CarlosR26† Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 3941 Ubicación: MEXICO, Jal.
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Publicado:
Mar Abr 17, 2007 12:20 am Asunto:
Inmutabilidad de Dios (PARA HUNO)
Tema: Inmutabilidad de Dios (PARA HUNO) |
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Hola Huno
Traigo un texto que pertenece a "Introducción al cristianismo", de Ratzinger, que quizá nos podría aportar alguna luz acerca de la eternidad e inmutabilidad de Dios, la temporalidad y la cuestión de la encarnación.
El pensar moderno se deja guiar por la idea de que la eternidad está encerrada en su inmutabilidad. Dios aparece como prisionero de su plan eterno, concebido «desde todos los tiempos». El «ser» y el «hacerse» no se mezclan. La eternidad se comprende negativamente como la carencia de tiempo, como lo contrapuesto al tiempo, como algo que no puede obrar en el tiempo porque entonces dejaría de ser inmutable y se haría temporal. Todas estas ideas se quedan dentro de una concepción precristiana en la que no se tiene en cuenta el concepto de Dios de la fe en la creación y en la encarnación. No podemos detenernos a explicarlo, pero todo esto supone un antiguo dualismo y es signo de un modo de pensar ingenuo que considera a Dios antropomórficamente, ya que cuando se dice que lo que Dios ha planificado «antes. de la eternidad no podría cambiarlo después, ésta se concibe inconscientemente según el esquema del tiempo, con la diferencia del «antes. y del «después».
La eternidad no es lo más antiguo, lo que existía antes del tiempo, sino lo totalmente otro, lo que es hoy en relación con el tiempo precedente, lo que es realmente actual en relación con él. No está encadenada a un antes y a un después, sino que es el poder de la actualidad de todo tiempo. La eternidad no existe junto al tiempo, sin relación ninguna con él, sino que es el poder creador de todo tiempo que mide el tiempo precedente en su propia actualidad y que crea así su poder-ser. No es la carencia de tiempo, sino su extensión. Por ser hoy contemporáneo a todos los tiempos, puede obrar también en el tiempo.
La encarnación de Dios en Jesucristo en virtud de la que el Dios eterno y el hombre temporal se unen en una única persona, no es sino la última concreción de la extensión temporal de Dios. En la existencia humana de Jesús Dios ha cogido el tiempo y se ha metido en él. En él se nos presenta personificada la extensión temporal de Dios. Como dice Juan, Cristo es verdaderamente la «puerta» entre Dios y el hombre (Jn 10,9), su .mediador. (1 Tim 2,5), en quien lo eterno tiene tiempo.
En Jesús nosotros, hombres temporales, podemos dirigirnos a lo temporal, a nuestros contemporáneos en el tiempo; en él, que es tiempo con nosotros, tocamos simultáneamente lo eterno, porque él es tiempo con nosotros y eternidad con Dios.
Hans Urs von Balthasar ha explicado profundamente el significado espiritual de estas observaciones, aunque dentro de otro contexto. Recuerda cómo Jesús durante su vida terrena no estuvo sobre el tiempo y el espacio, sino que vivió en medio de su tiempo y en su tiempo. Cada línea del evangelio nos hace encontrarnos con la humanidad de Jesús que lo colocó en su tiempo; bajo muchos puntos de vista la vemos hoy día más vital y clara que los períodos anteriores. Pero este «estar en el tiempo» no es sólo un ámbito exterior cultural-histórico, detrás del cual, pero independientemente de él, podríamos encontrar lo supra-temporal de su propio ser; es más bien un contenido antropológico que determina profundamente la forma del ser humano. Jesús tiene tiempo, y no realiza anticipadamente, en impaciencia culpable, la voluntad del Padre.
Por eso el hijo, que en el mundo tiene tiempo para Dios, es el lugar originario donde Dios tiene tiempo para el mundo. Dios no tiene otro tiempo para el mundo sino en el Hijo, pero en él tiene todo tiempo.
Dios no es prisionero de su eternidad: en Jesús tiene tiempo para nosotros; por eso Jesús es realmente la «sede de la gracia» a quien podemos acercarnos con plena confianza. en todo tiempo (Heb 4,16).
Introducción al cristianismo pág. 262 y siguientes
Ed. Sígueme _________________ Amar es decir al otro: "Tu no moriras"
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CarlosR26† Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 3941 Ubicación: MEXICO, Jal.
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Publicado:
Mar Abr 17, 2007 12:20 am Asunto:
Tema: Inmutabilidad de Dios (PARA HUNO) |
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… Para el Neoplatismo, el ser (ipsum esse) constituye el vértice de la pirámide de las ideas; es la primera esencia después del Uno o el super ente. Tomas asume esta doctrina del “ipsum esse” como la idea suprema, pero califica a esta como “esse commune”, es decir, como el ser general en el que participan todos los entes, salvo Dios. Porque Dios como origen de todo ser no “tiene” ser, sino que ES el ser.Por eso, contrariamente al neoplatismo, Dios no es para Tomas el super-ente, sino el «ipsum esse subsistens», el ser subsistente, en el que participa todo ente. Dios no participa en el esse commune; mas bien el esse commune participa en Dios, es el el primero y autentico efecto de Dios. Asi, Dios como ser subsistente es también origen y fundamento; o, en términos bíblicos, el padre de toda realidad.
Con esta doctrina de Dios como el ser subsistente, Tomas puede salvar la trascendencia de Dios frente al mundo. En efecto, entre el ser ser de Dios y el tener ser de las criaturas hay una diferencia cualitativa infinita.
De la definición de Dios como ipsum esse subsistens se sigue que, como plenitud del ser, no sufre ninguna deficiencia (potentialitas), sino que es el ser absolutamente perfecto, pura actualidad (actus purus). Esta coincidencia de la esencia y el ser en Dios es la base tanto de la simplicidad de Dios como de su inmutabilidad. Es decir, Dios no realiza su esencia sucesivamente, sino que el es su esencia sin mas.
Por eso la eternidad de Dios no solo significa que Dios no tiene principio ni fin, sino que es el principio y el fin al mismo tiempo. Como no necesita realizar su ser sucesivamente, su eternidad consiste en la “tota simul et perfecta possession” de su ser.
La inmutabilidad y la eternidad que se desprende de la esencia de Dios como ipsum esse subsistens no significa que Dios sea un ser inmóvil y rígido en todos los aspectos. Al contrario, de esa definición se sigue que el es el conocer puro y que por ello posee la vida en grado supremo. El Dios que concebimos mediante las categorías de la metafísica clásica tampoco es, pues, un Dios muerto, sino un Dios esencialmente vivo.
Walter Kasper (citando a Tomas de Aquino) en EL DIOS DE JESUCRISTO _________________ Amar es decir al otro: "Tu no moriras"
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