Nacimiento de la Virgen Maria.

[Jose Bruno]

Nacimiento de la Virgen Maria, visto por Ana Caterina de Emmerich.

Ana Caterina en sus visiones comento que conocía y se le mostraron todos los pormenores de la vida de Jesús y Maria.

Respecto a los primeros años de Maria comento entre otros;

“Ana” la Madre de la Virgen Maria le comento que había tenido ya varios hijos, pero que conocía que el verdadero retoño no había nacido todavía, Santa Ana había recibido la promesa según la cual el Mesías había de nacer de su descendencia; por lo cual rogaba a Dios con oraciones, ayunos y diversos sacrificios, para que Dios le diera la gracia que le había prometido.
Dieciocho años pasaron sin tener mas hijos, muy dolida, creía que por sus pecados no se cumplía la promesa.
Su esposo Joaquín fue al templo de Jerusalén para presentar algún don como sacrificio expiatorio, pero fue expulsado del mismo, hicieron oraciones muy apenadas y Joaquín en sueños recibió la confirmación de que su esposa daría a luz, Ana recibió nueva mente la promesa, y en tiempo señalado dio a luz una niña por nombre Maria.
Ana y Joaquín supieron que ella es un don Puro del Señor, y decidieron llevarla al templo y consagrarla a su santo servicio.
La llevaron al templo cuando solo tenia tres años, vestida de azul celeste, y ella sola subió las altas gradas del templo con gran presteza y agilidad y de esta manera entro con sus padres en el templo, al despedirse de ellos no mostró ni miedo ni tristeza, sino que se puso tranquila y confiada en manos de los sacerdotes.
En el templo fue instruida en todas las cosas que debía trabajar. Cuando cumplió los 14 años escribieron a sus padres para que vinieran a por la niña, pues según las leyes no se podía permanecer en él de esta edad en adelante. De muy buen grado se hubiera quedado en estado de doncella; pero esto no era permitido. Sus padres no sabían como hallar un esposo digno a tan soberana niña; y acudieron al templo para consultar sobre este punto al Señor. Dispuso se, pues que los jóvenes que aspirasen a su mano, llevasen su vara al Sanctasanctórum, pero estos quedaron sin cambiarse. Como se hubiese ordenado con tal intento nuevos sacrificios y oraciones, oyese una voz que decía, que allí faltaba la vara de un joven. Y después de haberse inquirido acerca de esto, diese con José, de noble familia, quien por su sencillez y por su estado de célibe era menospreciado de los suyos. Habiendo llevado este su vara al Sanctasanctórum, y a la mañana siguiente viese que había florecido y que en el extremo superior tenia una azucena.
Luego que Maria le dijo que tenía hecho voto de perpetua virginidad, alegrase José mucho. Maria no dejaba de pensar constantemente en el Salvador prometido; pero en su humildad solo pedía a Dios que le hiciera sierva de aquella a quien El hubiese escogido para Madre del Mesías; por lo cual concibió gran temor cuando el ángel le anuncio su excelsa maternidad. De todas sus apariciones y del mensaje del ángel nada dijo a su esposo.

[altxor]

Yo tengo entendido, que según diferentes fuentes judías José era viudo
Por eso, cuando en el NT se habla de hermanos y hemanas de Jesús, se trata en realidad de hermanastros.
Si queréis puedo daros los historiadores bíblicos que han confirmado esto, y también los Exégetas que lo explican.
Un saludo en Cristo
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M.carmen. www.mcarmenfaura.blogspot.com
http://fauramcarmen.blogspot.com/

[Simón Alemán]

Te invito a revisar el Protoevangelio de la Infancia.
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La medida del amor es amar sin medida.(San Agustín)

[Jose Bruno]

LA SANTISIMA VIRGEN MARIA.


En las revelaciones de la bienaventurada Ana Caterina Emmerich, se nos comunica y vemos los misterios de la vida de la Santísima Virgen Maria, Madre de Dios, su admirable participación en la obra de nuestra redención y en la fundación de la Iglesia, su muerte y su gloriosa Asunción, aquí solo traeremos algunos lugares a los que Ana Caterina se refirió, y que son muy a propósito para inspirar gran confianza, amor filial y profundo respeto a la que es llamada por la Iglesia Madre de la divina gracia, causa de nuestra salud, Auxilio de los cristianos y Refugio de los pecadores, a las que mil y mil lenguas invocan y saludan constantemente como a Reina, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.


