zaqueo Esporádico
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Publicado:
Vie May 11, 2007 9:54 am Asunto:
VI DOMINGO PASCUAL
Tema: VI DOMINGO PASCUAL |
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IV DOMINGO DE PASCUA.
13 DE MAYO DE 2007.
(NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA)
*PRIMERA LECTURA. HECHOS DE LOS APÓSTOLES 15, 1-2. 22-29: ... Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. EL “Concilio de Jerusalén”, el primero de la historia de la Iglesia, rompe definitivamente con las normas de la antigua Ley posibilitando a los gentiles el libre acceso al Cristianismo sin hacerse israelitas por la circuncisión. La asamblea fue plenamente consciente de actuar con la asistencia del Espíritu.
*SALMO 66: Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
El Señor tenga piedad y nos bendiga;
Ilumine su rostro sobre nosotros,
Conozca la tierra tus caminos,
Todos los pueblos tu salvación.
*SEGUNDA LECTURA. APOCALIPSIS 21, 10-14. 22-23:...El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios.
*LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 14, 23-29: En aquel tiempo. Dijo Jesús a sus discípulos: “El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y vaya recordando todo lo que he os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo”
*COMENTARIO: El evangelio de este Domingo recoge mucho de los temas que hemos ido contemplando a lo largo de la semana. El mayor tesoro que Cristo nos ha dejado como herencia es su Espíritu. Vale más que todos los tesoros imaginables y los contiene todos. Es su realidad más valiosa. Jesús nos dio su Espíritu en el momento de su muerte. Pero su acción gloriosa se manifestará sobre todo en el momento de Pentecostés.
El Espíritu es presentado como Abogado, como Defensor, como el Consolador. No cabe duda que el gran alentador de los discípulos, mientras vivió con ellos, era el mismo Jesús. Al marcharse, los discípulos se quedan desconsolados, pero se les promete un estimulante en la persona del Espíritu. Él sabrá infundirle el alivio que necesitarán en los momentos difíciles.
En realidad, en este pasaje, el Espíritu aparece como el Maestro, como el profesor particular o de apoyo, que nos va enseñando todo y nos va recordando lo que Jesús nos dijo El Espíritu hace que las enseñanzas de Jesús no sean simplemente un libro cerrado sino una realidad viva donde el creyente encuentra vida. El Espíritu va penetrando cada vez más en la revelación de Dios. No se trata de una comprensión puramente intelectual sino más bien de una realidad vivida según las exigencias de cada época, de manera que el evangelio sea siempre Buena Nueva para cada pueblo, cada cultura y cada situación histórica.
En el evangelio de S. Juan (capítulo 14, versículo 26) Jesús nos anuncia que el Espíritu santo os lo explicará todo. Éste todo se refiere a todas las cosas necesarias para una vida divina y para un secreto conocimiento de la verdad y de la maldad de la naturaleza. El Espíritu nos enseña a sumergirnos en una profunda humildad y a conseguir una total sumisión a Dios y a todas las criaturas. Nos ayudará ahondar en nuestro interior a conocer también claramente nuestros defectos, nuestro alejamiento de la verdad y nuestro apego peligroso a las cosas, que en su conjunto son obstáculos para contemplar el verdadero rostro de Cristo y poder caminar junto a Él.
*PETICIÓN Y ACCIÓN DE GRACIAS. Señor, que nuestro amor a Cristo no sea un sentimiento sino una vida a su Padre. Ese amor recíproco es el mandamiento nuevo. Y podremos vivirlo porque él lo ha vivido primero. Haz que, configurándonos con él, seamos capaces de oponer el amor al odio, la mansedumbre a la violencia, el perdón a la venganza, la paz a la enemistad, la bendición a la maldición. No permitas que, en la hora de la prueba, seamos vencidos por el miedo y caigamos en el pecado de la incredulidad y del desamor.
Haz, más bien, que te pertenezcamos cada vez más y acudamos a ti, unidos a tu Hijo, llevando en los brazos todo este mundo que amas y quieres salvar.
************* _________________ quien jamás se desnuda por temor a la verdad, nada sabrá del amor. |
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