"No puedo salir"

[Montse*]

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Era una mañana muy ruidosa. La carretera, larga como la vida misma, estaba llena de coches, y las calles estaban abundantes de peatones que se dirigían al trabajo de cada día. Más allí, en medio de un paso de cebra. Me encontraba yo, rosa e indefenso, pegado en el asfalto de la calle. Sí, yo, un pequeño chicle de fresa me encontraba solo ante el peligro. Alguien, después de mascarme, me había tirado sin ninguna consideración en medio de plena calzada donde podía ser aplastado por algún coche o algún zapato.

- ¡Oh no! ¿Cómo salgo yo ahora de aquí?

Recuerdo que empecé a hacer fuerza y más fuerza pero no conseguía despegarme.

– Vaya, en menudo lío estoy metido…
tiene que haber algún modo de salir de aquí.


Los coches pasaban por encima mío y yo temblaba de miedo. Algunos de los coches me decían mientras pasaban:

- ¿Pero qué haces aquí? Sino vigilas te vamos aplastar…

- Sí, y vamos a decorar la calle de rosa con tus restos jajaja...

En ese momento, el semáforo de peatones se puso verde y unas bambas Nike que cruzaban la calzada, al verme, se pusieron en plan chulo y me dijeron de forma maleducada:

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- ¡Eh nene!, aparta que tenemos prisa…

- Si pudiera ya saldría pero el problema es que estoy pegado y no consigo Salir – Les contesté yo algo molesto.

- Vaya, ¿te hemos ofendido?... ¿no sabes quienes somos?- me dijo la otra bamba dándose bombo.

- Nosotros somos las bambas de Ronaldiño, el mejor futbolista que existe…

- Sí… y tienes suerte de que tengamos prisa y vayamos a un en-treno, porque sino… ahora practicaríamos contigo como si fueras una pelota jajaja - me dijo la otra mientras terminaban de cruzar la calle, haciéndome enfadar.

- Vaya, serán creídas esas bambas, algún día se darán de morros contra el suelo y del golpe se les bajaran los humos. A ver si ahora consigo despegarme. – De repente una voz femenina me dijo:

- Oye encanto, vigila no nos hagas tropezar con el talón alto que sino… la chica que nos lleva puestas tendrá un esguince, se le
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hinchará el tobillo y nos guardará en una caja dentro del armario…

Levanté los ojos y me encontré enfrente unas, bueno, unos preciosos zapatos de tacón alto rojos…

-No, si yo no quiero hacer tropezar a nadie, estoy intentando salir y no puedo – les contesté excusándome…

- Bueno baby, ya nos vamos…que tengas suerte y puedas despegarte.

Al irse me quedé parado de ver lo bonitas que eran…

Pasó el tiempo y por más esfuerzos que hacía, no conseguía despegarme.

- Creo que este es mi final… ya nunca podré salir y viajar por todo el mundo como siempre había deseado…

Triste y desanimado, veía como la esperanza me iba abandonando. Pero en ese momento, una bici empezó a cruzar la carretera y la rueda delantera le decía a la trasera un poco cascarrabias:

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- Vigila, ve más recta que nos harás volcar…

- ¿Ah sí? – Contestó la rueda trasera.

- Sí, y no me preguntes, que para algo yo soy la rueda de delante y tú la de atrás.

-¿Ah sí? – Volvió a responder la rueda trasera.

- ¡Sí! , yo soy la lista y tú la tonta… por eso yo tengo razón y soy la que pienso y dirijo…

- ¿Ah sí?

La rueda delantera empezaba a mosquearse y le dijo a su compa-ñera:

- ¡Tú calla y tira para adelante recta!

- ¿Ah sí?

- ¡Aaaaaah!, me estás desquiciando los nervios…

La rueda delantera estaba tan descontrolada ante la ignoracia y retórica de su compañera de viaje que sin darse cuenta, cuando pasaba cerca de mí, se pinchó con un trozo de cristal que había por el suelo.

- ¡Ay!, me he cortado… ¡Oh no! me estoy desinflando

- ¿Ah sí?

Entonces intervení :
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- Perdone señora rueda, pero a lo mejor puedo ayudarla…

- ¿Cómo? – Me preguntó la rueda delantera

- Yo estoy aquí pegado y no puedo moverme, pero si pasas por encima mío, a la vez que me pegue a ti, con tu fuerza me sacará de aquí. Y te seré de mejor ayuda que ningún parche porque me quedaré bien pegado y nunca me despegaré…

La rueda se alegro y me dijo:

- Trato hecho, aprisa, que estoy perdiendo el aliento…

Dicho y hecho, la rueda pasó por encima mío y me pegué a ella donde tenía el corte, a la vez que me despegaba.

- ¡Que bien ya soy libre!

- Gracias a ti no se me ha ido todo el aire y aún estoy viva amiguito, el favor por favor ha dado resultado.

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- ¿Ah sí? – dijo la rueda de atrás

- Mira tú calla y sigue, ¿no ves que este chicle me ha salvado la vida?

- ¿Ah sí?

Jajajaja y las dos ruedas volvieron a empezar…

El niño que conducía la bici, hinchó de nuevo la rueda delantera y se puso muy contento al ver que yo había evitado el que se desinflara del todo.

Al fin era libre y mi sueño de conocer mundo, pegado en la rueda delantera de la bici se hizo realidad.

Nº de registro:2351-23-11-06 Ñ
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Montse*

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[maribert]

Oye Montse, qué cuento tan original. Me gusta lo que escribes.
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EL HOMBRE SABIO, INCLUSO CUANDO CALLA DICE MAS QUE EL NECIO CUANDO HABLA.

Jesús, yo confío en ti!!!!!

[Jose Fernando Ortiz]

Hola!
Increíble que tantas veces, lo más pequeño y aparentemente inútil se convierta en medio de salvación!
Hay cosas despreciables que Dios usa como medios para descalificar lo que "presume de ser mucho"?

Sigue soñando, por favor, querida MONTSE....
y continúa haciéndonos soñar también....

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I de Juan 1,1-4
Nosotros, Señor, te vemos y escuchamos.....


IGLESIA_MADRE UNIVERSAL.....
MUJER revestida de sol....
Dios....en/con.... nosotros.

[Pepa]

Montse! ¡Qué maravilla! ¿Es tuyo? Te felicito!! ¡Qué imaginación! Me muero de santa... ¿santa? jeje, espero que sí... envidia!
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No os engañéis: de Dios nadie se burla.

[Montse*]

[Montse*]

[Montse*]

[Luis Horacio]

[Montse*]

[Jose Fernando Ortiz]