Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - Que es el pecado Original?
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


Que es el pecado Original?

 
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Temas Controvertidos de la fe y la moral
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
Rosa M Ibáñez
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 3837
Ubicación: Nueva Jersey, USA

MensajePublicado: Jue Dic 01, 2005 3:45 am    Asunto: Que es el pecado Original?
Tema: Que es el pecado Original?
Responder citando

Como explicar el pecado original?
Como explicar que a pesar de que Adan y Eva fueron los que pecaron, toda la humanidad carga con el pecado original?
Exactamente que es el pecado original?

Gracias!
_________________
Rosa Eme

"Suéltame, que ha rayado el alba." Jacob respondió: "No te suelto hasta que no me hayas bendecido." ....
Jacob le preguntó: "Dime por favor tu nombre." - "¿ Para qué preguntas por mi nombre?" Y le bendijo
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email
Maellus haereticorum
Veterano


Registrado: 03 Oct 2005
Mensajes: 1775

MensajePublicado: Jue Dic 01, 2005 4:22 am    Asunto:
Tema: Que es el pecado Original?
Responder citando

Es la consecuencia del primer pecado de Adán y Eva, la mancha hereditaria con la que todos nacemos a causa de nuestro origen o descendencia de Adán. Decía San Agustín: "el pecado deliberado del primer hombre es la causa del pecado original" (De nupt. et concup., II, xxvi, 43). Aquí hablamos de la mancha hereditaria.

EL PECADO ORIGINAL EN LAS ESCRITURAS

El texto clásico es Rom. 5, 12 y siguientes. En la parte precedente el Apóstol habla de la justificación a través de Jesucristo, y para dar realce al hecho de que Él es el único salvador, establece un contraste entre la cabeza divina de la humanidad con la cabeza humana que causó su ruina. La cuestión del pecado original, por tanto, aparece como algo incidental. San Pablo supone que los fieles ya se han formado una idea de él a través de sus explicaciones orales y sólo lo menciona para hacerles entender el trabajo de la redención. Esto explica la brevedad de su desarrollo y la obscuridad de algunos versículos.

Para entender que es el Pecado Original, consideremos:

1. El pecado de Adán ha lesionado la raza humana por lo menos en el sentido de que ha introducido la muerte- "Así que como por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, así la muerte llegó a todo hombre". Se habla ahí de la muerte física. Ante todo, se debe presumir el sentido literal de la palabra mientras no haya una razón en contrario. Segundo, se alude en el texto a un pasaje del libro de la Sabiduría en el que, como se deduce del contexto, se trata de la muerte física. Sab. 2,24: "Por la envidia del diablo entró la muerte al mundo". Ver Gn. 2,17; 3, 19, y otro pasaje paralelo del mismo San Pablo, I Cor. 15, 21: "Por un hombre llegó la muerte y por un hombre llegó la resurrección de los muertos". Aquí sólo se puede tratar de la muerte física, opuesta a la resurrección corporal, sujeto de todo el capítulo.

2. Por su falta, Adán nos transmitió no sólo la muerte sino el pecado- "porque así como por la desobediencia de uno muchos [i.e. todos los] hombres fueron hechos pecadores" (Rom. 5,19). No solamente es la transmisión de la muerte física. En el versículo 21, correspondiente al 19, vemos que a través de un solo hombre dos cosas les han acontecido a todos los hombres: el pecado y la muerte. Una es consecuencia de la otra y, por tanto, no son idénticas entre si.

3. Como Adán transmite la muerte a sus descendientes, al engendrarlos mortales, también por generación les transmite el pecado. El Apóstol presenta ambos efectos como producidos simultáneamente y por la misma causa. Los mismos fieles, cuando pecan, no pecan a consecuencia del mal ejemplo de Adán; a fortiori los no creyentes, totalmente ignorantes de la historia del primer hombre. Y sin embargo todos los hombres, bajo la influencia de Adán, somos pecadores y condenados (Rom. 5, 18-19). La influencia de Adán no puede ser, por tanto, la del ejemplo que imitamos en él (San Agustín, "Contra Julian", VI, xxiv, 75)

NATURALEZA DEL PECADO ORIGINAL

El pecado original es la privación de la gracia santificante como consecuencia del pecado de Adán. Esta solución, que es la de Santo Tomás, se remonta a San Anselmo e incluso a las tradiciones de la Iglesia primitiva, como se desprende de las declaraciones del Segundo Concilio de Orange (529 D.C.): un hombre ha transmitido a toda la humanidad no sólo la muerte corporal, castigo del pecado, sino el pecado mismo, que es la muerte del alma [Denz. N. 175 (145)]. Así como la muerte es la privación del principio de la vida, la muerte del alma es la privación de la gracia santificante que, según todos los teólogos, es el principio de la vida sobrenatural. De ese modo si el pecado original es "la muerte del alma", también es la privación de la gracia santificante.

