FelipeII + Moderador

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Publicado:
Sab Sep 15, 2007 4:46 pm Asunto:
Tema: El Vaticano favorece alimentar a pacientes en estado vegetat |
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La eutanasia: algunas preguntas
Todos podemos y debemos ayudar con nuestras palabras, nuestros actos y nuestras actitudes a recrear en el entramado de la vida cotidiana una cultura de la vida que haga inadmisible la eutanasia.
Por Javier Martínez .
¿Qué es la eutanasia?
La eutanasia es causar la muerte de un ser humano para evitarle sufrimientos, a petición de éste por considerar que su vida carece de la calidad mínima para que merezca el calificativo de digna.
La eutanasia es siempre una forma de homicidio, pues implica que un hombre da muerte a otro, ya mediante un acto positivo, ya mediante la omisión de la atención y cuidados debidos.
¿Cuándo se pierde la razón de vivir?
Cuando “duele” la dependencia, por una mentalidad autonómica exagerada, por amor propio, por no querer dar la lata, etc. Otras veces se da por soledad, o porque se degrada la propia imagen: no soy suficientemente significativo para mí, o para los demás; por valorar una vida en términos de coste material, o de tiempo, y por tanto no compensa esa inversión.
¿Se puede aprobar moralmente la eutanasia?
No. Es un grave crimen, una grave violación de la Ley de Dios, porque se quita la vida a una persona inocente. No es lícito quitar la vida a un paciente, ni siquiera para no verle sufrir o no hacerle sufrir, aunque él lo pidiera expresamente. Ni el paciente, ni los médicos, ni el personal sanitario, ni los familiares tienen la facultad de decidir o provocar la muerte de una persona.
¿Se podría justificar la eutanasia cuando el propio enfermo pide que le libren de sus dolores y angustias?
No se puede justificar la eutanasia en ningún caso, porque el hombre no es dueño de su propia vida. La eutanasia se funda en el desconocimiento de la fundamental relación del hombre con Dios, la falta del sentido cristiano del dolor, y un falso y egoísta sentimentalismo. Sólo Dios da la vida y sólo Él puede disponer el último momento. Los hombres tienen que poner los medios normales, comunes, para conservar el precioso don de la vida.
Pero, ¿puede tener algún sentido una vida enferma y llena de dolores y aflicciones, y además constituyendo una pesada carga para otras personas?
La vida humana es siempre estimable como el primer don natural, más importante que la salud, la abundancia de riquezas o cualquier otro bien material; por esto no puede subordinarse la vida al mantenimiento del bienestar, la fortuna o por intereses turbios de otras personas.
Los dolores físicos o morales no hacen inútil la vida; por el contrario, pueden ser ocasión de grandes méritos para la vida eterna, y aun de estímulo para grandes realizaciones temporales, como se comprueba en la existencia de muchas personas.
¿Se puede eliminar, o dejar de atender a los recién nacidos con malformaciones, enfermedades o deficiencias?
No se puede matar nunca a un inocente. La vida de los enfermos vale lo mismo que la de los sanos, y la de los defectuosos es igual a los que tienen cierta perfección física. Se respeta a todo hombre, no por sano o perfecto, sino por ser una criatura de Dios.
¿Se puede matar a una persona para aprovechar sus órganos sanos y curar con ellos a otra persona necesitada de los mismos?
No. Cada ser humano vale por sí mismo, existe para Dios y no se puede considerar como una cosa al servicio de otra criatura. Para transplantar un órgano vital se requiere que el donante ya haya muerto, no se le puede matar.
Pero, si alguien, usando de su libertad, quiere realizar un aborto, o provocar la muerte a un enfermo terminal, o pedir para sí mismo la muerte, ¿no está en su derecho?
Reivindicar el derecho al aborto, al infanticidio, a la eutanasia, y reconocerlo legalmente, significa corromper totalmente la libertad humana y desconocer a Dios.
Sería absurdo justificar la muerte dada a una persona, alegando que el hombre es libre y por tanto puede matar a un inocente. El derecho a la vida, exige que se use la libertad sin atentar contra tal derecho, sin matar al inocente. Hay una visión falsa de la libertad, un concepto exageradamente individualista de la misma. Se desconoce el principio de solidaridad, y de este modo la libertad sin límite de los más fuertes, sirve para destruir injustamente a los más débiles. En todo, la criatura tiene que reconocer la Ley eterna, la Voluntad de Dios.
¿Cuál es el origen de estas gravísimas aberraciones morales?
