Un hermoso día

[Sergio Ceceña]

Hermanos, ayer fue un día muy hermoso, me la pasé genial, excepto por una clavícula lastimada y el femur, pero de ahí en fuera, muy bonito día.

Por la mañana, a las ocho, como todos los domingos fuí a misa, el padre fue verdaderamente iluminado por el Espíritu Santo y explicó hermosamente el Evangelio, que verdad percibí en sus palabras ¿Cuántos leprosos hay en la actualidad? No precisamente de lepra, sino de otras lepras, en fin, fue hermoso la manera en que explicó el Evangelio.

Terminada la misa, fuí rápidamente a mi casa a desayunar, ya que a las 11 empezaba la charreada en honor de la toma de protesta como presidente de la Asociación de Charros Gral. Manuel Ávila Camacho.

Cuando el lienzo estaba lleno ya, los charros empezaron a llegar en briosos caballos al ruedo, todos se formaron como debe de ser, una vez acabadas las presentaciones, el "locutor" nos pidió ponernos de pie, quitarnos los sombreros y persignarnos, para rezar la Oración del Charro a Nuestro Señor Jesucristo y luego levantar una hermosa plegaria a nuestra Santísma Madre. Acto seguido, apareció una escolta a caballo con la Bandera Nacional, todos de pie saludándola, sintiendo ese orgullo que corre por la espina dorsal cuando vez a tu Bandera de esas manera, llevada por galantes charros con espadas y lanzas de chinacos.

La charreada fue un éxito, fueron tres equipoc los que dieron el espectáculo, uno de ellos el local (obvio). Hermosos caballos con sus charros bien montados, ganado bravo y gente de campo, que camina con la cara al viento al caminar de los años, pero lleva amarrada a si mismo, la tradición de sus antepasados, charros orgullosos, chinas (Se les dice así a las mujeres con ropas tradicionales) hermosas, pestañeando a sus amores y saludando espectadores.

Fue uno de esos días que no se pueden olvidar, mas que para cerrar, espectáculo mas nos habían de dar, los hijos de los charros, vestidos con sus trajes, empezaron a bailar, el jarabe tapatío comenzaron a zapatear, arrojando tierra, arcilla y astillas con los ritmos del cantar.

Dios les bendiga.
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Non nobis Domine, non nobis, sed Nomine tuo da Gloriam