Sesión 4 "El Adolescente y Su Mundo"

[chezroberto]

Es verdad la misión del formador no es introducirle en la mente al muchacho un sin fin de cosas que terminará agobiándolo y buscando un modo de escape.
En cambio si su fin principal es abrir horizontes, el muchacho tendrá un sin fin de posibilidades a elegir, y desde luego bajo la tutela del formador, de tal forma que se sienta apoyado en la determinación a seguir.
Normalmente hay una cantidad de preguntas sin formular por parte del joven, que el formador debe ir descubriendo , para darle un asesoramiento cabal, que va a ser en definitiva el resultado final en el desarrollo integral del joven para su edad madura.

[Evangelina M. de Terrazas]

SESIÓN 4
“La Dimensión social del adolescente"

Amados hermanos y hermanas en Cristo: ¡Paz en sus corazones!
Quiero agradecer a nuestros compañeros que con la bondad de sus testimonios y experiencias vivenciales, han enriquecido e iluminado nuestro caminar como formadores. No faltará en el transcurrir de nuestra vida, alguna experiencia similar a las expuestas, en que tengamos que enfrentar dichas situaciones que sin ser con exactitud las mismas, podamos bien equipararlas con las situaciones que estemos experimentando. He aquí lo valioso de su compartir.

En la medida que vamos profundizando más en este hermosísimo tema de la Adolescencia y su mundo, se va ampliando más el panorama de sus problemáticas, pero también las perspectivas en este amplio campo de acción tan maravilloso, que nos impulsa a poner en marcha las opciones de nuestra creatividad y a la vez, el recibir las herramientas de trabajo que son la formación e información de valores trascendentales que con sumo esfuerzo, nos llevarán a formar a los hombres del mañana.

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Ejercicio de la 4ª Sesión:

Queremos abrir los horizontes a nuestros alumnos, deseamos fomentar la generosidad y dar orientaciones certeras a sus inquietudes... pero… ¿Dónde está la clave para plasmar en nosotros este estilo de educador?

La clave para plasmar en nosotros este estilo de educador que menciona el Card. Poupard y al que todos aspiramos, es:
«Abrir el horizonte a las inquietudes últimas y fundamentales de los adolescentes, en la generosidad estimulante de una presencia activa ante las preguntas, a menudo no formuladas, de esos espíritus jóvenes que andan a la búsqueda de referencias y certezas, de orientación y de metas».

Profundizando:
Sea el educador para los adolescentes, el líder principal que descubra sus inquietudes fundamentales, y los estimule y arrastre con su testimonio, a encontrar las respuestas para realizarlas.
Que el educador, más que introducir temáticas confesionales en las disciplinas que enseña, presente a los adolescentes grandes proyectos apostólicos encaminados a la promoción social y al cambio cultural, tratando de aliarse íntimamente con la psicología del adolescente y ayudarle a su pleno desarrollo.

Comentario:
Para esto, deberá haber una sincera comunión eclesial con el formador, para ofrecer programas efectivos, como: “Cursillos de Cristiandad”, que promueven la búsqueda de líderes para transformar sus ambientes. Viajes de Misiones, que congregan a las agrupaciones juveniles, auspiciadas por Sacerdotes y Laicos comprometidos, a la formación evangélica encausada hacia el compromiso social y evangelizador del adolescente. Igualmente, podemos ver en muchas Parroquias, Jornadas y Asambleas Juveniles. Grupos Scout que dentro de su espiritualidad sus prioridades son: Dios, la Patria y el hogar, y se van forjando personas independientes dentro del mismo grupo, fuertes, responsables, y comprometidas para lograr sus metas.

De hecho, los Agentes de Pastoral Diocesanos, seguimos en el estudio de poder ofrecer una evangelización continua, desde la catequesis de iniciación Cristiana, pasando por catequesis juvenil, hasta enlazarla con los adultos.
En fin, existen tantas alternativas que, de una formación permanente de valores morales y religiosos, puedan encausar al adolescente al cambio cultural y de actitudes, y la realización de su propia existencia.

De igual importancia deberá ser para el formador el adquirir una competencia de alto nivel, a través de la formación permanente, el estudio, pero sobre todo, la vida sacramental y de oración, para que, más que ser maestros asalariados, sea la propia vocación de formadores la que nos conduzca hacia los jóvenes, y podamos llevarles en nuestras manos, la esperanza de forjar con su ayuda, el mundo del mañana.

Revisando el tema:
“La dimensión social del adolescente”, y tomando en cuenta los otros grupos a los que presto ayuda terapéutica, quisiera compartirles algunas experiencias:
Me preguntaba yo, si estos jóvenes y adultos con quien trabajo, hubiesen tenido la oportunidad de recibir una formación bien encausada; qué vida tan útil hubiesen tenido, ya que su inteligencia es sorprendente.

Los centros de rehabilitación para la enfermedad de las adicciones e ingobernabilidad, siempre son insuficientes. Podemos ver niños-niñas desde 5 años, jóvenes y hasta adultos mayores de 80 años.
De igual forma la familia de ellos, que a veces suelen estar más enfermos, ya que esta en el fondo, es una enfermedad emocional y familiar.

“Normalmente”, hay en cada centro según su capacidad, 50 niños en la casa de doble camino. Niños de las calles, niños abandonados por sus padres. Son niños que, al no contar con una familia, o la familia ser piedra de tropiezo para su rehabilitación, se han quedado a vivir ahí, y tienen obligaciones y privilegios, entre ellos, el asistir a la escuela, y algunos jóvenes, de salir a trabajar y regresar a dormir al centro.
Son niños y jóvenes que no se les impartió una prevención, unos valores morales y religiosos, una formación sexual, y la mayoría provienen de familias desintegradas.

Todos cuentan con historiales muy fuertes, y desgraciadamente la mayoría de los daños, proceden del seno familiar.
Uno de los que más me ha impactado y conmovido, fue el de una niña de 8 años, sexualmente activa. La madre la prostituía y propiciaba las drogas.
Es increíble el índice de suicidios de niños y jóvenes, no digamos aquellos que fallecen por sobre dosis, o los que están en los psiquiátricos.

Pero no todo es deplorable. Hay tantos niños, jóvenes y adultos que se han rehabilitado, y se ha creado un programa de prevención, difusión y combate contra el narcomenudeo. En este programa, los mismos jóvenes en franca recuperación, visitan todo tipo de escuelas para impartir conferencias, y los frutos no se dejan esperar. Al término de la conferencia, no faltan jóvenes de ambos sexos que se acercan a pedir ayuda. Algunas veces los padres de estratos sociales altos, medios y hasta bajos, se niegan a aceptar la enfermedad de sus hijos, por lo tanto; niegan la ayuda que puedan prestarles, con lamentables resultados.

Es necesario prevenirles de las consecuencias negativas de lo que puede suceder en esas reuniones sociales que pueden arrastrarlos a tantas desviaciones.
Enfatizo que a estos jóvenes, no hay que darles tantas facilidades, libertad de horarios ni mucho dinero, y asegurarse de con quién sale el muchacho. “Dime con quien andas y te diré qué andas haciendo”.
Muchos de nuestros jóvenes se ven violentamente bombardeados y presionados por este ambiente de grupo y muchas veces no son capaces de sobreponerse, por curiosidad, inexperiencia y, sobre todo, por la necesidad, tan fuerte en la adolescencia, de quedar bien y ser aceptados.

Por la experiencia que he tenido con estos jóvenes, menciono que la libertad deberá irse dosificando cuidadosamente, en la medida que ellos vayan mostrando responsabilidad para hacer buen uso de ella.
Es como se dice, un estire y afloje hasta que el joven vaya logrando ganar con su esfuerzo y con hechos, no con palabras; la confianza de sus padres y educadores.

No se pueden poner límites a los hijos o educandos que no se sean capaces de cumplir, ni darles privilegios si no se los han ganado.
El resolverle la vida (quitar las piedras del camino), o los problemas causados por ellos, traería como resultado, el no permitirles afrontar las consecuencias de sus propias decisiones, y por ello, no tomarán conciencia del hecho realizado. Sería hacerlos inútiles, irresponsables y no aptos para enfrentar el mundo en que viven.

Aquí el amor firme será muy necesario. Si un joven detecta que tanto los padres como educadores son permisivos y débiles en hacer cumplir sus límites (reglas) expuestos, aprovecharán todo su potencial para manipularlos, chantajearlos y desviar su camino que tal vez derive en consecuencias dolorosas.

El peligro de la materia sexual, del alcohol, drogas y estupefacientes, está latente en el ambiente inmediato de los jóvenes, y más cerca de lo que uno pueda imaginar. Pudiese decir que una tendencia lleva a otra en un círculo vicioso.

Es aquí donde nace la urgencia de la educación moral y de conciencia del muchacho, para el desenvolvimiento sano de sus capacidades sociales y humanas. Un buen grupo de amistades será capaz de construir en los adolescentes, en poco tiempo, valores y principios que el formador tarda años en hacerles entender.
Eligiendo con exactitud al líder del grupo, tendremos un aliado y un co-formador que nos será de mucha ayuda.

Y de igual manera, un ambiente negativo de amistades puede destruir en breve tiempo lo que se había construido con el esfuerzo de varios años.

Creo que el trabajar en comunión con los padres de los adolescentes, será clave para que la formación de sus hijos sea homogénea y pueda trascender.

De muchachos sanos, no debemos preocuparnos mucho de lo que ellos hacen, aunque sí, indirectamente estar atentos. El formador responsable sabrá encausarlo a la plenitud de sus más caros anhelos.

Bueno, el tema es tan extenso, interesante y hermoso, que pudiese haberse desglosado párrafo por párrafo, pero no es este el fin.

Encomendemos a Dios y nuestra Madre Santísima a nuestros jóvenes, para que guíen sus pasos a través de sus padres y formadores.

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Reciba todo mi amor en Cristo y Dios los bendiga en los Corazones Misericordiosos de Jesús y María.

Evangelina M. de Terrazas.
_________________
En Jesús y María
Evangelina


"JÉZU, UFAM TOBIE"

¡Por su Dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero!

[Mayra Novelo]

Graciela Salcedo dice:

[Juan José Hernández]

Es importante reflexionar que para ser educador católico, nos debemos preparar a un alto nivel de espiritualidad, para poder predicar la palabra de Dios, entender lo que el Señor quiere que hagamos por El, para orientar adecuadamente a nuestros semejantes, comprender lo que quieren y porque lo quieren, ser su guía, el camino que nos lleva a ello es la sabiduría constante, a su vez también se debe aplicar la psicología para comprender más al alumno, sobre todo a los jovenes que sus inquietudes en todos los ámbitos de la vida son variables.

Juan José Hernández Aguilar

Ciudad de México.
_________________
Juan José Hernández Aguilar

[Armando Ramírez Álvarez]

Estimado Jose, pudiendo aparecer como una posición comoda, creo que la visión y contenido que le ha dado a su participación aparte de generosa, es completa, ilustra y conduce a quienes estamos empeñados en este mismo caminar; desde mi Chile, tan afectado últimamente con este afán de acercarnos a la modernidad, desarrollo, los mayores nos hemos descuidado de tener una actitud responsable y consecuente con nuestros jovenes, si parte de lo que usted muy bien ilustra, "nosotros" lo aplicaramos, sería muy diferente nuestra realidad. Los jovenes pese a su adolescencia que les adjudicamos, si tienen una visión fresca y renovada, que debemos ser capaces como bien lo dices, conducirles sin deformar.
Armando Ramírez

[Samia Karime]

Hola hermanos =)

Si unimos todos los puntos que hemos analizado a lo largo de este curso, podemos concluir que el educador debe transmitir no sólo conocimientos sino inspirar a un estilo de vida cristiano y orientar en el verdadero sentido de la vida.

Sabemos que para lograr el éxito en esta labor, es importante considerar al alumno como un verdadero hijo de Dios (en esto poner atención al alma, a la espiritualidad como parte fundamental en el crecimiento integral) y además como un ser humano con necesidades básicas (esto incluye la parte psicológica, fisiológica y afectiva, es decir, sus pensamientos, sus sentimientos, emociones, inquietudes, etc.)

En el texto que meditamos en esta actividad, entendemos que “formar” a un alumno es mucho más que transmitirle un conocimiento, es proporcionarle nuevas alternativas de vida, es ayudarlo a encontrar el sentido verdadero de la vida que tiene su base en el amor y en el dar. Para todo esto juega un papel muy importante el testimonio del educador, el ejemplo de vida que manifieste, la congruencia en lo que enseña y lo que vive diariamente.

La clave para alcanzar la meta como formadores, invitar al amor, fomentar la generosidad y orientar de manera certera a los adolescentes es buscar siempre una labor Cristocéntrica que nos permita tomar el modelo de Jesucristo como Maestro.

Propongo tomar en cuenta los siguientes aspectos para con el adolescente:

• Buscar que pueda llevar a la práctica lo que aprende
• Presentarle las distintas realidades que existen a su alrededor
• Invitarlo a participar de manera activa en su proceso de formación
• Mostrarle el camino y la verdad que se encuentran sólo en Cristo

Y para con el educador:

• Hacer todo con la ayuda y la fuerza del Espíritu Santo procurando una oración personal constante
• Adaptar la enseñanza a la situación actual y a la vida cotidiana del alumno
• Tener una relación cercana al adolescente, de mucha confianza
• Estar en continua preparación para poder enfrentar los desafíos que presenta el mundo

QUE EL SEÑOR LOS BENDIGA EN TODO LO QUE HAGAN Y DERRAME SU AMOR Y SU LUZ EN SUS VIDAS =)
Samia Karime Abrin Peralta
Desde Nuevo León
“Yo soy la esclava del Señor, hágase en mí según Su Palabra”

[tatianatapia]

Es la etapa en que el muchacho es suceptible de ser influido por todo lo que encuentra en su camino, es la epoca en que hay que cuidar mas el circulo donde se mueven.

Pienso que los padres de familia deberian de estar prevenidos de dedicar tiempo durante la infancia a sus hijos, ahora se habla de tiempo de calidad ya que la vida cotidiana lleva muchas crisis economicas que hace que los padres esten ausentes de su casa pero deberian de tomar tiempo para conversar con sus hijos y enseñarles a elegir conforme a los valores que les hemos inculcado y prevenirles de lo negativo de los medios de comunicación porque muchas veces la television o "niñera electronica" es quien ejerce la labor de "entretener" o apaciguar a los niños, ahora tambien los padres adquieren para sus hijos la computadora para que les ayude en las tareas y muchas veces son ellos los que ignoran los peligros que se corren al dejar solo al niño, adolescente o joven sin saber que es un arma de doble filo, la curiosidad o tal vez un flash de una publicidad mal sana los puede desviar de su camino y perderse por las redes y el mundo virtual de la computadora. Hay padres de famiia que estan tranquilos porque sus hijos estan todo el dia en la casa pero desconocen todo lo que sucede con esa maquina que vuela a todos lados del mundo, pudiendose encontrar ahi mismo un curso completo de como ser terrorista, hacer una bomba y no digamos en materia sexual todos los sitios pornograficos.

Como ejemplo recuerdo que una vez quise buscar un sitio donde se enseñara ajedrez y en la busqueda nos aparecieron por segundos páginas y páginas de caracter pornografico que por mas que tratabamos de cerrar se seguian abriendo mas y mas.

Deben estar concientes que en este medio del internet los jovenes pueden comunicarse con personas desconocidas y encontrarse con piratas informaticos que puedes robar toda la informacion de su computadora o estarlo observando por medio de la web sin que se den cuenta. Por eso los padres deben prevenir a sus hijos porque no saben quien esta del otro lado ni con que intenciones entable una conversacion y sugerirles sitios seguros. Recuerdo una amiga a la que sus padres no dejaban salir a ningun lado, solo en su casa haciendo las labores pero tenian internet en casa asi que ella ahi conocio a su futuro esposo, ella era de la juventud franciscana y accedio al sitio en los foros, nunca se imagiono que iria a vivir a Italia por el resto de su vida.

Por todo lo anterior siento que el grupo puede ofrecer al muchacho aislado , perdido en la tele, en la computadora y en la radio una posibilidad para abrirse a los demas y a travez del grupo madurar, calibrar su caracter, superar su timidez, saber expresarse, no encerrarse en si mismo, comunicar sus ideas o entenderse a traves de los demas. Tambien puede aprender del grupo si su mision es el apostolado... Aprender a solucionar los problemas de su comunidad poniendo en conjunto los talentos de sus compañeros y aprender de ellos y retroalimentarse, comprenderse, ser mas sociable, modular su caracter, comprenderse y comprender a los demas. Luchar juntos por un mismo fin, tener los mismos ideales... Grupos de Scouts, El Coro de la Iglesia, Cursos de Biblia, la Juventud Franciscana, Retiros que hechos especificamente para jovenes, donde se analicen los problemas que enfrentan en este siglo XXI, curso de algun deporte que les interese, talleres de redaccion, de cualquier área de su interes pero que sea un grupo de muchachos sanos.

Incluso debemos abrir al grupo a las actividades culturales para que se sientan no solo parte del grupo sino el grupo parte de una sociedad a la que por su situacion geografica, de tiempo y espacio, pertenecen.

Con relación a nosotros los educadores: Debemos de ser entusiastas, muy asiduos a la oración y con madurez en nuestra relacion con Jesus, Prudentes, Sensibles, Pacientes sobre todo, Preparados Academicamente para hacer mas accesible nuestra función a los jovens y con apertura a todo lo nuevo .

[Crisman]

El educador católico tiene que ver mucho el lado humano de las personas en este caso del joven, conocer sus ambientes sus necesidades para poder así como lo dice la cita "abrir el horizonte a las inquietudes últimas y fundamentales" estimular a´los jóvnes a que participen a que sientan y comprendan que ellos son la fuerza viva de la Iglesia que se debe levantar espiritualmente. Muchas veces los jóvenes son inseguros y sin metas por lo cual hay que apoyarles e instarles a que sigan una estrella "una meta" y luchen por ella por alcanzarla y siempre teniendo presente el amor de Dios que nos ayuda y protege. Es animarlos a una convivencia eclesial de calidad espiritual y moral y humana.
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"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"

[Hugo Bustamante]

Es cierto decir que el docente influye mucho en la toma de decisiones del presente y futuro de sus estudiantes, pero es importante tomar puntos de apoyo para que nos permita ocuparnos de esa tarea como:
1. Saberse que es el señor quien nos conduce y nos guía en esta responsabilidad de ser maestro de nuevas generaciones.
2. Que nosotros los docentes estamos llamados a la renovación adecuada y permanente en la tarea de formación juvenil, con mucha perseverancia.
3. El desarrollo social y cultural de los pueblos depende única y exclusivamente de ese compromiso que la Iglesia nos inculca, el de proporcionar medios y conocimientos para una sólida formación cristiana.
4. Reconocer que la crisis de valores en esta sociedad globalizada de la economía es inquebrantable y que los cambios estructurales en la sociedad repercuten en esta crisis permanente de los jóvenes.
5. Dar la razón a la Iglesia cuando nos dice que debemos preguntarnos qué tipo de hombre o de mujer queremos formar con acciones y eventos progresivos, sistemáticos y vivenciales para cumplir el mandamiento divino del amor.
6. Es nuestra tarea descubrir la gracia de Dios y la iluminación del espíritu Santo en nuestra comunidad, de la mano con los jóvenes.

Con estas consideraciones pienso que nuestro encuentro personal con Dios tiene que ser en dos propósitos: creer, actuar y hacer lo que el Señor nos pida. Tener a tantos jóvenes con sed de compartir sus experiencias y talentos es nuestro reto primordial, nada más hermoso llevarlos hacia nuestro maestro que nos enseñó "YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA..."

[Sonia Achinquipa Tapia]

La adolescencia es una etapa crítica de la vida caracterizada por profundas transiciones en la conducta emocional, intelectual, sexual y social de los seres humanos.
El mundo exterior y la sociedad que los rodea, ambos también en estado de transición, aportan factores que influyen en el proceso de transformación de la personalidad de los adolescentes.
Notamos que en dicha transformación se distinguen dos elementos, uno positivo: la fuerza ascendente de la personalidad que se acentúa, así como de la vitalidad que se abre paso, y uno negativo: la falta de experiencia sobre la realidad. De una realidad familiar y social que se ven alteradas por profundos cambios producidos casi de un día para otro.
Como consecuencia de este aspecto negativo, el período de la adolescencia se desarrolla en un marco de inseguridades, pérdidas, duelos, angustias y temores que condicionan el comportamiento individual y social de los jóvenes.

[apalie]

¿Dónde está la clave para plasmar en nosotros este estilo de educador?
1.La formación permanente, desde una dimensión cristiana, que ha de tener un buen formador católico.
2.Buscar momentos de reflexión- retiro para que todo lo que hemos ido viviendo se acentué en nuestra vida desde la Palabra de Dios y desde la Luz del Espíritu Santo trabajar.
3.Tener círculos de Ínter aprendizaje y trabajar con un equipo multidisciplinario y transdisciplinario.
4.Tomar conciencia de mi misión como Educador – Formador e instrumento de Dios en esta tarea de guiar a los jóvenes.
5.Ponerse en el zapato de los jóvenes, y desde allí guiarlos y animarlos en todo momento.
6.Acercarnos a su historia personal, familiar y valorarlos de forma individual cada uno con cualidades, capacidades y grandes ideales.
7.Acompañarlos en sus proyectos de bien, animándoles y dándoles esperanza.
8.Orar y contemplar con ellos la situación actual que estamos atravesando. El formador a de estar constantemente con ellos como un guía, como un instructor.
9.No defraudarlos con nuestros errores y si caemos también ser sencillez y humildes en reconocer.
10.Saber leer en cada uno de nuestros alumnos los rostros y acercarnos como lo haría Jesús.
11.Nuestra vida como formadores y seguidores de Jesucristo, debe de estar empapada de la palabra de Dios.

[Pedro Rentería Guardo]

Lamento mi retraso en la respuesta a esta sesión. Hay muchas tareas pastorales urgentes y poco tiempo para conectarme a Internet. Envio mi respuesta, esperando poder publicarla en el Foro :

Creo que la clave para abrir horizontes a nuestros alumnos, fomentar la generosidad y dar orientaciones certeras a sus inquietudes, está en plantearnos si nosotros vivimos tales horizontes, fomentamos tal generosidad y tenemos orientaciones certeras a nuestras inquietudes. Si hemos vivido de jóvenes estas inquietudes, si teníamos las preguntas fundamentales y alguien, que nos quería, nos ayudó a encontrar respuestas, entonces tendremos una clave hoy de trabajo.

Educamos desde la experiencia y no sirven teorías de manual. No será posible una "competencia de alto nivel y una sincera comunión eclesial" si no hacemos vida y experiencia de aquello que queremos inculcar en nuestros jóvenes. Y hacerlo también en clave de "sufrimiento": en ocasiones no nos será fácil la comunión eclesial, por ejemplo, y tendremos que descubrirla más allá de nuestras ideologías particulares u opciones de vida. Se trata de vivir posturas "sensatas" y coherentes con nuestra elección como educadores, a pesar de nuestros posibles puntos de vida distintos al criterio oficial.

Esta coherencia de vida es rápidamente asimilada por los chicos y se convierte en un fuerte testimonio para ellos y para sus realidades. Son ellos quienes más presumen de no estar de acuerdo con lo establecido oficialmente. ¿Lo harán para ponernos a prueba y comprobar nuestras reacciones...?
_________________
perengu

[fernando anco landa]

Sólo pretendemos guiar y aconsejar a los padres de familia y educadores, llevándoles a adoptar comportamientos equilibrados y efectivos en la educación de sus hijos. Somos conscientes de que hoy hay muchas teorías sobre cómo educar a los hijos, que van desde la más absoluta rigidez hasta el completo abandono y tolerancia. La experiencia nos ha demostrado que ninguno de estos dos extremos produce frutos sanos. Por eso, optamos por una vía humanista y muy apegada al sentido común, que encauce a nuestros jóvenes hacia modelos de comportamiento que les ayuden a crecer como personas y construir sociedades más a la medida del ser humano.

Dirijo esto para aquéllos que quieren educar a sus hijos en los valores, en un crecimiento humano real, en la educación de su libertad hacia el bien. Si la opción elegida para educar a los hijos no es ésta y usted es uno de los que creen que los niños son buenos por naturaleza y por ello hay que dejarlos solos, o de aquéllos a quienes simplemente no les interesa el tema porque piensan que hay cosas más importantes, entonces esto no le sirve, sólo lo confundirá. Pero examine si su opción es lo mejor que les puede dar a sus hijos y si vale la pena dárselo.

La sección se desarrollará en tres partes: una visión breve de las características de la adolescencia, una reflexión sobre lo que nuestros hijos esperan de nosotros consejos concretos para aplicar en nuestro trabajo como formadores de adolescentes. Aquí no está dicho todo, pero sí he tratado de poner lo que a mi juicio considero más importante.

[René Parisi]

Como educadores debemos estar concientes de la gran responsabilidad que implica educar, tenemos que ser portadores de referencias, es decir portadores de seguridad.
Debemos estar dispuestos de corazón a compartir con los jóvenes su camino de crecimiento en la fe y en sus valores.
Muchas veces debemos escucharles que hablarles, debemos ser ejemplo de las virtudes que se esperan de los jóvenes. Aprenden a ser hombres haciendo suyas las pautas y los valores que ven en los demás.
Hay que educar sabiendo que los chicos son libres y que de ellos depende ser sociables o no.
Como educador debemos de actuar con honestidad, con verdad y fe en que el Señor abrirá el corazón, mente y alma de nuestros alumnos para que construyan su propio destino y ser mejor hijos, alumnos, ciudadanos, e hijos de Dios

[Ma. de Lourdes López Rive]

Conforme hemos avanzado me doy cuenta que somos muy afortunados de tener a nuestro alcance este tipo de cursos pues cuando yo era chica no teníamos tanta información para que nuestros educadores pudieran formarse en ello.
Nosotros como educadores debemos estar concientes de lo que significa educar, la huella que dejaremos ellos tratarán en algunos casos de llenarla si es que fuimos buenos testimonios.
Debemos ante todo tener una vida de oración en donde le dejaremos a Dios todos nuestros conflictos para poder dar lo mejor de nosotros en el día.
También debemos concientizarnos de nuestra verdadera misión como educador
que es ayudar a formarse a esos adolescentes que Dios me puso en el camino.
Otra cosa sería conocer a fondo nuestra religión.
También al comenzar nuestro día ofrecer a Dios y encomendarnos al espíritu Santo.
La comunicación y la confianza que les demos a los adolescentes también es muy importante pues dependiendo de cómo los escuchemos se abrirán con nosotros y tendemos la oportunidad de llegar a sus corazones.
_________________
Lourdes López R

[paty]

Se que la responsabilidad de un educador es mucha, por que somos modelos a seguir, según la predicación y congruencia que encuentren en nuestra vida, será la directriz para muchos jóvenes.
Hoy día no es dificil hablar de Dios, lo verdaderamente dificil es que lo descubran en nosotros. Los adolescentes y jóvenes saben distinguir entre quien les habla de Dios y quien habla con Dios. En ellos no hay muchos convencionalismos humanos. Por lo tanto si como educadores no convencemos a nuestros adolescentes es por que no tenemos un vida espiritual arraigada y enraizada en el Maestro.
Cada mañana que salgo de mi casa, le pido a Jesús que sea Él, quien se asome por mi rostro y en mi actitud, pues si no logro reflejarlo, aunque haya hecho mucho bien no tiene el valor trascendental y mis obras son como el revuelo de las campanas.
Se que además de la preparación actualizada y continua, la oración y el encuentro diario con nuestro Jefe, dará los frutos que Él quiere de nosotros.

[paty]

Se que la responsabilidad de un educador es mucha, por que somos modelos a seguir, según la predicación y congruencia que encuentren en nuestra vida, será la directriz para muchos jóvenes.
Hoy día no es dificil hablar de Dios, lo verdaderamente dificil es que lo descubran en nosotros. Los adolescentes y jóvenes saben distinguir entre quien les habla de Dios y quien habla con Dios. En ellos no hay muchos convencionalismos humanos. Por lo tanto si como educadores no convencemos a nuestros adolescentes es por que no tenemos un vida espiritual arraigada y enraizada en el Maestro.
Cada mañana que salgo de mi casa, le pido a Jesús que sea Él, quien se asome por mi rostro y en mi actitud, pues si no logro reflejarlo, aunque haya hecho mucho bien no tiene el valor trascendental y mis obras son como el revuelo de las campanas.
Se que además de la preparación actualizada y continua, la oración y el encuentro diario con nuestro Jefe, dará los frutos que Él quiere de nosotros.

[paty]

Se que la responsabilidad de un educador es mucha, por que somos modelos a seguir, según la predicación y congruencia que encuentren en nuestra vida, será la directriz para muchos jóvenes.
Hoy día no es dificil hablar de Dios, lo verdaderamente dificil es que lo descubran en nosotros. Los adolescentes y jóvenes saben distinguir entre quien les habla de Dios y quien habla con Dios. En ellos no hay muchos convencionalismos humanos. Por lo tanto si como educadores no convencemos a nuestros adolescentes es por que no tenemos un vida espiritual arraigada y enraizada en el Maestro.
Cada mañana que salgo de mi casa, le pido a Jesús que sea Él, quien se asome por mi rostro y en mi actitud, pues si no logro reflejarlo, aunque haya hecho mucho bien no tiene el valor trascendental y mis obras son como el revuelo de las campanas.
Se que además de la preparación actualizada y continua, la oración y el encuentro diario con nuestro Jefe, dará los frutos que Él quiere de nosotros.

[paty]

Se que la responsabilidad de un educador es mucha, por que somos modelos a seguir, según la predicación y congruencia que encuentren en nuestra vida, será la directriz para muchos jóvenes.
Hoy día no es dificil hablar de Dios, lo verdaderamente dificil es que lo descubran en nosotros. Los adolescentes y jóvenes saben distinguir entre quien les habla de Dios y quien habla con Dios. En ellos no hay muchos convencionalismos humanos. Por lo tanto si como educadores no convencemos a nuestros adolescentes es por que no tenemos un vida espiritual arraigada y enraizada en el Maestro.
Cada mañana que salgo de mi casa, le pido a Jesús que sea Él, quien se asome por mi rostro y en mi actitud, pues si no logro reflejarlo, aunque haya hecho mucho bien no tiene el valor trascendental y mis obras son como el revuelo de las campanas.
Se que además de la preparación actualizada y continua, la oración y el encuentro diario con nuestro Jefe, dará los frutos que Él quiere de nosotros.

[roxanaer18]

Queremos abrir los horizontes a nuestros alumnos, deseamos fomentar la generosidad y dar orientaciones certeras a sus inquietudes... pero ¿dónde está la clave para plasmar en nosotros este estilo de educador?

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La clave esta en amar lo que hacemos: “enseñar”, sea en la materia y el contexto que sea, es una Misión el “educar” y una gran responsabilidad.
Ya que los chicos (jóvenes) toman todos nuestros ejemplos para aprender. No solamente de lo que les decimos.
El estudio y la dedicación de corazón también son muy importantes en esta Misión, tal vez lo veo de este modo por que al ser Catequista de Adolescentes, tengo conciencia de que el estudio y la reflexión, ayuda al “como ayudar a los chicos” a llegar cada vez más a Dios, a sentir que nunca los abandona, que los amó primero y que solo quiere que sean felices.
Mucha oración y el encuentro constante con los sacramentos también son un elemento indispensable para educar y orientar a nuestros chicos a seguir el camino del bien.
La manera de abrirles los horizontes de generosidad y orientarlos hacia el bien es con la constante escucha a sus necesidades, amarlos como son, y ayudarlos a superar sus inseguridades, poniendo más confianza en ellos y asi lograrán focalizar toda esa energía en cosas positivas.
Los adolescentes tiene ideales que con el tiempo se hacen firmes y los defienden con convicción por que creen en ellos, como los que defienden a los bebes no deseados, o luchan por su contra a las drogas, o al tabaco. Es importante prestar “oídos” a estas inquietudes y no alejarlos con nuestra falta de interés.
El mayor ejemplo de educador católico lo tenemos en el mismo Cristo, el enseñaba con amor, todo lo hacía y hace por amor, creo que seguir su ejemplo es nuestra clave para ser educadores catolicos.

Que Dios los bendiga a todos

Profesora de Catequesis en ESB

Roxana E. Ruiz de Miauro

[Luz Cristina]

Estoy de acuerdo en absoluto que el testimonio del católico no consiste sólo en introducir temáticas, es necesario dar un testimonio de vida que sea congruente con lo que se está enseñando. Para ello es necesario, como lo dicen algunos de nuestros compañeros, pedir ayuda al Espíritu Santo y estar continuamente cerca de Dios por medio de la oración y los sacramentos para tener la fuerza y la gracia que nos viene de Dios. Dominar continuamente nuestro carácter y si fallamos pedir perdón humildemente.
Es importante no escandalizarnos sobre las inquietudes que surgen en el adolescente y prepararnos continuamente para poder ofrecer una orientación adecuada a la luz del evangelio.
_________________
"No debemos tardar en hacer el bien porque la muerte puede llegar en cualquier momento"

[Silvana]

Para plasmar un estilo de educador, de modo que fomentemos la generosidad y demos orientaciones certeras, la clave está en"guiarlos" por el camino de Dios, por el camino del bien, de la oración, del agradecimiento a Dios de todo lo que somos y lo que tenemos, de la amabilidad, de la realización de la buena acción diaria.
Pero la clave está principalmente en servirles de "Guía", no imponer las cosas, sólo aconsejar, marcar todas las posibilidades, las cosecuencias de su elección y dejarlos a ellos que puedan elegir, y así se sentiran capaces y orgullosos de realizar sus propios logros, o de que puedan ver con claridad dónde está el error que cometieron.
_________________
Silvana Porté.

[julissa torres ramirez]

La adolescencia debe entenderse, por consiguiente, como un

complejo proceso de maduración personal, como una “etapa de inmadurez en busca de madurez”. Pero la inmadurez del adolescente es distinta a la del niño o el adulto inmaduro:



ð La inmadurez del niño es la de la persona que, sin valerse de sí misma, no percibe esta situación como problemática.

ð La inmadurez del adolescente es la de quien no sabiendo valerse por sí mismo, experimenta el deseo de hacerlo, y al intentar conseguirlo pone en marcha capacidades nuevas, es decir, inmaduras.

ð La inmadurez del adulto normalmente no es debida a una falta de experiencia ante situaciones nuevas, sino a una ausencia de esfuerzo.



Al comparar las actitudes o el comportamiento del adolescente con el “niño bueno” o el adulto responsable, se puede tener una falsa impresión de retroceso, ya que el adolescente es menos ordenado, menos sociable, menos dócil y menos respetuoso que antes; pero eso no significa que sea menos maduro o menos responsable. Ahora el adolescente necesita obrar por convicciones personales lo que le conduce a replantearse su comportamiento anterior. Ha elegido un campo de juego más difícil que antes, y esto produce que se obtengan peores resultados, sin embargo estos resultados no son signos de retroceso, sino de crecimiento, de madurez propia de la adolescencia. Por tanto sería un error creer que la madurez llega de pronto al final de la adolescencia.



A partir de los 12 años comienza el aprendizaje para saber afrontar la realidad de modo personal. A lo largo de este aprendizaje el chico/a denota comportamientos inmaduros, pero hay que decir que estos comportamientos son necesarios para el desarrollo de la personalidad.



El adolescente madura en la medida en que se decide a recorrer el camino recién descubierto sin “andaduras”. El progreso es más lento y difícil pero también más efectivo.



“El concepto de madurez respecto al adolescente no debe considerarse un estado fijo o el punto final de proceso de desarrollo; la madurez es un término relativo que denota el grado en que la persona descubre y es capaz de emplear recursos, que se hacen accesibles a él en el proceso de crecimiento”.



Junto con los comportamientos inmaduros, se dan también desde el inicio de la etapa adolescente, comportamientos que denotan cierta madurez; porque un rasgo de inmadurez solamente queda evidenciado cuando se ha producido algún progreso de algún tipo.



CONCLUSIÓN: La adolescencia es una época de inmadurez que normalmente (no siempre) deja paulatinamente de serlo.

[Mayra Novelo]

Martha Lucía Reyes dice:

[Pili2]

Cita:
"El testimonio del profesor católico no consiste ciertamente en introducir temáticas confesionales en las disciplinas que enseña, sino en abrir el horizonte a las inquietudes últimas y fundamentales, en la generosidad estimulante de una presencia activa ante las preguntas, a menudo no formuladas, de esos espíritus jóvenes que andan a la búsqueda de referencias y certezas, de orientación y de metas. De esto depende su vida de mañana en la sociedad. Con mayor razón, la Iglesia y la Universidad esperan de los sacerdotes, profesores, encargados de docencia en la Universidad, una competencia de alto nivel y una sincera comunión eclesial."

Queremos abrir los horizontes a nuestros alumnos, deseamos fomentar la generosidad y dar orientaciones certeras a sus inquietudes... pero ¿dónde está la clave para plasmar en nosotros este estilo de educador?

Considero que primero es importantísimo llevar a la oración con Jesús y la Virgen a nuestros alumnos para que nos den luces sobre como guiarlos, encomendarlos diariamente en nuestras oraciones y luego por supuesto actuar:
1. Conversando cada cierto tiempo con sus padres, para saber cómo está la relación con ellos, escucharlos para conocer más de la vida familiar, del entorno de nuestros alumnos.
2. Estar al día en sus inquietudes, en los programas que ven o escuchan. En lo que ven en internet. Para saber guiarlos y darnos cuenta de los que les inquieta.
3. Observar con quienes se juntan, cómo se comportan fuera del aula. Dándonos tiempo también para conversar con ellos en los recreos o antes de comenzar la jornada, durante la colación o después de clases. Para conocer sus intereses, en lo que están, lo que les preocupa.
4. Hacer actividades deportivas o giras de estudio por el día, para dar ocasión a conocerlos en otros contexto y que ellos también nos conozcan en otro contexto.
5. Inculcarles siempre valores en todo, más que hablándoles que lo vean en nuestro actuar. De esta manera seremos confiables para ellos y se darán cuenta que pueden contar con nosotros.
6. Cuando lanzen algunas ideas en bien de la clase o de algún compañero o del curso. Apoyarlos, así se sentirán que aportan y son escuchados.
7. Estimularlos siempre a la generosidad. a preocuparse por los demás, a sacarlos de sí mismos.
" Madre del amor hermoso: Ruega por nosotros"

[Mónica de Fernández]

Lo más importante es hacer todo con amor a Dios; si lo hacemos como ofrenda al Señor, nuestro esfuerzo tendrá que ser el mejor…ya que para Dios… todo lo mejor! Si es así, nuestra entrega tiene que ser total; por lo tanto, debemos no solamente ser testimonio de vida si no también de humildad, responsabilidad, respeto, etc. Si hay algo que no sepamos, debemos buscar las respuestas y ofrecerlas luego. Desde luego para lograr hacer esto de corazón y de cara a Dios, necesitamos estar en constante comunicación con nuestro Señor. Pedirle diariamente poderle reflejar en cada acción que llevemos acabo.
Sin embargo, la oración constante y nuestro encuentro con el Señor en la eucaristía no basta, también es necesario la constante formación, educación para poder ofrecerle a los jóvenes lo mejor en la enseñanza; es importante conocer a cada alumno para saber la mejor forma de llegarle, que nadie quede atrás ni de lado.
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Dios les Bendiga

[Mayra Novelo]

Alicia Podestá dice a Martha Lucía Reyes:

[mariaelena]

Buenos días a todos!
Lo que leo entre líneas en el mensaje del cardenal, es que no es suficiente preparar a los adolescentes para que vean los errores que han cometido o podrían llegar a cometer...Más bien es preciso ver en cada uno de ellos a Jesús, un Jesús que nace a la vida adulta, amarlos y tratar de mostrarles el camino de servir a Dios. Que desarrollen todo el potencial de ese Jesús interno, que lo conozcan y lo amen, para poder darle un espacio muy importante en sus vidas. Y que también ellos aprendan a ver a Jesús en los rostros de las demás personas.
La parte más difícil de esto es que ellos aprenden más de nuestro ejemplo que de nuestras palabras, y como somos humanos, también nosotros nos equivocamos. Lo mejor , es que Dios y el Espíritu Santo nos acompañan siempre.
Los chicos pueden estar tan concentrados en sí mismos, que si les explicamos los puntos de vista de los adultos quedan desconcertados... Enseñarles a ponerse en el lugar del prójimo es una manera de colaborar con su crecimiento.
Maria Elena Parma Sosa de Briceño.-
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"No soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra Tuya bastará para sanarme."