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Pescador Asiduo
Registrado: 03 Dic 2005 Mensajes: 194 Ubicación: San Agustín, Jalisco, México
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Publicado:
Lun Ene 02, 2006 7:46 pm Asunto:
Ni la Iglesia sin la Biblia, ni la Biblia sin la Iglesia
Tema: Ni la Iglesia sin la Biblia, ni la Biblia sin la Iglesia |
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Buenas tardes;
Les pongo a su consideración el texto del sacerdote Dizán Vázquez que habla acerca de la Tradición y la Biblia:
Ni la Iglesia sin la Biblia, ni la Biblia sin la Iglesia
Con frecuencia se invita a los católicos a escuchar el mensaje de la Biblia predicado por muy diversas sectas: en las calles, en las plazas, en reuniones especiales, en visitas a domicilio, o en cursos por correo.
Los católicos que acuden a esas enseñanzas descubren ciertamente cosas maravillosas, porque la Biblia es Palabra de Dios. Pero, al mismo tiempo, caen en el caos y en la confusión doctrinal tan propios del protestantismo.
¿Se pregunta usted por qué? Pues porque la Biblia no es un libro caído del cielo, que cada quien pueda entender y explicar a su manera. La Biblia no puede ser comprendida correctamente si se toma desligada de la Iglesia en la que nació. La Biblia y la Iglesia están inseparablemente unidas: ni Iglesia sin Biblia, ni Biblia sin Iglesia.
Es probable que usted nunca haya pensado en las siguientes afirmaciones:
1. La Iglesia no nació de la Biblia, pues la Iglesia es anterior a la Biblia. Es decir, primero fue la Iglesia, y en ella nació la Biblia. Esto, vale con respecto a Israel, si nos referimos al Antiguo Testamento, como con respecto a la Iglesia cristiana, si nos referimos al Nuevo Testamento. De la Iglesia cristiana hablamos en lo que sigue.
Cuando se escribieron los libros del Nuevo Testamento, la Iglesia ya había sido fundada por Cristo, pues recordemos que Cristo murió y resucitó alrededor del año 30, mientras que los
libros del N.T. fueron escritos años después. Por ejemplo, el Evangelio de San Marcos se escribió alrededor del año 64. San Lucas escribió su Evangelio entre los años 65 y 8O. De estas fechas más o menos data el Evangelio actual de San Mateo. Los primeros libros del N.T. son las Cartas de San Pablo, escritas entre los años 51 y 67. El último libro fue el Apocalipsis, entre los años 70 y 95.
Es evidente que lo que estos libros dicen ya era enseñado, creído y practicado en la Iglesia, antes de que se escribieran.
2. Cuando se escribió la Biblia (en nuestro caso el Nuevo Testamento) la Iglesia era ya una comunidad viva y organizada, alimentada por la Palabra de Dios que predicaban oralmente los Apóstoles y sus sucesores.
Los escritos del Nuevo Testamento no son unos tratados sistemáticos y completos de la Revelación Divina, como si fueran textos de la doctrina para usarse en la enseñanza. Estos libros responden a circunstancias especiales del momento. Los mismos Apóstoles dicen que no todo lo que pasó quedó escrito, ni siquiera de la vida y la predicación de Jesús (Jn 21,25; 2Tes 2,15; 2Tim 1,13; 2,2; 2Jn 12).
3. Ciertamente los protestantes han hecho mucho bien a la humanidad traduciendo la Biblia a muchos idiomas, y difundiéndola por todas partes, pues la Biblia es un gran tesoro que todos debemos leer. Pero ellos hacen eso principalmente porque creen que para estar en unión con Jesús, y poder salvarse, basta que cada quien lea la Biblia y crea lo que ella dice, aunque la interprete como quiera. A causa de este error, los protestantes se han dividido (y se siguen dividiendo) en centenares de sectas, opuestas unas a otras, que defienden los más increíbles errores, y sin embargo afirma cada una que lo que ella enseña es “lo que la Biblia dice”.
4. La Biblia es verdadera Palabra de Dios, y debemos creer y obedecer lo que nos enseña y manda. Pero Jesucristo no vino a escribir una Biblia. Él vino a inaugurar el Reino de Dios, y para eso fundó una comunidad (su Iglesia), que en el mundo fuera ya el anuncio y el inicio del Reino. A sus Apóstoles, Jesús no los mandó a repartir Biblias, sino a predicar, y a dirigir en su nombre su Iglesia (Mt 28,19-20; Le 10,16; Rm 10,17). A sus discípulos, Jesús no les mandó que leyeran la Biblia para conocer su voluntad, sino que los puso en relación con su Iglesia, y con las autoridades que dejó en ella (Hch 9, 6-17; Mt 18, 15-18). Esto mismo hizo Yahvé en el Antiguo Testamento (Dt 17, 8-13).
En la misma Biblia leemos que algunas de sus partes son difíciles de entender, y que muchos falsean su sentido, y por eso es necesario que alguien, que esté plenamente insertado en la Iglesia
y con misión de predicar, ayude a entenderla (2Pe 1,20-21; 3,15- 17; Hech 8, 26-35).
5. La Iglesia cristiana del siglo I (los primeros años de Iglesia) era guiada por la Palabra de Dios. Pero ésta no estaba sólo en los pocos libros que escribieron algunos de los Apóstoles, sino que se encontraba también en las palabras y hechos de Jesús, en la predicación de los Apóstoles, y en la orientación que daban continuamente a la Iglesia, y que ella recogía, conservaba y vivía con fidelidad. A este conjunto de orientaciones vivas de Cristo y de los Apóstoles (que no quedaron escritas) es a lo que la Iglesia llama la Tradición divina, la cual quedó plasmada en la vida misma de la Iglesia, en sus instituciones, en su culto y, sobre todo, en su manera de entender todas las cuestiones que plantea la Biblia.
6. La Tradición no es, pues, un conjunto de verdades separadas de, o en oposición a la Biblia, sino la atmósfera o el ambiente en el que ésta se escribió, y la clave para interpretarla correctamente. La Tradición es la vida y la fe de la Iglesia del siglo I que, junto con la Biblia escrita, se ha conservado y transmitido fielmente del siglo 1 al II, de éste al III, y así sin interrupción. Con ella se conecta la Iglesia católica de hoy.
De la tradición viene, por ejemplo, la celebración del domingo, que muchas sectas admiten (¿Por qué, si en la Biblia no hay mandato expreso de ello?). También el sentido concreto que la Iglesia da a algunos pasajes de la Biblia, en los que los protestantes no se ponen de acuerdo jamás, por ejemplo la Eucaristía (Mt 26,26-28; Mc 14,22-25; Lc 22,17-20; 1Cor 11,23-29).
Cualquiera que hoy (como lo hacen los protestantes) quiera entender la Biblia fuera de la única Iglesia que existe desde los Apóstoles nunca sabrá el sentido exacto que tenían muchos pasajes bíblicos al momento en que fueron escritos. Finalmente, es por la Tradición como la Iglesia pudo saber cuáles libros son inspirados y cuáles no. De ese modo ella, con autoridad, definió el canon (lista de los libros de la Biblia).
Aun con estas pocas ideas ¿se da usted cuenta de lo absurdo que es querer leer y explicar la Biblia prescindiendo de la Tradición y de la Iglesia en que se escribió, y de los pastores que le fueron dados por Cristo para conservar la Iglesia dentro de la verdadera fe? Por eso las sectas protestantes son un hervidero de errores, de divisiones y de contradicciones.
Espero que esta lectura sea para su provecho y para la Gloria de Dios.
Saludos. _________________ Ef 6, 13-17 |
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Pescador Asiduo
Registrado: 03 Dic 2005 Mensajes: 194 Ubicación: San Agustín, Jalisco, México
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Publicado:
Lun Ene 02, 2006 8:10 pm Asunto:
Tema: Ni la Iglesia sin la Biblia, ni la Biblia sin la Iglesia |
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Buenas tardes;
Perdón pero no veo la relación entre el surgimiento de los monjes y el nacimiento de la Iglesia.
Abro aquí un parentesís para no desviar el debate hacia el tema de la fecha de la fundación de la Iglesia:
Supongamos por un momento que no existe más que una sola Iglesia Cristiana, que no hay divisiones y que todos estamos bajo la misma doctrina y credo.
¿Estaríamos de acuerdo entonces que la Iglesia nació en Pentecostés?
Si esto es afirmativo, ¿Puedes seguir diciendo que la Iglesia no es anterior a la Biblia? _________________ Ef 6, 13-17 |
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goyervid Veterano
Registrado: 29 Dic 2005 Mensajes: 2584
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Publicado:
Lun Ene 02, 2006 9:31 pm Asunto:
Re: Ni la Iglesia sin la Biblia, ni la Biblia sin la Iglesia
Tema: Ni la Iglesia sin la Biblia, ni la Biblia sin la Iglesia |
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Pescador escribió: | Buenas tardes;
Les pongo a su consideración el texto del sacerdote Dizán Vázquez que habla acerca de la Tradición y la Biblia:
Ni la Iglesia sin la Biblia, ni la Biblia sin la Iglesia
Con frecuencia se invita a los católicos a escuchar el mensaje de la Biblia predicado por muy diversas sectas: en las calles, en las plazas, en reuniones especiales, en visitas a domicilio, o en cursos por correo.
Los católicos que acuden a esas enseñanzas descubren ciertamente cosas maravillosas, porque la Biblia es Palabra de Dios. Pero, al mismo tiempo, caen en el caos y en la confusión doctrinal tan propios del protestantismo.
¿Se pregunta usted por qué? Pues porque la Biblia no es un libro caído del cielo, que cada quien pueda entender y explicar a su manera. La Biblia no puede ser comprendida correctamente si se toma desligada de la Iglesia en la que nació. La Biblia y la Iglesia están inseparablemente unidas: ni Iglesia sin Biblia, ni Biblia sin Iglesia.
Es probable que usted nunca haya pensado en las siguientes afirmaciones:
1. La Iglesia no nació de la Biblia, pues la Iglesia es anterior a la Biblia. Es decir, primero fue la Iglesia, y en ella nació la Biblia. Esto, vale con respecto a Israel, si nos referimos al Antiguo Testamento, como con respecto a la Iglesia cristiana, si nos referimos al Nuevo Testamento. De la Iglesia cristiana hablamos en lo que sigue.
Cuando se escribieron los libros del Nuevo Testamento, la Iglesia ya había sido fundada por Cristo, pues recordemos que Cristo murió y resucitó alrededor del año 30, mientras que los
libros del N.T. fueron escritos años después. Por ejemplo, el Evangelio de San Marcos se escribió alrededor del año 64. San Lucas escribió su Evangelio entre los años 65 y 8O. De estas fechas más o menos data el Evangelio actual de San Mateo. Los primeros libros del N.T. son las Cartas de San Pablo, escritas entre los años 51 y 67. El último libro fue el Apocalipsis, entre los años 70 y 95.
Es evidente que lo que estos libros dicen ya era enseñado, creído y practicado en la Iglesia, antes de que se escribieran.
2. Cuando se escribió la Biblia (en nuestro caso el Nuevo Testamento) la Iglesia era ya una comunidad viva y organizada, alimentada por la Palabra de Dios que predicaban oralmente los Apóstoles y sus sucesores.
Los escritos del Nuevo Testamento no son unos tratados sistemáticos y completos de la Revelación Divina, como si fueran textos de la doctrina para usarse en la enseñanza. Estos libros responden a circunstancias especiales del momento. Los mismos Apóstoles dicen que no todo lo que pasó quedó escrito, ni siquiera de la vida y la predicación de Jesús (Jn 21,25; 2Tes 2,15; 2Tim 1,13; 2,2; 2Jn 12).
3. Ciertamente los protestantes han hecho mucho bien a la humanidad traduciendo la Biblia a muchos idiomas, y difundiéndola por todas partes, pues la Biblia es un gran tesoro que todos debemos leer. Pero ellos hacen eso principalmente porque creen que para estar en unión con Jesús, y poder salvarse, basta que cada quien lea la Biblia y crea lo que ella dice, aunque la interprete como quiera. A causa de este error, los protestantes se han dividido (y se siguen dividiendo) en centenares de sectas, opuestas unas a otras, que defienden los más increíbles errores, y sin embargo afirma cada una que lo que ella enseña es “lo que la Biblia dice”.
4. La Biblia es verdadera Palabra de Dios, y debemos creer y obedecer lo que nos enseña y manda. Pero Jesucristo no vino a escribir una Biblia. Él vino a inaugurar el Reino de Dios, y para eso fundó una comunidad (su Iglesia), que en el mundo fuera ya el anuncio y el inicio del Reino. A sus Apóstoles, Jesús no los mandó a repartir Biblias, sino a predicar, y a dirigir en su nombre su Iglesia (Mt 28,19-20; Le 10,16; Rm 10,17). A sus discípulos, Jesús no les mandó que leyeran la Biblia para conocer su voluntad, sino que los puso en relación con su Iglesia, y con las autoridades que dejó en ella (Hch 9, 6-17; Mt 18, 15-18). Esto mismo hizo Yahvé en el Antiguo Testamento (Dt 17, 8-13).
En la misma Biblia leemos que algunas de sus partes son difíciles de entender, y que muchos falsean su sentido, y por eso es necesario que alguien, que esté plenamente insertado en la Iglesia
y con misión de predicar, ayude a entenderla (2Pe 1,20-21; 3,15- 17; Hech 8, 26-35).
5. La Iglesia cristiana del siglo I (los primeros años de Iglesia) era guiada por la Palabra de Dios. Pero ésta no estaba sólo en los pocos libros que escribieron algunos de los Apóstoles, sino que se encontraba también en las palabras y hechos de Jesús, en la predicación de los Apóstoles, y en la orientación que daban continuamente a la Iglesia, y que ella recogía, conservaba y vivía con fidelidad. A este conjunto de orientaciones vivas de Cristo y de los Apóstoles (que no quedaron escritas) es a lo que la Iglesia llama la Tradición divina, la cual quedó plasmada en la vida misma de la Iglesia, en sus instituciones, en su culto y, sobre todo, en su manera de entender todas las cuestiones que plantea la Biblia.
6. La Tradición no es, pues, un conjunto de verdades separadas de, o en oposición a la Biblia, sino la atmósfera o el ambiente en el que ésta se escribió, y la clave para interpretarla correctamente. La Tradición es la vida y la fe de la Iglesia del siglo I que, junto con la Biblia escrita, se ha conservado y transmitido fielmente del siglo 1 al II, de éste al III, y así sin interrupción. Con ella se conecta la Iglesia católica de hoy.
De la tradición viene, por ejemplo, la celebración del domingo, que muchas sectas admiten (¿Por qué, si en la Biblia no hay mandato expreso de ello?). También el sentido concreto que la Iglesia da a algunos pasajes de la Biblia, en los que los protestantes no se ponen de acuerdo jamás, por ejemplo la Eucaristía (Mt 26,26-28; Mc 14,22-25; Lc 22,17-20; 1Cor 11,23-29).
Cualquiera que hoy (como lo hacen los protestantes) quiera entender la Biblia fuera de la única Iglesia que existe desde los Apóstoles nunca sabrá el sentido exacto que tenían muchos pasajes bíblicos al momento en que fueron escritos. Finalmente, es por la Tradición como la Iglesia pudo saber cuáles libros son inspirados y cuáles no. De ese modo ella, con autoridad, definió el canon (lista de los libros de la Biblia).
Aun con estas pocas ideas ¿se da usted cuenta de lo absurdo que es querer leer y explicar la Biblia prescindiendo de la Tradición y de la Iglesia en que se escribió, y de los pastores que le fueron dados por Cristo para conservar la Iglesia dentro de la verdadera fe? Por eso las sectas protestantes son un hervidero de errores, de divisiones y de contradicciones.
Espero que esta lectura sea para su provecho y para la Gloria de Dios.
Saludos. |
Ok, de acuerdo en el tema principal, y le explico porque:
1) La Biblia es Inspirada por el Espiritu Santo:
2 Pedro 1:20-21
"20entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo."
2) Nosotros no podemos entender la Biblia sin la ayuda del Espiritu Santo:
1 Corintios 2:14
"14Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente."
3) Para poder ser sellados con el Espiritu Santo, tenemos que aceptar a Cristo en nuestros corazones como nuestro Señor y Salvador
1 Juan 12-13
"12Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios."
4) Cuando recibimos a Cristo, el nos hace sus hijos y pasmos a formar parte de la familia, que es la Iglesia
Efesios 2:19-22
"19Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 20edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu."
So... si, estamos en la Iglesia y tenemos acceso a la Palabra al mismo tiempo, y todos gracias a Cristo. |
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David Pazmiño B. Esporádico
Registrado: 04 Oct 2005 Mensajes: 93 Ubicación: Ecuador
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Publicado:
Lun Ene 02, 2006 9:35 pm Asunto:
Tema: Ni la Iglesia sin la Biblia, ni la Biblia sin la Iglesia |
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Pescador:
Muy bueno el artículo. Gracias por compartirlo. Y muy buena la respuesta que das a nuestro amiguete Pepito.
Pepito:
Pescador te hizo una pregunta directa. Tal vez no la leíste o comprendiste, lo que no sería sorpresa. Te la pongo de nuevo con la dispensa de Pescador:
"Supongamos por un momento que no existe más que una sola Iglesia Cristiana, que no hay divisiones y que todos estamos bajo la misma doctrina y credo.
¿Estaríamos de acuerdo entonces que la Iglesia nació en Pentecostés?
Si esto es afirmativo, ¿Puedes seguir diciendo que la Iglesia no es anterior a la Biblia?"
Esperamos tus respuestas Pepito
David _________________ Mt. 7, 21 |
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