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altxor Constante
Registrado: 19 Ene 2007 Mensajes: 847 Ubicación: Valencia
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Publicado:
Jue Feb 15, 2007 7:25 pm Asunto:
Tema: Apocalypto |
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Bueno hermanos, transcribo la crítica de la película hecha en la revista católica del obispado de Valencia Paraula:
Dos películas ya bastante antiguas son los referentes de esta última creación del actor y director Mel Gibson. Una la de Yul Brynner y Georges Chakiris interpretaron sobre el imperio maya y titulada "Los reyes del sol" y la otra es l"La presa desnuda" donde un despavorido Cornell Wilde es perseguido por un grupo de salvajes aborígenes.
Sé que es bastante difícl separar los aspectos personales de la vida de Mel Gibson de los aspectos artísticos de sus películas. Y todo, porque, aunque no le guste, él es un personaje público. De modo que sus declaraciones, sus posturas políticas, sociales y religiosas (dejando aparte sus momentos de debilidad, donde hace y dice cosas bastante improcedentes)debería de aislarse del resultado final de sus películas. ¿Qué más da que un cineasta sea progresistas, o conservador, de derechas o de izquierdas, si al final lo que hace es una buena película?.
Pero ocurre aquí que éste no es ese el caso. Su vida personal y sus incidencias se reflejan y repercuten en sus realizaciones de cine. Y así, se pueden muy bien vislumbrar a lo largo del (escaso) discurso de sus filmes algunos temas constantes: la defensa a ultranza de la familia, apología de la violencia, pesimismo radical sobre la cultura occidental, creencias religiosas algo rancias, etc.
Apocalipto es una película de ritmo muy apabullante, espectacular, que no lleva prácticamente nada dentro: muchísimo ruido para tan pocas nueces. Su discurso es prácticamente nulo y se sostiene con algunas ideas y valores que siendo tan importantes aquí se señalan pero no se desarrollan: el valor y defensa de la familia, la fuerza del testimonio del padre en la educación, el sentimiento de oposición reblede hacia un mundo que anda equivocado; ideas y valores en los que Mel Gibson -él solo, como iluminado-, cree y cuya defensa en forma de hostil cruzada emprende convirtiendo tal lucha en algo radicalmente odioso.
La violencia más desenfrenada aparece constante y repetidamente en sus filmes, convirtiéndolos en una repulsiva muestra de amasijo de sangre, carne y vísceras, cuya exposición reiterada conduce a una especie de estética del horror: todo es poco para conducirnos a una apología de la violencia, tan exasperadamente mostrada que al final se llega a trivializar, a convertir en insignificante. La elipsis, uno de los elementos más útiles y bellos que tiene el lenguaje cinematográfico, y cuyo poder de sugerencia implica siempre una voluntad de aliada connivencia por parte del espectador, es evitada cuidadosamente por mor de mostrarnos lo desagradable y siniestro. La decadente sintomatología que las violentas escenas buscan sugerirnos, un mundo insensible a la dignidad humana y a la libertad de la persona, se convierten en contra síntoma de lo que quiere denunciar.
El filme tiene una estructura descompensada:algunas de sus secuencias son extremadamente largas y no hay ningún momento que funcione como pausa y tregua en la acción desenfrenada, y sólo hay una escena "cómica" o relajada al principio.
Las incongruencias también son habituales en un filme que busca el exacerbado hiperrealismo físico. Habrá que mencionar también la poco acertada ucronía que se manifiesta al final (¡el esplendor de la cultura maya fue siglos atrás de la acción presente en la película!) y que no queremos desvelar ahora.
La defensa de la familia y sus valores positivos: la responsabilidad de la educación de los hijos, el respeto a los padres, la transmisión de valores de padres a hijos, la dignidad de vivir sin miedo, conscientes de su dignidad de personas libres, la maternidad como don privilegiado de la mujer, etc.. son aspectos muy positivos en la película. Lástima que estos se diluyan en un desarrollo tan gratuitamente violento y contradictorios.
Paraula: domingo 11-11-2007 _________________ M.carmen. www.mcarmenfaura.blogspot.com
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altxor Constante
Registrado: 19 Ene 2007 Mensajes: 847 Ubicación: Valencia
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Publicado:
Jue Feb 15, 2007 7:34 pm Asunto:
Tema: Apocalypto |
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Ahora escribo mi opinión.
