastante numerosos, sin embargo, algunos textos de San Agustín han sido sacados de contexto frecuentemente por protestantes para inducir lo contrario. Examinaremos algunos de estos textos y la visión global del santo sobre el tema.

San Agustín. Serm. 295; PL 38,1348-1352.
“San Pedro, el primero de los apóstoles, que amaba ardientemente a Cristo, y que llegó a oír de él estas palabras: Ahora te digo yo: Tú eres Pedro. Él había dicho antes: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Y Cristo le replicó: «Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Sobre esta piedra edificaré esta misma fe que profesas. Sobre esta afirmación que tú has hecho: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, edificaré mi Iglesia. Porque tú eres Pedro». «Pedro» es una palabra que se deriva de «piedra», y no al revés. «Pedro» viene de «piedra», del mismo modo que «cristiano» viene de «Cristo». El Señor Jesús, antes de su pasión, como sabéis, eligió a sus discípulos, a los que dio el nombre de apóstoles. Entre ellos, Pedro fue el único que representó la totalidad de la Iglesia casi en todas partes. Por ello, en cuanto que él solo representaba en su persona a la totalidad de la Iglesia, pudo escuchar estas palabras: Te daré las llaves del reino de los cielos. Porque estas llaves las recibió no un hombre único, sino la Iglesia única. De ahí la excelencia de la persona de Pedro, en cuanto que él representaba la universalidad y la unidad de la Iglesia, cuando se le dijo: Yo te entrego, tratándose de algo que ha sido entregado a todos. Pues, para que sepáis que la Iglesia ha recibido las llaves del reino de los cielos, escuchad lo que el Señor dice en otro lugar a todos sus apóstoles: Recibid el Espíritu Santo. Y a continuación: A quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los retengáis les quedan retenidos. En este mismo sentido, el Señor, después de su resurrección, encomendó también a Pedro sus ovejas para que las apacentara. No es que él fuera el único de los discípulos que tuviera el encargo de apacentar las ovejas del Señor; es que Cristo, por el hecho de referirse a uno solo, quiso significar con ello la unidad de la Iglesia; y, si se dirige a Pedro con preferencia a los demás, es porque Pedro es el primero entre los apóstoles. No te entristezcas, apóstol; responde una vez, responde dos, responde tres. Venza por tres veces tu profesión de amor, ya que por tres veces el temor venció tu presunción. Tres veces ha de ser desatado lo que por tres veces habías ligado. Desata por el amor lo que habías ligado por el temor. A pesar de su debilidad, por primera, por segunda y por tercera vez encomendó el Señor sus ovejas a Pedro”

San Agustín también escribió: “Cristo, como ves, edificó su Iglesia no sobre un hombre sino sobre la confesión de Pedro. ¿Cuál es la confesión de Pedro? ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente’. Aquí está la roca para vosotros, aquí el fundamento, aquí es donde la Iglesia ha sido construida, la cual las puertas del inframundo no pueden conquistar”

Cuando un protestante lee a San Agustín diciendo que la piedra sobre la que se edificará la Iglesia es la fe (y no Pedro), asume que dicho texto implica un rechazo al primado de Pedro, ¿pero es esto así? ¿Realmente concuerda la posición de San Agustín con la de los protestantes?. Examinemos que implica cada una para ver si hay algo de cierto en esto.

La postura protestante interpreta que al ser la fe la Piedra sobre la que Cristo edificó su Iglesia, asume que todo aquel que confiese su a Cristo como hijo de Dios ya es Piedra sobre la que se edifica la Iglesia, y por lo tanto, al igual que Pedro, puede “atar y desatar”. En esta óptica todos los cristianos tienen la misma autoridad, los obispos y presbíteros tienen la función de apacentar al rebaño pero en última instancia, la interpretación final de la Escritura reposa en cada creyente.

El catecismo de la Iglesia Católica explica de forma diáfana la posición católica:

CIC 552 En el colegio de los doce Simón Pedro ocupa el primer lugar (cf. Mc 3, 16; 9, 2; Lc 24, 34; 1 Co 15, 5). Jesús le confía una misión única. Gracias a una revelación del Padre, Pedro había confesado: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Entonces Nuestro Señor le declaró: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella" (Mt 16, 18 ). Cristo, "Piedra viva" (1 P 2, 4), asegura a su Iglesia, edificada sobre Pedro la victoria sobre los poderes de la muerte. Pedro, a causa de la fe confesada por él, será la roca inquebrantable de la Iglesia. Tendrá la misión de custodiar esta fe ante todo desfallecimiento y de confirmar en ella a sus hermanos (cf. Lc 22, 32).

CIC 553 Jesús ha confiado a Pedro una autoridad específica: "A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 19). El poder de las llaves designa la autoridad para gobernar la casa de Dios, que es la Iglesia. Jesús, "el Buen Pastor" (Jn 10, 11) confirmó este encargo después de su resurrección:"Apacienta mis ovejas" (Jn 21, 15-17). El poder de "atar y desatar" significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia. Jesús confió esta autoridad a la Iglesia por el ministerio de los apóstoles (cf. Mt 18, 18 ) y particularmente por el de Pedro, el único a quien él confió explícitamente las llaves del Reino.

CIC 881 El Señor hizo de Simón, al que dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella (cf. Mt 16, 18-19); lo instituyó pastor de todo el rebaño (cf. Jn 21, 15-17). "Está claro que también el Colegio de los Apóstoles, unido a su Cabeza, recibió la función de atar y desatar dada a Pedro" (LG 22). Este oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia. Se continúa por los obispos bajo el primado del Papa.

Un análisis detallado de los textos de San Agustín demuestra que su postura, más que acercarse a la postura protestante, concuerda con la posición católica, reconociendo a Pedro, en virtud de la fe confesada por él, como el primero de los apóstoles, como representante de la Iglesia entera, y portador de las llaves del reino de los cielos. Los obispos en comunión con él, también pueden atar y desatar (Nótese que el santo también relaciona, a diferencia de los protestantes, el poder de atar y desatar, con la autoridad de perdonar pecados).

Veamos ahora algunos textos adicionales de San Agustín que comparados con los otros, nos pueden dar una perspectiva real de la opinión del santo:

San Agustín. C. ep. Man. 4,5.
“Aún prescindiendo de la sincera y genuina sabiduría…, que en vuestra opinión no se halla en la Iglesia Católica, muchas otras razones me mantienen en su seno: el consentimiento de los pueblos y de las gentes; la autoridad, erigida con milagros, nutrida con la esperanza, aumentada con la caridad, confirmada por la antigüedad; la sucesión de los obispos desde la sede misma del apóstol Pedro, a quien el Señor encomendó, después de la resurrección, apacentar sus ovejas, hasta el episcopado de hoy; y en fin, el apelativo mismo de Católica, que son sin razón sólo la Iglesia ha alcanzado….Estos vínculos del nombre cristiano – tantos, tan grandes y dulcísimos- mantienen al creyente en el seno de la Iglesia católica, a pesar de que la verdad, a causa de la torpeza de nuestra mente e indignidad de nuestra vida, aún no se muestra”.

En el texto anterior San Agustín demuestra ver diferencia entre la confesión de fe, con el ministerio del episcopado. No todos, por simplemente confesar la fe son obispos, tampoco todos son sucesores del apóstol Pedro en cuanto a su ministerio.

San Agustín. Ep. 53,2
“Si la sucesión de obispos es tomada en cuenta, cuanto más cierta y beneficiosa la Iglesia que nosotros reconocemos llega hasta Pedro mismo, aquel quien portó la figura de la Iglesia entera, el Señor le dijo: “Sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella!”. El sucesor de Pedro fue Linus, y sus sucesores en orden de sucesión ininterrumpida fueron estos:
Clemente, Anacleto, Evaristo, Alejandro, Sixto, Telesforo, Higinio, Aniceto, Pío, Sotero, Eleuterio, Victor, Ceferino, Calixto, Urbano, Ponciano, Antero, Fabián, Cornelio, Licio, Esteban, Sixto, Dionisio, Felix, Eutiquiano, Cayo, Marcelino, Marcelo, Eusebio, Miltiades, Silvestre, Marcos, Julio, Liberio, Damaso, y Siricius, cuyo sucesor es el presente obispo Anastasio. En esta orden de sucesión, ningún obispo donatista es encontrado”.

Nuevamente aquí se ve lo mismo. Para el santo obispo de Hipona el ministerio concedido a Pedro lo desempeñaron específicamente los obispos de Roma en sucesión ininterrumpida. Luego de mostrar este texto a un amigo protestante, el me comentaba en forma testaruda: “Yo no veo allí ningún Papado”. Actitud singularmente obstinada, para quien lee un texto en donde ve hablando de la sucesión apostólica, de los obispos de Roma, su sucesión en el ministerio del apóstol Pedro, y si eso no fuera suficiente, la lista los Papas hasta Anastasio (El Papa de la época). ¿Qué más puede pedir? ¿Qué les mencione con el título de “Papa”?, pues eso también lo hace en innumerables ocasiones, las cuales sería muy laborioso contabilizar, conformémonos con tomar una de ellas: Sobre el pecado original (13 veces, en los capítulos 2,7,8,9). Allí se expresa con mucha reverencia sobre los pontífices y se leen expresiones como “el más bendito Papa Zósimo en Roma” (Capítulo 2), “el venerable Papa Zósimo” (Capítulos 8 y 9), “el más bendito Papa Inocencio” (Capítulos 8,10), “el más bendito Papa Zósimo”, “El santo Papa Inocencio” (Capítulo 9), “El santo Papa Zósimo” (Capítulos 10,19) y el Papa Inocencio de bendita memoria (Capítulo 19).

Hay evidencia adicional suficiente para estar seguros de ir contra la tendencia que propone le negación del primado a raíz de estas frases en los sermones del santo. De hecho, quienes piensan así tendrían que explicar si comparten con San Agustín que dijera que la iglesia de los donatistas no puede ser la verdadera por no ser católica, una, santa y apostólica, que quien se separa de la Iglesia sacrifica su salvación (Bapt 4,17.24). ¿Según esto basta la confesión de fe como fundamento para la edificación de la Iglesia?

A diferencia de la postura protestante, para San Agustín no hay motivo justo para efectuar la separación de la Iglesia y preparar la propia (secta), separada de ella (E. Cp Parm 2,11,25). San Agustín ve en la Iglesia de Roma aquella “in qua semper apostolicae cathedrae viguit principatus” [aquella en la que siempre ha estado vigente el principado de la cátedra apostólica (Ep 43,7)], afirmación que es un reconocimiento claro del primado de la Iglesia de Roma. Inclusive atribuye a las sentencias de Roma en materia de fe la máxima importancia, como por ejemplo, cuando combate al pelagianismo. Así, cuando San Agustín dice que las llaves la recibió no solo Pedro, sino toda la Iglesia, está defendiendo el primado no solo de él, sino de sus sucesores. “Sicut enim quaedam dicuntur quae ad apostolum Petrum propriae pertinere videantur, nec tamen habent illustrem intellectum, nisi cum referuntur ad Ecclesiam, cuius ille agnoscitur in figura gestasse personam, propter primatum quem in discipulis habuit” (In Ps CVIII, t. XXXVII, col 1431) [Algunas cosas, se dice, parecen pertenecer propiamente al apóstol Pedro, pero (quienes así piensan) no tienen un entendimiento iluminado, pues se las ha de referir a la Iglesia, de la que se confiesa represento la figura en su persona a causa del primado que tuvo entre los discípulos].

Para San Agustín, por la comunión con la sede apostólica se tiene la adhesión a los apóstoles, y se está así en la verdadera Iglesia. Es de entender entonces que para él, el testimonio de la Iglesia de occidente le es sólo decisiva, ya que en occidente se encuentre la sede del príncipe de los apóstoles: “Puto tibi eam partem orbis sufficere debere, in qua primum apostolorum voluit Dominus gloriosissimo martyrio conorare. Cui Ecclesiae praesidentem beatum Innocentium si audire voluisses, iam tum periculosam iuventutem tuam pelagianis laqueis exuisses”. Contra Iulianum pelagianum, I, IV, 13 t. XLIV, col 648 [Considero que te debe bastar esa parte del orbe en la que el Señor quiso coronar al primero de los apóstoles con un martirio gloriosísimo. Si quisieras oír al beato Inocencio que es quien preside a esta Iglesia, librarías tu peligrosa juventud de las insidias pelagianas].

Adicionalmente vemos al obispo de Hipona, someter sus obras al Papa Bonifacio, no para instruirle, sino para solicitar su aprobación y censura si fuere necesario: “Haec ergo quae... respondeo, ad tua potissimum dirigere sanctitatem, non tam discenda quam examinanda, et ubi forsitan aliquid displicuerit emendanda, constitui” (Contra duas epist. Pelag. I, 1 t. XLIV, col 549-551) [Estas cosas que... respondo, he decidido dirigir de modo especial a tu santidad no para instruir sino para que sean examinadas, y donde tal vez haya algo que displiciera, sea enmendado].

Es de entender entonces porqué San Agustín hace también referencia al obispo de Roma como “El Obispo de la Sede Apostólica” . En el libro 6 de su replica a Juliano, le reclama sus calumnias al Papa Zósimo:

San Agustín, Contra Iulianum pelagianum, VI, XII, 37
“¿Por qué, para persistir en tu error perverso, acusas de prevaricación al obispo de la Sede Apostólica Zósimo, de santa memoria? Pues no se apartó ni un ápice de la doctrina de su predecesor, Inocencio I, al que temes nombrar. Prefieres citar a Zoísmo, porque en un principio actuó con cierta benevolencia con Celestio…”

Otro detalle digno de mención lo constituyó el que para el año 422 el Papa Bonifacio I enviara 3 cartas respectivamente a los obispos de Tesalia, de Iliria, y a Rufo, vicario del Pontífice y metropolita de Tesalia (el motivo de las misivas consistía en la deposición o rechazo del obispo Patros Perigenio, bautizado y educado en Corinto: los fieles de Patros no lo querían, los corintios lo reclamaban y los obispos de Tesalia por su parte habían elegido a Máximo como pastor de la ciudad). En las tres cartas se aprecia la conciencia o seguridad del Vicario de Cristo como juez o instancia última para los problemas de la Iglesia.

Inclusive hay teólogos protestantes que han aceptado la posición de San Agustín a favor del Primado Romano. El doctor Cesar Vidal Manzanares en su diccionario de patrística explica:

Cesar Vidal. Diccionario de Patrística. Agustín de Hipona:
“…Eclesiológicamente, Agustín no es unívoco en la utilización del término “iglesia” refiriéndose tanto a la comunidad de los fieles, edificada sobre el fundamento apostólico, como al conjunto de los predestinados que viven en la dichosa inmortalidad. Considera hereje no al que yerra en la fe (Ep. XLIII, I) sino al que “resiste a la doctrina católica que le es manifiesta” (De Bapt. XVI, 23), la cual se expresa en el símbolo bautismal, en los concilios (Ep. XLIV, I) y en la sede de Pedro, que siempre disfrutó del primado (Ep. XLIII, 7)”.

Anécdota: Platicando el tema en el foro católico, a mi amigo protestante le preguntó una forista: “Pero… ¿Haz leído los escritos de San Agustín?” a lo que replicó: “….pues no”. Tuve que contenerme para no replicar: “¿¿¿Entonces que demonios haces intentando dar una cátedra del pensamiento agustiniano???”

San Agustín, la Iglesia y la Tradición

San Agustín muestra adhesión plena a la autoridad de fe, la cual es la autoridad de Cristo (C. acad. 3,20,43) manifestada en la Escritura, en la tradición y la Iglesia. (Nada de Sola Scriptura y libre interpretación privada al estilo protestante). Incluso llega a replicar tajantemente a los maniqueos:

San Agustín. C. ep. Man. 5,6; cf. C. Faustum 28,2
“No creería en el Evangelio, si a ello no me moviera la autoridad de la Iglesia católica”


Para San Agustín, es la iglesia la que establece el canon de las Escrituras (De doct. Chr. 2,7,12), transmite la tradición e interpreta unas y o otra (De Gen. litt. O . i. l. 1), dirime las controversias (De bapt. 2,4,5) y prescribe la regla de fe (De doct. Chr. 3,2,2). Afirma San Agustín “permaneceré seguro en la Iglesia cualquiera que sea la dificultad que se presente” (De bapt. 3,2,2), pues “Dios ha asentado la doctrina de la verdad en la cátedra de la unidad “ (Ep. 105,16).

Llega a responder a los pelagianos que debe ser tenido por verdadero todo lo que la tradición nos ha transmitido, aunque no se logre explicarlo (C. Iul. 6,5,11), pues los Padres “han enseñado en la Iglesia lo que en la Iglesia aprendieron” (C. Iul. o. i. 1,117; cf. C. Iul. 2,10,34)

San Agustín y la Virgen María

San Agustín es otro firme defensor de la Virginidad perpetua de María, Afirma:

San Agustín. Serm. 51,18
“Virgen concibió, virgen dio a luz y virgen permaneció”


A Volusiano, cuando este interponía las dificultades de la razón, replica:

San Agustín. Ep. 137,2,8
“Concedamos que Dios pueda obrar alguna cosa que debamos confesar no poder indagar. En tales cosas, toda la razón del hecho es el poder de quien lo pone por obra”

Explica también que María emitió su propósito de virginidad antes de la anunciación, dando inicio al ideal cristiano de la virgididad (Serm. 51,26) y que aunque siempre permaneció virgen, era verdadero el matrimonio y afecto conyugal que la unía a José. (De nupt. Et conc. 1,11,12).

También es un exponente de la maternidad divina, y no duda en afirmar que “Dios ha nacido de una mujer” (De Trin. 8,4,7).

San Agustín. Serm. 186,2
“¿Cómo es posible confesar en la regla de fe que creemos en el Hijo de Dios, nacido de la Virgen María, si nacido de María fuera no el Hijo de Dios, sino el Hijo del hombre?
¿Quién niega entre los cristianos que de esa mujer haya nacido el Hijo del hombre? Mas, Dios hecho hombre, y, por tanto, el hombre hecho Dios”.

Un episodio en su conflicto con el pelagianismo dio pie para que San Agustín expresara su posición respecto al estado inmaculado de a Virgen María. Juliano (discípulo de Pelagio), le escribe a San Agustín: “«Tú entregas a María al diablo por razón del nacimiento», es decir, si afirmas que el pecado original se trasmite por generación natural, María fue súbdita del diablo, porque de esta manera descendió y de este modo fue concebida por sus padres”, a esto contesto San Agustín: “No consignamos a María al diablo por la condición de su nacimiento –ésta era la acusación-, sino que –esta era la respuesta- la condición del nacimiento fue eliminada por la gracia de la regeneración” (C. Iul. O. i. 4,122). También declara a este respecto hablando de pecado:

San Agustín. De nat. et. gr. 36,42
“Excepción hecha de la santa Virgen María, de la que, por el honor debido al Señor, no tolero en absoluto que se haga mención cuando se habla de pecado…”


Así, en la concepción del santo, María es modelo de la iglesia, por el esplendor de sus virtudes y por la gracia de ser corporalmente lo que la Iglesia debe ser espiritualmente, es decir, virgen y madre; virgen por la integridad de la fe, madre por el fervor de la caridad (Serm. 188,4; 191,4; 192,2). Está claro que los protestantes no concuerdan con el pensamiento del santo en ninguno de los puntos anteriores.

San Agustín, el pecado original y la necesidad del bautismo

San Agustín es uno de los más grandes defensores de la doctrina del pecado original y de la necesidad del bautismo. Para él, todos, incluso los que nacen de un matrimonio de creyentes deben ser regenerados por el bautismo, al que llama “baño de regeneración”, ya que a diferencia de los pecados personales, el pecado original si se contrae de los padres “…declaré según la fe católica, que, cualquiera sea su nacimiento, son inocentes cuando de pecados personales se trata; culpables, a causa del pecado original” (Contra Iulianum Pelagianum III, XXIII, 52). Para el santo la herejía pelagiana es sumamente grave por negar a los niños revestirse de Cristo.

San Agustín. Contra Iulianum Pelagianum II, XVIII, 33
“Este nuestro adversario, apartándose con los pelagianos de la fe apostólica y católica, no quiere que los que nacen estén bajo el dominio del diablo, para que lo párvulos (niños) no sean llevados a Cristo, arrancados de la potestad de las tinieblas y trasladados a su reino. Y especialmente acusa a la Iglesia extendida por el mundo entero, donde todos los infantes en el bautismo reciben en todas partes el rito de la insuflación no por otra razón sino para arrojar fuera de ellos al príncipe del mundo, bajo cuyo dominio necesariamente están los vasos de ira desde que nacen de Adán si no renacen en Cristo y son trasladados a su reino una vez que hayan sido hechos vasos de misericordia por la gracia.

Inmerso en el pensamiento de la época, San Agustín le cuesta vislumbrar cual será el estado de los niños nacidos sin el bautismo, e incluso se declara ignorante de la naturaleza de la pena que puede ocasionarles este estado.

San Agustín. Contra Iulianum Pelagianum III, XI, 44
“…No digo que los niños que mueren sin el bautismo de Cristo sean castigados con una pena tan grande que más les valdría no haber nacido; porque el Señor no dijo estas palabras de cualquier pecador, sino de los muy criminales e impíos. Si la sentencia que pronunció sobre Sodoma no se ha de entender sólo de los sodomitas, pues el día del juicio unos han de ser castigados más gravemente que otros, ¡quién puede dudar que los niños no bautizados, que mueren sin pecado personal alguno, con sólo el original, han de sufrir la pena más leve de todas?. Ignoro cuál será la naturaleza de esta pena…pero vosotros los consideráis libres de toda culpa no queréis pensar en la clase de penas a las que los condenáis privando de la vida y del reino de Dios a tantas imágenes suyas y separándolas de sus piadosos padres, a los que tan claramente exhortáis a engendrar. Es injusto que los niños sufran castigo si no tienen pecado; pero, si su castigo es justo, es necesario reconocer en ellos la existencia del pecado original.

En su carta a San Jerónimo escribe “Soy presa de grandes angustias, créeme, cuando se toca este punto del castigo de los niños y no sé en absoluto qué responder” (Ep. 166,6,16: PL 33,727). La Iglesia hoy reconoce la necesidad del bautismo para la salvación pero también reconoce que puede haber salvación para los niños sin bautizar por “caminos no conocidos por ella”.

Antes de comparar la posición de San Agustín con el mundo protestante, tenemos que aclarar que entre ellos hay dos posturas disonantes. Los anabaptistas (hoy mayoría), quienes niegan la existencia del pecado original y la necesidad del bautismo de niños, y los de la tendencia luterana y calvinista, que confiesan creer en la doctrina del pecado original. En sus confesiones de fe como la de Augsburgo en 1530, se leen condenas a la posición anabaptista y profesan la necesidad de bautizar niños para salvarse. La confesión de Westminster admite reconoce la necesidad del bautismo y considera pecado grave el descuido y menosprecio del sacramento, (sin embargo admite que pueda salvarse alguien sin bautizarse). Podría decirse entonces que la posición de San Agustín es radicalmente opuesta a la mayoritaria tendencia anabaptista entre protestantes, y me atrevería a afirmar que la combatiría con el mismo fervor y eficacia que al pelagianismo.

Es curioso que hayan sido las denominaciones protestantes quienes hayan resucitado la herejía de la negación del pecado original, ya que implica devaluación de la necesidad de la obra redentora de Cristo, explicada con claridad por el apóstol San Pablo en el capítulo 5 de la epístola a los Romanos.

Conclusión

¿Era San Agustín protestante?, solo conteste estas preguntas:

1) ¿Creen los protestantes que los obispos de Roma son los sucesores del apóstol Pedro y la sede apostólica es la Iglesia de Roma? ¿Reconocen los dictámenes del Papa en materia de fe y se someten a su sensura?
2) ¿Creen los protestantes que no es hereje quien yerra en la fe, sino quien resiste a la doctrina católica que le es manifestada?
3) Opinan los protestantes que no creerían en el evangelio sino los mueve la autoridad de la Iglesia Católica?
4) ¿Creen los protestantes que es la Iglesia Católica quien transmite la tradición y la interpreta, dirime controversias y prescribe la regla de fe?
5) ¿Creen los protestantes que hay que permanecer seguro en la Iglesia cualquiera que sea la dificultad que se presente?
6) ¿Creen los protestantes que Dios ha asentado la doctrina de la verdad en la cátedra de la unidad?
7) ¿Creen los protestantes que María es siempre Virgen?
8 ) ¿Creen los protestantes que Dios ha nacido de una mujer?
9) ¿Creen los protestantes que respecto a María es intolerable que se hable de pecado?
10) ¿Creen los protestantes que el bautismo es necesario para la salvación, limpia el pecado original y los demás pecados?
11) ¿Creen los protestantes que es inmoral negar el bautismo a los niños ya que se les impide revestirse de Cristo y nacer de nuevo?

Si a todas esas respuestas usted puede contestar si, entonces San Agustín si era protestante. (Y si es así, ¡ojalá tuviéramos más protestantes de ese estilo!)

Bibliografía

BAC 422. Patrología III, Instituto Patriótico Augustinianum
BAC 457. Obras Completas de San Agustín, XXXV
Catecismo Oficial de la Iglesia Católica
Diccionario de patrística, Cesar Vidal Manzanares
Mariología, José C. R. García Paredes
Early Church Fathers
_________________
http://www.apologeticacatolica.org
"Para mis pies, antorcha es tu Palabra, luz para mi sendero"
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 4:35 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
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Orígenes, ¿Protestante?
Por Ing. José Miguel Arráiz

Introducción


Recientemente tuve la ocasión de platicar con un amigo protestante (bautista) que me afirmaba que varios padres de la Iglesia, entre ellos Orígenes, tenían posturas “protestantes”. Alegaba que Orígenes interpretaba Mateo 16,18-19 al estilo protestante cuando decía: “Y si nosotros, como Pedro decimos, “ Tu eres el Cristo, El hijo del Dios vivo,” No como si carne ni sangre nos lo revelara, pero como por la luz del Padre en el cielo alumbrando en nuestro Corazón, nosotros nos convertimos en un Pedro”

¿Quién es Orígenes?

Fue un importante escritor eclesiástico de la Iglesia primitiva, era un hombre de conducta intachable y notable erudición, considerado el padre de la teología. Nacido hacia el año 185, dirigió desde el 203 al 231 la escuela de Alejandría. Su prestigio llegó a ser tan alto que los obispos de Cesárea, Jerusalén y otras ciudades paletinenses le solicitaron predicada sermones y explicara las Escrituras a sus respectivas comunidades, cosa que le trajo luego dificultades con su obispo (Demetrio de Alejandría) porque no era sacerdote. Orígenes obedeció y volvió a Alejandría. Fue ordenado luego sacerdote por varios obispos para evitar este inconveniente, cosa que le volvió a traer dificultades con su obispo, debido a que la legislación canónica no permitía ser admitido al sacerdocio alguien que se hubiera castrado (error que cometió en su juventud interpretando Mateo 19,12 demasiado literalmente) y fue excomulgado por él y se le depuso del sacerdocio. Fue a residir en Cesárea de Palestina donde el obispo de Cesárea hizo caso omiso de la censura del obispo de Alejandría e invitó a Orígenes a fundar una escuela de teología en Cesárea que dirigió por más de 20 años. Murió hacia el año 253 mártir. Aunque cometió algunos errores siempre intentó permanecer apegado a la ortodoxia y al magisterio.

¿Qué importancia tienen los Orígenes para los católicos y protestantes?

Los Escritos de Orígenes (así como los escritos de los padres de la Iglesia y otros escritores eclesiásticos) son importantísimos, no solo para los estudiantes de patrística y patrología, porque permiten conocer a fondo el pensamiento de la Iglesia primitiva y su forma de interpretar las Escrituras. Aunque los protestantes rechazan los escritos de los padres y escritores eclesiásticos, muchos de ellos (los no extremadamente fundamentalistas) reconocen que son indispensables para el conocimiento de la historia de la Iglesia y el desarrollo de la fe cristiana. Y suele suceder que aunque casi nunca citan a los padres, lo hacen cuando piensan que lo que dicen puede llevar “agua a su propio molino”. He querido aprovechar la ocasión para estudiar los escritos de Orígenes, no solo, en cuanto a los puntos en que los protestantes suelen citarle, sino en su totalidad, para así hacer una comparación justa y no descontextualizada de su pensamiento.

Orígenes y el primado de Pedro

Este es el punto donde los protestantes más citan a Orígenes, y se debe principalmente a su interpretación de Mateo 16,18

Orígenes, Comentario a Mateo 16,18
“Y si nosotros, como Pedro decimos, “ Tu eres el Cristo, El hijo del Dios vivo,” No como si carne ni sangre nos lo revelara, pero como por la luz del Padre en el cielo alumbrando en nuestro Corazón, nosotros nos convertimos en un Pedro, y a nosotros nos podria decir el mundo, “tu eres Pedro, ‘ etc. Por que roca es todo discípulo de Cristo de quien aquellos bebieron quienes bebieron de la roca espiritual que los siguieron, y sobre cada roca es edificada cada palabra de la iglesia, y su organización de acuerdo a esto; Por que en cada uno de los perfectos, que tienen la combinación de palabras y decretos y pensamientos que sobre bendicen, es que la iglesia es edificada por Dios.
Pero si supones que solo sobre Pedro es que Dios edifica Su iglesia, que dirías de Juan el hijo del trueno, o de cada uno de los apóstoles? Nos atreveríamos a decir que solo sobre Pedro en particular, las puertas del hades no prevalecerán, y prevalecerán sobre el resto de los apóstoles y los perfectos? Que acaso el comentario entes expresado “Las puertas del hades no prevalecerán sobre esta’ no se aplica a todos y cada uno de ellos? Igualmente el otro comentario “Sobre esta roca edificare Mi iglesia? Son acaso las llaves de reino dadas a Pedro solamente, y ningún otro de los bendecidos las recibirá? Pero si esta premisa “y a ti te daré las llaves del reino de los cielos” es común para otros, Por que no las cosas dichas antes que esta, al igual que las cosas dichas a Pedro después de esta ?
Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. Si cualquiera declara esto, obtendrá las cosas de las cual se habla en el evangelio sobre Pedro, pero, como el espíritu del evangelio enseña a todo aquel que se convierte tal y como Pedro”

Pero la forma alegórica en que Orígenes aquí interpreta Mateo 16,18 no podría entenderse como un rechazo al ministerio del obispo de Roma desde la sede de Pedro. El mismo Orígenes en otro de sus escritos reconoce a explícitamente como la Piedra solidísima sobre la cual Cristo edificó su Iglesia.

Orígenes, Homilías sobre el Exodo. XIII.44
“Pero ¿quién es tan feliz que esté libre del peso de las tentaciones, de modo que ningún pensamiento de duda sorprenda su alma? Mira lo que el Señor dice al gran fundamento de la Iglesia, a aquella roca solidísima sobre la cual Cristo fundó la Iglesia: Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?”

Así como otros Padres de la Iglesia, Orígenes consideraba a Pedro como la Piedra, pero también consideraba al igual que nosotros los católicos, que la base de la Iglesia es la fe en Cristo. Así, Pedro es llamado Piedra en virtud del ministerio que le sería conferido, y en virtud de su fe.

Es dudoso que Orígenes interpretara, como veremos más adelante, al estilo protestante, a que con solo la fe se es piedra de la Iglesia y por ende, no es necesario estar unido a Iglesia Católica, todo lo contrario, enseña que apartado de la Iglesia no puede haber verdadera fe. Demás está decir que Orígenes siempre fue obediente al magisterio.

Orígenes, la sucesión apostólica y la Tradición

Para Orígenes, las fuentes de la doctrina cristiana son las Escrituras y la Tradición, y señala por eso, al igual que Tertuliano y muchos otros padres de la Iglesia, la existencia de una Regla de Fe, que contiene la enseñanza fundamental del evangelio. Enseña también que esta enseñanza la poseen solamente las Iglesias que por sucesión apostólica proceden de los apóstoles, y por eso solo debe ser aceptado como verdad aquellas verdades que en nada se aparten de esta tradición apostólica. (En resumen nada de Sola Scriptura). En su obra De principiis (El Peri-Archon) escribe:

El Peri-Archon (De prencipiis), Prefacio 1-2
“…Más como entre los que hacen profesión de creer en Cristo hay muchas divergencias, no solamente en detalles de poca monta, sino también en materias sumamente importantes, …parece necesario establecer sobre todos esos puntos una regla de fe fija y precisa antes de abordar el examen de las demás cuestiones…Mas como la enseñanza eclesiástica, transmitida en sucesión ordenada desde los apóstoles, se conserva y perdura en las Iglesias hasta el presente, no se deben recibir como artículo de fe más que aquellas verdades que no se apartan en nada de la tradición eclesiástica y apostólica

Añade sin embargo que quedaron un gran número de cuestiones sin respuesta, y la misión de la teología está precisamente en profundizar y explicitar estas verdades de fe. Lo que el Cardenal Newman (notable presbítero anglicano convertido a la Iglesia Católica) explicaría más de un milenio después como el desarrollo y evolución de la doctrina cristiana).

El Peri-Archon (De prencipiis), Prefacio 3
“Conviene saber que los santos Apóstoles, al predicar la fe de Cristo, manifestaron clarísimamente aquellos puntos que creyeron necesarios a todos los creyentes, incluso a aquellos que parecían menos diligentes en la investigación de la ciencia divina; dejando la tarea de indagar las razones de esas afirmaciones a aquellos que merecieron los dones superiores del Espíritu, sobre todo a los que, por medio del mismo Espíritu Santo, obtuvieron el don de lenguas, de sabiduría y de ciencia. En cuanto a los demás, se contentaron con afirmar el hecho, sin explicar el porqué, ni el cómo, ni el origen, sin duda para que andando el tiempo, los amigos apasionados del estudio y de la sabiduría tuvieran en qué ejercitar su ingenio con provecho-me refiero a aquellas personas que se preparan para ser dignos receptáculos de la sabiduría.

Orígenes y la Trinidad

Orígenes utilizó con frecuencia el término Trinidad (1), y aunque fue sospechoso de subordinacionismo en virtud de varios de sus textos, otros de sus textos parecen indicar todo lo contrario. Así según la opinión de San Jerónimo Orígenes lo era, mientras que San Atanasio y San Gregorio Taumaturgo lo niegan.

En cualquier modo en los textos de Orígenes se hace patente que el piensa que el hijo procede del Padre desde la eternidad (a diferencia de herejías que surgirían luego como el arrianismo, revivido hoy en las doctrinas de los testigos de Jehová). En virtud de eso el Hijo no tiene principio, y no hubo un tiempo en que El no existiera (refuta con antelación el principio arriano) (2). Enseñó también que el Hijo tenía la misma substancia del Padre.

Orígenes, In Hebr. Frag.24,359
“¿Qué otra cosa podemos suponer que es la luz eterna sino Dios Padre, de quien nunca se pudo decir que, siendo luz, su Esplendor no estuviera presente con El? No se puede concebir luz sin resplandor. Y si esto es verdad, nunca hubo un tiempo en que el Hijo no fuera el Hijo. Sin embargo, no será, como hemos dicho de la luz eterna, sin nacimiento (parecería que introducimos dos principios de luz), sino que es, por decirlo así, resplandor de la luz ingénita, teniendo a esta misma luz como principio y como fuente, verdaderamente nacido de ella[/b]. No obstante, no hubo un tiempo en que no fue. La Sabiduría, por proceder de Dios, es engendrada también de la misma substancia divina…

Orígenes y la Virgen María

Orígenes aplicó a María el título de “Madre de Dios” (3), enseñaba también la maternidad universal de María sobre la Iglesia:

Orígenes, In Ioh 1,6
“Nadie puede comprender el Evangelio si no ha reclinado su cabeza sobre el pecho de Jesús y no ha recibido de El a María como madre”


Al igual que el resto de los padres de la Iglesia estuvo a favor de la virginidad de María después del parto. Afirmaba que los hijos atribuidos a José no nacieron de María (non erant orti de María) y no hay ninguna Escritura que lo pruebe (4). Escribió también:

Orígenes, In Mt. Comm. 10,17: GCS 10,21
“María conservó su virginidad hasta el fin,
para que el cuerpo que estaba destinado a servir a la palabra no conociera una relación sexual con un hombre, desde el momento que sobre ella había bajado el Espíritu Santo y la fuerza del Altísimo como sombra. Creo que está bien fundado decir que Jesús se ha hecho para los hombres la primicia de la pureza que consiste en la castidad y María a su vez para las mujeres. No sería bueno atribuir a otra la primicia de la virginidad”

Curiosamente la casi totalidad de los protestantes opinan que María no fue Virgen después del parto, no fue madre de Dios y no es madre de la Iglesia, de allí el porqué nunca citen a Orígenes (ni a otros padres de la Iglesia) a este respecto. (No puede llevar agua a su molino).

Orígenes y la Iglesia

Para Orígenes la Iglesia es la ciudad de Dios sobre la tierra (5) y fuera de ella no hay salvación: “Extra hanc domum, id est Ecclesiam, nemo salvatur” (6). Para Orígenes no puede haber fe fuera de la Iglesia, la fe de los herejes no es fe verdadera, sino una “credulitas arbitraria” (7).

Orígenes y el bautismo

Este es otro punto donde los escritos de Orígenes no solo muestran una postura opuesta a la mayoría del protestantismo, sobre todo los de tendencias anabaptistas. Orígenes enseña la doctrina del pecado original y de la necesidad del bautismo de niños y adicionalmente nos trae una evidencia sólida de cómo dicho bautismo se practicaba ya en tiempos de los apóstoles.

Orígenes, In Lev. Hom. 8,3
“Si te gusta oír lo que otros santos dijeron acerca del nacimiento físico, escucha a David, cuando dice: “Fui formado, así reza el texto, en maldad, y mi madre me concibió en pecado”; demuestra que toda alma que nace en la carne lleva la mancha de la iniquidad y del pecado. Esta es la razón de aquella sentencia que hemos citado más arriba: Nadie está limpio de pecado, ni siquiera el niño que sólo tiene un día. A todo esto se puede añadir una consideración sobre el motivo que tiene la Iglesia para la costumbre de bautizar aun a los niños, siendo así que este sacramento de la Iglesia es para remisión de los pecados. Ciertamente que, si no hubiera en los niños nada que requiriera la remisión y el perdón, la gracia del bautismo parecería innecesaria.

Orìgenes In Rom. Com. 5,9: EH 249
“La Iglesia ha recibido de los Apóstoles la costumbre de administrar el bautismo incluso a los niños. Pues aquellos a quienes fueron confiados los secretos de los misterios divinos sabían muy bien que todos llevan la mancha del pecado original, que debe ser lavado por el agua y el espíritu.”

Orígenes y la penitencia

Luego del bautismo Orígenes reconoce que hay también posterior de los pecados mediante la penitencia y la confesión de pecados ante un sacerdote, que es quien decide si se debe hacer la confesión pública del pecado o no.

Orígenes, In Ps. Hom. 37,2,5
“Observa con ciudad a quién confiesas tus pecados;
pon a prueba al médico para saber si es débil con los débiles y si llora con los que lloran. Si él creyera necesario que tu mal sea conocido y curado en presencia de la asamblea reunida, sigue el consejo del médico experto” .

Evidentemente para Orígenes tampoco valía aquello de “Yo me confieso directo con Dios y ya ta!!’”

Orígenes y la Eucaristía

Comenta Jesús Solano, que Orígenes tiene un texto muy discutido, el cual aunque no es propiamente un texto eucarístico, él emplea la terminología Eucarística en sentido alegórico. Para quien conoce la pasión de Orígenes por relacionar entre sí texto de la Sagrada Escritura y por buscar alegorías en aquel ambiente de “gnosis” en Alejandría, no ofrece ningún serio problema acerca de la ortodoxia de Orígenes el que éste se exprese con semejantes alegorías. Sería injusto para con el escritor y anticientífico deducir el pensamiento eucarístico de Orígenes de uno u otro pasaje y no del conjunto de todos ellos. A pesar de haber tenido Orígenes numerosos adversarios, no hay noticia de que nadie le impugnase por su doctrina eucarística.

Orígenes. Serie de comentarios. 85 (KLOSTERMANN, 196s; MG 13,1734 A – 1735 A).
Este pan que el Dios Verbo confiesa ser su cuerpo, es la palabra que alimenta las almas
, palabra procedente del Dios Verbo y pan del pan celestial que ha sido puesto sobre la mesa de la que está escrito: Has preparado delante de mí una mesa a la vista de mis perseguidores. Y esta bebida que el Dios Verbo confiesa ser su sangre, es la palabra que apaga la sed y embriaga prodigiosamente los corazones de los que beben, bebida que está en el cáliz del que se ha escrito: y cuan excelente es tu cáliz que embriaga. Y esta bebida es fruto de la vid verdadera que dice: Yo soy la verdadera vid, y es la sangre de aquella uva que, echada en el lagar de la pasión, produjo esta bebida. Como también el pan es la palabra de Cristo, hecha de aquel trigo que, cayendo en la tierra, dio mucho fruto. Porque no a aquel pan visible que tenía en las manos decía Dios Verbo su cuerpo, sino a la palabra en cuyo misterio debía ser partido aquel pan; ni a aquella bebida visible decía su sangre, sino a la palabra en cuyo misterio aquella bebida debía ser derramada. Porque cuerpo o sangre del Dios Verbo ¡Que otra cosa puede ser, sino la palabra que alimenta, y la palabra que alegra el corazón?

Un análisis del resto de sus textos comprueba la afinidad de Orígenes por la más tradicional ortodoxia respecto a la Eucaristía que van en la misma línea que el resto de los padres. Al igual que Tertuliano muestra preocupación en que el pan y vino consagrados caigan al piso. Afirma que “así como el maná era alimento en enigma, ahora claramente la carne del Verbo de Dios es verdadero alimento, como Él mismo dice: Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida”. En todos estos casos, Orígenes se refiere al “verdadero alimento” no como pan, sino como “la carne del Verbo de Dios” . Afirma también que recibir el cuerpo indignamente ocasiona ruina para sí mismos y se refiere a la celebración eucarística como “la mesa del cuerpo de Cristo y del cáliz mismo de su sangre”.

Orígenes. Sobre el Exodo. Homilía 13,3 (W.A. BAEHRENS: GChS 29, Orígenes Werke 6,274; MG 12,391 A-B).
“Conocéis vosotros, los que soléis asistir a los divinos misterios, cómo cuando recibís el cuerpo del Señor, lo guardáis con toda cautela y veneración, para que no se caiga ni un poco de él, ni desaparezca algo del don consagrado. Pues os creéis reos, y rectamente por cierto, si se pierde algo de él por negligencia. Y si empleáis, y con recta razón, tanta cautela para conservar su cuerpo, ¿Cómo juzgáis cosa menos impía haber descuidado su palabra que su cuerpo.

Orígenes. Sobre los Números. Homilía 7,2 (BAEHRENS: GChS 30, Origenes Werke 7,39s; MG 12,613 C)
“Antes, el bautismo estuvo en enigma en la nube y en el mar; ahora la regeneración está claramente en el agua y en el Espíritu Santo. Entonces el maná era alimento en enigma, ahora claramente la carne del Verbo de Dios es verdadero alimento, como Él mismo dice: Mi carne verdaderamente es comida y mi sangre verdaderamente es bebida”

Orígenes. Sobre Jeremías. Homilía 19,13 (E. KLOSTERMANN: GChS, Origenes Werke 3,169,30-33: MG 13,489 C. aquí es la homilía 18 )
“…Si subes, pues, con Él para celebrar la pascua, te dará el cáliz del Nuevo testamento; te dará también el pan de la bendición, te concederá su cuerpo y su sangre”

Orígenes. Sobre Ezequiel 7,22 (MG 13,793 B).
“Y entrarán en ellas [las cosas escogidas del mundo] sin consideración [Ez 7,22 según los LXX; cf. V.20 también según los LXX]…Así ha de decirse que entra sin consideración en las cosas santas de la Iglesia, si uno, después del acto conyugal, indiferente a la impureza que en sí ha contraído, consiente en orar sobre el pan de la Eucaristía, pues este tal profana las cosas santas y lleva a cabo una acción descompuesta.

Orígenes. Sobre el Salmo 37. Homilía 2,6 (MG 12,1386 D)
“¿No temes comulgar el cuerpo de Cristo, al acercarte a la Eucaristía como si fueras limpio y puro, y como puedes huir el juicio de Dios?
¿No recuerdas aquello que está escrito: que por esto hay entre vosotros muchos débiles y enfermos y muchos que mueren?. ¿Por qué muchos débiles? Porque no se juzgan a sí mismos, ni se examinan, ni entienden qué es participar de la Iglesia, ni qué acercarse a tantos y tan eximios sacramentos. Padecen aquello que suelen padecer los que tienen fiebre, cuando se atreven a comer los manjares de los sanos, a saber, que a sí mismos se acarrean la ruina.”

Orígenes. Contra Celso. L.8. c33 (P. LOETSCHAU: GChS Origenes Werke 2,249,4-9; MG 11,1566 C).
Y Celso, por esa causa, como hombre que desconoce a Dios, de sus hacimientos de gracias a los demonios; nosotros, por el contrario, dando gracias al Creador de todo, comemos los panes ofrecidos con la acción de gracias y la oración sobre los dones recibido, hechos por la oración un cierto cuerpo santo y santificador de los que se sirven de él con sano propósito.

Orígenes. Serie de comentarios. 82 (KLOSERMANN: GChS 38, Orígenes Werke 1,194, MG 13,1732 B).
[Mt 26,23]… Y si puedes entender la mesa espiritual y el alimento espiritual y la cena del Señor, de todo lo cual se había dignado Cristo hacerle participe [a Judas], verás todavía más la grandeza de su maldad, pues que entregó al Salvador, maestro y a la vez alimento de la divina mesa y del cáliz (y esto en el día de la pascua), sin acordarse en los bienes corporales del amor del maestro ni en los espirituales de su doctrina, repartida siempre sin envidia. Como éste son en la Iglesia todos aquellos que ponen asechanzas a sus hermanos, con los cuales frecuentemente estuvieron juntos en la misma mesa del cuerpo de Cristo y en el mismo cáliz de su sangre.

Conclusión

¿Era Orígenes protestante?, solo conteste estas preguntas:

1) ¿Creen los protestantes en la sucesión apostólica y que a Pedro era la piedra solidísima sobre la que se edificó su Iglesia?
2) ¿Creen los protestantes las fuentes de la doctrina cristiana son las Escrituras y la Tradición, la cual es transmitida en sucesión ordenada desde los apóstoles y que no se debe aceptar como verdad sino aquello que en nada se aparte con la tradición de la Iglesia y apostólica?
3) ¿Creen los protestantes que la Iglesia Católica es la ciudad de Dios sobre la tierra, que fuera de ella no hay salvación y que la fe de los que se separan de ella no es verdadera sino credulitas arbitraria”?
4) ¿Creen los protestantes que María es madre de Dios (Theotokos), madre de la Iglesia, y virgen hasta el fin y que no puede entender el evangelio quien no la ha aceptado como madre?.
5) ¿Creen los protestantes que la Eucaristía es el Cuerpo y Sangre del Señor, que no se puede acercar a ella quien esté en pecado, y que hay que guardar toda cautela para que no caiga al piso algo del don consagrado?
6) ¿Creen los protestantes que hay que bautizar niños para limpiarlos del pecado original en el cual todos nacemos y que dicho bautismo fue practica de la Iglesia desde sus comienzos?
7) ¿Creen los protestantes que hay que confesar los pecados al sacerdote?

Si a todas esas respuestas usted puede contestar si, entonces Orígenes si era protestante. (Y si es así, ¡ojalá tuviéramos más protestantes de ese estilo!)

Notas:

(1) In Ioh. 10,39,270; 6,33,166; In Ies. Hom. 1,4,1)
(2) Dios es eterno, por ende el hijo también lo es: “aeterna ac sempiterna generatio” (In Ier. 9,4; De Princ.. 1,2,3), y no tuvo principio (De Eric. 1,2,9s; 2; 4,4,1; In Rom. 1,5)
(3) Según el historiador Sozomeno (Hist. Eccl. 7,32: EG 866)
(4) Orígenes, In Lc. 7: GCS 9,45
(5) In Ier. hom. 9,2; In Ios. hom. 8,7
(6) In Ios. hom. 3,5
(7) In Rom. 10,5


Bibliografía

BAC 206. Patrología I, Johannes Quasten
BAC 88. Textos Eucaristicos primitivos I, Jesús Solano
Mariología, José C.R. García Paredez
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 4:36 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

Tertuliano, ¿Protestante?

Por Ing. José Miguel Arráiz

Introducción


Recientemente tuve la ocasión de platicar con un amigo protestante (bautista) que me afirmaba que también Tertuliano (escritor eclesiástico de la Iglesia primitiva) tenía posturas “protestantes”. Alegaba que para Tertuliano, cuando Cristo entregó las llaves del reino de los cielos las entregó a todos, ya que para él, las llaves significaban la predicación del evangelio.

¿Quién es Tertuliano?

Fue un importante escritor eclesiástico nacido hacia el año 155. De padres paganos se convierte al cristianismo hacia al año 193 y se establece en Cártago. Fue ordenado sacerdote (1) y desplegó su actividad literaria durante los años 195 al 220. Desgraciadamente hacia el año 207 abrazó la herejía del montanismo (2), y llego a ser jefe de una de sus sectas (los tertulianistas).

¿Qué importancia tienen los escritos de Tertuliano para los católicos y protestantes?

Los Escritos de Tertuliano (así como los escritos de los padres de la Iglesia y otros escritores eclesiásticos) son importantísimos, no solo para los estudiantes de patrística y patrología, porque permiten conocer a fondo el pensamiento de la Iglesia primitiva y su forma de interpretar las Escrituras.

Aunque los protestantes rechazan los escritos de los padres y escritores eclesiásticos, muchos de ellos (los no extremadamente fundamentalistas) reconocen que son indispensables para el conocimiento de la historia de la Iglesia y el desarrollo de la fe cristiana. Y suele suceder que aunque casi nunca citan a los padres, lo hacen cuando piensan que lo que dicen puede llevar “agua a su propio molino”. He querido aprovechar la ocasión para estudiar los escritos de nuestro escritor, no solo, en cuanto a los puntos en que los protestantes suelen citarle, sino en su totalidad, para así hacer una comparación justa y no descontextualizada de su pensamiento.

Tertuliano, y el primado de Pedro y el perdón de los pecados por parte de los presbíteros

En los textos pre-montanistas del primado hay una aceptación implícita por parte de Tertuliano de la preeminencia de la Iglesia de Roma. En De praescriptione haereticorum (La prescripción de lo herejes o prescripciones contra todas las herejías) afirma que en la Iglesia de Roma está pronta la autoridad y menciona el martirio de San Pedro y San Pablo allí.

Tertuliano. Prescripciones contra todas las herejías. Capítulo XXXVI.2-3.
“2.Pero si te encuentras cerca de Italia, tienes Roma, de donde también para nosotros está pronta la autoridad.
3 Qué feliz es esta Iglesia a la que los Apóstoles dieron, con su sangre, toda la doctrina, donde Pedro es Igualado a la pasión del Señor, donde Pablo es coronado con la muerte de Juan [Bautista], donde el apóstol Juan, después que, echado en aceite rusiente, no sufrió ningún daño, es relegado a una isla.”

En el mismo tratado donde intenta demostrar a los herejes que nada el Señor ocultó al conocimiento de los apóstoles, pone por ejemplo a San Pedro y a San Juan, pero de San Pedro dice que es la piedra en que la Iglesia iba a ser edificada y que obtuvo las llaves del reino de los cielos y la potestad de atar y desatar. De San Juan hace referencia pero como el discípulo amado.

Tertuliano. Prescripciones contra todas las herejías. Capítulo XXI.2-4
“3. ¿Quién, pues, de mente sana puede creer que ignoraron algo aquellos que el Señor dio como maestros, manteniéndolos inseparables en su comitiva, en su discipulado, en su convivencia, a quienes exponía aparte todas las cosas oscuras, diciéndoles ue a ellos era dado conocer aquellos misterios que al pueblo no era permitido entender?
4. ¿Se le ocultó algo a Pedro, que fue llamado piedra de la Iglesia que iba a ser edificada, que obtuvo las llaves del reino de los cielos y la potestad de desatar y atar en los cielos y en la tierra?”

Es imposible entender donde la postura de Tertuliano coincide con la postura protestante. Basta revisar todos los artículos protestantes que se han escrito contra el primado de Pedro, y todos sin excepción niegan que Pedro sea la piedra, algunos incluso se han inventado el argumento de que como el texto griego no utiliza la misma palabra para Pedro y Piedra, Cristo no estaba llamando a Pedro “Piedra” (3). Es evidente que Tertuliano no interpretaba de esa manera.

Sin embargo ocurrió un cambio notable en la postura de Tertuliano una vez se hizo discípulo del hereje Montano, desconoció que el poder conferido a Pedro en virtud de sus llaves lo recibieran sus sucesores, niega también que los obispos en comunión con él lo pudieran utilizar, contradiciendo lo que el mismo había establecido en De paenitentia (Sobre la penitencia). Dice en forma tajante en De pudicitia (Sobre la modestia):

Tertuliano, Sobre la modestia 21
“Si, porque el Señor dijo a Pedro: “Edificaré mi Iglesia sobre esta piedra; te he dado las llaves del reino de los cielos”, o bien: “Todo lo que atares o desatares en la tierra, será atado o desatado en el cielo” presumes que el poder de atar y de desatar ha llegado hasta ti, es decir, a toda la Iglesia que esté en comunión con Pedro, ¿Qué clase de hombre eres? Te atreves a pervertir y cambiar totalmente la intención manifiesta del Señor, que no confirió este privilegio más que a la persona de Pedro. “Sobre ti edificaré mi Iglesia”, le dijo El, “A ti te daré las llaves”, no a la Iglesia. “Todo lo que atares o desatares”, etc. Y no todo lo que ataren o desataren…Por consiguiente, el poder de atar o desatar, concedido a Pedro, no tiene nada que ver con la remisión de los pecados capitales cometidos por los fieles…Este poder, en efecto, de acuerdo con la persona de Pedro, no debìa pertenecer màs que a los hombres espirituales, bien sea apóstol, bien sea profeta”

Aunque el texto en cuestión es escrito por un Tertuliano ya hereje es muy revelador, por las siguientes razones:

Primero porque en el texto se hace evidente que se enfrentaba a un obispo que utilizaba Mateo 16,18-19 para afirmar que las Iglesias en comunión con Pedro tenían la autoridad de perdonar pecados incluso graves, ¡en plena época de Tertuliano!. Los protestantes (a excepción de los luteranos) niegan que los presbíteros tengan este poder, pero aquí puede verse que la Iglesia primitiva tenía convicción de que si.

Segundo, porque incluso bajo esta postura herética, la posición de Tertuliano se aleja todavía más de la postura protestante, ya que explícitamente afirma que el poder de las llaves fue conferido exclusivamente a Pedro. De alguna manera los protestantes se las han ingeniado para interpretar Mateo 16,18 como que cada creyente tiene las llaves al confesar a Cristo como Señor. La posición católica es la posición equilibrada y la que ataca Tertuliano en su escrito contra el obispo: Las Iglesias en comunión con Pedro por medio de los presbíteros, son las que pueden en virtud de las llaves concedidas al apóstol, perdonar pecados, siempre que se mantengan en la unidad de la Iglesia.

Volvamos ahora al período pre-montanista de Tertuliano para estudiar un poco su posición respecto a la penitencia. Definitivamente si admite aquí que hay perdón de pecados luego del bautismo, lo deja claro en De paenitentia

Tertuliano, Sobre la penitencia, 7
7. “¡Oh Jesucristo, Señor mío!, concede a tus servidores la gracia de conocer y aprender de mi boca la disciplina de la penitencia, pero en tanto en cuanto les conviene y no para pecar; con otras palabras, que después (del bautismo) no tengan que conocer la penitencia ni pedirla. Me repugna mencionar aquí la segunda, o por mejor decir, en este caso, al última penitencia. Temo que, al hablar de un remedio de penitencia que se tiene en reserva, parezca sugerir que existe todavía un tiempo en que se puede pecar. No quiera Dios que nadie interprete mal mi pensamiento, haciéndonos decir que con esta puerta abierta a la penitencia existe, por consiguiente, ahora una puerta abierta el pecado,…Hemos escapado una vez (en el bautismo). No nos pongamos más en peligro, aunque nos parezca que aún escaparemos otra vez”.

Pero la segunda penitencia a la que se refiere aquí Tertuliano, no es ni mucho menos la postura protestante al estilo de “Yo me confieso directo con Dios y ya ta’”, sino una reconciliación por medio de la Iglesia. El pecador debe según el escritor someterse a la exomologesis o confesión pública, cumplir los actos de mortificación, tal como explica en detalle en los capítulos del 9 al 12.

Tertuliano, Sobre la penitencia, 9-12
“Cuando más estricta sea la necesidad de esta segunda penitencia, tanto más laboriosa debe ser la prueba; no basta que exista la conciencia de haber obrado mal; es preciso un acto que la manifieste al exterior. Este acto, para emplear una palabra griega que se utiliza comúnmente, es la exomologesis, en virtud de la cual confesamos a Dios nuestro pecado, no porque El lo ignore, sino porque la confesión dispone a la satisfacción y realiza la penitencia, y ésta, a su vez, aplaca la cólera de Dios. La exomologesis es, pues es, un ejercicio que enseña al hombre a humillarse y rebajarse, imponiéndole un régimen capaz de atraer sobre él la compasión. Regula su compostura exterior y su alimentación; quiere que se acueste sobre saco y ceniza, que se cubra el cuerpo con harapos, que se entrega a la tristeza, que se vaya corrigiendo en las faltas por medio de un tratamiento severo. Por otra parte el penitente debe contentarse, en cuanto a la comida y a la bebida, con cosas simples, que son estrictamente necesarias para sostener la vida, no para halagar el vientre; nutre la oración con el ayuno; gime, llora y se lamenta de día y de noche al Señor, su Dios; se prosterna a los pies de los sacerdotes y se arrodilla ante los amigos de Dios; solicita las oraciones de sus hermanos, para que sirvan de intercesores ante Dios.

Cuando el texto hace referencia a postrarse a los pies de los sacerdote indica que la disciplina penitencial era una institución eclesiástica, la cual terminaba con una absolución oficial. Tertuliano cuestiona a quienes rehuyen este deber diciendo: “¿Es acaso mejor ser condenado en secreto que perdonado en público?

Se hace evidente que la postura de Tertuliano a este respecto dista mucho de la posición protestante.

Tertuliano, la sucesión apostólica y la Sagrada Tradición

La visión pre-montanista de Tertuliano claramente define que los herejes no pueden afirmar tener una Iglesia legítima sino pueden comprobar que su origen desciende de las Iglesias fundadas por los apóstoles que conservan la verdadera Tradición. Con claridad lo expresa en De praescriptione haereticorum.

Tertuliano. Prescripciones contra todas las herejías. Capítulo XXXII.
“1. Por lo demás, si algunas [herejías] se atreven a insertarse en la edad apostólica
para parecer transmitidas por los Apóstoles por cuanto existieron en tiempo de los Apóstoles, nosotros podemos decir: publiquen, entonces, los orígenes sus iglesias, desplieguen la lista de sus obispos, de modo que, a través de la sucesión que discurre desde el principio, aquel primer obispo haya tenido como garante y antecesor a alguno de los Apóstoles o a alguno de los varones apostólicos, pero que haya perseverado con los Apóstoles.
2. En efecto, de esa manera dan a conocer sus orígenes las iglesias apostólicas:
como la iglesia de los esmiornitas cuenta que Policarpo fue puesto por Juan, como la de los romanos que Clemente fue ordenado por Pedro. 3. De igual modo, ciertamente, también las otras iglesias muestran que vástagos de semilla apostólica poseen destinados al episcopado por los apóstoles. 4. Inventen algo semejante los herejes. Pues, luego de tanta blasfemia ¿qué es ilícito para ellos?”

Imposible imaginar porqué mi amigo protestante considera a Tertuliano también protestante, lo que si se, es que no se hubiera sentido nada bien escuchando a Tertuliano exigirle el origen apostólico de su denominación. Más molesto se hubiera puesto al escucharle decir que no tienen derecho a discutir sobre las Escrituras, porque para él hay una prescripción que excluye toda argumentación: no puede hacer uso de la Biblia por la sencilla razón de que la Biblia no es suya:

Tertuliano. Prescripciones contra todas las herejías. Capítulo XVss.
“2. Ellos [los herejes] ponen por delante las Escrituras y, con semejante audacia, inmediatamente impresionan a algunos. Pero en el debate mismo fatigan, ciertamente, a los fuertes, captan a los débiles, dejan llenos de escrúpulos a los de condición intermedia. 3. Por eso los atajamos adoptando esta posición, la mejor: no admitirlos a ninguna discusión sobre las Escrituras. 4. Si éstas son sus fuerzas, para que ellos puedan usarlas, primero debe ser discernido a quién corresponde la posesión de las Escrituras, a fin de que no sea admitido a ellas aquél a quien de ningún modo corresponde. XVI. 1. Podría haber introducido este planteamiento por desconfianza o por gusto de acometer de otro modo la cuestión, sino existiesen razones. En primer lugar, la de que nuestra fe debe obediencia al apóstol, que prohíbe emprender discusiones, prestar oídos a palabras nuevas, visitar al hereje luego de una corrección (4)…”

Inmediatamente critica la actitud de los herejes en cuanto a su uso de la Escritura, donde admiten algunas, o no las admiten enteras, sino que las deforman para apoyar sus posturas.

Tertuliano. Prescripciones contra todas las herejías. Capítulo XVII.
1. “Esta herejía no admite ciertas Escrituras, y si admite algunas, no las admite íntegras, las cambia, sin embargo, componiendo interpretaciones contrarias a la fe cristiana.
2. Tanto se opone a la verdad una inteligencia falsificadora como una pluma corruptora. Sus vanas conjeturas necesariamente se niegan a reconocer aquellos pasajes mediante los cuales son refutadas; 3. se apoyan en aquellos que han retocado fraudulentamente y en los que han elegido por razón de su ambigüedad.”

Para Tertuliano para conocer el verdadero sentido de la Escritura hay que recurrir a la escuela de Cristo, o sea, a los apóstoles, por tanto, solo en las Iglesias apostólicas, puede darse con la correcta interpretación de las Escrituras. En pocas palabras, nada de cada quien interpretando la Biblia por su cuenta (Yo, mi Biblia y el Espíritu Santo y más nadien!).

Tertuliano y la Eucaristía

La postura de Tertuliano a este respecto nunca cambió, ni siquiera en su período montanista (5), su convicción de que el pan y vino consagrados se convierten y son realmente el cuerpo y sangre del Señor. No han faltado, sin embargo, protestantes anticatólicos (Daniel Sapia por ejemplo (6)) que han tratado de aprovecharse de un texto del escritor fuera de contexto para hacer entender otra cosa.

El texto en cuestión es el siguiente donde Tertuliano llama al pan consagrado “figura de su cuerpo” y de allí parten a interpretar que por ser figura entendía simbolismo más que presencia real. Generalmente también lo citan hasta donde dice “figura de su cuerpo” dejando completamente descontextualizado el texto.

Tertuliano, Contra Marción L.4 c.40 (Kroymann, 559ss; OEHLER, 2,267s, ML 2,460 A - 462A).
“...Con gran deseo he deseado comer la pascua con vosotros antes de padecer ¡Oh destructor de la ley que anhelaba observar aun la pascua!, de seguro que le deleitaría por la carne del cordero judío. ¿O es que era él, el que teniendo que ser llevado al sacrificio como una oveja, y que como una oveja ante el que la trasquila, no había de abrir su boca, deseaba realizar la figura de su sangre salvadora? Podía también ser entregado por cualquier extraño para que no dijera yo que también en esto el salmo estaba cumplido: El que come pan conmigo levantará contra mí su pie...Pero esto hubiera sido propio de otro Cristo, no del que realizaba las profecías...
Habiendo declarado, pues, que Él con grandes ansias había deseado comer la pascua, como suya, pues es indigno que Dios desee algo ajeno, habiendo tomado el pan y distribuido a los discípulos lo hizo su cuerpo diciendo: Este es mi cuerpo, es decir, "figura de mi cuerpo". Pero no hubiera sido figura, sino fuera cuerpo verdadero. Por lo demás, una cosa vana como es un fantasma no podía contener la figura.
O si por esto al pan hizo su cuerpo, porque carecía de cuerpo verdadero, luego debió entregar por nosotros al pan. ¡Hacia, para la vaciedad de Marción, que fuera crucificado el pan, y no más bien al melón que Marción tuvo en vez de corazón? No entendiendo que es antigua esta figura del cuerpo de Cristo, que dice por Jeremías: Urgían tramas contra mí, diciendo: Venid, echemos una astilla en su pan, es decir, la cruz en su cuerpo. Así pues, el que ilumina las antiguas figuras, al llamar al pan cuerpo suyo, declaró suficientemente que quiso significar entonces el pan. Y así en la conmemoración del cáliz, constituyendo el testamento sellado con su sangre, confirmó la substancia de su cuerpo. Porque la sangre no puede ser de cuerpo alguno que no sea de carne. Porque si alguna propiedad no carnal del cuerpo se nos opone, ciertamente si no es carnal no tendrá sangre. Así la prueba de la realidad del cuerpo se confirmará por el testimonio de la carne, y la prueba de la realidad de la carne por el testimonio de la sangre. Y para que reconozcas la antigua figura de la sangre en el vino, Isaías dice...Mucho más manifiestamente el Génesis, en la bendición de Judá, de cuya tribu había de provenir el origen de la carne de Cristo, ya entonces bosquejada a Cristo en Judá: Lavará, dijo, en vino su vestido, y en sangre de uvas su manto, significando la estola y el manto la carne y el vino la sangre. Así ahora consagró su sangre en el vino, el que entonces hizo al vino figura de su sangre.....”

Para entender las palabras de Tertuliano, debemos conocer el contexto. Marción negaba que Cristo tuviese cuerpo verdadero. La fuerza del argumento de Tertuliano contra Marción consistía en que el pan no podía ser cuerpo verdadero de Cristo, si Cristo no hubiera tenido también cuerpo verdadero. ¿Cómo podría la Iglesia creer en forma unánime que el pan consagrado era cuerpo de Cristo si Cristo no tenía cuerpo?. Ese era el arma de Tertuliano contra Marción. Adicionalmente cuando dice: "El pan hizo su cuerpo" denota un cambio de substancia. La realidad de la Eucaristía y la fe de la Iglesia demostraban la realidad física del cuerpo de Cristo.

Tertuliano utiliza la expresión figura de su cuerpo para referirse al cuerpo real. Tertuliano habla del pan eucarístico como "figura" del cuerpo de Cristo, porque el verdadero cuerpo de Cristo había sido en el AT anunciado por los profetas bajo la figura del pan, como la verdadera sangre había sido prefigurada en el vino.

Esto mismo lo reconoce el teólogo e historiador protestante Cesar Vidal Manzanares:

Cesar Vidal Manzanares. Diccionario de Patrística.
“[Tertuliano] no trató con frecuencia el tema de la Eucaristía, pero parece claro que considera ésta como sacrificio (De orat XIX) y, desde luego, afirmó la presencia real
(De pud IX, De idol VII). Como él mismo señala: “El pan que Cristo tomó y dio a sus discípulos, lo hizo su cuerpo diciendo Este es mi cuerpo” (Adv. Marc. IV, 40). Se ha discutido si la expresión “representare” en relación al papel que el pan desempeña respecto al cuerpo de Cristo en la Eucaristía no sería contradictoria con lo anteriormente expuesto. En realidad, creemos que no, puesto que aquí “representare” tiene el contenido de hacer presente. El pan es el medio que se utilizaría, pues, para hacer presente el cuerpo de Cristo — no sólo para simbolizarlo — en la eucaristía.”

Un análisis completo de los textos de Tertuliano excluye completamente la interpretación protestante. Tertuliano incluso declara que sufren ansiedad si cae al piso algo del pan consagrado, prueba de que reconocía en el no un simple símbolo y considera como afrenta gravísima que pecadores aproximen a la Eucaristía a la que explícitamente llama “Cuerpo del Señor” manos pecadoras. Alude también que la Iglesia es alimentada con las delicias del cuerpo y sangre del Señor, la cual es la Eucaristía.

Tertuliano, Contra Marción L.5 c.8 (Kroymann, 597; OEHLER, 2,296, ML 2,489 A).
“Por lo cual, por el sacramento del pan y del cáliz, ya hemos probado en el evangelio la verdad del cuerpo y la sangre del Señor en contra del fantasma
propugnado por Marción...”

Tertuliano, Sobre la corona C.3 (KROYMANN: CSEL 70 (1942) 158, OEHLER, 1421ss; ml 2,79 A - 80 A)
“El sacramento de la Eucaristía confiado por el Señor en el tiempo de la cena
, y a todos, lo tomamos también en las reuniones de antes del amanecer, y no de la mano de otros sino de las de los que presiden; ... Sufrimos ansiedad si cae al suelo algo de nuestro cáliz o también de nuestro pan.”

Tertuliano, Sobre la idolatría (C.7 (A. REIFFERSCHEID - G. WISSOWA; CSEL 20,1 (1890)36; OEHLER, 1,74s; ML 1,669 A-B)
“El celo de la fe hablará llorando en este punto
: ¿es posible que un cristiano venga de los ídolos a la Iglesia, del taller del adversario a la casa de Dios; que levante las manos madres de los ídolos a Dios Padre; que ore con aquellas manos a las cuales afuera se ora contra Dios, y acerque al cuerpo del Señor aquellas manos que conducen los cuerpos a los demonios?...”

Tertuliano: Acerca de la honestidad. C.9 (G. RAUSCHEN: FP (1915) 53s; OEHLER, 1,810s; ML 2,997 D - 998 C)
"....recibe también entonces el primer anillo, con el cual, después de interrogado, sella el compromiso de la fe, y así a continuación es alimentado con las delicias del cuerpo del Señor, a saber con la Eucaristía"

Tertuliano y la Virgen María

Tertuliano se hace eco de otros padres al llamar a la Virgen María “La nueva Eva” en De carne Christi 17 (Sobre la carne de Cristo).

Tertuliano. Sobre la carne de Cristo, 17
“Eva era todavía Virgen cuando en su oído se insinuó la palabra seductora que iba a construir el edificio de muerte. Tenía, pues, que introducirse también en una virgen ese Verbo de Dios que venía a levantar el edificio de la vida, a fin de que el mismo sexo que fue la causa de nuestra ruina fuera asimismo el instrumento de nuestra salvación. Eva creó a la serpiente; María creyó a Gabriel. La desgracia que atrajo la primera por su credulidad debía borrar la segunda por su fe. Pero (alguien dirá) Eva no concibió en su seno por la palabra del demonio. Sea; pero, en todo caso, concibió; porque la palabra del diablo fue para ella una especie de semilla. Por eso concibió ella en el destierro y dio a luz en el dolor. En fin, puso al mundo un hermano fraticida; María en cambio, engendró un Hijo que debía salvar a Israel.

Sin embargo, Tertuliano fue el primero en rechazar el dogma de la virginidad de María después del parto, en contra de la opinión general de la Iglesia. Orígenes en cambio había dicho que María concibió y dio a luz siendo virgen (7), lo mismo San Ireneo en su demostración de la predicación apostólica (c.54) escrita en el año 190, adicionalmente a otros testimonios como las Odas de Salomón, (primera mitad del siglo II), el evangelio apócrifo de Santiago (de mediados del siglo II) y la Ascensión de Isaías de la última década del siglo I.

Conclusión

¿Era Tertuliano protestante?, solo conteste estas preguntas:

1) ¿Creen los protestantes que una Iglesia no es legítima si no puede demostrar por medio de sucesión ininterrumpida de obispos si procede de algún apóstol (sucesión apostólica) y que a Pedro es la piedra sobra la que se edificó la Iglesia?.
2) ¿Creen los protestantes que es la Iglesia la única autorizada para interpretar de forma correcta las Escrituras y que los que se separan de ella no tienen derecho a apelar a ellas?
3) ¿Creen los protestantes que la Eucaristía es el cuerpo del Señor y sufren ansiedad si cae algo al piso?
4) ¿Confiesan sus pecados los protestantes ante el clero y hacen la penitencia impuesta por ellos?
5) ¿Creen que el bautismo es sacramento necesario para la salvación?

Si a todas esas respuestas usted puede contestar si, entonces Cipriano era protestante.

Ahora, si se refieren al período montanista de Tertuliano, donde desconoce que los obispos en comunión con Pedro pueden absolver de los pecados graves a los fieles, afirmando que estos pecados son imperdonables, terminando por rechazar la autoridad del Papa para abrazar una secta y luego fundar una propia que a la larga desapareció, pues si, Tertuliano si era protestante. (Espero que ya que bajo esta perspectiva, no vengan luego a enseñar que Montano era la manifestación del Espíritu Santo, el paráclito prometido).

Notas:

(1) Según San jerónimo (De vir. Ill. 53)
(2) Montanismo: Herejes de los siglos I y II, seguidores de Montano. Montano comenzó a predicar en el año 172 presentandose como un iluminado con don de profecía enviado por Dios. Entre sus discípulos, entre los que estaban figuras prestigiosas como Tertuliano le sconsideraban en cambio, por el Paráclito prometido por Cristo, título que el mismo Montano se autoconcedía. Afirmaba que Jesucristo no había revelado todo a los hombres, sino que había dicho a los apóstoles que tenía muchas cosas que enseñarles pero que todavía no estaban capacitados para entenderlas, y esa tarea le había sido concedida a él.
Los primeros montanistas no cambiaron nada de la doctrina católica, pero fueron callendo en excesos notorios como la negación de la absolución de los que hubieran cometido pecados graves (apostasía y adulterio por ejemplo), rechazaban el matrimonio y las relaciones conyugales por considerar que apartaban de las vidioes proféticas (Tertuliano condenaría las segundas nupcias), juzgaban como diabólico el parto de las mujres, y se alejaban de la filosofía, las artes y las letras.
(3) El argumento de que Cristo no se refería a Pedro, ya que en griego Pedro (Petros) y roca (petra) son palabras diferentes ("Tu eres "Petros"… y sobre esta "petra" edificaré mi iglesia) falla debido a que haría perder el sentido al cambio de nombre que el Señor acaba de conceder a Pedro, y porque el Señor habló en arameo y no en griego, y en este idioma no existe tal distinción. Jesús hubiera dicho en arameo "Tu eres Kefa/Cefas y sobre este Kefa/Cefas" edificaré mi iglesia". Consta en las mismas cartas de Pablo que Jesús cambió el nombre a Pedro en arameo (Cefas), pero al traducir al griego hubo que masculinizar el nombre, ya que PETRA es de género femenino. Así cuando se escribe el evangelio y el evangelista tiene que traducir Cefas en vez de decir PETRA ("piedra en español") masculinizó el nombre: PETROS (Piedro).
(4) Cf. Tt 3,10.
(5) El montanismo no se diferenciaba de la fe católica en las doctrinas Eucarísticas.
(6) Daniel Sapia: Programador argentino que inició un sitio Web con propósitos anticatólicos. Generó un escándalo cuando (juntamente con otros fundamentalistas), publicó que el Papa Juan Pablo II se sentó en un sillón satánico y que era la mano de obra del anticristo. Fue refutado contundentemente por Jorge Pedernera en apologetica.org, aún así mantiene su acusación que según él aplica a cada uno de los pontifices.
(7) “María conservó su virginidad hasta el fin para que el cuerpo que estaba destinado a servir a la Palabra no conociera una relación sexual con un hombre, desde el momento que sobre ella había bajado el Espíritu Santo y la fuerza del Altísimo como sombra. Creo que está bien fundado decir que Jesús se ha hecho para los hombres la primicia de la pureza que consiste en la castidad y María a su vez para las mujeres. No sería bueno atribuir a otra la primicia de la Virginidad. Orígenes, In Mt. Comm. 10,17: GCS 10,21

Bibliografía

BAC 206. Patrología I, Johannes Quasten
BAC 88. Textos Eucarísticos primitivos I, Jesús Solano
Fuentes patrísticas 14. Tertuliano. “Prescripciones” contra todas las herejías. Edición Bilingüe
Manual de herejías, H. Masson
Mariología, José C.R. García Paredes
Sitio Web Católico Mercaba.org, http://www.mercaba.org/TESORO/cartel-patres.htm
Sitio Web Católico del Magisterio de la Iglesia http://ar.geocities.com/magisterio_iglesia/contenido.html
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 4:37 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

San Cipriano, ¿Protestante?

Por Ing. José Miguel Arráiz

Introducción


Recientemente tuve la ocasión de platicar con un amigo protestante (bautista) que me afirmaba que San Cipriano tenía posturas “protestantes”. Alegó que en sus escritos da potestad a todos los obispos por igual y no había pruebas de que concediera al obispo de Roma una autoridad superior a la del resto de los obispos.

¿Quién es San Cipriano?

Nuestro santo fue un importante teólogo africano nacido hacia el año 200 d.C. Elegido obispo de Cartago en el 248, martirizado el 258. De el se conservan una gran variedad de escritos (una docena de opúsculos y 81 cartas). Sobre su vida se conserva Vita Cypriani, (un conjunto de manuscritos atribuidos a su diácono Poncio) y sobre su martirio se conservan las Acta proconsularia Cypriani, basada en documentos oficiales. En la antigüedad cristiana y en la edad media fue uno de los autores más populares y sus escritos se conservan en gran número de manuscritos.

Durante su vida se enfrentó a dos conflictos importantes. Uno, sobre la actitud a tomar con quienes en tiempos de persecución habían accedido a ofrecer sacrificios a ídolos y solicitaban de los confesores (aquellos que permanecieron firmes a costa de torturas y tormentos) certificados que declaraban que los hacían participes de sus méritos. Mantuvo con firmeza que tan grave pecado requería una proporcionada penitencia y que dichos certificados no podían conferirles una absolución automática, sino la absolución que tenía que concederlas la Iglesia a través de sus ministros luego de un arrepentimiento garantizado por una congrua satisfacción.

El segundo problema al que se enfrentó el santo fue sobre el bautismo de los herejes. El no reconocía le bautismo de los herejes como válido mientras que el Papa si. La controversia se agravó y San Cipriano no quería ceder (aquí los protestantes alegan que de reconocer la primacía del obispo de Roma hubiera cedido inmediatamente). Comenzó entonces la persecución de Valeriano que ocasionó el martirio de ambos. Al final la postura del Papa prevaleció.

¿Qué importancia tienen los escritos de San Cipriano para los católicos y protestantes?

Los Escritos de San Cipriano (así como el del resto de los padres de la Iglesia) son importantísimos, no solo para los estudiantes de patrística y patrología, sino para cualquier cristiano, ya que permiten conocer a fondo el pensamiento de la Iglesia primitiva y su forma de interpretar las Escrituras. Es por eso que incluso para el protestante que quiere investigar si su fe coincide con la de la Iglesia primitiva, el estudio de los padres es ineludible.

A pesar de esto, a partir del rechazo de la Sagrada Tradición por los protestantes en tiempos de la reforma, estos se agrupan principalmente en dos grandes grupos. Unos que reconocen que los escritos patrísticos son recomendables para el cristiano no como fuente de doctrina dogmática, sino para edificación y cultura general, y otros (extremistas fundamentalistas), que llevando a su máxima expresión la doctrina de la Sola Scriptura, los desechan sin más ni mas como escritos de “hombres” con poco o ningún valor, mostrando en la mayoría de los casos, una ignorancia absoluta de la vida e historia de la Iglesia en sus primeros siglos

Sin embargo, algo que comparten uno y otro grupo en común, es que nunca, o casi nunca, citan a los padres, excepto cuando piensan que lo que dicen puede llevar “agua a su propio molino”. He querido aprovechar la ocasión para estudiar los escritos del santo, no solo, en cuanto a los puntos en que los protestantes suelen citarle, sino en su totalidad, para así hacer una comparación justa y no descontextualizada de su pensamiento.

San Cipriano, y el primado de Pedro

El santo trata este tema en el tratado De Ecclesiae unitate (La unidad de la Iglesia), el cual dirige a los confesores romanos cuando se oponían junto con Novaciano contra el Papa Cornelio.

San Cipriano. De la Unidad de la Iglesia. 4.5
“El Señor habla a San Pedro y le dice: “Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella…” Y aunque a todos los apóstoles confiere igual potestad después de su resurrección y les dice: “Así como me envió el Padre, también os envío a vosotros. Recibid el Espíritu Santo. Si a alguno perdonareis los pecados, le serán perdonados; si alguno se los retuviereis, le serán retenidos”, sin embargo, para manifestar la unidad estableció una cátedra, y con su autoridad dispuso que el origen de esta unidad empezase por uno. Cierto que lo mismo eran los demás Apóstoles que Pedro, adornados con la misma participación de honor y potestad, pero el principio dimana de la unidad. A Pedro se le da el primado, para que se manifieste que es una la Iglesia de Cristo…El que no tiene esta unidad de la Iglesia ¿cree tener fe?.. El que se opone y resiste a la Iglesia, ¿Tiene la confianza de encontrarse dentro de la Iglesia? ...El episcopado es uno solo, cuya parte es poseída por cada uno in solidum. La Iglesia también es una, la cual se extiende con su prodigiosa fecundidad en la multitud, a la manera que son muchos los rayos del sol, y un solo sol, y muchos los ramos de un árbol, pero uno solo el tronco fundado en firme raíz, y cuando varios arroyos proceden de un mismo manantial, aunque se haya aumentado su número con la abundancia de agua, se conserva la unidad de su origen. Separa un rayo del cuerpo del sol: la unidad no admite la división de la luz, corta un ramo del árbol: este ramo no podrá vegetar, ataja la comunicación del arroyo con el manantial y se secará. Así también la Iglesia, iluminada con la luz del Señor, extiende sus rayos por todo el orbe; pero una sola es la luz que se derrama por todas partes, sin separarse la unidad del cuerpo; con su fecundidad y lozanía extiende sus ramos por toda al tierra, dilata largamente sus abundantes corrientes, pero una es la cabeza, uno el origen y una la madre, abundante en resultados de fecundidad. De su parto nacemos, con su leche nos alimentamos y con su espíritu somos animados (trad. Caminero 4,404-5). (1)

El texto en cuestión es muy revelador, comienza citando Mateo 16,18 y aunque afirma que a todos los apóstoles confiere igual potestad, luego agrega con un “sin embargo” que para mantener la unidad estableció el Señor con su autoridad una cátedra en Pedro a quien se le da el primado.

Ahora bien, es difícil ver en que parte del texto puede coincidir con siquiera alguna de las doctrinas protestante que difieren de la doctrina Católica. En primer lugar el santo reconoce que la Iglesia está gobernada por obispos uno de los cuales tiene el primado, lo que implica un explícito reconocimiento de la doctrina de la sucesión apostólica que ellos rechazan. Seguidamente condena a quienes se apartan de la unidad de la Iglesia Católica para fundar sus propias denominaciones, pero ¿No es precisamente lo que los protestantes vienen haciendo a penas Lutero lanzó el grito de la “reforma”? Establece claramente que fuera de la Iglesia no hay salvación y que “No puede tener a Dios por Padre el que no tiene a la Iglesia por Madre”. Para San Cipriano no puede ser mártir el que se aparta de la unidad de la Iglesia porque la sangre no puede borrar la mancha de la herejía y el cisma.

En los escritos de San Cipriano se pueden encontrar evidencias adicionales de la autoridad del obispo de Roma sobre la Iglesia. La primera la tenemos cuando estalla la persecución de Decio (250). San Cipriano se oculta pero envía una carta a la Iglesia de Roma explicando las razones que le motivaron a huir: “He creído necesario escribiros esta carta para darles cuenta de mi conducta, de mi conformidad de la disciplina y de mi celo…”Pero aunque ausente en el cuerpo, he estado presente en espíritu…” (Epist. 20). Es evidente que en ese momento reconocía en la Iglesia de Roma una autoridad a quien dar cuentas, de lo contrario, una carta a Roma justificando su conducta hubiera sido innecesaria.

Otra evidencia la encontramos en su Epístola 59. En ella se ve como unos herejes en conflicto con San Cipriano recurren a la Iglesia de Roma por medio de cartas para que el Papa actuara en su favor. A pesar de que San Cipriano no ve con buenos ojos esta actitud porque según su criterio ellos deben defender su posición ante su propio obispo, esto demuestra que inclusive de parte de los cismáticos había conocimiento de que la autoridad de la Iglesia de Roma era superior a la del resto, y de allí su apelación a ella. Es notable también como en la epístola San Cipriano se refiere a la Iglesia de Roma como a la “cátedra de Pedro” y la Iglesia principal de la que brotó la unidad del sacerdocio: “ad ecclesiam principalem unde unitas sacerdotalis exorta est”.

San Cipriano Epist 59, 14. Sobre la legitimidad de la apelación a Roma.
“Ellos no tuvieron bastante con apartarse del Evangelio, con arrancar a los herejes la esperanza del perdón y la penitencia, con apartar de todo sentimiento y fruto de penitencia a los enredados en robos, o manchados con adulterios, o contaminados con el funesto contagio de los sacrificios, de suerte que éstos ya no ruegan a Dios ni confiesan sus pecados en la Iglesia; no se contentaron con constituir fuera de la Iglesia y contra la Iglesia un conventículo de facción corrompida, al que pudieran acogerse la caterva de los que tienen mala conciencia y no quieren ni rogar a Dios ni hacer penitencia. Después de todo esto, todavía, habiéndose dado un falso obispo, creación de los herejes, han tenido la audacia de hacerse a la vela y de llevar cartas de parte de los cismáticos y profanos a la cátedra de Pedro, a la Iglesia principal de la que brotó la unidad del sacerdocio; y nisiquiera pensaron que aquellos son los mismos romanos cuya fe alabó el Apóstol cuando les predicó, a los que no debería tener acceso la perfidia. ¿Por qué fueron allá a anunciar que había sido creado un pseudo-obispo contra los obispos?
Porque, o se sienten satisfechos de lo que hicieron y con ello perseveran en su crimen, o se arrepienten y se retractan y ya saben adónde han de volver. Porque fue establecido por todos nosotros que es cosa a la vez razonable y justa que la causa de cada uno se trate allí donde se cometió el crimen y que cada uno de los pastores tenga adscrita una porción de la grey, que cada uno ha de regir y gobernar dando cuenta de sus actos al Señor.
Por tanto, los que son nuestros súbditos, no han de andar de acá para allá, ni han de lacerar la coherente concordia de los obispos con su audacia astuta y engañosa, sino que han de defender su causa allí donde pueda haber acusadores y testigos de su crimen. A no ser que se crea que la autoridad de los obispos establecidos en África es demasiado pequeña para esos pocos desesperados y pervertidos”.

En la epístola 67 ocurre algo similar, Cipriano denuncia que Basilides, luego de haber confesado ser culpable fue a la lejana Roma a apelar a la autoridad de Esteban (Obispo de Roma) y engañarle para que le restituya en el obispado. Nuevamente, de tener todos los obispos la misma autoridad, no tendría sentido este tipo de apelaciones al obispo de Roma, y tampoco sería posible que este pudiera restaurar a algún obispo a su ministerio. Sin embargo esto no es nada nuevo, desde el Siglo I hay evidencia temprana de como el obispo de Roma disciplinaba y dictaba sentencias en comunidades en conflicto (Como en el caso de la disensión en Corintio que sede ante la autoridad de San Clemente Romano)

San Cipriano, Epist. 67, 5
Con toda diligencia hay que guardar la tradición divina y las prácticas apostólicas
, y hay que atenerse a lo que se hace entre nosotros que es lo que se hace casi en todas las provincias del mundo, a saber, que para hacer una ordenación bien hecha, los obispos más próximos de la misma provincia se reúnan con el pueblo al frente del cual ha de estar el obispo ordenando, y éste se elija en presencia del pueblo, ya que éste conoce muy bien la vida de cada uno y ha podido observar por la convivencia el proceder de sus actos. Así vemos que se hizo también entre vosotros en la ordenación de nuestro colega Sabino: se le confirió el episcopado y se le impusieron las manos para que sustituyera a Basilides por el sufragio de toda la comunidad de hermanos y el de los obispos que estuvieron presentes y el de los que os enviaron su voto por carta. No puede invalidar esta ordenación jurídicamente bien hecha el que Basilides, después que sus crímenes quedaron patentes y que él mismo confesó su culpa, fuera a Roma y engañase a nuestro colega Esteban —que reside lejos y no tenía conocimiento de los hechos ni de la verdad—, a fin de conseguir que fuera injustamente repuesto en el episcopado del que con justicia había sido desposeído. Esto sólo significa que los crímenes de Basilides no sólo no han sido borrados, sino que se han aumentado, puesto que a sus faltas anteriores se ha añadido el crimen de engaño e impostura. No hay que culpar tanto a aquel que por descuido se dejó sorprender cuanto hay que anatematizar a éste que lo sorprendió con sus fraudes. Pero si Basilides pudo sorprender a los hombres, no puede sorprender a Dios, pues está escrito que «de Dios nadie se burla» (Gál 6, 7)

San Cipriano, la salvación, fe y obras

Ni por casualidad podría verse a un protestante citando a San Cipriano a este respecto, y es que hasta el menos objetivo de ellos tendría que reconocer que el mismo Lutero hubiera sufrido un infarto al miocardio, antes de reconocer lo que San Cipriano enseña en De opere et eleemosynis (Las buenas obras y las limosnas). Enseña que así como han sido redimidos del pecado por la sangre de Cristo, y además, la misericordia divina les proporciona un medio para asegurar la salvación una segunda vez, caso de que la debilidad y fragilidad humanas les hubieran arrastrado al pecado después del bautismo (No verán a San Cipriano enseñando el grito protestante “Una vez salvo siempre salvo”). Afirma el santo que “Como en el lavacro del agua salvífica el fuego del infierno es extinguido, así también es sojuzgada la llama por la limosna y por las buenas obras. Porque en el bautismo se concede remisión de pecados una vez para siempre, el ejercicio constante e incesante de las buenas obras, a semejanza del bautismo, otorga de nuevo la misericordia de Dios…; los que después de la gracia del bautismo se han descarriado, pueden ser limpiados otra vez”

San Cipriano, la Eucaristía y la penitencia

La postura de San Cipriano respecto a la Eucaristía es otro punto donde los protestantes mencionan ni por error. Sucede que los textos eucarísticos de San Cipriano abundan en indicaciones concretas, ricas en sentido y doctrina, y son opuestas a la tendencia absolutamente mayoritaria entre protestantes respecto a este punto. Para ellos la Eucaristía no tiene carácter sacrificial, y el pan y vino no se convierten en ella en cuerpo y sangre del Señor sino que son simples símbolos. Para San Cipriano (al igual que para la Iglesia Católica) su carácter sacrificial es indiscutible, en la Eucaristía (a la que también llama el Santo “el pan de vida” y “cuerpo del Señor”) se presenta al Padre el sacrificio perfecto (Malaquías 1,11) de su Hijo. Atestigua también la celebración diaria de la misma.

Los textos del santo también son valiosa fuente de información respecto a la disciplina penitencial de la Iglesia, es necesario para él que los pecadores confiesen sus pecados en la Iglesia y sean absueltos por medio de la imposición de manos del obispo y el clero. Es indispensable que hagan esto antes de recibir la Eucaristía, de lo contrario profanarían el cuerpo del Señor. (Confirmando lo que ya sabía por otros escritos patrísticos como La Didaché, y por Orígenes.

Para el santo la Eucaristía se celebra en el altar, (curiosamente también esto los protestantes rechazan) y no pueden consagrar los herejes.

Revelador queda atestiguado por San Cipriano la común costumbre de hacer oraciones y ofrecer la Eucaristía por el descanso eterno de los difuntos, parecería que no estamos leyendo escritos de literatura cristiana primitiva sino un catecismo católico hoy.

Carta 1 n.2 (HARTEL: CSEL v.3 p.2 pg.463s, L. BAYARD, Saint Cyprien. Correspondance (Paris 1945), ML 4,399 A – B: epist. 66).
“…Y por eso Victor, puesto que contra la forma prescrita hace poco en el concilio por los sacerdotes, se ha atrevido a constituir tutor al presbítero Geminio Faustino, no hay por qué se haga entre vosotros la oblación por su muerte o se rece alguna oración por él en la Iglesia, para que se observemos nosotros el decreto de los sacerdotes elaborado religiosamente y por necesidad, y al mismo tiempo se de ejemplo a los demás hermanos, para que nadie llame a las molestias mundanas a los sacerdotes y ministros de Dios dedicados a su altar y a su Iglesia.”

Note que aquí San Cipriano deja implícito la costumbre de ofrecer la Eucaristía por los difuntos. Lo niega en el caso particular en virtud de la violación de las decisiones conciliares que atribuye a Victor al ordenar a Geminio Faustino presbítero.

Carta 12 n.2 (HARTEL, 503s, BAYARD, ML 4,328 b – 329 a: EPIST. 37)
“Finalmente anotad también los días en que ellos mueren, para que podamos celebrar sus conmemoraciones entre las memorias de los mártires:
por más que Tertuliano, nuestro hermano fidelísimo y devotísimo, con aquella su solicitud y cuidado, que reparte a los hermanos sin regatear su actividad, y que ni en el cuidado de los cadáveres anda remiso allí, haya escrito y escriba y me haga saber, entre otras cosas, los días en los que nuestros dichosos hermanos parten en la cárcel a la inmortalidad con el final de una muerte gloriosa, y celebremos aquí nosotros oblaciones y sacrificios en conmemoración de ellos, las cuales cosas pronto celebraremos con vosotros, con el amparo de Dios.”

Carta 15 n.1 (HASRTEL, 513s; BAYARD; ML 4,254 A – B, epist. 10).
…Estos, sin tener en cuenta ni el temor de Dios ni la honra del obispo, puesto que me habíais dirigido cartas en las cuales pedías que fueran examinados vuestros deseos y se diese la paz a algunos caídos, cuando acabada la persecución, comencemos a reunirnos y recogernos con el clero; contra la ley del Evangelio y también contra vuestra honorífica petición, antes de haber hecho penitencia, antes de hacer la confesión de tan grave y extremado delito, antes de que fuera impuesta la mano en señal de penitencia por el obispo y el clero, se atreven allí a ofrecer por ellos y [darles] la Eucaristía, es decir, a profanar el santo cuerpo del Señor, estando escrito: “el que comiere el pan o bebiere del cáliz del Señor indignamente, será reo del cuerpo y la sangre del Señor)

Carta 16. n.2ss (HARTEL, 518ss; Bayard; ML 4,251 A – 253 B epist. 9)
2 “..Pues si cuando se trata de pecados menores hacen penitencia los pecadores el tiempo debido, y conforme a lo ordenado en la disposición disciplinar vienen a la confesión y reciben el derecho a la comunión por la imposición de las manos del obispo y del clero, ahora en tiempo crudo, cuando dura aún la persecución, no habiendo sido todavía restituida la paz de la misma Iglesia, son recibidos a la comunión se ofrece a su nombre, y sin haber hecho aún penitencia, ni haber hecho la confesión ni haberles sido todavía impuesta la mano por el obispo y el clero, se les da la Eucaristía, siendo así que está escrito: El que comiere del pan o bebiere el cáliz del Señor indignamente será reo del cuerpo y sangre del Señor.
3…antes de que se haya extinguido el miedo de la persecución, antes de nuestro regreso, antes casi del mismo tránsito de los mártires, tienen comunión con los caídos, ofrecen y entregan la Eucaristía…
4...sepan estos que, si continúan por más tiempo en lo mismo, usaré de la amonestación de la que me manda el Señor que use, de manera que entretanto les sea prohibido ofrecer [el sacrificio eucarístico]

Carta 39 n.3 (HARTEL, 583, BAYARD, ML 4,323 A: epist. 34)
“…Ofrecemos por ellos sacrificios
, como os acordáis, siempre que en la conmemoración anual celebramos los días de la pasión de los mártires.”

Carta 57 n.4 (HARTEL, 651ss, BAYARD, ML 3,856 A – 858 A: epist synod. Conc. Carthag).
“…En primer lugar, no puede ser apto para el martirio a quien la Iglesia no le arma para la lucha, y cede el espíritu al que no levanta e inflama la Eucaristía recibida”

Carta 58 n.1 (HARTEL, 656s, BAYARD, ML 4,350 A: epist 56).
“…Amenaza ahora una lucha más dura y feroz, a la cual se deban preparar los soldados de Cristo con una fe incorrupta y una virtud robusta, considerando que por eso beben todos los dìas el càliz de la sangre de Cristo para poder derramar ellos mismos las sangre por Cristo”

Carta 58 n.9 (HARTEL, 665, BAYARD, ML 4,357 A).
“…Armemos también la diestra con la espada espiritual, para que rechace con fortaleza los funestos sacrificios, para que acordándose de la Eucaristía, la [diestra] que recibe el cuerpo del Señor le abrace a él mismo, ella que al poco tiempo ha de recibir del Señor el premio de las coronas celestiales

Carta 70 n.2 (HARTEL 768, BAYARD, ML 3,1040 A – 1041 A: epist. Synod. Conc. Carthag).
“---pues es la Eucaristía de donde son ungidos los bautizados, el óleo santificado en el altar, Pero no pudo santificar a la criatura del óleo quien ni tuvo altar ni Iglesia. De donde tampoco la unción espiritual puede hallarse entre los herejes, puesto que entre ellos es absolutamente imposible consagrar el óleo y hacer la Eucaristía”.

