Omar_Perú Asiduo
Registrado: 13 Feb 2006 Mensajes: 171 Ubicación: Lima, Perú
|
Publicado:
Lun Jun 04, 2007 2:54 pm Asunto:
Cuentos desilachados
Tema: Cuentos desilachados |
|
|
Un cuentito.
Lima, diciembre de 2004
Estoy caminando por una calle de San Isidro, con mi ropita de investigadorcito del cáncer, ósea, un pantalón gastado, brillante, una camisita manga larga y una corbata sencilla, regalo de mi ex – esposa, digo ex por falta de fe o quizá por sobra de realismo, en fin, tristeza que trataré más adelante. Bien, digo que voy por San Isidro y voy a encontrarme con un cliente al que, sin querer, estafaré más adelante. Estoy pensando en mi vida, en mis éxitos como investigadorcito del cáncer, en mi esposa y en otras tantas cosas que perderé más adelante... Me da hambre y entro en la cafetería de Saga y pienso pedir la oferta 1 de KFC, pienso también en lo mal que me caerá y en que no tendré a nadie para que se compadezca de mi, no importa, igual voy, y pago con mi tarjeta de crédito que nunca terminaré de pagar y por la que ingresaré a lista de clientes pésimos más adelante...
En la cafetería he pedido mi pollo y lo como tan tristemente como se puede comer un pollo cuando uno ha perdido a una esposa amorosa, que daba la vida por uno y uno se la pasaba emborrachándose con todo lo que pudiera emborrachar. Aun, miro mi corbata sencilla y mastico con tanta tristeza como se puede comer un pollo en una cafetería, sentado solo, en esas sillas de plástico que son tan frías.
No me atrevo a levantar la vista de allí, no vaya a ser que para mi mala suerte tenga que conocer a alguien, me pongo los auriculares, escucho noticias, dibujo tímidamente un corazoncito con el ketchup, lo atravieso con una papa frita, todo es tan triste... Con el papelito de la cañita hago un gusanito, que al tocarlo con una gota de gaseosa empieza a moverse, pienso en mi andando en San Isidro...
Mi camisa es tan blanca, recuerdo cuando ella se despertaba tempranito y la planchaba con tanto esmero, con tanto esmero, con tanto esmero, que quedaba planchadita, impecable y yo me sentía como un rey y ella me miraba con sus ojazos tiernos esperando un beso, yo la besaba y ella se ponía a saltar de la alegría... Aún es blanca mi camisa, no todo esta perdido, pienso... Aún es blanca pero en los puños ya empiezan a aparecer los pelitos deshilachados del tiempo, las imperceptibles marcas de suciedad que han marcado mi camino. Veo como el botón del puño cuelga tristemente de unos pocos hilos que penosamente apenas lo mantienen colgando, como un diente flojo condenado a caerse en cualquier momento.
Mis manos y especialmente mi mano derecha, despojada del anillo matrimonial, está tan vacía sin la otra mano izquierda de ella, no sé que hacer con mis manos en ninguna mesa, mucho menos que hacer con mis brazos al caminar por las calles, mis manos se han quedado huérfanas de sus manos también y están tristísimas por ello.
Mis zapatos, son los zapatos con que me casé hace un año, ya están doblados, en sus arrugas ya se nota su vejez, están tristes porque ya no los guardo bajo la cama nuestra, junto a los zapatos de ella, por eso se están muriendo de pena.
En mi todo envejece tan prontamente, como la higuera que maldijo Jesús, todo se seca por la falta de su amor. Creo que no me queda otra que morirme. _________________ Abrazos,
Omar |
|