El Concilio de Trento, aunque no impuso esta solución obligatoriamente con una definición, sí la vio favorablemente y autorizó su uso. Se describe el pecado original no solamente como la muerte del alma (Ses. V., can. II), sino también como "privación de la justicia, contraida por cada niño al momento de su concepción" (Ses. VI., cap. III). Claro que el Concilio llama "justicia" a lo que nosotros llamamos gracia santificante (Ses. VI), y así como cada niño debería tener su propia justicia personal, así ahora, luego de la caída, sufre su propia privación de justicia.

Podemos añadir otro argumento, basado en el principio ya citado de San Agustín, "el pecado deliberado del primer hombre es la causa del pecado original". Este principio es desarrollado posteriormente por San Anselmo: "el pecado de Adán fue una cosa pero el pecado de los niños al nacer es algo distinto; el primero fue la causa, el segundo es el efecto" (De conceptu virginali, XXVI). El pecado original en un niño es distinto de la falta de Adán; es uno de sus efectos. Pero ¿cuál de todos los efectos es? Debemos examinar varios efectos del pecado de Adán y rechazar aquellos que no pueden ser el pecado original.

1. Muerte y sufrimiento- Estos son puramente males físicos y no pueden ser llamados pecado. San Pablo, y luego de él los concilios, ven la muerte y el pecado original como dos cosas distintas transmitidas por Adán.

2. Concupiscencia- Esta rebelión del apetito inferior, transmitida de Adán a nosotros, es una ocasión de pecado y en ese sentido se acerca al mal moral. Sin embargo, la ocasión de pecado no es necesariamente un pecado y aunque el pecado original queda borrado por el bautismo, la concupiscencia permanece en la persona bautizada. Por ello el pecado original y la concupiscencia no pueden ser la misma cosa, como sostuvieron los primeros protestantes. (Concilio de Trento, Ses. V., can. V).

3. La ausencia de la gracia santificante en los niños recién nacidos es también efecto del primer pecado, ya que Adán, habiendo recibido de Dios la santidad y la justicia, no sólo la perdió para él, sino para nosotros (Concilio de Trento, Ses. V., can. II). Y si lo perdió para nosotros, quiere decir que deberíamos haberlo recibido de él al nacer, junto con las otra prerrogativas de nuestra raza. La ausencia de la gracia santificante en los niños es una privación real; es la carencia de algo que, según el plan divino, debería estar en el niño. Si ese don no es algo simplemente físico, sino algo del orden moral, la santidad, su privación podría ser llamada pecado. Y la gracia santificante es santidad y así es llamada por el Concilio de Trento, pues la santidad consiste en la unidad con Dios y la gracia nos une íntimamente con Dios. La bondad moral consiste en que nuestra acción es congruente con la ley moral, pero la gracia es deificación, como dicen los Padres, una conformidad perfecta con Dios quien es la regla primaria de toda moralidad. La gracia santificante, por tanto, pertenece al orden moral no como un acto pasajero sino como una tendencia permanente que existe aun cuando el sujeto que la posee no realice acto alguno. Es una vuelta hacia Dios, conversio ad Deum. Consecuentemente, la privación de esa gracia, aún sin que se dé ningún otro acto, constituye una mancha, una deformidad moral, un volverse lejos de Dios, aversio a Deo, y tal carácter no se encuentra en ningún otro de los efectos del pecado de Adán. Esta privación, entonces, es la mancha hereditaria.
_________________
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Rosa M Ibáñez
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 3837
Ubicación: Nueva Jersey, USA

MensajePublicado: Jue Dic 01, 2005 4:51 pm    Asunto:
Tema: Que es el pecado Original?
Responder citando

Hola a todos y gracias por sus contribuciones!

Padre March, yo sigo con el dialogo con musulmanes y la cuestion del pecado original salio a relucir. El problema es que ellos consideran que el cristianismo cree en un Dios injusto debido a que el pecado original fue cometido por Adan y Eva pero toda la humanidad tiene que cargar con el, con lo cual Dios seria injusto debido a que "condeno" a toda la humanidad por el pecado de un solo hombre y una sola mujer.

Pero usted dice que no sabe que es el pecado original??? Shocked Y que la Congregacion para la Doctrina de la Fe tampoco lo sabe?? Shocked Pues esta si que es dificil entonces! Laughing

Bendiciones y cualquier ayuda adicional sera bienvenida. Gracias a todos.
_________________
Rosa Eme

"Suéltame, que ha rayado el alba." Jacob respondió: "No te suelto hasta que no me hayas bendecido." ....
Jacob le preguntó: "Dime por favor tu nombre." - "¿ Para qué preguntas por mi nombre?" Y le bendijo
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email
Maellus haereticorum
Veterano


Registrado: 03 Oct 2005
Mensajes: 1775

MensajePublicado: Jue Dic 01, 2005 5:20 pm    Asunto:
Tema: Que es el pecado Original?
Responder citando

Cita:
El problema es que ellos consideran que el cristianismo cree en un Dios injusto debido a que el pecado original fue cometido por Adan y Eva pero toda la humanidad tiene que cargar con el, con lo cual Dios seria injusto debido a que "condeno" a toda la humanidad por el pecado de un solo hombre y una sola mujer.


Las objeciones de los musulmanes generalmente tienen su origen en un concepto falso de nuestro dogma. Lo que atacan es o la transmisión del pecado o la idea de una falta cometida por el primer hombre en contra de su misma raza, la decadencia de la raza humana.


Una objeción que has citado dice que es injusto que a causa del pecado de un hombre se haya originado la decadencia de toda la humanidad.

De acuerdo a la teología católica, el hombre no ha perdido sus facultades naturales. Por su pecado, Adán únicamente fue privado de los dones divinos a los que su naturaleza no tenía derecho en sentido estricto: el dominio total de sus pasiones, la exención de la muerte, la gracia santificante y la visión de Dios en la vida futura. El Creador, cuyos dones no son debidos a la humanidad, tenía perfecto derecho de otorgarlos en las condiciones en que quisiera y hacer depender su conservación de la fidelidad del jefe de la familia.

Un príncipe puede conferir honores hereditarios bajo la condición de que quien los recibe se mantenga fiel y de que, en caso de rebelarse, se le despojará de tal dignidad, y en consecuencia, también a sus descendientes.

En el caso de los niños que mueren teniendo en sus almas exclusivamente el pecado original, fuera de la privación de la vista de Dios, la doctrina de la Iglesia no reconoce para ellos castigos sensibles en la vida futura [Denz. N. 1526 (1389)]

El pecado original no es un acto sino, como ya se explicó, un estado, una privación permanente, y esto puede ser voluntario indirectamente- tal como un ebrio está privado de razón e incapaz de usar su libertad, sin embargo está en ese estado por su libre voluntad y por ello su ebriedad, su falta de razón, son voluntarias y le son imputables.

Pero ¿cómo se puede considerar el pecado original como algo voluntario, aún indirectamente, en un niño que nunca ha utilizado su libre albedrío personal?

Toda la religión cristiana, dice San Agustín, puede resumirse en la intervención de dos hombres, uno que nos arruinó y otro que nos salvó (De pecc. orig. XXIV). Se debe buscar la solución correcta en la voluntad libre de Adán y su pecado, y tal voluntad libre era nuestra: "todos estabamos en Adán", dice San Ambrosio, citado por San Agustín (Opus imperf. IV, civ). San Basilio nos atribuye la acción del primer hombre: "Puesto que nosotros no ayunamos (cuando Adán comió de la fruta prohibida) hemos sido expulsados del paraíso" (Hom. I de jejun., IV). Más antiguo aún es el testimonio de San Ireneo: "Nosotros ofendemos a Dios en la persona del primer Adán al desobedecer su precepto". (Haeres., V, xvi,3).

De ese modo explica Santo Tomás la unidad moral de nuestra voluntad con la voluntad de Adán. "Un individuo puede ser considerado o como individuo o como parte de un todo, como un miembro de una sociedad. Considerada de esta segunda manera, una acción puede ser propia aunque no la haya realizado uno mismo, ni por su propia voluntad, sino en el resto de la sociedad o en su cabeza, si se piensa que una nación hace algo cuando su príncipe lo hace. Esto se debe a que una sociedad se considera como una sola persona de la que los individuos son miembros diferentes (San Pablo, I Cor., XII). La multitud de hombres que reciben su naturaleza de Adán se puede considerar como una sola comunidad o un solo cuerpo... Si el hombre, que debe a Adán su privación de la justicia original, es considerado una persona privada, tal privación no es su "pecado" puesto que el pecado es esencialmente algo voluntario. Sin embargo, si lo consideramos miembro de la familia de Adán, como si todos los hombres fueran uno solo, entonces su privación participa de la naturaleza de pecado a causa de su origen voluntario, pues tal fue el pecado de Adán" (De Malo, IV, l). Es esta ley de solidaridad, admitida por el sentimiento común, la que atribuye a los infantes parte de la vergüenza resultante del crimen de los padres. No es un crimen personal, objetan los pelagianos. "No", respondió San Agustín, "pero sí es un crimen paternal" (Op. Imperf., I, cxlvii). Siendo yo una persona distinta, estrictamente no soy responsable de los crímenes de otra persona; su acto no es mío. Sin embargo, siendo yo miembro de la familia humana, se considera que actúo a una con el cabeza de esa familia, quien la representa en lo tocante a la conservación o pérdida de la gracia. Soy, en ese sentido, responsable de mi privación de la gracia, aceptando mi responsabilidad en el sentido más amplio de la palabra. Esto, empero, es suficiente para hacer de mi estado de privación de la gracia algo hasta cierto punto voluntario y, por ende, "sin caer en el absurdo, se puede decir que es voluntario" (San Agustín, "Retract.", I,xiii).

De ese modo se responden entonces las principales dificultades de los no creyentes respecto a la transmisión del pecado. "El libre albedrío es esencialmente incomunicable." Físicamente, sí; moralmente, no. La voluntad del padre es como si fuera la de sus hijos. "Es injusto hacernos responsables de un pecado cometido antes de nuestro nacimiento." Eso es cierto si se trata de una responsabilidad en sentido estricto; si se trata del sentido amplio de la palabra, no. El crimen cometido por el padre marca con la vergüenza a los hijos aún no nacidos, y les hace cargar una parte de la responsabilidad del padre. "Su dogma nos hace estrictamente responsables de la falta de Adán." Ello constituye una concepción errónea de nuestra doctrina. Nuestro dogma no atribuye a los hijos de Adán ninguna responsabilidad propiamente dicha por el acto de su padre, ni dice que el pecado original es voluntario en el sentido estricto de la palabra. Es verdad que, considerado como una "deformidad moral", una "separación de Dios", "la muerte del alma", el pecado original es un pecado real que priva al alma de la gracia santificante. Es tan pecado como lo es el pecado habitual, que es el estado en el que queda colocado un adulto a causa de una falta grave y personal, la "mancha" que Santo Tomás define como "privación de la gracia" (I-II:109:7; III:87:2, ad 3), y es precisamente desde ese punto de vista que el bautismo, al poner fin a la privación de la gracia, "borra todo aquello que constituye un pecado real y propiamente dicho", ya que la concupiscencia que permanece "no es un pecado real y propiamente dicho", aunque su transmisión es igualmente voluntaria (Concilio de Trento, Ses. V, can. V).

Considerado precisamente como voluntario, el pecado original es únicamente la sombra de un pecado propiamente dicho. Según Santo Tomás, (In Sent., dist. XXV, q. I, a. 2, ad 2um), no se le llama pecado en el mismo sentido, sino sólo en sentido análogo.
_________________
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Rosa M Ibáñez
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 3837
Ubicación: Nueva Jersey, USA

MensajePublicado: Jue Dic 01, 2005 10:12 pm    Asunto:
Tema: Que es el pecado Original?
Responder citando

Gracias Maellus!

Subiendo un poc el tema (a ver si mas gente quiere participar!).... Very Happy
_________________
Rosa Eme

"Suéltame, que ha rayado el alba." Jacob respondió: "No te suelto hasta que no me hayas bendecido." ....
Jacob le preguntó: "Dime por favor tu nombre." - "¿ Para qué preguntas por mi nombre?" Y le bendijo
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Temas Controvertidos de la fe y la moral Todas las horas son GMT
Página 1 de 1

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados