40 dias para convertirse y descubrir el amor de Dios

[dionisio]

Benedicto XVI, nos exhorto en este Miercoles de Ceniza vivir la Cuaresma como un periodo privilegiado de conversion que nos permita experimentar que Dios es amor. Que el periodo cuaresmal que hoy emprendemos con el austero y sgnificativo rito de la imposicion de las Cenizas, sea para todos una renovada experiencia del amor misericordioso de Cristo, quien en la Cruz derramo su sangre por nosotros.
Desde los origenes de la Iglesia, toda la Cuaresma era un camino hacia este encuentro con Cristo, hacia la inmersion en Cristo y la renovacion de la vida. La cuaresma es una oportunidad para volver a ser cristianos, a traves de un proceso constante de cambio interior y de avance en el conocimiento y en el amor de Cristo.
La conversion no tiene lugar nunca una vez para siempre, sino que es un preceso, un camino interior de toda nuestra vida. Desde este punto de vista, para cada cristiano y para todas las comunidades eclesiales, la Cuaresma es la estacion espiritual propicia para entrenarse con mayor tenacidad en la busqueda de Dios, abriendo el corazon a Cristo.
Que es en realidad covertirse? Convertirse quiere decir buscar a Dios, caminar con Dios, seguir docilmente las ensenanzas de su Hijo, Jesucristo.
Convertirse no es un esfuerzo para realizarse uno mismo, poque el ser humano no es el arquitecto del propio destino. Nosotros no nos hemos hecho a nosotros mismos. Por ello, la autorrealizacion es una contradiccion y es damasiado poco para nosotros. Tenemos un destino mas alto.
Podriamos decir que la conversion consiste en aceptar libremente y con amor que dependemos totalmente de Dios, nuestro verdadero Creador, que dependemos del amor. Esto no es dependencia, sino libertad.
Los hombres y las mujeres de nuestra epoca que con demasiada frecuencia estamos distridos por las preoucupaciones y los intereses terrenos y momentaneos, de la revelacion definitiva del amor y de la misericordia divina.
Dios es amor y su amor es el secreto de nuestra felicidad. Ahora bien, para entrar en este ministerio de amor no hay otro camino que el de perdernos, entregarnos, al camino de la Cruz. La oracion, el ayuno y la penitencia, las obras de caridad hacia los hermanos se convierten de este modo en sendas espirituales que hay que recorrer para regresar a Dios.
Pongamonos docilmente a su escucha para aprender a volver a dar su amor al projimo, especialmente a los que sufren y atraviesan dificultades.

[Simón Alemán]

Tengo una observación, se han dado cuenta que la cuaresma no tiene 40 días sino 46?
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La medida del amor es amar sin medida.(San Agustín)