Es mostrada a los ángeles la restauración del género humano decaído y la creación de la Madre del Salvador.


<<Vi una admirable visión: como Dios mostró a los ángeles después de la caída del hombre, que quería restaurar al género humano. Vi el trono de Dios la Santísima Trinidad y al mismo tiempo un movimiento en su triplicidad. Vi los nueve coros de ángeles, a los cuales Dios anunciaba que quería restaurar a la humanidad decaída. Vi que los ángeles se alegraron entonces con júbilo indecible. Vi aparecer ante el trono de Dios una montaña como de piedras preciosas, que crecía y se extendía. Esta montaña tenia escalones y era semejante a un trono. Después tomo la forma de una torre, que contenía todos los tesoros espirituales, los dones de la gracia.
Los nueve coros de los ángeles la rodeaban.
<<Vi aparecer en el cielo una forma semejante a una virgen, que se traspaso a la torre y en cierto modo se fundió con ella. Esta forma no era la Santísima Virgen en el tiempo, sino en la eternidad, en Dios. Vi formada su aparición ante la Santísima Trinidad, como el aliento toma forma al salir de la boca, como una nubecilla.- Vi también salir de la Santísima Trinidad una aparición hacia la torre. En este momento de la visión vi surgir entre los coros de los ángeles un vaso de lo que hay de más santo. Todos los ángeles trabajaban a una en este vaso, que tenia la forma de una torre rodeada de toda suerte de símbolos. Al lado de él había dos figuras que se daban la mano detrás del mismo. Este vaso espiritual, nunca cesaba de crecer, era cada vez más rico y magnifico. Vi luego salir de Dios y atravesar los nueve coros de ángeles, algo semejante a una nubecilla santa y resplandeciente, que se hacia cada vez mas distinta a medida que se iba acercando a aquel vaso de santidad, en el cual entró por último.
<<Vi después que los ángeles preparaban un cáliz. Este cáliz tenía la misma forma que la copa de la santa cena; entro también en la torre donde había penetrado la Virgen.
<<Vi luego florecer una rama en medio de los coros de ángeles y a la derecha de la santa torre. Esta rama se convirtió en todo un árbol de figuras pequeñas de hombre y de mujer que se daban las manos, y terminaba en la aparición de un pesebre donde yacía un niño, Después vi aparecer una magnifica iglesia. En todas estas visiones había admirable relación y gradación. Toda la visión era indescriptiblemente rica y significativa.>>

[Jose Bruno]

Visiones de Ana Caterina de Emmerich.

EL Santo nombre de María.

<<Cuando Ana se durmió en su lecho después de haber orado mucho tiempo, vi descender del cielo sobre ella una brillante claridad, que tomó la forma de un mancebo resplandeciente. Era el ángel del Señor, que anunciaba que concebiría una hija Santa. Extendiendo la mano sobre ella trazo en el muro con grandes y vivísimos caracteres el nombre de María. El ángel desapareció disolviéndose en luz. Entre tanto. Ana estaba como en íntimo y regocijado sueño. Levantase medio dormida: oró con el corazón: luego volvió a acostarse sin saber claramente lo que hacia. Pero la media noche despertola un como alegre presentimiento, y vio con extrañeza y alegría lo que había sido escrito en la pared. Los caracteres eran rojos, dorados, resplandecientes y grandes, pero no muchos. Estuvo mirándolos con indecible alegría y compunción hasta que se desvanecieron con la luz del dia. Los vio con claridad, y su alegría fue tanta, que cuando se levanto, parecía rejuvenecida.
<<En el momento en que la luz del ángel juntamente con la gracia, vinieron sobre Ana, vi yo en su seno un resplandor y reconocí en ella a la madre escogida, al vaso esplendoroso de la gracia que estaba próxima. Lo que en ella advertí solo pude describirlo diciendo: Reconocí una madre, en la cual hay una cuna adornada, un lecho cubierto, un tabernáculo abierto, destinado a recibir y guardar un santuario. Vi que esta bendición por virtud divina estaba en Ana. No es posible expresar cuan admirables me parecieron todas estas cosas, pues reconocí en Ana la cuna de toda la humana salvación y al mismo tiempo el deposito de la Iglesia, ante el cual fue levantado el telón.>>

[arturus]

la tradicion dice que es el 8 de septiembre, 9 meses luego de la concepcion.
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Dí lo Negro, Haz lo Rojo. P. John Zuhlsdorf

[Jose Bruno]

Visiones de Ana Caterina de Emmerich


La víspera del nacimiento.

<<Durante una visión relativa a la Santísima Virgen, oí entre otras cosas estas palabras: “ El que hoy después del mediodía rezase con amor y devoción nueve Avemarías en honor de los nueve meses durante los cuales permaneció ella en el seno de su madre, y de su nacimiento, y continuase esta devoción por espacio de nueve días, dará a los ángeles todos los días un ramillete de nueve flores, que ella recibirá en el cielo y lo presentara a la Santísima Trinidad para obtener de este modo alguna gracia a favor del que se lo hubiese ofrecido”.>>

[Jose Bruno]

Visiones de Ana Caterina de Emmerich.

Descripción de la Santísima Virgen.

<<Entre todas las santas mujeres) se distinguía María por su indecible modestia, por su candor, sencillez, gravedad, mansedumbre y paz: es tan pura y se muestra tan superior sobre todo lo que hay a su lado, que sólo mira en ella la imagen de Dios en el hombre. No hay ningún ser que se pueda comparar con ella sino su divino Hijo. Su rostro excede al todas las mujeres que con ella había y al de todas las que siempre he visto, en inefable pureza, en inocencia, gravedad, sabiduría, paz y suave y devota afabilidad. Parece noble y distinguida y al mismo tiempo sencilla e inocente como un niño. Es muy grave y callada; a menudo esta triste, pero nunca muestra alteración ni severidad; las lágrimas se deslizan suavemente por su tranquilo rostro.
<<¡ Quien pudiera ver la hermosura, pureza y clara profundidad de María! Todo lo sabe; y sin embargo parece que no sabe cosa alguna determinada: que tanta es su infantil sencillez. Tiene los ojos bajos, pero cuando mira, su mirada penetra como un rayo, como la verdad, como una luz Inmaculada. La razón es porque es del todo inocente, esta llena de Dios y no hay en ella doblez. Nadie puede resistir su mirada.>>

[Jose Bruno]

Visiones de Ana Caterina de Emmerich.

María, Puerta nupcial

<< En un lección que Jesús dio a sus discípulos dijo el Señor entre otras cosas, que nadie entraría en su reino sino por un camino estrecho y por la puerta de los esposos. Este camino y esta puerta es María, y también la Iglesia, a la cual renacemos por el bautismo, pero esto no es para dicho. El Señor contrapone la entrada por la puerta nupcial a la entrada por la puerta lateral. Esta era una parábola semejante a la del buen pastor y del pastor mercenario (Juan X, I).
También allí decía que sólo por la puerta se hallaba la entrada. Las palabras que pronuncio Jesús en la cruz antes de morir, cuando llamó a María madre de Juan hijo de María, tienen un sentido oculto relativo a este renacimiento mediante la muerte de Jesús.>>

[Jose Bruno]

Hoy La Virgen de Lourdes, la Santísima Inmaculada Concepción.

Del libro las visiones de Ana Caterina de Emmerich.




El combate entre la Iglesia y la presencia de María.

Las siguientes visiones nos ofrecen una imagen del terrible combate que los enemigos de Dios sostienen en nuestros días contra la Iglesia de Cristo, Así como de la victoria como de para confusión de los impíos alcanzara sobre sus opresores la Inmaculada esposa de Jesús mediante la gracia de Dios y por la intercesión de la Inmaculada Virgen María.
Aquel combate es tan general, tan bien organizado y tan violento que la Iglesia habría de sucumbir si Jesucristo no hubiera puesto límites al poder infernal, diciendo: <<Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella>>.
Jesucristo, pues viene en auxilio de la Iglesia, la socorre por medio de su Santísima e Inmaculada Madre la Virgen María. Es cosa tan visible, en efecto que Dios quiera ayudar a la Iglesia y que de hecho la ayuda, sobre todo en nuestros días, por medio de la Santísima Virgen, y tan claramente ha manifestado este designio, que acerca de él no puede haber lugar a duda.
Después de haber luchado durante seis siglos por ver el glorioso día en que la Santísima e Inmaculada Concepción de María fue declarada dogma de fe; después de haberse afanado los reyes y los emperadores durante largos siglos por acelerar la venida de este día; después haber suspirado por él muchos santos y de haber ofrecido innumerables religiosos a Dios la vida y la sangre en testimonio de la verdad de este misterio, persuadidos de que la declaración dogmática de esta verdad había de servir de grande auxilio a la Iglesia, ha llegado por fin este dichoso día gracias a la infinita misericordia de Dios.
El Papa Pío IX, en 8 de diciembre de 1884, declaró <<en virtud de la autoridad que tiene de Jesucristo, para honor de la Santa e indivisible Trinidad, para honra y gloria de la Virgen Madre de Dios y para exaltación de la fe católica y propagación de la religión cristiana>>. Que la doctrina revelada por Dios, debe ser creída firme y constantemente por todos los fieles. (Bula ineffabilis de 8 de diciembre de 1884).
Al declarar el glorioso Pontífice Pió IX esta doctrina por dogma de fe, tenia <<cierta esperanza y confianza segura >>. De que la Virgen Santísima ayudaría a la Iglesia en otros tiempos tan turbados con tal que los hijos de la Iglesia oyeran la voz de su pastor supremo, y que hicieran dignos de su auxilio mediante su ardiente devoción y sus constante súplicas a la Inmaculada Virgen María.
<<Con rostro alegre>>. Dice Pió IX en la misma bula. <<Damos las más intimas y humildes gracias a nuestro Señor Jesucristo, y se las daremos siempre, porque nos ha concedido por su especial bondad, sin merecimientos de nuestra parte, tributar este honor, esta gloria y alabanza a su Santísima Madre. Tenemos la esperanza cierta y la más plena confianza de que la misma Santísima Virgen, que enteramente pura y sin mancha ha quebrantado la cabeza de la infernal serpiente, y ha traído la salud al mundo, Ella es la gloria de los profetas y de los apóstoles , honra de los mártires , corona y alegría de todos los santos, el más seguro refugio y el más fiel auxilio de todos los necesitados y la más poderosa mediadora e intercesora del mundo entero ante el trono de su divino Hijo, la más magnifica joya y mejor ornamento de la Iglesia, que como la más segura defensora disipa las herejías, libra a los pueblos y naciones cristianas de todo genero de calamidades y nosotros mismos de tantos peligros; que la Bienaventurada Virgen María, decimos hará por su poderosa mediación que nuestra santa Madre la Iglesia católica, vencidos todos los obstáculos, disipados todos los errores, prospere, florezca y reina más y más en todos los pueblos y en todos los lugares, de polo a polo, hasta los últimos limites de la tierra; hará que goce de paz, tranquilidad y libertad; que los pecadores obtengan el perdón de sus culpas, que los afligidos sean consolados, fortalecidos los débiles, socorridos los que se hallan en peligro, y que los que van errados, saliendo de las tinieblas del error, vuelvan al camino de la verdad y de la justicia, para que haya un solo rebaño y un solo pastor>>.
Animado de esta confianza, el glorioso Pontífice León XIII, de feliz memoria, desde el principio de su pontificado tan fecundo en bendiciones, ha exhortado repetidas veces a los hijos de la Iglesia católica a que invoquen con oración constante y fervorosa a la que es consuelo de los afligidos, auxilio de los cristianos, a la reina del santo rosario, para por su mediación recobre la Iglesia paz, tranquilidad y libertad. Ha ordenado el mismo Pontífice, que todos los sacerdotes del orbe católico de rodillas en las gradas del altar, después de la Santa Misa, acudan como siervos de la santa Iglesia, a la que es Madre de Aquel cuya Carne y Sangre han ofrecido y recibido, y que invoquen para sí en provecho de la Iglesia a la que es Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura y esperanza nuestra.
Todos estos hechos prueban irrefragablemente que Jesucristo quiere ayudar a su Iglesia por medio de su Inmaculada Madre; y estas pruebas son tanto más claras, cuanto que el mismo Jesucristo ha confirmado con maravillas y señales las palabras de su vicario en la tierra.
¿Quién no conoce los innumerables e inauditos milagros obrados durante muchos años por medio de la llamada Medalla milagrosa de la Santísima Virgen? ¿Quién no sabe que por la propagación de archicofradía del Santo e Inmaculado corazón de María se han convertido innumerables pecadores cuya conversión parecía imposible? ¿ Quien ignora las maravillas y milagros obrados por medio de Nuestra Señora de Lourdes en nuestros días, los cuales prueban claramente que el Dios Trino y Uno quiere ayudar a los desterrados hijos de Eva, mediante la intersección de la que fue llamada y es en verdad Hija escogida del Padre Celestial, Madre de Dios Hijo y Esposa del Espíritu Santo, Mansión de la Santísima Trinidad, Madre y mediadora de todas las gracias Divinas, Madre del perpetuo socorro, Madre todos los fieles, único refugio de los pecadores y nuestra más segura esperanza?
A ninguno de nuestros lectores sorprenderá, pues, que la bienaventurada Ana Catalina viese venir el auxilio de Allí de donde los pastores de la Iglesia y todos los fieles lo esperan en nuestros días; de la Purísima, Santísima e Inmaculada Virgen María, Madre de Dios; antes por el contrario el atento lector de esta Historia se sentirá movido a rogar al Señor, repitiendo las palabras del gran siervo de Dios, venerable Luís María Grignon de Monfort: <<Ut adveniat regnum tuum, adveniat regnum Mariae –Venga a nos el reino de María, para que nos venga el Reino de Dios>>

[Jose Bruno]

Visiones de Ana Caterina de Emmerich.

María, Reina de los apóstoles y Madre de todos los fieles

<<He visto (algunos días antes de la Ascensión del Señor) a los apóstoles y a veinte discípulos en el cenáculo, reunidos bajo una lámpara. Después de hacer oración, dividieron se en dos grupos. Juan habló a los apóstoles y Pedro a los discípulos. Hablaban de una manera misteriosa de la conducta de los fieles respecto a la Madre de Dios y de lo que ésta debía ser por ellos. Mientras duraba esta enseñanza, que me parece hallarse fundada en la predicación de Jesús, vi flotar sobre ellos la imagen de la Santísima Virgen con un manto resplandeciente extendido; y vi el cielo abierto sobre Ella y que la Santísima Trinidad le ceñía una corona. Conocí entonces que María es la verdadera cabeza de todos ellos y su templo y su circuito.
<< Vi (al dia siguiente) a María orar en su estancia. Comenzaba a clarear el dia, cuando vi a Jesús entrar a través de las puertas cerradas. Hablando largamente con Ella, le dijo que ayudara a los apóstoles, declarando lo que era Ella para ellos. Todo esto era muy espiritual y misterioso. El le dio poder sobre toda la Iglesia, y virtud y encargo de protegerla; y vi como si infundiese en ella su luz y penetrase en Ella. Esto no puedo expresarlo.
<<Antes de salir el Señor (el dia de la Ascensión de la casa del cenáculo con los apóstoles y discípulos, les mostró a la Santísima Virgen como centro y mediadora suya; Pedro y los demás se inclinaron ante Ella, y Ella los bendijo. En el mismo momento en que esto sucedía, vi a la Santísima Virgen que se ofrecía por un modo sobrenatural, envuelta en un amplio manto azul celeste, exaltada en un trono, y sobre Ella una corona. Lo cual era símbolo de la dignidad que me había sido mostrada. Ya la visto en otras visiones antes de realizarse importantes acontecimientos (como antes del bautismo el primero y segundo día de Pentecostés), bendecir a los apóstoles.>>
El octavo día después de Pentecostés, los apóstoles con muchos discípulos y gran número de fieles recién convertidos, salieron del templo y se dirigieron a Sión a la casa del cenáculo. <<Cuando la procesión llego al patio de la casa del cenáculo, los neófitos fueron colocados por los apóstoles enfrente de la casa. Pedro y Juan entraron dentro y condujeron a la Santísima Virgen a la puerta de la entrada. Estaba la Virgen vestida de fiesta: tenía un largo manto azul, cuya parte interior estaba bordada. Pedro hablo a los neófitos y les encomendó a María como Madre de todos ellos, presentándoselos sucesivamente en grupos como de unos veinte; Ella los bendecía y les hablaba algunas palabras mientras llegaban los demás. A todos les decía lo mismo.>>
Citaremos aquí todavía una visión consoladora, por la cual obtuvo Ana Catalina fortaleza después de muchos padecimientos; Hoy después del mediodía he llorado aún mucho, y una vez estreché fuertemente contra mi corazón a la Madre de Dios repitiendo esta invocación: “ Tú eres mi Madre, mi única Madre”: con lo cual recibí mucho consuelo.>>

[Jose Bruno]

Visiones de Ana Caterina de Emmerich.

María, Refugio de los pecadores

<<Vi a Jesús en un trono resplandeciente como el sol. Junto a El estaba María, José y Juan, y delante de El los pecadores arrepentidos, postrados de rodillas. Estos pedían a María, que intercediera por ellos; entonces vi que Ella es el verdadero refugio de los pecadores, y que todos los que acuden a Ella hallan gracia, con tal que tengan siquiera alguna fe.>>