Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - Descubrirme o no...?
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


Descubrirme o no...?

 
Publicar nuevo tema   Este tema está cerrado y no puede editar mensajes o responder    Foros de discusión -> Temas Controvertidos de la fe y la moral
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
Lucho83
Asiduo


Registrado: 08 Ene 2008
Mensajes: 230

MensajePublicado: Mar Ene 08, 2008 6:53 pm    Asunto: Descubrirme o no...?
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Hola a todos! Soy un joven nuevo por estos lares y me gustaría comenzar mi participación aquí con un tema que últimamente me planteo bastante.

El caso es que soy homosexual, gay o llamadlo como queráis mientras sea sin ánimo de ofender. Es algo que por ahora conoce muy poca gente de mi entorno, porque es algo que entiendo no incumbe a la gente en general.

Sin embargo, precisamente por esto, no son pocas las veces que he de aguantar en silencio críticas o valoraciones desafortunadas (algunas muy dolorosas) acerca del tema de la homosexualidad o de las personas homosexuales. Esto suele ser especialmente relevante en ambientes como mi parroquia, donde tengo una participación bastante activa. Precisamente porque me sirve de refugio ante mis no pocos problemas, y en esos momentos se convierte en todo lo contrario.

Como todo el mundo, siento la necesidad de expresarme, de exponer mis opiniones, de defender mis planteamientos y de demostrar que Dios está también conmigo. Sobre todo cuando sé perfectamente que hay muy mala concepción, por una generalización cruel y sin fundamentos, de los gays, basada en la televisión, prensa, etc.

Pero en un entorno tan politizado y frecuentemente ultraconservador como el mío, realmente temo perder la confianza o el aprecio de la gente con la que de un modo u otro tengo relación, incluso la quiero. O que me vea obligado a dejar mis labores parroquiales.

No creo que ser homosexual sea un condicionante especial en mi vida. Antes sí, y de esa forma sólo conseguía frustrarme y pensar únicamente en mí mismo. Pero decidí aceptarme como soy y afrontar lo que Dios tenga preparado en mi Camino, que yo procuro que sea de acuerdo al Evangelio, es decir, de entrega a los demás (aunque muchas veces no lo consigo!).

Y bueno, me despido por ahora, esperando vuestras opiniones acerca de lo que debería hacer al respecto. Eso sí, por favor, no desviemos la atención a otros temas, que con gusto podríamos tratar en otros foros.

Que la Paz esté en vosotros.
_________________
"el q come q no desprecie al q no come, y el q no come, no crtqe al q come, ps Dios lo eligió. Qn eres tú xa crtcr al criado de otro? Q se mntnga en pie o q caiga es cosa de su amo. Xo no caerá, pq el Señor tiene poder xa mntnrlo en pie." Rom 14, 3-4
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
EduaRod
Veterano


Registrado: 21 Ene 2006
Mensajes: 3275

MensajePublicado: Mar Ene 08, 2008 7:17 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Estimado en Cristo Lucho83:

Bienvenido al foro.
Personalmente creo que si de verdad estás comprometido a vivir tu situación personal conforme al Evangelio, es decir, ofreciendo a Dios esa situación y las dificultades que conlleva, viviendo en la castidad que ella te demanda, y entregando tu vida al servicio del prójimo que te necesita; todo ello como una forma de vivir el Amor de Cristo; entonces no tienes nada que temer, puesto que, si haces las cosas con cuidado, lejos de ser una persona señalada, te puedes convertir en tu parroquia en un gran ejemplo que todos (o al menos la mayoría) sabrían apreciar y estimar.
Eso sí, no necesariamente todos lo entenderán fácilmente al inicio; por tanto te recomiendo identificar a la o las personas que más fácilmente podrían comprenderlo a la luz del Amor de Cristo (tal vez algún sacerdote de la parroquia, pero podría ser también otra(s) persona(s)), y platicarlo primero en secreto con ella(s), de modo que te puedan guiar y aconsejar en cómo, en qué momento y hasta qué grado permitir que los demás se enteren.
Si tienes miedo de que al platicarlo en secreto todo mundo pudiera enterarse a raíz de alguna indiscreción (quizás incluso bien intencionada), una opción que te garantizaría total secrecía sería plantear tu problema en confesión con el párroco u otro sacerdote de la parroquia.

Que Dios te bendiga.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Rocío Hernández
Veterano


Registrado: 26 Ene 2007
Mensajes: 1084

MensajePublicado: Mar Ene 08, 2008 7:53 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Hola Lucho83

Todos estamos llamados a dar testimonio y tú de manera especial. Pues a través de ti Dios puede acercar a quienes se sienten rechazados por la Iglesia (idea equivocada por supuesto).

Como algunos saben por circunstancias que no vienen al caso soy madre soltera, soy catequista y desde hace poco coordinadora tanto de la parroquia como de catequistas del decanato (no lo digo por presunción). Al principio de mi apostolado me apenaba que alguién se enterara de mi situación de madre soltera pues hay muchos que se valen de cualquier pretexto para descalificar a la iglesia y a sus fieles, incluso para alejarse de ella.

Un día comprendí que no tengo de que avergonzarme. Que como Magdalena fuí perdonada y el testimonio que ahora tengo que dar es el que importa. Hay muchos que viven en unión libre, bastantes mujeres que son madres solteras que no conocen a Cristo y que creen que no tienen lugar en la iglesia así que ahora incluso puedo decirles "Yo te entiendo porque lo viví y te digo que se puede cambiar de vida y recomenzar en Cristo de manera diferente".

Si damos testimonio de castidad y vivimos de acuerdo al Evangelio podemos dar mucho a otros, podemos - si se lo permitimos a Dios - ser instrumentos para que otros encuentren esperanza en la misericordia divina.

Dios te bendiga, un abrazo en Cristo
_________________

Señor Jesús, te pido por tus sacerdotes...
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email
NIGUNIM
Moderador
Moderador


Registrado: 20 Oct 2005
Mensajes: 981
Ubicación: Santiago de Chile

MensajePublicado: Mar Ene 08, 2008 8:25 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Hola Lucho: bienvenido:
Cita:
El caso es que soy homosexual, gay o llamadlo como queráis mientras sea sin ánimo de ofender

Yo no se si tu has considerado la diferencia que existe entre la homofilia y la homosexualidad. La homofilia es una herida psicoafectiva que hace que las personas tengamos sentimientos de atracción por otras del mismo sexo. Eso no es un pecado porque no depende de tu voluntad. Es una herida que esta llamada a ser sanada en Cristo.
La homosexualidad es una relación carnal entre dos personas del mismo sexo. Ese acto es pecado porque es desordenado con respecto a la naturaleza y el fin con el que Dios nos creo.
Hay personas que viven con la herida de la homofilia y encuentran en la fe un trampolín para ir más lejos en el camino de la santidad.
Hay otras personas que cayendo en la homosexualidad, se ponen de pie, toman la Cruz y van en pos de Cristo. Hay otras personas que viven en la homosexualidad y que no les interesa absolutamente seguir en ese contexto. Es entonces que buscan justificaciones que les lleva a fabricarse un dios a la medida de sus "necesidades".
Te recomiendo que busques a alguna persona que te ayude a salir siempre adelante. Es un tema delicado que desgraciadamente no todos están en capacidad de comprender. Por ello debes cuidar de con quién hablas de esto, ojalá sea una persona centrada en la fe, que no te culpabilize pero que a la vez te responsabilize.
Lo más importante es guardar claridad con respecto a nuestro fin. Recordar nuestras raices, saber de dónde venimos y hacia dónde vamos y sobre todo tener presente que todo pasará y solo permanecerá el Amor y que para permanecer en El hace falta llegado el momento negarse a sí mismo. Es lo mismo que dice el Bautista: "Hace falta que yo disminuya para que El crezca"
Bendiciones
_________________
"A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición".
San Juan de la Cruz
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
David Quiroa
Veterano


Registrado: 26 Oct 2006
Mensajes: 2901

MensajePublicado: Mar Ene 08, 2008 8:29 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Lucho:

Yo creo que por alguna razón válida, la confesión es secreta.
Imagínate qué pasaría si el ladrón, el mentiroso y el asesino
llegaran a la Iglesia proclamando sus pecados... ¿cómo los verían los demás?

Yo pienso que tu orientación sexual es algo muy privado
y, en las condiciones actuales, no es bueno andarlo proclamando
a los cuatro vientos, sea que cometas el pecado de tener acciones
homosexuales (lo único que la Iglesia condena) o conserves tu castidad.

Como tu mismo dices... no creo que ser homosexual sea un condicionante especial en tu vida.
De allí que, ¿a qué viene la necesidad de
defender tus planteamientos y de demostrar que Dios está también contigo?

"Todo me es lícito, pero no todo me conviene", decía San Pablo.
Deja el tema sexual para el confesionario y ocúpate de las mil u una
cosas que no tienen nada que ver con la sexualidad para el público.
Vivirás mucho más tranquilo y quizás, mucho más apegado a lo que Dios quiere de ti.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Beatriz
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 6434

MensajePublicado: Mar Ene 08, 2008 10:21 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

David Quiroa escribió:


"Todo me es lícito, pero no todo me conviene", decía San Pablo.
Deja el tema sexual para el confesionario y ocúpate de las mil u una
cosas que no tienen nada que ver con la sexualidad para el público.
Vivirás mucho más tranquilo y quizás, mucho más apegado a lo que Dios quiere de ti.


Totalmente de acuerdo con David. Me parece que estos foros no son los màs adecuados para tratar un tema tan ìntimo, te puedes encontrar con muy buenas respuestas de personas buenas y honestas, pero tambièn te pueden dar respuestas que pueden herir tu sensibilidad y no podemos controlar todas las respuestas ni a todos los foristas.

Los sacerdotes dan muy buenos consejos. Busca uno que tenga fama de bueno y serio.

Saludos
_________________
"Quien no ama, no conoce"
San Agustín
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
Lucho83
Asiduo


Registrado: 08 Ene 2008
Mensajes: 230

MensajePublicado: Mar Ene 08, 2008 10:33 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Preguntas, David, "¿a qué viene la necesidad de
defender tus planteamientos y de demostrar que Dios está también contigo?"

Voy a ponerte una pequeña comparación para que lo entiendas.

Imagina por un momento que eres un inmigrante en España, que es de donde yo soy. Además, fuiste traído por tus padres, cuando aún eras pequeño. Aquí desarollaste una vida cristiana, respetuosa. Un día cambias de barrio y decides colaborar fielmente en tu nueva parroquia, nadie sabe tus orígenes no hispanos, porque no hay nada que haga pensar que no eres español. Convives con mucha gente y entre ella mucha gente tiene un mal concepto de los inmigrantes latinoamericanos (algo que no es nada fuera de lo habitual, incluso bastante común). Pero nadie sabe que tú eres extranjero.

Un día, como consecuencia de un tema de actualidad política, se presenta el tema durante una reunión con otros compañeros de la parroquia, y empiezas a escuchar opiniones que te hacen daño. Incluso amigos tuyos generalizan en aspectos como que los inmigrantes son la mayoría delincuentes o hacen aumentar la delincuencia en su barrio, que el salario de los jóvenes españoles se ve perjudicado porque ellos aceptan contratos basura, que están en busca y captura de pareja de conveniencia para regularizar su situación... o en contra de la regularización de inmigrantes ilegales por parte del Gobierno, que para colmo les cae mal.

Pero repito, nadie sabe que por circunstancias que tú mismo no puedes asumir, Dios hizo que seas un inmigrante, que obviamente no tiene la culpa de serlo. Pero oyes cosas, te duele lo que se dice de ti como tal, aunque no se refieran a ti en concreto, te duele por lo que dicen de tus padres... Son gente que cree en Dios, igual que tú, pero que piensas que no están siendo coherentes con ser buenos cristianos.

¿No sentirías la necesidad de expresarte?

A veces hay que ponerse en el lugar de los demás. Si no, no creo que uno se pueda poner "en lugar de Cristo".
_________________
"el q come q no desprecie al q no come, y el q no come, no crtqe al q come, ps Dios lo eligió. Qn eres tú xa crtcr al criado de otro? Q se mntnga en pie o q caiga es cosa de su amo. Xo no caerá, pq el Señor tiene poder xa mntnrlo en pie." Rom 14, 3-4
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Beatriz
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 6434

MensajePublicado: Mar Ene 08, 2008 11:40 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Lucho83 escribió:


Pero repito, nadie sabe que por circunstancias que tú mismo no puedes asumir, Dios hizo que seas un inmigrante, que obviamente no tiene la culpa de serlo. Pero oyes cosas, te duele lo que se dice de ti como tal, aunque no se refieran a ti en concreto, te duele por lo que dicen de tus padres... Son gente que cree en Dios, igual que tú, pero que piensas que no están siendo coherentes con ser buenos cristianos.

¿No sentirías la necesidad de expresarte?

A veces hay que ponerse en el lugar de los demás. Si no, no creo que uno se pueda poner "en lugar de Cristo".


Lucho

Tengo un amigo que naciò con labio leporino y a los dìas de nacido se le abrieron los puntos y lo llevaron de emergencia para coserlo de nuevo, el resultado: una cicatriz muy fea y cuando empezò a crecerle la cara la cicatriz jalò la nariz y tenìa una nariz y labios deformes. El pobre desde muy pequeñito tuvo que soportar las burlas de sus compañeros, le ponìan todos los sobrenombres posibles pero el preferido era "German Monster".

El sufria en silencio pero a veces llegaba a casa llorando, y yo queria pegarle al burlòn (y casi lo hago una vez, era una niña Embarassed ).

El asunto es que lògicamente necesitò de ayuda profesional para desterrar todo el daño que le ocasionò tanta burla. Y ahora està muy bien, se ha hecho varias operaciones pero todavìa le queda la "huella" pero a èl no le importa, le hizo mucho bien la ayuda que recibiò.

Problemas como el que tù planteas se dan a diario. Es bueno buscar ayuda profesional para que no le afecte a uno lo que los demàs puedan decir.

Un saludo en el Señor
_________________
"Quien no ama, no conoce"
San Agustín
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
Beatriz
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 6434

MensajePublicado: Mar Ene 08, 2008 11:54 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Lo que quiero decirte Lucho es: que no te importe lo que digan en tu parroquia si no son buenos comentarios. Si estan juzgando mal puedes recordarles el "juicio temerario".

http://www.encuentra.com/documento.php?f_doc=4984&f_tipo_doc=9

El Octavo Mandamiento

El octavo Mandamiento enseña como debe usarse la lengua, de forma que sea vehículo de la verdad y no de la mentira. En el se estudia la obligación de practicar la veracidad.
Por Aurelio Fernández


La palabra es el signo más visible de la racionalidad. El hombre piensa, pero también articula sonidos, de forma que emite palabras que son portadoras de sus ideas. Por la palabra, la persona expresa su pensar y su querer, incluso las emociones repercuten en el tono de voz con que emite la palabra. «Ser hombre de palabra» es asegurar que ofrece garantía de hombría de bien y de fidelidad, puesto que es capaz de llevar a término el compromiso hecho. Mediante la palabra, el hombre y la mujer pueden alabar a Dios, pero también blasfemar su nombre. De modo semejante, con la palabra cabe amar y ensalzar al hermano o insultarle y despreciarle.

En efecto, la palabra puede ser vehículo del bien y del mal que el hombre y la mujer encierran en su corazón. Como enseña el Apóstol Santiago: «La lengua, con ser un miembro pequeño, se gloria de grandes cosas. Ved que un poco de fuego basta para quemar todo un gran bosque. También la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. Colocada entre nuestros miembros, la lengua contamina todo el cuerpo, e inflamada por el infierno, inflama a su vez toda nuestra vida. Todo género de fieras, de aves, de reptiles y animales marinos es domable y ha sido domado por el hombre, pero a la lengua nadie es capaz de domarla; es un mal turbulento y está llena de mortífero veneno. Con ella bendecimos al Señor y Padre nuestro y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a imagen de Dios. De la misma lengua proceden la bendición y la maldición. Y esto, hermanos, no debe ser así» (Sant 3, 5-10).

El octavo Mandamiento enseña, precisamente, como debe usarse la lengua, de forma que sea vehículo de la verdad y no de la mentira. En el se estudia la obligación de practicar la veracidad. En consecuencia, se prohíbe el mal uso de la palabra que puede mentir y maldecir. Asimismo, se prescribe que no se use la palabra cuando deba guardarse silencio para mantener un secreto. Asimismo, en la sociedad actual, en la que los medios de comunicación son tantos y tan plurales, se acentúa su importancia, pero, al mismo tiempo, se advierte que se han de evitar los daños que pueda ocasionar el uso indiscriminado de los medios de comunicación social. Finalmente, la palabra dada tiene un especial eco en los tribunales, en donde es garantía y testigo de la verdad. Por eso se condena como especialmente grave el pecado de perjurio.

«No dirás falso testimonio ni mentirás»

La formula del Éxodo sobre el contenido moral del octavo mandamiento es mas limitada. Dice así: «No darás falso testimonio contra tu prójimo» (Ex20,16). Esta misma expresión se repite, literalmente, en el Deuteronomio (Dt 5,20). Pero en el Levítico se enuncia así: «No mentiréis, ni os engañaréis unos a otros» (Lev 19,11). De este modo, la mentira se unió a la calumnia, pues ambas van con frecuencia unidas. Así lo sentencia el Eclesiástico: «No trames calumnias contra tu hermano ni lo hagas tampoco con tu amigo. Proponte no decir mentira alguna, porque acostumbrarse a ellas no es para bien» (Ed 7,12-13). Y es que la gravedad de la mentira no consiste tanto en ocultar la verdad con el fin de engañar, cuanto en usarla como arma para dañar al prójimo. Es lo que denuncia Jesucristo cuando perfeccionó este mandamiento: «Se dijo a los antepasados: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos» (Mt 5,33). En efecto, quien se habitúa a la mentira casi siempre la usará para defenderse frente al prójimo, lo cual lleva a la calumnia. Mas aún, puede conducir al perjurio, o sea a jurar en falso incluso ante los tribunales.

Existen diversas definiciones de la mentira, pues no siempre es fácil fijar su sentido exacto. El Catecismo de la Iglesia Católica, en la edición típica, la matizó en estos términos: «Mentir es hablar u obrar contra la verdad para inducir a error» (CEC 2483). Y esta otra: «Mentir consiste en decir algo falso con intención de engañar al prójimo» (CEC 2508). En consecuencia, la mentira entraña el deseo de engañar.

Pero, a aparte de ese «engaño» que persigue la mentira, es importante destacar el aspecto positivo de este mandamiento, el cual implica la obligación de decir la verdad. En efecto, el hombre y la mujer deben amar la verdad, expresarla, defenderla y comunicarla, pues la “verdad” es propia del ser inteligente. Y ello porque la racionalidad -característica esencial del ser humano- busca espontáneamente la verdad. Como escribe Aristóteles al inicio de la Metafísica, «todo hombre, por naturaleza, desea conocer la verdad»1.

La virtud de la veracidad

Si la “verdad” es el objeto y el fin de la reflexión humana, también es una realidad central de la Revelación, pues la verdad está en estrecha relación con Dios: El “es la verdad” (Jn 17, 17) . Mas aún, como enseña el libro de los Proverbios, «Dios es fuente de toda verdad» (Prov 8,7). Por su parte, el libro de Samuel constata: «Tú eres Dios y tus palabras son verdad» (2 Sam 7,2Cool. Y el Salmista confiesa que el ha «elegido el camino de la verdad» (Sal 119,30), pues «todos los mandamientos divinos son verdad» (Sal 119, 86), y la razón es que «la ley de Dios es la verdad» (Sal 119, 142).

Sobre todo, la verdad hace relación a la misma Persona de Jesús. Como es sabido, describir a Jesucristo como la verdad y relacionar su mensaje con ella, es uno de los temas centrales del Evangelio de san Juan. Según este Apóstol, Jesucristo “es la verdad” (Jn 14,6). En consecuencia, el evangelista lo presenta como «lleno de gracia y de verdad» (]n 1, 14) y como “la luz del mundo” (Jn 8,12). Por ello, «el que cree en Él, no permanece en las tinieblas (]n 12,46), si no que «conocerá la verdad y la verdad le hará libre» (]n 8,32-32), y quien le sigue «vive el espíritu de verdad» (]n 14,17). Jesús pide al Padre que a sus discípulos los «santifique en la verdad» (]n 17,17), hasta conducirlos a «la verdad completa» (]n 16,13). En consecuencia, san Juan define a los discípulos como aquellos que «viven en la verdad». Y les ofrece este criterio para el discernimiento de su conducta: «Si decimos que estamos en comunión con el y caminamos en las tinieblas, mentimos y no obramos conforme a la verdad» (1 Jn 1,6).

Esa vocación del hombre a la verdad -que para el cristiano constituye su estilo de vida- Jesús la sella con un mandato imperativo a sus discípulos, con el que completa el octavo precepto: «Sea vuestro sí, sí; sea vuestro no, no» (Mt 5, 37). En otras palabras, dado que «Dios es verdad» y Jesús afirmo de sí «Yo Soy la verdad», sus discípulos deben vivir la verdad en sus vidas. Es lo que se denomina veracidad; y que el Catecismo de la Iglesia Católica define en los siguientes términos:

«La verdad coma rectitud de la acción y de la palabra humana, tiene por nombre veracidad; sinceridad a franqueza. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decir verdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía» (CEC 2468).

A la vista de la grandeza de la verdad, se deduce la importancia de la virtud de la veracidad, no solo porque garantiza que se diga, la verdad, sino porque, al mismo tiempo, se evitan algunos vicios que desdicen de la dignidad de la persona, cuales son el doblez, la falsedad, la hipocresía, la simulación, el embuste..., en una palabra, la mentira y, llegado el caso, la calumnia y hasta el perjurio.

La mentira

San Agustín la define en estos términos: «La mentira consiste en decir falsedad con intención de engañar»2. A la esencia de la mentira pertenecen dos cosas: Primero; decir lo contrario de lo que se piensa. Segundo, decirlo con intención de engañar . Los autores suelen distinguir tres clases de mentira: «jocosa», si con ella se quiere hacer una broma o pasatiempo; «oficiosa», cuando se profiere para obtener un beneficio propio o en favor de un tercero; «dañosa», si mintiendo, se persigue hacer daño alguien En esta división no entra lo que, coloquialmente, se denomina «mentira piadosa», la cual de ordinario se identifica con la «oficiosa».

En la mentira se contienen numerosos males, por lo que es condenable. He aquí algunos de ellos:

-encierra una ofensa directa contra la verdad;

-induce al error a quien se le dice, el cual tiene derecho a no ser engañado;

-lesiona el fundamento de1a comunicación de los hombres entre si;

-fomenta -yen ocasiones en ella tienen su origen- la vanidad y la soberbia;

-quien miente pierde la reputación y la fama;

-lesiona la caridad en el trato con el prójimo;

-puede faltar a la justicia, cuando se miente en perjuicio de otro;

-la mentira es funesta para la convivencia, puesto que crea desconfianza en las relaciones sociales.

Estos y otros males que ocasiona la mentira explica por qué, mientras el origen de la verdad se sitúa en Dios, la mentira se en atribuye al demonio. El origen diabólico de la mentira es mencionado por Jesús: “Vuestro padre es el diablo... porque no hay verdad en el; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira” (Jn 8,44).

El Catecismo de la Iglesia Católica pone de relieve ese cúmulo de males que conlleva la mentira, tanto para el individuo como para la colectividad.

«La mentira, por ser una violación de la virtud de la veracidad, es una verdadera violencia hecha a los demás. Atenta contra ellos en su capacidad de conocer, que es la condición de todo juicio y de toda decisión. Contiene un germen de división de los espíritus y todos los males que esta suscita. La mentira es funesta para toda la sociedad: socava la confianza entre los hombres y rompe el tejido de las relaciones sociales» (CEC 2486).

Toda mentira es intrínsecamente mala (esto no quiere decir que sea siempre grave) y nunca debe decirse. En el lenguaje corriente se utilizan expresiones hiperb6licas que no son mentira.

Sin embargo la mentira en sí misma es pecado venial (cf. CEC 2484). De ordinario, no es pecado la mentira «jocosa». Es pecado venial casi siempre la «oficiosa». Sin embargo, la mentira «dañosa» es pecado mortal cuando se lesiona gravemente la caridad o la justicia. Esto se deduce por las circunstancias que concurren. Por ejemplo, es pecado mortal, si con la mentira, se tiene la intención de ocasionar un mal grave al prójimo o cuando una persona constituida en autoridad miente a los súbditos en cuestiones que atañen gravemente a sus intereses. También es pecado mortal en caso de que, mintiendo, se lesione gravemente la fama del prójimo. Asimismo, se peca mortalmente si con la mentira al juez se conculcan los derechos ajenos en la administración de la justicia, etc. O como enseña el Catecismo de la Iglesia Católica:

«La gravedad de fa mentira se mide según la naturaleza de la verdad que deforma, según las circunstancias, las intenciones del que la comete, y las daños padecidas par las que resultan perjudicadas» (CEC 2484).

Los moralistas admiten con razón –lo dice el sentido común y también es el proceder de personas rectas- que, en algunos casos, es lícito no sólo ocultar la verdad, sino incluso dar contestaciones que induzcan al error a quien pregunta, si éste interroga injustamente. La explicación teórica de la licitud de este tipo de comportamiento se fundamenta en la llamada restricción latamente mental. Por ejemplo, no sería mentira decir: «el señor no está en casa», cuando, atendidas las circunstancias, quien escucha podría saber que esa contestación puede tener un sentido diverso por una restricción mental. Puede ser el medio, por ejemplo, de guardar un secreto o de evitar un compromiso. Por el contrario, la llamada «restricción puramente mental», que tiene lugar cuando la expresión utilizada hace imposible descubrir el sentido verdadero, no es lícita. Por ejemplo, decir «he visto París», pensando interiormente «en fotografía», es una mentira.

El secreto

Secreto es el conocimiento de una verdad que debe mantenerse oculta. El secreto es un género específico de verdad. En efecto, se puede llegar a alcanzar ciertos conocimientos que ni pueden ni deben ser comunicados a terceras personas.

Existen diversos tipos de secretos. Cabe reducirlos a dos: prometido y natural. «Secreto prometido» es el que debe guardarse en virtud de la promesa hecha cuando se da algo a conocer. Esta promesa puede ser expresa, lo que se denomina «secreto comiso», bien implícita, la cual se supone siempre que se conoce por el ejercicio de la profesión: se denomina «secreto profesional». El «secreto natural» es aquel que debe guardarse por la propia naturaleza de la cosa, puesto que deriva de la ley natural.

Algunos secretos pueden ser ocasionales, o sea, se han adquirido, bien por comunicación íntima del interesado o por medio de otra persona distinta, o bien porque se ha sido testigo ocasional de hecho. Otros secretos tienen origen en el ejercicio del ministerio o cargo. Tal es el secreto medico, jurídico o del sacerdote, los cuales han llegado a adquirir conocimiento de hechos a través el desempeño de sus respectivos cargos.

La obligación de guardar el secreto profesional, además de ser de derecho natural, frecuentemente lesiona también la justicia, dado que existe un compromiso tácito de que no debe revelarse lo que se comunicó confidencialmente. La obligación de guardar el secreto es grave o leve, según la materia de la que se trate y del modo en que se ha obtenido conocimiento de él.

Así, es pecado mortal si se trata de algo que daña gravemente la fama del prójimo o si se sigue un mal grave para el interesado o para un tercero. Puede ser el caso, de un médico que descubre datos de la enfermedad que ocasiona al enfermo un daño notable. También si se trata de una verdad comunicada al sacerdote, el cual está especialmente obligado a guardar el secreto de una confidencia que se le ha hecho3.

También se puede pecar si se usa el secreto para provecho propio o ajeno. El caso puede repetirse en el ámbito de la compraventa, de la industria e incluso en el campo intelectual o de la investigación.

En ocasiones se puede revelar el secreto yen otras puede ser un deber revelarlo. Es lícito revelar un secreto si se sigue un daño grave e irreparable para un tercero. Puede ser el caso de dar a conocer a la novia una enfermedad grave de un novio por el daño que puede ocasionarle. Asimismo, se debe manifestar un secreto si se sigue un daño grave para sí mismo o para un tercero. También se ha de considerar el bien común de la sociedad, que en ocasiones sufre un grave quebranto si no se da a conocer el secreto confiado. En todo caso, se deben tener en cuenta las circunstancias que concurren. A este respecto, la casuística puede ser muy variada. Por eso basta enunciar los principios generales, tal como los expone el Catecismo de la Iglesia Católica:

«Los secretos profesionales -que obligan, por ejemplo, a políticos, militares, médicos, juristas- o 1as confidencias hechas bajo secreto deben ser guardados, salvo los casos excepcionales en los que el no revelarlos podría causar al que los ha confiado al que los ha recibido o a un tercer daños muy graves y evitables únicamente mediante la divulgación de la verdad. Las informaciones privadas perjudiciales al prójimo, aunque no hayan sido confiadas bajo secreto, no deben ser divulgadas sin una razón grave y proporcionada" (CEC 2491).

Para obrar rectamente y con el fin de aplicar estos principios a los circunstancias tan variadas que puedan darse, se exige la recta formación de la conciencia. Pero en ocasiones también es conveniente buscar el consejo prudente que garantice una decisión moralmente correcta. En todo caso, la revelación del secreto debe hacerse como último recurso y ante circunstancias excepcionales, puesto que es preciso velar por la valoración social del secreto. De 1o contrario, se resiente la seriedad que merecen las profesiones, cuyo ejercicio lleva anexo la obligación de guardar secreto de los asuntos que confidencialmente se han tratado.

Las ofensas contra la verdad

Además de los pecados de mentira (veracidad “por defecto”) y de faltas cometidas por revelación indebida del secreto (veracidad “por exceso”), también se puede faltar a la veracidad si se cometen otras acciones, cuales son, por ejemplo, la calumnia, el juicio temerario, la sospecha, la maledicencia, el falso testimonio y el perjurio.

a) Calumnia es mentir causando un daño a la reputación de alguien o si se da ocasión para que se originen juicios falsos sobre una persona. Lo específico de la calumnia, frente a la murmuración, es que esta contribuye a hacer juicios negativos sobre alguien, pero lo que se comenta en la murmuración es verdad, mientras en la calumnia, lo que se dice contra alguien es mentira.

b) Juicio temerario es formar un juicio negativo sobre la persona o sobre su actuación, pero sin tener fundamento suficiente para ello. El juicio temerario puede ser subjetivo, o sea interior, y puede emitirse externamente. Si el juicio es tácito, sin manifestarlo, también puede ser pecado interno, en la medida en que se consienta deliberadamente en él.

c) Sospecha es el juicio hecho sobre una persona o acontecimiento a partir de algunos datos, pero sin tener todos los elementos que garanticen formular un juicio seguro. La sospecha es legítima siempre que los indicios tengan suficiente verosimilitud. Asimismo, es legítimo seguir la indagación hasta alcanzar la certeza debida o para rectificar el juicio.

d) Maledicencia es manifestar los defectos y las faltas reales de alguien a otra persona que los desconoce. Se distingue de la calumnia, por cuanto en este caso se comunican faltas y defectos reales de la persona, si bien no son conocidos.

e) Falso testimonio es afirmar públicamente, ante un tribunal, algo falso a favor o en contra de alguien. El falso testimonio, por las circunstancias que concurren a la mentira, encierra una especial gravedad. El libro de los Proverbios sentencia que «el testigo falso no quedará impune» (Prov 19,9).

f) Perjurio es el testimonio falso emitido en un juicio hecho bajo juramento. El perjurio es un pecado especialmente grave contra el segundo mandamiento, puesto que, además de contribuir a la condena del inocente, «compromete gravemente el ejercicio de la justicia» y la desprestigia.

Las acciones, en las que se actúa con mentira y de las que se siguen males para el prójimo, son especialmente graves. Como la mentira puede lesionar la justicia, siempre que ocasiona un mal, el que miente tiene obligación de reparar. Esto obliga especialmente en la calumnia. En este caso, no es suficiente arrepentirse e incluso no basta con demandar perdón, se requiere además reparar el mal cometido. En ocasiones puede hacerse personalmente. Pero, en caso de que el daño ocasionado sea público, la reparación debe hacerse públicamente.

Esta reparación –y en su caso, la restitución- obliga en conciencia. Lo cual indica que no hay perdón del pecado si no se tiene intención de cumplir la reparación o la restitución. Se ha de devolver la buena fama perdida, pero en algunas cuestiones que se han seguido males materiales, la restitución debe hacerse incluso económicamente. El Catecismo de la Iglesia Católica amplía la casuística en los siguientes términos:

“Toda falsa cometida contra la justicia y la verdad entraña el deber de reparación, aunque su autor haya sido perdonado. Cuando es imposible reparar un daño públicamente, es preciso hacerlo en secreto; si el que ha sufrido un perjuicio no puede ser indemnizado directamente, es preciso darle satisfacción moralmente, en nombre de la caridad. Este deber de reparación se refiere también a las faltas cometidas contra la reputación del prójimo. Esta reparación, moral y a veces material, debe apreciarse según la medida del daño causado. Obliga en conciencia”. (CEC 2487).

Libertad de expresión: medios de comunicación social

El derecho a alcanzar la verdad y a comunicarla ha adquirido en la actualidad tales proporciones, que a los medios de comunicación social se les denomina con razón “el cuarto poder”. En efecto, la importancia de estos medios es tal, que condicionan y en ocasiones dirigen la vida social, económica y política de los pueblos. Mas aún: en la actualidad la cantidad de información es tal, que supera las posibilidades del hombre de lograr la síntesis de los hechos y de las ideas que circulan en los distintos ámbitos del saber o de la vida social, cultural y política.

Este papel decisivo que juegan en la vida individual y en la convivencia es lo que ha motivado que el Concilio Vaticano II se haya ocupado expresamente de los medios de comunicación y haya emitido el Decreto «Inter mirifica» (1965), que estudia detenidamente las exigencias éticas que han de regir en el ámbito de la comunicación. Mas tarde, en el año 1971, la Santa Sede hizo pública la Instrucción «Communio et progressio», que trata de la recta aplicación del Decreto conciliar. Además de estos dos documentos, existe abundante doctrina magisterial en discursos y mensajes papales, emitidos con ocasión del «Día de los medios de comunicación social».

Estos son los aspectos que el Concilio señala como mas decisivos para el comportamiento individual y para la convivencia en el uso de los medios de comunicación social:

-Valor moral. El uso de «mass media» no es ajeno a la moral: “El recto uso de tales medios es absolutamente necesario que todos los que se sirven de ellos conozcan y lleven a la práctica en este campo las normas de orden moral”. (n. 4).

-Recta conciencia. Los usuarios deben «formar una recta conciencia sobre tal uso», de modo que la información que reciben «contribuya al bien común y al mayor progreso de toda la sociedad humana». El derecho de información exige que esta “sea objetivamente verdadera y, salvada la justicia y la caridad, integra”. Además, «en cuanto al modo, ha de ser honesta y conveniente, es decir, que respete las leyes morales del hombre y los legítimos derechos y dignidad» (n. 5).

-Considerar el orden moral objetivo. Se ha de proclamar que «la primacía del orden moral objetivo ha de ser aceptada por todos, puesto que es el único que supera y concurrentemente ordena todos los demás ordenes humanos, por dignos que sean, sin excluir el arte» (n. 6).

-Tratamiento del mal moral. Los distintos medios han de cuidar atentamente como se ha de tratar los temas relacionados con el mal. Es cierto que su conocimiento puede «servir para conocer y descubrir mejor al hombre»; pero debe evitarse el riesgo de que «produzca mayor daño que utilidad alas almas», tal puede ser el caso en que no se atiendan «las leyes morales», especialmente, cuando se tratan «los deseos depravados» (n. 7).

-Opinión pública. Una de las finalidades de los medios de comunicación, tal como siempre ha destacado el Magisterio, es la formación de la opinión publica, tan decisiva para una convivencia plural y democrática: «con el auxilio de estos medios, se procura formar y divulgar una recta opinión publica» (n. Cool.

-Deberes de los usuarios. Los que hacen uso de los medios de comunicación deben también tener a la vista los siguientes criterios:

-hacer una «recta elección» de publicaciones, cadenas televisivas, programas de radio o televisión, etc.;
-evitar «10 que puede ser causa u ocasión de daño espiritual para ellos o para otros»;
-atender «al mal ejemplo» que pueden ocasionar la lectura o apoyo a ciertos medios;
-«favorecer las malas producciones» y «no oponerse a las buenas»;
-«no contribuir económicamente a empresas que tan sólo persigan el lucro en la utilización de estos medios»; I
-«atender al juicio y criterios de las autoridades competentes» que se hayan emitido;
- formar la conciencia recta con el fin de «oponerse a los malos atractivos y secundar los buenos»;
-todos, pero especialmente los jóvenes, «deben ser moderados y disciplinados en el uso de estos medios»;
-es conveniente mantener una actitud crítica para «formar un recto juicio»;
-los padres tienen la obligación de «vigilar cuidadosamente» que los hijos hagan un uso adecuado de los medios (nn. 9-10)4.

-Los agentes de los mass media; Periodistas, escritores, actores, productores, realizadores, exhibidores, distribuidores, directores, vendedores, críticos... deben «tratar las cuestiones económicas, políticas o artísticas de modo que no produzca daño al bien común». En la medida de lo posible, deberían asociarse «en aquellas entidades que impongan a sus miembros el respeto a las leyes morales en las empresas y quehaceres de su profesión» (n. 11).

-Deberes de las autoridades. Las autoridades «tienen peculiares deberes en esta materia en razón del bien común al que se ordenan estos instrumentos». Su misión es «defender y tutelar la verdadera y justa libertad» que necesita la sociedad. También la autoridad debe emitir leyes con el fin de que del uso de los medios de comunicación «no se siga daño a las costumbres y al progreso de la sociedad». Un deber especial de las autoridades es el cuidado «en proteger a los jóvenes» (n. 12).

-Deberes de los católicos. El Concilio urge a que los católicos «utilicen los medios» para «las más variadas formas de apostolado» y se «adelanten a las malas iniciativas». Por su parte, los pastores cuiden estos medios «tan unidos a su deber ordinario de predicar» (n. 14) .Asimismo, los sacerdotes, religiosos y también laicos» han de poseer la «debida pericia en estos instrumentos y puedan dirigirlos a los fines del apostolado» (n. 15). Esa formación debe extenderse a todos los católicos (nn. 16-1Cool.

En todo momento, el Magisterio insiste en que los profesionales de los medios de comunicación consideren la dimensión ética de su profesión y que sean incorruptibles ante la verdad. En estos términos se expreso Juan Pablo II en un discurso a los periodistas en su primera visita a España:

«Un sector que tan de cerca toca la información y formación del hombre y de !a opinión publica, es lógico que tenga exigencias muy apremiantes de carácter ético (...). La búsqueda de la verdad indeclinable exige un esfuerzo constante, exige situarse en el adecuado nivel de conocimiento y de selección crítica. No es fácil, lo sabemos bien. Cada hombre lleva consigo sus propias ideas, sus preferencias y hasta sus prejuicios. Pero el responsable de la comunicación no puede excusarse en lo que suele llamarse la imposible objetividad. Si es difícil una objetividad completa y total, no lo es la lucha por dar con la verdad; la actitud de ser incorruptibles ante la verdad. Con la sola guía de una conciencia ética, y sin claudicaciones por motivos de falso prestigio, de interés personal, político, económico o de grupo»5.

Dar testimonio de la verdad: el martirio

El cristiano no solo debe expresar la verdad y proclamarla, sino que también tiene la obligación de defenderla, en ocasiones, hasta la muerte. San Juan recoge las palabras de Jesús en las que señala su misión en orden a la verdad: «Yo he venido al mundo para dar testimonio de la verdad» (]n 18,37). Y san Pablo encarece a su discípulo Timoteo que cumpla este mismo encargo, aunque le sea costoso: «No te avergüences jamás del testimonio de nuestro Señor Jesucristo» (2 Tim 1,Cool.

El Concilio Vaticano II profesa que la confesión de fe es exigencia obligatoria de todos los bautizados:

“Todos los fieles cristianos, dondequiera que vivan, están obligados a manifestar con el ejemplo de su vida y el testimonio de su palabra al hombre nuevo de que se revistieron por el bautismo y la fuerza del Espíritu Santo que les ha fortalecido con la confirmación”.(AdG 11) .

Pero en ocasiones este testimonio exige cierto heroísmo, pues demanda jugarse la vida hasta la muerte. Siguiendo este deber, los cristianos de todos los tiempos, cuando se vieron forzados a confesar la verdad en Jesucristo yen sus enseñanzas, lo hicieron incluso ofreciendo su propia vida. La biografía de los mártires cristianos a lo largo de la dilatada historia de la Iglesia constituye una de las páginas más brillantes de la crónica de la humanidad. Pues, a la grandeza y ejemplaridad de sus vidas, se añade su inquebrantable amor a la verdad y su fidelidad a las enseñanzas salvadoras del Evangelio. Son numerosos los testimonios martiriales en los que se contiene de modo explícito que ellos mueren, precisamente, por defender la verdad que profesan. Por ejemplo, san Policarpo alaba a Dios porque “es el Dios de la fidelidad y de la verdad” por eso él se asocia a esa verdad con la oblación de su propia vida.

En este sentido, los mártires no solo son modelos de existencia y ejemplares de vida cristiana, si no que son garantía de la verdad del cristianismo. Un argumento a favor de la veracidad del dogma y de la moral cristiana es, precisamente, el martirio, pues, además de la garantía que ofrece la revelación y el magisterio, el creyente encuentra en los mártires otra señal más inmediata de la verdad que profesa. En este sentido, el martirio es como el sello y el resello de la verdad de lo que se cree y se practica. En efecto, unos hombres y mujeres concretos han sellado la verdad del dogma y de la moral cristiana con su propia sangre. Ellos son, pues, los verdaderos testigos de la fe y del Evangelio que profesamos.

Quien ama la verdad, conforme a la enseñanza del Señor (Jn 8,32), no sólo alcanza la libertad, sino que se sentirá libre, pues esta en disposición de medir la veracidad de tanta información que se acumula sobre él. Por el contrario, el hombre y la mujer de nuestro tiempo, ante tal abundancia de noticias, corren el riesgo de trivializarlas, pues se sienten incapaces de medir el grado de veracidad de cada una en singular. Máxime, cuando la verdad está sometida a la manipulación publicitaria, entonces o no se cree nada o, a la inversa, se cree todo. Y esto que puede acontecer al individuo se multiplica cuando se aplica al conjunto de la sociedad. Es así como la verdad manipulada o trivializada ni es para el hombre el camino de la libertad ni favorece la convivencia justa.

NOTAS:

1 ARISTÓTELES, Metafísica I, 1, 980b

2 San AGUSTÍN, Sobre la mentira IV. PL 40, 489.

3 Se enriende un secreto obtenido fuera de la confesión sacramental. En el caso de la confesión, se narra de un secreto especialmente cualificado que se denomina “sigilo sacramental”. y que el sacerdote está especialmente obligado a guardar. La revelación del sigilo sacramental lleva consigo una gravísima pena canónica: la excomunión, que, según el canon 1388 del CIC, solo el Papa puede absolver.

4 Según una encuesta realizada en 1993, el cuarenta por ciento de los españoles mayores no lee un libro y el sesenta por ciento no compra libros. Por el contrario, en España hay más de doce millones de televisores y catorce millones de radios. Noticias de Agencia 15-V-1995.

5 JUAN PABLO II, Ser incorruptibles ante la verdad, 3. Madrid 2-XI-1982, “Ecclesia” 2101 (1982) 1481.
_________________
"Quien no ama, no conoce"
San Agustín
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
David Quiroa
Veterano


Registrado: 26 Oct 2006
Mensajes: 2901

MensajePublicado: Mie Ene 09, 2008 12:55 am    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Lucho83 escribió:
¿No sentirías la necesidad de expresarte?


Sin duda. La pregunta no es si tienes derecho a expresarte
(que sin duda lo tienes)
sino ¿qué vas a lograr con eso?

Decía Albert Einstein que es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio, y tenía mucha razón.
Te puedes desgañitar defendiendo a los inmigrantes, pero tus compañeros
seguirán pensando que son ladrones, sucios y violadores de niños.

En cambio, si vives una vida cristiana (por dentro y por fuera) el día
que tus amigos descubran que no naciste en España tendrán que
reconsiderar sus prejuicios. No desecharlos, talvez, pero sí reconsiderarlos.

En la película "Un paseo por las nubes", el personaje Alberto Aragón decía,
refiriéndose a los inmigrantes:

Cita:
Just because I talk with an accent doesn't mean I think with an accent.


(Sólo porque hablo con acento no significa que piense con acento).

Don Alberto se expresó. Y terminó incendiando su finca. ¿Quieres lo mismo
para tu vida?


Lucho83 escribió:
A veces hay que ponerse en el lugar de los demás. Si no, no creo que uno se pueda poner "en lugar de Cristo".


Sin duda. Pero, ¿estás dispuesto a ser crucificado por algo que
ni siquiera es un condicionante esencial en tu vida?

Si estas seguro, adelante. Pero no te garantizo que vayas a resucitar
al tercer día. Wink
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
tessi
Asiduo


Registrado: 25 Sep 2007
Mensajes: 301

MensajePublicado: Mie Ene 09, 2008 3:40 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Lucho83 escribió:


Pero oyes cosas, te duele lo que se dice de ti como tal, aunque no se refieran a ti en concreto, te duele por lo que dicen de tus padres... Son gente que cree en Dios, igual que tú, pero que piensas que no están siendo coherentes con ser buenos cristianos.

¿No sentirías la necesidad de expresarte?

A veces hay que ponerse en el lugar de los demás. Si no, no creo que uno se pueda poner "en lugar de Cristo".


Creo que deberías plantearles su incoherencia cristiana como corrección fraterna. He descubierto que hay muchas formas de hacerlo. No siempre necesitas hablar, a veces una mirada, un gesto, un silencio son más elocuentes y poco a poco, la gente, al menos delante de ti, deja de decir cosas que saben que no están bien.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
patricia dalli
Veterano


Registrado: 11 Abr 2006
Mensajes: 1516
Ubicación: san antonio tx

MensajePublicado: Jue Ene 10, 2008 12:47 am    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Hermanito el que tengas inclinaciones homofobicas no s comete pecado ni a iglesia lo reprocha ni lo aisla, lo que la iglesia repudia es las relaciones homosexuales, persona que entiende el concepto debera como tu servidora una apoyo a tu problema y brindarte un hombro en quien apoyarte para que salgas victorioso de este obstaculo que esta apareciendo en tu camino pero que lo puedes librar con Jesus y Maria en tu corazon, esas tendencias se pueden revertir aqui puedes encontrar mucha ayuda si quieres cambiar tu preferencia sexual.
CON JESUS EN TU CORAZON TODO SE PUEDE.
_________________
Solo necesitas conocer la fe catolica para comprender que es la verdadera religion que Nuestro Padre fundo
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Beatriz
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 6434

MensajePublicado: Jue Ene 10, 2008 3:50 am    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

David Quiroa escribió:


Decía Albert Einstein que es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio,


No conocia esta frase de Einstein...muy buena Wink
_________________
"Quien no ama, no conoce"
San Agustín
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
carlos1
Asiduo


Registrado: 30 Dic 2007
Mensajes: 151
Ubicación: edo de mex

MensajePublicado: Jue Ene 10, 2008 7:52 am    Asunto: de acuerdo
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

no tienes que ir por el mundo contando tus preferencias sexuales, la madurez del ser humano se demuestra cuando estas conciente de tu ser lo admites y vives de acuerdo a tus valores religiosos y morales sin importarte que piensen los demas, por tanto lo que yo opine vale .....
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
lgp91
Esporádico


Registrado: 19 Sep 2007
Mensajes: 30

MensajePublicado: Jue Ene 10, 2008 2:09 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Lucho

Tu situacion es muy delicada por el ambiente en que vives. Si de verdad tus padres. amigos, vecinos... te aprecian, te aceptaran tal i como eres.
Personalmente pienso que ser homosexual no tiene nada de malo, al margen de los asuntos sexuales.
De verdad que lo tienes muy dificil, pero si cumples con la castidad exigida dios te apoyara
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
JUDASLAMPREA
Esporádico


Registrado: 14 Sep 2006
Mensajes: 65

MensajePublicado: Mie Ene 16, 2008 12:22 am    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Hola amigos de catholic.net Dios les bendiga y les guarde. y de manera especial a ti LUCHO83.

Mira lei este tema y no ude quedarme callado. te recomiendo la pagina www.esposibleelcambio.org en esta pagina se lleva a cabo la llamada TERAPIA REPARATIVA, que sirve para curar las tendencias homosexuales y volver a ser heterosexual normal... asi como lo lees. pienso que esta informacion te puede servir. Dios te bendiga.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
NIGUNIM
Moderador
Moderador


Registrado: 20 Oct 2005
Mensajes: 981
Ubicación: Santiago de Chile

MensajePublicado: Mie Ene 16, 2008 3:10 pm    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Cita:
Si tú estás bien contigo mismo, no pasa nada y todo estará bien. Es cierto, Dios hay uno sólo y justo y piadoso como es, él te ve en lo que eres en tu esencia, no por tu sexo. A Dios le importa tu alma, no lo demás


Estimado MK: no se si te diste cuenta pero lo que pones allí, posiblemente con la mejor intención del mundo, es un gran error
A Dios le importa todo lo que somos nosotros como personas, tanto nuestra alma como también nuestro cuerpo.
No es posible semejante dualismo, afirmar que lo que pase con nuestro cuerpo no tiene importancia respecto a nuestra vida espiritual, es negar nuestra escencia de personas.
Lo que hagamos con nuestro cuerpo tiene todo que ver con nuestra vida espiritual. No puede ser que viva practicando la homosexualidad por un lado y por otro afirmar que estoy en el camino de Dios, eso sería mentirme a mi mismo. Somos una UNIDAD y nuestro cuerpo material conocerá también la gloria el día en que sea transfigurado por Dios, por eso decimos en el Credo: CREO EN LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE.
Solo quería aclarar eso, no sea que alguien sea confundido.
Bendiciones
_________________
"A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición".
San Juan de la Cruz
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
monikairos
Nuevo


Registrado: 19 Jul 2006
Mensajes: 15
Ubicación: Queretaro

MensajePublicado: Mie Ene 16, 2008 4:46 pm    Asunto: Hola Lucho
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo esté contigo, y te lleve de la mano a encontrar la felicidad.
Leo y leo los comentarios de los demas foristas, la verdad algunos muy acertados, otros desconcertantes, y otros con consejos que suenan mas a ordenes...pero bueno, cada cabeza es un mundo.
Quisiera compartirte mi opinion, humildemente, y espero que pronto encuentres tu la respuesta que buscas:
Hay tres puntos en tu pregunta que quisiera comentar
1) Te llamas a tí homosexual: ¿en verdad lo eres? ¿como lo sabes? ¿quien te dijo o como lo descubriste? Creo que seria bueno que ubicaras bien la tendencia de tu sexualidad, la cual no solo se forma por las caracteristicas fisicas, sino tambien por la voluntad (inteligencia) y por el alma. Es un primer punto a resolver, a tener la respuesta certera a esto y creo que un sacerdote que sepa de psicologia seria la mejor opcion para apoyarte. No olvides tambien resolver esta cuestion de rodillas ante el Santísimo, ¿quien te va a conocer mejor que EL?
2) Comentar a los demas tu tendencia sexual: ¿Cual es el objetivo de comentarlo? ¿deseas que tu comunidad te conozca mas? ¿o tienes que platicarlo con alguien y no sabes a quien decirle? ¿quieres defender a los homosexuales cuando oyes como se les ofende y crees que la mejor forma es declarar tu homosexualidad en publico? Busca cual es la intencion de tu declaracion, sobre todo buscalo en tu oracion, buscalo en el estado de gracia y ahi encontraras la respuesta
Despues de contestar los puntos anteriores, evalua los "riesgos" de hablar en publico de tu sexualidad... sé que es fácil decir me gustan las mujeres siendo hombre, o los hombres siendo mujeres... pero el declarar que te gustan los de tu mismo sexo hace que las personas pierdan un poco el piso y saquen a flor de piel temores y prejuicios antes que el amor al projimo. Cuando decidas si hablarlo o no en publico, piensa tambien en la forma de hacerlo, con una dinamica, con una oracion, de forma que ellos entiendan que eres Lucho el amigo y no Lucho el gay, recuerdales que hay que amar a la persona y sus virtudes y defectos evaluarlos por separado (que no caigan en el "respeto tus ideas pero te ataco a ti" cuando deberia ser a la inversa)
3) La castidad No olvides, la parte mas importante, es Dios, asi que evalua que necesitas hacer para que tu tendencia sexual no lo ofenda ni te aleje de EL... perderias mucho!!! Busca la castidad (todos debemos buscarla, segun nuestra vocacion) y piensa que es un regalo para Dios, un regalo de tu mente, tu cuerpo y tu alma!! Requiere muchos sacrificios, mucho dolor, pero el premio, te prometo vale la pena (te doy un link de castidad: www.alma.com.mx)
Que Dios te bendiga mucho, y sigue adelante!!!
"Todo lo puedo en EL que me fortalece" Fil 4.13
_________________
Monica Silva
"Yo estare contigo, como estuve con Moises"
Josue 1,5b
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Lucho83
Asiduo


Registrado: 08 Ene 2008
Mensajes: 230

MensajePublicado: Mie Ene 16, 2008 10:48 pm    Asunto: Gracias, y algunas aclaraciones y opiniones
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Lo primero, dar gracias a todos los que han participado con su opinión, que me ha parecido siempre respetuosa, al contrario de lo que me ha ocurrido en otros foros. Ahora, unas cuantas aclaraciones y opiniones personales.

- Algunos me habéis preguntado si estoy seguro de que me gustan los hombres, o me habéis sugerido que intente cambiar o aplacar mi orientación... Yo desde siempre, desde mis primeros impulsos sexuales pubescentes, he tenido interés por los chicos y no por las chicas. Y además, no he sentido ningún condicionamiento por parte de nadie para tener esos sentimientos.

Así que no se me puede pedir "vuelve a ser heterosexual", porque nunca lo he sido. Seguramente aquí muchos no creéis que se pueda nacer homosexual, o pensáis que eso se puede cambiar, pero os aseguro que no se puede. No será porque no lo he intentado, y eso sólo me hacía daño, me destruía como persona. No me gustan nada las ideas de "es posible el cambio" o similares, que tienen un transfondo traicionero, e incluso dan lugar a fraudes.

- Mi problema no es que no haya hablado con un cura en secreto de confesión. Eso me sirvió únicamente la primera vez que lo hice, porque fue una liberación hablar por primera vez de eso con alguien en persona. Pero ahora cada vez que saco el tema en el confesionario, los sacerdotes parecen pasar del tema. Yo no me acuso de ser gay, ni siquiera de desear a otros chicos, porque eso es inevitable. Me siento mal por lo que puede sentir cualquier heterosexual cuando cree que ha cometido pecado de lujuria... pero ¿por qué ha de ser mayor mi pecado que el vuestro? El caso es que la confesión no me aporta nada en ese aspecto.

Por tanto, la cuestión está en mi relación con la gente que está en mi vida diaria. En ningún momento se me ha ocurrido contar a los cuatro vientos que soy homosexual... ¡ni aunque quisiera hacerme activista pro-derechos de los homosexuales! Porque creo que puedo hacerlo igualmente con mi discreción habitual, como estoy haciendo aquí tal vez.

De mi entorno sólo lo he contado a gente que de verdad me importa, padres, hermanos y alguna amistad. Pero por supuesto hay mucha gente que me importa, y en un momento dado puedo necesitar que estén a mi lado, que me den consuelo o que me aconsejen. Y entre esa gente están los compañeros de mi parroquia.

- Han surgido aquí además otros temas que no quería discutir aquí, porque entran dentro de mi privacidad y seguramente chocarían con muchos de vuestros razonamientos y convencimientos. Pero pocos habréis rezado tanto como yo por este asunto y estudiado acerca de ello, precisamente porque no podéis sentir lo mismo que yo. Y aún así sólo Dios sabe lo que realmente quiere de mí. Por supuesto que todos estamos llamados a la castidad, pero aquí se está confundiendo eso, que es un deber moral del cristiano, con el celibato, que como bien señaló Jesús se trata de una llamada de Dios, o visto de otro modo, una opción que uno ecoge libremente guiado por Dios.

De todas formas, me gustaría aclarar una cosa, que muchos vierten tal vez sin pensarlo demasiado: ¡LA HOMOSEXUALIDAD NO SE PRACTICA! ¿Es que los heterosexuales practicáis la heterosexualidad? Si acaso practica la homosexualidad la persona que siendo heterosexual se entrega a los vicios del sexo, por probar, por dinero, o por lo que sea. Vamos, digo yo...

Pero es lo que ocurre cuando se tiende a juzgarnos como enfermos mentales o gente con "la mente desordenada" en vez de como personas (y de eso hay mucho, pero no precisamente homosexuales, que hemos tenido que aprender a organizar mucho las ideas). Personas capaces de amar, amar de forma diferente si queréis, pero al fin y al cabo amar y querer compartirlo TODO con una persona, igual que sucede en cualquier pareja. Y ese amor, si es verdadero, ¿por qué no puede venir de Dios? Si es de Dios, él lo sabe, y la pareja lo siente, y si lo siente lo manifestará para gloria de Dios. No somos nostros los que hemos de juzgar sobre el amor, porque queda entre Dios y la persona que lo siente.

No me gusta entrar aquí en ése tema, y ya he entrado demasiado, pero no me gustaría olvidarme de toda esta gente:

· aquellos jóvenes que son echados de casa o se les deja de mantener por confesar a sus padres que son homosexuales,
· aquellas personas que en sus países son encarceladas o ejecutadas por no haber podido reprimir su pasión o su amor con alguien de su mismo sexo,
· aquellos moribundos cuyos órganos donados son despreciados,
· tantos chicos y chicas que no soportan la presión de su entorno y se suicidan por no poder aceptarse como son al sentirse despreciados,
· esos esposos y esposas que se casaron con quien no deseaban pensando que así serían felices y sólo encuentran desesperación cada noche en la cama con su pareja,
· miles de buenos cristianos a los que se les niega el Sacerdocio o la Comunión por querer que Dios habite en todos los hogares aunque sean de parejas del mismo sexo...

Y seguro que me olvido de muchos otros, que sufren como yo sufro simplemente por el hecho de que mi fe me hace sentir que Dios me quiere como soy y como ame, a pesar de tanta "condenación", "abominación" y "exclusión". Tenéis la suerte de que en la Biblia veis lo que queréis leer y creer, porque así nos ha llegado. Pero yo creo sin haber visto lo que creo, o creo aún habiendo leído en la Biblia lo que no creo, y la he leído mucho... es complicado de expresar, y mucho más de entender, porque no podéis entenderlo sin estar en la misma situación. Pero os será un poco más fácil si pensáis en que en vuestro entorno más cercano (hermanas, amigos, hijas, padres, profesoras, sacerdotes...) seguramente hay quien se pregunta cada día si irá al infierno simplemente por amar a quien le han dicho que no puede amar.



Que Dios nos ayude a todos a comprender lo que quiere de nosotros. Por mi parte no añadiré más en el foro, así que para cualquier cosa podéis escribirme en privado. De nuevo gracias por vuestro interés.
_________________
"el q come q no desprecie al q no come, y el q no come, no crtqe al q come, ps Dios lo eligió. Qn eres tú xa crtcr al criado de otro? Q se mntnga en pie o q caiga es cosa de su amo. Xo no caerá, pq el Señor tiene poder xa mntnrlo en pie." Rom 14, 3-4
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
David Quiroa
Veterano


Registrado: 26 Oct 2006
Mensajes: 2901

MensajePublicado: Jue Ene 17, 2008 3:07 am    Asunto: Re: Gracias, y algunas aclaraciones y opiniones
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Lucho83 escribió:
¿por qué ha de ser mayor mi pecado que el vuestro? El caso es que la confesión no me aporta nada en ese aspecto.


No es cuestion de dimensión es simplemente de pecado. Cada uno tiene
sus pecados que confesar y la confesión nos aporta lo mismo a todos:
El perdón de Dios y la oportunidad de empezar de nuevo, no importa
cuántas veces caigamos.

¿Crees que a los demás no nos avergüenzan y duelen nuestros pecados?
¿Crees acaso que no preferiríamos callarlos? ¡Por supuesto que sí!
Pero volvemos a confesarlos tantas veces como los cometemos,
porque creemos en la redención y creemos que poco a poco vamos
mejorando.

Lucho83 escribió:
¡LA HOMOSEXUALIDAD NO SE PRACTICA!


Perdónanos el eufemismo. Lo que se practican son los actos sexuales,
tanto homo como heterosexuales.

Y el acto sexual sólo es lícito dentro del matrimonio y con apertura a la vida.

Cualquier otra cosa (desde la masturbación hasta la violación) es pecado.

Lucho83 escribió:
Pero es lo que ocurre cuando se tiende a juzgarnos como enfermos mentales o gente con "la mente desordenada" en vez de como personas


Totalmente cierto. Y a los latinos se nos juzga de tontos y ladrones,
aún sin conocernos. No estás solo en eso de los prejuicios.

Lucho83 escribió:
no me gustaría olvidarme de toda esta gente:


A mí tampoco.

Lucho83 escribió:
· aquellos jóvenes que son echados de casa o se les deja de mantener por confesar a sus padres que son homosexuales,


tristísimo.

Lucho83 escribió:
· aquellas personas que en sus países son encarceladas o ejecutadas por no haber podido reprimir su pasión o su amor con alguien de su mismo sexo,


terriblemente injusto y desproporcionado.

Lucho83 escribió:
· aquellos moribundos cuyos órganos donados son despreciados,


triste, pero comprensible. Hay un fantasma de enfermedad real
al que todos tienen (tenemos) miedo.


Lucho83 escribió:
· tantos chicos y chicas que no soportan la presión de su entorno y se suicidan por no poder aceptarse como son al sentirse despreciados,


Una auténtica tragedia, independientemente de la causa.

Lucho83 escribió:
· esos esposos y esposas que se casaron con quien no deseaban pensando que así serían felices y sólo encuentran desesperación cada noche en la cama con su pareja,


¿Y cuántos matrimonios heterosexuales no existen en la misma situación
por falta de preparación? Tampoco es patrimonio exclusivo de los
homosexuales.


Lucho83 escribió:
· miles de buenos cristianos a los que se les niega el Sacerdocio o la Comunión por querer que Dios habite en todos los hogares aunque sean de parejas del mismo sexo...


Y también se le niegan los sacramentos a los asesinos impenitentes,
a los jóvenes mal preparados... hay muchísimas razones para negarlos,
no sólo esa. La diferencia, talvez, es que otros pecados no cuentan
con activistas por la causa. ¿Te daría risa si alguien hiciera una
manifestación solicitando que se ordene sacerdote a alguien que
no está listo para serlo? En cambio las manifestaciones "pro derechos gay"
se consideran "serias". ¿No es un poco inconsistente ese pensamiento?


Lucho83 escribió:
· Tenéis la suerte de que en la Biblia veis lo que queréis leer y creer, porque así nos ha llegado.


No. Vemos lo que la Iglesia nos señala, no lo que nos da la gana ver.

Lucho83 escribió:
· seguramente hay quien se pregunta cada día si irá al infierno simplemente por amar a quien le han dicho que no puede amar.


Por amar nadie se va al infierno. Se va por pecar sin arrepentirse.
No importa si ese pecado es un acto sexual fuera del matrimonio
o una mentira.

Lucho83 escribió:
· Que Dios nos ayude a todos a comprender lo que quiere de nosotros.


Amén, Así Sea, Amén.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Beatriz
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 6434

MensajePublicado: Jue Ene 17, 2008 4:15 am    Asunto:
Tema: Descubrirme o no...?
Responder citando

Por respeto a Lucho que ha dicho que ya no va a responder en el foro:

Cita:
Por mi parte no añadiré más en el foro, así que para cualquier cosa podéis escribirme en privado. De nuevo gracias por vuestro interés.


Cierro el tema.

El que quiera responderle, que lo haga en privado.

Dejo las respuestas de David que son muy buenas y sobre todo respetuosas.

Te respetamos Lucho.
_________________
"Quien no ama, no conoce"
San Agustín
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Este tema está cerrado y no puede editar mensajes o responder    Foros de discusión -> Temas Controvertidos de la fe y la moral Todas las horas son GMT
Página 1 de 1

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados