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Demos gracias a María por ser nuestra Madre

 
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Autor Mensaje
A. Ma. Betania
Veterano


Registrado: 18 Feb 2006
Mensajes: 3747

MensajePublicado: Jue May 10, 2007 8:16 pm    Asunto: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
Tema: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
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Demos gracias a María por ser nuestra Madre

Hoy 10 de Mayo día de als Madres coloquemos nuestros sentimientos, pensamientos etc etc sobre ella, pueden colocar poemas Smile :




POR QUE TE AMO, MARÍA


1 Cantar, Madre, quisiera
por qué te amo .
Por qué tu dulce nombre
me hace saltar de gozo el corazón,
y por que el pensamiento de tu suma grandeza
a mi alma no puede inspirarle temor.
Si yo te contemplase en tu sublime gloria,
muy más brillante sola
que la gloria de todos los elegidos juntos,
no podría creer que soy tu hija,
María, en tu presencia bajaría los ojos...

2 Para que una hija pueda a su madre querer,
es necesario que ésta sepa llorar con ella,
que con ella comparta sus penas y dolores.
¡Oh dulce Reina mía,
cuántas y amargas lágrimas lloraste en el destierro
para ganar mi corazón, ¡oh Reina!
Meditando tu vida
tal como la describe el Evangelio,
yo me atrevo a mirarte y hasta a acercarme a ti.
No me cuesta creer que soy tu hija,
cuando veo que mueres,
cuando veo que sufres
como yo.

3 Cuando un ángel del cielo te ofrece ser la Madre
de un Dios que ha de reinar eternamente,
veo que tú prefieres, ¡oh asombroso misterio!,
el tesoro inefable de la virginidad.
Comprendo que tu alma, inmaculada Virgen,
le sea a Dios más grata
que su propia morada de los cielos.
Comprendo que tu alma, humilde y dulce valle,
contenga a mi Jesús, océano de amor.

4 Te amo cuando proclamas
que eres la siervecilla del Señor,
del Señor a quien tú con tu humildad cautivas.
Esta es la gran virtud que te hace omnipotente
y a tu corazón lleva la Santa Trinidad.
Entonces el Espíritu, Espíritu de amor,
te cubre con su sombra,
y el Hijo, igual al Padre,
se encarna en ti...
¡Muchos habrán de ser
sus hermanos
pecadores
para que se le llame: Jesús, tu primogénito!

5 María, tú lo sabes: como tú,
no obstante ser pequeña, poseo y tengo en mí
al todopoderoso.
Mas no me asuste mi gran debilidad,
pues todo los tesoros de la madre
son también de la hija,
y yo soy hija tuya, Madre mía querida.
¡Acaso no son mías tus virtudes
y tu amor también mío?
Así, cuando la pura y blanca Hostia
baja a mi corazón,
tu Cordero, Jesús, sueña estar reposando
en ti misma, María.

6 Tú me haces comprender, ¡oh Reina de los santos!,
que no me es imposible caminar tras tus huellas.
Nos hiciste visible
el estrecho camino que va al cielo
con la constante práctica de virtudes humildes.
Imitándote a ti,
permanecer pequeña es mi deseo,
veo cuán vanas son las riquezas terrenas.
Al verte ir presurosa a tu prima Isabel,
de ti aprendo, María,
a practicar la caridad ardiente.

7 En casa de Isabel escucho, de rodillas,
el cántico sagrado, ¡oh Reina de los ángeles!,
que de tu corazón brota exaltado.
Me enseñas a cantar los loores divinos,
a gloriarme en Jesús, mi Salvador.
Tus palabras de amor son las místicas rosas
que envolverán en su perfume vivo
a los siglos futuros.
En ti el Omnipotente obró sus maravillas,
yo quiero meditarlas y bendecir a Dios.

8 A san José, que ignora
el milagro asombroso
que en tu humildad quisieras ocultar,
tú le dejas llorar cerca del tabernáculo
donde se oculta y vela
la divina beldad del Salvador.
¡Oh, cuánto amo, María, tu elocuente silencio!
Es para mí un concierto muy dulce y melodioso,
que canta a mis oídos la grandeza,
y hasta la omnipotencia,
de un alma que su auxilio sólo del cielo espera...

9 Luego, en Belén, os veo, ¡oh María y José!,
rechazados por todos.
Nadie quiere acoger en su posada
a dos pobres y humildes forasteros.
¡Sólo para los grandes tienen sitio...!
Y en un establo mísero, rudo y destartalado,
tiene que dar a luz la Reina de los cielos
a su Hijo Dios.
¡Madre del Salvador,
qué amable me pareces, qué grande me pareces
en tan pobre lugar!

10 Cuando veo al Eterno en vuelto en los pañales
y oigo el tierno vagido del Verbo entre las pajas,
¿podría yo, María, en ese instante,
envidiar a los ángeles?
¡Su Señor adorable es mi hermano querido!
¡Cómo te amo, María, cuando en nuestra ribera
abres para nosotros esa divina Flor!
¡Cómo te amo, Virgen, cuando escuchas
a los simples pastores, y a los magos,
y guardas y meditas todo eso
dentro del corazón!

11 Te amo cuando te mezclas con las demás mujeres
que dirigen sus pasos al templo del Señor.
Te amo cuando presentas al Niño que nos salva
al venerable anciano que le toma en sus brazos.
Al principio yo escucho sonriendo
su cántico, mas pronto sus acentos
hacen correr mis lágrimas.
Hundiendo en el futuro su mirada profética,
Simeón te presenta la espada del dolor.

12 ¡Oh Reina de los mártires, la espada dolorosa
traspasará tu pecho
hasta la tarde misma de tu vida!
Ya te ves obligada
a abandonar el suelo de tu patria
por escapar, huyendo,
del furor sanguinario de un envidioso rey.
Jesús duerme tranquilo
bajo los suaves pliegues de tu velo
cuando José te advierte que hay que partir aprisa.
Y es pronto tu obediencia:
tú partes sin demora y sin razonamientos.

13 En la tierra de Egipto, me parece, ¡oh María!,
que, a pesar de vivir en la suma pobreza,
lleno de gozo y paz vive tu corazón.
¿Qué te importa el destierro? ¿No es, acaso, Jesús
la patria de las patrias, la más bella?
Poseyéndole a él, tú posees el cielo.
Mas en Jerusalén, una amarga tristeza
te envuelve y, como un mar, tu corazón inunda.
Por tres días Jesús se esconde a tu ternura,
y entonces si, sobre tu vida cae
un oscuro, implacable, riguroso destierro.

14 Por fin logras hallarle, y al tenerle,
rompe tu corazón en transporte amoroso.
Y le dices al Niño, encanto de doctores:
«Hijo mío, ¿por qué has obrado así?
Tu padre y yo, con lágrimas, te estábamos buscando».
Y el Niño Dios responde, ¡oh profundo misterio!,
a la Madre querida que hacia él tiende los brazos:
«¿A qué buscarme, Madre? ¿No sabías, acaso,
que en las cosas que son del Padre mío
he de ocuparme ya?»

15 Me enseña el Evangelio que sumiso
a María y José permanece Jesús,
mientras crece en sabiduría.
¡Y el corazón me dice
con qué inmensa ternura a sus padre queridos
él obedece siempre!
Ahora es cuando comprendo el misterio del templo,
las palabras ocultas del amable Rey mío:
Tu dulce Niño, Madre,
quieres que seas tú el ejemplo vivo
del alma que le busca
a oscuras, en la noche de la fe.

16 Puesto que el Rey del cielo quiso ver a su Madre
sometida a la noche,
sometida a la angustia
del corazón,
¿será, acaso, merced sufrir aquí en la tierra?
¡Oh, sí...! ¡Sufrir amando es la dicha más pura !
Puede tomar de nuevo Jesús lo que me ha dado,
dile que por mí nunca se moleste.
Puede, si a bien lo tiene, esconderse de mí,
me resigno a esperarle
hasta que llegue el día sin ocaso
en el que para siempre se apagará mi fe...

17 Yo sé que en Nazaret, Virgen llena de gracia,
viviste pobremente sin ambición de más.
Ni éxtasis ni raptos ni milagros
tu vida hermosearon, ¡Reina de los electos!
Muchos son en la tierra los pequeños,
y ellos pueden alzar, sin miedo, a ti los ojos.
Por el común camino, oh Madre incomparable,
caminas tú, guiándonos al cielo!

18 Vivir contigo quiero, Madre amada,
a la espera del cielo,
seguirte en el destierro día a día.
En tu contemplación yo me hundo absorta,
y de tu inmenso corazón descubro
los abismos de amor.
Tu maternal mirada desvanece mis miedos,
y m enseña a llorar, y me enseña a reír.
Lejos de despreciar las fiestas de la tierra,
las fiestas que son santas,
tú, Madre, las comparte y bendices.

19 Al ver que los esposos de Caná
no pueden ocultar al gran apuro
en que se encuentran por faltarles vino,
con maternal solicitud acudes
al Salvador, tu Hijo,
de su poder divino esperando la ayuda.
Jesús parece rechazar tu súplica
en un primer momento:
«Mujer, ¿qué no importa esto a ti y a mí?»
Mas de su corazón allá en el fondo
madre suya te llama,
y para ti y por ti Jesús realiza
su milagro primero.

20 Te veo un día, Madre, en la colina,
entre los pecadores que escuchan la palabra
de aquel que más nadie
desea recibirles a todos en el cielo.
Alguien dice a Jesús que quieres verle.
Entonces él, Hijo divino tuyo, ante la gente
muestra lo inmensamente que nos ama:
«¿Quién es mi hermano -dice-, quién mi hermana,
y mi madre quién es, sino el que cumple
mi voluntad en todo?»

21 Al escucharle, tú, Virgen inmaculada,
¡oh Madre, la más tierna!,
no te entristeces, antes bien te alegras
de que nos haga comprender entonces
que aquí abajo, en la tierra, nuestra alma
se hace familia suya.
¡Oh, sí, te alegras, Virgen, de que él nos dé su vida,
el tesoro infinito de su divinidad!
¿Cómo no amarte y bendecirte, viendo
en ti tanto amor, tanta humildad?

22 Tú nos amas, María, como Jesús nos ama,
por nosotros aceptas verte alejada de él.
Amar es darlo todo, darse incluso a sí mismo:
quisiste demostrarlo quedando con nosotros
como fuerte y visible ayuda nuestra.
¡Conocía Jesús tus íntimos secretos
y la inmensa ternura
de tu divino corazón de madre!
Te nos dejó a nosotros,
como refugio fiel de pecadores,
cuando, para esperarnos en el cielo,
abandonó la cruz.

23 Te me apareces, Virgen,
en la sombría cumbre del Calvario,
de pie junto a la cruz,
igual que un sacerdote en el altar,
ofreciendo tu Víctima,
tu Jesús amadísimo,
nuestro dulce Emmanuel,
para desenfadar la justicia del Padre.
Un profeta lo dijo, ¡oh Madre desolada!:
«¡No hay dolor semejante a tu dolor!»
¡Oh Reina de los mártires, quedando en el destierro,
prodigas por nosotros
toda la sangre de tu corazón!

24 La casa de san Juan se hace tu único asilo,
de Zebedeo el hijo reemplaza a tu Jesús...
Y es éste ya el último detalle
que nos da el Evangelio,
de la Virgen María no vuelve ya a hablar más.
Pero, Madre querida, su silencio profundo
¿acaso no revela
que el Verbo eterno -él mismo- cantar quiere
de tu vida los íntimos secretos,
para gozosa gloria de tus hijos,
los santos moradores de la patria del cielo?

25 Yo escucharé muy pronto esa dulce armonía,
iré muy pronto a verte en , el hermoso cielo.
Tú que viniste a sonreírme, Madre,
en la suave mañana de mi vida,
ven otra vez a sonreírme ahora...,
pues ha llegado ya de mi vida la tarde.
No temo el resplandor de tu gloria suprema,
he sufrido contigo,
y ahora quiero
cantar en tus rodillas, Virgen, por qué te amo
¡y repetir por siempre y para siempre
que yo soy hija tuya...!

La pequeña Teresa...
(Santa Teresa de Lisieux)
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A. Ma. Betania
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Registrado: 18 Feb 2006
Mensajes: 3747

MensajePublicado: Jue May 10, 2007 8:33 pm    Asunto:
Tema: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
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Si Jesus es Humilde, tambien María lo fué. La humilde esclava del Señor debe ser hoy un modelo qué imitar para aquellas que son madres. Mediten entonces el gran misterio de la maternidad de María y su amor para ser el ejemplo para las madres de hoy e inclusive para las madres futuras.

No olvidemos que el misterio de la maternidad es un don de Dios, al cual debemos valorar.

Que vivan nuestras mamitas y que Viva nuestra Madre María, la más santa de las Madres Smile
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Venegas
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MensajePublicado: Jue May 10, 2007 8:48 pm    Asunto:
Tema: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
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Preciosa María, que tengas un lindo día de las madres.

Te amamos y alabamos, porque eres bella, porque eres Santa, porque eres la madre de Dios, y porque eres un ejemplo a seguir por nosotros, Madre, gracias por aceptar ser nuestra madre, y gracias por dar ese si, para que Jesús se pudiera encarnar y darnos la salvación gratis, gracias hermosa Madre del Cielo. Te amamos hermosa María. Very Happy
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Cristo es la razón de mi vivir
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llazcano13
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MensajePublicado: Jue May 10, 2007 10:25 pm    Asunto:
Tema: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
Responder citando

Bendita sea Nuestra Madre Celestial, que su corazón se llene de gozo en este día!

Y el domingo es día de la Virgen de Fátima, no se olviden Exclamation



Préstame Madre tus ojos para con ellos mirar
Pues si con ellos miro no volveré a pecar.
Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar,
Pues si con ellos rezo el Padre me ha de escuchar.
Préstame Madre tu lengua para poder comulgar
Pues tu lengua materna es de amor y santidad.
Préstame Madre tus brazos para poder trabajar,
Pues así el trabajo rendirá una y mil veces más.
Préstame Madre tu manto para cubrir mi maldad,
Pues cubierto con tu manto al cielo he de llegar.
Préstame Madre a tu Hijo para poderlo adorar,
Pues si tú me das a Jesús, ¿Qué otra cosa puedo desear?
Y esa será mi dicha por toda la eternidad.
Amén.

_________________


El día de la Asunción del año 1583, al recibir la sagrada comunión en la iglesia de los padres jesuitas, de Madrid, oyó una voz que le decía: «Luis, ingresa en la Compañía de Jesús»
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lorelay
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Registrado: 21 Sep 2006
Mensajes: 121

MensajePublicado: Jue May 10, 2007 10:40 pm    Asunto:
Tema: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
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Que Dios bendiga a todas las madres... Smile
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Lula
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Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 3995

MensajePublicado: Jue May 10, 2007 11:25 pm    Asunto:
Tema: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
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Hola!

Hablar de María.....hablar con María.....es algo para no terminar nunca. Bien lo dices Adriana, que Ella ha de ser el modelo para todas nosotras las madres, y las que lo serán. Nada menos que la santidad a la que somos llamadas todas y todos. De Su Santa Mano, vamos caminando hacia Jesús, seguros y confiados.

Normalmente esto lo publico en el sub-foro de Escritos de los Santos, pero hoy me pareció bonito publicarlo acá:






“¡Madre! -Llámala fuerte, fuerte”


¡Madre! -Llámala fuerte, fuerte. -Te escucha, te ve en peligro quizá, y te brinda, tu Madre Santa María, con la gracia de su Hijo, el consuelo de su regazo, la ternura de sus caricias: y te encontrarás reconfortado para la nueva lucha. (Camino, 516)

Para comprender el papel que María desempeña en la vida cristiana, para sentirnos atraídos hacia Ella, para buscar su amable compañía con filial afecto, no hacen falta grandes disquisiciones, aunque el misterio de la Maternidad divina tiene una riqueza de contenido sobre el que nunca reflexionaremos bastante.

Hemos de amar a Dios con el mismo corazón con el que queremos a nuestros padres, a nuestros hermanos, a los otros miembros de nuestra familia, a nuestros amigos o amigas: no tenemos otro corazón. Y con ese mismo corazón hemos de tratar a María.

¿Cómo se comportan un hijo o una hija normales con su madre? De mil maneras, pero siempre con cariño y con confianza. Con un cariño que discurrirá en cada caso por cauces determinados, nacidos de la vida misma, que no son nunca algo frío, sino costumbres entrañables de hogar, pequeños detalles diarios, que el hijo necesita tener con su madre y que la madre echa de menos si el hijo alguna vez los olvida: un beso o una caricia al salir o al volver a casa, un pequeño obsequio, unas palabras expresivas. (Es Cristo que pasa, 142)


Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti Celestial Princesa,
Virgen Sagrada María
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón,
mírame con compasión
no me dejes Madre Mía
ni de noche ni de día
porque sin ti me perdería.

Amén.

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¿Ya platicaste hoy con tu Angel Custodio?
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lorelay
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Mensajes: 121

MensajePublicado: Jue May 10, 2007 11:55 pm    Asunto:
Tema: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
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María, te doy gracias por ser nuestra Madre y te pido ampares a todos niños que por culpa de una ley injusta, han de ser abortados...
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Nubeia
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MensajePublicado: Vie May 11, 2007 12:39 am    Asunto:
Tema: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
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Oración de San Simón Stock a
Nuestra Señora del Carmen

La Flor del Carmelo

¡ Oh Bellísima Flor del Carmelo, Fructífera Viña, Resplandor del Cielo, Madre Singular del Hijo de Dios, Virgen Siempre Pura !

Madre Santísima, después de habernos traído el Hijo de Dios, permanecísteis intacta y sin mancha ninguna.

¡ Oh Bienavernturada Siempre Virgen, asistídme en esta necesidad !

¡ Oh Estrella del Mar, auxiliad y protegédme !

¡ Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos !

¡ Madre y Ornamento del Carmelo, rogad por nosotros !

¡Virgen, Flor del Carmelo, rogad por nosotros!

¡ Patrona de los que visten el Santo Escapulario, rogad por nosotros !

¡ San José, fiel Amigo del Sagrado Corazón, rogad por nosotros !

¡ San José, Castísimo Esposo de María Santísima, rogad por nosotros !

¡ San José, nuestro Gran Protector, rogad por nosotros !

¡ Dulce Corazón de María sed nuestra Salvación !

Amén.

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Claudia

"Padre... Hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo"
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MensajePublicado: Vie May 11, 2007 1:11 am    Asunto: Ave María de Oro
Tema: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
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Ave María, Blanco Lirio de la Gloriosa y Siempre Serena Trinidad.

Salve brillante Rosa del Jardín de los deleites Celestiales

¡Oh Vos de quien Dios quiso nacer en este mundo, y

de cuya leche el Rey del Cielo quiso ser nutrido!

¡Alimentad nuestras almas con las efusiones de la Gracia Divina.

Amén!



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Claudia

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Mensajes: 6154
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MensajePublicado: Vie May 11, 2007 1:19 am    Asunto:
Tema: Demos gracias a María por ser nuestra Madre
Responder citando

Padre Santo, te pido que cuides a todas nuestras mamás, ayúdales para que cada día sean más parecidas a nuestra Madre Santísima la Virgen María, y de esa forma puedan darnos ejemplos de amor y de entrega.

Te doy gracias por dejarnos en la Virgen Santísima, una madre que nos conduce con amor y ternura en su regazo a los brazos de Jesús.


AMEN

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