El origen de estos gravísimos errores está en una falsa concepción del hombre. Olvidan que la persona humana no puede ser sometida al dominio de nadie, ni instrumentalizada para conseguir un mayor bienestar material u otro fin cualquiera. Estas actitudes llevan al eclipse del sentido de Dios y del hombre, y esto conduce inevitablemente al materialismo y ateísmo práctico. Entonces los valores del “ser”, se sustituyen por los del “tener”. Todo queda subordinado a la eficiencia económica, y se llega al máximo desprecio de la persona humana.
El hombre que se olvida de Dios, se preocupa sólo del “hacer” y recurriendo a cualquier forma de tecnología, se afana por programar, controlar y dominar el nacimiento y el final de la vida.
La calidad de vida, ¿se puede reducir a una simple consecución de bienestar material?
Éste es otro error grave: identificar calidad de vida con simple bienestar material, olvidándose de los valores superiores del espíritu que afirman la dignidad del hombre. Dentro de esta concepción materialista de la vida, no tiene ningún sentido el sufrimiento y se le rechaza como un mal absoluto. Se puede afirmar que hay calidad de vida cuando se tiene alegría y paz.
¿Es lícito rehusar o renunciar a cuidados o tratamientos posibles y disponibles, cuando se sabe que resultan eficaces, aunque sea sólo parcialmente?
No se han de omitir los cuidados básicos o el tratamiento de enfermos en coma siempre que exista alguna posibilidad de recuperación. Se puede interrumpir cuando se ha constatado su ineficacia. También se puede rehusar a un tratamiento cuando se juzga que es desproporcionado o extraordinario. En todo caso, siempre se han de mantener los cuidados básicos.
No es lícito omitir los cuidados ordinarios de un enfermo, aunque sufra una enfermedad terminal o se encuentre en coma irreversible.
¿Es lícita la sedación terminal?
Se entiende por sedación terminal la administración deliberada de fármacos para producir una disminución suficientemente profunda y previsiblemente irreversible de la conciencia en un paciente cuya muerte se prevé próxima, con la intención de aliviar un sufrimiento intratable. Es lícita si lo consiente el enfermo, cuando esto es posible, y no se le impide el cumplimiento de sus deberes religiosos o morales.
En ocasiones no es posible que el paciente pueda dar su consentimiento a una sedación terminal por encontrarse en tal situación de deterioro que resulta incapaz de elaborar un juicio válido. Cuando esto no ocurre y el enfermo es capaz, recurrir al consentimiento implícito o delegado priva al moribundo de su derecho a afrontar el acto final de su vida: su propia muerte. La familia y el médico suplantan y despojan al enfermo del conocimiento de esta decisión. El verdadero respeto a los derechos del paciente pasa por hacerlo partícipe de las decisiones sobre su cuidado, aunque éstas hayan de pasar por una información difícil o por una mala noticia.
¿Qué son los cuidados paliativos(CP)?
Los CP, son un tipo especial de cuidados diseñados para proporcionar bienestar o confort y soporte a los pacientes y a sus familias en las fases finales de una enfermedad terminal. Los CP procuran conseguir que los pacientes dispongan de los días que les resten conscientes y libres de dolor, con los síntomas bajo control, de tal modo que los últimos días puedan discurrir con dignidad, en su casa o en el lugar más parecido posible, rodeados de la gente que les quiere. Los CP ni aceleran ni detienen el proceso de morir. No prolongan la vida ni tampoco aceleran la muerte. Solamente intentan estar presentes y aportar los conocimientos especializados de cuidados médicos y psicológicos, y el soporte emocional y espiritual durante la fase terminal en un entorno que incluye el hogar, la familia y los amigos.
Es lícito tratar de evitar, disminuir o aliviar el dolor, la angustia, la soledad. Por eso se pueden emplear analgésicos o sedantes, u otros fármacos y aun recurrir a operaciones quirúrgicas con tal finalidad. Además, el consuelo de la compañía, el cariño, las delicadezas con el enfermo, son medios muy buenos para paliar los sufrimientos, y llegar al final de la vida con paz.
¿Está obligada una persona a soportar el “ensañamiento terapéutico”, a sufrir dolores extraordinarios para prolongar su existencia?
No hay obligación de soportar dolores desproporcionados o afrontar gastos demasiado gravosos para uno mismo o la familia, para una prolongación precaria y penosa de la vida: se puede renunciar a emplear esos medios extraordinarios, pero se debe seguir el tratamiento normal y razonable debido al enfermo en casos similares. El renunciar a medios extraordinarios, no es un suicidio ni eutanasia, sino más bien la aceptación de la condición humana ante la muerte, y puede tener un valor moral positivo.
¿Qué sentido tiene el sufrimiento para un cristiano?
Para un cristiano el sufrimiento puede ser un gran medio de perfeccionamiento moral, de purificación, de reparación de los pecados, de redención personal y social. Una persona puede aceptar y soportar el dolor, libremente, y convertirlo en medio de purificación interior, de mérito y de gran crecimiento espiritual. El sufrimiento une a Cristo, y nos hace compasivos y misericordiosos con el prójimo.
Cristo no teorizó sobre el dolor: amó y consoló a los que sufrían, y Él mismo sufrió hasta la muerte, y muerte de Cruz.
¿Puede rechazarse la eutanasia sin recurrir a razones religiosas?
Sí. Existen derechos que son inalienables: por ejemplo, nadie puede venderse como esclavo. Tampoco se puede rechazar la enseñanza: por ejemplo, la escolarización.
Fuente: http://www.conocereisdeverdad.org/ _________________ Entra en Corazón Católico |
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EduaRod Veterano
Registrado: 21 Ene 2006 Mensajes: 3275
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Publicado:
Sab Sep 15, 2007 8:08 pm Asunto:
Re: El Vaticano favorece alimentar a pacientes en estado veg
Tema: El Vaticano favorece alimentar a pacientes en estado vegetat |
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Estimado en Cristo Teofilus:
Teofilus escribió: |
¿Qué opinan de esto? ¿Creen que tiene sentido alargar la vida de una persona en estado vegetativo y sin posibilidades de recuperarse?
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Aquí la parte clave está en definir con precisión "alargar la vida" y "sin posibilidades de recuperarse".
Se abusa mucho de estos términos.
No es lo mismo, por ejemplo, alargar artificialmente una vida que simplemente proporcionar los medios fundamentales de mantenimiento de la misma (p.ej. aire, alimentación). Lo primero puede estar sujeto a discusión en determinadas circunstancias, lo segundo es un deber fundamental que no existe razón alguna que justifique no proporcionarlo.
Existen muchas consideraciones que frecuentemente se ignoran, ¿se trata de una enfermedad degenerativa? ¿o de un daño que se produjo en un momento y ha sido seguido de una condición estable, aunque incurable? ¿se mantiene tan sólo proporcionando los medios normales de subsistencia (p.ej. aire y alimentos, como ya vimos)? ¿o se mantiene proporcionando medios extraordinarios (p.ej. supliendo la función de los riñones que han dejado de funcionar)?
En el caso de Terry Schiavo no se está manteniendo la vida por medios artificiales, sino tan sólo por sus medios naturales de subsistencia, de donde resulta evidente lo que decíamos antes de que dejar de proporcionar esos medios es injustificable y se constituye en un verdadero asesinato.
En fin, está claro que la Iglesia no apoya el llamado ensañamiento terapéutico, que más que una técnica médica, es un intento más del hombre de querer ejercer un control absoluto sobre la vida sintiéndose Dios; intento por el cual el hombre no se resigna a dejar a la naturaleza seguir su destino inevitable (notese que seguir su destino no es igual a inducirlo) al costo de un sufrimiento cruel y desproporcionado por parte del paciente.
Pero desde luego que eso no justifica que, basándose en una falsa concepción de la justicia, de la caridad y del valor intrínseco de la vida humana, muchos inhumanamente pretendan justificar la negligencia médica y sus deseos de desentenderse del cuidado de su prójimo mediante un abuso de los conceptos que no viene al caso.
Cita: | ¿Tiene sentido alargar la vida de una persona que en otras épocas seria normal que muriera?
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Bajo este argumento sería posible descalificar absolutamente cualquier acción médica, puesto que ante cualquier medicina o procedimiento curativo "en otra epoca habría sido normal que la persona continuara enferma o muriera".
Cita: |
¿Hay que alargar el sufrimiento de la gente?
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El sufrimiento por sí mismo no es el criterio de decisión. Si se pretende decir que no se debe alargar el sufrimiento sin ninguna otra consideración, entonces sería necesario decir que hay que acabar con toda vida humana de inmediato.
Cita: | Creo que es un tema muy complicado. |
No lo es tanto cuando se tienen claras ciertas realidades fundamentales:
El hombre no es Dios y la vida es sagrada por sí misma y no por su "calidad" ("ausencia de sufrimiento").
Que Dios te bendiga. |
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