Una estrella en Cuaresma

[Alexander Verne]

Estoy sentado sintiendo una suave y fresca brisa que acaricia tiernamente mi rostro, pero también llena todo mi ser de paz y de una agradable sensación de descanso. Me recuesto sobre los escalones y fijo mi mirada en las estrellas.

Me sorprende la negrura del firmamento y me sobrecoje su serena belleza. Por más que lo intento no puedo fijar mi mirada y encontrar el fin de tanta belleza. Las estrellas solo son pequeños puntos que iluminan la negrura de la noche y sin embargo la opacan; a pesar de que el vacío es mayor no puede apartar mi vista de una sola estrella.

Desafiante y pequeña, sus palidos destellos no me hacen pensar en los millones de litros de combustible que se queman cada segundo, solo puede pensar en lo frágil que se ve; parecierá que solo falta un pequeño soplo para apagarla, pero no, en toda esa negrura algo la sostiene, una fuerza enorme y amorosa la sostiene.

Suspiro, y sigo sintiendo la brisa.

Ahora veo la negrura de mi alma. Siempre veo que haga lo que haga no puedo limpiar mi alma y sigue viendose negra, me entristezco al ver lo que es mi alma.

La brisa arrecia.

Ahora, una sonrisa se empieza a dibujar en mi rostro; claramente puedo ver en el centro de mi alma como un pálido destello empieza a vislumbrarse, es una pequeña luz que timidamente se asoma. Con gran alegría empiezo a descubrir mas puntos de luz en las profundidades de mi alma, que tenuemente aparecen para después adquirir intensidad y brillar como solo las estrellas saben hacerlo.

La brisa se detiene.

Finalmente Dios se apiada de mi incertidumbre y me revela lo que quiere de mi.

"Hijo, la mayoría de las veces solo puedes ver la oscuridad que hay en tu alma, solo ves los sufrimientos, angustias, pesares y dolores; y esto es lo que me ofreces cada día, me ofreces un alma llena de sacrificios.

Te olvidas de tus virtudes y tus buenas obras; cada estrella en tu alma es una pequeña luz, pero al igual que las verdaderas estrellas esta pequeña luz arde con la fuerza de mil soles. Quiero mas de tus estrellas.

Quiero que me ofrezcas toda la energía de tu vida, y de las cosas que te hacen sentir vivo. Y si me vas a ofrecer tus sacrificios no los hagas más oscuros de lo que ya son, piensa que las estrellas iluminan la negrura, piensa que de la negrura surge una estrella."

Piensa en lo que nacerá del vacío.


Me levante y al siguiente día le ofreci a Dios mis dolores, como estaba acostumbrado, pero ya no los vi como un mal necesario a padecer; asi como Dios sufrio en la Cruz para llegar a la Resurrección, asi sufrire para que surja una estrella más en mi alma.

Señor, hoy te ofrezco cuatro estrellas.
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¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza?

[Alexander Verne]

Una muy querida amiga me ha pedido que le explique un poco más sobre algo que no ha le ha quedado muy claro. Esto va un poco en contra de lo que creo debe ser la libertad de interpretación, y de lo que cada uno de ustedes siente en su corazón; pero es un cariño muy especial y he accedido a "aclarerselo" un poco.


La negrura de la noche representa nuestros sufrimientos y el miedo que nos causan en nuestra vida. Generalmente se nos enseña que después de la noche viene el amanecer, pero aún así nos preguntamos si realmente amanecerá, si la noche no será eterna; y con estos sentires provocamos que la negrura de la noche se vuelva mas negra. Después pensamos que esta negrura (nuestros sufrimientos) es "algo" que debemos ofrecer a Cristo para acompañarlo en su Pasión, pero le tememos a la noche y ofrecemos esa negrura como algo necesario para agradar a Dios.

Por eso, aún cuando la noche es eterna, siempre habrá una estrella que camine con nosotros, y esa estrella nace de la negrura y brilla y se apodera del firmamento. Ese pequeño punto de luz llena de vida toda la negrura, no importa que la noche sea eterna, ya que esa frágil estrella nos llenará de calor y de alegría. Así es más fácil para nuestro Amado Cristo tomar esa estrella con sus manos, ya que la negrura escapa por sus dedos; pero la estrella, sabiendo Jesús que es frágil la toma como el más preciado tesoro.

La estrella representa el fruto de nuestro sufrimiento. Cristo hizo nacer un SOL de la negrura de la Cruz. Cristo no penso en su noche, sabía que debía caminar en esa negrura para que el mundo se diera cuenta del calor y el brillo con que brillaría su Sol en todo lo alto. Solo algunos serán capaces de hacer surgir un pequeño sol, pero cualquiera de nosotros puede hacer surgir una estrella.

El sufrimiento no es algo de lo que debamos librarnos para entregarlo a Cristo y que Él lo deshaga, el sufrimiento es nuestra cuota de dolor para hacer surgir lo mejor de nosotros. En la Cuaresma valen los sacrificios, pero Cristo se alegrará mucho cuando le entregues tu pequeña estrella.
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¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza?

[Albert]

Hermano Alexander:

¡Paz y bien!

¡Que bien te hace ver Dios lo que significa iluminar al prójimo por medio de la Cruz, qué bien te explica lo que la Cruz de Luz significa!

Bienvenido pues a este camino en el cual iluminamos con nuestras cargas, no por las cargas sino por la Cruz, no por el sufrimiento mismo, sino por la unicidad con Cristo. Sin méritos propios sino por Gracia de Dios. Recibe de Él gracia y bendición.
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Transfíge, dulcíssime Dómine Jesu
Albert González Villanueva, OFS

[Lula]

[Alexander Verne]

[Alexander Verne]

Alexander:

Este es un enfoque diferente.....ciertamente distinto y mucho màs profundo del que yo habìa entendido en tu primer aporte......

Este parrafito en especial....tu referencia a un "SOL"....en fin....todo este parrafito, disculpa, pero ahora sì creo que eres tù quien no logra ni imaginarse la trascendencia de lo que Dios te hizo decir. A ver si entra mi gemelita Nubeia y lee esto.....ella sabrà bien a què me refiero.

Luego te platico......gracias Alexander, Dios te siga guiando, iluminando, y te regale Su Paz![/quote]

Hola querida Lula:

De nada

Solo soy un instrumento de Dios.
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¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza?

[Alexander Verne]

continuo con la explicación.....


La brisa es el Santo Espíritu de Dios, que cuando sopla nos hace ver el mundo que nos rodea con diferentes ojos, nos muestra otras realidades.

Al igual que la brisa fresca nos va liberando del cansancio y alimenta nuestro cuerpo, asi el Santo Espíritu de Dios nos libera de las ataduras de la carne y alimenta nuestros sentidos para llevarnos a donde Dios quiere.

Cuando la brisa se detiene, es cuando el Santo Espíritu de Dios nos ha preparado lo suficiente para escuchar lo que Dios nos tiene que decir. cuando la brisa sopla es cuando sentimos una imperiosa necesidad de orar, y cuando la brisa se detiene es cuando una inmensa paz se apodera de nuestra alma y empezamos a entender muchas cosas.
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¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza?

[Alexander Verne]

El sufrimiento lo tomamos como algo que necesariamente tenemos que soportar, no lo vemos como un medio sino como una consecuencia. Asi nos parecemos al boxeador que irremediablemente sabe que ya no puede ganar, pero su orgullo es demasiado grande para tocar la lona, asi que resiste y resiste una miriada de golpes solo esperando que termine su suplicio. Así que la primera estrella va a surgir de esos tremendos dolores que pacientemente soportamos, y representa a ese ser golpeado por la vida pero que sigue de pie, y que ahora toma todo ese dolor para moldear un espíritu diferente, para glorificar su alma y entregarsela completamente a Dios. De ese dolor que quisieramos olvidar pero que gracias a el dolor nos hemos asemejado un poco más a Cristo, de ese dolor surge la primera estrella.

Pero tiene que surgir una estrella. El dolor por el dolor, y el sufrimiento por el sufrimiento se pierde en la negrura.
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¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza?

[Alexander Verne]

Hay una parte del alma atormentada, una parte que se fabrica su propio dolor. Es una parte del alma que cree necesitar dolores y tormentos para agradar a Dios.

La segunda estrella no nace de ignomiosos tormentos y dolores sean reales o fabricados, nace de la aceptación del propio ser, de lo que cada uno tenga en un momento determinado de la vida. Si hoy tuve problemas, problemas ofrezco al Señor, si hoy tuve alegrias, alegrias ofrezco al Señor, si hoy tuve enormes obstaculos, al Señor le ofreceré el "como" me libre de ellos.

Para hacer surgir la estrella hay que saber quienes somos y que es lo que realmente podemos ofrecer. Sino lo sabemos, nuestra intención se pierde en la negrura y el desconocimiento de nosotros mismos hace que la negrura se vea mas negra aun.
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¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza?

[Albert]

Hermano Alexander:

¡Paz y bien!

[Alexander Verne]

El dolor ajeno es tan común en nuestras vidas que muchas veces lo tomamos como propio. Dios nos pide que ayudemos a todos aquellos hermanos que por diversas circunstancias no pueden llevar su Cruz; el dolor que sienten los mina y no pueden ver con claridad la redención del Cruz.

Para todas aquellas almas que necesitan ver una estrella en la negrura de la noche, nace la tercera estrella. Dios nos pide peregrinar tomados de la mano, ayudandonos unos a otros en este largo andar.
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¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza?

[Alexander Verne]

Finalmente la última estrella no nace de nosotros ni a iniciativa nuestra. Esta viene directamente de Cristo pero nos pertenece.

Es la aceptación final de la Voluntad de Cristo, es la más fácil pero también la más dificil.

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Me ha tocado hace una semana contemplar el atardecer y ver asomarse un Venus solitario en todo el firmamento, a pesar de encontrarme sumido en la tristeza y en la desesperación, esa estrella me hacía recobrar aunque fuera momentaneamente la compostura, la fe y la esperanza.

Sentía que Dios me pedía contemplar mi estrella, pero cegado por el dolor me negaba a hacerlo, hubiera preferido no saber nada de ello y continuar en la confortabilidad y en la comodidad; pero no podía, ya le había dicho a Dios que aceptaba ofrecerme y ofrecer a mis seres queridos; el dolor propio y el ajeno. Así que no quedaba más remedio que contemplar la estrella que iba a surgir del dolor aún sin saber cual sería el fruto y aún sabiendo que iba a pasar un trago amargo. Tenía miedo, pero inconcientemente me aferre a Dios.

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Esta cuarta estrella es la más incomprendida porque pareciera que Dios nos pide cosas imposibles, es la que más nos hace tambalear y dudar y sin embargo es la más bella y la que más nos acerca a Dios.

Esta estrella es una incógnita, Dios la regala gratuitamente incluso si por alguna circunstancia no llegamos a cumplir con un ofrecimiento, una promesa o con la Bendita Voluntad de Dios.

Esta estrella nos marcará el camino en la más infinita negrura, será como la guía de los antiguos navegantes. No sabemos nuestro destino pero esta estrella que Cristo nos regala nos llevará a un destino mágnifico.

Como me dijo una querida y magnifica amiga: "el miedo, la desconfianza y la falta de fe son comunes y normales, ante una prueba o una tribulación, pero Dios siempre esta detras, delante y encima de nosotros."

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Así es querida Lula, el nacimiento de una estrella no es nada fácil.
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¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza?