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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Mie Ene 18, 2006 3:00 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Gabaon escribió: |
Cita: | Es que el mérito proviene precisamente de que el hombre realiza él esas obras, por eso son meritorias. Eso enseña la Iglesia, lo demás es pura imaginación tuya. No te has enterado de NADA !!. |
Es tu cerrazón y tu afán de contienda y rivalidad lo que no te permite ver la verdad cuando en esta misma línea vuelves a cometer un error pelagiano. La Iglesia dice: "Que el hombre no puede nada bueno sin Dios. Muchos bienes hace Dios en el hombre, que no hace el hombre; ningún bien, empero, hace el hombre que no otorgue Dios que lo haga el hombre" y enseña La Iglesia que las obras del hombre son meritorias ya que la bondad del Señor "es tan grande para con todos los hombres, que quiere sean méritos de estos los que son dones suyos" y tú, contrario a lo que La Iglesia enseña quieres sacar a Dios como agente meritorio del acto mismo, de la obra que hace el hombre y pretendes, pelagianamente, atribuirle mérito porque la hace el hombre afirmando que Dios no la hace también sino que sólo inspira, capacita y excita.
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Si en vez de hablar tanto y nombrar a Doctores para aparentar sabiduría los leyeses, no dirías semejantes cosas. El que Dios nos comunique los méritos de Cristo en forma de Gracia Santificante es la causa formal de toda santificación. Pero la santificación del hombre tiene su raíz en su PROPIO obrar libre y voluntariamente. De ahí proviene el mérito una vez que la Gracia de Dios ya se ha manifestado en la Pasión de Cristo. Eso enseña la Iglesia desde siempre.
Toma lee a Santo Tomás, a ver si es otro pelagiano más a añadir a tu grupo en el que ya incluíste a los mismísimos Padres Conciliares en tu famosa metedura de pata. Lee a Santo Tomás en vez de parapetarte en él para torcer todas sus enseñanzas:
Cita: |
El Mérito
¿Es la gracia principio del mérito por la caridad más bien que por las otras virtudes?
...
Respondo:
Respondo: Como se infiere de lo dicho anteriormente (a.l), el carácter meritorio del acto humano procede de dos causas. La primera y principal es la ordenación divina, en virtud de la cual se dice que el hombre merece aquel bien al que ha sido destinado por Dios. La segunda es el libre albedrío, merced al cual el hombre tiene entre las demás criaturas la prerrogativa de obrar por sí mismo obrando voluntariamente. Ahora bien, bajo ambos aspectos el mérito reside principalmente en la caridad.
Porque, en primer lugar, hay que tener en cuenta que la vida eterna consiste en gozar de Dios. Mas el movimiento por el que el hombre tiende al disfrute del bien divino es el acto propio de la caridad, que dirige hacia este mismo fin los actos de las demás virtudes, ya que todas caen bajo el imperio de la caridad. En consecuencia, merecer la vida eterna pertenece en primer lugar a la caridad, y sólo secundariamente a las demás virtudes, en la medida en que sus actos son imperados por la caridad .
Asimismo, es manifiesto que los actos que se hacen por amor son los más voluntarios de todos. Y, como una de las condiciones del mérito es que proceda de un acto voluntario, resulta que el mérito debe ser atribuido principalmente a la caridad.
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Y responde a una cuestión sobre el obrar de otras virtudes de esta manera:
Cita: |
2. Una obra puede ser laboriosa y difícil por dos motivos. Primero por su misma magnitud. Y bajo este aspecto lo laborioso de la obra aumenta el mérito. Por lo demás, la caridad no disminuye esta dificultad; por el contrario, impulsa a acometer las más grandes obras, pues, donde existe, obra grandes cosas, según dice San Gregorio en una homilía. El segundo motivo ocurre por defecto del que obra, ya que siempre resulta laborioso y difícil lo que no se hace con pronta voluntad. Y en este caso la dificultad disminuye el mérito; pero la hace desaparecer la caridad.
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Más claridad imposible Gabaon. ¿Pelagiano como yo?. Y yo te digo que dices herejías porque las dices. Además de manera contumaz, puesto que sigues afirmando contra la Iglesia y a pesar de que te he mostrado las condenas explícitas a ese pensamiento. Te da igual, sencillamente quieres esconder con otras cosas estas condenas que se aplican directamente a tus palabras aquí escritas:
[Ojo a los lectores, que lo que sigue, por más que Gabaon lo haya repetido y "suene bien" está condenado de la manera más clara]:
2. La gracia de Jesucristo, principio eficaz del bien de toda especie, es necesaria para toda obra buena; sin ella, no sólo no se hace nada, mas ni siquiera puede hacerse.
3. En vano, Señor, mandas, si Tú mismo no das lo que mandas.
4. Así, Señor, todo es posible a quien todo se lo haces posible, obrando Tú en él.
8. Nosotros no pertenecemos a la Nueva Alianza, sino en cuanto participamos de su misma gracia nueva, la cual obra en nosotros lo que Dios nos manda.
9. La gracia de Cristo es la gracia suprema, sin la cual nunca podemos confesar a Cristo y con la cual nunca le negamos.
10. La gracia es operación de la mano de Dios omnipotente, a la que nada puede impedir o retardar.
11. La gracia no es otra cosa que la voluntad de Dios omnipotente que manda y hace lo que manda.
12. Cuando Dios quiere salvar al alma, en cualquier tiempo, en cualquier lugar, el efecto indubitable sigue a la voluntad de Dios.
13. Cuando Dios quiere salvar al alma y la toca con la interior mano de su gracia, ninguna voluntad humana le resiste.
15. Cuando Dios acompaña su mandamiento y su habla externa con la unción de su Espíritu y la fuerza interior de su gracia, realiza en el corazón la obediencia que pide.
26. Ninguna gracia se da sino por medio de la fe.
27. La fe es la primera gracia y fuente de todas las otras.
41. Todo conocimiento de Dios, aun el natural, aun en los filósofos paganos, no puede venir sino de Dios; y sin la gracia, sólo produce presunción, vanidad y oposición al mismo Dios, en lugar de afectos de adoración, gratitud y amor.
47. La obediencia a la ley debe brotar de la fuente, y esta fuente es la caridad. Cuando el amor de Dios es su principio interior y la gloria de Dios su fin, entonces es puro lo que aparece exteriormente, en otro caso, es sólo hipocresía o falsa justicia.
49. Como no hay ningún pecado sin amor de nosotros mismos, así no hay obra buena sin amor de Dios.
53. Sola la caridad al modo cristiano hace cristianas las acciones por relación a Dios y a Jesucristo.
54. Sola la caridad habla a Dios; sólo a la caridad oye Dios.
58. No hay Dios ni religión, donde no hay caridad.
69. La fe, el uso, el acrecentamiento y el premio de la fe, todo es don de la pura liberalidad de Dios.
96. Dios permite que todas las potestades sean contrarias a los predicadores de la verdad, a fin de que su victoria sólo pueda atribuirse a la gracia divina.
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Declaradas y condenadas respectivamente como falsas, capciosas, malsonantes, ofensivas a los piadosos oídos, escandalosas, perniciosas, temerarias, injuriosas a la Iglesia y a su práctica, contumeliosas no sólo contra la Iglesia, sino también contra las potestades seculares, sediciosas, impías, blasfemas, sospechosas de herejía y que saben a herejía misma, que además favorecen a los herejes y a las herejías y también al cisma, erróneas, próximas a la herejía, muchas veces condenadas, y por fin heréticas, .....
Lo que tú dijiste es que el hombre era incapaz de amar a Dios de forma natural. Pero tanto da, porque el objeto es independiente de la capacidad de amar natural del hombre. Y esto, que es tu gran problema, glorifica igualmente a Dios pues se te olvida que somos criaturas suyas, y por tanto capaces de amar independientemente de la gracia de Dios, pues ya por gracia tenemos todo lo bueno de nuestra naturaleza.
Si leyeses las encíclicas de Juan Pablo II en vez de a tanto autor calvinista que te ha seducido, no te pasarían las cosas que te están pasando en este hilo.
Cita: |
Cita: | Y si no responde a esta pregunta: Si tú mismo afirmas que toda obra buena - sea de infiel o de pecador mortal- necesita de la gracia para ser realizada..¿Por qué no son tan meritorias como las de un justificado?.
Responde por favor. |
Y ya perdí la cuenta de las veces que te he respondido a esta misma pregunta, pero nada me extraña, has mostrado que eres incapaz de enfocarte en algo y vas saltando de tópico en tópico sin poder quedarte en un solo sitio.
Te acabo de mostrar con la condenación de Bayo que cuando hay Caridad en el alma y se ha creado en nosotros la realidad de la gracia justificante hemos sido elevados a una realidad sobrenatural que in-habitando Dios mismo en nosotros tenemos una plenitud para merecer algo de El porque ahora estamos en un estado de dignidad totalmente distinto al de un impío que no es más que un impío, hijo de la ira de Dios porque todavía no ha sido justificado. Pero es que no ves nada por tu afán de andar calumniando, esa es la misma línea de argumentación que tengo desde el principio, desde el primer aporte de este epígrafe.
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No perdona, eso te lo he aclarado yo. Lo que tú has dicho inicialmente fue:
- Las obras del hombre en realidad las EJECUTA las propia Gracia. Condenado a Quesnel de forma explícita y en Trento igualmente, como ya he mostrado hasta la saciedad.
- Esas obras del hombre realizadas realmente por la gracia, son por tanto perfectas. Y por eso son meritorias. Ni lo primero es verdad ni lo segundo tampoco. Y ESA es la razón del mérito.
- También has repetido que toda obra buena, sea de quien sea, en el estado que sea, es realizada por gracias actuales.
- Y ahora mismo acabas de decir que :"Si uno enseña que Dios pone en los justos el querer y el obrar,que Dios antecede, previene, inspira, capacita y excita al hombre,si contar, ni depender, ni requerir de su ayuda y luego que Dios lo mueve,ejecuta y consigue junto al hombre la obra pues no hay razón para dudar que esta obra hecha por Dios merece recompensa."
Eso has dicho Gabaón, eso le has contado a Esther y eso ya lo escribiste antes de forma más clara aún hasta que te corregí. Ahora sigues haciendo lo mismo pero de forma más sutil colando el "ejecuta" entre muchas palabras para engatusar a foristas como Esther, a la que además quieres seducir con halagos y suaves palabras.. Feo, feo, feo...
Se me ha entendido bien, ¿verdad?.
Así que te sigo preguntando de nuevo: Si TODAS las obras buenas, incluidas las que no son realizadas en Gracia Santificante, son realizadas por gracia de Dios..¿Por qué no son igualmente meritorias si cumplen TODAS las condiciones que has puesto tú mismo ahí?
Déjate de cortinitas de humos con Bayo y otras zarandajas, que se entiende bien que ahí existe una contradición en tus sermones. ¿Lo vas a aclarar?
Pues bien, si Esher quiere hacerme caso lo que en verdad enseña la Iglesia es esto y NADA de lo que le ja dicho Gabaon:
- Las buenas obras NO las ejecuta Dios. Eso está condenado explícitamente. Sto Tomás no puede ser más claro al hablar de mérito en tanto en cuanto son obras voluntarias, del propio hombre, realizadas por él, con la ayuda de Dios pero NO ejecutadas por la Gracia. Ese es el engaño de Gabaón. Y digo engaño porque ya se lo mostré y no quiere retractarse de ello sino insistir sibilinamente.
- La Gracia de Dios anima, ayuda, tira, posibilita, empuja, aclara etc, etc así como un Padre que pone todos los medios para que un hijo vaya a la universidad y estudie y sea un hombre de provecho. Pero el que va a la universidad es el joven, no el padre que ya fue y no lo necesita. Por eso Trento JAMÁS dice que Dios ejecute una obra, dice que "causa la ejecución" en un sitio, y en otro lo omite claramente para no llevar a error como ya he mostrado. Aparte todas esas condenas a Quesnel ya mostradas.
- Eas obras NUNCA son PERFECTAS como ha dicho imaginativamente Gabaon, sacándose ese pensamiento de no-se-sabe-qué chistera. No lo son porque no son Obras de Dios, sino del hombre. Y la Gracia de Dios no "posee" al hombre como lo hace satanás como un poseso.
- Por tanto ni esas obras son perfectas, ni las ejecuta Dios, sino que son verdaderamente obras del hombre, verdaderos méritos suyos, obras libremente ejeuctadas y totalmente voluntarias, como machaconamente repite Trento y enseña Santo Tomás, como he mostrado.
- No porque las obras que realice el hombre sean ayudadas en cualquier caso por Dios éstas son meritorias. Muchas obras son INELUDIBLEMENTE causadas por inspiración, animación de Dios, y no SON meritorias. Incluso muchas obras de infieles pueden ser realizadas por gracia de Dios y no son meritorias. De ahí que Gabaon ahora se quiera ir por las ramas.
- ¿Cual es por tanto la razón de que en estado de Gracia Santificante una obra sea meritoria?. Pues sin excluir que además sean ayudadas por Dios, la razón yo no la he visto explicitada de forma cristalina. Pero Santo Tomás y Trento vienen a decir que es precisamente porque estamos en Gracia Santificante. Es decir en cierta comunión con la naturaleza divina, pues la Gracia Santificante (NO las actuales, los meros auxiliios) es verdadera participación divina, no es Dios, pero sí participación suya, la Gracia santificante es creada.
Esa es la razón difrencial (según lo que yo he visto y he mostrado de la manera más clara posible), pues el hecho de que Dios auxilie es común a multitud de obras que no son meritorias necesariamente. Por eso la contradicción de Gabaon y su irse por los cerros de Úbeda.
Y es que como parte de determinados errores, pues estos acumulan unos sobre otros, y cuando se le va corrigiendo dice que no ha dicho lo que dijo, y cambia el lenguaje sutilmente unas veces y diciendo lo contrario otras veces. Y es que no se ha enterado de nada, nada, nada...por leer tanto a calvinistas en vez de a los Concilios Católicos o al mismo Santo Padre Juan Pablo II.
Cita: |
Traje y corregí a Lutero y a Melancthon con la condenación de Bayo por esto mismo que defiendo ahora y he defendido siempre: "La adopción filial, haciéndonos partícipes por la gracia de la naturaleza divina, puede conferirnos, según la justicia gratuita de Dios, un verdadero mérito. La caridad de Cristo es en nosotros la fuente de todos nuestros méritos ante Dios. La gracia, uniéndonos a Cristo con un amor activo, asegura el carácter sobrenatural de nuestros actos y, por consiguiente, su mérito tanto ante Dios como ante los hombres".
¿Qué más quieres que te diga?
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Pues lo que te he preguntado, que nada tiene que ver con esa retahila a modo de cortina de humo. De nuevo:
Tú dices que la razón de que las obras sean meritorias es clara sabiendo que Dios, entre otras cosas, "ejecuta" las obras realmente. Que por tanto son perfectas, y que esa es la razón del mérito sobrenatural. Como además has dicho repetidas veces que TODAS las obras buenas, -de infieles o en estado de pecado mortal- no son posibles sin la misma ayuda de Dios, pues la pregunta es clara.
¿Por qué esas obras no son meritorias igualmente?.
Cita: |
Cita: | Esther, créeme, eso NO lo enseña la Iglesia. Eso es fruto de la imaginación de Gabaon. Pídele que te enseñe los documentos donde se diga eso de forma escolástica. Ojo, que no te vaya a colar un texto piadoso o una predicación, porque en esas cosas se usan otros lenguajes |
De "forma escolástica", y ¿crees que con esto pruebas algo? Bueno, sí, pruebas que no me has prestado nada de atención y que esto te ha aprovechado muy poco.
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Perdona si te ofendo Gabaon, pero estoy aquí para prestarte atención en tus desviaciones y corregirlas. No para otra cosa que me iba a ser de poco provecho, pero prestarte te presto atención.
Cita: |
De la Summa Teológica (Suplemento. Demostración escolástica):
"Agustín dice: "el pecador no es merecedor del pan que se come." Por lo tanto él no puede merecer algo de Dios.
Más aun, él, que es nada, no puede merecer algo. Pero un pecador, al no tener caridad, es nada en relación al ser espiritual, de acuerdo a 1 Corintios 13, 2. Por lo tanto él no puede merecer nada.
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Eso es lo que estoy diciendo yo, no tú. Ahí cuando se dice "Caridad" es lo mismo como ya te enseñé (que no lo sabías) que decir Gracia Santificante. Por eso, por lo que digo yo, es por lo que se merece de condigno al obrar.
Pero tú no hablabas de la Gracia Santificante, sino de las gracias actuales, aduciendo que por como esas gracias "ejecutan" las obras pues por eso son meritorias. ¿A quien quieres engañar si están aquí tus palabras?:
"Si uno enseña que Dios pone en los justos el querer y el obrar,que Dios antecede, previene, inspira, capacita y excita al hombre,si contar, ni depender, ni requerir de su ayuda y luego que Dios lo mueve,[b]ejecuta y consigue junto al hombre la obra pues no hay razón para dudar que esta obra hecha por Dios merece recompensa."
Ya te digo que tratas de colarle a Esther una palabreja - "ejecuta"- de forma sibilina, a escondidas. Y eso está condenado.
A Santo Tomás te lo he citado yo directamente al principio, y como ves NADA dice que se parezca a tus palabras. Y es triste que cites a Sto Tomás, que cita a San Agustín que cita a la Sagrada Escritura....¿No tienes nada mejor, más clarito?. ¿Algo así como una condena de la Iglesia a quien diga que Dios no ejecuta las obras del hombre sino que sólo las inicia, posibilita, induce, ayuda etc, etc pero sin ejecutarlas?.
¿Verdad que no lo tienes?. Pues yo si tengo una condena a quien diga lo que tú dices:
3. En vano, Señor, mandas, si Tú mismo no das lo que mandas.
4. Así, Señor, todo es posible a quien todo se lo haces posible, obrando Tú en él.
Condenada esa proposición por hacer a Dios ejecutor de las obras del hombre, por más que sin Dios no fuesen posibles. Así de clarito está condenado todo lo que has argumentado.
Cita: |
Por lo tanto, no importa que tan buena una obra pueda ser, si se hace sin caridad, ésta no le da al hombre derecho de recibir algo de Dios.[/b]"
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Amén. Lo que yo digo, porque Caridad ahí es sinónimo de Gracia Santificante. Pero jamás dirá que es porque Dios "ejecuta" esas obras. Es patético que ahora te quieras apuntar a mi corrección para hacer olvidar tu error.
Qué triste.
Cita: |
Dice Santo Tomás:
"Pero como moción al bien no requiere por parte del hombre ninguna preparación anterior al auxilio divino, sino que, a la inversa, cualquier preparación que se pueda dar en el hombre proviene del auxilio de Dios que mueve el alma al bien. De esta suerte, el mismo movimiento bueno del libre albedrío por el que nos preparamos para recibir la gracia como don habitual es, por una parte, un acto producido por el libre albedrío bajo la moción divina, lo que permite decir que el hombre se prepara para la gracia, según aquello de Prov 16,1: Del hombre es preparar su ánimo. Pero, por otra parte, es un movimiento del libre albedrío que tiene su causa principal en Dios, y esto permite decir: Es Dios quien prepara la voluntad del hombre (Prov 8,35); o bien: Es el Señor quien dirige sus pasos (Sal 36,23)."
Ahí está tu texto escolástico donde Tomás dice claramente que Dios no sólo concede deseos, inspiración y capacitación sino que mueve, es causa principal y le asigna Tomás al auxilio de Dios cualquier preparación que haga el hombre en orden a recibir mayores auxilios o gracias.
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¿A quien quires tomar el pelo?. Si ahí NUNCA dirá Sto. Tomás que Dios ejecuta nada, la palabra "mover" significa incitar, y nadie ha discutido eso.
Se discute si Dios EJECUTA esas obras, que por tanto son perfectas, y que por esa razón son meritorias.
Semejante barbaridad que has dicho explícitamente es la que se discute. Y eso te pido que le des a Esther: UN texto donde diga que Dios EJECUTA las obras del hombre justificado, que ellas son perfectas y que por eso son meritorias.
Esperaremos entre cortinas y cortinas de humos...hasta que el infierno se congele pues Gabaon jamás podrá dar ese texto. ¿ A que no?.
Cita: |
Pero quiero citar a Orange otra vez, que nueva vez te censura:
"Sobre la ayuda de Dios. Don divino es el que pensemos rectamente y que contengamos nuestros pies de la falsedad y la injusticia; porque cuantas veces bien obramos, Dios, para que obremos, obra en nosotros y con nosotros".
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Sigue queriendo tomarte el pelo Esther, créeme. Lee despacio lo que ahí dice: Dice que Dios obra EN nosotros. Por eso que esas SI son las obras de Dios, las de prepararnos, incitarnos, ayudarnos etc, etc. Pero fíjate bien que dice "para que obremos [nosotros]".
Gabaón sigue confundiendo porque ha cometido, de nuevo, un tremendo error.
Y si no es así Gabaón, muéstranos el texto donde diga lo que tú has dicho:
que Dios EJECUTA esas obras, que por tanto son perfectas, y que por esa razón son meritorias.
Tic, tac... tic, tac... _________________ Video SantoSubito:
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Gabaon Constante
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 796
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Publicado:
Mie Ene 18, 2006 4:36 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Dios te bendiga Manuel.
Cita: | Las obras del hombre - con todas sus ayudas- sí son verdaderamente "meritorias" del premio en tanto hay promesa divina de por medio ("Si quieres la vida cumple los mandamientos" "..y si además quieres ser perfecto vende todo.." "y tendrás grande recompensa en el cielo"). Pero esas obras jamás serán perfectas, y en verdad, no se merecen en ningún caso el mismo cielo, pues la desproporción entre premio y "calidad" de simple obras humanas (encima ayudadas por Dios) por muy hechas que estén en Gracia Santificante es tan evidente que hace exclamar a Trento citando al Apóstol: " cuya bondad es tan grande para con todos los hombres, que quiere sean méritos de estos los que son dones suyos.", para explicarte la inmensa desproporción de esas obras y el excesivo premio, aparte o juntamente con que esas obras estén posibilitadas por la gracia, que no ejecutadas por ella. |
Qué justo es Dios!
Lo primero que me gustaría que me aclares es cuál fue el Apóstol que citó Trento y que dijo: "cuya bondad es tan grande para con todos los hombres, que quiere sean méritos de estos los que son dones suyos".
Y claro, como no quieres admitir que Dios obra con el hombre y ejecuta con él la obra, pues por eso no puedes reconocer Mérito en la obra de un justo. Y con razón, tampoco ves diferencia entre una obra hecha con Caridad y una hecha sólo con gracia actual.
Dice Santo Tomás lo siguiente:
"si hablamos de la obra meritoria en cuanto procede de la gracia del Espíritu Santo, entonces sí que merece la vida eterna de modo condigno. Porque en este caso el valor del mérito se determina en función de la virtud del Espíritu Santo, que nos mueve hacia la vida eterna, tal como se dice en Jn 4,14: Brotará en él un surtidor de agua que saltará hasta la vida eterna. El valor de la obra ha de ser apreciado también atendiendo a la dignidad de la gracia, que, al hacernos partícipes de la naturaleza divina, nos hace hijos de Dios por adopción y, en consecuencia, herederos por el mismo derecho de adopción, según aquello de Rom 8,17: Si hijos, también herederos."
Esta es la parte que tú rechazas, pero que La Iglesia ha aceptado siempre. Obviamente nos andamos con cuidado con lo de mérito porque se puede (y de hecho se ha prostituído y tergiversado demasiado entre católicos en toda la historia) malinterpretar. Algo similar a lo que pasó con las indulgencias.
Cita: | Cuando de méritos se habla es mejor hablar en términos de que se nos comunican los méritos de Cristo por su Pasión según confiamos en sus promesas - "haz esto y vivirás"-, y no porque las obras sean realmente meritorias del cielo eterno. |
El qué!!!! Oye! Y eso que según tú el que tiene "olorcillo" a protestante soy yo.
El mérito de una obra se lo confiere nuestra injerción en Cristo, nuestra participación sobreantural de la condición de hijos de Dios, nuestra elevación al orden sobrenatural, la in-habitación del Espíritu y su mismo obrar con y junto a nosotros.
Afirmar la desproporción entre obra y recompensa no tiene que negar, como haces tú y hacía Lutero, lo que acabo de afirmar. El reconocer que Dios se ha comprometido libremente a recompensar algo desproporcional al premio (como siempre he aclarado) no significa que su acción y su influjo en la consecusión de una obra realmente no da derecho y mérito al justo (que es hijo de Dios y coheredero con Cristo) a recompensa eterna (claro, si es mantenido en esa condición de justicia).
Cita: | Las obras del hombre son meritorias en tanto que proceden del Espíritu y se hacen en Gracia Santificante. Pero las hace el hombre verdaderamente. Por ello que la Iglesia enseña que las obras en este sentido sí merecen la vida eterna. Se merece de condigno en tanto proceden del Espíritu, y merecen de congruo en tanto son del libre albedrío |
Jajaja! ¿Por qué no lo citas ya de una vez? Jajajaja!!!!
Sencillamente porque te contradice, y cuando nos detengamos aquí te traeré todas las demás citas de La Summa y Contra Gentes que afirman claramente lo que aquí apenas deja ver, que Dios obra junto y con el hombre todo lo que obra meritoriamente.
Cita: | - Condición para que una obra sea meritoria es que sea voluntaria. |
Sin duda alguna.
Y mientras más involucrado está el Espíritu en una obra, pues tiene más mérito.
Cita: | - En cualquier caso las obras que hacemos no son perfectas, pero su valor es elevado por la dignidad de la Gracia Santificante, por ese ser partícipes de la dignidad de Dios como hijos suyos. Así aumenta el valor de esas obras, pero no porque las realize Dios mismo. Dios las haría mejores, pero las nuestras sin serlo tienen ese valor en tanto que la Gracia Santificante está con nosotros. Por eso que la Gracia Santificante es algo real, verdadera participación divina, por más que Gabaón sea incapaz de entender la diferencia entre la Gracia Santificante y las gracias actuales, y esté obsesionado con eso que ha leído de "cosificar" la gracia (Sea lo que sea eso de "cosificar" que nunca ha explicado. Y acabo de ver que ahora él se dedica a "cosificar" nada menos que a una virtud, la Caridad !...¿¿¿¿????. Ay, Gabaon, Gabaon, menudos bandazos vamos dando...) |
Podemos hacer obras de manera perfecta, María fue una de las que así las hizo, lo que no sabemos es cuando lo son y cuando no, y lo común es que no lo sean. Pero de que se puede se puede.
Hablando de mí en tercera persona pues claramente encontrarás quien te haga caso y te crea. Ya Dios te enjuiciará por eso. Ahora, tu conciencia no la puedes engañar cuando sabes que ya tenía años largos yo hablando de gracia y justificación cuando tú mismo te confesaste ni siquiera interesado en el asunto. Pero bien, al menos ya vas aprendiendo. Tengo la esperanza de que algún día te darás cuenta de los errores que has cometido aquí. A la verdad no creo que tengas la honestidad suficiente para admitirlo, pero oraré por eso al menos.
Lo de cosificar la gracia no es algo de lo que uno se entera de leerlo una vez. Todo el que se ha leido al menos un libro de la gracia se encuentra con al menos un capítulo donde se trata el tema. Y si la lista de libros leídos supera la decena, pues fácilmente se convierte esto en un error evitado.
La segunda vez que te hablé de no cosificar la gracia te lo dije en relación a la caridad, por lo que no es ese un error mío sino tuyo.
La gracia, aunque sea una realidad creada, es operativa, no un pegote de algo que nos han puesto en el alma y por tenerlo somos justos. Esto es lo que nuestros teólogos deciden llamar hábito y La Iglesia lo ha aceptado. Por tanto si la gracia que me hace justo es operativa las acciones que en virtud de ella se producen sin poder ser producidas naturalmente son sobrenaturales entitativamente y por tanto merecen recompensa sobrenatural.
La Iglesia al reconocer que tomamos vida de nuestra participación en la vida divina y que nos movemos en el orden sobrenatural no solo en virtud de la realidad creada en nuestra alma sino por la presencia misma de la Trinidad en ella, proclama que las obras hechas por un hombre así, justo, ordenadas al orden sobrenatural merecen la consecusión de la vida eterna.
Cita: | Por todo ello la Iglesia enseña que el hombre alcanza la salvación principalmente debido a sus buenas obras, y éstas imperadas como casi siempre por la Caridad sobre todo, que no por la Fe, ya que la Caridad es la que impera los actos meritorios de las demás virtudes. Eso es catolicismo. |
La Iglesia enseña que el hombre merece la vida eterna sin que ella deje de ser al mismo tiempo regalo y nunca comete la temeridad y abuso que tú cometes al denigrar y hablar en detrimento y demérito de La Fe como insistes en hacerlo.
Cita: | Por más que le moleste a Gabaon haber descubierto estas cosas de forma tan tardía. |
No, no lo descubrí tardíamente, Pelagio se me adelantó y Lutero también y Agustín, Jerónimo, Anselmo, Bernardo, Tomás, Teresita, Bañez, Crisóstomo, Próspero, Cirilo y el órgano magisterial de esta Iglesia, desde temprano en mi niñez me enseñaro a no ser infestado ni atormentado por el veneno de Pelagio del que necesitas desintoxicarte tú y que encima hace falta que se entregue el elixir a alguno de tu auditorio, ya que sin cuidado alguno de tu parte le has hecho beber de lo que puede matar la salud del alma de los fieles sencillamente por empeñarte en no dejarte enseñar de La Iglesia.
En el Amor de Jesús.
Gabaon. _________________ "Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi espíritu por la mañana te busco." (Isaías 26, 9) |
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Albert + Moderador

Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 27940 Ubicación: Puerto Rico
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Publicado:
Mie Ene 18, 2006 4:48 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Hermano Gabaon:
Hay una cosita, de lo que expresa Manuel a lo que me gustaría hiciera algún comentario, por favor:
Manuel dice:
Cita: | A Santo Tomás te lo he citado yo directamente al principio, y como ves NADA dice que se parezca a tus palabras. Y es triste que cites a Sto Tomás, que cita a San Agustín que cita a la Sagrada Escritura....¿No tienes nada mejor, más clarito?. ¿Algo así como una condena de la Iglesia a quien diga que Dios no ejecuta las obras del hombre sino que sólo las inicia, posibilita, induce, ayuda etc, etc pero sin ejecutarlas?.
¿Verdad que no lo tienes?. Pues yo si tengo una condena a quien diga lo que tú dices:
3. En vano, Señor, mandas, si Tú mismo no das lo que mandas.
4. Así, Señor, todo es posible a quien todo se lo haces posible, obrando Tú en él.
Condenada esa proposición por hacer a Dios ejecutor de las obras del hombre, por más que sin Dios no fuesen posibles. Así de clarito está condenado todo lo que has argumentado. |
Usted que comenta a ello. Dios le bendiga. _________________

Transfíge, dulcíssime Dómine Jesu
Albert González Villanueva, OFS |
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Jue Ene 19, 2006 3:06 am Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Gabaon,
Aquí se discute esto que has dicho explícitamente. Todos tus sermones llenos de obviedades no los necesito Gabaón. Créeme, no voy a aprender doctrina católica de tí. Sencillamente porque la lista de tus barbaridades ya es extensa en este hilo. Y las contradicciones y reformulaciones tuyas las ha visto todo el que ha querido verlas.
Tú has argumentado exacatamente esto, y esto, nada de los sermones sobrantes es lo que te reto a que muestres con un texto del Magisterio:
- Que Dios EJECUTA las obras, que esas obras son por tanto perfectas [- sino las ejecutase no lo serían-] y que por ESA razón, son meritorias. Por esa misma, justo por esa. Porque además de todo, las EJECUTA.
El verbo, lo sabes bien, lo has elegido a propósito, por no haberte enterado ni leido D-E-S-P-A-C-I-T-O el Conciclio de Trento. O por si haberlo leído, porque en realidad ya estás convencido que Trento "lo hizo mal", no lo explicó bien. A tí sencillamente no te gusta Trento, lo sabes tú y lo sé yo que es así, por eso que lo más que haces es recortar una frase suelta ocultando el resto. En verdad, tú estás "ya" en un nivel iniciático y eres capaz de corregir y juzgar a un Santo Concilio rebosante de Legítimos Sucesores de los Santos Apóstoles. Eso es lo que te pasa, que ya no crees necesario aprender de los Concilios, sino juzgarlos y corregir "sus errores" de planteo. Eso anida en tu corazón, lo veo desde el principio de este hilo. Te pasa hasta con Juan Pablo II, a quien te crees capaz de ponerle "peros". Y tú sabes que estoy dando en la diana..
Pero volviendo al tema, eso es lo que has dicho. No vengas ahora a cambiar tus palabras, Tú no has dicho que "podemos hacer obras perfectas", has dicho que TODAS las obras que hacemos por gracias actuales, como en realidad las EJECUTA Dios (el resto de verbos que has usado para esconder eso a los foristas no se discute) son meritorias por cuanto que son perfectas.
Y otra cosa, no te quejes de lo que digo de tí, y mira mejor lo que tú has estado haciendo durante mi ausencia. Con una diferencia bien clara. Que yo no te acuso de nada sin MOSTRAR un párrafo claro tuyo y pedirte un apoyo claro del Magisterio y señalarte todo lo que es contrario a él o lo sugiere. Y tú sólo andas soltando "pelagianismo" a troche y moche - hasta a Trento- SIN MOSTRAR UN SOLO PÁRRAFO de nadie para basar tus absurdas y repetidas acusaciones. Y cada vez que se te pide algo, suletas un sermón inútil lleno de obviedades como si tú fueses el profesor de nadie. Algunos no nos dedicamos a petulancias sobrantes en un simple foro Gabaón, ni tenemos necesidad de ir mostrando a cada momento qué sabemos y qué no. Quizás mi biblioteca sea mayor que la tuya amigo y no me guste aparentar. Todavía estoy sorprendido de que metieses a Bayo y a Quesnel en el mismo saco, un pelagiano y un janseita debe ser lo mismo para tí. No salgo de mi asombro... Y no me tientes más con las cosas que estás escribiendo sobre las gracias eficaces, que sigues sin comprender nada de nada como te pasaba con el asunto de la penitencia. Déjame de sermones inútiles de obviedades y muéstra que lo que enseñas es católico. Yo digo que no lo es, que es sólo una ensoñación tuya, por más que ahora ya quieres salvar los muebles escribiendo lo que escribe Sto. Tomás para tener coartada "yo ya dije..". Demasiado tarde Gabaon, lo que tú dijiste por duplicado - la última como disertación profesoral a Esther- jamás es sostenido por Sto. Tomás no por la Iglesia.
Así que danos esas citas claras, cristalinas, explícitas. Tic, tac, tic, tac....
Bendiciones.
P.d: Albert, Esther y Alejandro, no dejéis de leer despacio, bien despacito, estas cuestiones sobre el Merito y los actos MERITORIOS de Santo Tomás de Aquino. Aquí está la Summa de Santo Tomás, la verdadera y original suya enterita y en castellano. Así no habrá "recortes" y "omisiones" bastante tergiversadores como hasta ahora: Gabaon se ha dado cuenta y en estos últimos posts está citando a Sto. Tomás para tener "coartada" a posteriori. Pero yo os animo a que lo leáis ENTERO y saquéis vuestras propias conclusiones con las palabras iniciales de Gabaón.. Ya está bien de engatusar tanto al personal.
http://www.hjg.com.ar/sumat/b/c114.html
CUESTIÓN 114
El mérito
....
Más que interesante y con un montón de joyitas como esta que Gabaon o no ha leído, o si ha leído, no hace más que ocultarlas. Juzgar vosotros mismos:
3. Los pobres que perciben limosnas se dice que reciben a otros en las moradas eternas, bien porque con su oración logran que sean perdonados, bien porque les merecen de congruo la salvación mediante las propias obras buenas. O también, en sentido indirecto, porque con las mismas obras de misericordia que uno ejerce con los pobres, hace méritos para ser recibido en las mansiones eternas.
[Merecer de congruo - en corto- es una forma de merecer no tanto por justicia, sino de misericordia. Es decir, que Dios se ha reservado el garantizar esa concesión, puede que sí, puede que no.... Cuando obramos bien y nos ganamos el cielo eterno por ello, lo merecemos realmente porque es promesa divina. Eso es merecer de condigno, en pocas palabras]
O esta que tiene miga, miga, miga, para aclarar las barbaridades que está diciendo y sugiriendo Gabaon. Si Sto. Tomás levantase la cabeza y viese lo que escribe Gabaon!
"Ahora bien, es manifiesto que entre Dios y el hombre reina la máxima desigualdad, pues hay entre ellos una distancia infinita y, además, todo lo que hay de bueno en el hombre procede de Dios. Por eso, en la relación del hombre para con Dios no se puede hablar de una justicia basada en la igualdad perfecta, sino en cierta igualdad proporcional, o en cuanto uno y otro obran según su modo propio. Mas el modo y la medida de la capacidad operativa del hombre le viene de Dios; y, en consecuencia, el hombre no puede merecer nada ante Dios más que en el supuesto de un orden previamente establecido por Dios, en virtud del cual el hombre ha de recibir de Dios a modo de retribución por sus obras aquello que Dios quiso que alcanzara al concederle la facultad de obrar. Es lo que sucede también con las cosas naturales, que con sus movimientos y operaciones alcanzan aquello a lo que Dios las ha destinado. Con una diferencia, sin embargo: que la criatura racional se mueve ella misma a obrar merced a su libre albedrío, y por eso sus acciones son meritorias, y esto no acontece con las demás criaturas. "
¿Está bien clarito, no?. Nada de que Dios realice esas obras y por tanto sean perfectas y por eso son meritorias y bla, bla, bla... Nada de eso, ni las realiza Dios- notar el subrayado que habla del obrar de Dios y el nuestro bien diferenciado- ni por tanto son "perfectas", ni zarandajas de esas que dice Gabaon. Es lo mismo que con su texto ese del pecador mortal , "la sola fe, ella sola bla, bla, bla...". Se le pide UN SOLO TEXTO del Magisterio, y nada, 24 páginas y todavía no lo ha encontrado. ¿¿??
Por eso merecemos realmente, porque es meritorio que el hombre "se mueve él mismo a obrar merced a su propio libre albedrío" , y por eso sigue existiendo al mismo tiempo la misericordia de Dios y su Gracia, porque la imperfección de esas obras no quita para que Dios haya determinado este estado de cosas según su Justicia, una justicia generosa con el hombre, a quien si el hombre OBRA BIEN, le recompensará con el cielo, y si obra mal no lo hará. Como recuerda Trento citando a Jesús cuando dice "Si quieres la vida, cumple los mandamientos". Que es lo que siempre nos ha enseñado la Iglesia Católica desde que somos pequeñitos y no va a dejar de enseñarlo jamás, por más que Gabaon quiera llamarnos a todos "pelagianos" por ello.
