Leandro del Santo Rosario Moderador

Registrado: 24 Mar 2006 Mensajes: 3567 Ubicación: Buenos Aires, Argentina.
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Publicado:
Sab Ene 26, 2008 4:08 am Asunto:
Tema: ¿La Gracia? |
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La gracia santificante es como un injerto de la vida divina en nuestra alma, que nos hace hijos de Dios, esto es, partícipes de la naturaleza divina. Somos hombres por naturaleza, y la gracia divina nos hace dioses por participación, nos diviniza.
No hay nada mejor en el mundo que estar en gracia de Dios, dice San Josemaría Escrivá. La gracia es superior a cualquier creación en el orden de la naturaleza, incluso a los ángeles en su naturaleza angélica. La sola vida de la gracia en el alma de una sola persona, vale más que todo el universo natural creado, que todos los hombres y ángeles, porque es vida divina, de valor infinito.
Recibimos la gracia en el bautismo, y sólo podemos perderla si pecamos mortalmente. En ese caso, por medio de la absolución en el sacramento de la penitencia nos es restaurada. Junto con la gracia recibimos las virtudes sobrenaturales de la fe, esperanza y caridad, las virtudes morales infusas -prudencia, justicia, etc-, los 7 dones del Espíritu Santo, y nada menos que... ¡las tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad que vienen a morar en nuestra alma!
Enseña la Iglesia en el preciosísimo Catecismo promulgado por Juan Pablo II:
Cita: | II La gracia
1996 Nuestra justificación es obra de la gracia de Dios. La gracia es el favor, el auxilio gratuito que Dios nos da para responder a su llamada: llegar a ser hijos de Dios (cf Jn 1, 12-18 ), hijos adoptivos (cf Rm 8, 14-17), partícipes de la naturaleza divina (cf 2 P 1, 3-4), de la vida eterna (cf Jn 17, 3).
1997 La gracia es una participación en la vida de Dios. Nos introduce en la intimidad de la vida trinitaria: por el Bautismo el cristiano participa de la gracia de Cristo, Cabeza de su Cuerpo. Como ‘hijo adoptivo’ puede ahora llamar ‘Padre’ a Dios, en unión con el Hijo único. Recibe la vida del Espíritu que le infunde la caridad y que forma la Iglesia.
1998 Esta vocación a la vida eterna es sobrenatural. Depende enteramente de la iniciativa gratuita de Dios, porque sólo El puede revelarse y darse a sí mismo. Sobrepasa las capacidades de la inteligencia y las fuerzas de la voluntad humana, como las de toda creatura (cf 1 Co 2, 7-9)
1999 La gracia de Cristo es el don gratuito que Dios nos hace de su vida infundida por el Espíritu Santo en nuestra alma para sanarla del pecado y santificarla: es la gracia santificante o divinizadora, recibida en el Bautismo. Es en nosotros la fuente de la obra de santificación (cf Jn 4, 14; 7, 38-39):
Por tanto, el que está en Cristo es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo. Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo (2 Co 5, 17-18 ).
2000 La gracia santificante es un don habitual, una disposición estable y sobrenatural que perfecciona al alma para hacerla capaz de vivir con Dios, de obrar por su amor. Se debe distinguir entre la gracia habitual, disposición permanente para vivir y obrar según la vocación divina, y las gracias actuales, que designan las intervenciones divinas que están en el origen de la conversión o en el curso de la obra de la santificación.
2001 La preparación del hombre para acoger la gracia es ya una obra de la gracia. Esta es necesaria para suscitar y sostener nuestra colaboración a la justificación mediante la fe y a la santificación mediante la caridad. Dios completa en nosotros lo que El mismo comenzó, ‘porque él, por su acción, comienza haciendo que nosotros queramos; y termina cooperando con nuestra voluntad ya convertida’ (S. Agustín, grat. 17):
Ciertamente nosotros trabajamos también, pero no hacemos más que trabajar con Dios que trabaja. Porque su misericordia se nos adelantó para que fuésemos curados; nos sigue todavía para que, una vez sanados, seamos vivificados; se nos adelanta para que seamos llamados, nos sigue para que seamos glorificados; se nos adelanta para que vivamos según la piedad, nos sigue para que vivamos por siempre con Dios, pues sin él no podemos hacer nada. (S. Agustín, nat. et grat. 31).
2002 La libre iniciativa de Dios exige la respuesta libre del hombre, porque Dios creó al hombre a su imagen concediéndole, con la libertad, el poder de conocerle y amarle. El alma sólo libremente entra en la comunión del amor. Dios toca inmediatamente y mueve directamente el corazón del hombre. Puso en el hombre una aspiración a la verdad y al bien que sólo El puede colmar. Las promesas de la ‘vida eterna’ responden, por encima de toda esperanza, a esta aspiración:
Si tú descansaste el día séptimo, al término de todas tus obras muy buenas, fue para decirnos por la voz de tu libro que al término de nuestras obras, ‘que son muy buenas’ por el hecho de que eres tú quien nos las ha dado, también nosotros en el sábado de la vida eterna descansaremos en ti. (S. Agustín, conf. 13, 36, 51).
2003 La gracia es, ante todo y principalmente, el don del Espíritu que nos justifica y nos santifica. Pero la gracia comprende también los dones que el Espíritu Santo nos concede para asociarnos a su obra, para hacernos capaces de colaborar en la salvación de los otros y en el crecimiento del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Estas son las gracias sacramentales, dones propios de los distintos sacramentos. Son además las gracias especiales, llamadas también ‘carismas’, según el término griego empleado por san Pablo, y que significa favor, don gratuito, beneficio (cf LG 12). Cualquiera que sea su carácter, a veces extraordinario, como el don de milagros o de lenguas, los carismas están ordenados a la gracia santificante y tienen por fin el bien común de la Iglesia. Están al servicio de la caridad, que edifica la Iglesia (cf 1 Co 12).
2004 Entre las gracias especiales conviene mencionar las gracias de estado, que acompañan el ejercicio de las responsabilidades de la vida cristiana y de los ministerios en el seno de la Iglesia:
Teniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada, si es el don de profecía, ejerzámoslo en la medida de nuestra fe; si es el ministerio, en el ministerio, la enseñanza, enseñando; la exhortación, exhortando. El que da, con sencillez; el que preside, con solicitud; el que ejerce la misericordia, con jovialidad (Rm 12, 6-8 ).
2005 La gracia, siendo de orden sobrenatural, escapa a nuestra experiencia y sólo puede ser conocida por la fe. Por tanto, no podemos fundarnos en nuestros sentimientos o nuestras obras para deducir de ellos que estamos justificados y salvados (Cc. de Trento: DS 1533-34). Sin embargo, según las palabras del Señor: ‘Por sus frutos los conoceréis’ (Mt 7, 20), la consideración de los beneficios de Dios en nuestra vida y en la vida de los santos nos ofrece una garantía de que la gracia está actuando en nosotros y nos incita a una fe cada vez mayor y a una actitud de pobreza llena de confianza:
Una de las más bellas ilustraciones de esta actitud se encuentra en la respuesta de santa Juana de Arco a una pregunta capciosa de sus jueces eclesiásticos: ‘Interrogada si sabía que estaba en gracia de Dios, responde: «si no lo estoy, que Dios me quiera poner en ella; si estoy, que Dios me quiera conservar en ella»’ (Juana de Arco, proc.).
http://www.vatican.va/archive/ESL0022/__P6Z.HTM
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Te dejo el enlace del Catecismo de la Iglesia Católica, del sitio del Vaticano: http://www.vatican.va/archive/ESL0022/_INDEX.HTM
Aquí tienes el Compendio del Catecismo: http://www.vatican.va/archive/compendium_ccc/documents/archive_2005_compendium-ccc_sp.html _________________
+ Si rezas el rosario diario o tienes el firme propósito de comenzar esta práctica de vida de santidad, únete al grupo en el Facebook: http://www.facebook.com/group.php?gid=65358051689 +++ A.M.D.G. |
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enrique_ellena Asiduo
Registrado: 13 Dic 2007 Mensajes: 395 Ubicación: Argentina
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Publicado:
Lun Ene 28, 2008 2:09 pm Asunto:
Tema: ¿La Gracia? |
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La Gracia
Gracia es palabra que denota la belleza, la bondad, el encanto, el reconocimiento (la lengua española tiene una palabra bellísima: ¡gracias!).
Para la fe cristina la gracia encierra todos estos significados y mucho más: designa el amor que el Señor manifiesta por todos los hombres. Tal amor culmina en el don que Dios hace de su propio Hijo Jesucristo, el cual se hace hombre para que los hombres lleguen a ser hijos de Dios y herederos de sus bienes, llamados a habitar en su misma casa, el Paraíso.
La gracia, esto es, la vida divina en nosotros, es ofrecida por Dios generosamente, no se niega nunca a nuestras oraciones, y en la justa medida nos socorre en nuestras necesidades.
Los hombres tienen un solo deber: el de acogerla. Aun cuando pueda parecer increíble, a menudo el hombre no acepta este don maravilloso del amor de Dios. Pero Dios insiste y nos repite a cada uno de nosotros como al Pueblo de Israel: "Abre la boca, que te la llene" (Sal 81, 11). Ábrela, pues, de otro modo continuarás vagando por el desierto, en la estepa, y serás infeliz.
San Agustín, que había experimentado la soledad de quien está alejado de Dios, ha podido pronunciar aquellas famosas palabras: "Mi corazón está inquietud, Señor, hasta que descanse en ti".
63. ¿Qué es la gracia?
La gracia es un don sobrenatural mediante el cual Dios nos hace partícipes de su vida trinitaria.
64. ¿Cómo se divide la gracia?
La gracia se divide en santificante y actual.
65. ¿Qué es la gracia santificante?
La gracia santificante es un don permanente y sobrenatural, es decir, superior a las posibilidades de la naturaleza, que eleva y perfecciona nuestra alma haciendo que seamos hijos de Dios y herederos del cielo.
66. ¿Qué es la gracia actual?
La gracia actual es una intervención de Dios que mueve al alma hacia el bien sobrenatural?
67. ¿Por qué se llama actual?
Se llama actual porque no es una cualidad permanente, sino una ayuda transitoria.
68. ¿Hay alguna relación entra la gracia santificante y las tres virtudes teologales?
La gracia santificante está siempre acompañada de las tres virtudes teologales y de los dones del Espíritu santo.
69. ¿Es verdad también lo contrario, esto es, que las tres virtudes teologales están siempre unidas a la gracia?
No, lo contrario no es siempre cierto, porque también quien está privado de la gracia santificante puede conservar la fe y la esperanza, mediante las cuales con la ayuda de la gracia actual puede comprender el camino de retorno a Dios, es decir, de la plena conversión.
70. ¿La gracia santificante es compatible con el pecado mortal?
La gracia santificante no es compatible con el pecado mortal, que se llama precisamente "mortal" porque, haciendo perder la gracia santificante, destruye la vida sobrenatural del alma.
71. ¿Qué es la justificación?
La justificación es el pase del estado de pecado al estado de gracia.
72. ¿Cómo viene la justificación?
En quien no está bautizado la justificación viene a través de la fe que conduce al sacramento del bautismo. Por el contrario, en el caso de un pecador ya bautizado la justificación viene mediante el sacramento de la Penitencia o Confesión.
73. ¿Qué significa la expresión: "estar en gracia de Dios"?
"Estar en gracia de Dios" significa poseer la gracia santificante, es decir, tener el alma libre del pecado mortal.
74. ¿Es importante vivir la gracia de Dios?
Vivir en gracia de Dios, y en particular morir en gracia de Dios, es la única cosa verdaderamente importante para el hombre.
75. ¿Cómo se llama el don por el cual el hombre obtiene morir en gracia de Dios?
El don por el cual el hombre obtiene el morir en gracia de Dios se llama "perseverancia final".
76. ¿Cómo se puede obtener la perseverancia final?
El gran don de la perseverancia final puede ser obtenido con la oración humilde y confiada, hecha confiando sobre todo en la intercesión de la Bienaventurada Virgen maría, a la cual pedimos a menudo que interceda por nosotros "en la ora de nuestra muerte".
77. ¿Qué es el mérito?
El mérito es un cierto derecho de recibir una recompensa por las propias acciones. Dios concede gratuitamente este derecho a quien está en estado de gracia, por el cual las acciones buenas realizadas por el hombre merecen un aumento de la gracia misma y, si el hombre persevera hasta el final, la vida eterna.
78. ¿Qué es la santidad cristiana?
La santidad cristiana es aquel estado en el cual el hombre, habiendo así alcanzado la plena conformación con Cristo, vive la caridad de manera perfecta bajo la guía del Espíritu Santo.
http://www.aciprensa.com/moral/gracia.htm _________________
Ayúdame Señor a servirte en mis hermanos |
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