MES DE MAYO MES DE MARIA

[roberto viera gonzalez]

Cualquier pretexto es válido para recordarte, Madre Santísima. Paulo VI en la encíclica "Mense Maio" nos invita a recordarte especialmente en este mes que hoy comienza. Es verdad, es un mes para los países del hemisferio norte. Pero, ¡Bah! ¡Qué va! Yo te dediqué el año pasado cada día de Mayo unas palabras y muchos dejaron aquí las suyas.

Y me fue bien. Muy bien. Recuerdo que en esos momentos tuve un diálogo muy piadoso con Orpam. Creo, Madre Mía que fue la primera persona que conocí aquí en este foro. ¡Ah! Y también Scarlett o Laura.
Y pasó un año. Hoy estoy feliz en mi nuevo colegio. Se fueron las 15 religiosas y me contrataron a mi. ¿Podré hacer el trabajo de todas ellas?
Vamos al primer día. Día uno.
Dice mi Señor: "El que haga la voluntad de Dios ese es mi hermano y mi hermana y mi Madre". Hoy te pido esa ayudita. Al diablo, al basurero, con mi voluntad. Yo te rezo el Rosario todos los días a las 3 de la mañana de rodillas. Tu sabes que nada puedo hacer sin mi Señor. Y tu eres su Madre, sé perfectamente que interfieres y nos ayudas mucho a los que te recordamos. Además, ¿qué hijo no va a querer a quien ama a su madre?

Yo quiero seguir ese camino silencioso de santidad que Tu escogiste cumpliendo la voluntad de Dios. Junto contigo quiero alabar a Dios y agradecerle los favores que a diario me está dando.
Hasta mañana Madre Mía. Y si me olvido un día de escribir recuerda que estoy estudiando a Santo Tomás Y el santito es de pocas palabras.
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[Lula]

[Nubeia]

Hermanos Roberto y Lulita

¡¡AMEN!!

Que hermoso lo que han escrito

¡¡Mamá Santa María ayúdanos a vivir en la Divina Voluntad!!

Dios los colme de bendiciones
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Claudia

"Padre... Hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo"

[Albert]

Herman@s:

¡Paz y bien!

Palabras bellas para la más bella entre las mujeres. ¡Qué hermoso es ver como el amor por la Madre del Cielo es tan contagioso entre sus hijos! Nunca igual, siempre renovado, siempre puro, siempre santo.

Madre mía, pedirte lo que conoces, sería superfluo. Pero ese hijo tuyo que tanto amas y tambien siguió los pasos de tu Hijo necesita de tu mano protectora una vez más, no lo abandones. Te amo Madre Santísima, y si es menester tuyo y Voluntad del Padre que me visites otra vez, aquí estoy dispuesto. Amén.
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Transfíge, dulcíssime Dómine Jesu
Albert González Villanueva, OFS

[roberto viera gonzalez]

Día 3.
un día como hoy nos fuimos a tomar un helado a la Plaza de Armas de Santiago. Una hora antes nos habíamos casado. ¡¡¡Uy, lo que nos esperaba Madre mía!!!! Años de Cruz, años de dolor, eso es el matromonio. Pero también años de gozo y plenitud. Tu siempre a nuestro lado, Madre Mía. Virgencita Santa. ¿Te acuerdas cuando yo de 14 años cruzaba la ciudad los Domingos a las 7 de la mañana para ir al santuario de Lourdes??
¡Increíble!! ¡¡cómo me aparté de ti casi 10 años, madre Mía!! Como pasa la hora y debo preparar os almuerzos de las niñas. ya luego va a amanecer. gracias por este oratorio, madre mía. Contémosle a nuestros amigos del foro que este es un oratorio muy sabroso. Es la cocina de mi hogar. La cocina fue el lugar santo de mi madre. En la pobreza en que crecí, tener en el hogar olor a comida era lo máximo para mi madre, mi Reina.

De ti nació Jesús llamado el Cristo, dice Mateo 1,16. y Jesús es mi gran amigo, María. Hasta el Sábado día 5!
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[roberto viera gonzalez]

Madre Mía. un nicho para ti, otro para Jesús. Los primeros sueños del día. Los primeros mensajes que fluyan siempre en mi mente sean para ustedes dos. Seres maravillosos. Si comprendieran mis hermanos que la vida es un milagro, que cuando convertimos la vida en milagro, todo se vuelve aventura, sorpresa, asombro, que distinto verían todo.

Madre Mía. tomo el agua bendita cada día y hago tres cruces sobre mi. una en la frente y llenas mi cabeza de buenos pensamientos. una sobre mi boca y la limpias de malas palabras. Y una sobre mi pecho para que purifiques mis sentimientos. creo en el agua bendita. Creo en la purificación del agua. Creo en la purificación a través de la oración. Quiero que mis hermanos crean como creo yo. que crean más que yo. Que no dejen de creer por ni siquiera un segundo. Gracias, madre Mía.
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[roberto viera gonzalez]

Virgencita Mía. Mientras te escribo escucho a un curita que le habla a los niños. Se llama Padre Luis Pedro Rubio. Pertenece a los Hijos de la Voluntad. ¿Te acuerdas cuando esa monjita, la madre María Benaignes me habló de Luisa Piccareta y la Divina Voluntad?
Esta página que encontré tiene que ver con ella. Ahora habla el Padre Luis Pedro de la conversión de San Pablo. Dice que Pablo se creía Tarzán.

Gracias madrecita por tu compañía. Gracias por mi esposa. Sé que tu estás metida en todo esto. Mi conversión es tuya. Toda Tuya. Albert te llama Madre Mía. Visítalo. Visita a todos estos hermanos que claman a tí.
Que crean en el agua bendita, en la confesión, en la simple sonrisa, en el gesto amable. Tu me ayudas a levantarme rápido. Yo antes me demoraba en levantarme. Pasaban días, semanas. Con mi señora nos caímos ayer como a las 8 de la mañana y a las 10 ya nos estábamos besando. Gracias, madre mía, muchas gracias. ¡Viva tu mejor ejemplo, la humildad!
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[roberto viera gonzalez]

Madre Mía! ¡Qué tarde he llegado al oratorio! Apenas si para decirte que te quiero. Ya son casi las 5 am. Pero leo el Evangelio y ya me animo. ¡Drástico tu Hijo, Madre Santa! Tu Esposo nos poda, nos hace sufrir, para que demos más fruto. ¡Qué cansancio, que descanso más justificado, Hermosa Señora! Hoy siguen las reuniones de Padres y Apoderados. Ahí estaré repartiendo tu imagen. Gracias por todo, Madre Buena.
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[roberto viera gonzalez]

Buenos Días, Madre Mía! En tu mes llegamos al día de todas las madres. Ya empiezan los saludos. Jaimevelbon aparece muy simpático con su gato disparando. Maru sueña con no cocinar ese día. Lily y Marisolilla se incorporan a los saludos.
Yo solo quiero seguir gozando con mi esposa esta vida tan sabrosa. Aunque se me achica mi momento de oratorio. Hoy Tu Hijo me despertó casi a las 3.30 am . Pero, ¡qué linda estuvieron las reuniones de papás, ayer!
Viregencita, lo malo es que mi escuelita pobre bajó casi 15 puntos en la prueba nacional SIMCE. ahora si que llegamos al tope de la mediocridad. Hay que rezar mucho aquí en Chile. Como dijo ayer el Papa llegando a Brasil: Es urgente que los católicos recen mucho. Gracias por todo Madrecita.
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[roberto viera gonzalez]

Hola Madre Mía! Hoy celebraremos el día del alumno. ¡Cuánta confusión hay en ellos! Como dice tu hijo. los veo como ovejitas sin pastor. Agarrados al televisor horas por horas. pero, se acercan a mi. me abrazan. me traen moneditas para que compre más santitos. me llevo repartiendo estampitas todo el día. ¡Tu viste, madre Mía! Compré 800 imágenes para que te recen este domingo que celebramos el Día de la Madre y ya no me quedan.

Hoy Jesús nos llama amigos. Yo soy su amigo. Ayúdame a salvar a mis niños pobres del maldito televisor. ¡Cómo es posible que se queden hasta las tantas horas de la noche! Luego, tu los ves, muertos de sueño en el salón. ¡Qué frío hace madrecita aquí en la cocina!
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[roberto viera gonzalez]

SEñora madre! Señora Reina! Eres todo un dios que en Dios se recrea. ¿Sabes? he pasado un fin de semana muy lindo junto a mi señora y las niñas. Y te agradezco esa conversación que tuve con mi Papá. ¡Ayúdame madre mïa! ¡Ayúdalo! no quiero ser egoísta. El está solo. Gracias por tu consejo, lo voy a mandar a un cura.

¡Qué hermosa la catequesis de Primera Comunión que tuvimos el Sábado con los apoderados del Colegio. Y las Misas de ayer. Y el Rosario, Y la confesión. LInda la pregunta del confesor: ¿Por qué la pena?
Y que simple respuesta la mía: El Señor me ama mucho y no quiero defraudarlo.

Gracias por todo. Y perdóname los dos días sin conección. Sólo intento demostrarle al mundo que tu eres tan real como mi Señor Jesús.
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[roberto viera gonzalez]

mi amo te abarca, María Mía. Quiero que mi amo abarque todo el universo. Tu hijo ha dicho que le pida lo que quiera. quiero que "mi amo" alcance a todos los alumnos que veré hoy. Que llegue a todos mis colegas. Estoy meditando junto al padre Rubio. en este fría mañana de invierno. Estoy en mi oratorio. Siento que mi corazón se hincha de gracia, de amor. Gracias por sentirme tan cerca de tí. Te amo, madre Mía.
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[roberto viera gonzalez]

Ayer te hablaba de "mi amo". Hoy escucho al Padre Rubio y quiero hablarte de "mis quereres", mis miserables quereres. Ya no los quiero, madre Mía. Quiero darte mi "fiat". Hacer la Voluntad de este amigo que hoy nos deja tu hijo (Juan 16,12-15). Mi Voluntad debe ser potencia, Madre Mía. Y el Espíritu Santo es potencia. Lo noté ayer en mis clases. No, Madre Mía, no será para mi "el pariente pobre" de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo. una sola voluntad. Ya no la mía, Señora. La mía me arruinó, me destruyó. Mientras fui un Adán más, la felicidad que vivía era a ratos, era costosa, la de hoy es perdurable, es gratuita. Quiero acercarme a esa "voluntad", Madre mía.
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[trini]

Hoy me uno a vosotros y le digo a María; Eres Madre, Amiga, Camino y Guía, que nos ayudar a llegar a tu Hijo. Como Madre nos educas y enseñas lo fundamental en la vida del cristiano, Amar por encima de todo, disponibilidad cómo la tuya Madre ( aunque no entendieras ) aceptas con confianza lo que te pidió el Ángel y tu respuesta fue de entrega total a la voluntad del Padre.
Eres amiga, por qué te confío todo y se que de tu corazón no sale, pero me aconsejas, y me pones en el Camino siendo Tú mí Guía.

Un saludo y feliz mes de la Madre.

[roberto viera gonzalez]

madre Nuestra! Hoy empieza el Decenario del Espíritu Santo. Cada día lo recordaré. Es mi guía en la sala de clases. DEbo llevar a mis 1000 alumnos hacia El. Todo lo que digo quiero que El lo inspire.
Hoy San Pablo en la primera lectura me anima a no callar. A insistir con la Presidenta, pues El, el Santo Espíritu está conmigo. ¿Qué haríamos sin San Pablo, Señora mía? Y ¿Qué sería de nosotros si no leyéramos a diario la Palabra del Señor?
Hoy no hay clases en todo Santiago. El ministerio de educación nos ha pedido analizar los últimos desastrozos resultados del SIMCE. Es serio este asunto de que ya el 70% de los niños no sabe leer en 4o básico. ¡Cómo pudimos llegar a este nivel de ignorancia, madre nuestra! Y como dijo ayer mi hermano Eduardo Frei, Presidente del Senado, ¡nada menos que con 30 mil millones de dólares sobrantes de caja fiscal!
Hasta mañana madre Mía.
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[trini]

Madre mía, me uno a la plegaria de Roberto. He vivido en Chile, tú sabes que te he conocido y amado porque personas como él, sabían de tu amor y me lo supieron inculcar ¡ Y vaya si lo hicieron. ¡ Llegaron a suplir mi falta de madre terrena por su Amor, y la tuve, siempre acudí pidiendo tu ayuda, consejo, fortaleza y Tú como buena madre me acercaste a tú Hijo, en cuyas manos estoy y con quien mantengo una relación filial, de amigo, hermano y Padre.
Me siento llena y sé que es lo más grande y lo que nos da el pleno sentido en nuestro peregrinar .
Aquí amigo estamos en su Mes, y yo en una de sus Novenas a Mª Auxiliadora.
Pediré por mi Patria a adopción durante 25 año bellos de mi vida .
¡¡¡Ánimo ¡!! Él. Ni Ella ,nos dejan jamás solos. ¡¡Viva Chile lindo... y su patrona La Virgen del Carmen!!

Un abrazo

[roberto viera gonzalez]

Madrecita Mía. ¡Mira tu! Una avencidada, Trini, se une a nuestro diálogo diario. Te escribo mientras escucho al Padre Luis Rubio. el lunes habla la presidenta al país. Tu sabes que yo la quiero mucho. pero, me da pena que esos 30 mil millones de dólares que tenemos de sobra no se estén empleando bien. Mira tu, ¡Cómo aparecen los pequeños "imperios de famosos católicos."
Mañana recordaremos la Ascención del Señor. Tu Hijo vuelve al Padre. Ahora nos viene el Espíritu Santo. Ya vino, es verdad. Ya está aquí. No hacemos cada Domingo otra cosa que no sea recordar hechos. Pero, para cambiar cada vez más. Y aquí está el problema. La gente no cambia, madre mía. No cambia.
Saludos a Trini.
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[trini]

Ayudanos madre, a empezar nosotros cambiando, para que con nuestro

testimonio podamos hacer ver al mundo la luz de tu Hijo y todos los

pueblos vivan la paz y la Justicia .

Correspondo los saludos Roberto.
Un abrazo Trini

[roberto viera gonzalez]

¡Buenos Días, Madre Santa! Ya vamos sobre la última semana del mes consagrado a ti. Mejora a mi señora que ayer estuvo muy resfriada y hoy no podrá ir a trabajar. Ha comenzado fuerte este invierno con mucho frío y pienso en tanta gente que a esta hora ya está en la calle esperando un transporte. ayúdales, madre buena. gracias por todo.
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[roberto viera gonzalez]

¡Buenos Días, Madre Santa! converso con Tu hijo sobre este Evangelio de hoy. contagiarnos de su alegría es el lema para hoy. me cuesta a veces con tanta muerte de jóvenes. tanto niño que no quiere estudiar, que no quiere crear. la mala distribución del ingreso - una de las malas del mundo - a llevado a Chile a un odio social nunca visto. La Presidenta no tuvo opción que convertirse en viejo pascuero y repartir millones de millones de dólares. pero, sin Dios, ^¿Será posible eso? Sin Dios nada es posible, Madrecita. Nos vemos, Chao Madre buena.
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[roberto viera gonzalez]

Hoy estoy confundido, Madre Mía. Antepongo mis deseos. No necesito mis deseos. ¡Tengo tanto que hacer por Dios! Tu santísimo mes me ha dado grande gozos. Ver ayer a esos tres niñitos en el oratorio ¡tan pequeños! ¡Tan temprano! rezando en el oratorio del colegio me recordé a los tres pequeñitos de Fátima. ¿Te fijaste la impresión de esa profesora que entró al oratorio y vio a los tres niños rezando?
¡Quítame mis deseos, Madre Santa! "Todo tuyo" te decía juan pablo II. Quiero seguirlo, María. Gracias por todo.
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[trini]

Amigo Lee este bello retrato y ánimo.

La joven madre
La joven madre puso su pie en el sendero de la vida.
-¿Es largo el camino? -preguntó.
Su guía le contestó: -Sí, y el camino es arduo.
Te envejecerás antes de llegar a su final.
Pero el final será mejor que el principio.

Pero la joven madre estaba feliz y pensaba que nada
podía ser mejor que el tiempo que estaba viviendo.
Por eso, se puso a jugar con sus hijos, a recoger flores para ellos a lo largo del camino, y los bañó en los arroyos cristalinos; el sol brilló sobre ellos, la vida era buena y la joven madre gritó:
-Nada podrá superar la hermosura de esto.

Llegó la noche, y la tormenta, el sendero se oscureció
y los niños temblaron de frío. La madre los allegó a su seno, y los cubrió con una manta. Los niños dijeron:
-Mamita, no tenemos miedo porque tú estás con nosotros, y nada nos puede dañar.

La madre dijo: Esto es mejor que la luz brillante del día, porque he infundido valor a mis hijos.
Llegó la mañana, y vieron una montaña por delante.
Los niños subían y el cansancio los vencía, pero la madre, aunque cansada, les decía siempre:
Tengamos un poco de paciencia y llegaremos.
Llegaron a la cumbre y allí dijeron:
Sin ti jamás hubiéramos llegado, mamá.

Aquella noche la madre, acostada, miró las estrellas y dijo:
Este día es mejor que el anterior, porque mis hijos han aprendido a enfrentar las asperezas de la vida con entereza.
Ayer les di coraje, hoy les he dado fortaleza.

El día siguiente trajo extrañas nubes sobre la tierra,
que la cubrieron de tinieblas. Eran las nubes de la guerra, del odio y del mal. Los hijos caminaron a tientas y tropezaron.
La madre les dijo: Miren hacia arriba. Levanten la vista hacia la Luz.
Y ellos miraron y vieron por sobre las nubes una Gloria eterna que los dirigió y los llevó más allá de las tinieblas. Aquella noche la madre dijo:
Este es el mejor de todos los días porque he conducido mis hijos al conocimiento de Dios.

Los días pasaron, las semanas, los meses, los años.
La madre envejeció y sus espaldas se curvaron.
Ya sus hijos eran grandes y fuertes y caminaban sin temor.
Cuando el camino se ponía difícil, ellos ayudaban a su madre.
Si el camino era muy áspero, la levantaban porque era liviana como una pluma.

Por fin llegaron a una colina, detrás de la cual divisaron un camino resplandeciente y las puertas de oro abiertas de par en par.
La madre dijo: He llegado al final de mi viaje.
Ahora sé que el final es mejor que el principio, porque mis hijos pueden caminar solos y sus hijos les siguen.

Y los hijos dijeron: Siempre caminarás con nosotros, mamá, aun después que hayas pasado por aquellas puertas.

Y de pie, se quedaron mirándola cuando sola siguió caminando hasta que las puertas de oro se cerraron tras ella.
Y se dijeron: No podemos verla, pero todavía está con nosotros.
Una madre como la nuestra es más que una memoria.
Es una presencia viva.
De Manantiales en el Desierto.

[roberto viera gonzalez]

¡Qué bella historia la que nos ha dejado Trini, Madre Santísima! Ya se nos va Mayo. Pero, es solo un mes, todos los meses son tuyos. Ahora viene el mes de Junio. El Mes del Sagrado Corazón de tu Hijo.

Gracias por la catequesis de hoy sábado. ¡Qué manera de concurrir los papás y mamás de los alumnos! Fue intensiva, entretenida. Sin duda que estaba presente el Espíritu Santo. Mañana es Pentecostés. Ayúdame, Madre Mía en la preparación de mi conferencia sobre Santo Tomás. Gracias, gracias, por todo Madre Santa.
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[trini]

Amigo, confía en Ella, sigue ayudando siempre a su Iglesia, no importA EL MES. Ella es Madre sMaría y el don del Espíritu

1. Recorriendo el itinerario de la vida de la Virgen María, el concilio Vaticano II recuerda su presencia en la comunidad que espera Pentecostés: "Dios no quiso manifestar solemnemente el misterio de la salvación humana antes de enviar el Espíritu prometido por Cristo. Por eso vemos a los Apóstoles, antes del día de Pentecostés, "perseverar en la oración unidos, junto con algunas mujeres, con María, la Madre de Jesús, y sus parientes" (Hch 1, 14). María pedía con sus oraciones el don del Espíritu, que en la Anunciación la había cubierto con su sombra" (Lumen gentium, 59)iempre.

[roberto viera gonzalez]

Así es Trini. la oración debe competir con el aire que respiramos. orar siempre es asegurar la compañía de Dios. Es ser presencia de Dios en toda hora y todo lugar.
Gracias por todo Madre mía. ya se acaba tu mes, pero jamás tu compañía. Ya luego rezo de nuevo el Santo Rosario a las 7.40 am en el colegio con los niños. Hace frío es verdad, a esta hora, 4.52 am hace mucho frío, pero el calor de tu compañía, Madre Santa lo supera. perdona a don Carlos Peña. Mientras el habla de la ley del deseo, yo hablo de la ley del gozo. voy a pedir por él.
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[roberto viera gonzalez]

Madre Amada. He rezado tus letanías. Me quedo con esa que dice "refugio de los pecadores" . Eres mi refugio Madrecita. peco y me amas. peco y me ayudas. ¡Perdóname! No soy digno de mirarte. ¿Por qué Madre Mía? ¿Por qué haces todo lo que te pido y no hago lo que me pides? Necesito entrar más en el misterio de tu Santo Hijo. Hoy el evangelio lo dice todo. Pero ¡ya ves! me despierto temprano y mi señora me dice que no me levante. la temperatura es 1 grado. Hace frío, pero yo quiero estar aquí en el oratorio.
"Quien deja hermanas, padres.......... por mi" Hasta ahí me conformo. Pero dice después, " recibirá cien veces más" Gracias por todo Madre Mía.
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[scarlett]

[trini]

Amigo Roberto.

“Hecho de vida:
MADRE TERESA DE CALCUTA
"Ama hasta que te duela, si te duele es la mejor señal"

Alma misionera

Señor, toma mi vida nueva
antes de que la espera
desgaste años en mí.

Estoy dispuesto a lo que quieras
llévame a donde sea
Tú llámame a servir.

Llévame donde los hombres
necesiten tus palabras
necesiten mis ganas de vivir,
donde falte la esperanza
donde todo sea triste;
simplemente, por no saber de ti.
Te doy mi corazón sincero
para gritar sin miedo,
lo hermoso que es tu amor,
Señor, tengo alma misionera,
condúceme a la tierra
que tenga sed de ti.

Y así, en marcha iré cantando,
por pueblos predicando
tu grandeza, Señor.

Tendré mis manos sin cansancio,
tu historia entre mis labios
mi fuerza en la oración. Anónimo

[roberto viera gonzalez]

¡qué bella canción, gracias Trini! Estoy en el colegio lindo. El otro no es feo, pero es triste. Aquí está mi Jesús en cada rincón. María en cada pasillo. Este año empècé a trabajar en un Colegio que pertenecía a la Carmelitas . Hoy pertenece a la universidad Santo Tomás. Y en este momento no hay clases. He tomado tu hermosa canción y me he puesto a cantar. Gracias, Trini . ¡Qué Dios te bendiga.
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[trini]

No hay de que.
Yo estoy en un Santuario dedicado a María auxiliadora ,y si los moderadores me lo permiten comparto este :
15 minutos con Maria Auxiliadora

Oracion
¡María! ¡María! ¡Dulcísima María, Madre querida y poderosa Auxiliadora mía! Aquí me tienes; tu voz maternal ha dado nuevos bríos a mi alma y
anhelosa vengo a tu soberana presencia... Estréchame cariñosa entre tus brazos... deja que yo recline mi cansada frente sobre tu pecho y que deposite en él mis tristes gemidos y amargas cuitas, en íntima
confidencia contigo, lejos del ruido y bullicio del mundo, de ese mundo que sólo deja desengaños y pesares.

Mírame compasiva... estoy triste, Madre, bien lo sabes, nada me alegra ni me distrae, me hallo enteramente turbada y llena de temor...
Abrumada bajo el peso de la aflicción, sobrecogida de espanto, busco un hueco para ocultarme, como la tímida paloma perseguida por el cazador... y ese hueco, ese asilo bendito, ese lugar de refugio es,
¡oh Madre Augusta! tu corazón.

A ti me acerco llena de confianza... no me deseches ni me niegues tus piedades. Bien comprendo que no las merezco por mis muchas infidelidades; dignas de tus bondades son las almas santas e inocentes
que saben imitarte y a las cuales yo tanto envidio sinceramente, mas Tú eres la esperanza y el consuelo, por eso vengo sin temor.
¡Madre mía! Permite que yo no toque, sino que abra de par en par la puerta de tu corazón tan bueno y entre de lleno en él pues vengo cansada y sé que Tú no sabes negarte al que afligido viene a postrarse
a tus pies.

¡Virgen Madre! Tu trono se levanta precisamente donde hay dolores que calmar, miserias que remediar, lágrimas que enjugar y tristezas que
consolar... por eso, levantándome del profundo caos de mis miserias en que me encuentro sumergida imitando al Pródigo del Evangelio, digo también: "Me levantaré e iré a mi dulce Madre y le diré: ¡Madre buena, aquí está tu hija que te busca! perdona si en algo te he sido infiel, soy tu pobre hija que llora, aquí me tienes aunque indigna a tus favores... te pertenezco y no me separaré de Ti, hasta no llevar en mi pecho el suave bálsamo del consuelo y del perdón.

¿Me abandonarás dulce María? ¿No herirán tus oídos mis clamores? ¡Oh, no! tu apacible rostro ensancha mi confianza, tus castos ojos me miran compasivamente disipando las densas nubes de mi espíritu y de mi
abatimiento y zozobra desaparecen con tu materna sonrisa.
Si majestuosa empuñas tu cetro en señal de poder, como eres mi Madre, es tan sólo para manifestarme que eres la dispensadora de las gracias y mercedes del cielo para derramarlas con abundancia sobre esta tu pobre hija que sólo desea amarte y agradecerte.

¡Oh sí! Tú eres el Océano, Madre, y yo el imperceptible grano de arena arrojado en él... Tú eres el rocío y yo la pobre flor mustia y marchita que necesita de Ti para volver a la vida.

Que nada me distraiga, que nadie me busque... Yo estoy perdida en el mar inmenso de tu bondad, estoy escondida en el seno misterioso de mi bendita Madre.

Reina mía, confiando en tu Auxilio bondadoso y tierno quiero hablarte con la confianza del niño... quiero acariciarte, quiero llorar contigo... traer a mi memoria dulces recuerdos... derramar mi alma en tu presencia para pedirte gracias, arráncame, en una palabra el corazón para regalártelo en prenda de mi amor.

Escucha pues, tierna María, mi dulce Auxiliadora, una a una todas mis palabras y deja que cual bordo de fuego penetre en tu corazón, porque quiero conmoverte... quiero rendirlo y quiero en fin que tu Jesús, que tan amable abre sus bracitos sonriendo con dulzura, repita en mi favor nuevamente aquella consoladora palabra que alienta al desvalido y hace
temblar al demonio: "He aquí a tu Madre, he aquí a tu hija".

Sí, aquí estoy... aquí está tu pobre hija a quien has amado y amas aún con predilección y que te pertenece por todos títulos... la que descansó en tus brazos antes de reposar en el regazo maternal... la
que probó tus caricias mucho antes que los maternos besos... ¿lo recuerdas? Yo dormí en tu seno el dulce sueño de la inocencia, viví tranquila bajo tu manto sin conocer ni sospechas siquiera los escollos de la vida, amándote con ardor y gozando de tus caricias con las quepreparaste mi alma y corazón para los rudos ataques de mis enemigos y sinsabores de la vida.

Tu mano salvadora no sólo me apartó del abismo en que tantas almas han perecido sino que me regaló con gracias particularísimas y especiales dones, que reserves tan sólo para tus amados.
Todo... todo lo confieso para mayor gloria tuya y quisiera tener mil lenguas para cantar tus alabanzas digna y elocuentemente en fervorosos y tiernos himnos de santa gratitud.

¡Ah cuando me hallo cercada de tinieblas y sombras de muerte, sobrecogida de angustioso quebranto... cuando mi corazón tiembla ante la presencia del dolor, este pensamiento dulcísimo de tus tiernas
muestras de predilección viene a ser el rayo luminoso que hace surgir mi frente dándome alas para remontarme hasta lo infinito... ¡Oh recuerdo consolador! ¡Bendito seas! Eres la escala por la cual subo hasta el trono de la clemencia y del amor santo y verdadero.

Mas ¡ay!... pronto pasaron de aquella alma los días de encanto... con la velocidad del relámpago se disiparon mis goces infantiles y llegó para mí la hora del desamparo... Madre, no puedo soportar su peso...
siento quebrantar al mismo tiempo todas mis fuerzas interiores y necesito que tu mano me sostenga para no sucumbir en la lucha...
Ansiosa te busco como el pobre náufrago busca su tabla salvadora...
Levanto a Ti mis ojos y mi pesada frente como el marino en busca de la estrella que debe señalarle el puerto. Me siento como abandonada, semejante a una nave sin piloto a merced del oleaje tempestuoso e
incesante... ¡Tengo miedo! mucho miedo de perecer, entre las turbias ondas del agitado mar del pecado... Tengo miedo de la justicia divina a quien soy deudora de tantas y tan especialísimas gracias... pero sobre todo tengo miedo... ¡Oh no quisiera ni decirlo... tengo miedo de serte ingrata, abandonándote algún día y olvidando tus ternuras, pagarlas con ingratitud! ¡Jamás lo permitas, Reina mía! Haz que viva siempre unida a Ti, como la débil yedra vive asida fuertemente a la robusta encina defendiéndose del furioso huracán... ¿Qué sería de ésta tu hija? ¡Oh Madre! ¿sin Ti?

Mil enemigos me acechan redoblando a cada paso sus infernales astucias... acosada me siento por todas partes y si Tú no me amparas, ¿quién se dolerá de mí?
No me alejes, por piedad, sálvame... muestra que eres mi Madre Auxiliadora; olvida por piedad las veces que te he contristado, reduce a polvo mis pecados, lávame con tus lágrimas y límpiame más y más.
Tus brazos son el trono de la misericordia, en ellos descansa tu Jesús... sujétame entre ellos para que no haga uso de la justicia contra mí... dile que acepto el dolor que redime si Tú me lo envías, que venga, si es preciso, el sufrimiento aun cuando mi pobre carne tiemble ante él, con tal que mi alma se torne blanca como la nieve.

Sí, dile a tu amado hijo que yo quiero desagraviar para alcanzar su clemencia, dile que eche un velo sobre mis faltas y miserias y que olvide para siempre lo mala que he sido... ¡María! de mi vida no resta
más que la última etapa... mis ensangrentadas huellas van marcando mis pasos en la senda escabrosa de la vida que está por cortarse... mi cansado corazón late aún, sí, porque Tú les das vida y aliento, pero
derrama las últimas lágrimas que manan de él cual candente lava.
Terminará mi existencia y ¿qué será de mí, si mi Auxiliadora no viene en ese momento terrible? ¿A quién volveré mis ojos si te alejas en ese instante? La gracia que te he pedido y tanto deseo para mi agonía, es grandísima y no la merezco, pero la espero con plena confianza y tu sonrisa me alentará. Estoy segura de que aun cuando el demonio ruja a mi derredor, preparando su último asalto, tu mano maternal me
acariciará y con sin par solicitud me prodigará los últimos consuelos en mi despedida de este triste valle de lágrimas.
Esto lo sé cierto, lo siento en mí y no fallará mi esperanza... ni un momento lo dudo.
Los ángeles santos, al ver las ternuras de que seré objeto en el terrible trance exclamarán también enternecidos: "Mirad cómo la ama nuestra Reina".

Esta es la gracia de las gracias, mi último anhelo, mi petición suprema.
Haz ¡oh Madre mía! que tu dulcísimo nombre, que fue la primera palabra que supieron balbucir mis infantiles labios entre las caricias de mi buena madre, sea también la última expresión que suavice y endulce mi sedienta boca al entregar mi alma. ¡Madre!... que mi tránsito sea el postrer tributo de mi amor hacia Ti... que sea la última nota de mis
cantos que tantas veces se elevaron en tu loor y el ósculo moribundo que te envíe sea el preludio de mi eterna e íntima unión con la Majestad divina y contigo, ¡oh mi dulce, mi santa y tierna Madre Auxiliadora...!