Una familia se destruye

[enriqueellena]

Cuantos ejemplos tenemos de familias que se destruyen inexplicablemente, parecería que todos actuáramos convencidos de que nuestros errores no serán descubiertos, pero olvidamos que en nosotros esta latente el pecado, la falta cometida y esa falta a lesionado al otro aun cuando el interesado no se enterase. Pero no es así, al final la mentira, la infidelidad, digamos para generalizar la deslealtad sale a la luz y cuanto dolor trae consigo.

Parecería que muchas veces la tormenta que desata son casi el fin del mundo, encontramos todos los defectos del otro y pocas veces buscamos las causas, las razones por la que se llego a algo tan desgraciado, matrimonios rotos, hijos abandonados o semi abandonados con un solo padre, cambios en su formación, terceros que apegasen en la familia como sobras que solo aumentan el dolor de los hijos.

Que irresponsabilidad, cuanta falta de amor, a si mismo y hacia esos hijos. Donde quedaron las promesas, los proyectos del noviazgo, donde quedo los romances y los halagos, las caricias, las promesas, el compromiso por el que se daba un paso mas, muchas veces adelantando los acontecimientos, donde quedo el futuro soñado.

Mis queridas familias; piensen antes de actuar, repítanse el compromiso del Sacramento del matrimonio tantas veces imaginado y no cumplido. Creo que esto ayudaría muchísimo a los matrimonios, tomar la libreta de casamiento de la Parroquia en la que nos casamos y repetir al unísono, como un nuevo compromiso esas promesas que hicimos ante Dios y el uno al otro

Solo una recomendación muy especial para Uds. familias de Dios, no dejes deteriorar el matrimonio, no abandones las responsabilidades de cada uno, ámense y amen a sus hijos que son su continuación en la vida, el fruto e ese amor imaginado y llevado al matrimonio.

Recuerde Dios los ama y los ha unido en el amor y en la vida, hasta que la muerte los separe.

[Reyna Sánchez Benítez]

Gracias Enrique.

Es cierto.

Si cabe la comparación habría que añadir a tu recomendación: que lo veamos como nos lo recomiendan los médicos.

No esperemos a que la enfermedad llegue. Sale más caro curar, que prevenir.

La enfermedad es el demonio que entra al hogar por las puertas que nuestras debilidades le abren.

Fortalezcámonos siempre de la fuente de Agua Viva: Cristo.

Llenemos el corazón de ese Manantial de Amor, y sea éste el que nos demos los esposos, para que no desfallezcamos a la primer tormenta.

No olvidemos nunca que en todo instante, Dios nos ve, y todo lo que se hace, tiene su consecuencia.

Por eso me uno a esto que dices:

no dejes deteriorar el matrimonio, no abandones las responsabilidades de cada uno, ámense y amen a sus hijos que son su continuación en la vida, el fruto e ese amor imaginado y llevado al matrimonio.

Recuerde Dios los ama y los ha unido en el amor y en la vida, hasta que la muerte los separe.
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Reyna
Señor... que me pierda en Ti, como la gota en el océano!

[Mar Simón]

Creo que una causa del fracaso de los matrimonios es lo que comentas Enrique, sobre olvidar las promesas que se hacen, y quizás esperar siempre a que el otro... que el otro haga... que me dé... que me haga sentir.... y olvidarnos que debemos empezar por nosotros mismos a hacer, a dar, a hacer sentir.

Quizás es que simplemente, dejamos de luchar y nos dejamos llevar por la inercia, sin entender que cada camino tiene su dificultad y requiere siempre y constantemente nuestra atención, nuestro crecimiento interior.

Es decir, empezar por nosotros mismos.

Hace ya años hice una exursión a un monte (1800 mts. más o menos) con unos amigos. Comencé el camino con una amiga muy animosas y dispuestas las dos, jijí jajá.

Al principio comenzamos juntas, después el camino se estrechó, se hizo difícil, duro. Nos animábamos mutuamente. Al final, llegamos arriba.

Lo que me hizo pensar entonces fue: he empezado alegre este camino, pero luego, a pesar de los ánimos de mi amiga he sido yo la que he tenido que dar los pasos, soy yo la primera que tengo que enfrentarme a la tarea, a mi cansancio, sin echar la culpa a nadie más, sin esperar a que los otros me lleven.

Al final, después de la muerte, Dios nos juzgará también individualmente, y allí tendré que poner sobre la mesa lo que yo he hecho o he dejado de hacer. Por eso creo que en el matrimonio hay que luchar día a día, pidiendo ayuda a Dios y dejando que El actúe en nuestra vida. Empezando por uno mismo.

No sé si este enfoque que doy al matrimonio es quizás demasiado individualista ¿qué os parece?

[monik]

[Juan_M_López_Marente]

Hola...

Hoy en la misa de Domingo, me percaté que hay un estandarte en una columna que dice:

"Si tú reconoces tus pecados, Dios los desconoce".

Dios bendiga a todos los matrimonios que se encuentran en dificultades, en crisis, en problemas. Dios mío, te pedimos nos muestres el camino para obrar adecuadamente y que se haga lo dispuesto por tu santa y sabia voluntad.

Dios nos bendiga a todos

jmlm

[Luciana Belén]

Muy buena reflexión!
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"Aspira a lo celeste que siempre dura, fiel y rico en promesas Dios no se muda."