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Anécdotas Celestiales con Santa Teresita de los Andes

 
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susana riquelme
Asiduo


Registrado: 14 Sep 2006
Mensajes: 213

MensajePublicado: Vie Abr 13, 2007 1:02 am    Asunto: Anécdotas Celestiales con Santa Teresita de los Andes
Tema: Anécdotas Celestiales con Santa Teresita de los Andes
Responder citando

La medalla de Santa Teresita de los Andes
septiembre de 1998

Desde que nos conocimos con Roberto, mi marido, siempre habíamos tenido un cariño especial a Santa Teresita de Los Andes, nuestra primera santa chilena. Con frecuencia viajábamos a su Santuario, ya sea solos o acompañados de mis suegros o de mis padres. Ya el último tiempo íbamos con mi suegra y nuestro pequeño hijo, que ya había cumplido el año de edad.

Trabajaba desde la casa y mientras terminaba de estudiar y preparar mi proyecto de título de diseñadora optamos por tener a nuestro hijo en una sala cuna. Roberto, después de su trabajo, retiraba al niño y lo traía hasta la casa.

Una mañana, después de que mi marido se llevara al niño, tuve la idea de ir sola hasta el santuario pues siempre había deseado tener una visita más íntima, donde pudiera realmente orar y meditar tranquilamente y en total silencio. Entonces cogí mis cosas y algún libro de Santa Teresita y me dirigí hacia el terminal donde podría tomar un bus que me llevase hasta la ciudad de Los Andes.

En el camino, leí el pequeño libro. Al llegar al Santuario, entré en la cripta y luego subí al sencillo pero hermoso templo, donde en medio de pocos asistentes, asistí a la misa del mediodía. Después me quedé algunas horas recorriendo el lugar y decidí pasar por la tienda del Santuario, donde venden libros, videos y adornos religiosos, en general, relacionados con esta joven y santa carmelita.

Mirando las vitrinas me fijé en una medalla de oro muy bien trabajada y como llevaba dinero suficiente me atreví a comprarla. Me sentía muy contenta con mi adquisición pues era la única que había. Aunque si bien no me gusta lucir adornos, la compré porque me pareció de muy acabada factura.

Ya con la medalla en mi poder tomé el bus de vuelta hacia Santiago. Venía en la mitad del trayecto cuando repentinamente me vino un gran arrepentimiento por haberla comprado. Pensaba, precisamente, que había hecho lo contrario de lo que habría hecho Teresita, pues antes que los adornos y joyas, ella prefería aliviar el sufrimiento de alguna persona. Ahora me sentía una persona totalmente egoísta.

Al llegar a la casa me dirigí al escritorio y tomando la medalla en mis manos me puse a llorar amargamente. Sentía que había defraudado a Dios y a Santa Teresita, así es que tomando el adorno lo puse en la bolsita plástica correspondiente y lo metí dentro de unos de los cajones casi vacíos del escritorio. Le dije a Teresita que le dijera a Dios que tomara la medalla e hiciera lo que quisiera con ella, pues ya no me interesaba y ya no quería ni verla. Así me quedé muy triste por un par de horas. Un rato después cuando me disponía a trabajar en mi computador abrí el cajón para buscar algún lápiz y ¡encontré la bolsita plástica vacía!... Busqué la medalla en los dos cajones, por la juntura de las maderas, por encima y por debajo del escritorio, por todo el piso de la habitación ¡Y nada! La medalla había desaparecido y sólo me quedaba en las manos la bolsita vacía... Nunca más encontré la preciada medalla...

No me quedó dudas que, dentro de mi arrepentimiento, había sido escuchada y comprendí que efectivamente, Dios se había encargado de la medalla y de hacer o llevarla donde El quisiera....
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Nubeia
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Registrado: 14 Ene 2006
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Ubicación: México

MensajePublicado: Vie Abr 13, 2007 1:26 am    Asunto:
Tema: Anécdotas Celestiales con Santa Teresita de los Andes
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Hola Susana,

¡Paz y bien!

Hasta en los mas pequeños detalles, cuando oramos y pedimos a Dios de corazón nos conceda algo, todo lo cumple si es de acuerdo a Su Voluntad.

Confiemos plenamente y siempre en Dios uno y trino.

Gracias Susana por compartirnos tus anécdotas! Smile

Dios te bendiga

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Claudia

"Padre... Hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo"
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Lula
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Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 3995

MensajePublicado: Vie Abr 13, 2007 1:40 am    Asunto:
Tema: Anécdotas Celestiales con Santa Teresita de los Andes
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Hola Susy!

Mira.....este relato me pareciò bien interesante, por muchas razones.

Primero, porque no habìas tù comprado la medallita por su valor como joya en sì, sino por el valor "sentimental" o "espiritual", podrìamos decir, que tenìa para ti al representar la imagen de Santa Teresita, tan querida por ustedes, no?

