Pablo Jose + Moderador

Registrado: 13 May 2007 Mensajes: 4078 Ubicación: Ciudad de Guatemala
|
Publicado:
Jue Oct 11, 2007 8:58 pm Asunto:
Re: Como sanaba Jesus?
Tema: Como sanaba Jesus? |
|
|
Cita: | Si leemos los relatos donde Jesus sanaba vemos que la sanacion era casi instantanea y de una sola vez.Esto trasladado a nuestros tiempos vemos que se acepta que ciertas personas tengan el don de curacion,como por ejemplo ciertos santos del pasado.
Y aun hoy debe haber algun sacerdote con ese carisma,especialmente dentro de los grupos carismaticos. |
Hermano claro que existe todavia gente con el carisma de sanacion y no solo sacerdotes sino laicos como tu y tambien no se da solo en grupos carismaticos.
Cita: | Sin embargo por lo que observe el tipo y la forma de "sanacion" con respecto a la de Jesus es totalmente distinta.Por sobre todo observo que se les pide a los "enfermos" que en la mayor parte de los casos deben volver para seguir siendo "sanados". |
Bueno dime unos ejemplos de esto porq Jesus sanaba inmediatamente
Ejemplo la Hemorroisa
Mateo (8, 1-3) Leproso
Marcos (8, 22-25):Ciego
Y hay muchos mas...
Cita: | Es decir no hay sanacion instantanea como la de Jesus,sino algo que se debe prolongar en el tiempo.Esto "confunde" a la gente y en ciertos casos les hace perder la fe.Entonces o luego de Jesus ya no hay mas "sanadores" y en el caso contrario porque esa diferencia de "tiempo"?. |
Claro que Jesus sana inmediatamente como lo hacia antes, porque Jesus es el mismo de Ayer, Hoy y Siempre.
Pero tambien muchas veces Dios permite que la sanacion sea por pasos, ya que Jesus antes de sanar una enfermedad fisica sana el corazon, y muchas veces nosotros como humanos no queremos perdonar, guardomos odios, pecados, etc. lo cual no permite que Jesus sane de un solo sino se convierte en un proceso.
Tambien puede ser en pasos para que las personas le vayan sacando sabor a la enfermedad y se vaya convirtiendo hacia el Señor ya que solo El sabe como actuar.
Nadie es sanador mas solo Jesus, nosotros somo solo intrumentos en el cual el Señor va a Sanar.
Y yo te puedo decir que he visto como Jesus Eucaristia pasa sanando a la gente, lo más maravilloso que he visto por el momento fue cuando Jesus sano a una Señora que estaba en una silla de ruedas desde que nacio y que tambien tenia una enfermedad desde que nacio de ulcera en los labios fue algo muy hermoso como Jesus sano a esa persona y fue de un solo no por momentos.
y te dejo un poco mas de iformacion
LA IGLESIA RECIBIÓ EL MANDATO DE CURAR
Esta enseñanza carismática y evangélica también ha sido recogida por el Catecismo de la Iglesia Católica:
"¡Sanad a los enfermos! (Mt 10, . La Iglesia ha recibido esta tarea del Señor e intenta realizarla. . . Cree en la presencia vivificante de Cristo, médico de las almas y de los cuerpos. Esta presencia actúa particularmente a través de los sacramentos, y de manera especial por la Eucaristía, pan que da vida eterna (Jn 6,54-5 y cuya conexión con la salud corporal insinúa S. Pablo (1 Cor 11,30)". (No 1509).
Esta idea se repite también al hablar de la penitencia y de la unción de enfermos como "los sacramentos de la curación" (no 1420: Título):
"El Señor Jesucristo, médico de nuestras almas y de nuestros cuerpos, que perdonó los pecados al paralítico y le devolvió la salud del cuerpo (Mc 2,1-12), quiso que su Iglesia continuase, con la fuerza del Espíritu Santo, su obra de curación y de salvación, incluso en sus propios miembros. Esta es la finalidad de los dos sacramentos de curación: del sacramento de la PENITENCIA y de la UNCION DE LOS ENFERMOS" (no 1421).
Dos premisas subyacen en esta enseñanza: Primera, creer en la presencia vivificante y sanadora de Cristo; segunda, actuar con la fuerza del Espíritu Santo (y no con fuerzas extrañas, parapsicológicaso espiritistas; ésta ya no sería sanación cristiana).
Desde estas dos premisas unificadoras y específicas de la curación cristiana y carismática pueden utilizarse los más diversos medios, métodos o fórmulas. Todos tendrán el aspecto cristiano de la presencia y de la actuación de Cristo vivo, y el aspecto carismático del influjo y de la fuerza vivificante del Espíritu Santo.
CAMINOS DE SANACION
En el Catecismo de la Iglesia Católica, como en la Renovación carismática, se reconoce que los primeros medios de sanación en la Iglesia son los sacramentos.
Así, el sacramento de la Reconciliación no sólo perdona los pecados, sino que con frecuencia sana interior y exteriormente al penitente de las heridas de la enfermedad y del pecado. "La confesión habitual de los pecados veniales ayuda... a dejarse curar por Cristo" (N° 1458). De un modo especial es curativa la unción de enfermos (no 1510), como en seguida veremos, y también el Matrimonio sacramento sana (no 1608). Especialmente importante es la sanación por la Eucaristía: "que esta comunión... me sea defensa de alma y cuerpo y remedio saludable". En las misas de sanación del P. Emiliano Tardif son muchos los enfermos que se sanan después de comulgar.
Los sacramentales son con frecuencia curativos y sanadores. Según el nuevo Catecismo, los sacramentales, signos sagrados instituidos por la Iglesia, son de tipo diverso: bendiciones, la alabanza poderosa de Dios, la intercesión. (no. 1678).
Sanación por oración de intercesión.
"La Iglesia... intenta realizar (la sanación de los enfermos) tanto mediante los cuidados que proporciona a los enfermos, como por la oración de intercesión con que los acompaña: '...rezad unos por otros para que os curéis. Mucho puede hacer la oración intensa del justo' (St 5,16)" (N° 1509). (Hace poco al interceder por un jorobado (Olot 1993), se escucharon unos leves crujidos y quedó recta su espalda). La oración de intercesión hecha con fe es eficaz.
La oración de intercesión no la hacemos solos: el Espíritu Santo intercede por nosotros y con nosotros (no 2634), e interceden también la Santísima Virgen y los Santos que han sido agradables a Dios (no 2827). San Francisco de Jerónimo, a finales del siglo XVII en Nápoles, intercedía por los enfermos a través de la mediación de San Ciro, médico del siglo IV; y al ungir a un ciego con el óleo del Santo, aquél quedó curado.
Sanación por la alabanza.
El nuevo Catecismo incluye la alabanza a Dios entre los sacramentales. Merlin Carothers, en su libro carismático "El poder de la alabanza", recuerda numerosas curaciones espirituales y físicas por medio de la plegaria de honor y alabanza a la majestad divina.
Sanación por medio de las bendiciones.
Para el nuevo Catecismo las bendiciones son un sacramental curativo. La señal de la cruz es una maravillosa bendición, que repetida por el pueblo sacerdotal de los cristianos tiene desde la fe efectos sanadores. (Conozco a una enfermera religiosa que cuando las medicinas del tratamiento médico de un enfermo no producen los efectos deseados, suele bendecir las píldoras y las inyecciones y con frecuencia se siguen llamativas mejorías).
Sanación por la aspersión de agua bendita (no 1668).
Se trata de un sacramental, que recuerda la regeneración por el agua del bautismo. El agua que quedó santificada por el contacto del cuerpo de Cristo en el Jordán, sigue teniendo virtualidades sanadoras. (Mons. Gilberto Zuloaga, colombiano, ora por sanación imponiendo un hisopo con agua bendita sobre las frentes de los enfermos. En alguna ocasión al faltar las medicinas en países pobres, se administró el agua bendita como bebida, y se siguieron curaciones como en el caso de una niña epiléptica, al faltarle el Luminal que debía tomar de por vida).
Sanación por imposición de manos (no 1668).
Para el nuevo Catecismo se trata de un sacramental. Ordinariamente, como cualquier método de sanación cristiana y carismática, la imposición de manos debe ir acompañada de oración a Dios. No se trata sólo de un remedio natural o parapsicológico. Jesús mismo "se sirve de signos para curar: saliva e imposición de manos (Mc 7,32-36; 8,22-25)" (no 1504). Jesús a una mujer encorvada durante años le impuso las manos y en el acto quedó derecha (Lc 13,13).
Este método de la imposición de manos es frecuentemente usado en la Renovación Carismática al orar por los enfermos.
Sanación por unción con aceite bendecido.
Los discípulos de Jesús "ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban" (Mt 6,13). Cristo no necesitaba ungir con aceite a los enfermos. Él mismo era el ungido de Dios con el Espíritu.
El aceite bendecido significa el Espíritu de Jesús que unge y cura a los enfermos. Los creyentes, como ungidos y profetas, participamos de los poderes sacerdotales, reales y proféticos de Cristo. Así pues, los laicos también pueden ungir enfermos. (Santa Catalina de Siena curaba enfermos con aceite bendecido, y le prohibieron hacerlo, porque creían que utilizaba el óleo del sacramento de enfermos, sin ser ella sacerdote ministerial...).
"El aceite..., es signo de curación, pues suaviza las contusiones y las heridas" (Is 1,6; Lc 10,34). (no 1293).
No debe confundirse nunca la curación carismática con aceite bendecido y la curación a través del sacramento de la unción de los enfermos (no 1510-1523). "La unción de los enfermos expresa curación y consuelo" (no 1532). (Este sacramento actúa con frecuencia carismáticamente y hemos visto desaparecer por él cánceres, dolores cervicales de vértebras, etc.)
Sanación por el perdón.
"El perdón de Dios inaugura la curación (Sal 32,5; 107,20; Mc 2,5-12)" (n° 1502). El perdón es curativo en el ámbito espiritual, psicológico y físico. Al paralítico Cristo primero le perdona los pecados (Mc 2,5: "Hijo, se te perdonan tus pecados"), y luego lo sana (Mc 2, 11: "Ponte en pie, carga tu camilla y echa a andar").
(Un joven de 28 años quedó curado de asma, que padecía desde los 3 años, fecha en que les abandonó su padre dejándolos en la miseria, tras haber perdonado a su padre. Perdón y sanación física tienen una relación íntima).
Sanación por la Palabra de Dios.
La Sagrada Escritura, a veces es usada carismáticamente para sanar enfermos. La lejana palabra del Salmo 107 nos revelaba esta promesa: "Envió su palabra para curarlos, para salvarlos de su perdición" (Sal 107,20). San Francisco Javier enviaba a su joven monaguillo a leer un evangelio al enfermo y éste curaba; mandó leérselo a un muerto y éste resucitó. (Con la lectura del Salmo 27, exclusivamente, vi curarse a una religiosa de graves problemas emocionales). Cristo es la verdadera Palabra de Dios que nos sana.
Sanación en conexión con la persona de Cristo.
Todo lo relacionado con Cristo nos sana.
. Sanación por las llagas de Cristo. El profeta Isaías nos decía que Dios "descargó sobre Él el castigo que nos sana y con sus cicatrices nos hemos curado" (Is 53,5b). San Pedro nos recuerda que "por sus llagas hemos sido sanados" (IP 2,24). Podemos orar: Señor, escondemos en tus llagas este cáncer. (Curiosamente las llagas de la corona de espinas de Cristo, a veces, curan de jaquecas, migrañas, insomnios).
. Sanación por invocación del Nombre de Jesús.
Su invocación repetida produce efectos de paz en las almas y a veces de sanación en el cuerpo: "Por su nombre ha sido restablecido éste que vosotros veis y conocéis" (Hch 3,16).
. Sanación por increpación a la enfermedad en Nombre del Cristo:
"Él increpó a la fiebre, en la suegra de Pedro, y la fiebre se fue" (Lc 4,39).
Sanación por el Amor de Dios, aceptado en nuestras vidas.
Este amor se convierte en presencia sanadora del Espíritu Santo. Cuando toca nuestras llagas físicas puede curarlas. Cuando pasa por hechos y acontecimientos negativos, que nos dejaron recuerdos dolorosos, se convierte en sanación de recuerdos. La presencia misericordiosa de Cristo, en las heridas de nuestro subconsciente y de nuestra conciencia, nos cura también al nivel de emociones mientras que el psicoanálisis, a veces, sólo nos ordena en el ámbito de comprensión intelectual de nuestros males psicológicos. Cristo siempre trata de curar al hombre completo: "Su amor de predilección para con los enfermos no ha cesado a lo largo de los siglos" (no 1503).
Sanación por el carisma de curación.
"El Espíritu Santo, nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica, da a algunos un especial carisma de curación (I Cor. 12,9. 28.30) para manifestar la fuerza de la gracia del Resucitado". (no 1508).
La plenitud de vida y de salud del Resucitado puede comunicarse a los hombres enfermos, transformarlos y sanarlos. Este carisma de curación ha existido siempre en la Iglesia, aunque en nuestros días parece haberse democratizado en el pueblo cristiano y carismático. (Puede consultarse el libro del P. Tardif "Jesús está vivo", México, 1984).
Sanación con el carisma de conocimiento.
El Espíritu Santo puede descubrir la raíz espiritual, moral, psicológica o fisiológica de un mal, para que haciendo presente a Cristo en esta raíz del mal, el enfermo se cure. (El P. Emiliano Tardif avisa al final de una Eucaristía que Jesús está sanando la columna de un sacerdote que está detrás de él y que tiene dolores al confesar. Desde aquel día este sacerdote no vuelve a sentir dolores en el torturante confesionario. El P. De Grandis anuncia que el Señor está curando a un sacerdote con luxación en su muñeca derecha. Pregunta quién es el curado y nadie contesta. Pide luz a Dios y se dirige a un sacerdote y le dice: El curado eres tú. Efectivamente era así).
Sanación por la fe.
Cristo suele actuar según la medida de fe de los que se acercan a El. "Si crees, verás la gloria de Dios" (Jn 11,40), dice Cristo antes de la resurrección de Lázaro a Marta. "Tu fe te ha sanado" (Mt 9,22), dice Cristo a la mujer con años de hemorragias y posible cáncer de útero.
"Sanando enfermedades y perdonando pecados, Jesús siempre responde a la plegaria del que le suplica con fe: 'Vete en paz, ¡tu fe te ha salvado!"' (no 2616).
Es un poco largo el documento pero espero que te sirva....
 _________________
¡Visita mi Blog! |
|