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Roma locuta causa finita

 
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Fabrem
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MensajePublicado: Jue Mar 08, 2007 12:38 am    Asunto: Roma locuta causa finita
Tema: Roma locuta causa finita
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Estimados hermanos, si debemos vivir la unidad creo que debemos referirnos siempre a Roma, para que Roma nos una y se terminen las disputas.

Creo que no es de buen estilo, una vez que Roma se ha pronunciado sobre un asunto, citar a Obispos y teólogos fieles al Magisterio para ponerlos de algún modo a contradecir al Magisterio, algo que ellos mismos no quisieran hacer, después que el Magisterio Ordinario Universal de la Iglesia emite su enseñanza.

Esos mismos Obispos y Teólogos fieles que en algún momento hubieran dado una opinión de la cual difiriera la emitida después por el Magisterio, no es de dudar que retirarían la suya y se adherirían a la de Roma. Por lo tanto, haríamos mal en citarlos para insisitr sobre un punto de vista suscrito por ellos que ellos mismos ya no apoyan.

No voy a mezclar temas, pero ha ocurrido en otro tema, que se citó a un Arzobispo que decía algo totalmente discrepante con lo enseñando sobre esa misma materia por el Magisterio Universal de la Iglesia que decía otra cosa diferente. Y esto se hizo porque la opinión de ese Arzobispo, que fue corregida por el Magisterio Universal de la Iglesia, coincidía con el punto de vista personal de unos foristas.

Yo creo que esto es llevar a extremos ya no edificantes el celo por hacer valer el propio punto de vista, y no se debe hacer.

Si Roma locuta entonces causa finita. Así tiene que ser si somos católicos de verdad, pero de verdad.

La situación que planteo es que posiblemente haya un montón de teólogos fieles y buenos y Obispos y Arzobispos fieles y buenos dando su opinión sobre algún asunto, todas opiniones respetables y creíbles. Pero viene la Santa Sede y se pronuncia explícitamente sobre un punto de los discutidos y expresados, y enseña algo diferente, entonces, ya no hay que citar las opiniones de esos Obispos y Teólogos que discrepan de Roma, porque ellos mismos retrarían sus opiniones.

¿Qué piensan?
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Simón Alemán
Veterano


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MensajePublicado: Jue Mar 08, 2007 12:41 am    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
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Asi debe ser, la obediencia es signo del compromiso y presencia del Espiritu Santo.
_________________
La medida del amor es amar sin medida.(San Agustín)


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Albert
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Registrado: 03 Oct 2005
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MensajePublicado: Jue Mar 08, 2007 1:38 am    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
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Hermano Fabrem:

¡Paz y bien!

Cita:
No voy a mezclar temas, pero ha ocurrido en otro tema, que se citó a un Arzobispo que decía algo totalmente discrepante con lo enseñando sobre esa misma materia por el Magisterio Universal de la Iglesia que decía otra cosa diferente. Y esto se hizo porque la opinión de ese Arzobispo, que fue corregida por el Magisterio Universal de la Iglesia, coincidía con el punto de vista personal de unos foristas.


Primero hermano, sería bueno que corrigieras esta aseveración, no hay discrepancia entre lo dicho por el Arzobispo de Miami y la Santa Sede. Segundo tampoco existe tal corrección de la que haces mensión, y mucho menos que esa corrección se efectuara por la opinión de algún forista de Catholic. net, no tenemos tanta ingerencia hermano. No obstante, el documento del que hablas no es una opinión sino un documento oficial del Arzobispado de Miami, cuya veracidad y concordancia con el Magisterio se comprueba con la mera publicasión del mismo en las páginas de Catholic.net. Tu aseveración tiene una implicasión peligrosa hermano de que Catholic.net publica documentos que han sido corregidos por el magisterio Universal, lo cual es completamente falso. Te devuelvo tu argumentación, debes probar esto que has dicho o retractarte. Dios te bendiga.
_________________

Transfíge, dulcíssime Dómine Jesu
Albert González Villanueva, OFS


Ultima edición por Albert el Jue Mar 08, 2007 2:24 pm, editado 1 vez
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MensajePublicado: Jue Mar 08, 2007 5:09 am    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
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Estimado Fabrem:

¿Nos puedes decir qué fue exactamente lo que dijo el Arzobispo que nombras y que discrepaba totalmente con el Magisterio?

Será bueno que pongas las dos citas: la de Arzobispo y la del Magisterio, para constatar las discrepancias. Te lo agradeceré.

Efectivamente si el Magisterio se pronuncia con respecta a un tema, lo correcto es ajustarse a ese pronunciamiento.

Dios te bendiga
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EduaRod
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MensajePublicado: Jue Mar 08, 2007 5:47 am    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
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Estimados hermanos en Cristo:

Sinceramente creo que se está llevando este asunto demasiado lejos.

Cualquier católico que se respete sabe cuáles materias son las que son directamente competencia del Magisterio de la Iglesia. Citemos la Constitución Dogmática Pastor Aeternus del Concilio Vaticano I para que no quede duda:

Cita:
Así, pues, si alguno dijere que el Romano Pontífice tiene tan sólo un oficio de supervisión o dirección, y no la plena y suprema potestad de jurisdicción sobre toda la Iglesia, y esto no sólo en materia de fe y costumbres, sino también en lo concerniente a la disciplina y gobierno de la Iglesia dispersa por todo el mundo; o que tiene sólo las principales partes, pero no toda la plenitud de esta suprema potestad; o que esta potestad suya no es ordinaria e inmediata tanto sobre todas y cada una de las Iglesias como sobre todos y cada uno de los pastores y fieles: sea anatema.
...
El Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando en el ejercicio de su oficio de pastor y maestro de todos los cristianos, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina de fe o costumbres como que debe ser sostenida por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que gozara su Iglesia en la definición de la doctrina de fe y costumbres. Por esto, dichas definiciones del Romano Pontífice son en sí mismas, y no por el consentimiento de la Iglesia, irreformables.


Por tanto, hermanos, vemos que la autoridad del Santo Padre, que es la suprema del Magisterio se ejerce:
1. de manera infalible en cuestiones de fé y costumbres (moral) cuando habla excathedra.
2. con plena y suprema potestad de manera ordinaria e inmediata tanto cuando habla de cuestiones de fé y costumbres (moral) como cuando trata del gobierno y disciplina de la Iglesia.

Basados en esto, y aunque de ningún modo se debe menospreciar o minimizar la importancia de que en un documento emitido por un par de Pontificios Consejos se haga un recuento histórico con fechas específicas (importancia que analizaremos más adelante) es menester sin embargo, notar con claridad que la determinación histórica de la fecha en que inició un movimiento ajeno a la Santa Madre Iglesia no es competencia directa del Magisterio, sino más bien una cuestión que especialistas en el tema e historiadores deben resolver.
Y me parece que no sería correcto reclamar en favor de la competencia directa del Magisterio en la materia que los errores del tal movimiento son un peligro para la vida de los fieles o cosas similares; puesto que el peligro está constituido por las ideas y prácticas del movimiento mismo, las que desde luego el Magisterio tiene toda la potestad para condenar y rechazar, y no por una simple determinación histórica de fechas.
Lo que se desprende de todo lo anterior es que no me parece posible clamar la sola obediencia al Magisterio como argumento en favor de la aceptación o rechazo de la fecha de un evento histórico que sale del ámbito de materias citadas por la Constitución "Pastor Aeternus", que son las verdaderamente relevantes a nuestra salvación.