Talvez serìa que esa medallita no era imprescindible para que tù amaras a Dios a travès del cariño a Santa Terresita.....talvez a alguien màs sì le llevarìa a amar a Dios a travès de conocer, tratar y querer a Santa Teresita....no sè, es solo una de las infinitas razones que pudo tener Dios para hacer lo que hizo.

Sabes que a mi en una ocasiòn me sucediò todo lo contrario que a ti??

Hace años, tuve oportunidad de asistir a un retiro en Colombia, con mi esposo. Iba con algunas dudas debido a ciertas circunstancias nuevas y desconocidas para mì, y le habìa pedido mucho a nuestra Madre que me orientara y me guiara en todo momento para saber si estàbamos en el lugar adecuado.

Cuando llegamos a la habitaciòn que nos habìan asignado, abrì la gaveta de la mesita de noche para acomodar algunas cosas, y allì al fondo de la gaveta, en una esquinita, habìa una medallita algo dañada....plateada, se veìa un poquito antigua. La tomè, y vì que tenìa la imagen del Rostro de Nuestra Señora. Ya eso me pareciò un detalle muy lindo de Su parte.......pero cuando le dì la vuelta a la medallita.....decìa "Nuestra Señora de Lourdes"..... Shocked

No te imaginas, sentì como un fuerte escalofrìo me recorriò toda..... Preguntè a todas las personas de allì, y no era de nadie, y nadie la habìa puesto allì a propòsito. Serà que nuestra Madre se la quitò a alguien para dejàrmela allì porque sabìa lo que significarìa para mi en ese momento..........asì como Santa Teresita te quitò a ti tu medallita ??? Quièn sabe...........misterios del Amor de Dios. Por lo pronto, aquì tengo la medallita y le tengo un cariño muy especial........me recuerda cuànto me ama Nuestra Madre linda, me recuerda lo detallista que puede ser con todos nosotros, y afianza mi fè cada vez que la veo. Very Happy

Gracias por seguir compartiendo con nosotros Susana, Dios te siga bendiciendo.

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Ubicación: MÉXICO

MensajePublicado: Vie Abr 13, 2007 3:45 am    Asunto:
Tema: Anécdotas Celestiales con Santa Teresita de los Andes
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Susana y Lula, no saben el gusto enorme que me da al leer sus relatos no cabe duda Dios Nuestro Señor siempre esta presente .


DIOS LAS BENDIGA

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A JESUS POR MARIA.
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llazcano13
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MensajePublicado: Vie Abr 13, 2007 3:26 pm    Asunto:
Tema: Anécdotas Celestiales con Santa Teresita de los Andes
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Me da mucho gusto leer otra de tus anecdotas Susana, y un jalón de orejas para quienes a veces pecamos de codicia al comprarnos cosas innecesarias.

Con lo que comentas tu y Lula, me pregunto si la medallita milagrosa que me apareció una vez como ya les conté, habrá sido transportada de forma similar??

Que Dios te bendiga amiga y cuenta con mis oraciones por ti y tu familia.
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El día de la Asunción del año 1583, al recibir la sagrada comunión en la iglesia de los padres jesuitas, de Madrid, oyó una voz que le decía: «Luis, ingresa en la Compañía de Jesús»
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Lula
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Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 3995

MensajePublicado: Vie Abr 13, 2007 11:32 pm    Asunto:
Tema: Anécdotas Celestiales con Santa Teresita de los Andes
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llazcano13 escribió:
Me da mucho gusto leer otra de tus anecdotas Susana, y un jalón de orejas para quienes a veces pecamos de codicia al comprarnos cosas innecesarias.

Con lo que comentas tu y Lula, me pregunto si la medallita milagrosa que me apareció una vez como ya les conté, habrá sido transportada de forma similar??
Que Dios te bendiga amiga y cuenta con mis oraciones por ti y tu familia.



Hola Luis Enrique!

Es cierto, buen jalòn de orejas, como tù dices. Wink

En cuanto a tu medallita......pues mira quièn sabe....de repente y sì se utilizò el mismo "tipo de transporte", no me extrañarìa! Very Happy

Gracias por todo Luis Enrique, Dios te siga bendiciendo.

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susana riquelme
Asiduo


Registrado: 14 Sep 2006
Mensajes: 213

MensajePublicado: Lun Abr 16, 2007 1:43 pm    Asunto:
Tema: Anécdotas Celestiales con Santa Teresita de los Andes
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Nuestro primer hijo y Santa Teresita de los Andes
27 de junio de 1997

El embarazo de nuestro primer hijo, Robertito, fue acompañado de la operación y posterior convalecencia de una enfermedad a mi pie izquierdo llamada Sinovitis Tarso. Antes de esta operación tuve que someterme tres radiaciones nucleares. No sabía si podía estar embarazada para ese entonces y se lo hice saber al radiólogo, quien optó por no tomar las precauciones necesarias y realizar las radiaciones.

Días después de la operación a mi pie me di cuenta que estaba embarazada, así es que con mi marido pedimos hora con un especialista en la misma clínica. Cuando fuimos a la primera consulta con el ginecólogo-obstetra, le contamos de los exámenes de medicina nuclear que me había tenido que hacer. Cuando verificó las fechas en que se realizaron, tuve la sensación de que el médico tenía algo complicado que contarnos. Nos citó para una nueva reunión, por lo que sospeché que quería tener la seguridad de lo que nos iba a decir.

En la siguiente reunión nos preguntó si éramos católicos y le respondimos que si. Entonces nos dijo que dada la intensidad de aquellas radiaciones y lo frágil que era el embrión de nuestro hijo, deberíamos saber que el niño nacería con graves problemas cerebrales, y que la magnitud de ellos sólo podríamos saberlo cuando él naciera.

Dicha noticia nos impactó mucho. Durante cuatro días y cuatro noches lo único que hice fue llorar, no porque el niño viniera enfermo precisamente, sino porque no me sentía una mujer preparada para afrontar tales dificultades. Siempre había conocido ejemplos de madres abnegadas que hacían hasta lo imposible para sacar adelante a sus hijos enfermos y yo no me sentía con la fortaleza necesaria para hacer lo mismo.

Entonces mi marido, al verme tan triste, me ofreció visitar el fin de semana el santuario de Santa Teresa de Los Andes, a lo que accedí inmediatamente. Durante el trayecto casi no cruzamos palabra, no teníamos ánimo de hablar. Al llegar nos dirigimos a la cripta de Teresita, muy lentamente, pues yo caminaba con mucha dificultad, a raíz de la operación a mi pantorrilla izquierda y nos sentamos en una de las bancas que están alrededor de la tumba. Miré a una mujer que estaba junto a mí con su bebé en brazos y le dije en mi alma a Teresita que intercediera por mí, no para que el niño sanara, pues no me atrevía a pedir eso para nuestro hijo. Le pedí a Teresita que intercediera ante Dios para darme la fortaleza que necesitaba para cuidar al niño en su complicada enfermedad. Sólo quería eso: fortaleza, pues creía que no era justo pedir que nuestro hijo viniera sano. Mientras, agradecí el hecho de que si nacía enfermo, él podría contar con una familia bien constituida que lo pudiera amar incondicionalmente.

Lo extraño comenzó a suceder en cuanto salimos de la cripta. Allí me embargó una paz absoluta. De regreso a Santiago, durante el camino, no tocamos para nada el tema que nos había llevado de viaje al santuario, tal parece que tanto a mi marido como a mí se nos había olvidado completamente. Llegué a mi casa feliz, era otra persona. De manera extraña desde que salimos del santuario se borró totalmente de mi mente el problema de la enfermedad de nuestro hijo, que ya tenía casi dos meses de gestación.

Así, pasé todo el resto de mi embarazo, sin sobresaltos y sin recordar jamás a lo que habíamos ido al Santuario de Santa Teresita de Los Andes.

El 27 de junio, día en que nacería nuestro hijo llegamos con toda calma a la clínica. Todo ocurrió perfectamente. El nacimiento de Robertito, si bien fue por cesárea, dado el tamaño de niño, resultó normal.


Al otro día cuando el médico me visitó en la habitación, me dijo que le había asombrado que el niño viniera absolutamente sano y que él había preparado todo para recibir a un niño enfermo y que durante los controles del embarazo, jamás quiso volver a tocar el tema para no preocuparme más y para que tuviera, al menos, una espera tranquila. Allí, curiosamente pude recordar todo lo que había sucedido entre las primeras citas médicas y la visita al Santuario de los Andes. Tal parece que un velo blanco hubiera cubierto mi mente durante ese transcurso de tiempo, porque durante los siete meses restantes del embarazo nunca recordé nada de eso, y extrañamente tampoco mi marido. Le conté esto a al médico y muy conmovido me confidenció que para él, definitivamente, dadas las circunstancias del embarazo, el nacimiento de mi hijo Robertito en perfecto estado de salud había sido un milagro.

Se podría pensar que quizás nunca existió la enfermedad cerebral de mi hijo. Sin embargo, para mí el hecho providencial es que después de la visita al Santuario ni mi marido ni yo recordamos tal la situación que antes nos angustiaba y logramos vivir el resto del embarazo en forma completamente tranquila. Esto constituyó para mi el gran favor sobre el cual Santa Teresita de los Andes había intercedido incondicionalmente.
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