separación

[jj33]

Soy un hombre casado, con dos niños. Es difícil explicar esto. Mi esposa es muy agresiva y muy orgullosa, además de poco comunicativa. Desde el principio ha sido así, y nuestras peleas son fuertes aunque intentó que no ocurra, es testaruda y nunca da su brazo a torcer, me pone en evidencia delante de los hijos, amigos y familia. Ya de novios me golpeó alguna vez, incluso llegó a lesionarme. Tengo que decir que yo, en una ocasión, también lo hice, aunque siempre he aguantado esos momentos como buenamente he podido. Un día perdí los estribos, estaba desesperado y me dejé llevar por la ira, no de una manera incontrolada, más bien para humillarla, y aún así le dejé el cuerpo lleno de moratones. Eso me avergonzó tanto que junto al hecho de verla sufrir me hizo pasar una depresión. Nunca más lo he vuelto hacer, hace ya más de 10 años, pero sigo teniéndolo presente.

Pero ella sigue igual, creo que peor a partir de aquel día. Al principio lo entendí y pensé que hasta era justo por lo que yo había hecho. Me golpea a veces, a veces yo también la empujo en esos momentos, no soy un santo, pero no la he vuelto a hacer daño. Incluso lo hace delante de los niños, otras, las más, amenaza con autolesionarse o suicidarse. Coge tijeras, cuchillos, tira platos, se sale al balcón. Ha puesto en peligro la seguridad de los niños varias veces.

Pese a todo, y a muchos intentos de separación por ambas partes, seguimos juntos. Cuando esto no ocurre, la verdad es que nos preocupanos el uno por el otro, nos queremos. Es como si fuera una enfermedad, una adicción que nos va a destruir.

Todos los días rezo, todos los días le pido a Jesús que me dé fuerzas. Ahora paso una mala racha, trabajo, dinero, problemas de salud no graves pero que requieren hospitalización, problemas con las familias de ambos, parece que todo sale mal. A veces me siento desfallecer, no me veo con fuerzas para aguantar esto por más tiempo. No veo una salida a esta situación, y me apena enormemente por nosotros, por los niños que son los que pagan la situación en su inocencia, por tantos años y por todo el amor que nos hemos dado. No puedo soportarlo más, no tengo fe de que esto se arregle, y tengo miedo de que haga una locura, tanto si me voy como si me quedo.

Ojalá alguien pudiera ayudarme.

[Jaimevelbon]

No se me ocurre otra cosa que "reconquístense"..........

La oración, los sacramentos y vivir las virtudes les ayudará mucho. También sería importante la intervención de un especialista, ya sea consejero matrimonial o psicólogo que sirva de mediador en situaciones difíciles.

Y sobre todo "NO A LA VIOLENCIA", VERBAL O FÍSICA.

Dios los bendiga
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MCC 517
Catequista.....yo?????

[Reyna Sánchez Benítez]

Yo diría: déjense conquistar POR EL AMOR.

Bien se dice que cada quien da de lo que trae dentro. Si ustedes no se han acercado y dejdo conquistar por el amor de Dios, si dentro de ustedes tienen amor humano= amor imperfecto. Pues eso es lo que se dan.

Pues te recuerdo, querido hermano Jj33, que la única fuente del Amor verdadero es Dios. Y si no te has llenado de esa fuente, pues.... ... ya ves las consecuencias. Y lo mismo con tu esposa.

Y eso lo lograrán con la fórmula que ya les dió Jaime, vivir en presencia de Dios.

Oración, asistir a Misa, confesarse, comulgar, y yo les recomendaría que asistan a un retiro para matrimonios o se integren a algún grupo de oración en su parroquia.

Además de que es obvio que el comportamiento de tu esposa no es normal, por lo que deberían asistir a algún psicólogo. A veces en las mismas parroquias te pueden sugerir uno católico.

Lo importante de todo esto, es que reconozcan que tienen un problema y que solos no van a salir adelante. Que es necesario recurrir a Dios, quien todo lo puede y que los conoce pues Él los creó.

Así que si de verdad quieres hacer algo para salir adelante, no dejes de asistir a tu parroquia, busca al sacerdote y platica con él.

Lo importante es que no te quedes con los brazos cruzados.No hay que preocuparse, hay que ocuparse.

Pide mucho a Dios por tu esposa y ofrece sacrificios por ella y por ti. Por tu familia.

Te ccomparto un pequeño extracto de un librito llamado "Pepitas de oro", del P. Eliécer Salesman.

COMO EL AGUILA

1. El profeta Isaías anunció: “Quienes confían en Dios, subirán a las alturas con fuerzas como de águila, y progresarán cin fatigarse”.

2. El águila fortalece sus alas con los vientos fuertes que se le oponen. Lo mismo sucede a las personas. Mientras más obstáculos encuentran, mayor fuerza puede adquirir su voluntad. Es por eso que por nada del mundo hay que pensar en vivir sin obstáculos y oposiciones.

3. El águila nunca vuela en bandada. Así nosotros necesitamos salirnos a veces de la manada. No ser borregos que solamente saben ir donde van los otros. Necesitamos atrevernos a volar solos. La experiencia y las enseñanzas de los demás son de gran utilidad. Pero las propias inspiraciones e ideas nos pueden hacer volar muy alto. No tratemos sólo de imitar a otros. Esforcémonos por ser nosotros mismos. Que nuestro éxito no dependa exclusivamente de otras personas, excepto de Dios.

4. Dicen que cuando el águila siente que le llega la muerte, vuela hacia la montaña más alta, y allí termina su existencia. Así debemos hacer nosotros: cuando sintamos que nuestros proyectos se hunden, que el fracaso esta por llegarnos, que los planes que habíamos hecho se van a derrumbar… levantemos el vuelo de la mente de la imaginación hacia el Altísimo Dios, para el cual, nada es imposible. Y perseveremos trabajando, pues tenemos la promesa de cristo que nos dijo: “Con su perseverancia y su paciencia, salvarán su existencia”

Un abrazo en el Señor.
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Reyna
Señor... que me pierda en Ti, como la gota en el océano!

[Ana María]

Nunca es tarde para detener la violencia, no porque lo han hecho durante tanto tiempo, es tarde, al contrario, controlate, y habla con tu esposa, del ejemplo que le estan dando a sus hijos, ten fuerza de voluntad, nunca es tarde para comenzar, ten fe.
saludos

[Omar_Perú]

E... se llamaba y se ponía al lado del balcón amenazando con lanzarse al vacío, o sino se iba de noche, de madrugada por cualquier calle a deambular, sabiendo que le podría suceder algo malo, o sino se maltrataba verbalmente y se hacía sentir disminuida. Pero ante los demás era altiva y prepotente, jamaz aceptó que estuviera equivocada. Sin embargo E... sufría intensamente.

Yo, tenía fascinación por hacer las cosas que más daño me hacían, aún algunos de esos hilos no terminan de romperse, pero he aquí la explicación:

He conocido a más de 40 o 50 personas con este problema (suicidio), y he convivido con ellos mucho, mucho tiempo, he aquí lo que teníamos en común:

Hay un secreto que jamaz se ha contado a nadie, es probable que ya ni la propia persona lo recuerde concientemente, mejor dicho, que siempre se niegue a recordarlo. En la niñez temprana, cuando era inocente de toda maldad, cuando el mundo era un lugar bueno para vivir. En ese momento sucedió algo que le marcó la vida.

Contaré mi propia experiencia, ahí voy...

Tenía cuatro o cinco años, y el mundo era tal como lo he descrito, un lugar bueno para vivir, a pesar que no tenía muchas cosas materiales, para un niño que puede imaginar que una piedra es un avión y divertirse sinceramente durante horas, no es imprescindible lo material.

Fue entonces que fui sometido a una serie de, llamémoslo, juegos sexuales por parte de algunos parientes mayores que yo, y mi vida quedó marcada.

Porque sentía demasiada verguenza para contarle esto a nadie, así fue pasando mi niñez y me sentía un niño horrible. Siempre me sentí un hipócrita en las misas, y cuando hice mi Primera Comunión, en mi primera Confesión no pude contarle eso al Sacerdote, así que hice mi Comunión creyéndo que estaba en pecado, osea que esa mancha ensució incluso mi Primer Sacramento.

En cambio mis amiguitos, eran todos hermosos, sus pecados eran no hacerle caso a sus papás, no hacer las tareas, cosas por el estilo, en cambio yo, era un mounstruo. Entonces callé...

Nadie puede predecir con verdadera certeza el mal que puede engendrar una herida de estas aún en el alma más noble, especialmente en una edad tan temprana...

Pues había contaminado mi relación con Dios.

Mira, si una persona adulta dificilmente puede asimilar una situación de este tipo, cuánto menos podrá asimilarlo un niño!!! Que es incapaz de defenderse, o de llevar más allá sus reflexiones que de si mismo, llegando, por tanto, a sentirse él mismo como responsable, como culpable de todo.

Esto contaminó también mi relación con la sociedad, porque me volví más solitario, aunque de esto nadie se dio cuenta, absolutamente nadie, pues estaba presente en todas las actuaciones, era un tipo reconocido por la soltura mis intervenciones, facilidad de palabra, etc. Pero todo era una mentira, ahí empezó a gestarse el camaleón que fui durante tanto tiempo.

Pues para sobrevivir aprendí a llevar una doble vida, de día una buena persona, y de noche insultos a mi persona, el dolor de un secreto inconfesable.

Cuando pasó el tiempo, pasaron los años, parece que lo asimilé, porque ya no recordaba el hecho, se había borrado de mi memoria, y con ello nació también otra terrible arma maligna: la idea de que todos los hechos malvados pueden simplemente olvidarse, ahí empezó a gestarse un espíritu hipócrita, que minimizaba lo malo hasta dejarlo pasar como indiferente.

Ya con esto estaba preparado para sucumbir en la vida. Y sucumbí!!!

Pero he aquí la solución: Todo secreto tiene fuerza mientras sea secreto, pero una vez que deja de ser secreto, pierde toda fuerza!!! se desata un nudo inicial y aquella primera piedra desaparece. Uff pero quizá esta sea la experiencia más dificil de toda la vida, es en realidad la primera batalla perdida y muchos prefieren morir antes que encarar aquel secreto.

Ahora ese secreto puede ser el que me marcó a mi, u cualquier otro similar, pero casi con certeza hay algo de eso en cada uno que muestra una personalidad autodestructiva como cada adicto a las drogas, o al alcohol o, en general, que muestra tendencias suicidas, es la única solución que han encontrado a su problema!

En verdad, son pocos, quizá nadie, los que de logren desatar ese primer nudo solos.

Esto es lo que puedes hacer: Primero busca en ti, si a ti tambien te ha sucedido algo similar en tu vida, o si hay algun secreto de tu niñez que también te haya marcado, ojalá no lo hubiera, pero si encuentras algo así será mucho más facil conducir a tu esposa al auto perdon. Sino utiliza mi testimonio.

Bueno, E... estaba en el balcón amenzando con lanzarse al vacío, con esta ya era la tercera o cuarta vez que manifestaba alguna tendencia suicida (anteriormente me dijo que habia planeado tomar raticidas, y que era una incompetente para todo y que nadie la comprendía).

Yo la convencí que bajara del balcón y luego me senté con ella, y le dije que comprendía perfectamente lo que a ella le sucedía, que lo que a ella le estaba atacando era un mal espíritu, le di una estampita del Señor de la Divina Misericordia y me puse a rezar con ella... Cuando (Dios) ya había apaciguado su ímpetu, prosedí a desenmascarar al Espíritu del Suicida, contando mi propia historia, remarcando bien todos los momentos en que me sentí sucio durante mi niñez, todas las cosas que no pude hacer y remarcando sobre todo que eso era algo que jamaz había podido contarle a nadie. Y mientras hablaba, sus ojos se iban llenando de lágrimas, luego ahogamientos y luego vino un llanto liberador y luego habló por fin, cuando niña había sido tocada por su padre, y toda su vida había guardado inmenso odio hacia él y sin embargo nunca lo había confesado. Ella también había sido marcada.

Pero pudo decirlo y con eso había destruido el secreto y su poder!!!

6 u 8 historias similares, de los 50 que suicidas que he conocido. Los otros aun son vencidos por el miedo y la verguenza.

Luego fue otra lucha por llevarla a confesar, porque el distanciamiento inicial te hace romper toda relación con Dios, lo respetas, pero te haz alejado de los sacramentos y haz cometido muchos, muchos pecados, ahora se trata de vencer el miedo y la verguenza de la confesión.

Igual, Rosarios juntos, visitas a las Iglesias, compartir mis problemas y carencias, hablarle del Amor de Dios, del la alegría que siente Dios al ver regresar a su hija más querida, de la alegría y el amor con que Dios la ha esperado todos estos años, que cuando ella camine hacia Él, Él que es Todo Amor irá corriendo a su encuentro y secará con un beso cada una de sus lágrimas!!!

Entonces se confesó, y de ahí no ha vuelto a pensar en suicidios!!! A veces le pregunto si aun se queda mirando las ventanas de los pisos altos y me dice "Qué tontería! todo eso ha pasado!" Y sé que es cierto.

La veo atesorar su sacramento, ahora es catequista, aún con todas sus carencias y limitaciones, pero ella ama a Dios, a pesar que tiene un genio!!!

Ahora, tienes que conducirte hacia ella con la mayor humildad, no hay fortaleza más inaccesible en todo el mundo que un corazón cerrado por el miedo y la verguenza, solo tu amor te dará la llave, tendrás que ir venciendo todo obstáculo, principalmente los que encuentres en ti mismo, nada de críticas, todo comprensión. Cede ante todo, sé sutil, conducela con amabilidad y dulzura máximas, sin importarte a ti mismo.

O sino llévala a una misa de sanación.

Quizá he debido dar este consejo al principio, para ello también debes ser muy astuto, pues debes conquistarla para Dios, aquel día ni una sola contradicción, ni una sola pelea. Por lo general en muchas parroquias hay misas de sanación una vez por semana o una vez por mes, en algunos casos es mejor aún porque hay preparación de tres o cuatro semanas para pasar "unción de enfermos" con ese sacramento, Dios destruye aquel nudo inicial y se libera el alma de la persona.

Pero dejaré este escrito tal cual está, porque alguién desconocido por nosotros y con el mismo problema pasará por aquí y leerá esto que ha sido dictado directamente por el Amor de Dios, como una muestra de su inmenso amor por esa persona en particular. Dios te espera hermano y con toda honestidad te digo que tú eres la persona más amada por Dios en toda la creación y no puedes ni imaginarte la impaciencia con que el Padre añora tu regreso a casa.
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Abrazos,

Omar