Aquí detengo el resumen de la posición de San Cipriano respecto a la Eucaristía, esto una pequeñísima muestra, puede consultarse el resto de sus cartas, así como “La oración del Señor” (De dominica oratione), donde afirma que el pan de cada día es Cristo en la Eucaristía, “Porque Cristo es el pan de los que tocamos su cuerpo. Pedimos, pues que nos sea dado diariamente, a fin de que quienes vivimos en Cristo y recibimos su Eucaristía diariamente para alimento de salud, no seamos separados de su cuerpo por algún delito grave que nos prohíba el celeste Pan y nos separe del cuerpo de Cristo”

San Cipriano y el bautismo

Para el santo la concepción sobre el bautismo es también muy distinta a la mayoría de los protestantes. Para los protestantes de tendencia anabaptista que son mayoría (bautistas, pentecostales, etc.) el bautismo es simplemente un símbolo de fe, no es necesario para la salvación y no se obra ninguna regeneración en la persona en él. (Hay que aclarar que para los Luteranos la postura difiere del resto del protestantismo, e incluso han condenado la posición del resto de los protestantes en este sentido, se puede revisar a este respecto la confesión de Augsburgo). Para los católicos en cambio, el bautismo es un sacramento, por medio del bautismo se entra a la Iglesia y se nace de nuevo. El pensamiento de San Cipriano es totalmente consonante con el pensamiento de la Santa Iglesia hoy y al del resto de la Iglesia primitiva. En su tratado a Donato se refiere al bautismo como el “sacramento de la regeneración” y como a través de él pasó de la corrupción, violencia y brutalidad del mundo pagano a la paz y felicidad de la vida cristiana. Tiene firme convicción como en el bautismo quedan perdonados todos los pecados de la vida pasada (Estos grupos protestantes de tendencia anabaptista niegan también que en el bautismo haya remisión de pecados)

San Cipriano, A Donato (Ad Donatum) (cf. 4: BAC 241, 109)
“Como me hallaba retenido y enredado entre tantos errores de mi vida anterior, de los que no creía poder desprenderme, yo mismo condescendía con mis vicios inveterados y, desesperado de enmendarme, fomentaba mis males como hechos ya naturaleza en mí. Más después que quedaron borradas con el agua de la regeneración las manchas de la vida pasada y se infundió la luz en mi espíritu transformado y purificado, después que me cambió en un hombre nuevo por un segundo nacimiento la infusión del Espíritu celestial, al instante se aclararon las dudas de modo maravilloso…”

Conclusión

¿Era San Cipriano protestante?, solo conteste estas preguntas:

1) ¿Creen los protestantes en la sucesión apostólica y que a Pedro se le dio el primado instituyendo una cátedra en virtud de la unidad?
2) ¿Creen los protestantes que la Eucaristía tiene carácter es el sacrificio perfecto de Cristo que se presenta al Padre en el altar cumpliéndose lo profetizado por el Señor en Malaquías 1,11 y que el pan y vino consagrados son realmente (y no símbolos) el Cuerpo y Sangre de Cristo?
3) ¿Celebran la Eucaristía los protestantes por el descanso eterno de los difuntos?
4) ¿Confiesan sus pecados los protestantes ante el clero y hacen la penitencia impuesta por ellos?
5) ¿Creen que el bautismo es sacramento necesario para la salvación y que en el es donde se nace de nuevo? ¿Se refieren al bautismo como el baño del agua por la palabra?

Si a todas esas respuestas usted puede contestar si, entonces Cipriano era protestante.

Notas:

(1) Explica Quasten que de este capítulo cuarto se conserva una doble versión, una de ellas con énfasis en el primado de Pedro, y que respecto a esto hubo una controversia a raíz de unas denuncias de Hartel (el editor de las obras de Cipriano en Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum. Viena 1866ss.) . Dom Chapman probó que estas variaciones no se deben a una corrupción del texto sino a una revisión hecha por el mismo Cipriano. Al revisar el original, habría introducido las adiciones. Esto ha sido confirmado por investigaciones de D.vanden Eynden, O. Perler y M. Bévenot, pero estos últimos invierten el orden de las dos versiones considerando la más antigua la que hace énfasis en el primado de Pedro (A Questen le parece esta última opinión como la más probable). S. Ludwig sin embargo presenta el texto del primado como el único auténtico y el otro como una edición que se debe a la mano de algún partidario de Cipriano en el curso de su controversia bautismal. G. Le Moine no está de acuerdo.

Bibliografía

BAC 206. Patrología I, Johannes Quasten
BAC 88. Textos Eucaristicos primitivos I, Jesús Solano
Sitio Web Católico Mercaba.org, http://www.mercaba.org/TESORO/cartel-patres.htm
Sitio Web Católico del Magisterio de la Iglesia http://ar.geocities.com/magisterio_iglesia/contenido.html
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 4:39 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

Nota: Agradecería a los hermanos protestantes del foro, que si tiene noticias de otro padre de la Iglesia que haya sido "protestante" por favor me notifique, para poder seguir completando la serie.

¿San Ignacio de Antioquía? ¿San Clemente Romano tal vez?

Gracias de antemano.
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JJ
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 4:51 pm    Asunto: Re: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

Mi querido miguelon, Dios te bendiga, regresamos a este interesante tema, pero antes de entrar mas en detalles, te pregunto, y tu, ya leiste las obras de san Agustin? Mira que son muchos.


Bendiciones. Un adelanto, Pedro no fue el primer obispo de Roma.
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A. Ma. Betania
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 5:44 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

Hola José Miguel Very Happy .... te falto Teresa de Avila....
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A. Ma. Betania
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 5:55 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

A. Ma. Betania escribió:
Hola José Miguel Very Happy .... te falto Teresa de Avila....


Ahhh no, Teresa de Avila es Doctora de la Iglesia Embarassed
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héctor alfonso
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 6:12 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

Personalmente conocí al Señor y lo sigo con el carisma agustino.
Por un momento pensé que el tema era a favor de los protestantes utilizando a Agusín. No sé que hubiese hecho!
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 6:57 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

Cita:
[]Mi querido miguelon, Dios te bendiga, regresamos a este interesante tema, pero antes de entrar mas en detalles, te pregunto, y tu, ya leiste las obras de san Agustin? Mira que son muchos.

Bendiciones. Un adelanto, Pedro no fue el primer obispo de Roma


He leído varias, no todas por su puesto. Pero las estoy coleccionando y adquiriendo poco a poco en mi librería local.

No te pregunto a ti porque ya dijiste que no.

Te recomiendo mi último resumen, espero seguir mejorandolos con tu colaboración...

(Aprovecha de decirme que otros padres eran protestantes)
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 7:00 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

A. Ma. Betania escribió:
A. Ma. Betania escribió:
Hola José Miguel Very Happy .... te falto Teresa de Avila....


Ahhh no, Teresa de Avila es Doctora de la Iglesia Embarassed


¿Teresa de Avila?

Protestantiiiiiisima no? Laughing Laughing Laughing
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 7:03 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

He publicado estos estudios en varios foros, en uno de ellos (mayoritariamente protestante) no faltó quien escribiera:

¡Y que rayos nos importa aquí el fulano tertuliano y los fulanos padres de la Iglesia!
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 7:05 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

héctor alfonso escribió:
Personalmente conocí al Señor y lo sigo con el carisma agustino.
Por un momento pensé que el tema era a favor de los protestantes utilizando a Agusín. No sé que hubiese hecho!


Es que entre otras cosas aquí acaban de utilizar a San Agustín para echar agua a su propio molino.
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JJ
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 7:06 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

José Miguel Arráiz escribió:
Cita:
[]Mi querido miguelon, Dios te bendiga, regresamos a este interesante tema, pero antes de entrar mas en detalles, te pregunto, y tu, ya leiste las obras de san Agustin? Mira que son muchos.

Bendiciones. Un adelanto, Pedro no fue el primer obispo de Roma


He leído varias, no todas por su puesto. Pero las estoy coleccionando y adquiriendo poco a poco en mi librería local.

No te pregunto a ti porque ya dijiste que no.

Te recomiendo mi último resumen, espero seguir mejorandolos con tu colaboración...

(Aprovecha de decirme que otros padres eran protestantes)



Como tu dices que dijiste:

Cita:
“¿¿¿Entonces que demonios haces intentando dar una cátedra del pensamiento agustiniano???”



:) Estamos en el mismo barco miguelon. Como le dije a haereticum, en mi rancho dicen "la vaca de don Vicente tiene cuernos y no los siente".

O en otro lugar escuche a un comediante decir : " bajate del banquito"


:)


Regreso, talvez hasta la semana entrante pues toy ocupadillo.


Dios te bendiga.
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Vie Sep 15, 2006 7:17 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

jajajajaja

Yo no dije que no había leído, dije que no las había leido "todas", hay mucha diferencia.

También he leído a teólogos que conocen muy bien los escritos de Agustín. Revisa mi bibliografía, no me inventé lo que escribi.

Pero ya que estamos con chistes, aquí te va uno:

Chiste:

Pasan los años, envejece JJ, muere, y luego de pasar 100 años en el purgatorio por fin llega al cielo y se encuentra a San Agustín esperándolo:

S.A. "Oye tu!!, ven aca para darte tu coquito!" Mad

J.J: Oye, ¿Pero ... Por qué? Shocked

S.A. "Es que ya me enteré que tu andabas por allí dando cátedras de como yo pensaba!!" Mad

J.J: Bueno, es que con los pdf de Antenicene Fathers y la opción buscar se pueden hacer maravillas! Laughing

S.A. "¡Maravilla es que hayas salido del purgatorio en solo 100 años!" Rolling Eyes

J.J: ¿Oye pero es que acaso estaba equivocado? Sad

S.A: Noooooo, ¡nada más que andar diciendo que yo no reconocía la autoridad del Papa! ¡Mira que rayarme de ese modo! Evil or Very Mad

J.J: ¿Es que acaso si? Rolling Eyes

S.A: ¿Es que acaso crees que cuando me refería a los obispos de Roma como "Papas" lo hacía porque eran mis "papasitos"?? Mad

J.J: Embarassed
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héctor alfonso
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MensajePublicado: Sab Sep 16, 2006 1:50 am    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

Oye! esa visión del purgatorio es medieval.
De acuerdo a la teoría de Einstein de la relatividad..ejem! ejem! Qué orgullo este gran genio! era creyente!:
Si deja de haber espacio, deja de haber también tiempo: Son relativos. Por lo tanto es incorrecto tratar al purgatorio en años. Podría ser un instante tan sólo comparado a la sucesión de las horas.
Si la Iglesia consideraba esa visión de la estadía del alma en el purgatorio es porque no tuvo un Einstein que lo explicara.
La eternidad es un gran misterio. Somos simples humanos, no esperemos entender todo.
Un abrazo!
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Maellus haereticorum
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MensajePublicado: Sab Sep 16, 2006 4:28 am    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

Miguel:

No había podido agradecerte aún el resumen que has compartido co nosotros.

Ahora lo hago: Gracias por ese resumen, realmente muy ilustrativo.

El Señor te bendiga por tu obra.
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Lun Sep 18, 2006 12:06 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

héctor alfonso escribió:
Oye! esa visión del purgatorio es medieval.
De acuerdo a la teoría de Einstein de la relatividad..ejem! ejem! Qué orgullo este gran genio! era creyente!:
Si deja de haber espacio, deja de haber también tiempo: Son relativos. Por lo tanto es incorrecto tratar al purgatorio en años. Podría ser un instante tan sólo comparado a la sucesión de las horas.
Si la Iglesia consideraba esa visión de la estadía del alma en el purgatorio es porque no tuvo un Einstein que lo explicara.
La eternidad es un gran misterio. Somos simples humanos, no esperemos entender todo.
Un abrazo!


Estimado hermano, Dios te bendiga

Lo se hermano, lo que puse fué un chiste, no un tratado teológico del purgatorio. (Es solo una forma de picar a JJ)
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Lun Sep 18, 2006 12:07 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

Maellus haereticorum escribió:
Miguel:

No había podido agradecerte aún el resumen que has compartido co nosotros.

Ahora lo hago: Gracias por ese resumen, realmente muy ilustrativo.

El Señor te bendiga por tu obra.


Si hermano, todo sea para la gloria de Dios
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JJ
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MensajePublicado: Lun Sep 18, 2006 3:50 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

José Miguel Arráiz escribió:
He publicado estos estudios en varios foros, en uno de ellos (mayoritariamente protestante) no faltó quien escribiera:

¡Y que rayos nos importa aquí el fulano tertuliano y los fulanos padres de la Iglesia!



Miguelon, Dios te bendiga en esta nueva semana laboral, un favorsote, pasame las direcciones de los citios en que has publicado estos "estudios" via mp, si?

Pliiiiiiiis!!!!!!!!


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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Lun Sep 18, 2006 4:41 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

En los míos, (siempre firmo con ellos: www.catolicosecumenicos.com, y ex-evangélicos católicos).

Y en contracorriente (Puedes encontrarlo por Google, no necesitas el enlace)
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JJ
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MensajePublicado: Lun Sep 18, 2006 5:40 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

José Miguel Arráiz escribió:
En los míos, (siempre firmo con ellos: www.catolicosecumenicos.com, y ex-evangélicos católicos).

Y en contracorriente (Puedes encontrarlo por Google, no necesitas el enlace)


Si los necesito, miguelon, ya "goglie" partes de tu "estudio" y no encuentro los foros en los que has publicado este tema. Pasamelos, por fa', no le des vueltas.


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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Lun Sep 18, 2006 7:33 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

No tengo ganas

Laughing Laughing Laughing

Aquí están dos, como son católicos no hay problema con el reglamento:

http://groups.msn.com/catolicosecumenicos/general.msnw
http://groups.msn.com/exevangelicosahoracatolicos/general.msnw

El otro, es simple: Coloca en Google: Contracorriente y le llegas.
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JJ
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MensajePublicado: Mar Sep 19, 2006 1:41 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

José Miguel Arráiz escribió:
No tengo ganas

:lol: :lol: :lol:

Aquí están dos, como son católicos no hay problema con el reglamento:

http://groups.msn.com/catolicosecumenicos/general.msnw
http://groups.msn.com/exevangelicosahoracatolicos/general.msnw

El otro, es simple: Coloca en Google: Contracorriente y le llegas.



MIguelon, y hoy, tienes ganas de darme los "links"?

Dios te bendiga.
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Mar Sep 19, 2006 4:41 pm    Asunto:
Tema: Los padres de la Iglesia ¿Protestantes?
Responder citando

JJ escribió:
José Miguel Arráiz escribió:
No tengo ganas

Laughing Laughing Laughing

Aquí están dos, como son católicos no hay problema con el reglamento:

http://groups.msn.com/catolicosecumenicos/general.msnw
http://groups.msn.com/exevangelicosahoracatolicos/general.msnw

El otro, es simple: Coloca en Google: Contracorriente y le llegas.



MIguelon, y hoy, tienes ganas de darme los "links"?

Dios te bendiga.


Si te fijas y miras para arriba Rolling Eyes allí están. Solamente no puse uno, pero es innecesario porque con Google se pueden encontrar a razón de un clic.
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http://www.apologeticacatolica.org
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