Me vi la Pasión de Cristo de Mel Gibson y me pareció una carnicería. Y también que, como siempre, tenía errores históricos (Cristo ¡solo! subió con el palo transversal de la cruz, por ejemplo).
Un ser humano y Cristo lo era, no habría aguantado semejante castigo.
Y aparte, en arameo, con lo cual, toda la peli leyendo
Esta, es un calco por lo que leo. En principio si quiero leer, pues me leo un libro.
Otra: la casquería me gusta, pero la de los animales y con cebollita. La humana, es repugnante.
Ya sabía yo que meterían alguna porque hay gente que con tal de justificar sus posturas, dice que en el SXV tiraron la bomba atómica.
Por favor, seamos serios. La culturas precolombinas estaban en decadencia cuando llegó la gente de la Península.
Y aparte, juzgar a aquella gente, es que no sé si echarme a llorar o reirme. Pasa lo mismo con la Inquisición.
Esto pasa porque hay mucho historiador suelto. Ocurre también con los médicos y meteorólogos. Todo el mundo sabe mucho de esto, y así cualquiera te diagnostica un antibiótico o te dice la predicción meteorológica para el año que viene.
Zapatero, a tus zapatos.
Si alguien quiere recomendaciones de libros de historia precolombina, que me pregunte a mí, o que vaya a la página de historia.
Y por favor, no me vale que haya libros escritos por cualquier enterado sobre mayas, aztecas o mexicas. La historia, la escriben los historiadores o gente de reconocido prestigio para saber de qué se habla.
Un saludo en Cristo nuestro Señor _________________ M.carmen. www.mcarmenfaura.blogspot.com
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Esther Filomena Veterano
Registrado: 03 Ene 2006 Mensajes: 2345
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Publicado:
Vie Feb 16, 2007 12:59 pm Asunto:
Tema: Apocalypto |
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altxor escribió: | creencias religiosas algo rancias, etc. |
 _________________ Esther Filomena |
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altxor Constante
Registrado: 19 Ene 2007 Mensajes: 847 Ubicación: Valencia
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Publicado:
Sab Feb 17, 2007 9:12 am Asunto:
Tema: Apocalypto |
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Lo de las creencias religiosas algo rancias no es opinión mía (la opinión sobre Mel Gibson me la reservo)
Sólo he transcrito una crítica del periódico católico editado por el Obispado de Valencia.
Mel Gibson me parece que está buenísimo, de físico. El químico, que Dios juzgue.
Si no estáis de acuerdo con la crítica, os pado su dirección electrónica y se lo contáis al obispo
Un saludo en Cristo _________________ M.carmen. www.mcarmenfaura.blogspot.com
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taddei Asiduo
Registrado: 01 Mar 2006 Mensajes: 273 Ubicación: Argentina
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Publicado:
Mie Mar 07, 2007 12:20 am Asunto:
Tema: Apocalypto |
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Apocalypto, de Mel Gibson
Vapuleada en todo el mundo, como era de esperarse por la cáfila de críticos progresistas, indigenistas y zurdos afines, el pasado jueves 1 de febrero se estrenó en Buenos Aires Apocalypto, la nueva película de Mel Gibson
No bien se ilumina la pantalla, el espectador ya tiene plena certeza de que se ha topado con una obra incómoda; una frase del filósofo e historiador estadounidense Will Durant (1885-1988) explica descarnadamente las intenciones del director: «Una gran civilización no es conquistada desde afuera hasta que no se ha destruido a sí misma desde adentro». En efecto, Apocalypto nos ubica frente al último acto del Imperio Maya, que se viene abajo no sólo por las guerras, las plagas, la hambruna o la sequía: el demonio mismo se ha hecho señor de las almas, y bajo la figura del dios Kukulcán, versión maya de la Serpiente Emplumada, ordena aplacar su sed de cadáveres mediante los más horrendos sacrificios humanos. Ruedan cabezas desde lo alto de las pirámides truncadas, se descuajan corazones palpitantes sobre el altar del templo, el hedor de la sangre es celebrado con rugidos por la hirviente multitud. Cabe aquí una breve aclaración para los lectores más jóvenes, rehenes del Pensamiento Único y amamantados mentira tras mentira por las leyendas negras del sistema educativo y por tiernas películas como Danza con lobos (1990) o la idílica Pocahontas (1995): el marco histórico de Apocalypto, que acabo de describir, no es un invento de Gibson y su coguionista, Farhad Safinia. Cualquier estudioso de las civilizaciones precolombinas sabe de sobra que las cosmogonías de muchos de estos pueblos eran enormemente perversas y sanguinarias, que los vencidos eran sometidos a las prácticas más espantosas. Hecha esta conveniente digresión, volvamos al punto de partida de la película.
Una fuerza de invasión al mando del sádico guerrero Lobo Cero viene destruyendo todo a su paso, y le ha llegado la hora a la pacífica tribu de Garra de Jaguar, el protagonista de la historia. Después de haber devastado cada rincón, Lobo Cero y su tropa llevan secuestrados a los sobrevivientes, quienes en la gran ciudad serán vendidos como esclavos o asesinados bajo los puñales de los hechiceros. Pero una intervención milagrosa le permite al héroe escapar… y así comienza una de las más intensas persecuciones de la historia del cine, una tortuosa travesía entre la selva y sus peligros: Garra de Jaguar debe salvar su propia vida para regresar a su aldea y rescatar a su familia, que él había logrado ocultar antes de que se lo llevaran. Vemos que la historia, gloriosamente lineal y más y más vertiginosa a cada escena, sigue esa directriz narrativa, alma de las narraciones clásicas, que es la travesía del héroe: un hombre es arrancado de su pueblo, recibe una misión, desciende a los infiernos y luego vuelve a su gente para conducirla y empezar de nuevo. Prototipo del director viril, Mel Gibson se siente a sus anchas con las posibilidades expresivas que brinda un tema semejante. Piénsese en Corazón valiente (a pesar de algunas torceduras históricas), que estrenó en 1995. Y, sobre todo y por supuesto, en La Pasión de Cristo (2004), en la que narra la hazaña más excelsa de la historia humana.
Pero ya lo decía el profesor Genta: hoy los mandamases no necesitan héroes sino masas. La sola presencia del héroe perturba, es un reproche implícito y contundente a los patanes, a los tibios y a los cobardes. En estos tiempos antiheroicos, el tema del héroe es, pues, un asunto contrarrevolucionario, católico por excelencia: viene a recordarnos que aún quedan muchas cosas por las cuales es necesario jugarse entero, hasta dar incluso la vida misma. “Yo soy Garra de Jaguar —declara en un momento el protagonista, desafiante—, hijo de Cielo de Pedernal. Mi padre cazó en esta selva antes de mí. Yo soy Garra de Jaguar. Yo soy un cazador. Esta es mi selva. Y mis hijos cazarán con sus hijos después que yo me haya ido”. Nada más políticamente incorrecto, desde ya, que defender con orgullo la pertenencia a la patria —aunque esta sea una selva infecta— y a la propia familia. Para colmo, Mel Gibson —a quien las críticas y el qué dirán le importan menos que el bien común a un senador— fue claro al explicar que su nueva creación cinematográfica es una parábola de la civilización moderna, que contiene dentro de su “progreso” los gérmenes de la destrucción y avanza día a día hacia el desastre. Y es así. Muy pronto se verá que los principales problemas del “mundo libre” no son el terrorismo y sus bombas: es la vida regalada, el antinatalismo, el pacifismo dialoguista, el renegar de las virtudes que hicieron a Occidente lo que fue. La lujuria, y no los bárbaros, fue la principal caída del Imperio Romano. Como reza el epígrafe de Apocalypto, la destrucción —humo de Satanás mediante— viene de adentro.
Templo de los sacrificios humanos ofrecidos al dios sol Kukulcan.
Pero esa especie de gramscismo al revés instilado por Mel Gibson —y que, como si esto fuera poco, hizo estallar las boleterías en la primera semana de su estreno en USA— no podía quedar impune. Vuelve la inútil campaña que en su momento se montó contra La Pasión… y cuyo fin era defenestrar el trabajo de un equipo de artistas con el coraje suficiente como para anunciar en este mundo cristofóbico a Cristo —a un Cristo real, alejado de esos simpáticos rubiecitos de ojos azules a que el cine nos había acostumbrado. Y vuelve, la felonía a-crítica, en formato nuevo. Formato roussoniano esta vez, de la mano del mito del Buen Salvaje. Sería impensable citar siquiera una mínima parte de las pullas que los medios han desparramado sobre esta perla: en dichas diatribas pululan hasta el hartazgo expresiones como “ofensiva”, “racista”, “excesiva”, “brutal”, “extrema violencia”, “baño de sangre”. Pero, nobleza obliga: tanto se ha esforzado últimamente nuestro espónsor Página/12 en promocionar a Cabildo que no podíamos dejar de retribuirle al pasquín tanta gentileza. En las líneas iniciales de su crítica a Apocalypto, un tal Luciano Monteagudo aventura lo siguiente: “Un director de cine que glorifica la violencia más brutal, que se solaza con la sangre, que se regodea con las armas y con el repetido martirio de la carne, que se fascina con los gritos de guerra y con las escenas de masas, que hace un culto de la virilidad, de la fuerza física y de los testículos, ese director no puede ser otra cosa que un fascista” —“fascista”: apareció la palabra mágica, la clave de oro que le abre las puertas de gabinetes, redacciones y ministerios a quien la profiera—. Que yo sepa, nadie osó jamás acusar de “fascista” a Steven Spielberg cuando en Indiana Jones y el templo de la perdición (1984) muestra con lujo de detalles cómo el gurú de los tuggies le arranca su corazón a un hombre a mano limpia. Tampoco nadie acusa de fascista a Julio Cortázar cuando para su cuento “La noche boca arriba” se vale del mismo marco histórico que Mel Gibson muestra en su película. En cuanto al “regodeo con las armas”, ¿acaso algún medio tildó de “fascista” a Hugo Chávez cuando en 2005 le compró a Rusia cuarenta helicópteros y cien mil fusiles de asalto AK-47? ¡Qué orgulloso se lo veía al mucamo de Fidel portando su fusil de asalto frente a las cámaras!
Entendámoslo de una vez: lo que les molesta a los mercaderes, a los depredadores ideológicos y al zurdaje no es el baño de sangre ni las masitas ni los testículos. Lo que no pueden perdonarle a Mel Gibson es la aparición salvífica, en el final de la película, de la Cruz y la Espada. Es el duro mentís que le arroja en la cara al indigenismo, esa recreación ficticia del pasado indígena, esa herramienta del odio a España y a la Santa Iglesia que la envió en misión, lo que no pueden soportar. Es el crudo recordatorio de qué sucede en una nación no bautizada cuando se la deja librada a las consecuencias del pecado original, a la tendencia al mal. Es la dura profecía de lo que puede sucederle a un mundo apóstata, a una sociedad des-bautizada, a una Unión Europea que en su Constitución no menciona siquiera en una línea el nombre de Cristo. Es por eso que no pueden ver a Gibson. Otra que testículos. Ya lo dijo Hugo Verdera en su conferencia “Antonio Gramsci y el cambio de sentido común”, dictada el año pasado en el IX Encuentro de Formación Católica organizado en Luján por el Círculo de Formación San Bernardo de Claraval: “Es la pasión de Cristo lo que molesta, no la de Mel Gibson”. Parafraseándolo, podemos decir que no es el Apocalypto de Gibson lo que molesta. Lo que molesta es el Apocalipsis bíblico y el regreso del Mesías; la esperanza de “un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia” (2Pedro 3, 13), que Apocalypto figura al sugerir, en su último plano, la búsqueda de un “nuevo comienzo”. _________________ Saludos
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Patricia Mireles Asiduo
Registrado: 13 Dic 2006 Mensajes: 473 Ubicación: Viena, Austria
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Publicado:
Mie Mar 07, 2007 10:23 am Asunto:
Tema: Apocalypto |
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Pero ¿por qué le critican esto a los films de Mel Gibson? Por hipocresía, pues su verdadero interés está en desprestigiar de algún modo las obras de este director. Y ¿por qué? Por su molesto contenido católico
Esto es el fondo del asunto. Yo creo que como católicos, deberíamos de apoyar a uno de los pocos directores que es realmente católico, para que pueda seguir haciéndo películas con un mensaje salvífico y católico. Para que la industria hollywoodense se dé cuenta que no esta solo, que habemos muchos católicos alrededor del mundo que buscamos películas con contenido cristiano.
Entendámoslo de una vez: lo que les molesta a los mercaderes, a los depredadores ideológicos y al zurdaje no es el baño de sangre ni las masitas ni los testículos. Lo que no pueden perdonarle a Mel Gibson es la aparición salvífica, en el final de la película, de la Cruz y la Espada
Es la dura profecía de lo que puede sucederle a un mundo apóstata, a una sociedad des-bautizada, a una Unión Europea que en su Constitución no menciona siquiera en una línea el nombre de Cristo. Es por eso que no pueden ver a Gibson. _________________ "El que cree de verdad, predica sin predicar" Madre Teresa |
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Ainur Asiduo
Registrado: 23 Mar 2007 Mensajes: 157
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Publicado:
Sab Mar 24, 2007 11:04 pm Asunto:
Tema: Apocalypto |
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Hola a Todos
Despues de haber leido varias de las opniones escritas en este foro, me siento en la obligación de responder a las injurias indirectas contra Mel Gibson. En torno a él se han producido tantas discuciones, comentarios, suposiciones y porque no mentiras, que no hacen más que desacreditarlo, primero como católico y luego como director.
Estoy profundamente conbencido que ninguna persona puede criticar a alguien, sin conocer totalmentelas circunstancias que rodean a dicha persona. En la actualidad tan modernizada, los medios de comunicación no siempre (por no decir nunca) cumplen con su función primordial, que debería ser informar con la verdad. Es realmente dificil poder confiar en todo lo que se dice, porque la verdad es que se dice de todo.
Con Gibson pasa esto, se dijo y sigue diciendo tanto que no todo el mundo puede hacer un alto y medir las cosas con justicia.
Del sentido original del foro (el análisis de Apocalypto) se hicieron comentarios y relaciones sobre otras peliculas del director. Se afirma que sus películas son sangrientas, cargadas de violencia, etc, etc, etc. Algunos foristas incluso han desprestigiado a la pelicula más polémica del siglo, (La Pasión) alegando que es extremadamente sangrienta y con simbologias equivocadas.
Respecto a los detalles simbólicos, Mel Gibson basa su libro en las profundas meditaciones de la religiosa agustina Ana Catalina Emmerich. Esta religiosa de 1813 permaneció enferma en cama durante varios años, durante los cuales tuvo una serie de visiones que luego fueron transcritas por el poeta alemán Clemente Brentano. Para los que estén interesados pueden leer el texto original en el libro: "LA MARGA PASIÓN DE CRISTO" de Ana Catalina Emmerich.
Ahora bien, sobre lo sangriento del film, cosa que puede imprecionar a más de uno, debo decir que la pelicula no es sangrienta. Las imagenes estan muy bien trabajadas, por lo cual la pelicula te lleva al límite, más de eso seria impropio y casi morboso. Pero repito, la pelicula no es sangrienta, es impactante.
El centro de la pelicula no es la sangre, sino el sacrificio de Dios por el hombre, que da su propia vida para salvarlo.
Aquellos que juzguen a La Pasión como sangrienta, tendrian que preguntarse si la verdadera pasión de Jesús fue menos sangrienta o menos dolorosa. Es realmente indignante entrar en eternas discuciones sobre si Gibson es antisemita, propenso a la violencia, o cualquier otra habladuria que sólo quita importancia a lo realmente importante.
Yo en sus películas, sólo veo verdaderos prototipos de héroes. Se ve en Braveheart, en el Hombre sin Rostro, etc, y muy especialmente en la Pasión.
Lo realmente importante, lo central de la pelicula es el sufrimiento de Jesús. Repito, ¿creen que la verdadera pasión fue menos sangrienta?, ¿ que Jesús al estar clavado en la cruz estaba feliz?, ¿que su sufrimiento fue apenas ilusorio? Les pregunto: ¿acaso nunca han visto las imagenes del Santo Sudario?
Por qué no se deja a un lado todo lo demás y se acepta de una vez el mensaje central del film, en otras palabras el fin del mismo. Realmente me entristece que se desplace a lo importante, como queriendo ocultarlo en un abismo casi insondeable.
La pelicula muestra la realidad: DIOS MURIÓ POR NOSOTROS.
NO OCULTEMOS EL VALOR DE LAS COSAS TRASCENDENTES.
Antes que nada no peleemos entre nosotros los católicos. Ya tenemos muchos campos de batallas donde luchar, como para enfrentarnos hermanos contra hermanos. No podemos dejar que nuestros enemigos se rian en nuestras caras.
Pido sinceramente perdón a los foristas, se que esto se desvia mucho del tema original, pero considero necesario dejar algunas cosas en claro.
Hasta la Pronto. |
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