En el cielo habrá muchas sorpresas

[Gustavo]

Esto lo dijo san Juan de la Cruz. Claro, no es la aparente santidad lo que nos lleva a Jesús. Lo esencial es invisible a los ojos decía el autor del principito, Antoine de Saint Exupéry.

Este comentario anterior es para decirnos que no nos creamos buenos. Por favor, no nos creamos buenos. Agrada más a Dios el que se experimenta pecador y lucha por convertirse -no sólo el que diga Señor, Señor se salvará... vendrán de Oriente... y les antecederán en el Reino...-¿Cuándo te vimos...?.

Cuando los cristianos miremos nuestra necesidad de convertirnos cada día nuestro mundo, nuestros países, nuestras familias y los ambientes donde convivimos serán diferentes.

"Jóvenes, no tengan miedo proponer el Evangelio..." Juan Pablo II

[hugorei]

Excelente reflexion , van para muchos que dicen " Yo no tengo que pedir perdon" o yo soy bueno .

saludos de un pecador

[Maellus haereticorum]

La reflexión de este epígrafe hizo que recordara a Scartazzini, un comentarista de la Divina Comedia de Dante, al hablar del Paraíso:

"...tres cosas nos asombrarían al llegar al Cielo: en primer lugar no encontrar ahí a personas que estábamos seguros de que estarían; encontrar a otras que no esperábamos que estuvieran allí y por último, encontrarnos allí nosotros mismos".
_________________

[Gustavo]

Maru: intentaré responderte desde mi experiencia. Conversión significa cambio. Osea, dejar constantemente atrás todo aquello que nos aleja del que es La Vida, osea el pecado producto de la concuspicencia -del deseo desordenado-.
Convertirse es ser creaturas nuevas cada día -como decía san Agustín: hermosura tan antigua y tan nueva- así nosotros, ser cada día nuevos en el Amor puesto que el amor es novedad -no recuerdo cuál cita dice que el amor es novedad-.

¡Convirtámonos cada día! El Dios de la Vida nos invita a que cada día lo conoscamos más.

Alegrémonos como la Madre nuestra para poder decir: ¡Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador porque ha mirado la condición de su esclava, en adelante todas -todas es todas- me llamarán feliz.

"Jovenes, no tengan miedo ser santos". Juan Pablo II

[Gustavo]

perdón me faltó en la expresión de María -todas las generaciones-

Jóvenes: no tengan miedo ser santos. Juan Pablo II

[Gustavo]

Maellus escribió:

"...tres cosas nos asombrarían al llegar al Cielo: en primer lugar no encontrar ahí a personas que estábamos seguros de que estarían; encontrar a otras que no esperábamos que estuvieran allí y por último, encontrarnos allí nosotros mismos".
De la Divina Comedia

¿Acaso estaré yo Señor? Soy bueno, no soy como los que no creen en ti, además si me enojo es porque soy humano, si miento es porque es una mentirita piadosa... además no hay que ser exagerados, todo tiene un equilibrio... mientras no se metan conmigo...

Porque no eres ni frío ni caliente estoy a punto de vomitarte (Ap ¿3?)


Esto lo apunto haciendo alusión a mi vida mediocre.

[Gustavo]

A propósito, el comentario anterior no está fuera de ánimo, al contrario, lo hago porque la autocrítica es fundamental en el siguimiento de Cristo. Lo repito: la autocrítica es fundamental en el siguimiento de Cristo.

No se puede ser un cristiano desanimado, esto sería una contradicción espiritual, incluso biológica.

Que nuestra vida sea un magníficat como el de María la mamánuestra.

[Gustavo]

Claro Maru, también es esto que dices. Pero la conversión debe ser constante puesto que constantemente caemos y separamos la mirada de Dios. El ejemplo del hijo pródigo nos ayuda a ver cómo en ocaciones al desviar la mirada quisiéramos comernos las algarrobas que alimentan a los cerdos, siendo que el banquete lo tenemos en casa. "Volveré donde mi Padre..." ¿Cuántas veces? Las que sean necesarias y si esto es día a día, mejor.

Ánimo tapatía.

[ruveg]

Tengo mis dudas y quiero exponerlas para tratar de aclararme o de que me lo aclaren:
Pienso que el cielo no es un lugar, si como tal entendemos un sitio físico, un espacio. Más bien creo que se trata de un estado de "superconciencia". Aclaro no es una conciencia vital como la que tenemos ahora en nuestro cuerpo carnal sino una conciencia general unida a Dios en la medida en que nos hayamos querido unir a él en la tierra. Por eso si de verdad hemos tenido fe estaremos más plenamente identificados con su SER y participaremos más de él. Nada de esto tendría pues similitud alguna con nuestra experiencia vital. Pero ya San Pablo y el propio JÉSÚS nos habla de una "realidad" totalmente distinta en el Padre donde hay muchas "moradas" es decir muchos niveles de percepción espiritual.
Si por otro lado se nos dice que las tres virtudes teologales: Fé, Esperanza y Caridad , son las propias de toda alma. Podemos hacer la siguiente suposición:
La Fé ya no es necesaria en el Cielo pues existirá la certeza de la existencia de Dios
La Esperanza tampoco lo será pues ya se habrá convertido en plena realidad
Por tanto la única que nos quedaría sería la Caridad, es decir el amor, el sentir con los demás, el compartir nuestro ser - cosa que debe ser terriblemente molesta para la persona que en su vida terrenal no haya tenido esa experiencia y haya vivido egoistamente sin compartir nada, no sólo material sino lo más importante su "yo" "ser" con los demás.
¿No sería pues eso un infierno auténtico? ¿No tendría que pasar por un Purgatorio o mejor llamado ciclo de aprendizaje a compartir para poder entender que pasa a su alrededor? ¿Podrían ser felices sin lo material, aquellas personas cuyo unico dios ha sido la materia?
Creo que estariamos perdidos y ciertamente infelices en una situación así si nunca hemos tratado de acercarnos a lo que llamamos amor, que en el fondo no se trata más que de renunciar al "yo" para entender el "tú".
No paro de dar vueltas a todo esto, pero me animan dos cosas:
1) La parábola del Maestro sobre los talentos (Dios nos dá el intelecto para que pensemos y nos acerquemos a EL)
2) También nos lo dice Jesús: LLamad y se os abrirá, buscad y encontrareis.
De eso se trata y es lo que mayormente ahora me preocupa y llena mi alma.
Gracias por haber leido esta pequeña reflexión. Ya veis que estoy lleno de dudas pero creo en EL y sé que algún día me lo aclarará todo.
Dios os acompañe
José J.