Por qué en cada iglesia rige un Ordo diferente?

[juanmaria]

Queridos hermanos este es un tema que me preocupa mucho, porque cada vez que concurro a una iglesia diferente pareciera que ahi rige un propio ordo, seria como si la liturgia estuviera a dispocision del sacerdote que celebra o de la imaginacion de este. Por qué en cada parroquia rigen un ordo diferente? Teniendo en cuenta que el art. 22, &3, de la constitución Conciliar, dice que nadie, ni siquiera un sacerdote, puede de su propia autoridad agregar, saltear o alterar nada.
El otro dia lei algo de un cardenal que creo que puede ser una respuesta a mi duda:
Las violaciones durante todo el proceso de la Misa que están levantándose más y más contra este edicto del Concilio, están siendo la causa de un desorden resonante, que el viejo Ordo Latino, con su tan lamentada rigidez, impidió tan exitosamente. El nuevo garante del orden contribuye así al desorden, y uno no puede, entonces, sorprenderse cuando una y otra vez descubre que en cada parroquia parece regir un Ordo diferente
No se que opinan ustedes pero yo sufro cada vez que veo a un sacerdote celebrar con su propio Ordo, me parece que creen que la liturgia es para ellos y no para Dios, espero que me den sus opiniones, un abrazo grande en Cristo.[/b]
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"Primum, propter quod in unum estis congregati ut unianimes habitetis in domo et sit vobis anima una et cor unum in Deum"(REGULA AD SERVOS DEI)

[juanmaria]

Confio mucho en nuestro querido papa que va a ayudar mucho en todo esto!!!
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"Primum, propter quod in unum estis congregati ut unianimes habitetis in domo et sit vobis anima una et cor unum in Deum"(REGULA AD SERVOS DEI)

[Esther Filomena]

[Carlos Rodríguez Fuertes]

En la misa lo único que debería cambiar según el sacerdote que la oficiara sería la homilía. Pero el Novus Ordo ya empezó permitiendo fórmulas múltiples, a la libre elección del sacerdote, en algunas partes del ordinario de la misa (la parte fija), incluso en algo tan fundamental como el Canon, hasta el punto de que existen varias fórmulas para la Consagración. No sé cómo acabará la cosa. Espero que S.S. Benedicto XVI, además de liberalizar la misa tridentina, como ha anunciado, ponga coto a tantos desmanes que se dan cada vez más en la misa reformada de 1.969, la misa nueva.

Con la misa nueva da la impresión de que hace falta atraer a la gente, como si la misa fuese algo dirigido a los hombres, o, peor aún, como si fuese un espectáculo, cuando la misa debe ser algo dirigido a Dios, ya que es la aplicación incruenta del sacrificio de Cristo en la Cruz ofrecido a Dios Padre. Cuando se tiene la idea correcta de lo que es la misa, sea ésta antigua o nueva, no hace falta añadir nada ni crear “espectáculo”, pero cuando no se tiene una idea clara de lo que es la misa, la imaginación del sacerdote se puede desbordar, creyendo que su “actuación” se dirige a los fieles, a lo cual ha contribuido el hecho, no tan trivial como podría parecer, de haber movido los altares para que los sacerdotes puedan celebrar la misa mirando a la feligresía. No es que antes los sacerdotes diesen la espalda a los fieles, sino que todos juntos, empezando por el sacerdote, se dirigían a Dios, con el altar mirando al Oriente, donde sale el Sol.

Pero con tantas extravagancias no se consigue atraer a casi nadie. Tampoco se ha evitado que se hayan ido vaciando las iglesias en los últimos tiempos. Lo único que se ha conseguido es dejar a los fieles cada vez más confusos, cuando no irritados ante los abusos de mayor envergadura.

A mí personalmente, el reciente “descubrimiento” de la misa de San Pío V en mi ciudad, Madrid, me ha abierto mucho los ojos sobre este asunto y me ha cambiado profundamente la forma de ver la misa, todo lo cual ha ido en gran provecho de mi vida espiritual. A los que podáis, os recomiendo esta misa. Acaba “enganchando”, en el mejor sentido de la palabra, por supuesto. Empecé yendo a ella algún domingo aislado, pero poco a poco fui yendo más hasta que, definitivamente, acabo de empezar a ir siempre. La diferencia con la misa nueva es abismal en todos los órdenes, comenzando por lo más importante, el verdadero significado de la misa.

[juanmaria]