DieM Esporádico
Registrado: 30 Ago 2006 Mensajes: 52 Ubicación: Puerto Rico
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Publicado:
Mar Oct 17, 2006 7:24 pm Asunto:
Interpretaciones, Lutero y la Biblia
Tema: Interpretaciones, Lutero y la Biblia |
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Hola y muchas bendiciones a todos.
He aquí otro artículo para compartir con ustedes.
¡Qué reguero!
Corriendo por la calle
Me contó un amigo que cuando iba una vez por una calle de Washington, pasó a su lado un hombre corriendo con una bolsa de la cual salía un chorro de sangre. Mi amigo primero se sorprendió, y después, como los demás caminantes, se asustó y corrió a refugiarse a la entrada de un edificio, pues detrás del hombre, pistola en mano, iba un policía. Un poco más arriba, en un cruce de calles, entre el sonido de sirenas y luces parpadeantes, el hombre de la bolsa sangrante fue detenido. ¿Por qué les cuento esto? Luego se lo explico.
Hay cosas que no se pueden robar
Si usted dijera que se ha apoderado del sol, del aire y del agua, nadie se lo creería, por más que usted asegure que el sol, el aire, y el agua, son suyos. Si yo me robara la constitución de un país, eso no supondría que yo tengo autoridad para interpretarla y menos para ejercer los poderes que en la constitución se otorgan.
Lutero y la Biblia
¿Se imagina a Lutero abandonando la Iglesia y echando a correr con la Biblia? La Biblia que llevaba (de un monasterio católico), era como el caso del que se roba la constitución de un país, una ilusión; la posesión, por robo o compra, de una constitución, no da ningún poder de interpretación oficial.
La Biblia (como el sol, el aire y el agua) no se puede robar; el que se va de la Iglesia, no se lleva nada, no puede llevarse nada. Cristo, la Biblia y la Iglesia Católica son inseparables.
Y le explico lo de la sangre
El hombre que correría por las calles de Washington, y cuya bolsa dejaba un reguero que sangre, acababa de robar un banco. En el banco le habían dado unos fajos de billetes impregnados de tinta roja solidificada, que al contacto con la luz, se hace líquida y empieza a chorrear, y por tanto, a delatar al que se ha robado los billetes.
La estupidez de la soberbia
La vida espiritual de Lutero queda de manifiesto con una frase suya: “Antes de mí, no se sabía nada”. Quizá Lutero pensó que si los demás eran ignorantes, negada la autoridad de la Iglesia (que era lo mismo que decir que ya la Iglesia no existía), todos se inclinarían ante su sabiduría; de entonces en adelante, sería él la autoridad máxima en la interpretación de la Biblia. De todas maneras – y no por humildad – dijo que Dios inspiraría a cada uno como interpretar la Biblia. Y esta afirmación tampoco tenía otra fuerza, que la autoridad de Lutero, es decir, ninguna.
Iluso
Como el hombre de la bolsa sangrante, Lutero comprobó que la Biblia que él creyó llevarse, le iba dejando un reguero de contradicciones. La Biblia le salía al paso de lo que él decía o interpretaba. Lutero fue el primer protestante, y también el primero al que la Biblia no le dejó en paz. Este es el martirio de todo protestante; no admite más que la Biblia (sin la autoridad dejada por Cristo para enseñarla), y la misma Biblia, o no le permite interpretar como interpreta o le recuerda que hay cosas que no las lee... Y el resultado es que el protestante nunca tiene paz ni sosiego espiritual.
Una de las doctrinas básicas de Lutero fue decir que basta la fe para salvarse, no hacen falta obras. Pero la Biblia le salió al paso. Dice la Biblia en la Carta de Santiago, Cap. 2, ver. 14: ”¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: ‘Tengo fe’, si no tiene obras?”. Y en el versículo 17: ”Y así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta.”. Y en el versículo 26: ”Porque así como el cuerpo sin el alma está muerto, así también la fe sin las obras está muerta.” ¿Qué hace Lutero al comprobar que la Biblia le contradice? Pásmense: dijo que ese Libro de la Biblia era una “carta de paja”. Ahí tiene el que creyó que dejaba la Iglesia, pero se llevaba la Biblia, despreciando la Biblia cuando le contradice.
El “reguero” de las interpretaciones
Pocos años habían pasado de la rebelión de Lutero, cuando él mismo decía en un escrito a Zuinglio, otro de los “reformadores”: ”Si el mundo dura mucho, se hará necesario, dada las diversas interpretaciones de la Biblia que ahora existen, para preservar la unidad de la fe, recurrir como refugio a Concilios y decretos.” En 1525, siete años después de su rebelión, decía: ”Este no admite el Bautismo, aquel niega la Eucaristía, otro pone un mundo entre éste y el juicio final, algunas enseñan que Cristo no es Dios, unos dicen una cosa, otros dicen otra, hay tantas opiniones como cabezas.” ¿Resultado de aquel “reguero” de interpretaciones? Lutero mismo, desilusionado, lo confiesa en estas palabras: ”¡Quién hubiera comenzado a predicar (la Reforma) si hubiera previsto que habían de seguirse tanta corrupción, escándalos, vicios, ingratitud y maldad!” Y abandonó la ciudad donde precisamente, lleno de soberbia, se había rebelado contra la Iglesia, diciendo que aquella ciudad se había convertido en una Sodoma (primer fruto de su reforma).
Del “reguero” de interpretaciones, al “reguero” de sectas
Como no podía ser menos, de aquel revolú de interpretaciones, salió un revolú de sectas. La universidad de Oxford (Inglaterra), escribió un libro hace unos años, en el que de Lutero a nuestros días, contabilizó 28.000 sectas conocidas; como muchas no han pasado del “barrio del pastor” tal o cual, y no fueron o no conocidas, súmele unos miles más, y tendrá el resultado de aquella desobediencia. Como ve, al que robó al banco, lo delató el “reguero” de tinta roja que salía de los billetes; la interpretación libre de la Biblia que pretendió Lutero, ha dejado un reguero de sectas y denominaciones. Pensando en ese “reguero”, muchos protestantes han dejado el protestantismo y han pedido entrar en la Iglesia Católica – Dulce Hogar – dicen al entrar. _________________ "... Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo." Mt 28,20 |
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