Y otra cosa Albert, de esas proposiciones condenadas, hay otras pocas que apuntan a eso de que nada puede entorpecer, retardar etc, etc o parar la eficacia de las gracias divinas, como afirma Gabaón igualmente de forma tan errónea y con tanta molestia cuando se lo recuerdo. Léelas despacio una por una y verás cuantas veces recuerdas a Gabaón hablando. Porque escribió un montón de cosas sobre las gracias eficaces que no sólo no son Magisterio sino que algunas están condenadas por la Iglesia. Pero en eso no he querido entrar porque era una cortina de humo. Lo dejaremos para otro día.
Y otra cosa Albert, ahora que recuerdo. La Iglesia sí enseña que el hombre si capaz por sí mismo dec cumplir todos y cada uno de los mandatos divinos (los que sean imputables), puesto que Dios no manda nada que no puedan realizar sus criaturas. Eso no es incompatible con que ese "uno por uno" de cumplirlos, ni acarree directamente la Salvación, aunque si puede conferir cierto tipo de justicia por cumplirlos, y mucho menos con que el hombre sea capaz a lo largo de toda su vida de cumplirlos todos siempre sin caer. La Iglesia enseña que eso no es posible que ocurra sin la gracia de Dios que salve al hombre de sus pecados en los que caerá ciertamente. Pero no porque no pueda no caer, sino porque elegirá pecar, que son cosas bien distintas. De nuevo, lee las proposiciones condenadas a Quesnel, aunque hay muchas otras parecidas. Pero más aún, el mismo Concilio de Trento enseña que incluso para un justificado tampoco es norma que no vaya a caer en pecado grave o mortal o vaya a perseverar en los mandamientos. Por ello de la necesidad extra de la Gracia de la Perseverancia final, que nos permite HACER BUENAS OBRAS y por ellas obtener la salvación. Lee despacito a Trento en ese asunto, verás como lo afirma así de forma cristalina. Por las obras que el hombre realiza merced a esa Perseverancia obtiene la salvación. Así que reléete aquel canon que te dió Gabaon -del Concilio de Orange creo- y lee con detenimiento, verás como no son incompatibles ni siquiera hablan de los mismo. Créeme, no hay error en lo que expresé, no son cosas contradictorias, son complementarias. Ambas las enseña la Iglesia. Gabaon lo desconoce por sus lecturas de teólogos calvinistas, pero ese es su problema, no el de la Iglesia.
Para que se entienda bien rápido. Independientemente de las gracias de Dios, el hombre sí tiene una naturaleza capaz de cumplir los mandatos de Dios. Si uno quiere adultera y si no quiere no lo hace, si uno quiere cuida y ama a su madre, si no quiera la abandona, uno mata si quiere, si no quiere no mata... etc. Ahora bien, el hecho de que el hombre sea CAPAZ de hacer todas y cada una de esas cosas no significa que las vaya a HACER. Y eso es lo que ocurre según enseña la Iglesia, por ello que es indispensable la gracia de Dios. Porque el hombre pudiendo, no lo hace. No lo hicieron Adán y Eva, y podían, menos lo vamos a hacer nosotros que estamos caídos y algo corrompidos. No completamente como te sugirió Gabaón siguiendo a los calvinistas, la Iglesia y Juan Pablo II no han cejado de clamar por la infinita y actual dignidad del hombre y su naturaleza, por más que esté caida, y una tras otra, en numerosas Encíclicas de Juan Pablo II se repite que la naturaleza del hombre es capaz de todo lo bueno. No es el problema el no ser capaz, el problema es que el hombre elige el no hacer. Aunque te parezca una nimiedad es algo fundamental, y algo que se condenó al protestantismo y a su obscura concepción antropológica y ontológica del ser humano. La concepción ontológica del hombre es algo muy relevante en todas estas cosas aunque no lo parezca.
Lo contrario a lo dicho sería afirmar que Dios manda cosas imposibles a unas criaturas que no pueden hacerlas -Algo que violenta toda justicia-, lo que implica crear una necesidad en el hombre de pecar, obligatoriamente. Eso no es verdad como piensa Gabaon. Lo que sí es cierto es que a pesar de "poder", el hombre no lo hace. Y aunque lo hiciese - que no lo hace durante toda una vida-, sin la Gracia Santificante, tampoco alcanzaría necesariamente la salvación, porque el cumplir naturalmente los mandamientos tampoco sería meritorio de Salvación, aunque sí es ciértamente bueno y agradable a Dios y cabría confiar en su misericordia, si ese caso se diese.
Bendiciones.
Y esta otra joyita de Sto. Tomás de regalo extra. Jejeejejee...:
[i] Por lo demás, es cierto que el hombre se justifica por la fe; pero no porque al creer merezca la justificación, sino porque cree al ser justificado, pues el acto de fe es uno de los requisitos para la justificación del pecador, según se expuso arriba (q.113 a.4) .
¿Requisitos para la Gracia de la Justificación???. Válgame Dios!. la Iglesia pelagiana para Gabaon de nuevo!. ¿No decía Gabaón que la gracia de la justificación eran gracias eficaces y que NADA se requería del hombre, ni nada bla, bla, bla...
Sto. Tomás, El Concilio de Trento...tiene razón Gabaón cuando llamó "nido de pelagianos" a los Obispos en Trento. No sólo ellos, también el mismo Sto. Tomás de Aquino. Un auténtico nido de pelagianos !. Gabaon, ¡¡ Sálvanos de la Iglesia Católica!!
Y sobre la fe...¿Justo, justito lo contrario de lo que alguien ha contado por aquí?. Parece que sí, ¿Verdad?. Lo repito para que "cale":
"...pero no porque al creer merezca la justificación, sino porque cree al ser justificado...
Eso enseña Sto. Tomás sobre lo que hay que entender de la preposición "por" cuando se dice que uno se justifica "por" la fe. Lo contrario de lo que tantos afirman. Y un mismísimo Papa afirmó en un Santo Concilio (Concilio Vaticano I) que el Acto de fe primero (el bautismo) es una OBRA, como ya cité en este mismo hilo. Pero se ve que Lutero y su prosa es más relevante para algunos que se llenan la boca de Sto. Tomás por aquí y por allá sin haberlo leído, o para parapetar sus propias enseñanzas bien contrarias a lo que ha enseñado el más grande Doctor junto a San Agustín.
Otro día enseñaré lo que dice San Agustín sobre eso de que la fe justifica y no las obras.. que tiene su miga también. _________________ Video SantoSubito:
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Albert + Moderador

Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 27940 Ubicación: Puerto Rico
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Publicado:
Jue Ene 19, 2006 3:49 am Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Hermano Manuel:
Gracias por el link, ya luego hablaremos sobre algunas cosas que pude ver ahí. Pero lo leeré con calma luego. Por ahora, dejémos que Gabaón conteste sobre las condenas que citaste. Dios te bendiga. _________________

Transfíge, dulcíssime Dómine Jesu
Albert González Villanueva, OFS |
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Jue Ene 19, 2006 12:48 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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De nada Albert, pero que conteste Gabaon tambien a la cuestión relevantísima de porqué llama meritorias a las buenas obras por el hecho de que estén empujadas, animadas, elevadas, acompañadas etc, etc y EJCUTADAS por gracias actuales, y sin embargo no son meritorias TODAS las demás buenas obras (por ejemplo preparatorias, o las de un pecador mortal, o las de un infiel) si él mismo sostiene que TODAS ellas son igualmente realizadas por Dios mediante gracias actuales.
Hay un montón de falsedades en los posts de Gabaon sobre lo de "cosificar" la gracia y otras tantas cosas que él cree que por "advertir" a los demás innecesariamente se coloca en una tarima superior, pero lo dejo para no desviar el asunto. Sólo recordar que se le ha pedido que explique qué narices entiende él sobre lo de "cosificar" la Gracia Santificante y sus riesgos, porque se pone a acusar a los demás de algo que nadie ni ha nombrado ni ha sugerido. Y ojo, que la Gracia Santificante tiene características completamente distintas a lo que llamamos gracias actuales, los auxilios divinos. Coincide en que ambas son operativas, eso nadie lo pone en duda. Pero hay otros aspectos completamente distintos entre ambas. Una gracia actual no es más - ni menos !- que una ayuda de Dios, que puede ser sencillamente que tu madre te diga "Hijo, reza todas las noches", ya verás tú luego si lo haces o no lo haces, es tu responsabilidad. Pero la Gracia Santificante es otra cosa bien distinta, es una real participación en la naturaleza divina, es gradable, se "tiene" poca , regular o mucha, se aumenta y se disminuye, pero es creada, significando ello que no es la propia esencia de Dios, sino una participación suya y sí está en nuestra alma, no como algo material obviamente - el "pegote" ese que dice Gabaon- , pero sí como algo real, en más o menos "cantidad". María era llena de gracia, pues la tenía en absoluta plenitud, rebosante, no "cabía" más gracia en un ser humano por así decirlo, algo con lo que nadie jamás ha sido agraciado.
Uno puede recibir infinidad de gracias actuales e irse al infierno derechito, pero sólo con una "gotita", un mínimo de esa participación divina, de la Gracia Santificante obtenida por medio de nuestras obras (interiores o exteriores) a las que constantemente nos incitan las gracias actuales, ya merecemos el cielo eterno por cuanto estamos en Alianza filial con Dios, somos constituidos en verdaderos hijos suyos y herederos REALES del Reino. Sin Gracia Santificante no hay cielo que valga. Sin esa "cosa", como la llama despectivamente Gabaon, no hay salvación por más que Dios nos haya bombardeado toda nuestra vida con gracias actuales de todo tipo para obrar bien, como de hecho sabemos que hace. Porque esas son Sus obras. Las nuestras otras.
No sólo no hay riesgo en ello, sino que es la Iglesia la que siempre ha enseñado exactamente eso, y es importantísimo recalcarlo, enseñarlo y defenderlo. Ocurre que a Gabaon tampoco le debe gustar ese asunto (me imagino unas variadas posibilidades que nos pueden dar una sorpresa) y por eso a quien recuerda esa verdad de nuestra fe importantísima y clave para entender el motivo de por qué la Iglesia nos enseña a obrar incesantemente para alcanzar la salvación, él se dedica a "advertir" contra "cosificar" la Gracia Santificante. Haciendo aparecer además que yo hubiese dicho alguna vez que las gracias actuales cayesen en ese mismo saco, cuando precisamente advertí a Gabaon de las diferencias entre ellas. Así ha hecho con el Padre March aprovechando mi ausencia de forma vergonzosa, sugiriendo que precisamente yo haya dicho nada semejante sobre las gracias actuales. En fin, lo de siempre, se le recuerda algo y acto seguido se lo apropia y va y te da la lección a tí mismo y a los demás en largos sermones. Aprovechando las ausencias ajenas...
Eso al modo de un bombero que incendia algo él mismo para luego acudir a apagarlo y colocarse él mismo la medallita. Y así seguimos.
Y te señalo de nuevo como cosa importantísima ese "requisito" necesario- como literalmente lo llama Sto. Tomás- de la obra del acto de la Fe para para obtener la gracia de la justificación primera, de forma libre, rechazable o asumible por el hombre. Por si recuerdas determinadas cosas que alegremente afirmaba Gabaon sobre la eficacia de las primeras gracias y la de la justificación, es decir la del bautismo. Ahí de nuevo, te animo a que leas las condenas esas a Quesnel. Verás que clarito está expuesto. Quesnel era "primo hermano" de Jansenio, otro hereje de la Iglesia que no sólo nada tiene que ver con Bayo, sino que es en muchos aspectos exactamente el polo opuesto. Pero Gabaon, los mete a ambos en el mismo saco - por ignorancia o para despistar- , sabiendo que él mismo está muy cerca de Jansenio y Quesnel en muchas cosas. Pero cree que las condenas de frases tan cortas y tan claras a Quesnel no van con Gabaon aunque diga exactamente lo mismo, porque Gabaon es el Magisterio más iluminado posible....
Y es que el que no quiere ver, no ve. Bendiciones. _________________ Video SantoSubito:
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Albert + Moderador

Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 27940 Ubicación: Puerto Rico
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Publicado:
Jue Ene 19, 2006 2:37 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Hermano Manuel:
Tienes razón, muchas otras cosas debe abundar Gabaon, y espero tú y él lleguen al entendimiento de las diferencias abismales que no había resaltado a la lectura inicial de los aportes. Si bien dicen lo mismo en ecencia, las diferencias de interpretación magisterial realmente saltan a la vista. Espero que por el bien de los lectores, todas las preguntas que ambos han formulado sean clarificadas y podamos por fin dar continuidad a la temática principal del epígrafe que son los valores de las obras.
Muchas gracias de nuevo por el video clip de Santo Subito, volví a verlo y se volvieron a llenar mis ojos de lágrimas. Dios te colme de bendiciones. _________________

Transfíge, dulcíssime Dómine Jesu
Albert González Villanueva, OFS |
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Vie Ene 20, 2006 1:09 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Albert, un inciso más:
Mientras esperamos esas dos cuestiones planteadas a Gabaon, te doy esta otra proposición condenada a Jansenio, para que quede más claro ese asunto de la naturaleza humana y el cumplimiento de los mandamientos. Ojo Albert, que esto no te vaya a llevar a otro error igualmente peligroso que es considerar que la Gracia de Dios sea tan sólo una ayuda para poder cumplirlos. La Gracia es indispensable, sin gracia no se cumplirán los mandamientos a lo largo de una vida, no porque uno a uno el hombre no sea capaz de hacerlo en cada momento - que lo es-, sino porque elegirá no cumplirlos. La diferencia es bien importante, y eso por una cosa que recalco:
En toda esta discusión sobre la Gracia y las obras, además de los elementos actuantes:
- Las gracias de Dios.
- La naturaleza humana.
hemos dejado de lado a otros elementos que tensionan toda la situación:
- El poder y la actuaciónd e Satanás y sus tentaciones.
- Y las propias tentaciones de la carne, la concupiscencia.
Así, no es que la naturaleza humana se haya convertido en "mala", por haber pecado, esta naturaleza ha sido destituida de unas gracias especiales que ya acompañaban a nuestros padres Adán y Eva y está debilitada por ello, pero sigue siendo buena. Y si Adán y Eva no evitaron elegir libremente pecar alguna vez, mucho menos nosotros, que también podemos, pero con menos poder todavía que Adán y Eva. Eso aparte de tener que vivir castigados en este valle de lágrimas.
Esto es lo que se condenó a Jansenio, entre otras muchas cosas, negar lo que yo te estoy tratando suscintamente de aclarar, con un lenguaje entendible y común. Léela bien:
1. Algunos mandamientos de Dios son imposibles para los hombres justos, según las fuerzas presentes que tienen por más que quieran y se esfuercen; les falta también la gracia con que se les hagan posibles.
Declarada y condenada como temeraria, impla, blasfema, condenada con anatema y herética. Constitución Cum occasione, de 31 de mayo de 1653
Sin ahondar, también te aclaro que el mandamiento más controvertido es obviamente el primero, el de amar a Dios sobre todas las cosas. Pero hago de nuevo énfasis muy importante en que eso no convierte a la Gracia de Dios en una "ayuda" simplemente para poder cumplirlos siempre. Ese es otro error - en el polo opuesto a esta condena- peligrosísimo y también condenado.
Bendiciones. _________________ Video SantoSubito:
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Esther Filomena Veterano
Registrado: 03 Ene 2006 Mensajes: 2345
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Publicado:
Vie Ene 20, 2006 1:12 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Estimado Gabaon: (Manuel y Alejandro tambien me gustaria que puedan aportar aclarando terminos)
Aunque son preguntas y observaciones, no tan inteligentes, me las puedes contestar por favor?
Porque aqui hablamos de "gracia" y "meritos" con mucha facilidad, y sin preocuparse de confundir la Doctrina, que es una sola, no tiene tantos grises como se le quieren dar. Y no por hablar mas o menos bonido es diferente.
A mis preguntas anteriores puedo sumar otra por favor:
Que valor tienen las obras en el camino de salvación?
Recuerden si bien este dialogo parece de a dos o de a tres hay muchos otros, quiza no tan inteligentes que nos vemos afectados por esta platica que tiene que ver tanto con nuestra fe.
Gracias.
Esther Filomena escribió: | Estimado Gabaon:
Te agradezco, la respuesta, aunque de verdad hay algunos puntos que deberías poner en claro, por ejemplo:
1) Que es lo que entiendes por gracia?
Gabaon escribió: | Quisiera decir esto sencillamente, pero no depende de la claridad o la sencillez con que yo lo diga sino de la Luz que brinde Dios. |
Ese es un ejemplo de lo que yo entiendo por Gracia, hermano. Un regalo, un obsequio, totalmente inmerecido que nos hace participes de Sus Dones y especialmente de llegar a estar en comunion con El.
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2) Por otro lado esto muy importante: Que se entiende por mérito en el contexto que hablamos. Creo que de tu respuesta se pueden clarificar muchas cosas.
Gabaon escribió: | La Gracia es lo que nos capacita para hacer buenas obras que sean recompensadas con regalos eternos si esas obras las hace un Justo. |
3) En esta frase hablas de "regalos eternos" de que hablas específicamente? en que consisten estos regalos?
____________________________
Mira así es como entiendo lo que dices: ... alguien que en estado de Gracia realiza Buenas Obras, se hace acreedor de una recompensa, logra o se hace digno de esperar algo a cambio. Por lo que un hombre, que estando como tu dices en estado de gracia, hace buenas obras, pone en deuda a Dios..¿?
Si es lo que dices, creo que estas equivocado la Iglesia siempre enseñó que nosotros nunca podriamos llegar a “merecer” nada a cambio de nuestras buenas obras, ellas simplemente nos sirven para hacernos participes de la Gracia, Gracia que nos es regalada, no por nuestros meritos, sino simplemente por decisión de Dios y solamente por su bondad y misericordia.
En verdad quisiera entenderte.
Gracias.
Paz y bien |
_________________ Esther Filomena |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Sab Ene 21, 2006 4:12 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Esther Filomena escribió: |
Porque aqui hablamos de "gracia" y "meritos" con mucha facilidad, y sin preocuparse de confundir la Doctrina, que es una sola, no tiene tantos grises como se le quieren dar. Y no por hablar mas o menos bonido es diferente.
A mis preguntas anteriores puedo sumar otra por favor:
Que valor tienen las obras en el camino de salvación?
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Estimada Esther Filomena, tienes razón, no es que haya tantos grises, realmente. Pero ocurre que muchas veces se quieren "agrisar" cosas claras, borrar los contornos de lo que debe mantenerse nítido y, entonces, es indispensable entrar a ocuparse directamente de esos grises. No hay más remedio. Esto es lo que hizo Trento, ocuparse de los grises para remarcar los contornos y protegerlos de los intentos anteriores de desdibujarlos. Ciertamente nos encontramos en el terreno de lo gris. Y allí nos metió la llamada "Reforma".
Yo he participado siempre desde los contornos bien dibujados, que son lo que son, antes y después de cualquier elaboración teórica. En los contornos he fincado mis participaciones.
Por ejemplo y para hacer una analogía, yo me he plantado en que hacer ejercicio es bueno para el desarrollo y mantenimiento del cuerpo humano, y he brincado cuando alguien trata de citarme docenas de estudios para confundir ese principio de salud para una persona normal.
Por ejemplo, mira esa pregunta que tú te has forzado a hacer, porque esa verdad sobre el papel de las buenas obras en la salvación ha resultado bañado en lodo y nubes negras desde la "Reforma".
La calumnia protestante -sin ningún fundamento en absolutamente nada- es que los católicos creemos que con la buenas obras merecemos el cielo. Esto es falso, falsísimo de toda falsedad, porque todo todo católico sabe que la reconciliación con Dios se hace en el confesionario y sólo en el confesionario, y a esto atestiguan las larguísimas colas en todas nuestras Iglesias en Latinoamérica. Y todo es para atacar las buenas obras y desmerecer la santidad que testimonian los santos de la Iglesia católica que han entregado su vida a servir a Dios.
Las buenas obras tienen valor siempre y por supuesto que son importantes para el camino de la salvación siempre lo que se dice siempre. Por supuesto que un hombre en pecado mortal que haga buenas obras -que son obras también de Dios porque son inspiradas por gracias actuales que son correspondidas- estará más lejos de la condenación que un hombre en pecado mortal que continúe haciendo malas obras. ¿Cómo no podría ser así?
Si una doctrina me viene a decir que una obra de caridad hecha en pecado mortal no contribuye nada pero nada de nada de nada a la salud eterna de un hombre, y que no le merece nada pero nada de nada en lo que respecta al orden sobrenatural (o sea, que ese muerto en la gracia está más cerca de la resurrección si corresonde mejor a los "desfibriladores" de las gracias actuales), pues yo la rechazo con todas las fuerzas que puedo, porque es imposible que tal cosa pueda venir de Dios. Y por supuesto que con la misma fuerza acepto la doctrina que me dice que las obras buenas ganan merecimiento infinito al estar en estado de gracia.
Porque Dios manda hacer obras buenas siempre, y ese mandato no pierde vigencia cuando un hombre está en pecado mortal, y si un hombre en pecado mortal sigue un mandamiento de Dios, por supuesto que le puede merecer algo -lo que sea- porque si nosotros somos agradecidos hasta con un malo que nos hace un bien, ¿cómo no lo será Dios?.
Si alguien me dice que Dios no agradece o no recompensa de ningún modo, o sea, le quita TODA capacidad de merecimiento pero lo que se dice toda a una obra buena hecha por un hombre en pecado mortal, no tengo que leer ningún texto para saber que esto no puede ser cierto. Y es imposible que mi Iglesia afirme tal cosa, porque esto equivale exactamente a atacar buenas obras hechas en algún estado determinado, desmotivarlas, desmerecerlas, y quitarle vigencia universal a un mandato de Dios de obrar bien siempre, al postular que si se sigue un mandato de Dios -como salvarle la vida a un moribundo abandonado- en estado de pecado mortal, que esta obra no tiene ninguna pero lo que se dice ninguna capacidad de merecimiento de ningún tipo. Esto no puede ser! Y la Iglesia no enseña semejante doctrina negativa.
En resumen, las obras buenas juegan un papel indispensable -si Dios las excusa es por su infinita misericordia- en el camino a la salvación -porque asi lo manda Dios y advierte duramente contra la omisión de las obras buenas- y está más cerca de la salvación un hombre en pecado mortal que no dejar de hacer obras buenas, que un pecador mortal que no deja de cometer el mismo pecado mortal.
El mandato de obrar bien es universal, y si es universal, a Dios no le puede ser indiferente el cumplimiento de un mandato suyo de hacer el bien aun si es cumplido en pecado mortal y, por supuesto, que puede jugar algún papel importante en la salvación, el que sea. La Iglesia no niega esta posibilidad al afirmar el merecimento de las obras buenas hechas en estado de gracia.
Por lo tanto, las obras buenas juegan un papel indispensable en el camino a la salvación, y lo juegan siempre, en pequeñísimo o infinito grado, por la sencilla razón de que Dios las manda hacer siempre, en cualquier estado en que se encuentre el hombre. ¿Cómo puede Dios ser completamente indiferente ante un pecador mortal que corresponde a una gracia actual suya y NEGAR TODA capacidad de merecimiento a esa buena obra que hace un bien a otro hijo suyo muy necesitado en respuesta a una inspiración suya? La Iglesia no enseña esta actitud negativa de Dios, o sea, no niega alguna -la que sea- posibilidad de merecimiento de una obra buena hecha en pecado mortal.
No hay que atacar de ningún modo ni indirecta ni directamente ni nada de nada de nada a las obras buenas, porque en ellas se hace presente Cristo en la historia, aunque las haga un pecador mortal. |
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Dom Ene 22, 2006 1:54 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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" Dios ordenó la vida de los ángeles y la de los hombres de tal manera que en ellos se manifestase primero el poder de su libertad, y luego el beneficio de la gracia y el juicio de la justicia".
San Agustín, De corruptione et gratia
_________________ Video SantoSubito:
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Gabaon Constante
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 796
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Publicado:
Lun Ene 23, 2006 2:08 am Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Dios te bendiga Manuel.
"«¿Entiendes lo que vas leyendo?» El contestó: «¿Cómo lo puedo entender si nadie me hace de guía?»" (Hechos 8, 30-31)
Pretendo que este mensaje sea aclaratorio y que traiga luz y bendición tanto para ti como para mí y cualquiera que lea este intercambio.
Antes de este epígrafe, Manuel, tú y yo solíamos intercambiar en un clima afable, lleno de amabilidad, respeto, caridad y soporte mutuo. Si alguien nos lee en esos otros epígrafes fácilmente podría exclamar "ved como se aman", hasta que en este epígrafe, así de la nada, tú decidiste cambiar ese clima y empezaste a sugerir que yo proponía herejías y errores protestantes y hasta "pseudo-pelagianos", catalogaste mis aportes como de "olorcillo" protestante y esa primera vez, decidí pasártelo y apelar a la caridad que nos unía, pero tú decidiste seguir nublando el clima que manteníamos hasta desembocar en llamar heréticos, falsos, absurdos, barbaridades y blasfemos mis aportes.
A cualquiera, incluido yo, que se decida tomar esa actitud no debe sorprenderle que la Sabiduría de lo alto deje de acompañarle en algún momento y caiga en el error y eso es lo que yo creo te ha pasado a ti.
"«¿Entiendes lo que vas leyendo?» El contestó: «¿Cómo lo puedo entender si nadie me hace de guía?»"
Lo que uno lee de Doctrina debe leerlo con cobertura espiritual, no dejándose convencer de sus disquisiciones sino sometiendo su razocinio a los pies de un maestro espiritual que le enseñe sana doctrina en nombre de La Iglesia. Yo nunca he pretendido ser eso para ti, ni tengo afán de enseñar ni adoctrinar a nadie. Sencillamente he pretendido apuntar en la dirección donde encontraremos esos guías. En el epígrafe que hablábamos de la humildad ambos nos encontramos con puertas cerradas, compartimos nuestras inquietudes, ignorancias y desconocimientos y ambos buscamos respuestas a los pies de La Iglesia y eso nos fue de bendición. Aquí tú has decidido romper ese vínculo que nos unía y es obvio que los beneficios que allí logramos aquí faltan.
Error más grave es el que has cometido encerrándote en tus propias conclusiones y peor daño haces cuando lees a Tomás y a Trento con ese prisma sin dejarte enseñar ni guiar por nadie sistemáticamente a entender a Trento y a Tomás. Para colmo me acusas a mí de estar del lado de los enemigos de La Iglesia y tú mismo llegaste a conclusiones y tesis que te inventaste para endosármelas a mí sabiendo que yo no las había pronunciado ni endosado; eso lo reconociste. Fue en ese momento y sólo por eso que te mostré que ni siquiera calvinistas y luteranos dicen lo que tú me endosabas a mí, y cité a tres; pero eso no te valió de nada porque para colmo me acusaste entonces de promover errores peores que los de ellos y encima me acusas de promoverlos a ellos como maestros nuestros sacando de contexto la intención de mis citas.
El ápice lo has alcanzado cuando te atreves a asegurar que yo considero a los Santos Padres del Santo Concilio de Trento ser parte de un nido de pelagianos cuando sabes exactamente qué dije y ahora sugieres que creo que Trento se equivocó.... así estamos, aquí estamos y sólo porque tú has querido.
Bien, comento esto, nada más y nada menos que esperando hacerte recapacitar en tu actitud y esperando que aceptes que retomemos otra actitud para bendición nuestra y la de todos los que quieran leernos; valga decir que nunca he pretendido dirigírmele a tu "auditorio" porque inicialmente para mí esto era un intercambio entre hermanos y compañeros, tú y yo, y no más.
Pero tú tranquilo, este clima que quiero que se cree aquí para nada le va a restar gravedad y seriedad a las acusaciones que me haces; las voy a tratar una a una y del mismo modo sostendré las correcciones que te he hecho.
Reitero que no me retracto de nada de lo que he aseverado aquí, absolutamente de nada y probaré cada cosa que afirmo doblada mi cerviz y mis rodillas a los pies y al servicio de esta Santísima Iglesia.
Para mejor discurrir de esto divido en puntos tus acusaciones:
1. Me acusas de aseverar que Dios ejecuta las obras junto a los justos.
2. Me acusas de aseverar que las obras son meritorias por esa acción de Dios.
3. Me acusas de querer hacer decir a Santo Tomás que cuando él dice "mover" se refiere a ejecutar.
4. Me acusas de comulgar con las proposiciones condenadas de que Dios obra todo en los que él le hace posible todo y que el Señor manda en vano si él no da lo que manda.
5. Me acusas de aseverar que las obras de los justos tienen perfección.
6. Me acusas de decir que no podemos cumplir todos y cada uno de los mandamientos sin gracia.
7. Me acusas de decir que no podemos amar a Dios naturalmente.
Bien, las atenderé en la medida de mi tiempo disponible. Creo que hasta el Miércoles en la tarde no tendré mi tan acostumbrado tiempo disponible para el foro.
Las enumeré según prioridad en gravedad y así las atenderé. Si crees que omito algo o debo agregar otra cosa por favor no dudes en señarlármelo.
Dios te bendiga, ilumine su rostro sobre ti, te sea propicio y te conceda la paz.
En el Amor de Jesús.
Gabaon. _________________ "Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi espíritu por la mañana te busco." (Isaías 26, 9) |
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Gabaon Constante
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 796
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Publicado:
Lun Ene 23, 2006 2:13 am Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Dios te bendiga Manuel.
1. Dios ejecuta nuestras obras.
"Yahveh, tú nos pondrás a salvo, que también llevas a cabo todas nuestras obras" (Isaías 26, 12. BJ)
"pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece" (Filipenses 2, 13. BJ)
"Sobre la ayuda de Dios. Don divino es el que pensemos rectamente y que contengamos nuestros pies de la falsedad y la injusticia; porque cuantas veces bien obramos, Dios, para que obremos, obra en nosotros y con nosotros" (Concilio de Orange, Canon 9)
Manuel C. escribió: | Lo que no admito, contigo, porque es una herejía es que Dios haga las obras que yo hago. Las mías mías son. Las de Dios las suyas, que son disponerme, ponerme el querer, el pensar, el poder, el desear etc, etc. Pero el resto lo tengo que hacer yo.
Lo que Trento te dice es lo mismo que ese canon del que no te has enterado. Que Dios disponga no significa que Dios las haga. Por eso que Trento dice que por nuestras obras preparatorias nos logramos la Gracia de la Justificación. |
Dice Dios mismo por boca del profeta que es Él mismo quien obra todas nuestras obras. Dice Dios por boca del Apóstol que Él pone en nosotros el obrar también. Enseña el Santo Concilio de Orange que Dios mismo obra en nosotros y con nosotros cuantas veces obremos bien, sin excepciones: cuantas veces. Y tú dices abierta y claramente que Dios pone el querer, el desear, el pensar, pero que todo lo demás lo haces tú y no Él. Y no te detienes ahí, dices que que los actos con los que el hombre se prepara para recibir la gracia de la justificación los logra el hombre y no Dios y que decir que los obra Dios es una herejía.
Obviamente jamás en la vida será posible conciliar tu opinión con la de La Biblia y con la de Orange.
Jamás.
He dicho varias veces, repetidamente, (evidencia en las páginas anteriores) que lo tuyo es un ataque frontal y absoluto contra la gracia eficaz. Te he aclarado varias veces que Orange, Efeso y Cartago defienden la gracia eficaz y que Trento, las condenaciones de Bayo, Jansenio y Quesnel defienden al libre arbitrio y las gracias suficientes, pero jamás se corrijen ambos períodos el uno al otro, jamás.
Pero aquí hay algo grave, tú crees que Trento dice lo mismo que tú y voy a probar que eso no es verdad y encima probaré que la idea que tú sostienes es netamente Pelagiana y que en un aspecto se hace más grave que el mismo Pelagianismo y jamás en la vida aprobará La Iglesia esto.
San Agustín describe cuál es el pensamiento de Pelagio así:
"Para que nadie diga que no hemos entendido bien lo que dice Pelagio o que con mala intención presentamos sus palabras, dándoles un sentido que no tienen, atended a lo que dice. Nosotros, dice Pelagio, distinguimos tres categorías y las distribuimos en un cierto orden. En primer lugar, poder; en segundo querer; en tercero, ser. Poder se da en la naturaleza, querer en el arbitrio y ser en el efecto. La primera, esto es, poder, pertenece propiamente a Dios, y éste lo otorga a su criatura. Pero las dos restantes, esto es querer y ser, hay que hacerlas recaer en el hombre, puesto que tienen el arbitrio como origen. Por tanto el mérito del hombre está en su voluntad y en su buena obra; pero el mérito no sólo sería del hombre, sino también de Dios que aporta siempre el auxilio de su gracia a la posibilidad de la propia voluntad y de la obra."
¿En qué se distingue esto que dice Pelagio de lo que tú dices? En absolutamente nada. Ustedes los dos dicen que Dios capacita y da el poder con su gracia, pero que la obra y el acto mismo con el que se cree y se consigue la justificación lo logra el hombre y no Dios. A pelagio se lo han tomado a la ligera y hacen una caricatura de su doctrina queriendo despacharlo como que él negaba la gracia y ya todo está resuelto; y así a muchos católicos, tal como te ha pasado a ti, se les ha colado Pelagio en su manera de exponer la gracia de Dios.
San Agustín, después de explicar que la gracia de Dios capacita y da poder, refuta a Pelagio así:
"Por esta gracia se lleva a cabo, no sólo que descubramos lo que debemos hacer, sino también que hagamos lo que hemos descubierto, no sólo que creamos lo que se debe amar sino que amemos lo que hemos creído"
Me faltaría espacio y tiempo para mostrarte todos los testimonios de Agustín que confirman que la gracia de Dios es responsable no sólo de capacitar sino del obrar mismo. Pero prefiero irme de lleno a la Doctrina oficial de La Iglesia, que es nuestro interés principal.
El Papa Celestino con su Indiculus ratificó la doctrina de Agustín y su condena del Pelagianismo dándole caracter magisterial; allí encontramos estas palabras:
"En conclusión, por estas reglas de la Iglesia, y por los documentos tomados de la divina autoridad, de tal modo con la ayuda del Señor hemos sido confirmados, que confesamos a Dios por autor de todos los buenos efectos y obras y de todos los esfuerzos y virtudes por los que desde el inicio de la fe se tiende a Dios, y no dudamos que todos los merecimientos del hombre son prevenidos por la gracia de Aquel, por quien sucede que empecemos tanto a querer como a hacer algún bien."
¿Se parece eso en algo a lo que tú has dicho? Pues no, definitivamente no.
Así pues, La Iglesia enseña que en los actos con los que el hombre se prepara para la justificación Dios los ha obrado y llevado a cabo como su autor no solo como facilitador.
Como te gusta la escolástica, pasemos a la escolástica. No sin antes recordarte lo siguiente:
"«¿Entiendes lo que vas leyendo?» El contestó: «¿Cómo lo puedo entender si nadie me hace de guía?»"
Alguien que se tome el tiempo de pedir cobertura espiritual en materia de Doctrina fácilmente se hubiese percatado de un error común al interpretar a Trento del que nos previenen los hermanos mayores en la fe de esta manera: "Se debe tener presente también que algunos interpretaron tendenciosamente la doctrina de Pelagio para indentificarla con la enseñanza católica postridentina acerca de la gracia" (Maurizio Flick-Zoltan Alszeghy) Error del que obviamente has sido víctima tú.
La escuelas teológicas escolásticas clasifican la gracia según sus efectos que son:
1. Sanar el alma.
2. Hacerla querer el bien.
3. Hacerla eficazmente lograr el bien que quiere.
4. Hacerla perseverar en el bien
5. Hacerla conseguir la gloria.
Evidentemente tú no estás de acuerdo con el tres (3) y se sigue de ahí que crees que el cuatro (4) y el cinco (5) dependen del hombre no de la gracia pues dijiste: "La decisión última es siempre nuestra con respecto a las gracias esas recibidas sean con el fin que sean". Un atentado claro contra la eficacia de la gracia, a las que llamaste "inútiles" si el hombre no hace lo que le atribuyes a él pues dices que ya no le corresponde eso a Dios.
En la escolástica, siguiendo a Agustín, se suele dividir la ayuda de Dios en previniente y en subsecuente; la primera excita y sana y la segunda logra el acto mismo del hombre. Santo Tomás en el De Veritate la define así: "La gracia preveniente y la subsecuente deben entenderse en otra manera con relación al hombre a quien mueven; así la gracia preveniente causa que un hombre quiera hacer lo que es bueno, y la gracia subsecuente causa que el lleve a cabo el bien que ha querido".
La Iglesia acepta y ha hecho suya esa división pues en el capítulo V de la sesión VI del Concilio de Trento se ve claramente el uso de la gracia preveniente con las palabras "el principio de la justificación misma en los adultos ha de tomarse de la gracia de Dios preveniente por medio de Cristo Jesús" y en el canon cuatro (4) se refiere a la subsecuente (asistente para otros) con las palabras: "movido y excitado por Dios" haciendo la diferencia entre un auxilio y otro. Recordándote nueva vez el Canon nueve (9) de Orange: "cuantas veces bien obramos, Dios, para que obremos, obra en nosotros y con nosotros" que habla ciertamente de la gracia eficaz y subsecuente.
Del mismo modo al ver cómo ora La Iglesia nos podemos dar cuenta si ella cree en la gracia eficaz o no, si la Iglesia cree que la gracia ejecuta los actos con los que nos preparamos a la justificación y los actos mismos después de justificados:
"Oh Dios, de quien procede todo bien, te suplicamos humildemente te dignes inspirarnos santos pensamientos y nos hagas ponerlos por obra por medio de tu ayuda" (Domingo V después de Pascua)
"Rogámoste, Señor, te dignes prevenir con tu inspiración nuestras acciones y acompañarlas con tu ayuda, para que todas nuestras oraciones y obras empiecen en ti y en ti hallen su realización" (Sábado de las cuatro témporas de cuaresma)
Pero tú has llamado herejía a decir que Dios obre en nuestras obras y La Iglesia ora claramente contradiciéndote, rogándole a Dios que nos inspire, pero que también acompañe para que la obra encuentre su realización en Él y no en nosotros solos como tú quieres proponer.
Esta última que cito es la más impresionante:
"Aplacate oh Señor, aceptando nuestras ofrendas, y reduce suavemente a tu obediencia nuestras rebeldes voluntades." (Domingo IV después de Pentecostés)
Sorprendente! La Iglesia pidiéndole a Dios que reduzca nuestra voluntad a su obediencia.
Cae aquí perfectamente la opinión de Bossuet respecto a la gracia suficiente y a la eficaz: "Debemos admitir dos gracias de las cuales una deja nuestra voluntad sin excusa delante de Dios, mientras que la otra no la deja gloriarse en sí misma."
Termino con el testimonio de dos Doctores de la Iglesia, Santos y escolásticos, San Anselmo y San Bernardo.
San Anselmo: "Aunque la voluntad del hombre haga uso de su potestad, sin embargo, no hace nada que no obre Dios, a través de su gracia, en las buenas obras... Así pues, Dios no sólo hace que todas las buenas obras y voluntades se den en esencia, sino que también hacen que sean buenas."
San Bernardo: "Y, si es Dios quien hace en nosotros estas tres cosas, es decir, si es Él quien nos da el buen pensamiento, la voluntad justa y el cumplimiento de la obra, ciertamente es preciso decir que obra lo primero sin nosotros, lo segundo, con nosotros, y lo tercero, por nosotros."
En el Amor de Jesús.
Gabaon. _________________ "Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi espíritu por la mañana te busco." (Isaías 26, 9) |
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Gabaon Constante
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 796
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Publicado:
Lun Ene 23, 2006 3:00 am Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Dios te bendiga Manuel.
2. Los dones de Dios son nuestro mérito.
Aquí sería bueno apelar a tu memoria un poco.
En el epígrafe sobre si Dios se impone yo sostuve una y otra vez, otra y una vez la soberanía de Dios junto a la inviolabilidad del albedrío. Dije que Dios nunca violenta el albedrío ni le impone necesidad ni coacción y tú fuiste quien ligeramente se oponía a esta verdad y andabas buscando alternativas.
Me agrada en sobremanera ver que ahora andas defendiendo la voluntariedad de los buenos actos humanos. Pero me sorprende que olvides tan pronto que yo defendí eso contra ti antes de que yo abriera este epígrafe.
Manuel C. escribió: | Pero esas obras jamás serán perfectas, y en verdad, no se merecen en ningún caso el mismo cielo, pues la desproporción entre premio y "calidad" de simple obras humanas (encima ayudadas por Dios) por muy hechas que estén en Gracia Santificante es tan evidente que hace exclamar a Trento citando al Apóstol: " cuya bondad es tan grande para con todos los hombres, que quiere sean méritos de estos los que son dones suyos.", para explicarte la inmensa desproporción de esas obras y el excesivo premio, aparte o juntamente con que esas obras estén posibilitadas por la gracia, que no ejecutadas por ella |
Nueva vez quiero pedirte que me digas cuál es el Apóstol que Trento cita que dijo: "cuya bondad es tan grande para con todos los hombres, que quiere sean méritos de estos los que son dones suyos.". He recorrido cada rincón del Nuevo Testamento, como por coma, letra a letra, sin saltarme una sola, y me falla la memoria para recordar esa cita como proveniente de La Biblia. Así como un comentario al margen podríamos tomar la doctrina de ese Apóstol y resolvemos esta parte.
Luego, en otro aporte has dicho: "Las obras del hombre son meritorias en tanto que proceden del Espíritu y se hacen en Gracia Santificante. Pero las hace el hombre verdaderamente. Por ello que la Iglesia enseña que las obras en este sentido sí merecen la vida eterna. Se merece de condigno en tanto proceden del Espíritu, y merecen de congruo en tanto son del libre albedrío"
No hay manera, Manuel, de hacer coincidir estos dos aportes pue se contradicen en todo y nada tienen en congruencia salvo que ambos dicen que Dios no obra junto a nosotros en nuestras obras.
Pero en el primero dices claramente que esas obras "no se merecen en ningún caso el mismo cielo" y en el segundo dices: "Por ello que la Iglesia enseña que las obras en este sentido sí merecen la vida eterna. Se merece de condigno en tanto proceden del Espíritu" obviamente en tu segundo aporte has rectificado tu posición en cuanto que sí merecen estas obras la vida eterna. Así que nada tengo que añadir a esto.
En la parte donde dice que las obras proceden del Espíritu es evidente que has rectificado porque has leído a Santo Tomás, pero no lo has citado porque dice claramente lo contrario que tú y no llegas a donde llega él.
Dice Santo Tomás:
"si hablamos de la obra meritoria en cuanto procede de la gracia del Espíritu Santo, entonces sí que merece la vida eterna de modo condigno. Porque en este caso el valor del mérito se determina en función de la virtud del Espíritu Santo, que nos mueve hacia la vida eterna, tal como se dice en Jn 4,14: Brotará en él un surtidor de agua que saltará hasta la vida eterna. El valor de la obra ha de ser apreciado también atendiendo a la dignidad de la gracia, que, al hacernos partícipes de la naturaleza divina, nos hace hijos de Dios por adopción y, en consecuencia, herederos por el mismo derecho de adopción, según aquello de Rom 8,17: Si hijos, también herederos"
De donde claramente se corrige tu refutación de que el mérito no procede de la acción de Dios.
Una obra meritoria no es meritoria solamente porque la ha hecho un hombre sano sino porque Dios mismo se ha involucrado en la consecusión y ejecución de esa obra que Dios se debe a sí mismo recompensa. La desproporción obra-recompensa se ve salvada cuando se comprende que Dios ha prometido recompensa, libremente, por su gran bondad, y porque es Él mismo quien ha posibilitado, impulsado y logrado la obra. Claro está, al igual que siempre lo he defendido, junto y con el hombre, sin violentar su albedrío ni imponerle necesidad.
Sobran las veces que he defendido que Dios obra de esta manera así y no de otra, pero un testimonio a mano, fue esto que le comenté a Esther hace poco y tú quieres corregir:
"Si uno enseña que Dios pone en los justos el querer y el obrar, que Dios antecede, previene, inspira, capacita y excita al hombre, si contar, ni depender, ni requerir de su ayuda y luego que Dios lo mueve, ejecuta y consigue junto al hombre la obra pues no hay razón para dudar que esta obra hecha por Dios merece recompensa. Y como tanto el objeto al que está ordenada la obra es sobrenatural y como su agente Primario es Dios, y los auxilios para lograr ese objeto son sobrenaturales y ahora la causa segunda (el hombre) se encuentra en un estado sobrenatural pues ha sido elevado a ese orden por Dios con la Gracia Santificante, pues lo que ese hombre hace bajo estas condiciones tiene derecho, dignidad y mérito delante de Dios porque Dios es quien se ha comprometido plenamente a lograr lo que el hombre ha hecho y no recibe mérito, dignidad y derecho en el orden de justicia por lo que procede del hombre sino por su procedencia de Dios. "
No sé qué quieres corregirle a eso si es lo mismo que acabas de decir (y que no es lo que decías antes). Nota que ahí mismo llamo al hombre causa segunda y que digo claramente que Dios logra la obra junto al hombre.
En el Amor de Jesús.
Gabaon. _________________ "Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi espíritu por la mañana te busco." (Isaías 26, 9) |
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Lun Ene 23, 2006 12:57 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Gabaon,
Yo no voy a entrar en tu juego ese de deicr ahora cosas distintas con las que yo no estoy en desacuerdo. Te vuelvo a repetir que tú has sido quien ha afirmado lo siguiente, con esta precisa secuencia y con esta clarísima causalidad y consecuencia. Esto has enseñado por dos veces:
Que es Dios quien además de animar, ayudar, obrar dentro del hombre, preparar etc, etc (eso nadie lo discute), es quien EJECUTA esas obras, y que por ser él quien las EJECUTA, es por eso que esas obras YA son PERFECTAS y que por eso son meritorias. Si no fuese así, obviamente, no serían perfectas y no podrían merecer nunca.
Eso, en esa secuencia, con esas palabras, con ese sentido es lo que has enseñado tú con meridiana claridad sobre por qué las obras son meritorias.
Sto. Tomás dice cosas RADICALMENTE distintas. Trento dice cosas RADICALMENTE distintas.
Por eso te pido de nuevo que me enseñes un texto magisterial clarito, cristalino que enseñe esa secuencia. No versitos sueltos por aquí y por allá, ni textos más o menos confusos.
Cosa tan importante, tan fundamental, como es que el hombre pueda merecer de Dios el Cielo...¿Cómo es posible que no encuentres esa SECUENCIA así tan clara como tú la expresas en el Magisterio?¿[/b] No me dirás que eso que tú "sabes" tan sencillo se les ha olvidado a nuestros pastores ponerlo en un DOCUMENTO DOGMÁTICO, de forma clara , cristalina, que se entienda?[/b]
Y segundo, si tú argumentas que TODAS las obras buenas, merecedoras o no son realizadas SIEMPRE igualmente por gracias actuales... ¿Como es que no son todas ellas merecedoras si son igualmente PERFECTAS?
Dos cuestiones Gabaon están sobre la mesa. Un texto claro que se te pide y una respuesta de sentido común. Nada de penumbras, medias sombras, textos ambiguos etc, etc.
Eso sigo aguardando.
Bendiciones.
P.d: No es caritativo Gabaon de tu parte el andar acusando de herejes pelagianos a quienes sostenemos con Trento y con los grandes Doctores que el hombre se merece la salvación vía méritos de sus buenas obras, que éstas no son ejecutadas por Dios, sino por el hombre, con toda la cooperación de Dios que toma la iniciativa siempre, sin cuya ayuda no es posible realizarlas en un plano genérico, pero que estas obras NO son perfectas en ningún caso, y que su merecimiento no viene de que sean PERFECTAS porque las ejecute Dios, sino que ese mérito procede de una disposición divina muy generosa - una justicia no de igualdad sino de des-igualdad, muy misericordiosa, por gracia, que establece la Ley a la que estamos sujetos: "SI quieres la VIDA, guarda los mandamientos". Eso enseña la Iglesia, eso enseñan los grandes doctores. Así lo he mostrado con textos CRISTALINOS que refutan TODA tu argumentación. Y además con ese Doctor, Sto. Tomás, al que tú tanto te adscribes gratuitamente pero al que no haces ni caso en lo que enseña.
Así que no pidas respeto para tí cuando eres tú quien ha comenzado a llamarnos herejes pelagianos a los demás desde el principio. ¿O es caritativo cuando tú lo haces y no lo es cuando lo hacemos los demás? _________________ Video SantoSubito:
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Lun Ene 23, 2006 4:21 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Como la segunda pregunta se ha quedado algo retrasada, ilustro lo que quiero decir. Gabaon dice:
Cita: |
y consigue junto al hombre la obra pues no hay razón para dudar que esta obra hecha por Dios merece recompensa. |
Pues yo le pregunto por eso que afirma ahí en síntesis:
1.- ¿Como entonces no son meritorias TODAS las obras de un pecador mortal destinadas a su justificación?. Pues cumplen TODAS las condiciones, ya que sólo es por gracias actuales que puede realizarlas.
2. ¿Como no son meritorias igualmente TODAS las obras preparatorias de un catecúmeno adulto sin cumplen TODAS esas condiciones?. Idem de idem.
3. ¿Cómo no son meritorias TODAS las buenas obras de cualquier infiel si cumplen TODAS las condiciones esas según Gabaon?. Gabaón sostiene que todas las obras buenas son posibles sólo con gracias actuales, aunque sean de personas no en Gracia Santificante.
El que haya seguido este debate se dará cuenta de cómo Gabaon no quiere ni entrar a responder o aclarar esta cuestión ni la otra, sino que prefiere divagar como escapatoria.
Y es que la asombrosa contradicción de su pensamiento es tan evidente que ahora mismo él debe andar buscando la imposible respuesta sin entrar en nueva contradicción o con necesidad de modificar otras cosas (que es lo que sabe que debe hacer, pero por orgullo no lo hace). Yo creo que ni siquiera se había parado a meditar en lo que está exponiendo, y así no ya sólo sus palabras, sino sobre todo su pensamiento es de una contradiccción que me asombra. Y desde luego nadie se lleve a engaño, la Iglesia no enseña esas contradicciones tan palmarias que nos cuenta Gabaon. Es imposible que la Iglesia cometa semejante contradicción palmaria.
Así que seguiré esperando una respuesta a esto o una rectificación/aclaración. A ver si el orgullo da al menos para eso... _________________ Video SantoSubito:
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Albert + Moderador

Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 27940 Ubicación: Puerto Rico
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Publicado:
Lun Ene 23, 2006 7:43 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Hermanos Manuel y Gabaon:
¿Podrían responder a estas preguntas?
1. ¿Obra Dios siempre en los hombres independientemente si están en pecado mortal o si son justos?
2. ¿Facilita Dios el obrar en los hombres independientemente si están en pecado mortal o si son justos?
3. Ejecuta Dios las obras de los hombres independientemente si están en pecado mortal o si son justos?
4. Cooperan los hombres con Dios en el obrar independientemente si están en pecado mortal o si son justos
Es necesario que lean con cuidado las preguntas antes de responder, pareciera que dicen lo mismo pero no es así. Dios les bendiga. _________________

Transfíge, dulcíssime Dómine Jesu
Albert González Villanueva, OFS |
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Lun Ene 23, 2006 8:20 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Mientras continúa la espera.....San Agustín, uncensored:
Cita: |
DE LA GRACIA Y DEL LIBRE ALBEDRÍO
...
Dios hizo al hombre desde el principio y le dejó en manos de su albedrío. Si tú quieres, puedes guardar sus mandamientos, y es de sabios hacer su voluntad. Ante ti puso el fuego y el agua; a lo que tú quieras tenderás la mano. Ante el hombre están la vida y la muerte; lo que cada uno quiere, le será dado . Bien a la luz aparece aquí el libre albedrío de la humana voluntad.
....
Nadie, por consiguiente, haga a Dios responsable cuando peca, sino cúlpese a sí mismo. Ni tampoco, cuando bien obra, juzgue el obrar ajeno a su propia voluntad, porque si libremente obra, entonces existe la obra buena, entonces hay que esperar el premio de aquel de quien está escrito: Quien pagará a cada uno conforme a sus obras.
.. Mas cuando el hombre dice: «No puedo obedecer, pues me vence mi concupiscencia», ya excusa por ignorancia no tiene ni defiende a Dios en su corazón, sino que conoce el mal en sí mismo y se duele; a quien, con todo, dice el Apóstol: No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Y, ciertamente, a quien se dice no seas vencido, se le supone, sin duda, el árbitro de su voluntad. El querer y no querer, cosa es de propia voluntad.
San Agustín
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Ni tampoco con el bien obrar ...¡Menuda sentencia !!.... Esto es lo que enseña San Agustín más allá de "recortes" y frases sueltas.
El texto completo está aquí, para que todos lo leamos:
http://www.iglesiareformada.com/La_Gracia_San_Agustin.html
Sigue San Agustín recalcando y corrigiendo a los herejes pelagianos y muestra como siempre es Dios quien toma la iniciativa, como sin su gracia primera es imposible alcanzar ese cielo etc, etc, etc. Estas cosas, fundamentales como son, por lo recalcadas y compartidas por todos las omito. Pero sólo por esa razón, ojo, que eso es netamente católico y vale la pena recalcarlo. Pero sin exagerar y pasarnos al Janseanismo. Sí me detengo en este párrafo que sigue para que veamos en boca de San Agustín el motivo de la herejía pelagiana, que no atiende a las exageraciones de Gabaon, más papista que el Papa en este asunto:
Cita: | DE LA GRACIA Y DEL LIBRE ALBEDRÍO
15. Mas porque los pelagianos dicen que sólo la gracia, por la que se perdonan los pecados, no es según nuestros méritos, pero que, en cambio, aquella gracia final, la vida eterna, se nos da por nuestros méritos, fuerza es que les contestemos. Si nuestros méritos los entendiesen de manera que vieran en ellos dones también de Dios, no habría por qué rechazar tal sentir;...
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Y es que Gabaon sencillamente no quiere entender, o no le gusta, o cree que además de Trento, Sto. Tomás etc, etc, hasta San Agustín debe de haber entrado en ese "nido de pelagianos" que nos invade al afirmar que es netamente católico hablar de "nuestro" verdadero mérito humano. ¿Qué les pasa a los pelagianos entonces?. Pues San Agustín lo explica bien facilito en la siguiente línea:
Cita: |
... pero como entienden los méritos humanos de modo que el hombre por sí mismo los adquiera, con toda razón responde el Apóstol: Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? ..
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Como se ve, la herejía pelagiana es tan absurda que sólo en la intoxicada mente de Gabaón cabe pensar que aquí estemos todos con Trento, los Santos Concilios y los grandes Doctores, defendiendo que las obras meritorias son verdadero mérito del hombre sólo porque éstas se hacen sin la inicitación, ayuda ni colaboración de la Gracia... ¿A que sí, a que eso enseña la Iglesia?
Los buenos méritos son nuestros, verdaderamente, porque la ejecución de las obras debe ser nuestra. Pero lo que corona Dios es su procedencia, divina, en el sentido de que los DONES que nos permiten hacer esas buenas obras - nuestras buenas obras- si proceden del Espíritu.
Así San Agustín afirma con Sto. Tomás la doble causa del mérito de nuestras obras, por ser nuestra la ejecución (obvio) en libertad, y por proceder de Dios su posibilitación, que no su ejecución:
Cita: |
.... Si, por consiguiente, dones de Dios son TUS buenos méritos, no corona el Señor TUS méritos en cuanto, méritos TUYOS, sino en cuanto dones suyos.
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por la procedencia, que no por la ejecución, nos merecemos de condigno por NUESTRAS buenas obras la salvación. Y de congruo por ser exclusivamente nuestras, como enseña Sto. Tomás y Gabaon no quiere ni comentar.
Sí es cierto que San Agustín habla en un par de ocasiones de que Dios "ejecuta" las obras. Y precisamente esas frases de San Agustín no han sido tomadas por la Iglesia como propias. El Magisterio no las enseña. No por ellas mismas, pues la Iglesia no las comparte, sino porque el sentido que San Agustín quiere darles no es de una verdadera ejecución de parte de Dios, como bien se entiende en el primer párrafo -["Nadie, por consiguiente, haga a Dios responsable cuando peca, sino cúlpese a sí mismo. Ni tampoco, cuando bien obra"], sino más bien para evitar que nadie se gloríe por sus obras. Así san Agustín, sin pretender ese sentido, le da hasta el mérito de la ejecución propiamente dicha a Dios. Y es que el mismo Sto. Tomás ya advierte sobre determinadas frases del que llama Maestro, informando que sus palabras muestran un claro sentido platónico en muchos lugares que no deben llevar a error, pues San Agustín escribe a la manera platónica muchas veces. Elevando sus palabras para hablar más al alma que para enseñar doctrina con detalle y profundidad. Contra ello advierte Sto. Tomás.
A esas frases se refería antes Luis Fernando cuando decía que a Jansenio se le condenan cosas que dijo San Agustín. Pero es que Jansenio sí sentía con la literalidad de ellas, pero no así San Agustín cuyo pensamiento ha quedado bien claro al principio, al afirmar que las buenas obras son verdadero mérito del hombre y ejecutadas necesariamente por él.-["Nadie, por consiguiente, haga a Dios responsable cuando peca, sino cúlpese a sí mismo. Ni tampoco, cuando bien obra"]. Y como más claro deja más adelante:
Cita: |
La voluntad es preparada por el Señor, y Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino, y Dios es el que en vosotros produce el querer. Sin duda que nosotros obramos cuando obramos; pero El hace que obremos al dar fuerzas eficacísimas a la voluntad, como lo dijo: Haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Cuando dice: Haré que andéis, ¿qué otra cosa dice sino arrancaré de vosotros el corazón de piedra, por el que no obráis, y os daré el corazón de carne, por el que obraréis?
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"Sin duda". Pues eso, sin dudarlo. Se ve claro que San Agustín no quiere decir otra cosa que el que Dios prepare, ayude, inicie, posibilite, eleve, prepare, las buenas obras etc, pero NO que Él obre realmente por nosotros y entonces esas obras sean perfectas y por eso merecen etc, etc, etc.
Y en ese sentido es en el que hay que leer determinados textos bíblicos y frases sueltas de los Doctores. Y no de otra manera, porque entonces se condenan, como en Trento o como contra Quesnel o Jansenio. Así nos recuerda Trento y que no me cansaré de repetir, donde se advierte que no sólo decir que es Dios quen peca, sino también que es Dios quien "ejecuta" realmente las buenas obras, es condenado:
CAN. VI. Si alguno dijere, que no está en poder del hombre dirigir mal su vida, sino que Dios hace tanto las malas obras, como las buenas, no sólo permitiéndolas, sino ejecutándolas con toda propiedad, y por sí mismo; de suerte que no es menos propia obra SUYA la traición de Judas, que la vocación de san Pablo; sea excomulgado.
Y que nadie se lleve a engaño, la frase inicial no incluye el "dirigir bien su vida", porque "dirigir" bien nuestra vida sí que es algo causado por Dios indispensablemente (Causado, no ejecutado, ojo).
Por si alguien se lleva a engaño que piense con sentido común: Ese canon no quiere condenar sólo a quien diga que Dios "ejecuta" las malas obras. Pues es absurdo que ningún hereje sostuviese SOLO eso. Sostenían algunos que Dios "tomaba posesión" del individuo de tal manera que Él ejecutaba las buenas obras, y por extensión, hasta las malas, o por lo menos permitiéndolas en ese tipo de "posesión". Así se condena el conjunto de que Dios "ejecute" las obras -buenas o malas-, pero sólo comienza condenando el que Dios "diriga" la mala vida, pues la Iglesia sí admite obviamente que la gracia de Dios precede a una vida santa.
Y si la cosa fuese como Gabaon dice, Trento hablaría SIEMPRE de que "Dios ejecuta nuestras obras y por eso bla, bla, bla..". Pero no sólo Trento jamás hace eso, sino que lo condena. Aquí se ve claramente cómo hacer NOSOTROS buenas obras con la Gracia, no significa que sea la Gracia la que las hace "con nuestro permiso". Ojo, que el "también" va con el mérito, no con la ejecución:
CAN. XXXII. Si alguno dijere, que las buenas obras del hombre justificado de tal modo son dones de Dios, que no son también méritos buenos del mismo justo; o que este mismo justificado por las buenas obras que [EL] hace con la gracia de Dios, y méritos de Jesucristo, de quien es miembro vivo, no merece en realidad aumento de gracia, la vida eterna, ni la consecución de la gloria si muere en gracia, como ni tampoco el aumento de la gloria; sea excomulgado.
¿Por qué habla nada más de "dones" y no de "ejcución" al hablar de las buenas obras "del hombre"?. ¿Del hombre????...¿Pero no dice Gabaón que son de Dios esas obras???. ¿Cosa tan relevante se les ha "colado"?
Si la razón es que es la Gracia quien EJECUTA las cosas, con nuestra colaboración o nuestro permiso marginal, y que por eso son perfectas y bla, bla, bla...¿Como es que Trento se equivoca y lo escribe siempre al revés?. Porque no es una vez, no es un "lapsus", es que una detrás de otra Trento le lleva la contraria a quien eso afirme y lo escribe todito todo al revés. ¿¿??
Aquí está la sesión completa de Trento, enterita. A ver si alguien encuentra que Dios "ejecuta" las obras etc, etc UNA SOLA VEZ:
http://www.multimedios.org/docs/d000436/p000003.htm
Sólo una vez se encuentra que Dios sea causa de la ejecución, NUNCA el ejecutor.
Y volviendo al sunto, en definitiva el problema pelagiano expuesto por San Agustín -que de eso sabe más que cualquier otro-, es que niega toda necesidad de la Gracia, -salvo para perdonar pecados- y no otras exageraciones y falsedades que son plenamente católicas y no heréticas. El que quiera leer el texto completo tendrá una buena idea de primera mano sin tantas ensoñaciones y exageraciones. Con la salvedad dicha, que es precisamente lo que nunca el Magisterio ha hecho suyo de San Agustín.
Por cierto, Pelagio era un hereje como la copa de un pino, pero no es que fuese un desalmado. El no estaba contra Dios, él ,argüía que el hombre debía merecer la salvación por sus buenas obras sin la ayuda de la gracia de Dios, porque así Dios lo había establecido, y que esto era plenamente posible pues Dios no era un Dios malvado, sino justo. Errado por tanto, pero no un desalmado anticristiano. Así que tampoco exageremos....
Bendiciones.
P.d: Lo mismo que ocurre con San Agustín cuando dice lo de "ejecutar" ocurre con esas frases sueltas de San Anselmo o San Bernardo. Así que nadie se deje llevar a error por esas frases sueltas que todos escribimos pero que no significan más allá de darle siempre la gloria a Dios. Lo cual es bien importante como todos sabemos. _________________ Video SantoSubito:
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Lun Ene 23, 2006 9:12 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Albert escribió: | Hermanos Manuel y Gabaon:
¿Podrían responder a estas preguntas?
1. ¿Obra Dios siempre en los hombres independientemente si están en pecado mortal o si son justos?
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Dios siempre está obrando. Y aunque cabe entender que Dios puede abandonar al hombre pecador si su paciencia se ha terminado y permitir que el resto de su vida lo sea sólo para otra causas de su Misterio, a mí me parece piadoso esperar que haya una última oportunidad cercana al momento de la muerte.
Cita: |
2. ¿Facilita Dios el obrar en los hombres independientemente si están en pecado mortal o si son justos?
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"Facilitar" siempre mediante una gracia actual cada buena obra es algo que se discute. La Iglesia no enseña que sea indispensable, pues el hombre es capaz de realizarlas individualmente por su propia naturaleza aunque no tan elevadas como con la gracia de Dios. Puede que sí ayude siempre, puede que no. Eso tanto te vale para el pecador como para el que está en gracia.
La diferencia fundamental es que estando en Gracia Santificante, y por pura gracia, cualquier obra buena, es meritoria, dado que al estar en Gracia Santificante somos partícipes de la filiación divinas, y por esa dignidad de procedencia, NO POR LA PERFECCIÓN de la propia obra como dice Gabaon, es por lo que una obra hecha en gracia merece gloria y santificación y si no no lo merece.
Si fuese sólo por que Dios la incita, etc, etc. Todas las buenas obras que hiciese cualquiera atendiendo a esas incitaciones de la gracia serían meritorias. La Iglesia no enseña eso obviamente y de ahí la contradicción evidente de lo que expone Gabaon. Para que entiendas el absurdo de la proposición de Gabaon que afirma que al ser las obras ejecutadas por Dios estas son perfectas y por tanto "ya" merecen, valga cuestionarse como es posible que Dios realice una obras "muy poco perfectas", "regular de perfectas" y "perfectísimas" de tal manera que Santo Tomás afirme que unas merecen más que otras. Lee esto y ahora plantéate como es posible que a Dios no le salgan "perfectas" todas las obras:
Cita: |
http://www.hjg.com.ar/sumat/a/c95.html#a4
Las obras del primer hombre, ¿fueron o no fueron menos dignas de mérito que nuestras obras?
....
Respondo: La cantidad de mérito puede medirse por dos principios. 1) Primero, por la raíz de la caridad y de la gracia. Tal cantidad de mérito responde al premio esencial, que consiste en el goce de Dios, pues el que hace una obra por una caridad más grande gozará más perfectamente de Dios. 2) Segundo, puede medirse el mérito por la cantidad de la obra. Esta puede ser doble: absoluta y proporcional. Ejemplo: La viuda que echó dos chavos en el cepillo del templo (Mc 12,41) hizo una obra más pequeña que los que depositaron grandes limosnas; pero en cantidad proporcional hizo más, según la sentencia del Señor, porque lo dado superaba sus posibilidades. Ambos géneros de cantidad responden, sin embargo, al premio accidental, que es el gozo del bien creado.
Así, pues, hay que decir: Hubieran sido más meritorias las obras realizadas en el estado de inocencia que después del pecado, si consideramos la cantidad de mérito por parte de la gracia, que sería entonces más abundante por no oponérsele ningún obstáculo de la naturaleza humana. También serían más meritorias considerando la cantidad absoluta de las obras, puesto que, al ser el hombre más virtuoso, realizaría obras más grandes. Pero si se considera la cantidad proporcional, hay mayor razón de mérito después del pecado por la debilidad humana, ya que supera más las propias fuerzas una obra pequeña costosa que una obra grande ligera.
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Eso de la cantidad de mérito si las obras las ejecuta Dios y son perfectas pues ...pregúntaselo tú a Gabaon, a ver si a tí te hace caso y qué ocurrencia nos suelta. Ya ves como te ha respondido a las dos condenas de Quesnel que le mostraste. Ni caso.
En cualquier caso, es indispensable que las obras buenas tendentes a recuperar el estado de Gracia de un pecador provengan directamente de una Gracia de Dios muy especial. Por eso se dice que las buenas obras no merecen gracias, refiréndose a la justificación primera ( o tras una caida). Y tampoco proviene de la propia fe del individuo, como afirmaban los semipelagianos y sugería ese párrafo de Gabaon tantas veces mostrado que se niega a cambiar. Dios toma la iniciativa siempre, por lo menos en esos asuntos. No depende ni de la fe ni de las obras para ello. Es más, afirmar que las gracias deben venir por la Fe es semipelagiano, pues hace preceder la fe a las gracias, aunque Gabaon no quiera enterarse de ello y sólo le moleste quien diga que las obras buenas preceden a la gracia.
Como tenga ganas de divertirme ahondaré en el semipelagianismo evidente de lo expresado al principio por Gabaon. Que él no se da cuenta de ello, pero hay donde rascar y rascar y no acabar.
Cita: |
3. Ejecuta Dios las obras de los hombres independientemente si están en pecado mortal o si son justos?
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Dios no ejecuta ni unas ni otras. Eso son proposiciones condenadas claramente y las citas malinterpretadas de San Agustín (y otros) que así hablan no expresan su pensamiento, y en cualquier caso si lo expresasen, la Iglesia no sólo nos los ha asumido como propios sino que ha condenado a quien las afirmase en el sentido que expresa esa literalidad. En el post anterior lo mostré.
Claro que Gabaon sostiene que se ejecutan ambas, y por eso yo le pregunto que por qué las del pecador no son meritorias igualmente. Y por eso yo le pregunto, y por eso él no me responde..Se entiende ¿a que sí?
Cita: |
4. Cooperan los hombres con Dios en el obrar independientemente si están en pecado mortal o si son justos
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Puede que sí puede que no...El hombe puede rechazar la gracia que Dios le envíe (su finalidad, no el "envío" obviamente). El que niegue eso está condenado por la Iglesia, como ya he mostrado hasta la saciedad. Gracias de ese tipo obviamente. Las gracias gratis datae no son "rechazables" pues son dones no directamente involucrados en la salvación, aunque son verdaderas gracias.
Bendiciones. _________________ Video SantoSubito:
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Esther Filomena Veterano
Registrado: 03 Ene 2006 Mensajes: 2345
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Publicado:
Lun Ene 23, 2006 10:26 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Alejandro Berganza escribió: | Esther Filomena escribió: |
Porque aqui hablamos de "gracia" y "meritos" con mucha facilidad, y sin preocuparse de confundir la Doctrina, que es una sola, no tiene tantos grises como se le quieren dar. Y no por hablar mas o menos bonido es diferente.
A mis preguntas anteriores puedo sumar otra por favor:
Que valor tienen las obras en el camino de salvación?
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Estimada Esther Filomena, tienes razón, no es que haya tantos grises, realmente. Pero ocurre que muchas veces se quieren "agrisar" cosas claras, borrar los contornos de lo que debe mantenerse nítido y, entonces, es indispensable entrar a ocuparse directamente de esos grises. No hay más remedio. Esto es lo que hizo Trento, ocuparse de los grises para remarcar los contornos y protegerlos de los intentos anteriores de desdibujarlos. Ciertamente nos encontramos en el terreno de lo gris. Y allí nos metió la llamada "Reforma".
Yo he participado siempre desde los contornos bien dibujados, que son lo que son, antes y después de cualquier elaboración teórica. En los contornos he fincado mis participaciones.
Por ejemplo y para hacer una analogía, yo me he plantado en que hacer ejercicio es bueno para el desarrollo y mantenimiento del cuerpo humano, y he brincado cuando alguien trata de citarme docenas de estudios para confundir ese principio de salud para una persona normal.
Por ejemplo, mira esa pregunta que tú te has forzado a hacer, porque esa verdad sobre el papel de las buenas obras en la salvación ha resultado bañado en lodo y nubes negras desde la "Reforma".
La calumnia protestante -sin ningún fundamento en absolutamente nada- es que los católicos creemos que con la buenas obras merecemos el cielo. Esto es falso, falsísimo de toda falsedad, porque todo todo católico sabe que la reconciliación con Dios se hace en el confesionario y sólo en el confesionario, y a esto atestiguan las larguísimas colas en todas nuestras Iglesias en Latinoamérica. Y todo es para atacar las buenas obras y desmerecer la santidad que testimonian los santos de la Iglesia católica que han entregado su vida a servir a Dios.
Las buenas obras tienen valor siempre y por supuesto que son importantes para el camino de la salvación siempre lo que se dice siempre. Por supuesto que un hombre en pecado mortal que haga buenas obras -que son obras también de Dios porque son inspiradas por gracias actuales que son correspondidas- estará más lejos de la condenación que un hombre en pecado mortal que continúe haciendo malas obras. ¿Cómo no podría ser así?
Si una doctrina me viene a decir que una obra de caridad hecha en pecado mortal no contribuye nada pero nada de nada de nada a la salud eterna de un hombre, y que no le merece nada pero nada de nada en lo que respecta al orden sobrenatural (o sea, que ese muerto en la gracia está más cerca de la resurrección si corresonde mejor a los "desfibriladores" de las gracias actuales), pues yo la rechazo con todas las fuerzas que puedo, porque es imposible que tal cosa pueda venir de Dios. Y por supuesto que con la misma fuerza acepto la doctrina que me dice que las obras buenas ganan merecimiento infinito al estar en estado de gracia.
Porque Dios manda hacer obras buenas siempre, y ese mandato no pierde vigencia cuando un hombre está en pecado mortal, y si un hombre en pecado mortal sigue un mandamiento de Dios, por supuesto que le puede merecer algo -lo que sea- porque si nosotros somos agradecidos hasta con un malo que nos hace un bien, ¿cómo no lo será Dios?.
Si alguien me dice que Dios no agradece o no recompensa de ningún modo, o sea, le quita TODA capacidad de merecimiento pero lo que se dice toda a una obra buena hecha por un hombre en pecado mortal, no tengo que leer ningún texto para saber que esto no puede ser cierto. Y es imposible que mi Iglesia afirme tal cosa, porque esto equivale exactamente a atacar buenas obras hechas en algún estado determinado, desmotivarlas, desmerecerlas, y quitarle vigencia universal a un mandato de Dios de obrar bien siempre, al postular que si se sigue un mandato de Dios -como salvarle la vida a un moribundo abandonado- en estado de pecado mortal, que esta obra no tiene ninguna pero lo que se dice ninguna capacidad de merecimiento de ningún tipo. Esto no puede ser! Y la Iglesia no enseña semejante doctrina negativa.
En resumen, las obras buenas juegan un papel indispensable -si Dios las excusa es por su infinita misericordia- en el camino a la salvación -porque asi lo manda Dios y advierte duramente contra la omisión de las obras buenas- y está más cerca de la salvación un hombre en pecado mortal que no dejar de hacer obras buenas, que un pecador mortal que no deja de cometer el mismo pecado mortal.
El mandato de obrar bien es universal, y si es universal, a Dios no le puede ser indiferente el cumplimiento de un mandato suyo de hacer el bien aun si es cumplido en pecado mortal y, por supuesto, que puede jugar algún papel importante en la salvación, el que sea. La Iglesia no niega esta posibilidad al afirmar el merecimento de las obras buenas hechas en estado de gracia.
Por lo tanto, las obras buenas juegan un papel indispensable en el camino a la salvación, y lo juegan siempre, en pequeñísimo o infinito grado, por la sencilla razón de que Dios las manda hacer siempre, en cualquier estado en que se encuentre el hombre. ¿Cómo puede Dios ser completamente indiferente ante un pecador mortal que corresponde a una gracia actual suya y NEGAR TODA capacidad de merecimiento a esa buena obra que hace un bien a otro hijo suyo muy necesitado en respuesta a una inspiración suya? La Iglesia no enseña esta actitud negativa de Dios, o sea, no niega alguna -la que sea- posibilidad de merecimiento de una obra buena hecha en pecado mortal.
No hay que atacar de ningún modo ni indirecta ni directamente ni nada de nada de nada a las obras buenas, porque en ellas se hace presente Cristo en la historia, aunque las haga un pecador mortal. |
Primero que nada gracias Alejandro por contestarme. En eso muestras mucha caridad.
Porque en verdad me da mucha tristeza ver sumidos a los hermanos en una prolongada discusion, que no veo que tenga final. No se si la idea es hacer gimnasia teologica, para ver quien habla mas coordinado y quien cita mas Padres, o mas Concilios.
Hasta donde mi limitadisima elocuencia me permite, la Doctrina de la Iglesia es clara, y asi es comm la entiendo.
Nuestra salvacion resulta de:
·Por medio de creer en Cristo (Juan 3:16; Hechos 16:31)
·Por medio del arrepentimiento (Hechos 2:38; 2 Pedro 3:9)
·Por medio del bautismo (Juan 3:5; 1Pedro 3:21; Tito 3:5)
·Por obra del Espíritu Santo (Juan 3:5; 2 Corintios 3:6)
·Por medio de la declaración de nuestra fe (Lucas 12:8; Romanos 10:9)
·Por medio de conocer la verdad (1 Timoteo 2:4; Hebreos 10:26)
·Por obras (Romanos 2:6,7; Santiago 2:24)
·Por guardar los mandamientos (1Corintios 7,19)
·Por bondad inmerecida o gracia (Hechos 15:11; Efesios 2:
·Por la sangre sacrificial de Cristo (Romanos 5:9; Hebreos 9:22)
·Por la justicia o santidad de Cristo (Romanos 5:17; 2 Pedro 1:1)
·Por el sacrificio en la cruz (Efesios 2:16; Colosenses 2:14)
Por lo tanto nuestra salvación es resultado de aceptar la gracia gratuita regalada a nosotros por Dios, mediante el Sacrificio en la Cruz de Su Hijo.
Que nuestras obras no nos salvan, pero son requisito inexcusable para obtener esa gracia.
; y se dice que somos justificados gratuitamente, porque nada de aquello que precede a la justificación, sea la fe, sean las obras, merece la gracia misma de la justificación; porque si es gracia, ya no es por las obras; de otro modo (como dice el mismo Apóstol) la gracia ya no es gracia (Rom. 11, 16). (Concilio de Trento Sesion VI)
Pero esta justificación, debe ser acrecentada cada dia de vida, porque de no ser asi esta justificación es retirada, ya sea por falta de fe o por trangresion de los mandamientos, ya que por muy justificados que estemos, eso no nos exime de cumplir los mandamientos.
Porque esta escrito: El que perseverare hasta el fin, ése se salvará (Mt. 10, 22 ¡ 24, 13)
El que es justo, justifíquese todavía (Apoc. 22, 11), y otra vez: No te avergüences de justificarte hasta la muerte (Eccli. 18, 22), y de nuevo: Veis que por las obras se justifica el hombre y no sólo por la fe (Iac. 2, 24).
Ahora hay un punto que es muy especial y muy claro:
Cuando pecamos, perdemos la gracia, pero no necesariamente la fe, y aunque esta no nos sirva de justificación, nos sirve para obtener la gracia necesaria para retornar a El.
Cuando perdemos esa gracia, dice la Iglesia que podemos obtenerla de nuevo simplemente acudiendo al Sacramento de la Reconciliación, para ello evidentemente debemos ser movidos por Dios, para que esta reconciliación nos renueve y santifique.
Por ultimo, del fruto de la justificación, o de los “meritos ganados” por las buenas obras, dice san Pablo “Abundad en toda obra buena, sabiendo que vuestro trabajo no es vano en el Señor”(1 Cor. 15, 5 . Pero para ser tomadas en cuenta estas obras se hace necesario estar ya justificado.
Porque, como quiera que el mismo Cristo Jesús, como cabeza sobre los miembros [Eph. 4 15] y como vid sobre los sarmientos [Ioh. 15, 5], constantemente comunica su virtud sobre los justificados mismos, virtud que antecede siempre a sus buenas obras, las acompaña y sigue, y sin la cual en modo alguno pudieran ser gratas a Dios ni meritorias [Can. 2]; (Concilio de Trento)
Estos premios no son ni por mucho solo por nosotros ganados, porque para lograrlos, necesitamos de la asistencia de Dios.
Así, ni se establece que nuestra propia justicia nos es propia, como si procediera de nosotros, ni se ignora o repudia la justicia de Dios [Rom. 10, 3]; ya que aquella justicia que se dice nuestra, porque de tenerla en nosotros nos justificamos [Can. 10 y 11], es también de Dios, porque nos es por Dios infundida por merecimiento de Cristo. (Concilio de Trento)
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Aunque en apariencia las buenas obras de los no justificados, no son tomadas en cuenta para obtener meritos, si son necesarias, porque gracias a ellas permanecemos unidos de alguna forma a Dios, por lo que nos establece un vinculo que podemos aprovechar si la gracia de Dios corre en nuestro auxilio.
Por lo que las buenas obras siempre son buenas, porque al menos son albanzas a Dios.
Dice el catecismo que aquellos que por ignorancia invencible desconocen a Dios pueden ser justificados de una manera inefable, debido quiza a sus buenas obras, de alli podemos concluir, que las buenas obras pueden tener algun merito en algunos casos. _________________ Esther Filomena |
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Gabaon Constante
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 796
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Publicado:
Mar Ene 24, 2006 12:41 am Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Dios te bendiga Manuel.
3. Santo Tomás y la eficacia de la Gracia.
"Dios no nos justifica sin nosotros, porque con un movimiento del libre albedrío, al ser justificados nos adherimos a la justicia que El nos infunde. Sin embargo, ese movimiento no es causa de la gracia, sino su efecto. Toda la operación pertenece, pues, a la gracia. "
No te imaginas la dulzura que invade mi alma al verte ahora defender el libre albedrío y la voluntariedad de los actos con los que nos preparamos para la justificación. Obviamente has abandonado aquella postura con la que querías desechar la verdad de que el albedrío Dios ha decidido no violentarlo ni coaccionarlo.
Más dulzura me causa que hayas traido esos textos tan hermosos donde Santo Tomás defiende que en la justificación y en nuestro obrar hacemos pleno uso de nuestra libertad. Así, habiendo hecho tanto énfasis en esta parte, pues ya no tengo que aclarar que lo que sigue y voy a citar no implica imposición de necesidad en la voluntad, y naturalmente me facilitas la corrección del punto que trataré luego de este.
Manuel C. escribió: | A Santo Tomás te lo he citado yo directamente al principio, y como ves NADA dice que se parezca a tus palabras. Y es triste que cites a Sto Tomás, que cita a San Agustín que cita a la Sagrada Escritura....¿No tienes nada mejor, más clarito?. |
Antes de todo te recuerdo esto:
"«¿Entiendes lo que vas leyendo?» El contestó: «¿Cómo lo puedo entender si nadie me hace de guía?»"
Cualquiera que haya sido instruido a los pies de un hermano mayor en la fe sobre la Doctrina de la gracia de Santo Tomás conocerá perfectamente que el Doctor Angélico defiende la premoción física. Por lo que sí, por supuesto que tengo algo más claro de lo que me pides:
"Ahora bien, en nosotros hay un doble acto. El primero es el interior de la voluntad. En él la voluntad es movida y Dios es quien mueve, sobre todo cuando la voluntad comienza a querer el bien después de haber querido el mal. Y puesto que Dios es quien mueve la mente humana para impulsarla a este acto, la gracia se llama en este caso operante. El otro acto es el exterior. Como éste se debe al imperio de la voluntad, según expusimos arriba (q.17 a.9), es claro que en este caso la operación debe atribuirse a la voluntad. Pero, como aun aquí Dios nos ayuda, ya interiormente, confirmando la voluntad para que pase al acto, ya exteriormente, asegurando su poder de ejecución, la gracia en cuestión se llama cooperante. Por eso San Agustín, tras sus palabras arriba citadas (En camb.), añade: Obra para que queramos; y cuando ya queremos, coopera para que acabemos la obra. Por consiguiente, si se toma la gracia como una moción gratuita de Dios, por la que nos impulsa a realizar un bien meritorio, con razón se la divide en operante y cooperante."
Obviamente Santo Tomás defiende el libre albedrío, pero para él el albedrío es premovido por la gracia y luego ayudado por ella para lograr el bien que quiere, plenamente contrario a lo que tú defiendes.
Una y otra vez te he dicho que no quiero ser causa de escándalo para nadie en este foro promoviendo cosas que no son doctrina oficial de La Iglesia. Pero como tú has decidido proponer que Santo Tomás defiende lo que tú con palabras tan altisonantes como estas: "Pero se ve que Lutero y su prosa es más relevante para algunos que se llenan la boca de Sto. Tomás por aquí y por allá sin haberlo leído, o para parapetar sus propias enseñanzas bien contrarias a lo que ha enseñado el más grande Doctor junto a San Agustín. " pero me tomaré sólo un tiempito para mostrarte que San Tomás jamás en la vida dirá lo mismo que tú respecto a que Dios capacita y el hombre, no ya Dios, es el que obra.
"Como ya dijimos (a.2.3.6), el hombre para vivir rectamente necesita un doble auxilio de la gracia de Dios. El primero es el de un don habitual por el cual la naturaleza caída sea curada y, una vez curada, sea además elevada, de modo que pueda realizar obras meritorias para la vida eterna, superiores a las facultades de la naturaleza. El segundo es un auxilio de gracia por el cual Dios mueve a la acción. Ahora bien, el hombre que está en gracia no necesita otro auxilio de la gracia, en el sentido de un nuevo hábito infuso. Pero sí necesita un nuevo auxilio en el segundo sentido, es decir, necesita ser movido por Dios a obrar rectamente.
Y lo necesita por dos razones. La primera, de orden general, es que, como ya dijimos (a.1), ninguna cosa creada puede producir acto alguno a no ser en virtud de la moción divina."
Santo Tomás:
"Así como el entendimiento es movido por su objeto y, a la vez, por aquel que le ha dado la facultad de entender, así también la voluntad es movida por el objeto, que es el bien, y por aquel que es autor de la virtud de querer. La voluntad puede ser movida, como objeto, por cualquier bien; sin embargo, de un modo suficiente y eficaz, sólo puede ser movida por Dios."
Más que suficiente. Pero termino no sin antes aclarar que por todas partes deja el Aquinate bien claro que esta acción de Dios graciosa, como premoción física y no sólo moral, NUNCA impone necesidad al albedrío sino que precisamente lo mueve según su naturaleza: libremente, sin coaccionarlo.
"«¿Entiendes lo que vas leyendo?» El contestó: «¿Cómo lo puedo entender si nadie me hace de guía?»"
Nueva vez te exhorto a que te consigas un autor de renombre y ortodoxia garantizada para que te explique lo que lees y no sigas cometiendo los errores que aquí cometes; ya te he sugerido varios, pero bien, busca el que quieras, pero busca cobertura y no te confíes a ti mismo.
Evidentemente me ahorro las citas más escandalosas, pero si te hicieren falta, pues vendré a citarlas. Los comentarios me los ahorro precisamente para no promover algo que La Iglesia no enseña oficialmente.
En el Amor de Jesús.
Gabaon. _________________ "Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi espíritu por la mañana te busco." (Isaías 26, 9) |
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Gabaon Constante
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 796
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Publicado:
Mar Ene 24, 2006 1:11 am Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Dios te bendiga Manuel.
4. De las proposiciones 3 y 4 condenadas a Quesnel.
"3. En vano, Señor, mandas, si Tú mismo no das lo que mandas.
4. Así, Señor, todo es posible a quien todo se lo haces posible, obrando Tú en él. "
Esto ya lo he explicado en otras circunstancias, pero no me cuesta repetírtelo.
Quesnel defendía que todo lo que el hombre hace sin la gracia es pecado. Es decir, que sin gracia, cualquier acción hecha por el hombre es formalmente pecado. Por tanto el hombre, según él, de manera natural y en el estado de corrupción sólo podía pecar. Es en ese sentido que se condena la proposición 3.
Para Quesnel en el estado caído no se podía obedecer la ley natural.
Yo, más de una vez te he dicho y resaltado que el hombre puede abstenerse de pecar y hacer acciones que no son formalmente pecado sin ayuda de la gracia, así que nada que ver mis aportes con esta proposición.
Abundaré sobre esta parte en el punto 6 cuando hable del cumplimiento de los mandamientos sin gracia.
Del otro lado Quesnel afirmaba, al igual que Jansenio, que no se puede llamar "gracia" a los impulsos del Espíritu excitantes y prevenientes con los que nos preparamos para la justificación. Para él gracia es sólo la gracia con la que somos justificados. Por esto sus proposiciones últimas condenadas parecen contradictorias con las primeras.
De igual forma errónea para él la gracia impone necesidad en el albedrío y por esto es irresistible, para él Dios sólo opera y obra sobre los que ha predestinado y elegido y han recibido el bautismo cristiano. De esta forma llega a decir que ninguna gracia jamás puede ser resistida y que siempre es eficaz, negando las suficientes. Es en ese sentido, junto al anterior, que se condena su proposición 4.
Esta proposición no se condena porque dice que Dios obra en el hombre, esto mismo se ha dicho en Orange, Cártago, Éfeso, lo repitió Celestino y Zózimo de manera magisterial, sino porque en ella se insinúa que cuando Dios no agracia a uno de los suyos infalible y eficazmente se sigue que es imposible que cualquier otro haga lo que le dicta La Ley o la ley natural.
Tampoco se condena esta proposición porque diga que cuando Dios obra obra de manera eficaz e infalible, pues esto también es doctrina de La Iglesia, sino que se condena porque niega la posibilidad de que sin un auxilio eficaz de parte de Dios se pueda cumplir algo en lo referente al orden natural.
Respecto al orden sobrenatural y eterno pues ciertamente es imposible realizar tan siquiera un sólo acto sin contar con esta ayuda de Dios en la que Él obra en y con nosotros tal como enseñan los concilios antes mencionados.
En el Amor de Jesús.
Gabaon. _________________ "Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi espíritu por la mañana te busco." (Isaías 26, 9) |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Mar Ene 24, 2006 6:14 am Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Esto es increíble... verdaderamente increíble. Perdón, por la interrupción, pero no puedo ni debo contenerme.
Gabaón dice:
Cita: | No te imaginas la dulzura que invade mi alma al verte ahora defender el libre albedrío y la voluntariedad de los actos con los que nos preparamos para la justificación. Obviamente has abandonado aquella postura con la que querías desechar la verdad de que el albedrío Dios ha decidido no violentarlo ni coaccionarlo. |
¡¡¡Pero si este ha sido el punto de Manuel desde que empezó a hablar de esto, y no ha variado ni un ápice!!!. Una y otra vez ha dicho que Dios requiere nuestra libertad al obrar en nosotros y con nosotros, y te ha reclamado muchas veces lo que tú has dicho: que Dios no sólo mueve, excita e inspira, sino que ademas ejecuta esas buenas obras, que, por lo tanto son perfectas y que por esta razón es que son meritorias, o sea, porque las ejecuta Dios. Manuel ha repetido la enseñanza del Magisterio que las obras del hombre son suyas! y lo ha escrito con todos los tipos de los cuadritos de arriba: B, i, u etc. Y lo ha dicho de todas formas e incansablemente.!
Y ahora vienes tú y le dices que te invade una gran dulzura porque ahora lo ves defender el libre albedrío...!! lo que no ha dejado de hacer en ninguno de los textos que ha escrito desde el primero que escribió y a lo largo de estas 24 páginas!!
¡¿De cuál "postura" de Manuel hablas con eso que le agtribuyes de "desechar la verdad de que el albedrío Dios ha decidido no violentarlo ni coaccionarlo"?! ¿En dónde ha dicho Manuel semejante cosa?! Da la cita. Mira que Manuel te cita siempre exactamente tus palabras, las mismas que tú usas para enseguida hacerte las observaciones! Haz tú lo mismo! De lo contrario sembrarás una confusión aquí que pone los pelos de punta!
Por eso digo que esto es increíble.!
Quería decir más, pero mejor allí la dejo, a la espera de la respuesta de Manuel. Perdón por la interrupción...
Si crees desproporcionada mi observación, pues ahorrémonos la referencia personal, y únicamente da la cita en donde Manuel da tal postura que le atribuyes, que eso hará todo el trabajo que se requiere, de lo contrario esperemos la respuesta de Manuel.
No digo esto por defender a Manuel ni a nadie, sino por la pura profilaxia retórica del debate.
Me disculpo otra vez por esta interrupción. Si quieren la ignoran. |
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Mar Ene 24, 2006 11:52 am Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Esther,
Disculpa que no te contestase antes, pero ando ocupado. Sólo quiero hacer una nota a esto que dices:
Cita: |
Cuando pecamos, perdemos la gracia, pero no necesariamente la fe, y aunque esta no nos sirva de justificación, nos sirve para obtener la gracia necesaria para retornar a El. |
Esa es una afirmación que puede llevar a error. Los semi-pelagianos son casi lo mismo que los pelagianos. Los últimos afirmaban que por las obras se podían adquirir ese tipo de gracias, los primeros afirmaban lo mismo pero de la fe. Ambas cosas son inaceptables, pues ninguna de esas cosas precede a la gracia, así como si ésta necesitase ser "canalizada". Por eso que hemos armado tanto revuelo con las ocurrencias de Gabaon hablando del pecador mortal:
Cita: |
Gabaon:
2. Un hombre en pecado mortal no puede atraer La Caridad que perdió por obras sino mediante La Fe.
|
Eso es una afirmación semi-pelagiana en toda su pureza - además contraria radicalmente a Trento y la enseñanza de la Iglesia que afirma que el ánimo de satisfacer por obras es INDISPENSABLE para recuperar la gracia perdida. Y ese ánimo viene también por gracia especial de Dios, no por Fe. Esa afirmación de Gabaon hace depender de la acción del hombre por su fe la "atracción" de la Gracia de Dios. Si la gracia se "atrayese" por la fe, ya no sería gracia. Por eso se condenó a Quesnel al decir esto mismo:
26. Ninguna gracia se da sino por medio de la fe.
27. La fe es la primera gracia y fuente de todas las otras.
Puedes entenderlo mejor cuando pregunto que qué ocurre si además de perder la Gracia Santificante se pierde la fe por pecar mortalmente. Nota que Trento no dice que SIEMPRE permanece la fe. Lo que dice es que NO siempre se pierde.
Por otro lado, lo que citas sobre la justificación no es lo que expone libremente Trento para enseñar a los fieles, sino que está refutando lo que parece entenderse del dicho de San Pablo de que por fe somos salvos. Trento ni siquiera cita el versículo entero porque no quiere hacere suyo esa literalidad, por lo complejo del asunto.
Aquí Sto. Tomás lo dice bien clarito:
Por lo demás, es cierto que el hombre se justifica por la fe; pero no porque al creer merezca la justificación, sino porque cree al ser justificado, pues el acto de fe es uno de los requisitos para la justificación del pecador, según se expuso arriba (q.113 a.4) .
Y lo mismo afirma San Agustín:
28. " Ya en los números 16 y 18 de este tratado dilucidé el problema de la fe, es decir, de la voluntad del creyente, probando que ésta es debida a la gracia hasta tal punto, que el Apóstol NO DICE: "He alcanzado la misericordia porque soy fiel", sino: "como quien ha alcanzado misericordia del Señor PARA ser fiel."
Eso lo escribe contra los semipelagianos de tipo Gabaon. Donde pone "fiel", debes entender "por la fe". Así, no se se tiene la gracia de la justificación "por medio de la fe", sino "PARA tener fe". Pues en el bautismo se reciben la FE, la Esperanza y la Caridad. Antes de ello, no hay ni Fe, ni Esperanza ni Caridad. Sólo las tres se van concibiendo, se "concibe" algo de Fe, algo de Esperanza y algo de Caridad. Y ello por la acción de la gracia que eleva y guía los atributos ya buenos que tiene el hombre: su capacidad natural impresa en el alma desde el principio de "intuir y buscar" a su Creador, la bondad y caridad natural que siguen presentes, y la esperanza natural que también es cualidad humana. La guía e iluminación del Espíritu van actuando junto con el hombre hasta llevarle al bautismo, donde ya sí, se reciben plenamente las tres virtudes teologales. Lo importante es que es Dios quien toma siempre la inicativa siempre, pero debe ser el hombre el que obre libremente y ejecute los actos necesarios, como bien recalca Trento una vez y otra y otra más al hablar siempre de los actos y obras "DEL HOMBRE", "verdaderamente suyos", "su obrar", "sus obras", " su responsabilidad " etc, etc. Si no fuese así Trento escribiría las cosas al revés, así como "Dios ejecuta con el permiso del hombre", "la obras de Dios con la cooperación del hombre", "las acciones meritorias de la Gracia" etc, etc. Pero no lo hace. Hace lo contrario.
Y no es que la Santa Madre Iglesia se equivoque. Obviamente es Gabaon quien se esquivoca y no ha entendido nada.
Así, volviendo al asunto de la Fe, si la Gracia de Dios fuese "por la Fe", ya no sería gracia. Por eso es absurdo que Gabaon ande citando a Sto. Tomás y San Agustín como si supiese lo que de verdad piensan ambos. Lo que piensan ambos es eso tan clarito que te he citado y que no admite que el hombre reciba la primera gracia para justificarse ni por fe ni por obras, como si éstas le precediesen, sino sólo por gracia de Dios. Eso sí, Trento enseña que en el caso del pecador mortal la diferencia es enorme, y ahora sí son NECESARIAS obras dolorosas para justificarnos. Eso no pasa en el Bautismo.
Por eso esta afirmación de Gabaon no es que no sea católica, es que si la viesen Sto. Tomás o San Agustín se llevarían las manos a la cabeza:
Cita: |
Gabaon:
¿Quien se salva? El que cree. Punto. Complicárselas ha sido meterle a algo tan sencillo como "el justo vivirá por la fe" el que si la fe es producida, que si los méritos, que si sumo, o resto, o si segunda justificación, que si la naturaleza o sobrenatural. El Evangelio de Jesús, que es el mismo de Pablo es sencillo: Cree en Cristo y serás salvado.
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Compara esa afirmación semi-pelagiana que usan las sectas evangélicas con lo que acaba de decir Sto. Tomás y San Agustín arrriba - o Trento- y verás. Trento te está diciendo lo mismo que ambos, que el "creer no salva". Uno se salva por gracia y después, una vez salvado, es por lo que de verdad cree. Pues el bautismo PRECEDE a la Fe sobrenatural, tanto como a la Caridad o la Esperanza sobrenaturales. Ocurre que para muchos de nosotros es difícil entender esto. Por una sencillísma razón:
Casi todos estamos bautizados..... desde bebés.
Yo sólo te advierto que mucho de lo que Gabaón está sugiriendo es RADICALMENTE contrario a lo que enseña la Iglesia Católica en su doctrina precisa. Lo que lleva escribiendo en este hilo es un extraño refrito de ocurrencias propias -(" las obras las ejecuta la gracia, por ello son obras perfectas, y por eso merecen")-, de afirmaciones protestantes -"cree y será salvado"-, de semipelagianismo -" Un hombre en pecado mortal no puede atraer La Caridad que perdió por obras sino mediante La Fe"-." y una incomprensión absoluta de la forma de actuar de Dios mediante sus gracias.
No te dejes engañar con tanto adorno "doctoral". Sólo espera a ver si responde a esas dos cuestiones formuladas. Y si puede responderlas sabrás si está o no enseñando courrencias propias o Magisterio de la Iglesia.
Bendiciones. _________________ Video SantoSubito:
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Gabaon Constante
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 796
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Mar Ene 24, 2006 12:04 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Es inútil Alejandro. Ahora quiere irse a un hilo donde debes leer todo para entender que yo nunca dije que Dios eliminase el libre albedrío, sino que bien claro estaba provocando - para defender la total Soberanía de Dios en DETERMINADOS casos- preguntando retóricamente que de qué podía servir ese libre albedrío EN DETERMINADOS CASOS, ante la potencia y poder de Dios.
Y eso mismo, la cuestión del Faraon, es una pregunta compleja que se hacen todos los Doctores y que ha suscitado comentarios especiales de parte de San Agustín entre otros. Particularmente en su tratado sobre el libre albedrío y la gracia ya citado.
Pero esto es que Gabaon no quiere efrentarse a a las dos cuestiones planteadas. Así quiere desviar el asunto. Bendiciones. _________________ Video SantoSubito:
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Manuel C. Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 1001
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Publicado:
Mar Ene 24, 2006 12:39 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Gabaon,
Una persona honesta no huye de las cuestiones relevantes. Las afronta y las explica. Así que demando de tí honestidad en estas dos cuestiones FUNDAMENTALES:
1. Cómo es posible que no encuentres esa SECUENCIA así tan clara como tú la expresas en el Magisterio?¿ No me dirás que eso que tú "sabes" tan sencillo se les ha olvidado a nuestros pastores ponerlo en un DOCUMENTO DOGMÁTICO, de forma clara , cristalina, que se entienda?. ["Las obras las EJECUTA la gracia, y por ello son perfectas y por tanto por eso - por ser ejecutadas y perfectas- son merecedoras". Si no, no lo serían.
2. Y segundo, si tú argumentas que TODAS las obras buenas, merecedoras o no son realizadas SIEMPRE igualmente por gracias actuales... ¿Como es que no son todas ellas merecedoras si son igualmente PERFECTAS?
Si las sostienes, pruébalas con Magisterio. Si no, sé honesto y reconoce que quizás necesiten de "cierta matización"....
Bendiciones.
P.d: Amigo. A Quesnel se le condenan MUCHAS cosas. No hay necesidad de que se le condenen a Quesnel estas dos proposiciones:
[/i]
"3. En vano, Señor, mandas, si Tú mismo no das lo que mandas.
4. Así, Señor, todo es posible a quien todo se lo haces posible, obrando Tú en él. "[/i]
..porque Quesnel defendiese ADEMÁS -según tú- que toda obra sea pecado (yo eso no lo he visto nada cristalino). Y no es necesario porque a Quesnel , para cosas parecidas , ya se le condenó explíctamente en otras proposiciones que no dicen exactamente eso pero se pueden parecer. Por ejemplo estas (hay más):
38. El pecador, sin la gracia del Libertador, sólo es libre para el mal.
39. La voluntad no prevenida por la gracia, no tiene ninguna luz, sino para extraviarse; ningún ardor, sino para precipitarse; ninguna fuerza, sino para herirse; es capaz de todo mal e incapaz para todo bien.
Y es que a Quesnel se le condenan NADA MENOS que 101 proposiciones ( aparte a Jansenio otras tantas parecidas. Y se lo condena NO SOLO por eso que tú dices para huir de la realidad que no te gusta y no quieres admitir. Así, con tanta condena, no haría falta condenar además estas otras en las que tú incurres continuamente, de palabra o de espíritu. Y es que no somos bobos Gabaon y sabemos leer:
[b]
2. La gracia de Jesucristo, principio eficaz del bien de toda especie, es necesaria para toda obra buena; sin ella, no sólo no se hace nada, mas ni siquiera puede hacerse.
3. En vano, Señor, mandas, si Tú mismo no das lo que mandas.
4. Así, Señor, todo es posible a quien todo se lo haces posible, obrando Tú en él.
6. La diferencia entre la alianza judaica y la cristiana está en que en aquélla, Dios exige la fuga del pecado y el cumplimiento de la ley por parte del pecador, abandonando a éste en su impotencia; mas en ésta, Dios da al pecador lo que le manda, purificándole con su gracia.
7. ¿Qué ventaja tenía el hombre en la Antigua Alianza, en que Dios le abandonó a su propia flaqueza, imponiéndole su ley? Mas, ¿qué felicidad no es ser admitido a una Alianza en que Dios nos regala lo mismo que nos pide?
8. Nosotros no pertenecemos a la Nueva Alianza, sino en cuanto participamos de su misma gracia nueva, la cual obra en nosotros lo que Dios nos manda.
9. La gracia de Cristo es la gracia suprema, sin la cual nunca podemos confesar a Cristo y con la cual nunca le negamos.
12. Cuando Dios quiere salvar al alma, en cualquier tiempo, en cualquier lugar, el efecto indubitable sigue a la voluntad de Dios.
13. Cuando Dios quiere salvar al alma y la toca con la interior mano de su gracia, ninguna voluntad humana le resiste.
39. La voluntad no prevenida por la gracia, no tiene ninguna luz, sino para extraviarse; ningún ardor, sino para precipitarse; ninguna fuerza, sino para herirse; es capaz de todo mal e incapaz para todo bien.
49. Como no hay ningún pecado sin amor de nosotros mismos, así no hay obra buena sin amor de Dios.
¿De verdad te crees que así hasta llegar a 101 proposiciones condenadas todo es debido a esa caricatura que pretendes formar de Quesnel?. Oye Gabaon, si la Iglesia no quiere condenar esas frases de "Dios obra en nosotros lo que nos pide", sencillamente no las condena y punto.
En vez de 101 proposiciones condenadas habría sólo unas 90 o así. Pero la Iglesia lo condena, sencillamente porque en Trento la Santa Madre Iglesia pone el acento en la "responsabilidad" del hombre.
Y NUNCA , JAMÁS, habla de que Dios "ejecute las obras y por eso etc, etc".
Como es obvio, acabas de descubrir hace poco quien es Quesnel y qué decía, y por eso quieres despacharlo tan rapidito, pues es patente que incurres continuamente en muchísimas cosas condenadas a él (no todas, ojo), y pretendes autoengañarte pensando que sólo le condena por algunas y no por todas.
Pero TODAS, incluyendo esas dos, y otras tantas que no puse por ahorrar tiempo, están condenadas de la misma manera:
"Declaradas y condenadas respectivamente como falsas, capciosas, malsonantes, ofensivas a los piadosos oídos, escandalosas, perniciosas, temerarias, injuriosas a la Iglesia y a su práctica, contumeliosas no sólo contra la Iglesia, sino también contra las potestades seculares, sediciosas, impías, blasfemas, sospechosas de herejía y que saben a herejía misma, que además favorecen a los herejes y a las herejías y también al cisma, erróneas, próximas a la herejía, muchas veces condenadas.....".
Y así siguen, condenadas TODAS ellas en su sentido claro y manifiesto para quien quiera leerlas una a una. Pero lo que se te pide son esas dos cuestiones planteadas arriba.
Yo sigo esperando. _________________ Video SantoSubito:
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Albert + Moderador

Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 27940 Ubicación: Puerto Rico
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Publicado:
Mar Ene 24, 2006 3:38 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Hermano Manuel:
Gracias por las respuestas. Dios te bendiga. _________________

Transfíge, dulcíssime Dómine Jesu
Albert González Villanueva, OFS |
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Esther Filomena Veterano
Registrado: 03 Ene 2006 Mensajes: 2345
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Publicado:
Mar Ene 24, 2006 5:02 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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[quote="Manuel C."]Esther,
Disculpa que no te contestase antes, pero ando ocupado. Sólo quiero hacer una nota a esto que dices:
Cita: |
Cuando pecamos, perdemos la gracia, pero no necesariamente la fe, y aunque esta no nos sirva de justificación, nos sirve para obtener la gracia necesaria para retornar a El. |
Esa es una afirmación que puede llevar a error. Los semi-pelagianos son casi lo mismo que los pelagianos. Los últimos afirmaban que por las obras se podían adquirir ese tipo de gracias, los primeros afirmaban lo mismo pero de la fe. Ambas cosas son inaceptables, pues ninguna de esas cosas precede a la gracia, así como si ésta necesitase ser "canalizada". Por eso que hemos armado tanto revuelo con las ocurrencias de Gabaon hablando del pecador mortal..(...)
estimado Manuel:
Muy de acuerdo contigo, esta afirmación "puede" inducir a error pero no necesariamente contiene error en si misma, por que no implica que de las obras provenga la gracia, sino la aceptación (uyy soy mala para explicar):
Hay que afirmar también contra los sutiles ingenios de ciertos hombres que por medio de dulces palabras y lisonjas seducen los corazones de los hombres [Rom. 16, 18], que no sólo por la infidelidad [Can. 27], por la que también se pierde la fe, sino por cualquier otro pecado mortal, se pierde la gracia recibida de la justificación, aunque no se pierda la fe [Can. 28]; (Concilio de Trento)
Por otro lado para que hay una "reconciliación" o mas bien una renovacion de la gracia es necesario que el mismo Dios nos infunda nuevamente esta gracia:
Mas los que por el pecado cayeron de la gracia ya recibida de la justificación, nuevamente podrán ser justificados [Can. 29], si, movidos por Dios, procuraren, por medio del sacramento de la penitencia, recuperar, por los méritos de Cristo, la gracia perdida. (Concili de Trento)
Ahora ese " movidos por Dios" requiere necesesariamente una aceptacion de nuestra parte, de lo contrario, estariamos hablando de una predestinacion que eso si que es un error, que nunca a enseñado la Iglesia. _________________ Esther Filomena |
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Gabaon Constante
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 796
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Publicado:
Mar Ene 24, 2006 5:21 pm Asunto:
Tema: Del Valor de las Obras |
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Dios te bendiga Manuel.
De la perfección de las obras de los justos.
"pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear" (Santiago 1, 4)
Juan Pablo II:
"Según el Concilio, todos los seguidores de Cristo, incluidos los laicos, están llamados a la perfección de la caridad (Lumen gentium, 40). La tendencia a la perfección no es privilegio de algunos, sino compromiso de todos los miembros de la Iglesia. Y compromiso por la perfección cristiana significa camino perseverante hacia la santidad. Como dice el Concilio, «el divino Maestro y modelo de toda perfección, el Señor Jesús, predicó a todos y cada uno de sus discípulos, cualquiera que fuese su condición, la santidad de vida, de la que él es iniciador y consumador: "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto" (Mt 5, 48)» (ib.). Por ello: «todos los fieles, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad» (ib.). Precisamente gracias a la santificación de cada uno se introduce una nueva perfección humana en la sociedad terrena"
Santo Tomás:
"Se considera que una cosa es perfecta cuando alcanza el fin propio, que es su última perfección. Ahora bien: la caridad es la que nos une a Dios, que es el fin último de la mente humana, ya que el que permanece en caridad permanece en Dios y Dios en él, como se dice en 1 Jn 4,16. Por tanto, la perfección cristiana consiste principalmente en la caridad."
"Otro aspecto bajo el que podemos considerar el acto virtuoso es si lo comparamos con el primer motivo, que es el amor de caridad. Y este segundo aspecto hace principalmente que un acto pertenezca a la perfección de vida, porque, como dice el Apóstol en Col 3,14: La caridad es el vínculo de perfección."
Tú, Manuel, has ido cada vez más alejando mi frase de su contexto original y ni siquiera te has tomado la molestia de citarme. Algo, que según tú es tan grave, pues amerita que me cites y no que digas lo que crees conveniente decir sobre lo que yo afirmo.
En la página 16, el 28 de Diciembre, dije lo siguiente: "Las obras "agradables/gratas/buenas" de un pecador son eso, las obras de un pecador. Las obras agradables gratas y buenas de un justo, son eso, las obras de un justo.
Aunque una y otra fuesen impulsadas por los auxilios o gracias de Dios las diferencia que unas son hechas teniendo a Dios como opción fundamental movidas y posibilitadas por la Caridad, esas obras son ofrecidas por el mismo Cristo en virtud de uno que está unido e injertado a él, hechas por uno que goza de la inmensa e incomparable gracia de ser hijo de Dios y ser parte del cuerpo glorioso y místico de Cristo y estar in-habitado por la mismísima Santísima y Augustísima Trinidad. Esas obras son diferenciadas por una distancia abismal de años luz insondable con las que ha hecho un impío que no es más que eso, un impío."
Allí hablábamos de las diferencias de las obras de un infiel y de las de un cristiano justificado, nada más.
Yo hablé de "perfección tal" y es luego de aclarar lo anterior cuando he dicho: "La pregunta no es si a Dios le da igual o no, la pregunta es si Dios las premia igual o no cuando una la hace un justo impulsada por La Caridad o cuando una la hace un impío naturalmente y la respuesta de La Iglesia, que no mía, es que la del justo es premiada, le merece la vida eterna, aumento de gracia santificante y aumento de caridad y al impío, que no es otra cosa que un impío, no le da ninguna de esas cosas pues no tiene ninguna de ellas.
¿No está claro? Pues sigo.
Cuando uno hace cosas impulsado por La Caridad hay una perfección tal en lo que hace que es Doctrina de La Iglesia que no es por razón de imputación judicial o forense que Dios decide no condenar esa obra, sino que ella misma lleva intrínsecamente recompensa porque Dios se ha involucrado plenamente en su consecusión y a las obras hechas así Dios ha prometido recompensarlas porque él mismo las ha preparado y logrado junto al justo."
Claramente cuando me referí a la perfección de las obras del justo las contrastaba contra la opinión jurídico-forense de los reformadores de que se nos premia sólo porque Dios decide no verlas como pecados, pero que en sí son pecaminosas. Deberías aclararme si esto es lo que tú crees cuando te opones a esto que afirmo, porque en el contexto en el que dije esto no entiendo para nada por qué te opones a esta enseñanza de La Iglesia que nos invita a perseguir más y mayores grados de perfección en nuestras obras.
Allí, cuando dije eso, tampoco me evité la molestia de cerrarle la otra puerta al error y dije: "Aun así, como nadie conoce infaliblemente sus reales motivaciones ni conoce infaliblemente el estado de su alma, el consejo de La Iglesia siempre ha sido que nadie confíe en sus obras porque todas ellas pueden estar manchadas por el pecado y podrían ser quemadas en el tribunal divino como paja. "
Manuel C. escribió: | Pero volviendo al tema, eso es lo que has dicho. No vengas ahora a cambiar tus palabras, Tú no has dicho que "podemos hacer obras perfectas", has dicho que TODAS las obras que hacemos por gracias actuales, como en realidad las EJECUTA Dios (el resto de verbos que has usado para esconder eso a los foristas no se discute) son meritorias por cuanto que son perfectas. |
Me he citado entensamente con aportes del 28-29 de Diciembre para mostrarte que no es ahora que cambio mis palabras sino que son las mismas con las que inicié este epígrafe. Defendí desde el inicio contra Melancthon y Lutero que la razón de nuestro mérito proviene de nuestra unión e injerción en Cristo no de nosotros mismos y esto mismo, que enseña La Iglesia, lo he defendido siempre y en esa misma línea lo sigo defendiendo aquí.
Tendenciosamente ocultas la primera parte de mi aporte donde mencioné claramente uno de los otros requisitos para el mérito y es la dignididad y condición sobrenatural de hijo que ahora tiene el justo, dignidad que como pecador no tenía, y quieres solamente resaltar la parte en la que he dicho que Dios ejecuta nuestras obras.
El problema aquí no es que yo digo que Dios obra excluyendo al hombre. Obviamente en mis aportes, claramente mostrado, aparece que no excluyo la dignididad del estado que tiene el justo como razón del mérito, ni mucho menos excluyo su libertad de actuar, libertad que delante de ti he defendido con el mismo tesón que defendí la Soberanía de Dios. Aquí el problema es que tú no reconoces a Dios como actuante en nuestras obras.
Ese es el problema claro aquí, no que yo excluya al hombre, pues siempre he dicho que Dios obra en, con y junto al justo, sin violentar ni imponer necesidad en su albedrío y tú dices que Dios sólo capacita y da el poder y afirmas que el hombre obra sólo sin que Dios obre ni actúe ni ejecute junto a él.
Ese y no otro es nuestro problema. Sobre las gracias actuales hablaré en el punto de los mandamientos que viene a continuación.
Pero ya te he mostrado en los puntos anteriores que ni Tomás, ni La Iglesia en sus concilios contra los pelagianos, ni Agustín afirman eso que tú; muy al contrario lo condenan abierta y rotundamente.
"Ninguno se prometa cosa alguna cierta con seguridad absoluta; no obstante que todos deben poner, y asegurar en los auxilios divinos la más firme esperanza de su salvación. Dios por cierto, a no ser que los hombres dejen de corresponder a su gracia, así como principió la obra buena, la llevará a su perfección, pues es el que causa en el hombre la voluntad de hacerla, y la ejecución y perfección de ella." (Concilio de Trento, Sesión VI, Cap. XIII)
En este acápite, Trento habla de la gracia de la perseverancia, gracia que enseña La Iglesia tampoco se merece y es gracia distinta al don mismo de la justificación. Para esta gracia ya estamos hablando de uno que ha sido justificado y enseña Trento que Dios no sólo inicia la obra buena (cosa que tú niegas) sino que él mismo la lleva a la perfección. Pero para que no haya la más mínima duda de que habla Trento de las obras de los justos añade el Santo Concilio que es Dios quien causa la voluntad en los hombers y también que Dios causa su ejecución y su perfección.
Para alguien que, doblada su cerviz y abierto su corazón a los pies de hermanos mayores en la fe de La Iglesia, haya sido enseñado y bebido de las riquezas de la doctrina de los Doctores Agustín y Tomás mientras se le explica este Santo Concilio, comprenderá que salvado y corregido el escollo de la justificación pues ahora La Iglesia sin temor proclama que Dios regala la voluntad y también causa su ejecución y su perfección. Esto corrigiéndote a ti abiértamente que pretendes hacer de tu explicación y tesis, netamente propiedad y promoció de Pelagio, la tesis del Concilio de Trento, error del que te hubieses visto prevenido si buscases un guía para entender lo que lees.
En el Amor de Jesús.
Gabaon. _________________ "Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi espíritu por la mañana te busco." (Isaías 26, 9) |
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