Guadalupe Gómez Veterano
Registrado: 08 Sep 2006 Mensajes: 2115 Ubicación: Argentina
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Publicado:
Dom Ene 14, 2007 11:37 pm Asunto:
Tierra de sombras
Tema: Tierra de sombras |
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Tierra de sombras trata sobre la vida de Lewis (El escritor de Narnia). No encontré que esta película se haya tratado antes.
A mí me pareció una historia que muestra verdaderamente el amor entre un hombre y una mujer, y el cambio que produce en cada uno de los protagonistas. Me parece hermoso que se deje traslucir su amor a través del trato que se tienen, de la atención que se prestan, de la comprensión, del acompañamiento. Es una película muy sana y logró hacerme llorar un poco (Eso no se logra fácil). ¡Se las recomiendo!. Para mi gusto debería dejarse ver más el trafondo de la vida religiosa de los protagonistas, ya que si no amasen a Dios sería imposible que se tengan ese cariño.
¡Saludos en Cristo y su Sma. Madre! _________________ ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran... Lc. 11, 13-15
En la Iglesia hay un lugar para todos, pero en vos, ¿Hay un lugar para la Iglesia? |
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Pepa Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 4183
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Publicado:
Jue Mar 08, 2007 1:58 am Asunto:
Tema: Tierra de sombras |
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Magnífica película!
¿leyeron el libro de Lewis sobre su conversión? "Cautivado por la Alegría" Se los recomiendo.
Lewis cuenta su encuentro con Aquel con quien no quería encontrarse
La alegría de la conversión
Ofrecemos a nuestros lectores un fragmento del libro Cautivado por la alegría (Ed. Encuentro), de C. S. Lewis. Cuenta en él:
Había querido (absurdo deseo) considerar mi alma mía. Me preocupaba más de evitar el sufrimiento que de alcanzar el placer. Siempre había buscado responsabilidades limitadas. Lo sobrenatural había sido, para mí, en primer lugar, un cabaret prohibido y, en segundo, a semejanza de la reacción de un borracho, nauseabundo. Incluso mi intento de vivir mi filosofía había estado acotado secretamente (ahora me doy cuenta) por todo tipo de reservas.
Sabía demasiado bien que mi ideal de virtud nunca me permitiría acercarme a nada extremadamente doloroso, sería razonable. Pero ahora lo que había sido un ideal se convirtió en una obligación; y ¿qué no se podría esperar? Sin duda, por definición, Dios era la Razón misma. Pero, ¿también Él sería razonable en ese otro sentido más cómodo? No se me ofreció ni la más ligera seguridad en este punto. Se exigía el sometimiento total, el salto absoluto en el vacío. La realidad con la que no se puede pactar estaba sobre mí. La exigencia ni siquiera era todo o nada. Creo que ese estado ya había pasado, en el piso de arriba del autobús, cuando desabroché mi armadura y el hombre de nieve se empezó a derretir. Ahora la exigencia era, simplemente, todo. Debes imaginarme solo, en aquella habitación, noche tras noche, sintiendo, cada vez que mi mente se apartaba por un momento del trabajo, el acercamiento continuo, inexorable, de Aquel con quien, tan encarecidamente, no deseaba encontrarme.
Aquel a quien temía profundamente cayó al final sobre mí. Hacia la festividad de la Trinidad de 1929 cedí, admití que Dios era Dios y, de rodillas, recé; quizá fuera, aquella noche, el converso más desalentado y remiso de toda Inglaterra. Entonces no vi lo que ahora es más fulgurante y claro: la humildad divina que acepta a un converso, incluso en tales circunstancias. Al fin el hijo pródigo volvía a casa por su propio pie. Pero ¿quién puede adorar a ese amor que abrirá la puerta principal a un pródigo resentido, mirando en todas direcciones y buscando la oportunidad de escapar? Las palabras Compelle intrare –Obligadles a entrar– han sido tan manoseadas por hombres impíos, que debemos temblar ante ellas; pero, bien entendidas, llenan la profundidad de la misericordia divina. La dureza de Dios es más agradable que la amabilidad de los hombres, y su coacción es nuestra liberación.
Debe quedar claro que mi conversión fue sólo al teísmo, pura y simplemente, no al cristianismo. Aún no sabía nada de la Encarnación. El Dios al que me sometí simplemente no era humano.
Se me puede preguntar si el pensamiento de que me acercaba a la fuente desde la que se me habían lanzado aquellas flechas de la Alegría, desde la infancia, alivió algo mi terror. Ni lo más mínimo. No se me concedió ni la más sutil alusión a que alguna vez había habido o habría alguna relación entre Dios y la Alegría. De haber algo, fue lo contrario. Había supuesto que el centro de la realidad sería de tal clase que podemos simbolizarlo mejor como un lugar; en vez de eso, me encontré con que era una Persona. Por todo lo que sabía, el rechazo total de lo que yo llamaba Alegría podría ser una de sus exigencias; podría ser su primera exigencia. Él me resarciría. Cuando fui empujado por la puerta no salía ninguna melodía de dentro, ni había olor de orquídeas eternas en la entrada. Ningún tipo de deseo estaba presente.
Creer y orar fueron el principio de la extroversión. Como suele decirse, me habían hecho salir de mí mismo. _________________ No os engañéis: de Dios nadie se burla. |
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NIGUNIM Moderador

Registrado: 20 Oct 2005 Mensajes: 981 Ubicación: Santiago de Chile
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Publicado:
Jue Mar 08, 2007 1:19 pm Asunto:
Tema: Tierra de sombras |
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Miren, esa pelicula me conmovió profundamente, la ví hace vvarios años y no la he podido encontrar nuevamente. ¿Alguien sabe dónde la venden?
Soy de Chile.
Saludos _________________ "A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición".
San Juan de la Cruz |
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