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Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?

 
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cindymac
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Registrado: 17 Mar 2007
Mensajes: 4
Ubicación: Santiago de Chile

MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 7:31 am    Asunto: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
Responder citando

Sería interesante a la luz de la exhortación papal presentada este 13 de marzo, que discutiéramos sobre este tema que para mí es crucial en el funcionam¡ento eclesial.

En mi opinión considero que el celibato es útil para el poder que ejerce la iglesia en sus ministros, en lo administrativo, económico, político y social. Además que el mantener una familia genera consecuencias que con el celibato se resguardan, en ese sentido es efectivo.

No obstante, yo cuestiono el carácter místico del mismo, nuestro Papa hacer referencia al carácter sagrado, ya que el sacerdote es como Cristo, que se entregó virgen por completo a su misión, pero el ser como Cristo, me parece que se centra en amar como Cristo, seguir su ejemplo, razón de nuestra fe, que se nos pide a cada uno de los cristianos, pero no se nos pide a todos ser célibes, sólo a los sacerdotes latinos (se hace una diferencia)

A qué quiero llegar, a que se está tomando la persona de nuestro Señor Jesucristo, en pleno como modelo de vida, para poder consagrarse a la Iglesia, pero esto no es aplicable a todos, porque no es lógico pedirlo a todos los creyentes (el celibato) entonces se le pide como requisisto a los sacerdotes, para poder servir a la Iglesia, o sea, el resto, podríamos no estar completamente sirviendo al Reino, porque no seríamos igual a Cristo en virginidad. Esto sin considerar que antes de este documento el celibato tenía un carácter más sublime que lo meramente carnal-virginal.

Me parece que es básico, es infaltil y concreto, hacer notar que para alegrar la Iglesia, amar plenamente al Padre, los sacerdotes deben ser célibes por mandato, siendo que los demás cristianos, podemos lograr amar a Dios, servir, y hasta alcanzar la santidad, sin necesidad de ser célibes y siendo todavía obedientes a Roma.

Otro punto que considero complejo, es que sí, el celibato es una ofrenda, una consagración en cuerpo y alma a Dios, pero ¿qué pasa si el sacerdote no quiere ser célibe y debe serlo por mandato? Volvemos al punto anterior, la imposición se vuelve un constante suplicio, que muchas veces termina con lamentables consecuencias, como la falta, o incluso la renuncia al ministerio.
Aún si sigue en el ministerio, el sacerdote no vive plenamente su vocación, ni su identidad personal, y al fin, tampoco se está cumpliendo el amar plena y libremente a Dios.

Es tan grave esto, que muchos terminan en largos procesos psicoterapeúticos y farmacológicos, perjudicando su salud y las relaciones interpersonales y comunitarias de sus parroquias.

No se puede desconocer que el dedicarse por completo a Dios, ayuda a disponer de más tiempo para la Iglesia, aspectos funcionales, pero si no es vivido en plenitud, si no es por convicción, es un martirio constante para nuestros hermanos que lo único que quisieron fue servir, al decir sí al sacerdocio.

Creo que para Dios, es más válido, quien lo ama con todo su corazón, con toda su alma y su mente, ayudado por un grupo de apoyo como lo es la familia, que amarlo celibe por imposición, sumido muchas veces en la soledad y el temor al abandono.

Toda esta reflexión la he hecho en base a varios casos que he visto de manera cercana, de hermanos sacerdotes que a pesar de querer con el alma servir a Dios, se han entrampado en su misión, por esta constante que planteo, y que en uno de esos casos tuvo consecuencias fatales.

Presentemos al Señor esta dificultad, para que de claridad a nuestros pastores, y finalmente seamos todos iguales, para mayor gloria de nuestro Dios y por el bien de nuestra madre iglesia.
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Fabrem
Veterano


Registrado: 05 Oct 2005
Mensajes: 1226

MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 7:54 am    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
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La cuestión es bastante sencilla: quien no crea poder con el celibato, que no intente ser Sacerdote. Y asunto arreglado.

Y si ya siendo Sacerdote se le vuelve cuesta arriba el celibato, entonces que desarrolle el dicernimiento suficiente para saber si es una crisis temporal y tiene esperanzas de superarla, de lo contrario, que abandone cuanto antes.

El problema es cuando, por falta de honestidad consigo mismo, se abraza el camino sacerdotal sin contar con la disposición total, y, una vez tomado ese camino, debido esa misma falta de honestidad consigo mismo, se persiste en él con una carga que es literalmente insoportable, lo que provoca daños a la persona misma, a su círculo cercano y a la Iglesia.

En la base de todo está, creo yo, el autoengaño, que es el peor de los engaños, como decía Tolstoy.

No hay que echarle ni a la Iglesia ni a la institución del celibato las culpas por las consecuencias de la propia indefinición.

No le podemos pedir el celibato forzoso a los homosexuales, a la vez que declaramos que no es viable o practicable como vocación de servicio a Dios.

El celibato no es una negación, sino que una afirmación enorme, y quien no lo vea así, no está listo para empezar a comprender este tesoro de la Iglesia.
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Francisco de Santoyo
Constante


Registrado: 05 Nov 2005
Mensajes: 969
Ubicación: Madrid (España)

MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 11:54 am    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
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El celibato tiene su origen en la Edad Media, por cuestiones meramente economicas...

Desde la desamortización carece de fundamento humano alguno.
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Fabrem
Veterano


Registrado: 05 Oct 2005
Mensajes: 1226

MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 3:00 pm    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
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Marco Aurelio escribió:
El celibato tiene su origen en la Edad Media, por cuestiones meramente economicas...

Desde la desamortización carece de fundamento humano alguno.


El celibato viene desde el Apóstol Pablo, que eligió ser célibe y recomendó a los que eran célibes que continuaran célibes, aparte de que hay incontables referencias en la historia del pueblo de Dios al celibato desde la Iglesia primitiva.

¿Sabes desde cuando viene la "Regla de San Benito" de la vida monástica que, por supuesto, era en celibato?

¿Por qué la gente dice cosas como esa, Marco Aurelio?
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enriqueellena
Invitado





MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 3:06 pm    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
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EL CELIBATO UN DON PRECIOSÍSIMO
AL QUE NO SE DEBE RENUNCIAR
19/07/2006
Reflexión del arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, en el programa “Claves para un mundo mejor”, en su emisión del sábado 15 de julio de 2006

Ocurre frecuentemente que cuando se produce alguna deserción de un sacerdote anunciando que se ha enamorado o que se va a casar surgen inmediatamente cuestionamientos generalizados contra la disciplina católica acerca del celibato sacerdotal.
Se plantea otra vez: ¿por qué la Iglesia Católica pone esta exigencia que parece desmedida para los tiempos actuales, que parece contraria a la naturaleza y que puede fomentar ciertas patologías que se cubren con la disciplina oficial del celibato?
¡Es que el mundo de hoy no comprende la posibilidad de entregarse libremente al servicio de Dios en cuerpo y alma de una manera total!
Suele decirse que el celibato es obligatorio como si la persona que elige ese camino fuera forzada en contra de sus intenciones o de las intenciones más profundas de su personalidad y no es así.
Es necesario recordar insistentemente que la disciplina del celibato está ligada obligatoriamente al ministerio sacerdotal por una decisión de la Iglesia latina pero que es perfectamente libre. La persona que se empeña en ese camino ha tenido años y años de preparación para reflexionar y cuando llega a comprometerse definitivamente, de por vida, ya tiene la suficiente madurez para hacerlo de modo consciente.
Se podría hacer una analogía entre el compromiso del sacerdote con el celibato y el compromiso de un hombre o una mujer con la indisolubilidad del matrimonio.
Hay personas que dicen: ¿por qué hoy la Iglesia Católica no ordena hombres casados? Ante esto les planteo otra cuestión: ¿ustedes se imaginan los problemas que tendría la Iglesia si ordenara hombres casados cuando se sabe de la inestabilidad de los matrimonios en la actualidad?
¿Qué pasaría entonces? El sacerdote no anunciaría que está enamorado de una catequista o que se va a casar para cambiar de vida sino que la comunidad también murmuraría que el sacerdote se ha enamorado de una mujer casada y qué hace con la suya propia y qué pasaría con los hijos. Ustedes piensen como toda la problemática actual del matrimonio y la familia se introduciría en el orden eclesiástico de un modo impensado.
Me parece que sería bueno buscar otras razones para explicar por qué un sacerdote, después de años y años de ministerio, se enamora y decide cambiar de ruta y contradecir aquella decisión libre por la cual él se comprometió con Jesucristo y con su Iglesia. ¿Cuál es la causa?
Se me ocurren rápidamente esbozar tres posibilidades. La primera puede ser que el sacerdote no tuviera vocación o que no haya habido un discernimiento correcto de su vocación. En realidad su camino hubiera sido otro y el juicio que se hizo sobre él estuvo equivocado.
Otra puede ser que la formación que recibió durante muchos años preparándose para el ministerio sacerdotal no haya sido correcta. Objetivamente no era todo lo perfecta que debía ser o subjetivamente no fue por él asimilada en plenitud de tal modo que formara su personalidad.
La tercera también puede ser que, luego, en el ejercicio del ministerio sacerdotal él haya decaído del nivel espiritual que corresponde y necesita para vivir el celibato.
El celibato no se puede vivir plenamente y en perfección si no es en un plano que llamaría místico, es decir de unión íntima con Jesucristo porque el celibato supone el amor a Él por encima de otros amores y eso hay que mantenerlo con disciplina ascética personal, con mucha oración, con frecuencia sacramental y con una intimidad continua con Jesucristo.
Por último: ¿Por qué la Iglesia latina persiste en este camino? ¿Por qué une el ministerio sacerdotal al don del celibato? Mis amigos, esto es así porque la Iglesia considera que aquí hay un tesoro preciosísimo del cual no debe renunciar. Hasta el sábado próximo, Dios mediante.

Mons. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata
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enriqueellena
Invitado





MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 3:07 pm    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
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Un don de Dios
Un sacerdote casado examina el celibato sacerdotal por el Rev. P. Ray Ryland 12/01/2007
“¿Es usted un sacerdote casado? Yo no sabía que hubieran sacerdotes casados. Creo que la Iglesia debería permitir el casamiento para todos los sacerdotes.” He escuchado frases por el estilo con frecuencia desde mi ordenación como sacerdote en 1983, dispensado como estoy, de la disciplina del celibato. Les aseguro, a todos los que proponen la eliminación del celibato, que tanto yo como mi esposa, apoyamos firmemente el celibato sacerdotal. Si bien estoy profundamente agradecido a la Iglesia por haber hecho una excepción en el caso de un ex-sacerdote anglicano como yo, dicha excepción es, a las claras, una tregua. El sacerdocio y el matrimonio son vocaciones que requieren ambas una dedicación total. Está claro que nadie puede servir simultáneamente como esposo y sacerdote sin faltar en algo a alguna de las dos vocaciones.
La objeción que sigue presentándose comúnmente es: “Seguro que un hombre casado está mejor cualificado para aconsejar a la gente sobre el matrimonio que un sacerdote célibe.” Y nuevamente debo estar cortesmente en desacuerdo. El propósito de los cursillos de preparación para el matrimonio, por ejemplo, no es el enseñar a las parejas la experiencia particular del sacerdote. Las parejas católicas tienen derecho a ser instruidas en la verdad revelada a la Iglesia en lo que toca al significado de la sexualidad humana y el santo matrimonio. Si el sacerdote (casado o célibe) es una persona razonablemente madura y enseña en armonía con la Iglesia, el casado no tiene ninguna ventaja especial sobre el otro para aconsejar sobre el tema matrimonial.
El argumento normalmente concluye con: “Sí, eso es posible, pero si los sacerdotes pudieran casarse, no habría tanta escasez de sacerdotes.” Siempre respondo que eso es una suposición que no tiene evidencia alguna que la avale. Si el problema de la falta de clérigos lo causa el celibato sacerdotal, ¿cómo se explica la abundancia de sacerdotes en ciertas diócesis? Como dijo el Papa Paulo VI hace ya cuarenta a años, el descenso en el número de vocaciones parte de la falta de fe entre el pueblo de la Iglesia. El disenso rampante de las últimas décadas ha creado abundante confusión en el entendimiento de las doctrinas de la Iglesia y especialmente en lo que toca al sacerdocio.
Una antigua disciplina
No hay duda que cierta simpatía por la eliminación del celibato obligatorio surge con frecuencia en estos días, aun entre los católicos fieles. Sin embargo hay dos errores fundamentales que subyacen a esta opinión. Uno es histórico y el otro, teológico.
Veamos primero el error histórico. Algunos creen que la Iglesia hizo obligatorio el celibato sacerdotal en el cuarto siglo, en el siglo doce o en algún un punto intermedio. En realidad, el celibato es una disciplina apostólica. [1]
La conexión entre celibato y sacerdocio se revela primeramente en Cristo. En Cristo vemos su más perfecta realización ya que el sacerdocio requiere el permanecer libre de los lazos de matrimonio y paternidad. Es esa libertad la que permitió que el Hijo de Dios estuviera completamente disponible para hacer perfectamente la voluntad de Dios Padre en El (Juan 4, 34).
Al llamar a sus sucesores, los Apóstoles “ellos lo dejaron todo y le siguieron” (Lucas 5, 11). Más tarde, Pedro le recuerda a Jesús, “lo hemos dejado todo para seguirte.” Luego agrega, con la candidez que lo caracteriza, “¿Qué otra cosa ya nos queda?” (Mateo 19, 27). Jesús le responde: “No hay nadie que haya dejado casa, esposa, hermanos, padres o hijos por causa del Reino de los Cielos, que no reciba a cambio mucho más en esta era y en el mundo por venir” (Lucas 19, 29). Recordemos que Jesús enseñó la indisolubilidad del matrimonio y también recomendó especialmente el celibato (Mateo 19, 12). San Pablo recomendó con especial énfasis el celibato como una manera de hacer más efectivo el ministerio del Señor.
Los cánones disciplinarios del Concilio de Elvira en 305 a.D. son el registro más temprano de la disciplina del celibato sacerdotal. Este concilio tuvo que explicar el motivo de sus directivas que eran ya antiguas y presumiblemente bien conocidas. El Canon XXXIII prohíbe las relaciones maritales y la procreación a todos los obispos casados, sacerdotes y diáconos. Igualmente recuerda a los clérigos casados que están unidos por un voto de abstinencia perpetua so pena de ser privados del ministerio para los que violaran tal voto. En sus comentarios sobre este Concilio, el Papa Pío XI indica que dichos cánones son las “primeras huellas escritas” de la “Ley del Celibato Eclasiástico,” “que permiten suponer que la práctica existía antes de ser puesta por escrito.” [2]
EL Concilio de Arles, nueve años más tarde, afirmó la obligación de la abstinencia para los clérigos casados y las penalidades consecuentes en caso de incumplimiento. El Concilio de Nicea en 325 a.D. presupone la existencia de del celibato eclesiástico para clérigos solteros y casados. El Canon III establece, “este gran sínodo prohíbe absolutamente a los obispos, sacerdotes, diáconos y cualquier otro clérigo el mantener la compañía de una mujer tomada para vivir con él, con la excepción natural de su madre, hermana, tía u otra persona sobre quien no caiga sospecha alguna.” [3] Tomando en cuenta la evidencia de los siglos IV y V, el Rev. P. Christian Cochini, S. J. sostiene que la frase “otra persona sobre quien no caiga sospecha alguna” incluye a las esposas de los clérigos que han tomado votos conjuntos de abstinencia antes de la ordenación de sus esposos. [4]
Hacia el final del siglo IV, un obispo español escribió al Papa, pidiendo ayuda para disciplinar a ciertos clérigos casados que estaban teniendo relaciones conyugales con sus esposas y en consecuencia procreando hijos. En 385 a.D. el Papa Siricius recordó a todos los clérigos casados que los votos de abstinencia pertpetua eran “indisolubles.” [5] Al año siguiente, el Papa emitió un decreto repitiendo la misma regla. En él insiste que no estaba creando nuevas reglas sino recordándoles reglas establecidas por la Iglesia ya por largo tiempo.
Algunos de los clérigos casados trataron de defender la continuidad de la vida conyugal, pero la falta de una tradición establecida de celibato opcional le impidió apelar. En cambio apuntaron a 2 Timoteo 3, 2; Tito 1, 6 y 1 Timoteo 3, 12; los cuales especifican que los obispos, presbíteros y diáconos deben ser esposos “de una sola mujer” (unis uxoris vir.) En respuesta, el Papa Siricio declaró que “esposo de una sola mujer” no significaba que el clérigo pudiera mantener relaciones conyugales después de haber sido ordenado. El verdadero sentido es éste: de un hombre fiel a una esposa se puede esperar que sea lo suficientemente maduro como para vivir en la abstinencia perpetua que se requiere de ambos una vez efectuada la ordenación.
Este es la exégesis original del Magisterio para estos pasajes. La enseñanza del Papa Siricius se refleja claramente en los escritos de los Padres de esos tiempos: Ambrosio, Epifanio de Salamina y Ambrosiastro. [6]
Otro pasaje usado para reforzar el argumento del celibato opcional es 1 Corintios 9, 5. Refiriéndose a sus prerrogativas como apóstol, San Pablo pregunta (en forma aparentemente retórica) “¿Acaso no tenemos el derecho de tener en nuestra compañía una esposa creyente, como todos los otros apóstoles y hermanos del Señor y Cefas?” El significado griego de“una esposa creyente” es el de “una hermana esposa” o “una hermana como esposa.” Las palabras, puestas juntas, no significan “esposa” en el sentido ordinario del término. En los primeros siglos, la palabra “hermana” (sor como en 1 Corintios 9,5) era usado para designar a la esposa de un clérigo que hubiera hecho votos de abstinencia perpetua antes de la ordenación. Su relación era la misma que la de un hombre y su hermana.
Saliendo un poco de nuestra cronología, miremos por un momento al Directorio del Ministerio y Vida Sacerdotal publicado en 1994 por la Congregación del Clero. En la Sección 59 encontramos la exégesis del Papa Siricius en lo que respecta a los pasajes ya enunciados de las cartas a Timoteo y Tito. Contiene citas adicionales de varios concilios anteriores que requirieron la abstinencia para los clérigos casados y solteros. A continuación encontramos las siguientes palabras: “La Iglesia desde tiempos apostólicos ha deseado conservar el don de la perpetua abstinencia para el clero y elige los candidatos para las Santas Ordenes entre los fieles célibes.” Es claro que los “fieles célibes” en los primeros siglos incluían a hombres casados que hacían votos de castidad perpetua junto con sus esposas antes de ser ordenados.
Volviendo al cuarto siglo: el Concilio de Cartago en 390 a.D. que cuenta con la anuencia de toda la jerarquía africana, reafirmó la regla de la castidad perpetua para todos los miembros casados del clero. Esta reafirmación confirma una tradición continua de la Iglesia. AL explicar el decreto, el Obispo Presidente, Genethlius insta a sus conciliares: “Perseveremos en guardar lo que los apóstoles enseñaron y lo que los antiguos mismos observaron.” [7]
El decreto Dominus Inter fue emitido a principios del siglo V por un Sínodo Romano muy probablemente bajo la conducción del Papa Inocencio I. Respondiendo a ciertas preguntas formuladas por los obispos de Galia, el Canon XVI repite la regla de castidad perpetua para los clérigos casados [8] Encontramos la misma enseñanza en los registros de los pontífices que sucedieron a Inocencio I—León el Grande y Gregorio el Grande, por ejemplo; además de San Jerónimo, San Agustín y San Ambrosio. También lo hizo el Concilio de Tours (461 a.D.), el Conclio de Gerona (517 a.D.) y el Concilio de Auvergne (535 a.D.) Además encontramos el mismo requerimiento en los anales penintenciales de las iglesias célticas.
Confusión histórica
Durante los siglos XI y XII, la reforma gregoriana se ocupó de corregir ciertas violaciones a la norma del celibato clerical. El Concilio Laterano II (en 1139) tuvo parte en esta corrección. Comenzando por este hecho histórico tanto católicos como no católicos concluyen erróneamente que este concilio dió origen al celibato clerical. Sin embargo el concilio—así como todos los concilios precedentes que trataron el tema—buscó simplemente mantener en efecto la reglamentación apostólica ya existente, prohibiendo la vida conyugal para el clero.
Los apologistas que defienden la práctica parcial del celibato en las Iglesias Ortodoxas Orientales—en las cuales sacerdotes y diáconos se pueden casar pero los obispos deben ser célibes—ignoran las declaraciones de estos concilios que sostienen y afirman una tradición apostólica.
En tiempos más recientes, el cuerpo que precedió a la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, emitió una instrucción en 1858 que declaraba: “Quienes meditan diligentemente en la verdadera tradición de la abstinencia y el celibato, encontrarán sin duda que dicha regla se afirma desde los primeros siglos de la Iglesia Católica, si bien no por una ley general y explícita, pero al menos por conducta y costumbre. Ella establece que, no solamente los obispos y presbíteros, sino todos aquellos clérigos bajo Santas Ordenes deben conservar su virginidad o abstinencia perpetua.” [9]
Que el celibato sacerdotal es una tradición apostólica “se muestra clara y convincentemente” en las obras de of Stickler, Cochini, Heid y otros. Este es el veredicto del entonces Cardenal Ratzinger. [10]
¿Celibato opcional?
La disciplina del celibato opcional en las Iglesias Ortodoxas de Oriente (opcional para diáconos y sacerdotes pero obligatorio para los obispos), fue primeramente formulada en a.D. 692. Antes de ese tiempo todas las Iglesias de Oriente seguían la tradición apostólica de abstinencia obligatoria tanto para clérigos casados como para los que no lo eran.
Sin embargo el Concilio de Trullo en 692 alteró esta disciplina. Uno de sus cánones retuvo la prohibición para los obispos, sacerdotes y diáconos que se casaran después de der ordenados. También preservó parcialmente la tradición apostólica de requerir abstinencia perpetua a los casados que ascendieran al episcopado, decretando sin embargo que que los diáconos y sacerdotes podrían continuar su vida conyugal después de ser ordenados. Este polémico concilio rechazó la disciplina clerical de Roma en forma explícita, lo cual es decir que rechazó una tradición apostólica.
Para justificar esta decisión, los conciliares de Trullo citaron cánones del Concilio de Cartago. Este último concilio, como hemos ya visto, había reafirmado la regla de continentcia perpetua para todos los clérigos casados apelando a la tradición apostólica. El cuerpo conciliar de Trullo alteró la fraseología de los cánones cartagineses para que mandaran solamente abstinencia temporaria para los clérigos casados solamente en aquellos días que tuvieran que ministrar en el altar. Esto es, efectivamente, la ley del Antiguo Testamento para los sacerdotes levitas de servicio en el Templo.
A pesar de esta alteración radical de los decretos de Cartago, el Concilio de Trullo aseguró al público que, por medio de estos decretos, estaban meramente “preservando la antigua regla y la perfección del orden apostólico.” [11] La Iglesia Católica, desde luego, nunca ha reconocido el Concilio de Trullo.
En la enseñanza del Magisterio, la Iglesia Católica se ha referido frecuentemente a la práctica oriental del celibato sacerdotal. La Iglesia ha hecho uso de un lenguaje cuidadoso para evitar ensanchar la brecha que la divide de las iglesias orientales; pero nunca ha dicho—ni tan siquiera ha implicado—que la práctica oriental esté a la par de su propia disciplina en lo que toca al celibato sacerdotal. Típico de esta actitud es el lenguaje que el Papa Pío XII usó al referirse al sacerdocio católico en 1935. Luego de alabar las glorias del celibato sacerdotal, dijo que no estaba con eso criticando la disciplina oriental. “Con esto hemos querido solamente exaltar en el Señor algo que consideramos una de las más puras glorias del sacerdocio católico, algo que nos parece que corresponde mejor a los deseos del Sagrado Corazón de Jesús y a sus propósitos en lo que se refiere a las almas de los sacerdotes.”
Una disciplina singular
Hice mención antes que la defensa del celibato opcional contiene dos errores básicos. Uno es histórico—pues falla en reconocer que el celibato es una tradición apostólica. El otro error yace en la ambigüedad de la palabra “disciplina” para caracterizar la regla eclesiástica del celibato. Cierto es, que el requerimiento no es parte del depósito de la fe. Y en cierto sentido, es parte de la disciplina de la Iglesia aunque se distingue de las otras disciplinas. Tomemos por ejemplo las reglas de la Iglesia sobre el ayuno previo a la recepción de la Eucaristía, o la abstinencia de carne los días viernes, o el registrarse en una parroquia aunque uno resida fuera de sus confines. Todas estas cosas han pasado por cambios sin que hubiera consecuencias teológicas.
En teoría, si le pareciera bien, el Papa pudiera poner a un lado la regla del celibato sacerdotal de un día para otro. Pero si lo hiciera, la medida tendría un profundo efecto negativo en el entendimiento que tiene la Iglesia de sí misma y del sacerdocio.
Siguiendo la enseñanza de Benedicto XVI, la Iglesia es a la vez humana y divina. Es una estructura organizativa y también alberga la presencia y el poder del Espíritu Santo. Lo que le da a la Iglesia su permanencia estructural es en sí mismo un Sacramento—el Sacramento de las Santas Ordenes—lo que significa que la Iglesia es recreada en forma continua por la acción infalible de Dios a través de ese Sacramento. La Iglesia, como institución, no puede elegir a aquellos que sirven en su jerarquía. El llamado a las Santas Ordenes proviene de Dios y la Iglesia meramente reconoce tal llamado. Es por eso que el Señor nos ordena: “Orad que el Señor de la cosecha envíe obreros a la siega.” (Mateo 9, 37).
Así es que el ministerio sacerdotal tiene un “carácter estrictamente carismático,” para usar las palabras de Benedicto XVI. La Iglesia hace hincapié en “unir... sacerdocio con virginidad, lo cual puede ser entendido solamente como un carisma personal y nunca como un requisito oficial de calificación.” Cualquier intento de desacoplar sacerdocio y celibato tendría el efecto de negar la calidad carismática del sacerdocio. Lo reduciría a un oficio completamente bajo el control de la institución. De tal manera la Iglesia podría llegar a ser concebida como una institución puramente humana. [12]
La dádiva
El sacerdocio es una dádiva continua a la Iglesia, un regalo. La Iglesia es solamente la administradora de ese regalo. Pero, como nos lo recuerdan las declaraciones magisteriales recientes, el celibato es también un don.
En su carta Pastores Dabo Vobis (Os daré pastores, 1992), el Papa Juan Pablo II repetidamente caracteriza al celibato sacerdotal como un don. Lo llama el “regalo preciado”, “el don de Dios a la Iglesia.” El celibato es un don que debe ser atesorado. Y justamente porque es un don de Dios, la Iglesia como institución, no tiene el derecho de ponerlo a un costado, por decirlo así, de regresarle el regalo a Dios.
El Sínodo de Obispos en 1990 emitió una declaración terminante en lo que tiene que ver con el compromiso que la Iglesia tiene en mantener el celibato sacerdotal. “El Sínodo quisiera que el celibato se presente y se explique en la plenitud de su riqueza bíblica, teológica, y espiritual; como don precioso otorgado por Dios a Su Iglesia y como signo del Reino que no es de este mundo—señal del amor de Dios por el mundo y del amor indivisible de cada sacerdote por Dios y por el Pueblo de Dios—y que, como resultado, el celibato sea visto como un enriquecimiento positivo del sacerdocio.”
La Iglesia está totalmente comprometida con el sostenimiento del celibato sacerdotal. “El Sínodo no desea dejar duda alguna en la mente de nadie en lo que toca a la firme voluntad de la Iglesia de mantener la ley que demanda el celibato perpetuo y libremente elegido, para todos los candidatos a la ordenación sacerdotal en el rito latino, presentes y futuros.” (Proposición 11a.)
Si bien es cierto que los proponentes de un sacerdocio sin celibato pueden continuar en sus esfuerzos; no tienen a su favor ni a la historia ni la voluntad de la Iglesia contemporánea.
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Pepa
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Registrado: 02 Oct 2005
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MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 3:26 pm    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
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Hay un problema concreto de respuesta a la vocación, que puede aplicarse a todas las vocaciones. ¿Qué pasa si se ha sido llamado al matrimonio y se responde "a medias"? como sucede tantas veces hoy día... "No aguanto, no es lo mío, me lo han impuesto, soy infeliz... me largo!".
La cuestión no es el celibato o no celibato. La cuestión es responder a la vocación (llamado de Dios), luego de analizar las circunstancias, aptitudes, etc., y una vez respondido el llamado, vivirlo hasta el final. Sea en el sacerdocio, en la vida consagrada, en el matrimonio, en la soltería... Pero hasta el final. ¿Complicaciones, dificultades, tentaciones, hartazgo, cansancio, inseguridad? etc., etc. Los habrá toda la vida, hasta llegar al Cielo, meta para la cual hemos sido creados.
Fidelidad... Esta es la cuestión.
Para eso, oración, mucha oración.
La Madre Teresa de Calcuta decía algo aí como : "Rezar, para amar, por amor servir (a Dios y al prójimo).
_________________
No os engañéis: de Dios nadie se burla.
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Fabrem
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MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 3:46 pm    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
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Pepa escribió:
Hay un problema concreto de respuesta a la vocación, que puede aplicarse a todas las vocaciones. ¿Qué pasa si se ha sido llamado al matrimonio y se responde "a medias"? como sucede tantas veces hoy día... "No aguanto, no es lo mío, me lo han impuesto, soy infeliz... me largo!".
La cuestión no es el celibato o no celibato. La cuestión es responder a la vocación (llamado de Dios), luego de analizar las circunstancias, aptitudes, etc., y una vez respondido el llamado, vivirlo hasta el final. Sea en el sacerdocio, en la vida consagrada, en el matrimonio, en la soltería... Pero hasta el final. ¿Complicaciones, dificultades, tentaciones, hartazgo, cansancio, inseguridad? etc., etc. Los habrá toda la vida, hasta llegar al Cielo, meta para la cual hemos sido creados.
Fidelidad... Esta es la cuestión.
Para eso, oración, mucha oración.
La Madre Teresa de Calcuta decía algo aí como : "Rezar, para amar, por amor servir (a Dios y al prójimo).


Pepa, lo que dices es cierto, ¿cómo puede no serlo? Ahora, yo sé de algunos casos de personas que, ante la validez de lo que dices, persisten por años y años, a veces hasta 10 o más años luchando para no abandonar su vocación, sin estar convencidos, sólo por una fuerza externa o fe en actos externos. Al final, de todos modos se van, pero muy amargados, dañados por haber prolongado la incoherencia de vida por tanto tiempo y llenos de resentimiento y hasta de odio contra su anterior orden o congregación. Es extraña la experiencia de oír a alguien hablar de modo irreverente de la Iglesia cuando antes hablaba de forma tan amorosa y apostólica. Y en el caso de estas personas ex-célibes llenas de resentimiento y hasta odio siempre hay situaciones de prolongación de una forma de vida en la cual ya no creían. Supuestamente si se les hubiera permitido casarse, hubiera quedado el asunto resuelto puesto que la culpa era del celibato, pero yo creo que no. Tal vez estas personas igualmente se hubieran divorciado si hubieran elegido casarse... quien sabe.

Tal vez el discernimiento no está en evaluar a la persona si es capaz de superar sus crisis ocasionales, sino en someter a pequeñas pruebas su capacidad de responder a la gracia, y ver si poco a poco, podrá llevarse a vivir un estado de fidelidad plena y gozosa... una especie de test de habilidades fundamentales o de perfil de capacidad de respuesta a la gracia, y una diligentísima dirección espiritual, pero aquí sí que estoy hablando disparates, porque este sí que no es mi campo....

Oremos por nuestros Sacerdotes....
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Pepa
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Registrado: 02 Oct 2005
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MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 6:50 pm    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
Responder citando

Fabrem, entiendo lo que decís. Pero así y todo, creo que hay que insistir... Insistir en que hay que poner la Gracia por encima de la naturaleza, insistir en que el pecado es fallarle a Dios, y no a nuestra naturaleza, o nuestra debilidad, o nuestras ganas, o ... etc. Insistir en que nuestra época es muy difícil, muy engañosa, muy encandilante. Pero Dios sigue estando presente, la Verdad sigue siendo la verdad, la fidelidad al compromiso sigue siendo valedera. Sí, hay muchos sacerdotes que se han amargado... y hay muchos santos que han pasado las mismas pruebas y han triunfado. ¿Hay sacerdotes que se han amargado la vida, y han amargado la vida de los que le rodean? Voy a ser dura, tal vez (y me aplico lo que quiero aplicar a otros), que se recluyan, que se encierren, que recen y hagan penitencia. Pero que no "griten a los cuatro vientos" : No puedo más! y largen todo, a la vista de todos. Que sigan confiando en la Gracia del Sacramento, y que no crean que van a solucionar todo diciendo "el celibato no era para mí". Y si no tuvieron un buen Director espiritual en el Seminario que los atajó a tiempo... insisto, que se recluyan, y que recen, y ofrezcan su sacrifico (no serán los primeros), hasta el fin. Buena falta le hace al mundo esa cuota de oración y sacrificio. El hombre es unidad de cuerpo y espíritu, el hombre ha sido creado para amar a Dios y servirlo y mediante eso salvar su alma, que es inmortal. El mundo, el "espíritu del mundo" quiere mostrarnos hoy día con mucha fuerza que lo que vale es "que YO me realice", a MI modo, yo soy mi dueño, yo lo puedo todo... Pues no. Dios es mi dueño. Y si me entrego a El, El se las va a areglar. Y

Y no es por una fuerza externa, ni por actos externos que deben aguantar, justamente, sino con la fuerza interior que nos da la fe y la oración y la gracia. No digo que sea fácil...

Eso, recemos (mucho), por los sacerdotes.
_________________
No os engañéis: de Dios nadie se burla.
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cindymac
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Registrado: 17 Mar 2007
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Ubicación: Santiago de Chile

MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 9:25 pm    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
Responder citando

Sí, yo entiendo que hay luchas para todos nosotros por el hecho ya de ser finitos (en lo material), lo que me llama la atención es que si la vida célibe es una complicación, o la única traba al servicio, ¿para qué se impone?

En el caso del matrimonio, son dos los involucrados, dos los que juntos deben luchar por llegar al Reino, y ambos tienen responsabilidad sobre su relación, y aún si una persona tiene una historia de relaciones insatisfactorias, es porque hay algo a la base, en lo psicológico no resuelto, lo que hace que no sea pleno, puede ser por ejemplo un trastorno de personalidad, razón por la cual no podemos culpar "al matrimonio" del fracaso recurrente.

Ahora que lo pienso... es posible tambien que algunos de nuestros sacerdotes estén justificándose en el hecho de ser célibes, y sus conflictos pasan más bien por problemas en el ámbito psícológico. Entonces, además del discernimiento, de la dirección espiritual y el apoyo espiritual, es necesario, hacer una evaluación a conciencia de quienes entran a los seminarios. A veces, confiados en la gracia y en la posibilidad de cambio del ser humano, se dejan a personas que no son aptas para una vida consagrada, aunque reconozco que esto ya es en situaciones extremas.
Lo cierto es que por nuestra parte, en mi caso laical, debemos velar porque se acote lo más posible el porcentaje de personas que no serían capaces, no sólo de seguir hasta el final con el ministerio, sino que también que su propia vida consagrada entorpezca los caminos evangelizadores.
En la medida que se planteen las distintas perspectivas, se puede llegar a un acuerdo, pero claro, no sólo los obispos, sino todo el pueblo de Dios, ya que todos somos Iglesia.

Un abrazo a todos quienes han dado su opinión, gracias Smile
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Francisco de Santoyo
Constante


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Ubicación: Madrid (España)

MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 10:16 pm    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
Responder citando

Fabrem escribió:
Marco Aurelio escribió:
El celibato tiene su origen en la Edad Media, por cuestiones meramente economicas...

Desde la desamortización carece de fundamento humano alguno.


El celibato viene desde el Apóstol Pablo, que eligió ser célibe y recomendó a los que eran célibes que continuaran célibes, aparte de que hay incontables referencias en la historia del pueblo de Dios al celibato desde la Iglesia primitiva.

¿Sabes desde cuando viene la "Regla de San Benito" de la vida monástica que, por supuesto, era en celibato?

¿Por qué la gente dice cosas como esa, Marco Aurelio?



Sabes tu que Pablo era célibe? tienes pruebas?

Ten en cuenta que cuando era soldado romano, probablemente estuviera casado.

San Pedro por ejemplo, estaba casado.
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Fabrem
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Registrado: 05 Oct 2005
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MensajePublicado: Dom Mar 18, 2007 7:05 am    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
Responder citando

Marco Aurelio escribió:



Sabes tu que Pablo era célibe? tienes pruebas?

Ten en cuenta que cuando era soldado romano, probablemente estuviera casado.

San Pedro por ejemplo, estaba casado.


Sí, Marco Aurelio, lo sé, y tengo la prueba, por supuesto.

En 1 Cor 7, 8-9, San Pablo dice:
Cita:
"pues a los no casados y a las viudas les digo que más les vale permanecer como yo. Y si no pueden guardar continencia, que se casen; mejor es casarse que abrasarse"


De hecho, Marco Aurelio, este es uno de los versículos más citados para demostrar que el celibato es connatural a la Iglesia fundada por Cristo.
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Francisco de Santoyo
Constante


Registrado: 05 Nov 2005
Mensajes: 969
Ubicación: Madrid (España)

MensajePublicado: Dom Mar 18, 2007 11:55 pm    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
Responder citando

Fabrem escribió:
Marco Aurelio escribió:



Sabes tu que Pablo era célibe? tienes pruebas?

Ten en cuenta que cuando era soldado romano, probablemente estuviera casado.

San Pedro por ejemplo, estaba casado.


Sí, Marco Aurelio, lo sé, y tengo la prueba, por supuesto.

En 1 Cor 7, 8-9, San Pablo dice:
Cita:
"pues a los no casados y a las viudas les digo que más les vale permanecer como yo. Y si no pueden guardar continencia, que se casen; mejor es casarse que abrasarse"


De hecho, Marco Aurelio, este es uno de los versículos más citados para demostrar que el celibato es connatural a la Iglesia fundada por Cristo.


Ahí no me parece que esté diciendo que sea célibe. Dice "permanecer como yo" pero ¿de donde sacas que está diciendo "soy celibe desde siempre"? tal vez sea celibe en ese momento pero no lo hubiera sido con anterioridad.

Probablemente se esté referiendo a que él en ese momento ya no tenia relaciones con su esposa por que estaba totalmente entregado a la causa apostolica pero es harto probable que las hubiera tenido anteriormente.
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cindymac
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Registrado: 17 Mar 2007
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Ubicación: Santiago de Chile

MensajePublicado: Lun Mar 19, 2007 12:02 am    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
Responder citando

"mejor es casarse, que abrasarse..."
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Fabrem
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Registrado: 05 Oct 2005
Mensajes: 1226

MensajePublicado: Lun Mar 19, 2007 1:10 am    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
Responder citando

Marco Aurelio escribió:
Fabrem escribió:
Marco Aurelio escribió:



Sabes tu que Pablo era célibe? tienes pruebas?

Ten en cuenta que cuando era soldado romano, probablemente estuviera casado.

San Pedro por ejemplo, estaba casado.


Sí, Marco Aurelio, lo sé, y tengo la prueba, por supuesto.

En 1 Cor 7, 8-9, San Pablo dice:
Cita:
"pues a los no casados y a las viudas les digo que más les vale permanecer como yo. Y si no pueden guardar continencia, que se casen; mejor es casarse que abrasarse"


De hecho, Marco Aurelio, este es uno de los versículos más citados para demostrar que el celibato es connatural a la Iglesia fundada por Cristo.


Ahí no me parece que esté diciendo que sea célibe. Dice "permanecer como yo" pero ¿de donde sacas que está diciendo "soy celibe desde siempre"? tal vez sea celibe en ese momento pero no lo hubiera sido con anterioridad.

Probablemente se esté referiendo a que él en ese momento ya no tenia relaciones con su esposa por que estaba totalmente entregado a la causa apostolica pero es harto probable que las hubiera tenido anteriormente.


Bueno, uno puede 'suponer' tantas cosas como quiera, Marco Aurelio. El Evangelio no dice que Pablo no estuvo casado 3 o 4 veces antes, y alguien podría asegurarlo, pero es mejor atenerse a la letra de la Escritura en donde Pablo confiesa ser célibe, y recomienda a los no casados y viudas que peramanezcan como él, es decir, célibes. En todo caso, la Escritura demuestra que hay antecedentes de vida en celibato desde los apóstoles, y Pablo lo vivió según él mismo lo confiesa, y recomienda a los no casados y viudas que permanezcan como él. Si él hubiera estado casado y no conviviendo con su esposa, no le hubiera dicho a los 'no casados' que 'permanecieran' cómo él, poque hubiera significado que fuera público que él no convivía con su esposa (de la cual nunca habla) o que los no casados deberían casarse y no tener relacions con su esposa con el fin de ser cómo él.

El punto es que Pablo vivió el celibato y lo recomienda a los no casados que entrarán a servir a la Iglesia. Y no haría falta buscarle más cosas, por que el punto queda completamente sustentado.

Seguramente sabrás que aún hoy hay viudas y viudos que abrazan el celibato y se entregan a vidas consagradas en la Iglesia
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Francisco de Santoyo
Constante


Registrado: 05 Nov 2005
Mensajes: 969
Ubicación: Madrid (España)

MensajePublicado: Lun Mar 19, 2007 12:16 pm    Asunto:
Tema: Celibato Sacerdotal ¿Funcional o místico?
Responder citando

Fabrem escribió:
Marco Aurelio escribió:
Fabrem escribió:
Marco Aurelio escribió:



Sabes tu que Pablo era célibe? tienes pruebas?

Ten en cuenta que cuando era soldado romano, probablemente estuviera casado.

San Pedro por ejemplo, estaba casado.


Sí, Marco Aurelio, lo sé, y tengo la prueba, por supuesto.

En 1 Cor 7, 8-9, San Pablo dice:
Cita:
"pues a los no casados y a las viudas les digo que más les vale permanecer como yo. Y si no pueden guardar continencia, que se casen; mejor es casarse que abrasarse"


De hecho, Marco Aurelio, este es uno de los versículos más citados para demostrar que el celibato es connatural a la Iglesia fundada por Cristo.


Ahí no me parece que esté diciendo que sea célibe. Dice "permanecer como yo" pero ¿de donde sacas que está diciendo "soy celibe desde siempre"? tal vez sea celibe en ese momento pero no lo hubiera sido con anterioridad.

Probablemente se esté referiendo a que él en ese momento ya no tenia relaciones con su esposa por que estaba totalmente entregado a la causa apostolica pero es harto probable que las hubiera tenido anteriormente.


Bueno, uno puede 'suponer' tantas cosas como quiera, Marco Aurelio. El Evangelio no dice que Pablo no estuvo casado 3 o 4 veces antes, y alguien podría asegurarlo, pero es mejor atenerse a la letra de la Escritura en donde Pablo confiesa ser célibe, y recomienda a los no casados y viudas que peramanezcan como él, es decir, célibes. En todo caso, la Escritura demuestra que hay antecedentes de vida en celibato desde los apóstoles, y Pablo lo vivió según él mismo lo confiesa, y recomienda a los no casados y viudas que permanezcan como él. Si él hubiera estado casado y no conviviendo con su esposa, no le hubiera dicho a los 'no casados' que 'permanecieran' cómo él, poque hubiera significado que fuera público que él no convivía con su esposa (de la cual nunca habla) o que los no casados deberían casarse y no tener relacions con su esposa con el fin de ser cómo él.

El punto es que Pablo vivió el celibato y lo recomienda a los no casados que entrarán a servir a la Iglesia. Y no haría falta buscarle más cosas, por que el punto queda completamente sustentado.

Seguramente sabrás que aún hoy hay viudas y viudos que abrazan el celibato y se entregan a vidas consagradas en la Iglesia


Bueno, en ese caso es tu opinión Wink yo personalmente lo que entiendo en esa frase es que en ese momento es célibe y les aconseja ser como él. Pero no da a entender que haya sido célibe antes de su conversión, o yo por lo menos no lo entiendo así.

De todos modos creo que la clave está en tu ultima frase. Yo conozco a alguna viuda que después de morir su marido se metió a consagrada, abrazando el celibato. Pero eso no implica que haya permanecido célibe siempre, sino que lo és desde el momento que se consagra.

Seguramente haya habido gente que haya tenido una vida perniciosa, llena de vicio, haya estado enferma por el sexo y en un momento concreto han abrazado la fe, se han convertido y se han metido en un convento permaneciendo célibes el resto de su vida. Pero hubo un antes de esa conversión que no tenian por que serlo, y a eso es a lo que voy cuando hablo de que Saulo, como soldado romano que era probalbemente estuvo casado.

Una cosa es que San Pablo fuera célibe y otra que Saulo no estuviera, o sí, casado. Wink
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