Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - Puntos de vista feministas sobre la prostitución
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


Puntos de vista feministas sobre la prostitución

 
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Apologética.
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
Prism@
Nuevo


Registrado: 15 Mar 2007
Mensajes: 1

MensajePublicado: Jue Mar 15, 2007 5:08 pm    Asunto: Puntos de vista feministas sobre la prostitución
Tema: Puntos de vista feministas sobre la prostitución
Responder citando

Puntos de vista feministas sobre la prostitución

Hay “argumentos” en contra de la legalización de la prostitución, que vienen de parte de personas que se definen como feministas, que no me sorprenden nada - ya que siguen la tónica de siempre - y que me gustaría contrarrestar.

Soy una mujer joven, feminista – o así me considero-, pero no me siento identificada con algunas de las maneras e ideas del feminismo que me precede. Agradezco mucho la labor de todas las feministas que han luchado por la igualdad, durante estos años de desigualdades entre hombres y mujeres, pero hay algo en su manera de hacer que creo que ya está obsoleto y que desentona con las nuevas generaciones. Nuevas generaciones que, aunque aún vivimos desigualdades, no estamos, ni por asomo, en la situación de nuestras abuelas o madres, en Europa. Es decir, que me parece que, para conectar con las nuevas generaciones de mujeres, el feminismo debería rebajar la radicalidad de su mensaje, siempre tan crispado, que tenía sentido en el momento de su arranque, pero que ahora encontraría más aliados – incluso masculinos- con otro tono. Y esa crispación, por ejemplo, aflora en su máximo exponente cuando, desde un sector del movimiento feminista, se habla de la prostitución, dando un mensaje contradictorio de libertad de todos los aspectos de la mujer y, a la vez, puritanismo sexual. Un discurso que, de tan reaccionario, no ve sus propias trampas, que son que acaba cayendo en el mismo discurso del patriarcado – aunque digan ir en contra de él -.

Creo, como mujer, que debería ir al grano, intentando evitar enmarañarme en esas trampas del discurso políticamente correcto, y decir, exactamente qué es lo que ocurre con el tema de la prostitución. Qué es lo que realmente molesta a las mujeres de la prostitución. El discurso de generalizar en las pobres mujeres explotadas – que, por supuesto, las hay en algunos casos – no es más que un pretexto para no decir la verdad, por miedo a dar una imagen retrógrada o llena de prejuicios. Pero es así. Todo es consecuencia de lo estético, de pura imagen, pero con capacidad de incidir en lo más profundo de la sociedad. Cuando las mujeres – feministas o no – hablan de este tema, lo hacen con tal ímpetu, con un tono de tocarles lo personal, que sólo se puede buscar el motivo en algo que las puede afectar, de verdad, personalmente. Y este algo es la imagen [la del estereotipo de la prostituta]. Ni los niños muriéndose de hambre en África, ni el tráfico de órganos, ni las guerras, todos ellos temas que por supuesto nos horrorizan, consiguen crear tanta crispación en los debates. Estas mujeres nos molestan porque dan una cierta imagen estereotipada de la mujer, de nosotras.

Hagamos el ejercicio de analizar qué sentimos cuando vemos en TV que tal famosa de papel cuché se sabe que se ha dedicado a la prostitución, entre copitas de champán, glamour, mucho dinero y sábanas de seda. Miente quien se diga a si mismo que le provoca el mismo rechazo que la prostituta de mover el bolso en la esquina y que exhibe con vulgaridad sus nalgas como mercancía. Y no puede provocar lo mismo, porque la imagen que nos llega no es la misma, aunque el fin de su actividad sí sea el mismo. Idéntico sentimiento nos provoca el estereotipo de los anuncios clasificados o de las películas porno. Es decir, la imagen de cosificación absoluta de la mujer que se proyecta públicamente (en la calle, en el cine, los periódicos o la TV). No hablo de la cosificación de prestar algo (el cuerpo) a cambio de dinero – que es la cosificación inevitable de cualquier trabajo -, sino de la cosificación absoluta provocada por una imagen de mujer sin inteligencia, sin ideas, cursi, ridícula o basta; estereotipada, en definitiva (*). De una mujer que, a parte del papel (sexual, en este caso) de ese momento, es incapaz de ser o dar nada más de si misma como persona. Algo que no se insinúa nunca, por supuesto, de una peluquera, actriz o dependienta, por poner ejemplos.


(*) Ejemplos de estereotipificación: ingenuidad (inocente, jovencita, estudiante, juguetona...), ingenuidad inducida por los diminutivos (buen culito, cuerpitos divinamente formados, pechitos pequeñitos y derechitos, mulatita, carita preciosa, gatita golosa...), sumisión (dulce como la miel, cariñosa, sí a todo, sumisa, complaciente, domíname!, átame, soy tuya...), cosificación absoluta imponiendo perfección corporal (cuerpo de muñeca, impresionante, exuberante, bellísima, monísima, pompis gracioso...). Son ejemplos reales extraídos de los clasificados de los periódicos.


No importa lo que estas mujeres hacen en su intimidad con los clientes. Del mismo modo que no importa lo que hago yo en mi casa con mi pareja. Nadie lo ve. A nadie afecta mi intimidad: si me humilla – por consenso, claro -, si le hago la “lluvia dorada” o si ese día acepto el contacto a cambio de una cena. Del mismo modo, no afecta a nadie si una mujer, en su privacidad, acepta dinero a cambio de sexo. Se trata de un intercambio entre dos personas, y nadie debe incidir en ello. Sólo lo público nos afecta y, por ello, puede molestar.

Las mujeres debemos ser conscientes de la realidad de nuestros discursos. La gran estrategia de la sociedad patriarcal ha sido la de “divide al ‘enemigo’ y vencerás”, creando la sociedad de las dos mujeres enfrentadas: la pura (que da por amor) y la prostituta (que da por dinero). Quien es fiel siempre a su hombre, es pura. Quien va con más de uno y/o encima pide dinero, es prostituta. Una es buena y la otra es mala. Así de simplista. Pero esta no era más que una técnica para que no escapáramos del nido y así tener exclusividad sobre nosotras. Pero, aún así, nos lo hemos creído, y continuamos marcando los roles, hoy en día, señalando con el dedo a nuestras compañeras y subrayando diferencias de base machista.

Sólo una hipótesis ¿Qué pasaría si, por consenso, a partir de mañana, absolutamente todas las mujeres del mundo cobráramos a cambio de sexo? ¿De verdad alguien cree que esta situación seria desfavorable y denigrante para la mujer…? ¿…que sería una situación de discriminación extrema? Todo lo contrario. En cuatro días, en una sociedad como esta, donde el dinero y el sexo son los reyes, las mujeres ascenderían a las capas más altas de la sociedad – porque, insisto, el dinero manda -, ocupando sitios de poder, tanto en el mundo laboral, político y social. Y esto ocurriría porque el hecho en sí de pagar a alguien por sexo no es un acto de discriminación. Lo que lo es realmente es tratar a alguien como inferior o “diferente”, excluyéndolo de la normalidad social. Y esto es lo que estamos haciendo todos, hombres y mujeres, con las prostitutas. Pero lo grave es que las propias mujeres continuemos cayendo en la trampa de la división, creada por el patriarcado.

Mientras sacralicemos algo tan natural como nuestro sexo, no saldremos de este enredo. Continuaremos creyendo que es algo “vergonzoso” que sólo podemos dar por amor o por generosidad. Cuando, en realidad, podemos hacer con ello lo que nos plazca. Es retrógrado ser criminalizado por usar tu sexualidad del modo que consideres. Entre esto y la lapidación por adulterio de las sociedades ultra machistas no hay, en realidad, tanta distancia. En ellas, la sociedad y la ley deciden qué puede hacer o no una mujer con su cuerpo, al ser algo que se considera exclusivo para el goce del hombre merecido.

También es muy importante que empecemos a diferenciar en serio sobre lo que es Esclavitud y lo que es Prostitución, porque creamos unos líos horrorosos usando la misma palabra (prostitución) para diferentes realidades. Realidades que comparten puntos en la forma, pero no en la esencia. Si queremos llamar “prostitución” a la “esclavitud sexual”, entonces deberíamos cambiar la palabra para definir la prostitución voluntaria – por si hay dudas, yo me estoy refiriendo siempre a la voluntaria, en los argumentos a favor -. Porque algo obligado no puede ser lo mismo que algo opcional (por dura que sea la vida de quien elige la opción). Uno de los grandes enredos está con lo llamado “prostitución infantil”. Los niños, en Occidente, ni tienen libertad sexual para elegir ir con adultos, ni pueden formar parte del mercado laboral. Por tanto, en todo caso, estaremos refiriéndonos, bien expresado, a “esclavitud” o “abuso” sexual. No a prostitución. Y supongo que nadie defiende la esclavitud, sea de niños o adultos/as. Supongo que nadie en su sano juicio esta a favor de las mafias y los proxenetas.

La idea de plantear a la prostituta siempre como víctima, haya elegido o no voluntariamente su actividad, con el argumento de que las duras condiciones sociales las obligan, de algún modo, a tomar la decisión “incorrecta”, es otro de los argumentos hipócritas para esconder el rechazo que nos produce cierta imagen estereotipada de la prostitución. Igual de víctima es la que se pasa el día limpiando WC públicos que la que se prostituye para ganar dinero más rápido y regresar a su país con bonanza económica (que son muchísimas). A mí, personalmente, me parece incluso más víctima la que, por una dura situación social, acaba limpiando WC públicos. Concretamente, es uno de los trabajos que más me repelería tener que hacer –muchísimo más que prostituirme -, y no por ello señalo con el dedo a las mujeres que lo hacen, sino todo lo contrario: valoro su labor, porque a mí me resultaría duro. Con ello quiero decir que nadie es nadie para decirle a otro qué opción es correcta, moral, buena para su psique, digna, etc. Esto es elección de cada uno. La prostituta, si quisiera, podría limpiar WC públicos. Si no lo hace, es porque considera, por los motivos personales que sean, que no le interesa la opción. Y nadie tiene derecho a cuestionar sus decisiones personales.

Y hablamos de decisiones, por lo tanto, de “libertad” (la que te da la sociedad, siempre limitada por su dureza). Sin embargo, sólo se habla de las mafias que esclavizan sexualmente, para hablar de prostitución, porque de ello sí hay datos y parece que es todo lo que hay. ¿Cómo va a haber datos de prostitución (voluntaria), si ésta está en la alegalidad...? La gran mayoría de las prostitutas extranjeras que no están en redes de prostitución (“esclavitud sexual”, perdón) vienen a Occidente (como demuestran los estudios que se han molestado en hacer un seguimiento de estas personas) por el efecto llamada de sus compañeras que están aquí dedicándose a ello, para ganar dinero rápido que les permitirá vivir holgadamente en sus países de origen. Con ello no niego que haya mafias dedicadas a la “esclavitud sexual”. Las hay, y debe lucharse contra ello, por supuesto, ya que la esclavitud y el secuestro son intolerables e ilegales.

Otro argumento hipócrita victimizando a la prostituta es la supuesta “destrucción de su persona”, por cobrar a cambio de sexo o por mantener relaciones con varios hombres. Esto no es más que una construcción moral, insisto, herencia del machismo. No es esto lo que destruye a estas personas. Es el vacío social, el aislamiento que encuentran en su entorno, y que les provocamos los que, creyéndonos más dignos, las discriminamos con nuestros tabúes. Esto hace que se vuelquen en relaciones tormentosas con proxenetas y/o maltratadotes, que acaban siendo su único mundo, a parte de sus compañeras. Con nadie más pueden compartir su mundo, para no ser señaladas. El miedo al rechazo hace que ellas mismas se rechacen primero. Por eso (más allá del nivel cultural), tenemos esa imagen de la prostituta que habla con descaro, agresividad o bastedad. No es más que una reacción lógica de defensa, ante el mundo que la aísla y le hace daño. El tabú y la falsa moral es lo que de verdad las destruye como personas. Es como un mobbing social y general hacia ellas. Y esto es lo que realmente debería cambiar, si tanto nos importan estas mujeres.

Sobre los ejemplos de prostitución Holanda-Suecia, también hay puntos a debatir. No conozco el caso de Holanda, pero si es, como se comenta, el olimpo de las mafias, me pregunto a qué se dedican los Cuerpos de Seguridad y la Justicia en ese país, ya que dudo mucho que en la legalización entre la esclavitud, el secuestro, el maltrato, la extorsión o todo lo que entiendo que se dedica a hacer la mafia. Legalizar la prostitución no tienen que implicar no perseguir el proxenetismo y cualquier delito. La legalización no debería ser una legalización sin más, abandonando el tema después, para que evolucione a sus anchas. El objetivo real de la legalización debe ser facilitar la detección de los abusos (ya que afloran más fácilmente las denuncias), blanquear el dinero negro que se mueve (es decir, mayor control de la actividad) y asegurar la autonomía de las mujeres que se dedican a ello. Y, si fuera verdad que esto no ocurre en Holanda, es evidente que estaríamos ante un caso de dejadez del Estado frente al tema.

