CarlosR26† Veterano
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Publicado:
Mar Ago 14, 2007 5:49 pm Asunto:
La Santidad; Para Jose Antonio
Tema: La Santidad; Para Jose Antonio |
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Derivado de otro tema..... aqui ejemplos de algunos Santos tomados al azar, algunos los conocerás y otros no, solo para hacernos una idea mas correcta de lo que denominamos "Santo" y no caer en el error de una imagen distorsionada...
San Juan de la Cruz
Estuvo encerrado en una celda por nueve meses. (gracias a le envidia de algunas *autoridades* religiosas)
La celda no era mas grande que 3*2 metros y solo entraba un pequeño rayo milimetrico de luz a travez de la ventana alta que habia en la celda, tan alta que tenia que pararse para que la luz le permitiera leer un poco.
En esas concidiones este Santo escribio en su mente varias de las poesias mas hermosas en el lenguaje castellano jamas concebidas.
Psicólogos han investigado y concluido que un hombre, en esas condiciones comienza a tener alucinaciones a los 40min. A las 5 horas comienza a enlocecer. Esta persona estuvo ahi por 9 eses... 9 meses y salio mas iluminado, y fuerte que nunca. Los Santos eran personas con fortaleza.. solo que la ponian en los pies de Dios.
San Serafín de Sarov un monstruo corpulento. Este Santo sufrio un atentado de robo mientras vivía en su ermita del bosque, san Serafín fue duramente atacado por unos ladrones.
Siendo físicamente fuerte y con un hacha en las manos, san Serafín no se defendió.
Ellos reclamaban dinero, pero él puso su hacha en la tierra, cruzó los brazos sobre su pecho y se entregó mansamente. (Verdadera Valentía) ¿Quien de ustedes es capaz, de pudiendose defender, dejar en manos del enemigo tu única arma y aun siendo mas fuerte y grande que ellos, los dejas que te hagan lo que deseen?
Verdadero coraje y fuerza de caracter.
Ellos lo empezaron a golpear en la cabeza con la madera de su propia hacha hasta que la sangre empezó a correr de su boca y oídos y cayó desmayado. Ellos continuaron golpeándolo con un tronco, lo pisaban y lo arrastraban por el suelo. Recién al creerlo muerto lo dejaron. El único tesoro que los bandidos encontraron en su celda era el icono de Nuestra Señora del Enternecimiento (Umilenie), ante el cual él siempre oraba.
Cuando estos malhechores fueron prendidos y juzgados, el santo intercedió por ellos ante el juez. Después de los golpes recibidos, san Serafín quedo encorvado para toda su vida. "Dejenlos libres, yo intercedo por ellos"...
¿No habra tendido ganas de destrozarlos a golpes? Probablemente si, como cualquier humano.. pero no lo hizo.. y esto nos lleva a otro Santo colerico.
San Luis María Grignon de Monfort
Este Santo era golpeado y violentado por su padre.
El papá de Luis María era sumamente colérico, un hombre violentísimo. Los psicólogos dicen que si Monfort no hubiera sido tan extraordinariamente devoto de la Virgen María, habría sido un hombre colérico, déspota y arrogante porque era el temperamento que había heredado de su propio padre. Pero nada suaviza tanto la aspereza masculina como la bondad y la amabilidad de una mujer santa. Y esto fue lo que salvó el temperamento de Luis. Cuando su padre estallaba en arrebatos de mal humor, el joven se refugiaba en sitios solitarios y allí rezaba a la Virgen. Y esto lo hará durante toda su vida. En sus 43 años de vida, cuando sea incomprendido, perseguido, insultado con el mayor desprecio, encontrará siempre la paz orando.
Este hombre violento, (como yo, como tu) se mordia los puños para no usarlos... pero no los uso, no por que "seguía con su corazón una dulce fe fuera de duda" si no por que era movido por la belleza que le representaba Jesucristo y su Madre. Era un hombre como tu y yo.
San Maximiliano Kolbe
Un Santo muy devoto de la inmaculada concepción.
En septiembre de 1939 estalla la Segunda Guerra mundial. El y sus frailes son encerrados en campos de concentración, pero el 8 de diciembre, fiesta de la inmaculada, son extrañamente liberados (coincidencias de la vida)
Entra en Auschwitz el P. Maximiliano la tarde del 28 de mayo de 1941 con un transporte de otros 320 presos. Sobre el portón de entrada había un letrero en alemán: "El trabajo libera". Era una mentira mas. En realidad, al entrar los prisioneros, se les decía que los judíos tenían el derecho de vivir dos semanas y los sacerdotes católicos un mes.
Apenas llegan agotados, se pasa lista. Cada preso ha de pasar debajo de una doble fila de sayones, los que armados de látigos y bastones, se divierten sádicamente, golpeándolos o haciéndoles zancadillas, que obligan los presos a saltos, manotazos, morisquetas y terribles crispaciones. Todo esto provocaba en los verdugos burlas y risotadas.
Maximilano siempre iba al final de la línea de la enfermería a pesar de la severa tuberculosis que padecía.
La mañana del 29 de mayo despertó a los 320 con un deshumanizante programa. Desnudados, fueron sometidos a una ducha colectiva de violentos chorros de agua fría. Después golpeados y escarnecidos obscenamente por sus desnudeces, fueron revestidos de raídas casacas, muchas de ellas aun manchadas de sangre. Cada casaca lleva un numero. Desde ahora en adelante, cada preso no será mas que un numero. El del Padre Maximiliano María Kolbe era el 16670.
Un día, después de una tremenda paliza dada por el cabo que estaba a cargo, y que lo había dejado mas muerto que vivo, el P. Kolbe fue internado en el hospital, atacado de neumonía, con fiebre altísima y con el rostro estriado de moretones. "Con su conducta ante el sufrimiento, asombraba a médicos y enfermeros. Soportaba el dolor virilmente y con completa resignación a la voluntad de Dios. (no se doblaba ante el dolor... lo aprendió de Jesucristo, cuando fue preso)
Bloque 14, bunker de la muerte,
donde mataron a S. Maximiliano
El bloque 14 había salido para la cosecha de unas parcelas de trigo. Aprovechando algún descuido de los guardias, un preso se fugó. Por la tarde, al pasar lista, se descubrió el hecho. El terror congeló los corazones de aquellos hombres. Todos sabían la terrible amenaza del jefe: "Por cada evadido, 10 de sus compañeros de trabajo, escogidos al azar, serian condenados a morir de hambre en el bunker o sótano de la muerte.
A todos aterrorizaba el lento martirio del cuerpo, la tortura del hambre, la agonía de la sed. Al día siguiente, los otros bloques siguen sus faenas diarias. Los del bloque 14 han de quedar en posición de atención en la explanada bajo el sol calcinante de verano, sin comer ni beber. Tres horas pasan como la eternidad. El P. Maximiliano, el de los pulmones agujereados por la tisis, el que acaba de salir del hospital, siempre débil y enfermizo, resiste de pie, no desmaya ni cae. El solía repetir: "En la Inmaculada todo lo puedo". A las 21 horas se distribuyo la comida. Pero no para el bloque 14. Estos pobres observaron como sus raciones eran tiradas de las ollas al desagüe. Al romper filas todos van a catres sabiendo que al día siguiente diez de entre ellos serian escogidos para el bunker de la muerte. Ya había ocurrido en dos ocasiones.
Al día siguiente, a las 18 horas, Fritsch, el comandante del campo, se planta de brazos cruzados ante sus víctimas. Un silencio de tumba sobre la inmensa explanada, atestada de presos sucios y macilentos. "El fugitivo no ha sido hallado... Diez de ustedes serán condenados al bunker de la muerte... La próxima vez serán veinte".
Con total desprecio a la vida humana, los condenados son escogidos al azar. ¡Este!... ¡Aquel!... grita el comandante. El ayudante Palitsch marca los números de los condenados en su agenda. Aterrorizado, cada condenado sale de las filas, sabiendo que es el final.
¡Adiós, adiós , mi pobre esposa!.. ¡Adiós , mis hijitos, hijitos huérfanos! dice sollozando el sargento Francisco Gajownieczek.
Las palabras del sargento sin duda tocan el corazón de muchos presos, pero en el corazón del padre Kolbe hacen mas. Mientras los diez condenados responden al grito: "¡Quítense los zapatos!", porque deben ir descalzos al lugar del suplicio; de improviso ocurre lo que nadie podía imaginarse.
He aquí los testimonio de los que estaban presente:
"Después de la selección de los diez presos atestigua el Dr. Niceto F. Wlodarski, el P. Maximiliano salió de las filas y quitándose la gorra, se puso en actitud de ¡firme! ante el comandante. Este sorprendido, dirigiéndose al Padre, dijo: "Que quiere este cerdo polaco?". "El P. Maximiliano, apuntando la mano hacia F. Gajownieczek, ya seleccionado para la muerte, contesto: "Soy sacerdote católico polaco; soy anciano; quiero tomar su lugar, porque el tiene esposa e hijos...".
"El comandante maravillado, pareció no hallar fuerza de hablar. Después de un momento, con un gesto de la mano, pronunciando la palabra ¡Raus! ¡Fuera!..., ordeno a Gajowniczek que regresara a su fila. De este modo, el P. Maximiliano María Kolbe tomo el lugar del condenado".
"Parece increíble que el comandante Frisch haya borrado de la lista al sargento, y haya aceptado el ofrecimiento del P.Kolbe, y que mas bien no haya condenado a los dos al bunker de la muerte. Con un monstruo como ese, todo era posible"
"Los diez pasaron ante nuestras filas", declara Fray Ladislao Swies, palotino, "y entonces observe que el Padre Kolbe seguía por ultimo, y sostenía a tientas a otro de los condenados, mas débil que el, que no era capaz de caminar con sus propias fuerzas".
A la Virgen dirige su oración: "Reina mía, Señora mía, has mantenido tu palabra. ¡Es para esto que yo he nacido!".
"El sacrificio del P. Kolbe, mientras provocó la consternación entre las autoridades del campo, provocó la admiración y el respeto de los presos", (Sobolewski). "En el campo casi no se notaban manifestaciones de amor al prójimo. Un preso rehusaba a otro un mendrugo de pan. En cambio, el había dado su vida por un desconocido" (Dr. Stemler)
El sol se estaba hundiendo en el horizonte detrás de las tétricas alambradas. El cielo estaba tomando los colores rojos de los mártires. "Fue una magnifica puesta del sol, una puesta nunca vista", relatan los pocos supervivientes de esa tarde de fines de julio de 1941. Entre el odio brilló mas fuerte el amor que la Virgen nos concede. "No hay amor mas grande que dar la vida por un amigo" (San Jn 15:13) .
Los diez condenados al hambre y la sed bajan al sótano de la muerte del que solo salen cadáveres directamente al crematorio.
Bruno Borgowiec, un polaco encargado de retirar los cadáveres, dio su testimonio: "Después de haber ordenado a los pobres presos que se desnudaran completamente, los empujaron en una celda. En otras celdas vecinas ya se hallaban otros veinte de anteriores procesos. Cerrando la puerta, los guardias sarcásticamente decían: "Ahí se van a secar como cascaras". Desde ese día los infelices no tuvieron ni alimentos ni bebidas"
"Diariamente, los guardias inspeccionaban y ordenaban retirar los cadáveres de las celdas. Durante estas visitas estuve siempre presente, porque debía escribir los nombres-números de los muertos, o traducir del polaco al alemán las conversaciones y los pedidos de los presos.
"Desde las celdas donde estaban los infelices, se oían diariamente las oraciones recitadas en voz alta, el rosario y los cantos religiosos, a los que se asociaban los presos de las otras celdas. En los momentos de ausencia de los guardias yo bajaba al sótano para conversas y consolar a los compañeros. Loas fervorosas oraciones y cantos a la Virgen se difundían por todo el sótano. Me parecía estar en una iglesia. Comenzaba el P. Maximiliano y todos los otros respondían. A veces estaban tan sumergidos en las oraciones, que no se daban cuenta de la llegada de los guardias para la acostumbrada visita. Sólo a los gritos de estos, las voces se apagaban.
"Al abrir las celdas, los pobres infelices, llorando a lágrima viva, imploraban un trozo de pan y agua, pero les era negado. Si alguno de entre los más fuertes se acercaba a la puerta, en seguida recibía de los guardias patadas al vientre, tanto que cayendo atrás sobre el cemento, moría en el acto o era fusilado.
"Del martirio que han debido padecer los pobres condenados a una muerte tan atroz, da testimonio el hecho de que los cubos estaban siempre vacíos y secos. De lo cual hay que concluir que los desgraciados, a causa de la sed, tomaban la propia orina".
"El P. Maximiliano se comportaba heroicamente. Nada pedía y de nada se quejaba. Daba animo a los demás. Persuadía a los presos a esperar de que el fugitivo sería hallado y ellos serían liberados.
"Por su debilidad recitaba las oraciones en voz baja. Durante toda visita, cuando ya casi todos estaban echados sobre el pavimento, se veía al P. Maximiliano de pie o de rodillas en el centro, mirando con ojos serenos a los llegados. Los guardias conocían su sacrificio, sabían también que todos los que estaban con el morían inocentemente. Por esto, manifestando respeto por el P. Kolbe, decían entre si: "Este sacerdote es todo un caballero. ¡Hasta ahora no hemos visto nada semejante!".
Así pasaron dos semanas, mientras tanto los presos morían uno tras otro. Al termino de la tercera semana, solo quedaban cuatro, el P. Kolbe entre ellos.
A las autoridades pareció que las cosas se alargaban demasiado. La celda era necesaria para otras víctimas. "Por esto, un día, el 14 de agosto, condujeron al director de la sala de enfermos, el criminal Boch, el cual propino a cada uno una inyección endovenosa de ácido fénico. El P. Kolbe, con la plegaria en los labios, el mismo ofreció el brazo al verdugo.
"Partidos los guardias con el verdugo, volví a la celda donde encontré al P. Kolbe sentado", narra Borgowiec, "recostado en la pared, con los ojos abiertos y concentrados en un punto y la cabeza reclinada hacia la izquierda (era su posición habitual). Su cuerpo limpio y luminoso. Su rostro lucia sereno y bello, radiante, mientras los demás muertos estaban tendidos sobre el pavimento, sucios y con los signos de la agonía en el rostro.
"En el campo por meses se recordó el heroico acto del sacerdote. Durante cada ejecución se recordaba el nombre de Maximiliano Kolbe.
"La impresión del hecho se me grabó eternamente en la memoria".
La Inmaculada se lo llevó la víspera de su gran fiesta: La Asunción. (coincidencias de la vida) Moría un santo sacerdote en Auschwitz, mártir por Dios, de la Virgen y por un padre de familia. El padre Kolbe venció al mal con el poder del amor. Murió tranquilo, rezando hasta el último momento. Según el certificado de defunción del campo, P. Maximiliano María Kolbe falleció a las 12:50 del 14 de agosto de 1941. Tenia 47 años."
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Muy bello todo, bravo, ahora ponemos abejitas y florecitas en una tarjeta de ediciones Paulinas con su biografia y todos los Católicos nos damos besitos afuera de misa por lo buenos que somos.
¿El Padre Kolbe no tenia miedo? Claro que tenia miedo!!! ¿no dudo? claro que hubo dudado!..... ¿no tendria ganas de el ser atendido primero, de perder la esperanza? claro que la tentación estaba alli... PERO NO LO HIZO.... le belleza de Jesucristo y la inspiración de su Madre eran demasiado fuertes en El... su razón lo llevaba a Cristo.... no solo su corazón... detras de toda la tragedia y podredumbre humana comprendio la debilidad y el todo poder de Dios, la fuerza de no doblarse ante el mal.
Santa Teresa (como ya sabes) sufrio un martirio mental los últimos dias de su vida.
"La muerte te dará no lo que tú esperas, sino una noche más profunda todavía, la noche de la nada." (habia tenido dudas tremendas)
"Debe pareceros un alma llena de consuelos, para quien casi se ha rasgado el velo de la fe. Y sin embargo., esto no es ya un velo para mí, es un muro que se alza hasta el cielo (...) canto simplemente lo que QUIERO CREER " (habia perdido la Fe)
Santa Teresa de Lisieux, prototipo de la fe clara y pura, muere en medio de las dudas de fe y ateísmo.
Todos los Santos tuvieron dudas.. habia Santos Colericos (San Jeronimo era tan duro que se golpeaba el pecho con una piedra para contrarrestar su caracter) con dudas, dudas de todo tipo.. tentaciones de todo tipo.. de ateismo, de sexo desenfrenado, de gula, de condenación....
Pero.. comprendieron que el amor verdadero, ese que no se dobla ante el dolor y da la vida.. era la única verdad que querian abrazar.. y la aprendieron de Jesucristo... por que como ya una vez platicamos, todo pecado no se lo invento Dios.. es algo por naturaleza malo... algo que lastima a los demás, el matar.. el robar... el usar a una mujer, el no respetar, el desear el mal a alguien mas... todo mandamiento es algo que nos impulsa a amar a los demás.. protege la vida, protege la familia, protege el corazón de reacciones que posteriormente nos habran dado si no arrepentimiento (por una mala conciencia) si consecuencias contra el bien y contra otras personas.
Yo no comprendo esa gente que se dibuja aureolas.. si el mismo Cristo ENOJADO saco a unos ladrones e irrespetuosos de Dios del templo ¿que fotaleza debio haber tenido que no se animaron a contestarle? y a su vez.. cuando era juzgado y uno de los de alli le golpea el rostro... se aguanta los puños y solo responde ¿en que he contestado mal! dimelo!? si no ¿por que me golpeas?... y a su vez se compadece tanto de los debiles, como de los duros de corazón.
San Agustin era de la vida alegre, y estaba queriendo entregarse a Dios, pero a la vez le movian las amantes.... si hubiera sido MALDITO de Dios por cambiarlo por sexo ¿Dios lo hubiera seguido llamando?
Jeremias renegaba de Dios... y le pedia que ya dejara de estarlo fregando y mejor le quitara la vida
Moises renegaba de Dios y le decia "ya no quiero yo hacerte caso, alli tienes a tu pueblo, si tu lo quieres tanto, Por que me la haces tan complicada?
Ya te sabes lo de asesinato y adulterio de David...
en fin....... hoy me levante con ganas de escribir.
Un abrazo. _________________ Amar es decir al otro: "Tu no moriras"
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