Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - Misa del Difunto
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


Misa del Difunto

 
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Preguntas y Respuestas acerca del Catolicismo
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
enriqueellena
Invitado





MensajePublicado: Dom Jun 24, 2007 12:39 am    Asunto:
Tema: Misa del Difunto
Responder citando

La misa de difuntos no es una obligación es una oración como cualquier otra por supuesto muy adecuada, pero de ninguna manera es obligatoria.

Lo del velorio esta reglado civilmente no sepultar a alguien antes de las 24 horas y todo lo que se hace generalmente es una cuestión de costumbres y culturas, tanto la novena como cualquier otra suplica que se haga por el descanso eterno del muerto.
Volver arriba
Maellus haereticorum
Veterano


Registrado: 03 Oct 2005
Mensajes: 1775

MensajePublicado: Dom Jun 24, 2007 7:39 am    Asunto: Re: Misa del Difunto
Tema: Misa del Difunto
Responder citando



CheMaradiaga escribió:
Hola soy nuevo es este foro.


¡¡¡BIENVENIDO A LA FAMILA DE CATHOLIC.NET!!!!.

CheMaradiaga escribió:

Quisiera saber si el rito de misa de difunto puede pasar inadvertido para un catolico y solo enterrarlo?


Como ya dijo Enrique, la Misa de Difuntos no es de carácter obligatoria, pero sí es muy recomendable y un gran acto de amor hacia los seres que ya partieron.

Al ser la Sagrada Misa el mismo Sacrificio de Cristo en el Cruz de modo incruento, los mismos méritos que Jesús adquirió en el Calvario se aplican al alma de la persona por la que se ora y se puede satisfacer la pena temporal debida por sus pecados.

Recordemos que la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo y hasta su Segunda Venida permanece en tres estados: Iglesia Triunfante (los santos del cielo), Iglesia Purgante (nuestros hermanos del Purgatorio) y la Iglesia Militante (hombres y mujeres que aún permanecemos en este mundo). Y es por medio de la Misa de Difuntos que aparece forma más clara esa unión de los tres estados de la Iglesia con Jesús.

Sabemos que, en virtud del dogma de la Comunión de los santos, los méritos y sufragios de los unos vienen a ser también de los demás, en virtud de una comunidad de bienes espirituales; de manera que, sin mermar los derechos de la divina Justicia, que con todo rigor se nos aplican al fin de nuestra vida, la Iglesia puede unir aquí su oración con la del cielo y suplir por lo que falta a las almas del Purgatorio, ofreciendo a Dios por ellas mediante la santa Misa, las indulgencias, las limosnas y los sacrificios de sus hijos, los méritos sobreabundantes de la Pasión de Cristo y de sus místicos miembros. De ahí que la Santa Misa, cuyo centro es el sacrificio del Calvario continuado en el altar ha sido siempre el medio empleado por la Iglesia para practicar con los Fieles Difuntos el deber de la caridad, que nos manda atender a las necesidades del prójimo, cual si fueran propias, en virtud siempre de ese lazo sobrenatura que une en Jesús al cielo con la tierra y el Purgatorio.

Las almas del Purgatorio, declara el Concilio de Trento, son socorridas por los sufragios de los fieles y, señaladamente por el Sacrificio del altar. Y la razón es que, en la Santa Misa el sacerdote ofrece oficialmente a Dios el precio de las almas: la Sangre del Salvador. Jesús mismo está presente bajo las especies de pan y vino, que recuerdan al Padre el Sacrificio del Gólgota. Y asegura la aplicación de su virtud expiatoria a esas almas.

Además, la Misa por un difunto se puede ofrecer cualquier día del año, no necesariamente el día del entierro o la muerte de la persona. Recordemos que Misa es atemporal y los méritos de ella se aplican en la eternidad, no en el tiempo. Y si ponemos atención a la sagrada Liturgia, vemos dos momentos en los que podemos orar por nuestros seres queridos que ya descansan en Cristo; primero, en la Misa el presbítero ofrece el Sacrificio por los vivos y los muertos en la oración Súscipe:

"Recibe, oh Padre Santo, omnipotente y eterno Dios,ésta que va a ser Hostia inmaculada y que yo, indigno siervo tuyo, te ofrezco a Ti, mi Dios vivo y verdadero, por mis innumerables pecados, ofensas y negligencias, y por todos los circunstantes, así como también por los fieles cristianos vivos y difuntos; a fin de que a mí y a ellos nos aproveche para la salvación y vida eterna. Amén."

Más adelante, durante el Canon, hay un momento especial que muestra el carácter expiatorio por las almas de los difuntos, el Memento por los difuntos:

"Acuérdate también, Señor, de nuestros hermanos difuntos NN que nos han precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz. A ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo, concédeles el lugar del consuelo, de la luz y de la paz. Por Cristo, nuestro Señor. Amén"
_________________


Ultima edición por Maellus haereticorum el Dom Jun 24, 2007 8:17 am, editado 1 vez
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Maellus haereticorum
Veterano


Registrado: 03 Oct 2005
Mensajes: 1775

MensajePublicado: Dom Jun 24, 2007 8:01 am    Asunto: Re: Misa del Difunto
Tema: Misa del Difunto
Responder citando



CheMaradiaga escribió:
Por supuesto que se vela y se le reza su novelario.


Quise empezar con el tema de la Misa debido a su importancia y a su carácter singular.

Ahora hablaré de estos puntos, el velorio y el novenario.

En la muerte, el justo se encuentra con Dios, que lo llama a sí para hacerle partícipe de la vida divina. Pero nadie puede ser recibido en la amistad e intimidad de Dios si antes no se ha purificado de las consecuencias personales de todas sus culpas. "La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos, que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia y de Trento". (Catecismo de la Iglesia Católica de 1992, 1031)

De aquí viene la piadosa costumbre de ofrecer sufragios por las almas del Purgatorio, que son una súplica insistente a Dios para que tenga misericordia de los fieles difuntos, los purifique con el fuego de su caridad y los introduzca en el Reino de la luz y de la vida.

Los sufragios son una expresión cultual de la fe en la Comunión de los Santos. Así, "la Iglesia que peregrina, desde los primeros tiempos del cristianismo tuvo perfecto conocimiento de esta comunión de todo el Cuerpo Místico de Jesucristo, y así conservó con gran piedad el recuerdo de los difuntos, y ofreció sufragios por ellos, "porque santo y saludable es el pensamiento de orar por los difuntos para que queden libres de sus pecados" (2 Mac 12, 46)". Estos sufragios son, en primer lugar, la celebración del Sacrificio Eucarístico, y después, otras expresiones de piedad como oraciones, novenarios, limosnas, obras de misericordia e indulgencias aplicadas en favor de las almas de los difuntos.

En la Liturgia Romana, como en otras liturgias latinas y orientales, son frecuentes y variados los sufragios por los difuntos.

Las exequias cristianas comprenden, según las tradiciones, tres momentos, aunque con frecuencia y debido a las condiciones de vida profundamente cambiadas, propias de las grandes áreas urbanas, se reducen a dos o a uno solo:

- La vigilia de oración en casa del difunto, el llamado VELORIO, según las circunstancias, o en otro lugar adecuado, donde parientes y amigos, fieles, se reúnen para elevar a Dios una oración de sufragio, escuchar las "palabras de vida eterna" y a la luz de éstas, superar las perspectivas de este mundo y dirigir el espíritu a las auténticas perspectivas de la fe en Cristo resucitado; para confortar a los familiares del difunto; para mostrar la solidaridad cristiana según las palabras del Apóstol: "llorad con los que lloran" (Rom 12, 15).

- La celebración de la Eucaristía, de la cual ya se habló arriba, que es absolutamente aconsejable, cuando sea posible. En ella, la comunidad eclesial escucha "la Palabra de Dios, que proclama el misterio pascual, alienta la esperanza de encontrarnos también un día en el reino de Dios, reaviva la piedad con los difuntos y exhorta a un testimonio de vida verdaderamente cristiano", y el que preside comenta la Palabra proclamada, conforme a las características de la homilía, "evitando la forma y el estilo del elogio fúnebre". En la Eucaristía "La Iglesia expresa entonces su comunión eficaz con el difunto: ofreciendo al Padre, en el Espíritu Santo, el sacrificio de la muerte y resurrección de Cristo, pide que su hijo sea purificado de sus pecados y de sus consecuencias, y que sea admitido a la plenitud pascual de la mesa del Reino". Una lectura profunda de la Misa de exequias, permite captar cómo la Liturgia ha hecho de la Eucaristía, el banquete escatológico, el verdadero refrigerium cristiano por el difunto.

- El rito de la despedida, el cortejo fúnebre y la sepultura: la despedida es el adiós (ad Deum) al difunto, "recomendación a Dios" por parte de la Iglesia, el "último saludo dirigido por la comunidad cristiana a un miembro suyo antes de que su cuerpo sea llevado a la sepultura". En el cortejo fúnebre, la madre Iglesia, que ha llevado sacramentalmente en su seno al cristiano durante peregrinación terrena, acompaña el cuerpo del difunto al lugar de su descanso, en espera del día de la resurrección (1 Cor 15,42-44).

Cada uno de estos momentos de las exequias cristianas se debe realizar con dignidad y sentido religioso. Así, es preciso que: el cuerpo del difunto, que ha sido templo del Espíritu Santo, sea tratado con gran respeto; que la ornamentación fúnebre sea decorosa, ajena a toda forma de ostentación y despilfarro; los signos litúrgicos, como la cruz, el cirio pascual, el agua bendita y el incienso, se usen de manera apropiada.

En ese contexto, el Novenario por el difunto, al ser un tipo de oración, adquiere un carácter de sufragio.

Usualmente el número 9 en el misticismo Judeo Cristiano está asociado a la espera de algo, un periodo de tránsito.

Siendo un número que representa transición, el 9 marcaba el número de ritos que significaban la espera del algo, como las Posadas la llegada de Jesús Niño, o el acceso a la otra vida, para un difunto.

Las novenas, o novenario es una costumbre muy antigua que tiene sus raíces en la época colonial. Se utilizaba como un elemento más para evangelizar a los indígenas y preservar el fervor religioso. Su nombre proviene precisamente de que durante nueve días, generalmente de noche, los vecinos se reúnen para rezar el Rosario y hacer oraciones especiales como sufragio por el difunto.
_________________
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Preguntas y Respuestas acerca del Catolicismo Todas las horas son GMT
Página 1 de 1

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados