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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Lun Ene 09, 2006 6:29 pm Asunto:
Reflexión sobre el Matrimonio.
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Hola Hermanos Foristas:
No soy nuevo en este foro. De hecho he participado y he abierto algunos temas. Digo esto porque estoy usando otro nombre para publicar este tema.
He decidido explorar mi faceta de escritor, pero quiero hacerlo bajo un seudonimo, aun no he podido vencer cierta timidez. Me parece que este foro es un buen medio para empezar a publicar algo. Estas reflexiones las he titulado Mi Vida, y se dividen en tres capítulos. Hoy pongo el primero. Que Dios permita que despues ponga los otros dos. Claro, siempre y cuando no contravenga ninguna regla. Amen de que sea fácil de leer.
Gracias a Dios por esta oportunidad. _________________
¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza? |
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Mar Ene 17, 2006 12:14 am Asunto:
Re: Reflexión sobre el Matrimonio.
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Primero quiero agradecer a Enrique su inestimable ayuda para poder dar forma al texto que a continuación presento. Me ha ayudado a entender lo que he escrito y ha hecho que me emocione también al leerlo.
Gracias hermano.
Presento nuevamente el Capítulo I corregido. No ha variado mucho, pero si le hemos dado mayor profundidad y congruencia al texto. _________________
¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza? |
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Mar Ene 17, 2006 12:24 am Asunto:
CAPITULO I (Mi Vida)
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Mi vida.
Capítulo I.
– Aun no me decido, mi querido José, siento que ella es la mujer de mi vida, pero es muy conservadora. Cada vez que pienso en ella, siento que soy capaz de lograr lo que me proponga. Ilumina mis pensamientos y me llena de paz y de alegría. Pero…
– Aquí viene tú consabido pero –interrumpe José. Recuerda todos los peros que siempre pronunciaba Benja en su época de estudiantes. También recuerda que unos meses atrás, cuando se graduaban, le dio un “pero” muy sentido a la intención que tiene de casarse con su prieta.
Benja puso cara de filósofo, entrecerró los ojos y se dibujo en su cara un ligero gesto de desilusión.
–Eloisa dice que en Dios debemos poner todos nuestros anhelos, y es lo que no me permite tomar el último paso, comprometerme toda una vida.
Frente a sus ojos, la calle comenzaba a tomar vida, su pequeño negocio de accesorios estaba abierto hacía quince minutos y los transeúntes que empezaban a llegar parecían sufrir por el mismo frío que a él lo dominaba.
– ¡Pero ni siquiera le has pedido que sea tu novia! –dice José–. Y ya estas pensando en compartir tu vida con ella. Digo, obviamente están enamorados, eso se nota. Hoy en la mañana que te vino a visitar y te dejó no se que regalito, es obviamente obvio, que ella te mira con una dulzura inimaginable, como si tú fueras un excelente ser humano, como si fueras el hombre perfecto.
– No me importa que te burles, así es, soy perfecto –bromea Benja–. Bueno perfecto para ella. Pero ella sí es perfecta. Es como si todas las virtudes le hubieran sido concedidas. ¿Además que me dices, “don Perfecto”, de tus errores al hablar? No me juzgues y…
– Sólo lo dije así –responde José–, para reafirmar algo que los dos parecen negar, pero que a leguas se nota, que los dos mueren el uno por el otro.
– Bueno, te decía. Estoy seguro de que la quiero, pero en lugar de poner mi confianza en un desconocido, quiero seguir una ruta que nos ayude a ser felices, una ruta razonable –dice Benja, abriendo los ojos desmesuradamente.
– Aja – José pone cara de fastidio.
– La ruta es que después de un tiempo de convivencia como novios tal vez uno o dos años, hagamos planes y, después nos vayamos a vivir otros dos años en unión libre. Al final de este tiempo decidimos si nos casamos o no. Pero yo creo que seguiremos juntos. El amor lo puede todo. Y ya establecidos como pareja después de unos tres años tendremos nuestro primer hijo. Y pasados cuatro años tendremos la parejita, y cerramos la fabriquita. Así no hay manera de fallar, seremos felices, lo sé. La razón y el corazón me lo dicen. –culmina Benja con emoción en la voz.
– No lo sé –comenta José con incredulidad–. Eres mi amigo, casi mi hermano. Digo casi, porque de repente no tienes madre –con dificultad después de las carcajadas José continúa–. Eso de estar planeando diez años de tu vida con tanta frialdad y sin siquiera preguntarle a Eloisa qué quiere, se me hace de locos, aunque lo tengas bien razonado. Me dices que es lo que conviene, pero qué sabes tú. ¿Cómo vas a controlar tantos factores que afectan nuestras vidas?
– El hombre precavido vale por dos –responde Benja con soberbia y un tono de enojo en la voz.
– Bueno –prosigue conciliador José–. Mi prieta y yo confiamos en Dios, y que él nos dará todo lo necesario para salir adelante, con su bendición nos casaremos y empezaremos nuestra vida. Aunque pongas esa cara. Nosotros planearemos que es lo que nos parece mejor, pero al final solo Dios es quien dará el visto bueno a nuestros planes.
– Antes de que me digas algo, déjame terminar –dice José–. No entiendo tu idea. Me dices que: “Todos somos Dios, o al menos una parte de Él; y encima no se necesitan mediadores, todo lo puedes arreglar directamente”. Mi querido hermano, se que somos muy buenos amigos, y que mi catolicismo te incomoda; no pretendo convencerte de que, lo yo que creo, debas creerlo tú. ¿Pero cómo quieres una ruta para la felicidad? No hay mejor ruta que la de Cristo a través de su Iglesia. Se que ya me habías aclarado tu postura, pero te quiero, te estimo; y por eso quiero lo mejor para ti. Piénsalo, medítalo y…
José tiene que interrumpirse, porque Benja ya no lo escucha, se ha quedado mirando a una joven de blusa oscura con flores estampadas y un pantalón de mezclilla. La joven se detiene a hablar con un señora y Benja, subyugado ante esta imagen de belleza perfecta, se siente ajeno a todo lo que le rodea, el bullicio de la calle dejo de llegar a sus oídos, y hasta el frío matinal, que hace un momento le calaba hasta los huesos, desapareció.
Benja ha fijado su mirada en Eloisa y piensa que su corazón dejó de latir. No sabe que le pasa. ¿Por qué siente el deseo de salir corriendo a abrazarla y después arrodillarse ante ella y pedirle que comparta su vida, que sean uno, que no se vuelvan a separar nunca más? Quiere que los dos tengan una misma respiración y un mismo latido. Quiere entregarse completamente a ella, hacerla feliz con la entrega de su propio ser.
Y ya no aguanta más, se atreve a dar el paso. Deja todo atrás. Deja a su incrédulo amigo que lo mira boquiabierto. Ahora sólo ve a su amada. Menuda situación, ahora se da cuenta que la ama. Benja ve que de Eloisa emana un extraño resplandor que opaca todo lo que está a su alrededor.
Eloisa se ha dado cuenta de que Benja se acerca y se pone nerviosa, muy nerviosa. Nunca había visto a su amado con esa mirada. Porque ella desde el momento que se conocieron sabia que ese hombre le iba a robar el corazón. Lo amaba, y sabía que él también la amaba, pero era un hombre difícil, y no dejaba que sus sentimientos fluyeran. Ella le quería gritar que lo amaba, pero prefería que él se lo dijera. Así debía ser.
Por fin, Benja llega, después de haber flotado un rato en la Luna. Cada uno siente la respiración del otro como una suave brisa del mar, cada uno puede oír los latidos del amado como si fuera la música de un vals. Finalmente sus ojos se encuentran y ambos se pierden en una eterna mirada… _________________
¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza? |
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Jue Ene 19, 2006 5:10 pm Asunto:
CAPITULO II (Mi Vida)
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Capítulo II
– Benja – grita Eloisa hacia el piso superior. Te busca José.
– Al rato le hablo – contesta Benja, después de medio levantarse, siente que no descanso nada bien. Su hija Lili, la pequeñita, lo había despertado con sus llantos durante la madrugada.
Mientras sube, Eloisa va comparando sus pasos con las etapas de su matrimonio. Comenzaron rentando, pero después la Divina Providencia les sonrió. La casa que habitaban parecía perderse entre la interminable fila de casas idénticas, pero la suya resplandece de una manera especial. ¿Por qué? Tal vez por el amor que de ella emana.
No sabía mucho sobre arquitectura, pero el diseño de la casa le es agradable. El piso inferior cuenta con los espacios para la convivencia familiar, y el piso superior es donde cada miembro de la familia comparte su intimidad pero a la vez cada uno tiene su espacio propio.
Cuando llega a la recámara, bromeando y jugando le ayuda a Benja a levantarse.
– No te hagas del rogar, además esta aquí, no es por teléfono. Yo no sé por qué te casaste conmigo, si con José pasas mas tiempo que conmigo, hasta son compadres de carro y no se que más – añade con una amable sonrisa.
Mirándolo dulcemente Eloisa sale de la recámara.
Benja se queda mirando la ropa que se va a poner, recuerda que tiene casi cinco años con ella. Tiene la intención de comprar ropa nueva, ya su situación económica ha mejorado y puede pensar en cambiar sus “harapos”. Sonríe, pensando en ellos y lo cómodos que son.
¡Que importa! En verdad ha valido la pena. Los altibajos hicieron que su matrimonio creciera y al amor aumentara. No han importado todo tipo de sacrificios por el bienestar de su esposa y de sus cinco amados hijos.
Mira el crucifijo que Eloisa le regaló, e inspirado por éste, pone todo su corazón y con profunda devoción comienza a rezar: – Amado Padre te doy las gracias por permitirme levantarme hoy, por darme un día más de vida, por tener la oportunidad de amar a Eloisa, y por ser el padre de mis amados hijos. En ti confío para el día de hoy ser un digno hijo tuyo. Sabes santísimo Dios que te amo, y en tus manos me confío.
– Hola compadre –saluda Benja a José–. Tanto tiempo sin verte. Digo, ayer en la cena, te fuiste muy temprano porque no querías que te regañara tu prieta.
– Pero, me extrañaste –contesta José–, yo lo sé. ¿Qué quieres que haga? No puedo soportar tus suplicas pidiéndome que te ayude a levantar el negocio. Así es que, juntos forever.
– Nada más falta que pidan la nulidad de sus matrimonios, para juntarse. – interrumpe Eloisa con una sonrisa.
– Siéntate compadre –dice Benja haciendo él lo mismo en la sala–. ¿Qué te trae tan temprano por acá?
– Sólo vine a saludarte, y pedirte que firmes los cheques –responde José sentándose junto a él.
– Es verdad, lo olvidé, no sé que haría sin ti –dice Benja sonriendo–. Hablando en serio, quiero agradecerte que tú y Beti sacrifiquen un poco sus vacaciones por nosotros. Fue algo inesperado ese pedido, y ya no tuve tiempo de cancelar. Confírmame si tu suegra les va a cuidar a sus tres monillos esta semana.
– No te preocupes –responde José–, para eso están los hermanos. Mi suegra nos va a echar la mano. Te ves bastante desmejorado, a ver si duermes un poco más.
– ¡Imposible! –dice Benja–, mi prole no me lo permite. Eloisa seguramente ya te platico que Lili despertó en la madrugada. Eso fue anoche, y anteayer me despertaron Ale y Tere, jalaron la cobija y las dos se pusieron a soplarme la planta de los pies. Cuando me levanté les pregunte por qué lo habían hecho. La única respuesta que obtuve fue una mirada entre ellas y sus adorables risas. Como te podrás dar cuenta, estimado compadre, no se pueden dormir las horas necesarias con estos adorables chiquillos.
Sonriendo, José espera a que su querido compadre termine el relato.
– ¡La familia! –dice Benja, después de un reflexivo silencio–. Busqué tanto la ruta, y todo el tiempo la tuve frente a mis ojos. No sé por qué nos empeñamos en descubrir novedosas y revolucionarias rutas, cuando la única ruta ya ha sido recorrida varias veces en 2000 años, y se sigue conservando tan fresca. En verdad no lo sé.
Los compadres siguen platicando sobre los asuntos pendientes. Finalmente se ponen de acuerdo y se despiden. Mientras Benja acompaña a José a la puerta, sigue reflexionando mientras busca a Eloisa.
“Cristo constantemente se renueva. No hay nada viejo, anticuado o pasado de moda en Él. Creo que la modernidad se enorgullece mucho de la renovación constante, cuando en el afán de renovar jamás se puede cimentar. Me cuesta trabajo creer que yo haya pensado así.”
“Se que mi tiempo, no es tu tiempo Señor, pero me hubiera gustado no perder tanto tiempo de mi vida. Hubiera preferido conocerte antes, y creo que así me habría ahorrado muchos dolores de cabeza. Pero creo que todo esto, tú lo has permitido amado Señor. Permitiste que cayera, para tú ser mi luz, y me alegra el haber reconocido la mano que me tendiste. Sin ti nada soy y nada puedo. Tan simple y tan fácil que es seguirte. No me importa ir contra la comodidad y superficialidad del mundo, con tal de agradarte a ti. Nuevamente te doy gracias por permitirme formar esta familia, y por haber recuperado a Eloisa.”
Perdido un poco en el tiempo, llega a donde esta su amada esposa.
– Eloisa –dice Benja, con mucha emoción en la voz–. Te amo, y estoy tan agradecido por tus oraciones y por la manera en que has transformado mi vida, mis pensamientos y mis sentimientos. Eres el crisol que purificó al hombre que ahora tienes delante de ti. Me has enseñado que sólo a través de nuestro matrimonio es como realmente podemos ser pareja e individuos plenos. Y a través de este bendito sacramento es como podremos ser sal de este mundo, de aquí nuestros hijos saldrán bendecidos y fortalecidos para ellos a su vez, ser también luz para este mundo. No hacen falta las grandilocuencias ¿verdad mi amor? Sólo la sencillez de Cristo para lograrlo.
Eloisa mirándolo con infinita ternura, asiente.
Benja a su vez la toma tiernamente de la cintura. Deposita un suave beso en sus labiosy le dice.
– Gracias, eres mi vida. _________________
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sedasus Nuevo
Registrado: 02 Dic 2005 Mensajes: 18 Ubicación: mexico
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Publicado:
Jue Ene 19, 2006 7:47 pm Asunto:
SALUDOS
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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hola estoy por leer tu obra grasias. _________________ QUE DIOS TE ILUMINE. |
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Lula Moderador

Registrado: 04 Oct 2005 Mensajes: 3995
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Publicado:
Jue Ene 19, 2006 8:08 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Hola!
No sé quién eres, pero nos estás permitiendo conocer tu vida a través de lo que escribes.....gracias. Yo no tengo ninguna autoridad para hablar acerca de literatura ni soy quién para juzgar cómo escribes, solamente puedo decirte que leerte me ha "llevado de la mano" y he podido imaginarme muy claramente todo lo que narras, y me has mantenido interesada.......eso es casi lo que realmente importa lograr en un lector, no? Te felicito, y espero los otros capítulos!! Bendiciones para ti y tu familia. _________________
¿Ya platicaste hoy con tu Angel Custodio? |
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Jue Ene 19, 2006 10:45 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Lula escribió: | Hola!
No sé quién eres, pero nos estás permitiendo conocer tu vida a través de lo que escribes.....gracias. Yo no tengo ninguna autoridad para hablar acerca de literatura ni soy quién para juzgar cómo escribes, solamente puedo decirte que leerte me ha "llevado de la mano" y he podido imaginarme muy claramente todo lo que narras, y me has mantenido interesada.......eso es casi lo que realmente importa lograr en un lector, no? Te felicito, y espero los otros capítulos!! Bendiciones para ti y tu familia. |
Muchas gracias Lula por tu felicitación.
Como lo dije antes, mucho de la narración fluida se lo debo a Enrique, quien me ayudo a "pulirme".
Mencionas que les permito conocer mi vida a través de este escrito, pero no es así, recuerdo que estoy haciendo un ejercicio como escritor, y debes ligar el título con el contenido  _________________
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Lula Moderador

Registrado: 04 Oct 2005 Mensajes: 3995
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Publicado:
Vie Ene 20, 2006 10:33 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Hola Alexander!
Ok, me equivoqué, pensé que era tu propia vida la que narrabas. Ves cómo yo no se nada de esto?!?! jajajaja En fin...sigue pareciéndome bonito, y felicito entonces también a Enrique por lo que a él le toca!
Saludos y bendiciones. _________________
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Jose Fernando Ortiz Constante
Registrado: 16 Ene 2006 Mensajes: 696 Ubicación: Bogotá, Colombia
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Publicado:
Mie Ene 25, 2006 7:44 pm Asunto:
Re: Reflexión sobre el Matrimonio.
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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El amor de Benjamín y Eloísa.....
Relatas bien, apreciado Alexander Verne(parecido a Julio Verne)
Continúa.....que la práctica hace al maestro.
Y......¿qué tal el amor entre el sabio Salomón y la dama Sabiduría que se narran en el Libro: Cantar de los Cantares.
Lo has meditado?
Dios te guarde! _________________ I de Juan 1,1-4
Nosotros, Señor, te vemos y escuchamos.....
IGLESIA_MADRE UNIVERSAL.....
MUJER revestida de sol....
Dios....en/con.... nosotros. |
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Mie Feb 01, 2006 11:09 pm Asunto:
CAPITULO III (Mi Vida). 1ra. Parte
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Capítulo III
¡No comprendo! ¡No logro entenderlo! ¡No entiendo! ¡No puedo! –repite incesantemente Benja. Parecen letanías de duelo, pensamientos que desgarran su corazón y su alma. El tiempo se ha detenido, tiembla, siente frío y un sabor amargo le recorre la boca.
No recuerda cuánto tiempo caminó. Al mediodía sostuvo una plática con Eloisa, y ahora en su casa todos están dormidos y en la calle no hay ruido. No puede estar tranquilo. Piensa y repasa qué parte de la ruta no le gusto a Eloisa, y por qué esa terquedad a seguir la moral católica. Jamás ha sentido tanto odio. Dios le ha quitado a su amada… pero no le iba a quitar nada más. Va y viene de dolorosos letargos, confundiendo la realidad. Por fin se da cuenta de que esta sentado en su habitación sollozando. Con la mirada perdida busca la foto de Eloisa. No la encuentra.
Súbitamente fija su pensamiento en Eloisa, y lo invade un dolor lacerante en la nuca. Se ve obligado a sentarse, pero no lo hace, su orgullo se lo impide. Permanece de pie, desafiándolo todo, incluso a Dios. Nada puede escapar de su control. Todo esta perfectamente planeado. ¿Qué falló? Se pregunta mientras lanza puñetazos contra la pared. Finge que no hay dolor, o más bien quiere que el dolor en el corazón se diluya en sus puños.
Benja no puede encontrar la respuesta, y acostumbrado a salirse con la suya, lo primero que hace es negar su error. Lacónicamente dice: – Ella se lo pierde.
– o –
Días después Benja ha pasado de la ira a la negación. En todo este tiempo no ha visto a Eloisa y no puede asimilarlo. El profundo amor que siente por ella es una pesada carga que le impide trabajar, dormir, sonreír y vivir. Pero jamás le dará la razón. Si Eloisa quiere que la ame, será bajo sus condiciones y reglas. Deberá olvidarse por completo de su estúpido Dios.
Sus ojos lagrimean y enrojecen, quiere sacar su furia a través de ellos.
– ¿Por qué? ¿Por qué destruyes mi vida? Ella debe ser mía – vocifera Benja sosteniendo el crucifijo que Eloisa le regalo cuando cumplieron su primer aniversario de novios.
¿Por qué, esto? ¿Ahora qué hago con esto? Súbitamente su rostro se ilumino con la idea de destruirlo. Así destruiría el vínculo con Eloisa y reafirmaría su superioridad sobre los creyentes catoliquillos.
¡Que se rompa en mil pedazos!
Su rostro refleja una sonrisa macabra mientras lentamente aprieta la cruz. Sigue apretando y empieza a sentir dolor en las manos hasta que oye un crujido. Voltea a ver el crucifijo para ver donde se ha roto y aprieta aun más.
¡Vas a morir nuevamente!
Cuando decide que ya es tiempo de destruirlo por completo, utiliza toda su fuerza, pero parece que el crucifijo se resiste a ceder. Aprieta más, y el crucifijo no cede. Lanzando un grito desesperado usa toda su fuerza, pero el crucifijo jamás cede. Parece que lucha. Espantado piensa que el crucifijo esta vivo.
Lo suelta. Sus manos tiemblan y el también empieza a hacerlo. Horrorizado se tumba en un rincón mirando fijamente el crucifijo. Comienza a sollozar y a llamar a Eloisa.
Semiconsciente, lentamente repasa su última conversación con ella.
– Te amo Benja –dijo Eloisa, haciendo un esfuerzo por hablar–, te amo con todo mi corazón, te amo más que a mi vida misma. Pero con gran dolor te debo decir que no puedo hacer lo que me pides. No puedo ser tu concubina, porque eso es lo que me pides. Sé que me amas, pero no te voy a pedir que cambies por mi o por nuestro amor. Sólo que reflexiones y que madures, y si encuentras a la mujer que acepte tu estilo de vida, recuerda que por mucho que la ames puedes acabar destrozándole el corazón si no hay en ti un compromiso.
– Pero Eloisa –contesta Benja, elevando el tono de voz–. Yo en ningún momento te he pedido que seas mi concubina. Solamente no quiero que nos casemos, y al rato nos divorciemos.
– Y ¿por qué ha de ser así? –dice Eloisa.
– Porque la mayoría de los matrimonios empiezan así –continua Benja–, sin ninguna experiencia previa y sin convivencia íntima. ¿Cómo vamos a saber si somos compatibles? ¿Cómo…?
– Ya basta de preguntas –interrumpe Eloisa, enojada –. No tienes esperanza. Desconfías de la Iglesia, ves en Dios un enemigo. Y… aunque me duela…aceptarlo, no pod… –Eloisa contiene el llanto y continúa–. No podemos estar juntos. Sabes que creo en la santidad, y no puedo alcanzarla sin ti.
Sin esperar la respuesta de Benja, Eloisa solo dice –Adiós.
– o –
Después de aquel día Eloisa ha llorado interminablemente durante varios días. Cuando cree que el dolor ha desaparecido, este regresa con mayor intensidad.
Ya no soporta más, quiere regresar con Benja. Quiere decirle que lo ama. Quiere decirle que acepta compartir su vida con él, bajo sus condiciones. Primero conviviendo y conociéndose; para después tomar la decisión de casarse.
“¡Dios mío! ¡Perdóname! Lo necesito. Lo amo. Quiero estar junto a él. Ya que estemos juntos se que me ayudaras a convertirlo.”
Después de un prolongado silencio Eloisa siente mucha calma. Su corazón comienza a llenarse de mucho gozo. Sabe que el ansiado consuelo de Dios ha llegado.
“¡Perdóname, por favor! ¡Lo siento tanto! ¡Jamás he querido negarte mi amado Cristo! Tú sabes cuanto lo amo, pero mi amor por ti es mayor. Si él no se da cuenta de lo que es el verdadero amor, y si no te quiere amar a ti, de nada serviría sacrificarme y sacrificar mis creencias.”
“Santísima Trinidad. Dulce Madrecita. ¡Ayúdenme! Arrebátenlo de su orgullo. Les ofrezco el ayuno de todo un mes para que mi amado Benja reciba la Gracia necesaria y los acepte en su corazón. ¡Socórranlo! Confío en tu infinita Bondad y misericordia. Tú todo lo puedes.”
Eloisa más tranquila deja su angustia en manos de Dios, con la absoluta certeza de que no sólo recuperará a Benja, sino que además, Dios recuperará un hijo. El hijo pródigo regresará.
– o – _________________
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Mie Feb 01, 2006 11:11 pm Asunto:
CAPITULO III (Mi Vida). 2da. Parte
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Ha pasado más de un mes. Benja no ha hecho nada más que estar metido en su local. Uno de esos días mientras veía a la calle, vio a Eloisa. Su corazón dio un vuelco. Nervioso, se escondió en una esquina, donde cree que ella no lo verá.
Eloisa se dirige al local. Cuando llega con él aprieta un poco los puños y sin saber muy bien que va a decir empieza a hablar.
– Hola, ¿Cómo estás? –dice Eloisa controlando su voz.
–¿Yo? –contesta Benja.
– Pues no veo a nadie más –dice Eloisa.
–Bien. Estoy bien. ¿No se me nota? –dice Benja simulando gallardía.
– Vengo a decirte algo. No quiero que te enojes. Necesito que me escuches –dice Eloisa en tono conciliador.
– Pues dime –dice Benja un poco cortante.
– Estos días han sido difíciles para mí –dice Eloisa tomando aire para continuar. Te he extrañado, pero no voy a cambiar lo que ya decidí. Ahora yo te digo que si no es con mis reglas, no habrá ninguna posibilidad para nosotros.
– ¿Cuáles reglas? –dice Benja totalmente confundido.
– Tú sabes cuales –dice Eloisa con firmeza–. Sé que te burlarás por lo que voy a decir, pero he estado diariamente rezando el rosario por ti. ¿Sabes? Dios te necesita, y más que yo.
Benja sólo acierta a balbucear algo. Mira a Eloisa y desea abrazarle.
– Te amo Benja. Lo sigo haciendo – dice Eloisa como en tono de despedida.
Tímidamente se acerca a él y le da un ligero beso en la mejilla. Se aleja y cuando está a punto de salir, voltea y mira a Benja con la esperanza de volverlo a encontrar.
Benja queda petrificado. Desea salir corriendo tras ella. Besarla y pedirle perdón. Pero no lo hace. Esta confundido. No sabe que pensar. No tiene porque pedir perdón.
¿Dios lo necesita? Que clase de petición es esa. Primero destruye su vida. Y ahora lo necesita ¿Para qué?
Han pasado algunos días después de esa conversación. Benja despierta malhumorado pensando en correr a su hermana de la casa porque su sobrino no lo dejo dormir bien. Quiere descargar su frustración y temeroso saca el crucifijo de su cajón. Lo mira y dice:
– Si realmente eres Dios ¡háblame! ¿Qué quieres conmigo?
El silencio es la única respuesta.
Se prepara para ir a trabajar. Cuando sale de casa en lugar de dirigirse al local toma camino hacia un ciber. La idea de que, con argumentos bien estructurados puede convencer a Eloisa, se ha enraizado en su mente. Empieza su búsqueda. Ahora ya tiene una leve esperanza. Puede recuperar a Eloisa. La razón es superior a los fanatismos.
Veamos. Sitios de ateismo…pensamiento liberal…la verdadera historia de Cristo…la Iglesia no tiene la salvación…ventajas de la unión libre…
Pasa casi todo el día buscando los argumentos, pero ninguno le convencel. Demasiado cansado abre una página y empieza a leer el texto.
“Cuando el hombre y la mujer piensan formar una familia, generalmente, no piensan en los hijos que desean tener, sino en sus posesiones materiales, en construir el nido que brindará la protección necesaria a su vida futura. Piensan en invertir su tiempo inicial para el conocimiento mutuo y el fortalecimiento de sus lazos afectivos.”
Emocionado piensa que al fin encontró su argumento.
“Sin embargo, estos objetivos se logran después de una vida entera conviviendo, creciendo, estimulando, perdonando, y sobre todo amando. El argumento preferido es: antes del matrimonio se debe dejar a la pareja compartirlo todo como si ya fueran marido y mujer. Craso error. Si bien, en situaciones extraordinarias, esta técnica pudiera funcionar, en la mayoría de los casos no resulta así. La pareja se angustia ante la falta de compromiso, principalmente la mujer. Se piensa que la modernidad y el libre pensamiento pueden sustituir la bendición de Dios o el documento legal. Finalmente la pareja se enfrasca en una cruzada interminable con el fin de asegurar la fidelidad y la madurez.
La felicidad depende en gran medida del compromiso individual, pero el factor que la potencia es…”
Intrigado quiere seguir leyendo, pero por error cierra el navegador, y después ya no es capaz de recuperar el texto. Decepcionado, intrigado y frustrado sale del ciber sin rumbo fijo.
Ensimismado no se da cuenta que ha llegado a un Templo. Mira hacia el interior, y desafiante se queda parado enfrente del atrio. Vuelve a reclamar a Dios. Le quiere gritar que no destruya su vida, pero no lo hace. Sin saber por qué, entra y se sienta en una de las bancas posteriores.
Se sorprende al sentir un ligero calor que afuera no se siente.
–Joven, alcanza a ver si esta presente Nuestro Señor, quiero rezarle –pregunta una anciana sacando a Benja de su estupor.
– ¡Eh! –balbucea Benja.
– Dígame si está encendida la lucecita roja en el altar, no alcanzo a ver –dice la anciana, un poco molesta porque confunde a Benja con un turista que no tiene idea de la sacralidad del templo.
– Sí, está encendida –responde Benja–, ¿por qué lo pregunta?
– ¿Por qué ha de ser? Ahí esta Nuestro Señor –dice la anciana con enojo en la voz. Mirándolo despectivamente se aleja.
Intrigado quiere buscar la fuente del calor. Se para y camina hacia el altar con pasos lentos. Aunque le hubiera gustado negarlo, se sobrecoge por la belleza y solemnidad del templo. Observa los nombres debajo de los cuadros y figuras que adornan las paredes. San José, san Antonio de Padua, santa Eduviges, Cruz del Apostolado, san Ignacio de Loyola…
Finalmente llega a la primera fila de bancas, y siente un enorme respeto al ver la figura de la Virgen. Admira la belleza de su rostro, la tranquilidad que de ella emana, la paz que hace sentir. Unas lágrimas corren por sus mejillas. Al ver a la Virgen ha pensado en Eloisa.
Se sienta sin apartar la vista del rostro de la Virgen. Piensa que es un egoísta. Jamás le dio una oportunidad a Eloisa de explicarse. Nunca le pregunto porque le gustaba asistir al templo, el suponía que era una perdida de tiempo, pero, al sentir sus lágrimas correr y su angustia desaparecer, comprendió a Eloisa.
Al salir del templo nuevamente su mente intenta buscar las respuestas a lo que ha sentido. No logra encontrarlas. Está muy confundido. Quiere volver a sentir enojo y odio. Siente la mirada de la Virgen y vuelve a sentir paz, mucha paz, la paz que jamás había experimentado.
Los días que siguen son muy confusos para Benja que se debate entre su orgullo y sus sentimientos. Encerrado en su cuarto confronta sus creencias y las de Eloisa. Aún no puede asimilar la experiencia en el templo. Quiere volver pero siente vergüenza. ¿Qué pasa si algún conocido lo ve entrar? ¿Qué tal si lo corre el cura? Pero lo que más le avergüenza era volver a mirar los ojos de la Virgen. El intento por romper el crucifijo lo atormenta.
Ahora más avergonzado que nunca saca nuevamente el crucifijo. Temeroso busca el lugar donde se rompió con la intención de ver si tiene arreglo. Angustiado no lo encuentra hasta que finalmente se da cuenta que el crucifijo esta intacto. Poco le importa recordar que oyó como se rompía y que hasta vio donde se había roto. Una extraña alegría se apodero de él. Podía tranquilamente regresar al Templo. Quiere volver a ver a la Virgen. _________________
¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza? |
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Mie Feb 01, 2006 11:13 pm Asunto:
CAPITULO III (Mi Vida). 3ra. Parte
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Se decide y se dirige al Templo. Ahora con paso firme pero angustiado llega a la primera fila y con inmensa alegría mira el rostro de la Virgen. Pasan algunos minutos y se da cuenta que empieza a entrar mucha gente. Apenado no se mueve de su lugar, menos cuando se da cuenta de que la Iglesia se ha llenado.
Aterrado se da cuenta de que una religiosa se acerca a su banca. Quiere ocultarse, quiere pararse y salir corriendo, antes de que vergonzosamente lo saquen del Templo. Nada puede hacer. Ella se para a su lado, y él voltea hacia el otro. Cuando le toca el hombro trata de hacerse el digno, pararse y salir.
– No se pare hermano –dice la religiosa–, no me voy a sentar. Sólo vengo a decirle que nos haga el favor de leer la segunda lectura.
– ¿Cómo? –dice Benja completamente angustiado.
– Que pase a leer la segunda lectura, por favor. Casi no hay hombres que lo hagan –le suplica ella.
– Nunca lo he hecho –dice Benja nervioso, pero sin ánimo de contradecirle, ya que en la mirada de la religiosa ve la misma dulzura de la Virgen.
– Si acepta, yo le digo qué tiene que hacer –dice la religiosa con una amplia sonrisa–, venga conmigo.
Sin más remedio y sin voluntad la sigue. Ve hacia donde se dirigen y siente una angustia que crece aún más cuando se da cuenta que la Virgen le queda de espaldas.
Siente que su cara esta roja de vergüenza. Extrañamente vuelve a sentir ese ligero calor. ¡Pero ahora éste emana del cura! Sin saber que hacer imita a los otros dos hombres que están junto a él. Cree percibir en uno de ellos la misma mirada angustiada.
Antes de que la celebración comience la religiosa da una breve explicación a cada uno de lo que debe hacer. Durante el desarrollo de la misa Benja enmudece hasta que ve que ha llegado su turno. Amablemente la religiosa le indica que se pare y que se dirija al ambón.
Se pone de pie, pero no sabe a donde dirigirse. Con una mirada de ternura la religiosa le indica el lugar. Las piernas le tiemblan cuando ve a toda la feligresía con los ojos puestos en él. Tímidamente empieza a leer.
– Hijo mío, lee un poco más alto –indica el Sacerdote. Benja se sobresalta más al oírlo.
Quiere que nadie lo note y ahora ya se ha dado a notar. Todos se burlaran porque él fue el único que se equivocó. Nuevamente empieza a leer esperando que los nervios no lo traicionen.
“Segunda Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. Nueve, coma, uno guión nueve.
En aquellos días, Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino, tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén. Y sucedió que mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció en su derredor una luz del cielo; y al caer a tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y El respondió: Yo soy Jesús a quien tú persigues; levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos, oyendo la voz, pero sin ver a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco. Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.”
– Palabra de Dios –diciendo esto, se sienta inmediatamente.
Mientras leía iba sintiendo como una opresión en el pecho se acentuaba, tanto que le hacía difícil el respirar. El Sacerdote le iba a pedir que continuara con la aclamación, pero al verlo indispuesto prefirió no molestarlo.
Cuando por fin la religiosa le indica que puede ir a su lugar en la banca, siente que esta sudando copiosamente y decidido sale del Templo. Apresurado como iba no alcanza a distinguir que una joven esta de pie observándolo ni tampoco se percata que nadie se burla de él, sólo hay una que otra mirada extrañada por su salida.
Benja empieza a correr una vez afuera del Templo. En un súbito cambio de humor la angustia se convierte en coraje. Frena bruscamente su carrera y cae al piso. Atontado decide regresar. Ahora el coraje desaparece y se convierte en un sentimiento desconocido para él. Más tarde se daría cuenta que lo que sintió fue esperanza.
Cuando llega al Templo maltrecho, sudado y confundido, ve sin poner atención que la silueta de una mujer esta de pie a un lado de la puerta. En el estado en el que está piensa que ve a la mismísima Virgen, piensa nuevamente en dar la vuelta, pero algo lo empuja hacia la silueta. Al aproximarse, con infinita alegría se da cuenta que es Eloisa.
Esta vez no duda y se abalanza sobre ella. Cuando llega a su altura ve que Eloisa ha estado llorando. La mira y al contemplar sus ojos humedecidos se arrodilla ante ella.
– ¡Perdóname! ¡Amor mío! –dice Benja abrazando sus piernas. Ahora no le importa que la gente se le quede viendo.
– Levántate Benjamín, no es necesario –dice Eloisa angustiada.
– Si lo es. He sido una bestia y estoy arrepentido –dice Benja, aforrándose a su posición.
– A mi no es a quien tienes que pedir perdón –dice Eloisa tratando de levantarlo.
– ¡Amor! –dice Benja desahogando la frustración que hace unos días lo perseguía–. Aún no lo tengo claro, aún no se qué hacer. ¡Enséñame a amar a Dios! ¡Guíame en la misa!
– Tontuelo, la misa ya terminó – dice Eloisa sonriendo.
– Entonces acompáñame, siento que necesito hacer algo –suplica Benja.
Ahora Benja entra sintiendo una gran alegría en el corazón. Quiere llorar pero se contiene. Va de la mano de su amada, y nada puede hacerlo más feliz.
Eloisa lo mira complacida, sintiendo una tremenda paz al caminar de la mano de su amado Benja por primera vez en la Casa de Dios. Llegan cerca del altar y ahí se arrodillan.
– o –
Semanas después Benja presenta otra cara, ya no es el mismo muchacho angustiado, sigue confundido, pero porque no ha logrado asimilar muchas cosas de su evangelización. Se encuentra con Eloisa en una cena a la que le invitó. Está emocionado de estar con Eloisa. Ella se ha puesto muy bella, luce radiante, y sus ojos brillan de amor al igual que los suyos.
– Mi amor, cuando me dijiste que Dios me necesitaba, en ese momento no lo comprendí, pero ahora creo que ya lo sé –dice Benja con solemnidad.
– ¿Y para qué te necesita? –dice Eloisa emocionada e intrigada por este giro en la conversación. No se cansa de verlo y admirarlo. Incluso le parece que Benja ha rejuvenecido.
– Pues muy sencillo, para hacerte feliz. Eres una criatura adorable, y Dios necesita que yo te cuide, te ame y te haga inmensamente feliz –contesta Benja.
– Gracias amor. Pero no creo que eso sea todo, hay algo más –dice Eloisa con una amplia sonrisa.
– Mmmm. Te había dicho que ese tema lo tocaríamos en otra ocasión. Aun no me siento listo –dice Benja con voz seria–. Discúlpame amor voy al baño.
Eloisa se inquieta un poco por la respuesta de Benja. De pronto, imagina a Benja retomando sus antiguos pensamientos. No lo quiere presionar… Se empieza a poner nerviosa porque Benja esta tardando demasiado.
– Bella damita, permítame dedicarle esta canción. He quedado prendado con su belleza –dice un violinista, que se ha puesto junto a ella.
– No, por favor. No se moleste –dice Eloisa avergonzada. Nerviosa, sólo quiere que Benja regrese.
– Le suplico que acepte este humilde obsequio –dice el violinista con insistencia.
Sin esperar la respuesta, comienza a tocar. El lugar se empieza a llenar de una bella, tierna y hermosa canción. Parece que el violinista saca esa melodía de su corazón. Eloisa olvida un poco su angustia embelesada con la melodía. Cuando el violinista termina ella dibuja una ligera sonrisa en su rostro.
– Gracias bella damisela. Su sonrisa es el mejor regalo de esta noche. Pero creo que no podrá superar el regalo de este caballero –al terminar de decir esto, señala hacia donde esta Benja de pie mirándola.
Eloisa se sobresalta y rápidamente gira hacia donde señala el violinista. Entonces Benja se acerca, se arrodilla y la toma de la mano.
– ¡Amor! Sé que Dios me necesita para que te haga feliz. Pero sé que Dios también me necesita para formar una familia junto a ti –dice Benja con profunda solemnidad y emoción en la voz. Hace una pausa para contemplar el rostro de Eloisa y ver en éste una mezcla de estupefacción, emoción, alegría y vergüenza.
– Te quiero pedir que compartas conmigo tu amor, tu fe y tu vida ¿Quieres construir una familia junto a mí? ¿Aceptas ser mi esposa? –dice Benja sintiendo que en esta pregunta está su vida de por medio. Abre un pequeño estuche, le muestra el anillo que contiene a Eloisa, y enseguida se lo pone.
Eloisa no puede decir nada, no puede pronunciar palabra. Pero con una inmensa sonrisa, cerrando los ojos lo abraza y susurra un emotivo “si”. Después toma su cabeza entre sus manos y sellan su amor con un tierno beso. _________________
¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza? |
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Mie Feb 01, 2006 11:20 pm Asunto:
GRACIAS!!!
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Finalmente.
Quiero agradecer a todos aquellos que se han tomado el tiempo y la molestia de leer esta "pequeña" novela-reflección.
Me gusta esta fasceta de escritor y espero seguir explotandola.
Se que esto debe hacerse al principio, pero me parecio mejor ahora. Quiero dedicar este escrito a:
Dios. Por ser una fuente innagotable de Amor e inspiración, sin tí no me hubiera atrevido.
Mi esposa. Mi bella esposa. El sólo pensar en ella me genera el deseo de seguir escribiendo. Eres mi musa.
Enrique L. Sin tu ayuda no lo hubiera hecho.
María José. Tu ejemplo es inspirador, al igual que tu alegría y tu ternura. _________________
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Mie Feb 01, 2006 11:25 pm Asunto:
Re: Reflexión sobre el Matrimonio.
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Jose Fernando Ortiz escribió: | El amor de Benjamín y Eloísa.....
Relatas bien, apreciado Alexander Verne(parecido a Julio Verne)
Continúa.....que la práctica hace al maestro.
Y......¿qué tal el amor entre el sabio Salomón y la dama Sabiduría que se narran en el Libro: Cantar de los Cantares.
Lo has meditado?
Dios te guarde! |
Gracias.
Tome el apellido de Verne para rendirle un pequeño tributo a tan admirado escritor. Es mi favorito. Espero algún día tener la fluidez de él, y hacer sentir la historia como solo él lo sabe hacer.
El Cantar de los Cantares...
Es una obra innigualable. Te platico que el libro lo trate de meditar antes de mi boda.
Saludos.
Dios te bendiga. _________________
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Mar Feb 14, 2006 6:58 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Gracias por el voto de confianza Enrique. Y por la promoción  _________________
¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza? |
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Lun Feb 20, 2006 8:51 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Maru:
Gracias por tus comentarios, y que bueno que no te hayas dormido leyendola. Valoro muchisímo tus porras.
Creeme que es una delicia escribir. _________________
¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza? |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Mar Feb 28, 2006 3:50 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Hola Alexander:
Gracias por escribirme un MP. La verdad es que creo que solo he ido al foro de Relax, unas 6 ó 7 veces desde que estoy en los foros. No sabia que allí habia temas tan interesantes, como el tuyo, Alexander. Porque acabo de leer tu preciosa novela. Gracias por escribirla Alexander; el mundo es distinto desde que la has escrito.
Una pregunta: ¿Conozco yo a la María José a la que le dedicas tan preciosa obra? Perdón por la pregunta si la ves impertinente... Si yo fuera esa especial persona para ti Alexander, estaria muy orgullosa de ti.
Muchas gracias por contestar a mi MP. (casi como este mismo escrito) Dices que soy yo, ¡yo!. Pues,... pues, VOY A CELEBRARLO, ¡sí! Me tomaré un buen trozo de chocolate NEGRO 75% cacao: EL DE LOS DOMINGOS.
Muchas gracias, estoy muy contenta de ser ejemplo inspirador: ¡¡ME GUSTA!! ¡Me gusta mucho, que me consideres de esta manera: GRACIAS!
Tienes talento de escritor; y eres grande, porque HABLAS DE DIOS Y VIVES CON DIOS. Muchas gracias Alexander Verne. Continua escribiendo: No lo dejes. Te seguiré leyendo, porque tu obra tiene talento y corazón. Me ha gustado.
Si pudieras oirme, ahora oirias, MIS APLAUSOS PARA TI, querido Alexander: plass... plas... plas... plas... plas... plas... plas... plas... plas... ... ... ¡¡Bravo!!
Soy un poco revolucionaria, la verdad, siempre que voy a un concierto, a una cantada de Coral, a un teatro, aplaudo mucho y digo varias veces "¡Bravo!", si me ha gustado, y si me ha gustado mucho: hasta me levanto. Y voy siempre a dar las gracias a los artistas, o al artista, personalmente: porque sé que el ARTE es algo diferente; EN ESE TRABAJO HAY ALGO MÁS QUE LABOR; HAY VOCACIÓN.
Querido Alexander, ahora estaría platicando contigo, intentando saber que te inspiro escribir la obra... ¿Que te motivo a ello? ¿Que sentistes al escribirla? ¿Que sientes al DARLA? Te haría mil preguntas, para llenarme de tu alma. MUCHAS GRACIAS.
Realmente no sé quien puedes ser.
Felicidad para ti, tu esposa, tu familia.
He decidido, gracias a tu escrito Alexander, pasarme de vez en cuando por este foro y por otros foros.
Que Dios te bendiga y con Él, Santa María. Amén _________________ *Primavera
http://www.Diosjesustehabla.com PRIVADO
http://www.catholicosonline.com |
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Alexander Verne Esporádico
Registrado: 09 Ene 2006 Mensajes: 77
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Publicado:
Mie Mar 01, 2006 6:09 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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María José* escribió: | Hola Alexander:
Gracias por escribirme un MP. La verdad es que creo que solo he ido al foro de Relax, unas 6 ó 7 veces desde que estoy en los foros. No sabia que allí habia temas tan interesantes, como el tuyo, Alexander. Porque acabo de leer tu preciosa novela. Gracias por escribirla Alexander; el mundo es distinto desde que la has escrito. |
Como responder a tan hermosa demostración de aliento
María José* escribió: | Muchas gracias por contestar a mi MP. (casi como este mismo escrito) Dices que soy yo, ¡yo!. Pues,... pues, VOY A CELEBRARLO, ¡sí! Me tomaré un buen trozo de chocolate NEGRO 75% cacao: EL DE LOS DOMINGOS. |
Te acompaño también con otro delicioso chocolate
María José* escribió: | Muchas gracias, estoy muy contenta de ser ejemplo inspirador: ¡¡ME GUSTA!! ¡Me gusta mucho, que me consideres de esta manera: GRACIAS!
Tienes talento de escritor; y eres grande, porque HABLAS DE DIOS Y VIVES CON DIOS. Muchas gracias Alexander Verne. Continua escribiendo: No lo dejes. Te seguiré leyendo, porque tu obra tiene talento y corazón. Me ha gustado. |
Talento, me han dicho que lo tengo, pero tengo que aceptarlo con humildad porque Dios me lo dio y hasta hace poco lo he descubierto. Corazón, siempre trato de ponerlo y sequire poniendolo, porque ahi es donde radican los hermosos dones que Dios nos da. Me pasa lo que a los jugadores de fútbol mediocres, solo abase de corazón pueden anotar un gol porque su técnica es lamentable.
María José* escribió: | Querido Alexander, ahora estaría platicando contigo, intentando saber que te inspiro escribir la obra... ¿Que te motivo a ello? ¿Que sentistes al escribirla? ¿Que sientes al DARLA? Te haría mil preguntas, para llenarme de tu alma. MUCHAS GRACIAS. |
Y nos sentamos en una mesita impregnados del calor humano, de las conversaciones, de los olores.
Se acerca una mesera algo tímida que no pregunta si queremos pedir algo de tomar, temiendo que la vayamos a regañar. Tú yo yo la miramos, le sonreimos y le pedimos una taza de chocolate espumoso y caliente, una para cada uno. Y tú con tu dulce voz le pides que ella eliga el pan más sabroso par acompañar el chocolate.
Antes de que se vaya le dices que ella es una buena muchacha, que se le nota en su mirada y que no tiene porque temer, te imaginas que es su primer día y se lo haces saber, a lo que ella asiente. Te paras, le das un abrazo y le infundes mucho animo para que salga adelante.
Yo me quedo callado admirando el gesto, e internamente lo aplaudo.
Comentamos algo trivial, y subitamente me empiezas a preguntar, porque quieres saber más de mi.
¿Qué te motivo a escribir? -dice Maria Jose poniendo una enorme sonrisa en el rostro y se apoya en ambas manos para oir mi respuesta.
No lo se. -respondo-. Quizás fue una súbita gracia que Dios me concedio. Desde joven lo había intentado, pero siempre me contenia la opinión de otros. Era tremendamente tímido. Pero siempre quize expresarme, siempre supe que podía decir algo más en las conversaciones, o decir lo que sentía a mis padres y a mis hermanos, pero la tímidez me paralizaba. Ahora se que puedo hacerlo y tengo mucho que decir, y quiero hacerlo Maria Jose, quiero hacerlo.
Y lo harás -sentencia Maria Jose con los ojos iluminados por la emocion-. ¿Que sentiste al escribir?
Fui pasando por todas las emociones de Benja y de Eloisa -le digo esto y pongo cara de intelectual en broma-. Primero trate de sentir lo que quería escribir para tratar de plasmarlo con la mayor fidelidad posible. Lo que menos me importo es que a alguien le gustara o no. Lo que en verdad queria es que me gustara a mi.
Ves como queriendo se puede, y esperare muchas más -me anima Maria Jose con su dulce voz-. Ya me dijiste que era para ti la novela, pero ¿por qué te decidiste a publicarla?¿que sentiste al darla?
Hasta ahora me siento abrumado por la respuesta que ha provocado -digo tomando aire para continuar-. Sinceramente, senti que al darla estaba dando algo único. Yo sé que no soy un escritor y disto mucho de serlo, pero me senti bien al dar una visión y una reflexión porque se que a alguien más le podría interesar.
Maria Jose y Alexander continuan platicando por un rato más, y se pierden entre ese mar de conversaciones. Por cierto a Ana, la mesera nueva, se le ha borrado la timidez; ahora muestra una amplia sonrisa y todos sus clientes se ven muy contentos y satisfechos.
María José* escribió: | Realmente no sé quien puedes ser.
Felicidad para ti, tu esposa, tu familia.
He decidido, gracias a tu escrito Alexander, pasarme de vez en cuando por este foro y por otros foros.
Que Dios te bendiga y con Él, Santa María. Amén |
No creo que importe quien soy. Algun dia lo sabrás. Gracias por tus bendiciones Maria Jose, sigue siendo nuestro ejemplo e inspiracion.
También quisiera pedir una disculpa por atreverme a hacerme una entrevista. Nuevamente Maria Jose me inspiro a hacerlo. Solo deje relucir algunos aspectos de mi persona, pero no quiero decir que soy un gran escritor o algo por el estilo. Jamas pense en hacerlo como un ejercio de vanidad. _________________
¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también en ellos la estrella de la esperanza? |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Lun Mar 06, 2006 8:28 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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¡Tú, me conoces!
¿Quién eres?
Es real toatalmente real, incluyando incluso lo del abrazo a la mesera.
Estoy impresionadísima mi querido Alexander Verne, escritor.
DE VERDAD.
Podrias decirme por MP, ¿quién eres? ¿sí o sí?
Muchas gracias amigo, ¿o amiga?
Sigue escribiendo!!!
Con Dios todo lo puedes!
Quiero seguir leyéndote. ¿Sí? _________________ *Primavera
http://www.Diosjesustehabla.com PRIVADO
http://www.catholicosonline.com |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Lun Mar 06, 2006 8:29 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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María José* escribió: | ¡Tú, me conoces!
¿Quién eres?
Es real totalmente real, incluyendo incluso lo del abrazo a la mesera.
Estoy impresionadísima mi querido Alexander Verne, escritor.
DE VERDAD.
Podrias decirme por MP, ¿quién eres? ¿sí o sí?
Muchas gracias amigo, ¿o amiga?
Sigue escribiendo!!!
Con Dios todo lo puedes!
Quiero seguir leyéndote. ¿Sí? |
_________________ *Primavera
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Lola Montes Nuevo
Registrado: 06 Mar 2006 Mensajes: 6
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Publicado:
Lun Mar 06, 2006 11:27 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Pues yo también reflexionaré sobre el matrimonio.
Qué quieren que les diga?
Mi matrimonio no me hace feliz, solo el amor por mis higos me hace seguir adelante, pero mi marido es una persona bastante violenta. Solo el poder y la fe en Dios me ata a esta casa de terror.
Creen que dios podría comprender un futuro divorcio?
Si me dicen que no, seguiré con mi marido. De todas formas creo que esa es la mejor opción, además es lo que dije en la ceremonia: "te amaré hasta que la muerte nos separe"
Pero a veces me siento mal cuando pienso que ojalá ese momento llegue pronto. |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Mar Mar 07, 2006 8:32 pm Asunto:
Tema: Reflexión sobre el Matrimonio. |
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Querida Lola:
¿Y porque no intentas "amansar a la fiera de tu esposo"?. Ayúdalo a ser bueno.
Si quieres intentarlo, pásate por el foro de Familias Catolicas y alli nos cuentas y nosotros te contamos, además rezamos unos por otros y nos queremos.
Que Dios te bendiga y seas feliz. _________________ *Primavera
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