No obstante lo anterior, tampoco me parece que sea en modo alguno irrelevante un dato que aparece citado en el contexto de un análisis histórico que un par de Pontificios Consejos han juzgado oportuno realizar.
Y no me parece irrelevante porque es claro que si se ha decidido realizar tal análisis es porque la Iglesia ha juzgado que el tema tiene una importancia pastoral significativa.
Esa importancia pastoral la podemos ver con toda claridad en el ejemplo del que se desprendió esta discusión: todos los fieles podrán estar más alerta de un peligro concreto si están conscientes del contexto histórico en el que este peligro se genera y se desarrolla. Y, en cambio, como lo demostraron algunos hermanos en esa discusión, los fieles pueden caer en una falsa confianza de que no hay peligro si a causa de una falta de comprensión del contexto histórico piensan, sin tener la capacidad de analizarlo por propia cuenta, que los elementos del peligro aún no estaban presentes cuando en realidad ya lo estaban.

Pero justamente, si el Magisterio ha juzgado oportuno proveer todo un contexto histórico completo, y no meramente una fecha aislada, es porque el provecho pastoral del que hablabamos antes se obtiene por la comprensión (aunque sea general) del fenómeno completo y no meramente por una fecha en particular.

Así, aunque el mismo documento "Jesucristo portador del agua de la vida" provee algunas fechas clave, de las que ya han discutido, así también nos señala lo que ya comentabamos antes:
Cita:
En realidad, si la Nueva Era ha alcanzado un notable grado de aceptación ha sido porque la cosmovisión en que se basa ya estaba ampliamente aceptada. El terreno estaba bien preparado por el crecimiento y la difusión del relativismo, junto con una antipatía o indiferencia hacia la fe cristiana.

Por tanto, es evidente que, en el análisis histórico amplio que el documento realiza, se nos está diciendo que, independientemente de la fecha de inicio del movimiento como tal, el peligro en realidad pre-existía al nacimiento o difusión del movimiento, simplemente no había alcanzado una forma organizada. Lo cual me parece constituye una advertencia pastoral en el sentido de que no hay que casarse con una fecha de inicio, sino estar en guardia a las manifestaciones propias del peligro mismo, independientemente de la fecha y de si estaba o no en un contexto organizado.

Las fechas, sin embargo, tampoco me parecen irrelevantes: son una indicación de eventos históricos importantes, los cuales es necesario resaltar como momentos en que el peligro se extiende y se agrava, a la vez que se organiza. Al ser más organizado, se vuelve más fácil identificarlo; pero al ser más extendido es necesario estar más alertas, pues puede aparecer con mayor facilidad.

Lo que me parece un poco menos critico desde el punto de vista estrictamente pastoral es si un evento concreto en particular puede identificarse o no como el inicio histórico del movimiento mismo. Esto por que ya dijimos que lo importante era saber que el peligro pre-existía al inicio del movimiento, y que cualquiera de las fechas citadas, independientemente de si se le etiqueta como antecedente, inicio del movimiento o como un desarrollo posterior, marca de cualquier manera un agravamiento del peligro que es preciso notar y atender.

Asi pues y resumiendo, me parece que, si bien el señalar el peligro concreto que entrañan estas doctrinas desviadas es un aspecto que plenamente involucra la autoridad doctrinal del Magisterio, y que el análisis histórico, dentro del que ciertos eventos tienen particular relevancia, es en verdad un aspecto de importancia pastoral para el Magisterio; la etiqueta concreta que cada uno de estos eventos reciba (antecedente, nacimiento, desarrollo, etc.) es algo que corresponde resolver más bien a los historiadores e investigadores en la materia y no propiamente a la autoridad del Magisterio.
En este sentido me parece apropiado citar este texto de la Congregación para la Doctrina de la Fé (presidida por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger), el cual me parece que respalda los puntos anteriores:

Cita:
La libertad de investigación, a la cual tiende justamente la comunidad de los hombres de ciencia como a uno de sus bienes más preciosos, significa disponibilidad a acoger la verdad tal como se presenta al final de la investigación, en la que no debe haber intervenido ningún elemento extraño a las exigencias de un método que corresponda al objeto estudiado.

En teología esta libertad de investigación se inscribe dentro de un saber racional cuyo objeto ha sido dado por la revelación, transmitida e interpretada en la iglesia bajo la autoridad del Magisterio y acogida por la fe. Desatender estos datos, que tienen valor de principio, equivaldría a dejar de hacer teología. A fin de precisar las modalidades de esta relación con el Magisterio, conviene reflexionar ahora sobre el papel de este último en la Iglesia.
Instrucción sobre la vocación eclesial del teólogo
Congregación para la Doctrina de la Fe

De este modo vemos que, los investigadores, particularmente los teólogos, deben estudiar sus disciplinas usando sus métodos propios; pero siempre tomando en cuenta que la opinión del Magisterio en las cuestiones que realmente son de su competencia, constituyen datos fiables que no pueden ser ignorados dentro de la misma investigación so pena de estar ignorando la realidad (cuando las verdades son infalibles) o al menos la opinión más autorizada disponible (en cuestiones que no se han definido como infalibles pero que caen en la competencia del Magisterio según se vió en la Pastor Aeternus).

Me parece entonces que queda suficientemente probado que son los especialistas del tema e historiadores los que tienen la responsabilidad concreta de fijar la etiqueta para cada uno de estos eventos, esto en buena medida estudiando como contribuyeron al desarrollo global del fenómeno, lo cual incluye considerar como dato fiable la opinión del Magisterio en cuanto a cómo este desarrollo ha interactuado con las cuestiones propias de la fé, costumbres, gobierno y disciplina de la Iglesia.

Ahora bien, en movimientos sociales tan complejos como los que estamos tratando, particularmente en sus etapas tempranas de desarrollo, suelen abundar los elementos y eventos que pueden marcarse como hitos o "mile-stones". Y aunque estos hitos son tales precisamente en la medida en que señalan un cambio en el desarrollo del fenómeno. Esto no quita que el fenómeno globalmente considerado siga un desarrollo global y progresivo. Por eso resulta particularmente difícil seleccionar uno solo de esos eventos como el verdadero nacimiento de un movimiento de este nivel de complejidad. De ahí que, aún ejerciendo correctamente el método propio de sus disciplinas, y atendiendo a la opinión del Magisterio en los puntos relevantes, es perfectamente posible que diferentes investigadores asignen diferentes etiquetas a ciertos eventos en particular:

Lo que para uno sigue siendo un antecedente (p.ej. el surgimiento de una publicación de difusión relativamente limitada), para otro puede ser el evento que marca el verdadero inicio del movimiento. Y entonces lo que para el segundo puede ser un evento que ya corresponde al desarrollo del movimiento (p.ej. un evento o publicación de alcance masivo), para el primero sería apenas el verdadero nacimiento del movimiento como tal.

Insisto en que tales etiquetas no me parecen relevantes ni desde el punto de vista doctrinal, ni desde el punto de vista pastoral: es claro que el peligro pre-existía y que ambos momentos son dignos de consideración pastoral en la medida en que, independientemente de la etiqueta que se les asigne, marcaron un cambio en el alcance y naturaleza del peligro para la Fé.

Fundamentado en todo lo anterior, y no en un vano intento de forzar las cosas para acomodarlas a nuestro gusto, es que no me parece que en verdad se pudiera hablar de un conflicto de autoridad entre las opiniones emitidas por el obispo de Miami, y por los Pontificios Consejos: simplemente son dos instancias eclesiales importantes que consideran la opinión de diferentes especialistas en un punto concreto que por sí mismo no interesa a la Fé ni al gobierno de la Iglesia (la etiqueta del evento). Al contrario, me parece que estas opiniones enriquecen la lista de eventos dignos de consideración como hitos que marcan cambios en la naturaleza del peligro.

Por ello, ni siquiera consideraría pertinente el asignar "mayor credibilidad" al dato de los documentos Pontificios en virtud de la mayor cantidad de información y acceso a más y muy probablemente mejores especialistas que por lógica tiene el Vaticano sobre cualquier diócesis de la Iglesia. Y no me parece pertinente porque es necesario considerar el alcance de ambos documentos: el del arzobispo de Miami es por fuerza un documento orientado a su arquidiócesis; mientras que el de los Pontificios Consejos es un documento dirigido a la Iglesia Universal.
Así, no es aventurado ni forzado pensar que, dado el desarrollo de la cultura norteamericana en el periodo en cuestión (años 60's - 80's), en verdad se haya vivido un surgimiento de un movimiento organizado claramente identificable en la zona del arzobispado de Miami mucho antes de que el fenómeno alcanzara proporciones globales.

Por tanto, el arzobispo de Miami, junto con los especialistas locales en los que se pudo haber apoyado para elaborar su documento, con razón señalan el inicio del movimiento en una fecha más temprana, que es cuando realmente comenzó a tomar estas características dentro de su diócesis.
Mientras tanto, no es sino lógico que la perspectiva global de los Pontificios Consejos y sus especialistas vea en estos pequeños brotes regionales un mero antecedente y no realmente el inicio del movimiento global, el cual se asignó bajo esa misma lógica a un evento posterior que realmente marcó la difusión global del fenómeno.

Bueno, esta es mi opinión hermanos, tanto del tema original que disparó esta discusión, como sobre la manera en que debemos proceder al contrastar opiniones del Vaticano - que no necesariamente deben ser consideradas además como provenientes del mismo Santo Padre - con las de otras instancias eclesiales importantes e, incluso, con la de veraderos especialistas que no sean ellos mismos autoridades eclesiásticas.

Saludos y bendiciones
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EduaRod
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MensajePublicado: Jue Mar 08, 2007 5:59 am    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
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PD Para evitar malos entendidos que en el pasado se han dado y de los que precisamente el hermano Fabrem les puede dar buena cuenta:

Bajo ninguna circunstancia estoy diciendo que es lícito a un fiel católico ignorar o desatender las opiniones y pronunciamientos del Magisterio de la Iglesia. Y no debe ser en ningún momento interpretada en este sentido ninguna de las afirmaciones que hice en el aporte anterior.


Lo que estoy diciendo es que hay cuestiones científicas que el mismo Magisterio nos indica que no le toca a él mismo resolver, sino a la ciencia. Y me parece que la asignación de etiquetas a eventos históricos ajenos a la Iglesia misma es una de estas cuestiones.

En otras palabras, es el Magisterio mismo el que no nos exige obediencia en tales cuestiones.

Saludos y bendiciones.
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Albert
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MensajePublicado: Jue Mar 08, 2007 2:18 pm    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
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Herman@s:

¡Paz y bien!

Para discipar toda duda les adjunto el documento completo del Arzobispo de Miami, tal como consta en los archivos de Catholic.net. Solo restaría que Fabrem publique el documento de la Santa Sede que refuta o corrige al Arzobispo de Miami o en su defecto se retracte de tal aseveración.


Instrucción Pastoral sobre la Nueva Era,
Autor: arzobispo Miami


Capítulo 1: El carácter indefinido y la complejidad del Movimiento de la Nueva Era

"Estamos siendo testigos", dijo nuestro Santo Padre recientemente, "de una furiosa búsqueda de sentido a nuestras vidas; la necesidad de una vida interior y el deseo de aprender nuevas fórmulas y métodos de meditación y oración... En las sociedades secularizadas, la dimensión espiritual de la vida se busca a menudo como un antídoto a la deshumanización". (Redemptoris Missio, 38 )

Esta búsqueda desesperada de sentido en nuestro mundo de hoy a la que el Santo Padre se refiere toma muchas formas. Una de éstas es el "Movimiento de la Nueva Era". Nombres de destacadas personalidades de Norteamérica están asociadas con este Movimiento de la Nueva Era. (Shirley McLaine, Nancy Reagan, Bob Dylan, Tom Cruise, John Brodie, sólo por nombrar a algunos - "A cruise in Outer Space", por Jan Golab, California Magazine, junio 1991, pág. 42-). Muchas librerías en toda la nación muestran extensamente obras y escritos de esta "Nueva Era". Un nuevo parque de 480 acres valorizado en un billón de dólares se proyecta en Orlando, Florida, para 1993 (Maharishi Mehesh Yogi). El Movimiento de la Nueva Era penetra todos los sectores de la sociedad, no sólo en lo espiritual y devocional sino también en lo público y político.

El Movimiento de la nueva Era abraza muchos de los ideales de la Iglesia, como es la paz, el humanitarismo, el respeto por la dignidad de la persona, la meditación y el interés por la ecología. Pero también abraza muchos otros elementos que son totalmente incompatibles con el cristianismo y con nuestra fe Católica.

El Movimiento de la Nueva Era, como se conoce hoy día, tuvo su comienzo en California en la década de los 60 con la difusión de filosofías orientales, particularmente el Budismo que fue tan popular entre los americanos de clase media desilusionados en ese entonces con la guerra de Vietnam. Este movimiento, como lo conocemos hoy día, tiene sus raíces en un sin fin de prácticas y disciplinas religiosas, filosóficas y teosóficas (como por ejemplo, la gran preocupación por el ocultismo, como se puede palpar por el temor a la brujería y al renacimiento de la astrología, la quiromancia y las sanaciones mágicas entre los colonizadores de este país, así como las creencias sincretistas entre los esclavos de Louisiana y otros estados del Sur). Otras preocupaciones con el ocultismo de los siglos dieciocho, diecinueve y el presente, proveen el marco histórico para el movimiento de la Nueva Era que trata de buscar iluminación y verdad. Entre estos están los iluministas con su reacción al renacimiento del siglo dieciocho, la inducción hipnótica de Mesmer (que tiene que ver con lo inconsciente o subconsciente), el espiritismo (la creencia de que los espíritus de los muertos se comunican con los vivientes a través de un medio), la teosofía, los estudios sobre PSI (PES), cierta obsesión con extraterrestres, y la convergencia armónica (la creencia de que el mundo anuncia una nueva era de armonía en el mundo).

El Movimiento de la Nueva Era se puede describir como una subcultura al parecer religiosa que se ha difundido, pero de ninguna forma se ha definido. Este movimiento tiene como meta que sus integrantes descubran la luz en su interior y todas las manifestaciones de lo divino dentro y alrededor de ellos por medio de una variedad de ejercicios y técnicas que involucran la mente. En sí, el Movimiento de la Nueva Era no concibe a un Dios personal. Dios está dentro de cada uno. Los integrantes de esta Nueva Era se refieren a esto como la "energía-dios" o "purosentido" o "puroconocimiento".

El Movimiento de la Nueva Era recalca que las polaridades tradicionales entre lo masculino y lo femenino se deben superar. Las prácticas de esta "Nueva Era" incluyen la brujería, la astrología, volver a nacer (por medio de hipnosis volver al momento en que uno nació), canalización (evocando las voces de los espíritus a través de un medio humano). Estas y otra prácticas son íntegras del Movimiento de la Nueva Era que también cree en la reencarnación.

Esta "Nueva Era" pide un cambio radical en la forma en la cual uno mira a la vida. Debate y exige acerca de nuestras propuestas científicas occidentales y nuestra forma de ver al mundo y propone un camino de intuición oriental casi mágico. La base del pensamiento de esta "Nueva Era" es la realización del potencial humano con el fin de anunciar o provocar la "Era de Acuario". A esta realización se llega por medio de la meditación, "la psicología callejera", participación en EST, etc. La filosofía básica en que podemos ser lo que queramos ser, pues todos somos dios. Nuestra personalidades y nuestra formas de ser son determinadas desde el momento de nuestro nacimiento y la posición de las estrellas y planetas. La moralidad es relativa. El pecado se iguala a la ignorancia y el conocimiento con el panteísmo.

El carácter indefinido y la complejidad del Movimiento de la Nueva Era se reflejan en el gran número de conceptos, temas e intereses con los que se asocia. Ellos presentan el sabor o la sustancia del "movimiento" y las dificultades que propone para una evaluación teológica.

Se tiene que reconocer que hay aspectos positivos en este Movimiento de la Nueva Era. Refleja un compromiso con lo sagrado y lo espiritual, un nuevo descubrimiento de lo trascendente que es una reacción al racionalismo científico y al secularismo de hoy día. Busca la verdad como la solución a todo misterio. Refleja una búsqueda hoy día de una experiencia viva espiritual. Reconoce el valor de expresar la espiritualidad por medio de signos y símbolos, como hacen los Sacramentos. Nutre la autoestima como ingrediente necesario para la búsqueda de la verdad. Está comprometido con la paz, la felicidad humana, la buena voluntad y la benevolencia. Tiene un optimismo desenfrenado. Hay cierto culto por el cual sus integrantes se unen en una comunión con la divinidad.

Sin embargo, como ya se ha dicho, muchos de los elementos del Movimiento de la Nueva Era son completamente incompatibles con la cristiandad. Hay una omisión total de un Dios personal. Hay una omisión de la revelación de Dios en Cristo Jesús y una ignorancia total del misterio del amor de Dios, de la Encarnación, de Dios que viene al mundo como hombre en la persona de Jesús. Hay una negligencia total sobre el concepto y la realidad de la redención por medio de Jesucristo, del Espíritu Santo, de la Iglesia establecida por Jesucristo, del juicio final, del cielo y del infierno.

En la "Nueva Era" falta la habilidad para la autocrítica, hay una tendencia a pensar que todo sentimiento y pensamiento es relativo. Se le da rienda suelta a la astrología, a interpretar la personalidad y la forma de ser como predestinadas por la posición de las estrellas desde el momento del nacimiento. Hay una gran insistencia en la reencarnación. Hay una especie de espiritismo en el cual se piensa que las almas de los muertos se comunican con los vivientes por un medio, mientras que migran por el tiempo y el espacio.

Al tomar en cuenta que el Movimiento de la Nueva Era y su búsqueda da un sentido a la vida del más allá, ajeno a las actitudes no creyentes tan prevalecientes en nuestros días, podemos reflexionar que actualmente la Iglesia Católica ofrece muchas de las respuestas que buscan tan asiduamente los integrantes de la "Nueva Era". Esto es aparente especialmente en la Iglesia del Concilio Vaticano II y su respuesta a las necesidades de hoy día. Así como el Movimiento de la Nueva Era reacciona contra el racionalismo científico, también lo hace la Iglesia. La Iglesia reconoce que la ciencia y la razón, como únicos recursos para el conocimiento, aniquilan la fe y la oración. Las tradiciones y prácticas de la Iglesia durante los siglos (por ejemplo, los ayunos, los cantos, los peregrinajes, los íconos, el incienso, etc.), así como sus enseñanzas, han reflejado su rechazo al racionalismo.

El culto católico integra la materia y el espíritu en la vida de oración de la Iglesia. Incluye expresiones corporales así como la elevación de nuestras mentes y corazones al Señor. Signos, símbolos y rituales son parte íntegra de la proclamación, la experiencia y el desarrollo de la fe en la Iglesia Católica. Por veinte siglos los católicos han vivido por el poder de los signos y los símbolos, especialmente por los Sacramentos y sacramentales.

La Iglesia tiene una tradición muy rica de grandes místicos y espiritualidades místicas, que no son adecuadamente apreciadas en nuestros tiempos, para responder a la afanosa búsqueda de una dimensión espiritual en la vida (San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, etc.).

Proclamando y viviendo el Evangelio de Jesucristo, el Dios Hombre, eminentemente de este mundo por Su Encarnación, y eminentemente trascendente por Su Divinidad (por sus Sacramentos y sacramentales, sus oraciones y devociones, con estabilidad y autenticidad), la Iglesia da respuesta a los grandes esfuerzos humanos para reconciliar lo terrestre con el ansia de lo divino. El magisterio de la Iglesia garantiza la autenticidad de las experiencias espirituales. Apartada de la guía de la Iglesia, esta sed espiritual puede ser manipulada y confundida.

La evangelización de la Iglesia, como el Movimiento de la Nueva Era, se dirige a todos los sectores de la sociedad: lo espiritual y lo social, lo público y político. Considera engañosa cualquier cosa que niegue la realidad del pecado y la necesidad de la gracia por la redención en Cristo.

Está creciendo un interés por el desarrollo espiritual entre muchos de nuestros queridos fieles católicos. La difusión del Movimiento de la Nueva Era es una indicación de que muchos buscan la dimensión espiritual de la vida en nuestros tiempos.

Esto es un reto y una oportunidad para los seguidores del Señor. Es especialmente pertinente este año cuando celebramos el Quinto Centenario de la llegada del Evangelio a este hemisferio. Esta debe ser una época para volvernos a comprometer a proclamar y predicar la Palabra de vida con un fervor renovado en el poder del Espíritu Santo. Este es un reto para nuestro clero, los religiosos y los laicos para poder dar testimonio de la espiritualidad de su fe.

Este es un reto para las comunidades parroquiales para promover programas de renovación espiritual y así poderse convertir en centros de oración aún más ricos, para rendir culto más ardientemente en sus liturgias sacramentales y otras formas de devoción.

Esta es una época para ofrecer y promover los retiros, los días de reflexión. Esta es un época especial para poder encontrar a Dios y al potencial humano en estos centros de retiro tan atesorados en nuestra tradición. Esta es la época para promover los movimientos de oración, los Cursillos, el Movimiento Carismático y otros donde muchos experimentan y se nutren de vida espiritual. Esta también es una época para fomentar y desarrollar muchas formas de oración incluyendo la meditación, la contemplación, la oración centrada y otras devociones privadas especialmente al Santísimo Sacramento, al Sagrado Corazón, a la Santísima Madre del cielo y a los santos como modelos de la vida espiritual.

Es una época para reflexionar sobre nuestras práctica pastorales, para preguntarnos si la recepción y la comprensión de las gracias de los Sacramentos se están fomentando adecuadamente, si la administración de los Sacramentos están respondiendo a las necesidades de nuestro pueblo. Tenemos que reflexionar sobre la calidad del Rito de Iniciación de los Cristianos Adultos y de otras comunidades como éstas en cada parroquia. ¿Son en realidad centros de bienvenida a esos que vuelven a la Iglesia en Búsqueda de sentido a su vida?

Tenemos que reflexionar sobre la calidad de la oración familiar; si nuestra familias en realidad son "pequeñas iglesias" donde la dimensión espiritual de la vida se aprende y se experimenta.

Ya es hora de que anímenos y demos más libertad a los carismas que tienen las mujeres en el desarrollo de la vida espiritual en la Iglesia.

En verdad nuestros tiempos añoran una nueva era. Nuestro Santo Padre ve una nueva era. "Veo el amanecer de una nueva era misionera, que se convertiría en un día resplandeciente que trae una cosecha abundante, si todos los cristianos dan respuesta con generosidad y santidad a los llamados y a los retos de nuestros tiempos" (Redemptoris Missio, 92). Para poder realizar esta nueva era tenemos que volvernos a la energía oculta del Evangelio, para así poder dar respuesta a la llamada del Santo Padre a una nueva evangelización, un nuevo vivir y compartir de nuestra fe, un nuevo fervor en métodos y en expresiones. Como nos recordó el Papa Pablo VI, esta nueva era no vendrá de los fieles que manifiesten fatiga, desencanto, que se acomoden a lo moderno o que tengan falta de interés o de esperanza y entusiasmo. La verdadera nueva era vendrá de quienes experimentan la delicia y el gozo de evangelizar, ese entusiasmo interior que nada ni nadie puede apagar. Nuestro mundo debe recibir la Buena Nueva de ministros del Evangelio que brillen con fervor, porque han recibido el gozo de Cristo y están dispuestos a darse completamente para que el Reino de Dios se proclame y la Iglesia sea establecida en medio del mundo.

Para poder realizar esa nueva era, debemos estar comprometidos con y en Nuestro Señor Jesucristo por la intercesión de su Santa Madre la Virgen María, nuestra Estrella Matutina.

Capítulo 2: Apéndice

Para poder dar alguna indicación del ambiguo carácter y complejidad de esta subcultura de la "Nueva Era", trataremos de exponer una lista de conceptos, temas e intereses asociados con, o apropiados por el Movimiento de la Nueva Era por el cual se hace tan difícil una evaluación teológica. Esta lista aunque no es concluyente, nos da una idea de la dificultad que existe en poder caracterizar este movimiento. Esta lista se ha formado de diferentes catálogos, folletos y libros asociados con la "Nueva Era".

Sanación ausente, acupresión, acupuntura, aikido, alquimia, estados alterados de conciencia, medicinas alternativas, derechos de animales, medicina antroposófica, antroposofía, energía cinética aplicada, terapia aromática, terapia de arte, proyecciones de cuerpos astrales, astroarqueología, consejería astrológica, astrología, Atlantis, talleres de autogénesis (yoga, escritores como Johannes Schultz, Wolfgang Luthe, Elmer Green), escrituras automáticas (Frederick Bligh Bond), autosugestión (Emile Coue), medicina "Ayurvedica" (Dr. Andrew Starway).

Remedios Bach (ejercicio de los ojos que restauran el equilibrio psicológico; Dr. Edward Bach; homeopatía; el Centro Bach, Walligford, Oxford); la fe Bahai, Método Bates (Aldous Huxley. Dr. William Bates +1931), homeopatía bioquímica (Dr. William Schuessier +1898), agricultura biodinámica (Rudolf Steiner, grupo Findhorn), psicología biodinámica (Gerda Boysen, Wilhelm Reich; terapia bioenergética), bioenergías (Wilhelm Reich, Alexander Cowen; la "tercera fuerza" o energía orgánica); información biológica (estados de conocimiento alterado; Alyce y Elmer Green, C. Maxwell Cade), biorritmos (Wilhelm Fleiss, Herman Swoboda, Alfred Tatschler, Gay Gaer Luce), terapias que usan el cuerpo como la llave para la salud psicológica: Wilheim Reich, técnicas Rolf y técnicas Feldenkreis. Tai chi y hatha yoga (cuando se usan no como ejercicios sino como preparaciones para meditación, etc.).

Chacras, quiromancia, claraudiencia (Alice Bayle), clarividencia (método Silva y diagnosis clarividente), ecología clínica (George Lewith y Julia Kenyon, Marshall Mandell y Doris Rapp); cristales y terapia de cristales, aplicación de ventosas (técnica de mover la sangre a la superficie de la piel practicada por los egipcios, los griegos y los chinos).

Dianética (la cura de enfermedades psicosomáticas por medio de la purgación de los temores; la cientología de Ron Hubbard), irrigación (usando varas para buscar agua o energías ocultas; la Sociedad inglesa de irrigadores fundada en 1933; Abbre Mermet 1920 y radiestesia; Thomas Lethbridge, Buy Underwood. Thomas Gravs, Bruce MacManaway), el proyecto del Dragín 1977 (irrigadores científicos e investigadores técnicos de energía psíquica en lugares prehistóricos; para más información ver el libro de Don Robins, Circles of Silence 1985).

Los misterios terrestres (geomancia, arqueología astral, folklore, fenómenos extraños naturales, los efectos de la energía en organismos y ecosistemas, la irrigación, astronomías antiguas, fenómenos paranormales, los "espirituales del mundo" o Gaia), Eckankar (que significa "colaborador con Dios". La ciencia de la migración del alma, elevando la mente a planos de conocimientos mayores; véase a Paul Twitchell, Anytia; Twitchell es la última reencarnación de los maestros Eck que tenían como meta la autorrealización y la realización divina), la economía de ELLA vs. EL (la ecología humana sana contra la hiperexpansión; véase a "Sane Alternatives" por James Robertson; Marylin Ferguson Acquarian Conspiracy, 1982), grupos de encuentro (véase los grupos Esalen, Kurt Lewin, y el libro de William Schutz "Elements of Encounter", 1982, y Carl Rogers), sistemas de energía (ódicos o "la tercera fuerza", la psicocinética, telepatía, fenómeno PSI). EST (Werner Erchard).

Gaia (Dr. James Lovelock, "Gaia, a new look at life on earth" 1982). Los estados ganzfeld (estados de conocimiento en sueño que son de interés especial para la PES y PSI; véase también a Carl Sargent de Cambridge), geomancia (Nigel Pennick 1981), terapia Gerson (el Dr. Max Gerson +1959; dieta basada en el tratamiento del cáncer); terapia Gestalt (Fritz Perls, Wilhem Rich), grafología (análisis de escritura como diagnóstico).

Hatha yoga, conocimiento de la hierbas, sanidad herbal, homeopatía, hidroterapia (pozos y manantiales santos), hipnosis. I Ching, terapia de ionización (iones negativos y purificadores físicos y psíquicos), iriología (diagnosis por medio del iris del ojo: Ignatz von Peczely, Nils Liljequist, Bernard Jensen). Fotografía Kirlian (Semyon y Valentina Kirlian, Fotografía de alto voltaje o electro que se piensa que es capaz de fotografiar el "aura" de cualquier organismo; Thelma Moss, H.S. Dakin), kundalini.

Macrobióticos, los medios (espiritismo; Douglas Dundras Home +1886), terapia de megavitaminas (Linus Pauling), terapia metamórfica (de la reflexiología), terapia de música, naturopatía (la Asociación Británica de Naturopatía y Osteopatía: Andrew Taylor Still). Psiquiatría ortomolecular (Linus Pauling, terapia de vitaminas), osteopatía (Andrew Taylor Still), experiencia "fueradecuerpo" (viajes astrales, teosofía; Sylvan Muldoon, Robert Monroe: "Psychis Research: A Guide to its History, Principles, and Practices", Acquarian Press, 198,.1).

Quiromancia (Conde Luis Hamon; The Language of the Hand, Beryl Hutchinson, Your Life in your hands 1967: Lyall Watson Supernature, 1974), parapsicología (J.B.Rhine UK, Max Dessoir BRD; Robert Morris UL), terapia de vidas pasadas (Morris Netherton: Institute for Past Life Awareness USA UK; Arthur Guirdham, Dr. Lisa Sand and Inga Hooper UK); neumatocracia (sustituir las cosas espirituales por las materiales; John Quanier, ed. New Humanity journal), terapia de polaridades (técnicas orientales y occidentales para liberar las energías atrapadas en el cuerpo; Dr. Randolf Stone -Austria- +1983), premonición (grupos de personas que sueñan con desastres naturales que van a ocurrir), psicología transpersonal y humanística, piramidología (usando pirámides de cristal para enfocar la energía psíquica).

Volver a nacer, reflexología (el arte de masaje en los pies de los fetos en el vientre de sus madres como terapia para el trauma intrauterino), rolfing (el cambiar de postura por medio de un profundo realineamiento de los músculos), los Rosacruces. La reencarnación es un volver a nacer del alma o del ser en una serie de encarnaciones físicas o preternaturales que usualmente se hacen evidente en humanos o animales, pero en algunos casos divinos, angélicos, demoníacos, vegetales o astrológicos. Es en la India de antaño y en Grecia que esta doctrina se desarrolla más elaboradamente, y se conecta intrínsicamente con las enseñanzas de los hindúes, budistas, jainistas y sikistas. Es por medio de las escrituras de las Sociedades Teosóficas que estas enseñanzas de la reencarnación han recibido gran difusión en el occidente y son muy aceptadas dentro del Movimiento de la Nueva Era.

Samadhi, Shiatsu, Toques terapéuticos, sales de membranas (terapias ortomoleculares involucrando la introducción de sales exóticas que las membranas del cuerpo pierden en el proceso de envejecer), análisis transaccionales, psicología transpersonal y meditación trascendental. Veganismo (Sociedad Vegan 1944), vegetarianismo (Erich von Daniken Gold of the Gods 1975), yoga, yin/yang, las cartas Zener (para experimentar PES).


Miami, EE.UU., noviembre de 1991


Cabe señalar que de estos conceptos, temas e intereses asociados con, o apropiados por el Movimiento de la Nueva Era en su mayoría tienen fechas anteriores a la decada de los 80. También es importante reclacar la citas del Magisterio contenidas en este documento oficial del Arzobispado de Miami; a saber: Redemptoris Missio, así como las alusiones a los santos, movimientos de la Iglesia e incluso al Concilio Vaticano II para reforzar la Instrucción Pastoral que se pretende ofrecer con el mismo. Espero entonces el escrito de la Santa Sede que supuestamente corrige este documento, si es que existe. Dios les bendiga.
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MensajePublicado: Jue Mar 08, 2007 4:15 pm    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
Responder citando

Estimados hermanos en Cristo:

Pongan atención por favor a este párrafo del documento del arzobispado de Miami que el hermano Albert resaltó:

Cita:
El Movimiento de la Nueva Era, como se conoce hoy día, tuvo su comienzo en California en la década de los 60 con la difusión de filosofías orientales, particularmente el Budismo que fue tan popular entre los americanos de clase media desilusionados en ese entonces con la guerra de Vietnam.


Como puede observarse con toda claridad la perspectiva de este documento se refiere a fenómenos claramente circunscritos al acontecer de la sociedad de los Estados Unidos de América. Es decir, está analizando el fenómeno bajo las particularidades con las que éste ha impactado a su arquidiócesis, lo cual no es en modo alguno incompatible con que identifique sus antecedentes en los fenómenos globales que vienen desde siglos anteriores y que se analizan en los párrafos subsiguientes.

En cambio, el documento "Jesucristo portador del agua de la vida" dice:

Cita:
Los primeros símbolos de este « movimiento » que se introdujeron en la cultura occidental fueron el conocido festival de Woodstock, en el estado de Nueva York, en 1969, y el musical Hair, que expuso los principales temas de la Nueva Era en su canción emblemática « Aquarius ».20 Pero esto era tan sólo la punta de un iceberg cuyas verdaderas dimensiones se han podido percibir sólo en una época relativamente reciente.

Es claro que el documento de los Consejos Pontificios de la Cultura y para el Diálogo Interreligioso no se circunscribe ya a lo que sucedió en la sociedad de los EUA, puesto que habla ya de un impacto en la cultura occidental como un todo. Sin embargo, es de destacar que:

1. Identifica el origen en los EUA, y
2. hace notar que lo que se percibía a ese nivel global era tan solo la punta de un iceberg.

Iceberg, que para entonces es muy posible que ya fuera mejor conocido en el arzobispado de Miami.

Así, aunque técnicamente 1969 queda aún en la década de los 60's, me parece claro que hablar de los 60's es hablar de la década completa o al menos de una parte significativa de la misma. Por lo que creo que si es importante reconocer que ambos documentos no están hablando de lo mismo.
Pero no hablan de lo mismo tan sólo en fechas, sino tampoco en alcance.

Y en efecto, cuando analizamos por ejemplo, el desarrollo de la guerra de Vietnam, la que el arzobispado de Miami identifica como uno de los factores directamente ligados al origen y difusión del movimiento de la Nueva Era en su arquidiócesis, nos damos cuenta de que sus inicios se remontan a 1959 y que es en abril de 1961 que las primeras tropas estadounidenses hacen su arribo, aunque es hasta agosto de 1964 donde el presidente Johnson convoca al Congreso para que le apoye en iniciar una guerra en forma, la que se materializa en febrero de 1965 que es cuando inician los bombardeos aéreos, por lo que se suele identificar la intervención de los EUA de 1965 a 1973.

Así hermanos, creo que toda esta información ratifica las hipótesis que había planteado en mi aporte anterior en el sentido de que el arzobispo de Miami identifica en su documento el origen del movimiento en la medida en que afectó a su propia diócesis, y los Pontificios Consejos identifican el origen del movimiento ya como un fenómeno global.

Saludos y bendiciones
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EduaRod
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MensajePublicado: Jue Mar 08, 2007 4:38 pm    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
Responder citando

Y bueno, para acabar de subrayar los puntos que he querido elaborar, noten por favor cómo ambos documentos se refieren al movimiento de la Nueva Era como un "mazacote" ambiguo y complejo al que es muy difícil caracterizar.

El del arzobispo de Miami:

Cita:
Para poder dar alguna indicación del ambiguo carácter y complejidad de esta subcultura de la "Nueva Era", trataremos de exponer una lista de conceptos, temas e intereses asociados con, o apropiados por el Movimiento de la Nueva Era por el cual se hace tan difícil una evaluación teológica. Esta lista aunque no es concluyente, nos da una idea de la dificultad que existe en poder caracterizar este movimiento. Esta lista se ha formado de diferentes catálogos, folletos y libros asociados con la "Nueva Era".


El de los Consejos Pontificios:

Cita:
Ésta es una respuesta pastoral a un desafío actual. No pretende proporcionar una lista exhaustiva de los fenómenos de la Nueva Era, ya que eso requeriría un voluminoso tratado, aparte de que dicha información está disponible en otros lugares.
...
La Nueva Era no es un movimiento en el sentido en que normalmente se emplea el término « Nuevo Movimiento Religioso », ni es lo que normalmente se da a entender con los términos « culto » o « secta ». Es mucho más difuso e informal, ya que atraviesa las diversas culturas, en fenómenos tan variados como la música, el cine, seminarios, talleres, retiros, terapias, y en otros muchos acontecimientos y actividades, si bien algunos grupos religiosos o para-religiosos han incorporado conscientemente algunos elementos de la Nueva Era, e incluso algunos han sugerido que esta corriente ha sido fuente de inspiración para varias sectas religiosas y para-religiosas.9 Sin embargo, la Nueva Era no es un movimiento individual uniforme, sino más bien un entramado amplio de seguidores cuyo característica consiste en pensar globalmente y actuar localmente. Quienes forman parte del entramado no se conocen necesariamente unos a otros y raramente se reúnen, si es que llegan a hacerlo. Con el fin de evitar la confusión que puede surgir al usar el término « movimiento », algunos se refieren a la Nueva Era como un « ambiente » (milieu)10 o un « culto de audiencia » (audience cult).11 Sin embargo, también se ha señalado que « es una corriente de pensamiento muy coherente »,12 un desafío deliberado a la cultura moderna. Es una estructura sincretista que incorpora muchos elementos diversos y que permite compartir intereses o vínculos en grados distintos y con niveles de compromiso muy variados.


Y ya para terminar, vemos como el mismo documento de los Consejos Pontificios se ve a sí mismo como una respuesta provisional (las negrillas vienen incluso en el original), lo que claramente indica que el proceso de reflexión en Roma al respecto aún se encuentra en desarrollo y, por consiguiente, los pronunciamientos no son en modo alguno definitivos:
Cita:
El estudio es un informe provisional. Es el fruto de la reflexión común del Grupo de Trabajo sobre Nuevos Movimientos Religiosos, compuesto por miembros de diferentes dicasterios de la Santa Sede: los Consejos Pontificios de la Cultura y para el Diálogo Interreligioso, que son los redactores principales de este proyecto; la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.


Saludos y bendiciones
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Albert
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MensajePublicado: Jue Mar 08, 2007 5:00 pm    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
Responder citando

Hermano EduaRod:

¡Paz y bien!

Lo que propones en tu análisis lo comparto, de hecho en este se hace notar que la aseveración de Fabrem carece de toda objetividad en el sentido que un documento no corrige ni se contrapone al otro. Creo que es meritoria una aclaración respecto a esto de parte del hermano, puesto que como yo advertí, también pudiera darse el caso que lo vean otros, tal aseveración tiene implícita una acusación peligrosa en el sentido de la veracidad de los documentos que Catholic.net publica en su portal. Esperemos que Fabrem lo note también. Gracias por tu estupenda exposición. Dios te bendiga.
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MensajePublicado: Sab Mar 10, 2007 9:26 pm    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
Responder citando

Hermano Fabrem:

¡Paz y bien!

Sigo en la espera del documento de la Santa Sede que diga que el Arzobispo de Miami fue corregido por el Magisterio Universal. Dios te bendiga.
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MensajePublicado: Sab Mar 10, 2007 10:25 pm    Asunto:
Tema: Roma locuta causa finita
Responder citando

EduaRod escribió:
Estimados hermanos en Cristo:

Sinceramente creo que se está llevando este asunto demasiado lejos.

Cualquier católico que se respete sabe cuáles materias son las que son directamente competencia del Magisterio de la Iglesia. Citemos la Constitución Dogmática Pastor Aeternus del Concilio Vaticano I para que no quede duda:

Cita:
Así, pues, si alguno dijere que el Romano Pontífice tiene tan sólo un oficio de supervisión o dirección, y no la plena y suprema potestad de jurisdicción sobre toda la Iglesia, y esto no sólo en materia de fe y costumbres, sino también en lo concerniente a la disciplina y gobierno de la Iglesia dispersa por todo el mundo; o que tiene sólo las principales partes, pero no toda la plenitud de esta suprema potestad; o que esta potestad suya no es ordinaria e inmediata tanto sobre todas y cada una de las Iglesias como sobre todos y cada uno de los pastores y fieles: sea anatema.
...
El Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando en el ejercicio de su oficio de pastor y maestro de todos los cristianos, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina de fe o costumbres como que debe ser sostenida por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que gozara su Iglesia en la definición de la doctrina de fe y costumbres. Por esto, dichas definiciones del Romano Pontífice son en sí mismas, y no por el consentimiento de la Iglesia, irreformables.


Por tanto, hermanos, vemos que la autoridad del Santo Padre, que es la suprema del Magisterio se ejerce:
1. de manera infalible en cuestiones de fé y costumbres (moral) cuando habla excathedra.
2. con plena y suprema potestad de manera ordinaria e inmediata tanto cuando habla de cuestiones de fé y costumbres (moral) como cuando trata del gobierno y disciplina de la Iglesia.

Basados en esto, y aunque de ningún modo se debe menospreciar o minimizar la importancia de que en un documento emitido por un par de Pontificios Consejos se haga un recuento histórico con fechas específicas (importancia que analizaremos más adelante) es menester sin embargo, notar con claridad que la determinación histórica de la fecha en que inició un movimiento ajeno a la Santa Madre Iglesia no es competencia directa del Magisterio, sino más bien una cuestión que especialistas en el tema e historiadores deben resolver.
Y me parece que no sería correcto reclamar en favor de la competencia directa del Magisterio en la materia que los errores del tal movimiento son un peligro para la vida de los fieles o cosas similares; puesto que el peligro está constituido por las ideas y prácticas del movimiento mismo, las que desde luego el Magisterio tiene toda la potestad para condenar y rechazar, y no por una simple determinación histórica de fechas.
Lo que se desprende de todo lo anterior es que no me parece posible clamar la sola obediencia al Magisterio como argumento en favor de la aceptación o rechazo de la fecha de un evento histórico que sale del ámbito de materias citadas por la Constitución "Pastor Aeternus", que son las verdaderamente relevantes a nuestra salvación.

No obstante lo anterior, tampoco me parece que sea en modo alguno irrelevante un dato que aparece citado en el contexto de un análisis histórico que un par de Pontificios Consejos han juzgado oportuno realizar.
Y no me parece irrelevante porque es claro que si se ha decidido realizar tal análisis es porque la Iglesia ha juzgado que el tema tiene una importancia pastoral significativa.
Esa importancia pastoral la podemos ver con toda claridad en el ejemplo del que se desprendió esta discusión: todos los fieles podrán estar más alerta de un peligro concreto si están conscientes del contexto histórico en el que este peligro se genera y se desarrolla. Y, en cambio, como lo demostraron algunos hermanos en esa discusión, los fieles pueden caer en una falsa confianza de que no hay peligro si a causa de una falta de comprensión del contexto histórico piensan, sin tener la capacidad de analizarlo por propia cuenta, que los elementos del peligro aún no estaban presentes cuando en realidad ya lo estaban.

Pero justamente, si el Magisterio ha juzgado oportuno proveer todo un contexto histórico completo, y no meramente una fecha aislada, es porque el provecho pastoral del que hablabamos antes se obtiene por la comprensión (aunque sea general) del fenómeno completo y no meramente por una fecha en particular.

Así, aunque el mismo documento "Jesucristo portador del agua de la vida" provee algunas fechas clave, de las que ya han discutido, así también nos señala lo que ya comentabamos antes:
Cita:
En realidad, si la Nueva Era ha alcanzado un notable grado de aceptación ha sido porque la cosmovisión en que se basa ya estaba ampliamente aceptada. El terreno estaba bien preparado por el crecimiento y la difusión del relativismo, junto con una antipatía o indiferencia hacia la fe cristiana.

Por tanto, es evidente que, en el análisis histórico amplio que el documento realiza, se nos está diciendo que, independientemente de la fecha de inicio del movimiento como tal, el peligro en realidad pre-existía al nacimiento o difusión del movimiento, simplemente no había alcanzado una forma organizada. Lo cual me parece constituye una advertencia pastoral en el sentido de que no hay que casarse con una fecha de inicio, sino estar en guardia a las manifestaciones propias del peligro mismo, independientemente de la fecha y de si estaba o no en un contexto organizado.

Las fechas, sin embargo, tampoco me parecen irrelevantes: son una indicación de eventos históricos importantes, los cuales es necesario resaltar como momentos en que el peligro se extiende y se agrava, a la vez que se organiza. Al ser más organizado, se vuelve más fácil identificarlo; pero al ser más extendido es necesario estar más alertas, pues puede aparecer con mayor facilidad.

Lo que me parece un poco menos critico desde el punto de vista estrictamente pastoral es si un evento concreto en particular puede identificarse o no como el inicio histórico del movimiento mismo. Esto por que ya dijimos que lo importante era saber que el peligro pre-existía al inicio del movimiento, y que cualquiera de las fechas citadas, independientemente de si se le etiqueta como antecedente, inicio del movimiento o como un desarrollo posterior, marca de cualquier manera un agravamiento del peligro que es preciso notar y atender.

Asi pues y resumiendo, me parece que, si bien el señalar el peligro concreto que entrañan estas doctrinas desviadas es un aspecto que plenamente involucra la autoridad doctrinal del Magisterio, y que el análisis histórico, dentro del que ciertos eventos tienen particular relevancia, es en verdad un aspecto de importancia pastoral para el Magisterio; la etiqueta concreta que cada uno de estos eventos reciba (antecedente, nacimiento, desarrollo, etc.) es algo que corresponde resolver más bien a los historiadores e investigadores en la materia y no propiamente a la autoridad del Magisterio.
En este sentido me parece apropiado citar este texto de la Congregación para la Doctrina de la Fé (presidida por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger), el cual me parece que respalda los puntos anteriores:

Cita:
La libertad de investigación, a la cual tiende justamente la comunidad de los hombres de ciencia como a uno de sus bienes más preciosos, significa disponibilidad a acoger la verdad tal como se presenta al final de la investigación, en la que no debe haber intervenido ningún elemento extraño a las exigencias de un método que corresponda al objeto estudiado.

En teología esta libertad de investigación se inscribe dentro de un saber racional cuyo objeto ha sido dado por la revelación, transmitida e interpretada en la iglesia bajo la autoridad del Magisterio y acogida por la fe. Desatender estos datos, que tienen valor de principio, equivaldría a dejar de hacer teología. A fin de precisar las modalidades de esta relación con el Magisterio, conviene reflexionar ahora sobre el papel de este último en la Iglesia.
Instrucción sobre la vocación eclesial del teólogo
Congregación para la Doctrina de la Fe

De este modo vemos que, los investigadores, particularmente los teólogos, deben estudiar sus disciplinas usando sus métodos propios; pero siempre tomando en cuenta que la opinión del Magisterio en las cuestiones que realmente son de su competencia, constituyen datos fiables que no pueden ser ignorados dentro de la misma investigación so pena de estar ignorando la realidad (cuando las verdades son infalibles) o al menos la opinión más autorizada disponible (en cuestiones que no se han definido como infalibles pero que caen en la competencia del Magisterio según se vió en la Pastor Aeternus).

Me parece entonces que queda suficientemente probado que son los especialistas del tema e historiadores los que tienen la responsabilidad concreta de fijar la etiqueta para cada uno de estos eventos, esto en buena medida estudiando como contribuyeron al desarrollo global del fenómeno, lo cual incluye considerar como dato fiable la opinión del Magisterio en cuanto a cómo este desarrollo ha interactuado con las cuestiones propias de la fé, costumbres, gobierno y disciplina de la Iglesia.

Ahora bien, en movimientos sociales tan complejos como los que estamos tratando, particularmente en sus etapas tempranas de desarrollo, suelen abundar los elementos y eventos que pueden marcarse como hitos o "mile-stones". Y aunque estos hitos son tales precisamente en la medida en que señalan un cambio en el desarrollo del fenómeno. Esto no quita que el fenómeno globalmente considerado siga un desarrollo global y progresivo. Por eso resulta particularmente difícil seleccionar uno solo de esos eventos como el verdadero nacimiento de un movimiento de este nivel de complejidad. De ahí que, aún ejerciendo correctamente el método propio de sus disciplinas, y atendiendo a la opinión del Magisterio en los puntos relevantes, es perfectamente posible que diferentes investigadores asignen diferentes etiquetas a ciertos eventos en particular:

Lo que para uno sigue siendo un antecedente (p.ej. el surgimiento de una publicación de difusión relativamente limitada), para otro puede ser el evento que marca el verdadero inicio del movimiento. Y entonces lo que para el segundo puede ser un evento que ya corresponde al desarrollo del movimiento (p.ej. un evento o publicación de alcance masivo), para el primero sería apenas el verdadero nacimiento del movimiento como tal.

Insisto en que tales etiquetas no me parecen relevantes ni desde el punto de vista doctrinal, ni desde el punto de vista pastoral: es claro que el peligro pre-existía y que ambos momentos son dignos de consideración pastoral en la medida en que, independientemente de la etiqueta que se les asigne, marcaron un cambio en el alcance y naturaleza del peligro para la Fé.

Fundamentado en todo lo anterior, y no en un vano intento de forzar las cosas para acomodarlas a nuestro gusto, es que no me parece que en verdad se pudiera hablar de un conflicto de autoridad entre las opiniones emitidas por el obispo de Miami, y por los Pontificios Consejos: simplemente son dos instancias eclesiales importantes que consideran la opinión de diferentes especialistas en un punto concreto que por sí mismo no interesa a la Fé ni al gobierno de la Iglesia (la etiqueta del evento). Al contrario, me parece que estas opiniones enriquecen la lista de eventos dignos de consideración como hitos que marcan cambios en la naturaleza del peligro.

Por ello, ni siquiera consideraría pertinente el asignar "mayor credibilidad" al dato de los documentos Pontificios en virtud de la mayor cantidad de información y acceso a más y muy probablemente mejores especialistas que por lógica tiene el Vaticano sobre cualquier diócesis de la Iglesia. Y no me parece pertinente porque es necesario considerar el alcance de ambos documentos: el del arzobispo de Miami es por fuerza un documento orientado a su arquidiócesis; mientras que el de los Pontificios Consejos es un documento dirigido a la Iglesia Universal.
Así, no es aventurado ni forzado pensar que, dado el desarrollo de la cultura norteamericana en el periodo en cuestión (años 60's - 80's), en verdad se haya vivido un surgimiento de un movimiento organizado claramente identificable en la zona del arzobispado de Miami mucho antes de que el fenómeno alcanzara proporciones globales.

Por tanto, el arzobispo de Miami, junto con los especialistas locales en los que se pudo haber apoyado para elaborar su documento, con razón señalan el inicio del movimiento en una fecha más temprana, que es cuando realmente comenzó a tomar estas características dentro de su diócesis.
Mientras tanto, no es sino lógico que la perspectiva global de los Pontificios Consejos y sus especialistas vea en estos pequeños brotes regionales un mero antecedente y no realmente el inicio del movimiento global, el cual se asignó bajo esa misma lógica a un evento posterior que realmente marcó la difusión global del fenómeno.

Bueno, esta es mi opinión hermanos, tanto del tema original que disparó esta discusión, como sobre la manera en que debemos proceder al contrastar opiniones del Vaticano - que no necesariamente deben ser consideradas además como provenientes del mismo Santo Padre - con las de otras instancias eclesiales importantes e, incluso, con la de veraderos especialistas que no sean ellos mismos autoridades eclesiásticas.

Saludos y bendiciones


Estimado Hermano Eduarod, Solo quiero darle mi sincero agradecimiento por la molestia que se ha tomado en explicar las confusiones que pudieran haberse sucitado, le agradezco que subraye algunos aspectos que aclaran tanto éste tema como el tema del que se derivó éste post. Es de mucha utilidad para Mí.

Dios lo Bendiga
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