El miedo

[Montse*]

¿Alguna vez has tenido miedo de verdad?

El miedo es de inteligentes y prudentes, porque los que van muy confiados algún día caerán en la trampa. Hay que tener confianza en Dios e ir al tanto con las cosas de la vida.

A veces el miedo te lleva al respeto, y eso te ayuda a marcarte los límites...

Otras veces el miedo puede anular completamente a uno mismo y eso no es bueno...

Otras veces el miedo ayuda a ponernos en marcha y actuar...

¿Tú de qué tienes miedo?

Yo le tengo miedo al infierno. Por eso intento ser cada día mejor. Cuesta mucho ser perfecto...uff...suerte que existe el sacramento de la confesión para volver a empezar y que con los sacrificios, mortificaciones e indulgencias plenarias se puede purificar el alma.
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Montse*

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[Mariana]

Yo tengo temor de Dios, tengo miedo de ofenderle, de ofender a mis hermanos, y trato de no equivocarme mucho, uds. saben, uno trata de hacer las cosas bien, pero aun con buenas intenciones uno puede patinar un poco.

Tengo miedo de no poder llegar a amar a Dios de manera suficiente, por eso le pido siempre un día más para aprender de él. Tengo miedo por toda aquella gente de buen corazón que anda perdida por no haber encontrado a Dios.

También le tengo miedo a la oscuridad y vértigo a las alturas.


Saludos
Mariana
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"In Cordibus Jesu Et Mariae"

[anamaria5]

Yo en lo personal encunetro una distinción entre Miedo y Temor (aunque no se si en el diccionario estrictamente hablando son sinónimos, me refiero a que, dentro de mí, son emociones distintas).

Así los veo yo:

El miedo es una emoción que te paraliza, te hace recapitular (a veces en segundos).

Hay miedos "racionales" y miedos "instintivos". Por ejemplo, un miedo instintivo es el que te provocaría entrar de noche a un callejón oscuro, donde sabes que a veces a asaltan a la gente. O el que sentirías si, paseando por la calle, de pronto comenzara a temblar o estallara algo.

Esos miedos instintivos nos ayudan a "sobrevivir" y son parte de nuestra naturaleza.

Pero los miedos racionales son dañinos pues los fabricamos en nuestra mente. Por ejemplo, cuando en la víspera de un examen se te va el sueño y comienzas a pensar: "y si el examen es muy dificil? y si no llego a tiempo? y si no paso?". Ese tipo de miedos que fabricamos en la cabeza son los que nos hacen daño y no son parte de nuestra naturaleza.

Y por otro lado está el Temor. Para mí el Temor es como un viento fuerte que sopla contra corriente cuando tú intentas llegar a un lugar. Pienso, por ejemplo, en el Temor de Dios. Hay que tener Temor de Dios, es decir, sentir ese viento fuerte que sopla contra corriente y nos provoca ese Temor de no poder alcanzar a Dios. Y ese Temor de Dios es el que te hace seguir adelante con todas las fuerzas aun cuando se te enfrenten los vientos más huracanados.

<<No es bastante!!! es lo que le dice Dios al desdichado ser humano todas las noches.

Pero ya no puedo más!!! Lloriquea el hombre.

Aun puedes!!! Responde Dios.

Me romperé en pedazos!!! Lloriquea el hombre.

Pues rómpete!!! Le responde Dios.>>

El Pobre de Asis, pag 108.
Por N. Kazantzakis

[Profesora]

[CarlosR26†]

Yo le tengo miedo a todo...
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Amar es decir al otro: "Tu no moriras"

[CarlosR26†]

Pero con Dios a nada...


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Amar es decir al otro: "Tu no moriras"

[María Esther]

Apreciada en Cristo, Montse*:

Dudé un poco antes de responder al tema que abriste pero últimamente he meditado, de una manera más madura, acerca del miedo.

Durante años viví una horrible noche oscura. Incluso me sometí a un detallado examen psicológico y neurológico para buscar una respuesta: mi vida estaba envuelta de tinieblas a tal punto que tenía miedo de tener miedo!!! Pensaba que algo no andaba bien con mi cerebro y que, probablemente se trataba de alusinaciones visuales y auditivas... pero me aterré cuendo leí el resultado de la evaluación médica: "paciente sana mentalmente".

Pero ese miedo me impulsó a buscar refugio en el Único que me podía ayudar: Dios.

Cuando estaba cursando el primer semestre de psicología comencé a paganizarme. Luego me interesé por el ocultismo más elevado rechazando las formas más bajas de esoterismo: la Nueva Era. Podrán darse, entonces, una idea de mis verdaderos intereses. Poco después de mi intento de apostasía fenómenos extraños comenzaron a ocurrir en mi casa: al principio fui víctima de una serie de "robos" sistemáticos: mi ropa interior aparecía rota o, simplemente, desaparecía de los cajones. Intenté culpar a alguien pero era improbable que mis hermanos o mi abuelita estuvieran haciendo tales daños y no teníamos servicio doméstico. Poco a poco la atmósfera se tornó caótica: peleas, conflictos sin causa aparente, extraños murmullos y, finalmente, la ruptura de todas las camándulas que llegaban a mis manos. No importaba el material del que estuvieran construidas, simplemente eran destrozadas por manos invisibles.

Siete años duraron tales fenómenos y yo, mientras tanto, me oscurecía poco a poco. La luz del sol, la lluvia, una noche llena de estrellas o una suave brisa eran, simplemente, vacíos fenómenos atmosféricos. Algo, muy dentro de mi me atraía a la Iglesia y en ocasiones me sorprendía desgranando Avemarías. Asistía a Misa pero no me confesaba para evitar las terribles tentaciones que me asaltaban un instante después de recuperar la Gracia perdida. Sentía terribles deseos de Comulgar pero no lograba ningún tipo de paz espiritual.

El miedo, como lo podrán imaginar, se había convertido en mi compañero inseparable. Me acostaba temprano y les rogaba a mis hermanos que me acompañaran. Pero tan pronto lograba conciliar el sueño un algo espantoso amenazaba con devorarme. Me aferraba a los rosarios sin lograr rezar uno sólo completo, sabiendo que, en la mañana, aparecerían completamente destrozados. Entonces cometí un gravísimo error: fui donde una santera...

Las cosas empeoraron y mi familia, hasta el momento convencida de mi total pérdida de la razón, comenzó a verse afectada por fenómenos similares. Mi mamá rezó entonces con más ahinco y sucedió algo inesperado: fui a Misa y me confesé. Estando arrodillada frente al sacerdote y a punto de recibir la esperada absolución, vi cómo se descorría la cortinilla: era un curita anciano pero en sus ojos había mucha autoridad. Sacó su mano y tomando la Estola oprimió mi cabeza reprimiendo a un "espíritu inmundo". El frío corrió por mi espalda pero, lejos de sentir miedo, experimenté un profundo alivio. Me pidió que lo visitara al día siguiente: se trataba del nuevo Párroco.

Asistí a la cita con el Padre y le conté lo que estaba ocurriendo. Sin la menor muestra de sorpresa me prometió ir a mi casa para hacer una bendición de liberación pero antes yo debía tomar una decisión: estaba con Dios o contra Dios. No lo dudé ni por un instante; deseaba que el miedo me abandonara para siempre y respondí: "Con Dios, Padre...para siempre con Él".

El lunes de Pascua de 1994 el sacerdote hizo las oraciones prometidas en mi casa y los fenómenos cesaron definitivamente.

El miedo me acercó a Dios. Ahora es sólo un recuerdo pero meditar en la terrible noche que viví me ayuda a aferrarme en la Luz de Dios. Ya no le temo a la oscuridad pues en mi corazón habita Dios, Uno y Trino. Tengo a mi lado un Ángel Guardián que me protege amorosamente, a mi Madre Santísima que me ama con la mayor ternura y solicitud posibles. A veces, debo admitirlo, un murmullo inquietante me despierta, especialmente cuando estoy siendo especialmente piadosa o cuando he tenido que obedecer a un pedido especial de mi Director Espiritual que sabe probar mi obediencia, pero ya no temo porque he conocido, en carne propia, el inmenso poder de Dios en Su Iglesia.

[Montse*]

[Montse*]

[Montse*]

[Montse*]

[Montse*]

María Esther, me ha encantado leer tu relato. La historia parece de novela y lo escribes muy bien, ¿eres escritora?.

Me alegro de que todo ya pasara, que el demonio te dejara en paz y que puedas sentir el gran amor de Dios.

El demonio quiso quedarse con tu alma, pero fuiste lista y supiste escoger lo mejor: estar con Dios. ¡Te felicito!!!

Sobre lo que dices de los murmullos, ¿has probado de tirarte agua bendita en la cama y en la habitación cada día?, también dicen que a parte va bien que un sacerdote bendiga la casa...

¡Un abrazo en Dios y con María!!
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Montse*

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[Profesora]

Maria Esther, creo que Montse tiene razón en cuanto al agua bendita, siempre conserva en tu casa una botella de esta agua y los Viernes primero de cada mes reza y riega con agua bendita tu casa para que la prescencia de Dios siempre este contigo.


QUE DIOS TE BENDIGA
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A JESUS POR MARIA.

[María Esther]

Apreciadas Montse* y Profesora:

Si, mantengo agua bendita en mi casa y también incienso bendito (mi casita ya huele a Iglesia ). Pero el asunto parece ser "personal". Desde hace algunos años vengo investigando seriamente algunos fenómenos religiosos que, a pesar de tener apariencia piadosa, han afectado y dividido familias y hasta comunidades parroquiales. Un buen Obispo ha aceptado esa investigación y la estoy llevando a cabo a pesar de algunos "sustitos". Estos sustos, por gracia de Dios, sólo me indican que voy por buen camino y, aunque se me eriza la piel y salgo corriendo, recobro la paz rápidamente.

Pienso que el Señor permitió la espantosa historia que les conté para prepararme pues, ciertamente, muchas de estas experiencias me han servido enormemente para la investigación. Espero, de antemano, que recen por mi, para que pueda llevar a feliz término un trabajo tan delicado como el que adelanto. Cuando obtenga permiso les cuento de qué se trata.

[Montse*]

Hecho María Esther, rezaré.

Ahora recuerdo que hay un libro muy bueno en que habla del tema de exorcismos hechos por un sacerdote elegido por el Santo Padre, y cuenta algunos casos y el porqué de ellos. Ya buscaré el título y te lo diré por si te interesa leerlo.

Un abrazo y que Dios te bendiga amiga.
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Montse*

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[Profesora]

Cuenta con mis oraciones María Esther.

DIOS TE BENDIGA
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A JESUS POR MARIA.

[Albert]

Hermana Montse:

Primero que todo, permiteme decirte que eres muy bonita. Por lo que preguntas, pues tengo miedo de lo que me espera, pero lo afronto con valentía. Le decía a tu madre que el miedo es una característica de los valientes. El valiente siempre vence los miedos por no significa que no los tenga. Dios te bendiga.
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Transfíge, dulcíssime Dómine Jesu
Albert González Villanueva, OFS

[Montse*]

María Esther ya sé el título del libro, es: "Habla un exorcista" de Gabriele Amorth. El autor es este sacerdote que trabaja para la Iglesia católica haciendo exorcismos.
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[Montse*]

[Bruno]

[Fernando Delgado Canabal]

Miedo a morir, miedo a perder a un ser querido, miedo a ir al infierno, miedo a tener una abducción y miedo a tener una experiencia paranormal.
Es muy interesante la historia que cuenta María Esther y curiosamente eso le ocurre a una tía ahora: Le roban dinero en la madrugada y escuchan risan de niños. Yo digo que son las maids pero quien sabe.
Lo que en tu caso pasó creo que se debe a que abriste una puerta y ya la cerraste. Esto suele hacerse cuando se introduce en el ocultismo, debemos tener cuidado con ello.
Considero también que el miedo en si es malo porque nos puede llevar a enloquecernos, así empieza la esquizofrenia y luego ya saben en el lío que se metieron. Cada vez que tengamos estos pensamiento invoquemos a Dios o a nuestra Madre, acuérdense de lo que le dijo a Juan Diego:

Por qué tienes miedo? Que no estoy aquí yo que soy tu madre.

Excelente alivio para todo tipo de miedo, no?

Saludos.

[María Esther]

Apreciados hermanos en Cristo:

Hace algunos años mi suegra invitó a un sacerdote para que hiciera una oración de liberación en su casa - por aquel entonces mi esposo, mis hijas y yo, vivíamos en su hogar pues la casa es enorme-. Ypo había oído habñar de este sacerdote y tenía mis dudas. Sin embargo asistí a la oración asumiendo una actitud de meticulosa observación.

Aunque vestía rigurosa sotana negra y se invistió con roquete y estola, me llamó la atención que en lugar del Ritual Romano sacara unas fotocopias con oraciones en latín. No es el momento para comentar todas las cosas anómalas que vi pero, fue tal mi impresión que, al día siguiente llamé a la Comunidad religiosa a la que decía pertenecer y a la Cancillería de la Arquidiócesis de Bogotá, encontrando que el sacerdote en cuestión se había retirado, años antes, de la Iglesia Católica para unirse a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X y que, actualmente, se autodenominaba "sacerdote católico independiente" o "misionero itinerante": muchas personas que lo conocen aseguran que, por este hecho, él no está obligado a obedecer a ningún obispo!!!

Pero, tal vez, lo que me impulsó a investigar el caso y a denunciarlo poco después, fue que mis hijas -que en aquel entonces contaban con cuatro y año y medio respectivamente- comensaron a tener crisis de miedo: ya no era posible dejarlas un minuto solas, dejaron de dormir en sus camitas y se levantaban aterrorizadas a media noche. La más chiquita me dijo que, sobre la casa, estaba "batman" y a con su medialengua me describió un ser con cuernos, alas y garras. Mi hija mayor hablaba de sombras que se paseaban de un cuarto al otro y yo volví a sentir ese frío tan odiosamente conocido.

Leí varios documentos de la Iglesia sobre el Sacerdocio y entendí que un sacerdote infiel no puede pedir la intercesión de la Iglesia en una oración de exorcismo que fue lo que realmente hizo aquel pobre presbítero.

Poco tiempo después, providencialmente, el Vicario de la Zona Pastoral autorizó que se celebraran una serie de Eucaristías los viernes en casa de mi suegra pues cerca se edificaría una nueva Parroquia y era deseo de la Iglesia Particular comenzar a crear comunidad parroquial. Y digo "providencialmente" porque nada tuvieron que ver estos fenómenos con la decisión del Vicario.

Con la celebración de la primera Misa mis hijas dejaron de temer y continuaron tan tranquilas como siempre.

De esta experiencia se pueden sacar varias enseñanzas pero la más importante se relaciona con la Obediencia debida a la Santa Iglesia Católica.

[Montse*]

[Montse*]

[Montse*]

[Bruno]

Hola Montse:

Me he quedado meditando sobre los miedos que ya no siento, pero tengo otros miedos que ahora siento: los espirituales.

Analizando bien, temo por mi alma mas que por mi cuerpo. A mi cuerpo le podran pasar muchas cosas pero al fin y al cabo la carne algun dia llegara a su fin.

En cambio mi alma no la siento, no se que le duela o que la pase, pero lo que si se, es que se puede perder, y definitivamente eso no lo quiero, quiero que disfrute de la presencia de Dios eternamaente.

Y tu Montse, ¿tienes miedos espirituales?
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* Misero Servidor de Cristo

+ Como la suave brisa de Verano, asi es el soplo del Espíritu Santo

[Fernando Delgado Canabal]

[Montse*]

[Bruno]

Te entiendo, eso me pasaba mucho en la adolescencia, el miedo me anulo muchisimas veces.

Cristo te da una valentia sobrenatural.

Completamente de acuerdo contigo.

Dios te bendiga tambien a ti, a tus hermanos, a tu padre y a tu hermosa madre.
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* Misero Servidor de Cristo

+ Como la suave brisa de Verano, asi es el soplo del Espíritu Santo

[-Lancelot-]

wow! Muy interesantes todos sus aportes!!!

Que es el miedo? Se trata de un esquema orgánico de supervivencia, percepción de un peligro.

Yo temo DEFRAUDAR primeramente a Mi Padre Dios y mi Salvador Jesucristo que derramó su sangre por mi. Y después a mis Padres.
Defraudar en el sentido de no ser agradecido y no poder honrarlos con hechos.
Lo que no tenemos que preder es el TEMOR DE DIOS.

PERO TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE!!!!!!

Bendiciones!
-Lancelot-
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Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, y así el mundo crea que tú me enviaste. (Jn 17,21)