Referente a poner como ejemplo el caso abolicionista de Suecia, porque, se dice, ha reducido las mafias y la prostitución, no me sirve. Para empezar, por las enormes diferencias en densidad demográfica (Holanda tiene 16 millones de habitantes, Suecia sólo 9 millones) y, después, por la diferente realidad social de los dos países. Sin duda, los flujos migratorios, de turismo y de negocios no es el mismo en un país y en el otro. Holanda recibe, por lógica, mucho más de todo ello, además de tener mayor concentración de la población en los núcleos urbanos, por algo tan evidente como es el tamaño del territorio. Suecia, a pesar de tener muchísima más extensión de territorio, tiene casi la mitad de número de habitantes que Holanda. Todo ello convierte a Suecia en un estilo de sociedad poco apetitosa para las mafias. Con ello quiero decir que es posible que, con la abolición, sus pocas mafias se hayan desplazado a los países donde es más propicia la actividad de la prostitución - por el estilo de vida y la concentración de población -, sin más problemas, ya que Suecia no es un territorio “apetitoso”. Pero dudo mucho que la prohibición de la prostitución hiciera que las mafias se fueran de los países “apetitosos”. El tráfico de armas está prohibido en todas partes, y no por ello ha desaparecido. Pero, sin duda, si el tráfico de armas fuera alegal, la situación sería mucho peor, por descontrol. Por otro lado, Estados Unidos es un ejemplo de abolicionismo donde las mafias y la prostitución continúan estando (ejemplo de país “apetitoso”). La clave, en conclusión, está en la persecución, con más ahínco, de las mafias, y no en la abolición. No debe prohibirse algo, atentando a la libertad y a los derechos, sólo para asegurar que no ocurrirá algo indeseado. Por esta regla de tres, deberíamos prohibir los transplantes, para acabar con el tráfico de órganos. O deberíamos prohibir, también, que hombres y mujeres se divorciaran, para evitar que algunos (muchos) maridos machistas mataran a sus ex, por no aceptar la separación.

No estoy de acuerdo con la abolición de Suecia, por su mensaje contradictorio con la libertad sexual y el mensaje sacralizador del sexo, que siempre ha perseguido y sufrido la mujer. Pero tampoco me convence el modelo holandés, porque continúa alimentando, e incluso reforzando, el estereotipo machista de la mujer, con sus conocidos escaparates del “barrio rojo”. Holanda continua alimentando la imagen de “cosificación absoluta” de la mujer. Creo que el tema de la prostitución necesita un revisionismo integral, centrado en el tema de la imagen pública. Si hoy en día se retiran anuncios por crear estereotipos de razas y sexos (sujetos desfavorecidos socialmente) –algo que defiendo firmemente, aunque sé que puede chocar con la libertad de expresión –, también se puede – y debe – meter mano en los mensajes sexuales que implican a la mujer, en los Medios de Comunicación, quienes tienen una responsabilidad social (ej. anuncios, pornografía, etc.). Si no es necesario ser escatológico para vender un laxante, tampoco debe serlo para ofrecer este tipo de servicios ligados a lo más íntimo. Por otro lado, estoy en contra de la prostitución en la calle, ya que ningún negocio, sea de lo que sea, se puede plantar en medio de la calle.

Es necesario un cambio revulsivo de conceptos, en el tema de la prostitución. Debe haber una palabra para designar cada realidad, sin meter en el mismo saco lo voluntario, la esclavitud, o los abusos infantiles, para tratar el tema – mejor dicho, LOS temas -. Y, por otro lado, debe incidirse en el tema de la imagen estereotipada - lanzada sobre todo desde los medios de comunicación - y de la responsabilidad social de quienes crean imagen. Porque esto es lo que realmente afecta a la Mujer. Esto y no las decisiones voluntarias de cada uno. Desde el momento que el Estado dice qué puede hacer o no una mujer con su cuerpo, voluntariamente, esta mujer pierde libertad. Y si pierde libertad, sobre todo en el tema sexual – la gran cruz y estigma de la Mujer, durante toda la Historia – se está enviando un mensaje de retroceso. Porque, si no se puede decidir sobre ello, será porque se sobrevalora su sexualidad. Y lo necesario es tratarla con naturalidad y no con sobrevaloración. Ésta será la gran clave del Feminismo, el gran triunfo. Si se logra esto, dejarán de existir las mujeres puras y las mujeres putas. Dejaremos de señalarnos con el dedo entre nosotras. Y si ellos quieren continuar remarcando diferencias, poco va a durar, sin nuestra complicidad. La complicidad, entonces, será entre nosotras, y podremos vencer esta lacra arrastrada durante toda la Historia.

Publicado en:
http://legalizacionprostitucion.blogspot.com/


alletsacap@gmail.com



NOTA DE MODERACIÓN:

El mensaje ha sido movido al foro de Apologética, por hacer una sutil condena de valores morales defendidos por la Iglesia y promoción de la prostitución bajo ciertas condiciones, algo inaceptable para un católico. Estas ideas contra la moral católica han sido señaladas en rojo

Por este motivo se invita a la discusión del articulo en los espacios de diálogo donde pueden participar foristas no católicos.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email
Esther Filomena
Veterano


Registrado: 03 Ene 2006
Mensajes: 2345

MensajePublicado: Jue Mar 15, 2007 6:06 pm    Asunto: Re: Puntos de vista feministas sobre la prostitución
Tema: Puntos de vista feministas sobre la prostitución
Responder citando

Prism@ escribió:
(...)Agradezco mucho la labor de todas las feministas que han luchado por la igualdad...


Con "igualdad" que quieren decir?











Esperemos, alguna respuesta.

Paz y bien
_________________
Esther Filomena
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
enriqueellena
Invitado





MensajePublicado: Jue Mar 15, 2007 8:29 pm    Asunto:
Tema: Puntos de vista feministas sobre la prostitución
Responder citando

Casi un libro.
Yo estoy convencido como la psicología que las actitudes feministas o machistas son el fruto de complejos y traumas donde la persona no se siente plenamente realizado en su sexo.

La realidad es mucho más simple y esta claramente definida en las Sagradas Escrituras, Dios creo al hombre y vio que estaba solo y la dio una mujer, simple sin tramas complejas de realizaciones.
Desde siempre la persona se ha realizado así misma según su capacidad y esfuerzo, conforme a los dones recibidos.
Ni el hombre es menos hombre, ni la mujer menos mujer, por los movimientos feministas o machistas.
El equilibrio esta en la naturaleza de cada uno y en su sexo. Ni uno ni otro a ganado nada con este tipo de actitados. Aquí no estamos tratando problemas culturales como podrían ser los del lejano Oriente.

Bendita sean las mujeres cuando mas femeninas sean (no feministas) y los hombres cuando como tal asuman su sexo y sus capacidades.

Cuando hablamos de la prostitución estamos ablando de algo totalmente diferente. La mujer, el hombre, los niños o quien se la victima es un esclavo, en todo en sentido de la palabra y hay abundantes textos para analizar el problema.
Volver arriba
enriqueellena
Invitado





MensajePublicado: Jue Mar 15, 2007 8:47 pm    Asunto:
Tema: Puntos de vista feministas sobre la prostitución
Responder citando

Diez razones para no legalizar la prostitución
La legalización o despenalización de la prostitución aumenta la demanda de esta práctica y no protege a las mujeres que están en la prostitución


Los argumentos que se exponen a continuación van dirigidos a todas las formas de prostitución avaladas o respaldadas por el Estado, incluyendo la legalización (pero no limitándose a ella) de los prostíbulos y del proxenetismo, la despenalización de la industria del sexo, la regularización de la prostitución, a través de leyes que establezcan controles de salud obligatorios para las mujeres que están en la prostitución, o cualquier sistema que reconozca que la prostitución es un trabajo o la defienda considerándola una elección laboral.
Teniendo en cuenta que algunos países están considerando legalizar y despenalizar la industria del sexo, creemos importante que reflexiones sobre las razones por las cuales la legitimación de la prostitución como un trabajo no supone un mayor poder de las mujeres que están en la prostitución, sino que supone un fortalecimiento de la industria del sexo.

1. La legalización / despenalización de la prostitución es un regalo para los proxenetas, los traficantes y la industria del sexo.

2. La legalización / despenalización de la prostitución y de la industria del sexo promueve el tráfico sexual.

3. La legalización / despenalización de la prostitución no supone un control de la industria del sexo. La expande.

4. La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la prostitución clandestina, ilegal y la prostitución de la calle.

5. La legalización de la prostitución /y la despenalización de la industria del sexo promueve la prostitución infantil.

6. La legalización / despenalización de la prostitución no protege a las mujeres que están en la prostitución.

7. La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la demanda de la prostitución. Incentiva a los hombres a comprar a las mujeres por sexo en un entorno social más permisible y de mayor aceptabilidad.

8. La legalización / despenalización de la prostitución no promueve una mejora de la salud de las mujeres.

9. La legalización / despenalización de la prostitución no aumenta las posibilidades de elección de las mujeres.

10. Las mujeres que están dentro de la prostitución no quieren que se legalice o despenalice la industria del sexo.

Los argumentos

1. La legalización / despenalización de la prostitución es un regalo para los proxenetas, los traficantes y la industria del sexo.

¿Qué supone la legalización de la prostitución o la despenalización de la industria del sexo? En Holanda, la legalización supone la autorización de todos los aspectos de la industria del sexo: las mujeres mismas, los llamados ´´clientes´´ y los proxenetas, quienes bajo el régimen de la legalización se han convertido en hombres de negocios del sector servicios y en legítimos empresarios sexuales.
La legalización / despenalización de la prostitución también convierte a los prostíbulos, clubes, salones de masaje y a los otros lugares donde se ejerce la prostitución en locales legítimos donde se permite que el comercio del sexo prospere de forma legal y con pocas restricciones.
Hay personas que creen que defendiendo la legalización o la despenalización de la prostitución están dignificando y profesionalizando a la mujer que está en la prostitución. Pero dignificar la prostitución como un trabajo no supone dignificar a la mujer, ya que simplemente dignifica la industria del sexo. La gente a menudo no se da cuenta de que la despenalización supone la despenalización de toda la industria del sexo, no sólo la de las mujeres.
La CATW aprueba la despenalización de las mujeres que están en la prostitución. Ninguna mujer debería de ser penalizada por su propia explotación. Pero los estados nunca deberían despenalizar a los proxenetas, a los clientes, a los prostíbulos u otros establecimientos sexuales.

2. La legalización / despenalización de la prostitución y de la industria del sexo promueve el tráfico sexual.

La industria de la prostitución legalizada y despenalizada es una de las causas clave del tráfico de mujeres con fines de explotación sexual. Uno de los argumentos para la legalización de la prostitución en Holanda era que la legalización iba a ayudar a terminar con la explotación de las desesperadas mujeres inmigrantes que eran traficadas para entrar en la prostitución. El informe realizado por el grupo gubernamental ´´Budapest´´ muestra que el 80 por ciento de las mujeres de los prostíbulos en los Países Bajos son traficadas desde otros países (Grupo Budapest, 1999: 11). En 1994, la Organización Mundial sobre la Inmigración (IOM) declaró que, sólo en los Países Bajos, el 70 por ciento de las mujeres traficadas provenían del centro y del este de Europa (OIM, 1995: 4).
El Gobierno de Holanda se presenta a sí mismo como el defensor de los programas y las políticas que luchan contra el tráfico, mientras que al mismo tiempo, y de una manera cínica, ha eliminado todos los impedimentos legales dirigidos al proxenetismo y a los prostíbulos. En el año 2000 el Ministerio de Justicia holandés abogó por una cuota legal para ´´trabajadoras sexuales´´ extranjeras, ya que el mercado de la prostitución holandés demandaba variedad de ´´cuerpos´´ (Dutting, 2001:16). También en el año 2000 el Gobierno holandés solicitó y obtuvo una sentencia de la Corte Europea en la que se reconocía que la prostitución era una actividad económica. Esta sentencia permite que las mujeres de la UE y de los países que formaban parte de la antigua Unión Soviética obtengan un permiso de trabajo como ´´trabajadoras sexuales´´ en la industria del sexo de Holanda, si prueban que se dedican al auto empleo. Las ONG de los Países Bajos han declarado que los traficantes están sacando provecho de esta ley y la están utilizando para introducir a mujeres en la industria de la prostitución holandesa, enmascarando el hecho de que estas mujeres han sido traficadas y enseñándoles cómo probar que son ´´inmigrantes trabajadoras del sexo´´ autoempleadas.
Durante un año, desde que se levantó la prohibición de los prostíbulos en Holanda, las ONG han informado que ha habido un aumento de las víctimas del tráfico o que, en el mejor de los casos, el número de victimas procedentes de otros países no ha variado (Bureau NRM, 2002: 75). 43 municipios de Holanda quieren poner en marcha una política que prohíba los prostíbulos, pero el Ministerio de Justicia ha dicho que la prohibición de la prostitución dentro de un municipio podría entrar en conflicto con el ´´derecho a la libre elección de trabajo´´ que garantiza la Constitución federal o el Grondwet (Bureau NRM: 2002).
En enero de 2002 se estableció la prostitución en Alemania como un trabajo legitimo, después de que durante 5 años estuviera legalizada en las llamadas zonas ´´eros´´ o zonas de tolerancia. Ahora, en Alemania es legal la promoción de la prostitución, el proxenetismo y los prostíbulos. En 1993, después de que se hubiera dado el primer paso para la legalización, se reconoció (incluso por parte de los defensores de la prostitución) que el 75 por ciento de las mujeres que en Alemania estaban dentro de la industria del sexo eran extranjeras que procedían de Uruguay, Argentina, Paraguay y otros países de Sudamérica (Altink, 1993: 43). Después de la caída del Muro de Berlín, los dueños de los prostíbulos informaron que 9 de cada 10 mujeres que estaban dentro de la industria del sexo en Alemania procedían de los países del Este de Europa y de otros países que pertenecieron a la antigua Unión Soviética.
El elevado número de mujeres extranjeras que están dentro de la industria del sexo en Alemania -algunas ONG estiman que se eleva a un 85 por ciento- pone en duda el hecho de que tal porcentaje de mujeres haya podido entrar en Alemania sin ningún tipo de ayuda. Al igual que en Holanda, las ONG alemanas señalan que la mayoría de las mujeres extranjeras han sido traficadas. Hay que tener en cuenta que es casi imposible para las mujeres pobres hacer frente al proceso migratorio, a los costes del viaje y a la tramitación de los documentos. También es muy difícil que puedan establecerse dentro del ´´negocio´´ sin ninguna ayuda externa.
El Informe Estatal sobre las Prácticas de los Derechos Humanos (Country Report on Human Rights Practices) de 1999, elaborado por el Departamento de Estado de EEUU y emitido por el Departamento para la Democracia (Bureau of Democracy), reconoció el vínculo entre la legalización y el tráfico en Australia. En el informe sobre Australia, se puso de manifiesto que, en el Estado de Victoria, en el cual se había legalizado la prostitución en la década de 1980, ´´el tráfico de mujeres procedentes del este asiático y dirigido al mercado del sexo es un problema que va en aumento. En Australia..., las leyes negligentes -incluida la legalización de la prostitución en algunas zonas del país- hacen que sea difícil el trabajo de hacer cumplir la ley contra el tráfico´´.

3. La legalización / despenalización de la prostitución no supone un control de la industria del sexo. La expande.

En contra de lo que afirmaban las reivindicaciones que señalaban que la legalización y la despenalización de la prostitución iban a regular la expansión de la industria del sexo e iban a suponer un control de dicha industria, la industria del sexo representa ahora un 5 por ciento de la economía de Holanda (Daley, 2001:4). Durante la ultima década, después de que el proxenetismo y los prostíbulos se despenalizasen en Holanda en el año 2000, la industria del sexo se ha expandido un 25 por ciento (Daley, 2001:4). A cualquier hora del día, mujeres de todas las edades y razas son expuestas, y puestas en venta para el consumo masculino, en los conocidos escaparates de los prostíbulos y clubes de Holanda. La mayoría de las mujeres provienen de otros países (Daley, 2001:4) y probablemente han sido traficadas.
Actualmente existen en Holanda asociaciones, oficialmente reconocidas, de empresarios del sexo y de clientes de la prostitución que son consultadas por el Gobierno, con el que colaboran, para fomentar sus intereses y promover la prostitución. Entre estas asociaciones están la Asociación de Empresarios de los Negocios de Relajación y Hombre / Mujer y la Fundación de la Prostitución´´. Esta última está compuesta por un grupo de hombres que, con regularidad, utilizan los ´´servicios´´ de la industria del sexo. Entre sus objetivos específicos, destacan ´´conseguir que la prostitución y su uso sean más aceptados y abiertamente discutidos´´ y ´´proteger los intereses de los clientes´´ (NRM Bureau, 2002:115-16).
Frente al hecho de que hay muy pocas mujeres que quieran ´´trabajar´´ en el sector legal de la industria del sexo, el Reportero Nacional de Holanda en temas de tráfico afirmó que una solución para el futuro podría ser ´´ofrecer [al mercado] prostitutas procedentes de países que no pertenezcan a la UE/AEE, y que voluntariamente elijan trabajar en la prostitución...´´. Se les concedería ´´un acceso controlado y legal al mercado holandés´´ (NRM Bureau, 2002). Como la prostitución se ha convertido en ´´trabajo´´ y los proxenetas en ´´empresarios´´, esta posible ´´solución´´ convierte al tráfico en ´´una inmigración voluntaria para trabajar en la industria del sexo´´. Holanda está mirando al futuro, destinando a las mujeres inmigrantes pobres al mercado internacional del sexo con el fin de remediar las insuficiencias del libre mercado de los ´´servicios sexuales´´. A través de este proceso, se refuerza la normalización de la prostitución como una ´´opción para las pobres´´.
La legalización de la prostitución en el Estado australiano de Victoria ha supuesto una expansión de la industria del sexo. En 1989 había 40 prostíbulos legales en Victoria, y en 1999 la cifra se había elevado a 94, junto con 84 que ofrecían servicio de acompañante. Otras formas de explotación sexual tales como el strip-tease, los centros de esclavitud y disciplina, los sex shops, los teléfonos eróticos y la pornografía son más rentables ahora (Sullivan and Jeffrys: 2001).
La prostitución se ha convertido en un suplemento legítimo del turismo y del auge de los casinos en Victoria. Actualmente, se pueden utilizar las fichas y los bonos de la ruleta de la fortuna de los casinos patrocinados por el Gobierno en los prostíbulos (Sullivan and Jeffreys: 2001). La mercantilización de la mujer se ha intensificado de una manera considerable y cada vez es más visible.
Los prostíbulos en Suiza se han duplicado después de la legalización parcial de la prostitución. La mayoría de estos prostíbulos están libres de impuestos y muchos son ilegales. En 1999, el periódico Blick de Zurich afirmaba que Suiza era el país de Europa con mayor densidad de prostíbulos y que los ciudadanos se sentían invadidos por los locales dedicados a la prostitución, al mismo tiempo que experimentaban un constante crecimiento de las zonas destinadas a la prostitución (Daley, 2001:A1).

4. La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la prostitución clandestina, ilegal y la prostitución de la calle.

La legalización, supuestamente, iba a sacar a las mujeres prostituidas de la calle. Muchas mujeres no quieren registrarse ni someterse a revisiones médicas, tal y como lo requiere la ley en ciertos países en los que se ha legalizado la prostitución. Por lo tanto, la legalización a menudo las conduce a la prostitución de la calle. Además, muchas mujeres eligen la prostitución de calle porque quieren evitar ser controladas y explotadas por los nuevos ´´hombres de negocios´´ de la industria del sexo.
En Holanda, las mujeres que están en la prostitución señalan que la legalización y despenalización de la industria del sexo no acaba con el estigma sino que, al contrario, hace a las mujeres más vulnerables frente al abuso ya que, al tener que registrarse, pierden el anonimato. Así que la mayoría de las mujeres que están en la prostitución, a pesar de todo, eligen proceder de manera ilegal y clandestina. Los miembros del parlamento que en un principio apoyaron la legalización de los prostíbulos, basándose en el supuesto de que esto iba liberar a las mujeres, están viendo ahora cómo la legalización refuerza la opresión de las mujeres (Daley, 2001:A1).
Los argumentos que defendían que la legalización iba a terminar con los elementos criminales de la industria del sexo han fracasado. El aumento de la prostitución en Australia desde la legalización se ha dado en el sector ilegal. Desde la llegada de la legalización en Victoria, los prostíbulos se han triplicado y se han expandido, y la mayoría de ellos no tiene licencia aunque se anuncien y operen con total impunidad (Sullivan and Jeffreys: 2001). En New South Wales (Nueva Gales del Sur), los prostíbulos fueron descriminalizados en 1995. En 1999, el número de prostíbulos en Sydney había aumentado de manera exponencial a 400-500. La mayoría no tiene licencia. Para terminar con la endémica corrupción policial, el control de la prostitución ilegal pasó de estar en manos de los policías a estar en manos de los ayuntamientos locales. Pero los ayuntamientos no tienen ni el dinero ni el personal para poner investigadores en los prostíbulos y acabar con los empresarios ilegales y procesarlos.

5. La legalización de la prostitución y la despenalización de la industria del sexo promueve la prostitución infantil.

Otro de los argumentos que defendía la legalización de la prostitución en Holanda era que iba a ayudar a acabar con la prostitución infantil. La realidad, en cambio, ha mostrado lo contrario, ya que la prostitución infantil en Holanda ha aumentado dramáticamente durante la década de 1990. La Asociación de Ámsterdam ChildRight estima que la cifra ha aumentado de 4.000 niños en 1996 a 15.000 en 2001. Esta asociación estima que al menos 5.000 de los niños que están en la prostitución provienen de otros países, de los cuales un número importante son niñas nigerianas (Tiggelove: 2001).
La prostitución infantil ha aumentado dramáticamente en Victoria en comparación con los otros estados de Australia donde la prostitución no ha sido legalizada. De todos los estados y territorios de Australia, el mayor número de informes en torno a la prostitución infantil proviene de Victoria. El estudio dirigido por ECPAT (End Child Prostitución and Trafficking - Acabar con el tráfico y la prostitución infantil) en 1998, y realizado para la ´´Australian National Inquiry on Child Prostitución´´ (Centro de Investigación Nacional de Australia sobre la Prostitución Infantil), mostró que existía un aumento del comercio organizado de prostitución infantil.

6. La legalización / despenalización de la prostitución no protege a las mujeres que están en la prostitución.

La Coalición Internacional contra el Tráfico de Mujeres (CATW) ha realizado dos estudios importantes sobre el tráfico sexual y la prostitución, entrevistando a casi 200 víctimas de la explotación del comercio sexual. En este estudio, las mujeres que estaban en la prostitución indicaban que, tanto si se encontraban en establecimientos de prostitución legales como si estaban en ilegales, éstos hacían muy poco para protegerlas a ellas. ´´En caso de proteger a alguien, protegen a los clientes´´.
Un estudio de la CATW realizado en 5 países, en los cuales se entrevistó a 146 víctimas de tráfico internacional y de la prostitución local, muestra que el 80 por ciento de las mujeres entrevistadas sufrieron violencia física por parte de los proxenetas. También muestra que todas ellas sufrían similares y múltiples consecuencias de salud derivadas de la violencia y de la explotación sexual (Raymond et al: 2002).
La violencia que sufrían las mujeres era una parte intrínseca de la prostitución y de la explotación sexual. Los proxenetas utilizaban la violencia por diferentes motivos y con diferentes propósitos. La violencia era utilizada para iniciar a algunas mujeres en la prostitución y para derrumbarlas y vencerlas con el objetivo de que realizaran los actos sexuales. Después de la iniciación, en cualquier momento, la violencia era utilizada con el fin de gratificar a los proxenetas, como una forma de castigo, para amenazarlas e intimidarlas, para ejercer la dominación de los proxenetas, para exigir conformidad, para castigar a las mujeres por presuntas ´´infracciones´´, para humillar a las mujeres y para aislarlas y recluirlas.
Las mujeres que señalaron que los establecimientos sexuales les ofrecían alguna protección matizaron añadiendo que ningún ´´protector´´ estaba nunca con ellas en la habitación, donde cualquier cosa podía ocurrir. Una mujer que estaba en la prostitución que funciona a través de llamadas telefónicas declaró que ´´el conductor es como un guardaespaldas. Se supone que tienes que llamarle una vez entras para confirmar que todo va bien. Pero no se quedan junto a la puerta mientras tú estas allí, así que puede ocurrir cualquier cosa´´.
Los estudios realizados por CATW hallaron que, incluso cuando se utilizaban cámaras de vigilancia en los establecimientos, el objetivo era proteger el establecimiento. La protección de las mujeres de los abusos era secundaria o no importaba.

7. La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la demanda de esta práctica. Incentiva a los hombres a comprar a las mujeres por sexo en un entorno social más permisible y de mayor aceptabilidad.

Con la llegada de la legalización en los países que han despenalizado la industria del sexo, muchos hombres que no se habrían arriesgado a comprar una mujer para tener sexo, ahora ven la prostitución como algo aceptable. Cuando las barreras legales desaparecen, también desaparecen las sociales y éticas con respecto al hecho de tratar a las mujeres como productos. La legalización de la prostitución supone enviar el mensaje a las nuevas generaciones de hombres de que las mujeres son productos sexuales, y de que la prostitución es una forma de diversión sin riesgo.
Como los hombres tienen un exceso de oferta de ´´servicios sexuales´´, las mujeres tienen que competir en la oferta de servicios dedicándose al sexo anal, sexo sin condón, relaciones de esclavitud y dominación y otras tendencias demandadas por los clientes. Cuando se legaliza la prostitución, todos los controles están prohibidos. Por ejemplo, las capacidades reproductivas de las mujeres se convierten en productos, actos para la venta. Todo un grupo nuevo de clientes encuentra excitante el embarazo y demanda leche de pecho en sus encuentros sexuales con mujeres embarazadas. Existen prostíbulos que ofertan servicios a hombres discapacitados y los cuidadores contratados por el Estado, que en su mayoría son mujeres, están obligadas a llevar a estos hombres a los prostíbulos si ellos lo desean (Sullivan and Jeffreys: 2001).
Las autopistas de Victoria están llenas de anuncios que ofertan a mujeres como objetos sexuales y enseñan a las nuevas generaciones de hombres a tratar a las mujeres como subordinadas. Se anima a los hombres de negocios a que tengan sus reuniones de empresa en los clubes donde hay mujeres que sirven las mesas desnudas durante la hora de comer y del té o café.
El dueño de un prostíbulo de Melbourne declaró que la mayoría de los clientes eran ´´hombres profesionales bien educados, que acuden durante el día y después van a sus casas a reunirse con sus familias´´. Las mujeres que desean relaciones más igualitarias con los hombres se encuentran con que, a menudo, sus compañeros visitan los prostíbulos y los clubes sexuales. Tienen la opción de aceptar que sus parejas masculinas están comprando mujeres a través transacciones sexuales comerciales, pueden negarse a reconocer lo que sus parejas están haciendo, o pueden romper con la relación (Sullivan and Jeffreys: 2001).
El proyecto de ley del Gobierno Sueco (1997/98:55 sobre la Violencia Contra las Mujeres) prohíbe y penaliza la compra de ´´servicios sexuales´´. Es un enfoque innovador que se centra en la demanda de la prostitución. Suecia cree que, ´´prohibiendo la compra de los servicios sexuales, la prostitución y sus efectos perjudiciales pueden contrarrestarse de una manera más efectiva que la que ha existido hasta ahora´´. Y lo que es más importante, esta ley claramente afirma que ´´la prostitución es un fenómeno social no deseable´´ y que es ´´un obstáculo para el actual desarrollo hacia una igualdad entre hombres y mujeres´´.

8. La legalización / despenalización de la prostitución no promueve una mejora de la salud de las mujeres.

Un sistema basado en la legalización de la prostitución en el que se obligue a las mujeres, y no a los clientes, a chequeos y certificados de salud es descaradamente discriminatorio para las mujeres. Los chequeos de salud que son ´´sólo para mujeres´´ no tienen ningún sentido a nivel de salud pública porque controlar a las mujeres prostituidas no las protege del SIDA o de las ETS, ya que los hombres pueden transmitir, y en un principio son los que transmiten, las enfermedades a las mujeres.
Se argumenta que los prostíbulos legalizados u otros establecimientos de prostitución ´´controlados´´ ´´protegen´´ a las mujeres a través de políticas dirigidas a imponer la obligación de usar condón. En un estudio de la CATW que se realizó en Estados Unidos, las mujeres entrevistadas que estaban en la prostitución declararon lo siguiente: El 47 por ciento afirmó que los hombres esperan tener sexo sin condón; el 73 por ciento declaró que ofrecen pagar más para tener sexo sin condón; el 45 por ciento de las mujeres dijo que sufrirían abusos si insistieran en que los hombres usaran condón. Algunas mujeres dijeron que ciertos establecimientos puede que tengan normas que establezcan que los hombres tienen que usar condón, pero que, en la realidad, los hombres siguen intentando tener sexo sin condón. Una mujer afirmó: ´´La regla dice que hay que utilizar condón en la sauna, pero es negociable entre las partes´´. La mayoría de los hombres piden felaciones sin condón (Raymond and Hughes: 2001).
En la realidad, la imposición de las políticas en torno a la utilización del condón se deja en manos de las mujeres que están en la prostitución, y la oferta de dinero extra es una presión insistente. Una mujer afirmó: ´´Sería una mentirosa si dijera que siempre uso condón. El condón desaparece cuando hay dinero extra en juego. Estaba mirando al dinero extra´´. Muchos factores juegan en contra del uso del condón: la necesidad de las mujeres de ganar dinero; la disminución del atractivo de las mujeres mayores para los hombres; hacer frente a la competencia de los lugares donde no exigen condón; la presión de los proxenetas para que las mujeres tengan sexo sin condón y ganen más dinero; la necesidad de tener dinero por ser adictas a alguna droga o para pagar al proxeneta y la falta de control que en general tienen las mujeres que están en la prostitución sobre sus propios cuerpos.
Las denominadas ´´políticas de seguridad´´ en los prostíbulos no protegieron a las mujeres de los abusos. Incluso cuando los prostíbulos supuestamente controlaban a los ´´consumidores´´ y utilizaban ´´gorilas´´, las mujeres afirmaron que fueron lesionadas por los compradores y, algunas veces, por los dueños de los prostíbulos y por sus amigos. Incluso cuando alguien intervenía para controlar el abuso de los compradores, las mujeres vivían en un clima de terror. Aunque el 60 por ciento de las mujeres dijo que algunas veces se había impedido que los compradores abusasen de ellas, la mitad de estas mujeres contestaron que en algún momento habían sentido que podrían haber sido asesinadas por alguno de sus ´´clientes´´ (Raymond et al: 2002).

9. La legalización / despenalización de la prostitución no aumenta las posibilidades de elección de las mujeres.

La mayoría de las mujeres no entraron en la prostitución a través de una decisión racional. No se sentaron un día y decidieron que querían ser prostitutas. Mejor dicho, es preferible llamar a esas ´´elecciones´´ ´´estrategias de supervivencia´´. Más que consentir, una mujer prostituta accede a la única opción que está a su alcance. Su conformidad deriva del hecho de tener que adaptarse a las condiciones de desigualdad que son establecidas por el consumidor que le paga a ella para que haga lo que él quiera.
La mayoría de las mujeres que fueron entrevistadas por los estudios realizador por la CATW señalaron que la elección de entrar en la industria del sexo sólo puede discutirse dentro de un contexto donde no existen otras posibilidades. La mayoría enfatizaron que las mujeres que están en la prostitución tenían muy pocas alternativas. Muchas hablaron de la prostitución como la última opción, o como una manera involuntaria de finalizar un ´´camino´´. En un estudio, el 67 por ciento de los miembros de la policía que la CATW entrevistó expresaron la opinión de que las mujeres no entraron voluntariamente a la prostitución. El 72 por ciento de los trabajadores sociales que la CATW entrevistó no creían que las mujeres voluntariamente eligieran entrar en la industria del sexo (Raymond and Hughes: 2001).
La distinción entre prostitución forzada y voluntaria es precisamente lo que la industria del sexo está promoviendo porque, si se puede utilizar esta distinción para legalizar la prostitución, el proxenetismo y los prostíbulos, la industria del sexo conseguirá más estabilidad y seguridad legal. Las mujeres que presenten cargos contra los proxenetas o contra cualquier persona tendrán que presentar la carga de la prueba y demostrar que fueron ´´forzadas´´. ¿Cómo van a poder demostrar la coerción las mujeres marginadas? Si las mujeres tienen que demostrar que se utilizó la fuerza para reclutarlas o que la utilización de la fuerza forma parte de las condiciones de trabajo, muy pocas mujeres que están en la prostitución tendrán recursos legales y muy pocos culpables serán procesados.
Muchas mujeres que están en la prostitución tienen que mentir constantemente sobre sus vidas, sus cuerpos y sus respuestas sexuales. Mentir es una parte de la definición de su trabajo cuando un cliente pregunta: ´´¿Te ha gustado?´´. Algunas supervivientes de la prostitución han señalado que, después de haber dejado la prostitución, les costó mucho tiempo darse cuenta de que la prostitución no fue el resultado de una libre elección, porque negar su propia capacidad de elección era negarse a sí mismas.
No hay duda de que un número pequeño de mujeres dice que ellas eligen ser prostitutas, sobre todo si se encuentran en contextos públicos organizados por la industria del sexo. De la misma manera, algunas personas eligen tomar drogas peligrosas como la heroína. Sin embargo, incluso cuando las personas eligen tomar drogas peligrosas, reconocemos que el consumo de dicha droga es perjudicial para ellos, y la mayoría de las personas no piden la legalización de la heroína. En esta situación, el perjuicio o daño lo sufre la propia persona, no el consentimiento de la persona.
Incluso un informe de 1998 de la organización ILO (Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas) que sugería que la industria del sexo fuera tratada como un sector económico legítimo, encontró que ´´la prostitución es una de las formas de trabajo más alienadas; la investigación (realizada en 4 países) demostró que las mujeres trabajaban sufriendo, sintiéndose forzadas, o estaban llenas de remordimientos y tenían una identidad negativa sobre sí mismas. Un número significativo de ellas afirmó que, si pudieran, dejarían el trabajo sexual (LIM, 1998: 213)´´.
Cuando una mujer continúa en una relación abusiva con una pareja que le maltrata, o incluso cuando ella le defiende a él, no decimos que esa mujer está ahí de manera voluntaria. Reconocemos la complejidad de su conformidad. Al igual que las mujeres maltratadas, las mujeres en la prostitución muchas veces niegan los abusos si no se les ofrecen verdaderas alternativas.

10. Las mujeres que están dentro de la prostitución no quieren que se legalice o despenalice la industria del sexo.

En un estudio realizado por la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y financiado por la Fundación Ford, la mayoría de las 146 mujeres entrevistadas afirmaron de forma rotunda que la prostitución no debería ser legalizada ni considerada un trabajo legitimo. Estas mujeres opinaban que la legalización supondría aumentar los riesgos y los daños que actualmente ya sufren las mujeres por parte de los proxenetas (Raymond et al, 2002). ´´Me niego. No es una profesión. Es humillante y es una forma de violencia masculina´´. Ninguna de las mujeres entrevistadas quería que sus hijos, familia o amigos tuvieran que ganar dinero a través de la industria del sexo. Una afirmó que ´´la prostitución despoja de la vida, de la salud, de todo´´.

Conclusiones

Los legisladores se suben al tren de la legalización porque creen que es lo único que funciona. Sin embargo, un comisario de Scotland Yard ha afirmado que ´´hay que tener cuidado cuando se legaliza algo sólo porque crees que lo que estás haciendo no tiene éxito´´.
Se oye hablar muy poco del rol que tiene la industria del sexo en la creación de un mercado global del sexo sobre los cuerpos de las mujeres y los niños y niñas. En cambio, oímos hablar mucho sobre el hecho de conseguir que la prostitución se convierta en un trabajo con mejores condiciones para las mujeres a través de la regularización o legalización, a través de los sindicados denominados ´´trabajadoras del sexo´´ y a través de campañas que proporcionan condones a las mujeres que están en la prostitución pero que no les ofrecen ninguna alternativa. Oímos hablar mucho sobre cómo mantener a las mujeres en la prostitución pero muy poco sobre cómo ayudarlas a salir de ella.
Los gobiernos que legalicen la prostitución tendrán muchos intereses económicos en la industria del sexo. Consecuentemente, aumentará la dependencia de los gobiernos sobre la industria del sexo. Si se contabilizan las mujeres que están en la prostitución como trabajadoras, los proxenetas como empresarios, y los compradores como clientes de los servicios sexuales -legitimando y considerando toda la industria del sexo un sector económico- los gobiernos abdicarán de la responsabilidad de conseguir trabajos adecuados y lícitos para las mujeres.
En vez de sancionar la prostitución, los Estados podrían centrarse en la demanda y penalizar a los hombres que compran mujeres para tener sexo, y podrían apoyar el desarrollo de alternativas para las mujeres que están en la industria del sexo. En vez de beneficiarse de los impuestos recaudados de la industria del sexo, los gobiernos podrían embargar los bienes de la industria del sexo e invertirlos en el futuro de las mujeres que están en la prostitución proporcionando recursos económicos y alternativas reales.
Volver arriba
rosangel
Nuevo


Registrado: 16 Feb 2007
Mensajes: 18
Ubicación: arizona, usa.

MensajePublicado: Jue Mar 15, 2007 10:36 pm    Asunto: feminismo
Tema: Puntos de vista feministas sobre la prostitución
Responder citando

Prism@:

Escribes muy diplomaticamente, quiero dar mi opinion al respecto del feminismo, no nos ayudo mucho a las mujeres, aunque digan que si, la realidad es que ahora tenemos mas trabajo y menos amor de nuestra pareja.
Y con respecto a la prostitucion y la libertad de elegir que hacer con el cuerpo femenino o masculino.
En la Biblia dice: El cuerpo es el Templo del Espiritu.
Dios es quien nos esta diciendo que hacer con nuestro cuerpo y que no hacer con nuestro cuerpo.
Tambien en un mandamiento dice: No fornicaras.
Ahora cada hombre y cada mujer, tiene libre alvedrio.
Los que queremos elegir, lo moral, lo etico, vamos a obeder a Dios.
El camino para vivir en armonia es seguir a nuestro Dios.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Agustino 3L
Veterano


Registrado: 13 Jun 2006
Mensajes: 1183
Ubicación: Nicaragua

MensajePublicado: Jue Mar 15, 2007 11:04 pm    Asunto: Re: feminismo
Tema: Puntos de vista feministas sobre la prostitución
Responder citando

Saludos Rosangel:

Movimientos feministas, que hacen de bueno sin no tener otra cosa de mala. Aquí en mi país, son los movimientos feministas los que promueven la legalización del aborto terapeutico.

Pax in Cristi
_________________

"Roma locuta est, causa finita est" (San Agustín de Hipona)
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Apologética. Todas las horas son GMT
Página 1 de 1

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados