ANÉCDOTAS Y CUENTOS.....para reír y soñar.....

[Jose Fernando Ortiz]

EXTRAÑAS PERSONALIDADES:

Tengo unos amigos maestros, hace poco conocidos. Unos son del norte, otros de oriente y del norte.....algunos son de occidente.
Escuchando sus conversaciones, les oí decir que querían visitar la cabaña de Juan Diego..... allá en las tieras de México y Guatemala. Aseguraban que Dios Padre amaba extraordinariamente al "pueblo yucateca", y que por eso, había permitido la manifestación de la Morenita del Tepeyac al indio Juan Diego.
Y por supuesto que esas palabras calaron mucho en mi mente, debido al gran cariño mío por la Madona de TEQUATLASUPE.
Me hice el desentendido, y seguí escuchándoles decir que muy posiblemente la "cabaña de Juan Diego" podría ubicarse en un pequeño pueblo, un pueblecito.....de la gran geografía yucateca. Que a lo mejor podría llamarse Santa Cruz.... o a lo mejor no, pues su nombre podría haberse cambiado por otro.
No sé por qué, mis amigos maestros de occidente.....estaban tan entusiasmados por encontrar tan pequeño pueblo. Si en verdad creían tanto sobre las bondades del Señor para con los moradores del YUCATÁN.....qué relación tendría todo esto con la Madona de "ojos contemplativos" y con su pequeño Juan?

No pude contener mi curiosidad, e instintivamente me apresuré a preguntarle se explicara mejor sobre el interés que tenían los cuatro por visitar la cabaña de Juan, a lo que accedió fijando su mirada sobre mí.
Hola, querido "J.F.", me dijo, por coincidencia nos hemos encontrado aquí en este lugar, y por coincidencia los cuatro....sentimos y pensamos que desde el suelo yucateca Dios Padre quiere extender sobre la Humanidad entera su eterna e inmensa luz de amor y sabiduría, su amor y compasión para con todos los que respiran sobre la tierra. Creemos que ésta región posee "un no se qué misterioso signo, digno de contemplarse, de tenerse en cuenta". Y por supuesto, dijo, no es asunto de todo el mundo, son asuntos muy personales que nos han inquietado hace bastante tiempo.
Dejó de mirarme, y dirigió su rostro hacia una imagen de Jesús Médico y Maestro que había en una de las paredes del cuarto. Se quedó contemplándolo largo rato en silencio. Lo mismo hicimos los demás.

Se volvió a mí preguntándome, sabes de alguien que pudiese darnos información sobre ese pequeño pueblo?
No supe qué decir, pues no conozco mucho, casi nada sobre el mundo yucateca; tan solo le indiqué la posibilidad de utilizar los medios modernos de comunicación como la Internet para intentar encontrar a aquellas posibles personas que tuviesen algún contacto con la cabaña de Juan, si es que en verdad podría existir en algún lugar.
Les comenté a los cuatro.....que muy recientemente había ingresado a un gran portal de la w.w.w......y que, por su medio había tenido la oportunidad de saber bastante sobre la Virgencita del Tepeyac, "cuyos ojos compasivos" me inspiraban gran ternura y devoción.
Y les aconsejé investigar por estos medios comunicativos.

Me dijeron que como estaban de paso.....poco tiempo tenían. Entonces, me ofrecí para hacer las averiguaciones necesarias.
Largo tiempo compartimos especulando, pensando, reflexionando sobre los graves, pero a la vez reveladores cambios que el planeta estaba sufriendo, cosa que todos estuvimos de acuerdo, podría ser como signos y señales de que estábamos entrando en una nueva era religiosa, mística y espiritual. Qué tendría Dios Padre y su hijo, Jesucristo, para con la Iglesia Madre Universal y para con el mundo entero? Eso no lo sabíamos muy bien.

Por eso, y para poder seguir con este cuento.....me gustaría pedir a quien pudiese darnos alguna información sobre el lugar donde se encuentra el pequeño pueblo Santa Cruz.... o como se pueda llamar ahora, por favor enviar su información a mi dirección electrónica privada.....que con toda seguridad sabremos guardar su información confidencialmente.

A medida de las contribuciones, proseguiremos las anécdotas y los cuentos....

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I de Juan 1,1-4
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IGLESIA_MADRE UNIVERSAL.....
MUJER revestida de sol....
Dios....en/con.... nosotros.

[Jose Fernando Ortiz]

Habían pasado dos o tres días desde el encuentro con los cuatro amigos maestros. Ahora, me disponía a ponerme en contacto con uno de ellos, Juancho, el que había venido de occidente.....Tenía en mis manos un informe de alguien que quería aportar algo sobre la búsqueda de aquellos amigos y quería transmitirlo.
Pero la noche anterior había tenido un molestoso sueño y me sentía no poco indispuesto. Había soñado encontrándome en algún lugar fuera de la ciudad, me habían obsequiado "un espejo grande" y lo llevaba con gran dificultad sobre mis hombros. Caminaba por una carretera polvorienta y podía observar cómo todo el paisaje se reflejaba perfectamente en el espejo, las plantas, los animales, el cielo azul y resplandeciente con las blancas nubes navegando perezosas, y el sol.....,era un espejo al parecer muy bien hecho, un "espejo sin mancha", como se dice en el argot popular.
Caminaba esperando que pasase un vehículo adecuado para llevarlo, debido a su gran tamaño. [Esas locuras de los sueños....]. Pero no hubo tal vehículo y por fin, bien cansado, llegué a un barrio de la gran ciudad. La gente se admiraba del espejo, pero ninguno lo quiso recibir, pues en mi agotamiento deseaba ofrecerlo a quien lo quisiera y descargarme de tan incómodo peso.
Vi, en mi sueño, cómo, resuelto a abandonar en alguna parte el espejo debido al cansancio, me dirigía a un pequeño parque y colocaba el objeto recostado a un árbol, y luego me sentaba en un banco cercano.
De pronto, el espejo empezó a cambiar de estructura molecular hasta convertirse en una pesada tela blanca. [Los sueños son locos y mágicos...indudablemente] Lleno de asombro me acerqué a la tela y empecé a recogerla haciendo varios dobleces. La levanté y la puse sobre mi hombro derecho, era tan larga que casi arrastraba el suelo....

En aquellos momentos me desperté.... bastante agitado, cansado y molesto por el sueño; me levanté.....y me dirigí al baño para darme un fuerte duchazo con agua fría.
Luego, me dispuse a telefonear al amigo Juancho. Él mismo contestó al teléfono, y luego de los saludos protocolarios y contarle sobre la información que tenía para sus asuntos, quedamos de encontrarnos en un parque cercano. Me alisté, y recogí la agenda de notas donde llevaba escrito el mensaje que alguno había enviado por correo electrónico; salí a la calle y me encaminé hacia el lugar acordado.

Sentados en una banca de piedra, observábamos el ir y venir de las gentes con sus trajes deportivos. Frente a nosotros se extendía un lago alargado de quietas y azules aguas, como las de los "cenotes". Las pequeñas aves revoloteaban sobre las aguas, patos, cisnes y otras especies de colores sobresalientes nadaban sosegados por las cristalinas aguas del lago. El césped, como un manto verde, daba frescura a la mirada, los árboles bien cuidados, pequeños bosquecillos llenos de encanto, flores y más flores por doquier adornaban por doquier dando un toque maravilloso al lugar.

Tengo aquí un mensaje para usted, dije. Dice que para hallar la cabaña de Juan Diego, es muy posible que haya que tomar la calzada de los misterios de Santiago,
La calzada de los misterios de Santiago?, repuso al instante Juancho abriendo los ojos. No puede ser, que yo tenga conocido, tan sólo sé de los caminos de Santiago en Europa, senderos que conducían al Campo de la Estrella, en España, a dónde los peregrinos caminaban en busca del "santuario", pero allí, en la tierra de los yucatecas, un sendero de los misterios de Santiago, ¡no lo puedo creer.....!
El amigo de occidente fijó su mirada en el lago, silencioso, como confundido por las palabras del informante. Sacó algunos papeles de su "portafolio" y me dijo,
No sé dónde mismo podré hallar ese sendero, que deberá llevarnos, a los cuatro, hacia lo que consideramos debe ser un pueblo pequeño, un pueblecito donde debe estar la cabaña de Juan; gracias por tu ayuda J.F., gracias por tu interés.
Sacó un "esfero" de su bolsillo y se dispuso a copiar mi información....
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[Jose Fernando Ortiz]

La mañana era tibia. El sol doraba las verdes colinas, y las nubes perezosas en lo alto del cielo. Me dispuse a abrir el correo electrónico con la esperanza de encontrar algún aporte más para la búsqueda de los cuatro amigos. Fue grata mi sorpresa al hallar más de tres mensajes.
Esto me motivó bastante, y lleno de entusiasmo me comuniqué rápidamente con tres de los visitantes.....quienes a su vez pasaron la información al maestro Juancho.
Quedamos en reunirnos en un apacible lugar, donde podríamos compartir una buena taza de tinto, o de té. Y así fue.

La bebida estaba exquisita. Coincidencialmente todos nos decidimos por beber "té de frutas", importado de oriente....muy delicioso. La conversación giró en torno a los últimos acontecimientos que sacudían el mundo entero; los huracanes devastadores, los sacudimientos de las placas tectónicas, los viajes espaciales, la ciencia y la tecnología, política, religión....en fin. Sin darnos cuenta, habíamos desocupado una buena cantidad de tazas de té, dispersa la mente en tan variadas y complejas manifestaciones de la vida cosmológica y humana. Cada cual interpretaba y quería defender su propio punto de vista ante tantas dificultades planetarias en la más franca camaradería, abordándolas en términos amigables y fraternos, salpicados de no poco humor que alegró bastante la conversación.

Aprovechando un momento de relax, interrumpí diciendo que iríamos, ahora sí, al motivo inicial de la reunión. Abrí mi agenda de apuntes, y puse mi dedo índice sobre uno de los tres mensajes recibidos.
Todos fijaron sus ojos en mí. El silencio hizo su entrada, y lo aproveché para informarles.....
Tengo aquí, dije, las palabras de un colaborador que dice así: Para los cuatro señores que buscan la cabaña de Juan Diego, me gustaría que buscaran en las ruinas del templo de la Cruz.....del templo del sol.....y del templo de la Cruz foliada....
Los templos de queeeee.....?, exclamaron al unísono los tres maestros, uno que venía del norte, el otro de oriente y uno del sur.
Y les repetí el nombre de los tres templos por segunda vez.
Se miraron unos a otros, extrañados por las palabras de ese alguien en el país de los aztecas. Juancho se reacomodó en su silla, y luego de abrir su carpeta y apuntar los tres nombres anunciados habló diciendo:
Tendremos que pensar sobre el sentido de éste mensaje, ¿qué relación puede tener nuestra búsqueda de la "cabaña de Juan Diego" con ésto? No será una trastada de ese alguien.....?
Bueno, respondí de inmediato, creo que más no podemos exigir, me parece que éste asunto de ustedes es bastante fuera de lo común, como salido de no sé donde, yo mismo me siento extrañado; y para que más se asombren, vean ésta otro mensaje que recibí.
Señalé con mi índice el escrito en mi agenda y leí:
Dice, el de este aporte, que le gustaría mucho que la calzada de los misterios de Santiago recorriera, al menos, los tres estados yucatecas de Guatemala, México y Honduras.....
Todos hicieron un gesto de cabeza, y. en silencio, cada cual se dispuso a escribir en sus folders el nuevo mensaje.
Quedaba un tercero recibido el mismo día, entonces.....
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[Jose Fernando Ortiz]

No me podía acostumbrar a la idea de los cuatro amigos de encontrar esa cabaña de Juan Diego. Qué pretendían? Existiría en verdad esa cabaña? Qué esperaban encontrar allí? La cabeza me daba vueltas, mientras los cuatro hacían sus anotaciones. Tenía en mi agenda, otros aportes recibidos por el correo electrónico los cuales me habían una mayor inquietudes que los anteriores ya recibidos. Pero bueno, les había ofrecido mi ayuda, y allí estaba intrigado por todo esto que por el momento no quise preguntar nada y procedí a darles los demás mensajes.
Entonces proseguí diciéndoles: Atención, tengo aquí otros mensajes recibidos que me gustaría les pusiesen mucha atención. Uno dice así, copien por favor:
giran las estrellas sobre los círculos eternos del Caracol, de Venus el Sol sobre Marte.....nueva humanidad......que la senda de los misterios cruce por allí....

Noté la impresión que dicho mensaje había causado en los amigos maestros. Pero nada hablaron hasta tener en sus respectivas carpetas el mensaje transmitido. Miraban y releían, una y dos veces, la transcripción sin hacer comentarios.
Aproveché el silencio para darles a conocer el otro mensaje. Con mi índice recorrí el escrito que decía:
las bocas en las grutas del Sol la vida, cenotes de aguas azules y cristalinas.....nueve medidas la escalera hacia el mundo desconocido....los misterios de la senda revelados....
Hasta ahora, no he sabido si los dos mensajes provenían de un mismo colaborador o no, aunque en mi correo aparecían dos firmas diferentes, por la forma criptográfica de los mensajes todo indicaba pertenecer a la misma perosna. En fin, esperé a que mis amigos terminasen de copiarlos en sus carpetas de apuntes. Luego les haría preguntas sobre los últimos mensajes recibidos.

El primero en hablar fue Juancho, tomó un sorbo de la nueva taza de "té chino" acabado de servir, y, respirando profundamente, dijo:
Vaya, vaya.....
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[Jose Fernando Ortiz]

Vaya, vaya.....
Ésta amigo colaborador sí que parece poeta. O a lo mejor es un criptográfico.
Un quéeee? Interrumpió Lucinio, uno que venía del sur.
Un criptográfico, repitió Juancho. Uno de esos que les gusta hacer que los demás se quiebren el cerebro investigando sobre lo que dicen.
Pues yo, por lo menos, no entiendo mucho de lo que dice. Me siento como escuchando hablar en chino o japonés. Apuntó Lucinio.
Risas.....
Bueno, bueno, continuó diciendo Juancho, me parece, según lo poco que sé sobre el mundo maya, que nuestro amigo está haciendo referencia a antiguas edificaciones o monumentos del pasado histórico y cultural de sus antepasados. Veamos, por ejemplo, lo del Caracol....
Tengo entendido que los sacerdotes mayas construyeron en algún lugar de la península yucateca una especie de observatorio astronómico dedicado a Venus y al Sol. Y todo parece indicar que al planeta Venus lo llamaban "estrella de la mañana" cuando hacía su aparición en el horizonte, muy especialmente cada nueve años.....de su ciclo alrededor del Sol, el astro principal en su cosmogonía. Ahora bien, dice el mensajero de ésta información, que giran las estrellas sobre los círculos eternos del Caracol, y un caracol es como una espiral, semejante a las galaxias. No les parece?
Se hizo un silencio, mientras observaban sus propias notas....
Luego de un respiro, levantó la cabeza Matías, el que venía del norte, y comentó diciendo: Me parece que tiene razón usted, Juancho, pero eso del Sol sobre Marte y la nueva humanidad, qué puede significar?. Por qué asocia a Venus con Marte, ah? Tendrá algo que ver el envío a Marte de las dos últimas sondas llamadas Spirit y Explorer ? Entrará la humanidad a una nueva etapa en su evolución, y la conquista de Marte será signo y señal de todo esto? Bueno, supongo que todo esto son suposiciones nuestras, porque el verdadero sentido lo tiene nuestro muy amable colaborador yucateca. Tendremos que ir con gran calma, e investigar a fondo. Porque, qué tiene que ver éste informe con nuestra búsqueda del sendero de los misterios de Santiago.... ah?
Pues sí, es un riesgo que tenemos que correr, el aceptar cosas que poco conocemos por no ser "descendientes directos de los antiguos pobladores yucatecas, comentó Juancho.
Y bueno, ahora qué dicen sobre el otro mensaje, dijo Marcial, señalando en su folder. Me parece que es una información proveniente de la misma persona, ya que parace hablar del mismo modo criptográfico. Miren....habla sobre los "cenotes" de aguas azules y cristalinas, y por lo poco que yo sé, son esa cantidad de aguas subterráneas que se extienden a lo largo del territorio del gran yucatán. Verdad?
Estuvimos de acuerdo con Marcial, y él continuó hablando y dijo: Aquí se vuelve a mencionar al Sol, y se habla de vida en la boca, en las grutas, se tratará de la gran vegetación que se encuentra a la entrada de las cavernas hecha posible por los rayos del sol? Hasta aquí, bien, pero alguien sabe el significado de esos nueve....escalones hacia el mundo desconocido?
Juancho levantó una mano para decir: Sí, siiiii, eso lo tengo claro, muy seguramente habla de la creencia de los primitivos de que para acceder al mundo ultrahumano o divino, era necesario internarse en lo profundo de las cavernas recorriendo una distancia de nueve medidas, o escaleras, o algo así parecido. Me parece ver aquí un uso simbólico de la cifra nueve, tomada quizás de ese ciclo de nueve años del planeta Venus. Creo que ésa fue la intención de nuestro amigo. Ahora nos toca, a nosotros, decidir cómo integrar todo esto a nuestra búsqueda de la cabaña de Juan Diego. No les parece?
Todos estuvimos de acuerdo. Y nos dispusimos a degustar un nuevo sorbo del delicioso y aromático té chino.....
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[Jose Fernando Ortiz]

Habían pasado unos catorce días desde el último encuentro con mis cuatro amigos.....Hoy, día del Señor, recibí un mensaje en mi E-mail de alguien que quería colaborar con mis amigos en su búsqueda de la cabaña de Juan Diego en la tierra yucateca.
Eran las nueve de la mañana. Me puse en contacto inmediatmente con ellos, y decidimos que luego de asistir a la "asamblea eucarística dominical", nos encontraríamos en un parque cercano a mi casa.

La mañana era fresca, iluminada; las gentes se recreaban con gran gozo, disfrutando de todo cuanto el lugar brindaba para sus visitantes. Unos que trotaban por los senderos, angostos pero bien mantenidos, otros que pescaban en gran lago, otros que hacían ginmasia en las barras, los que disfruban de las viandas, ya fuesen llevadas de sus casas o compradas en el lugar, la algarabía de los niños jugando a la pelota con sus más leales amigos, sus perritos....., la conversación agradable y amistosa entre familiares y amigos, en fin, toda una fiesta dominguera, de paz, de armonía, de fraternidad.

Nosotros, reunidos al abrigo de una "kiosco" que tenía varias mesas con sillas rústicas, contemplábamos todo el panorama contagiados de todo aquél ambiente que se respiraba en el parque.
Dispuestos los elementos, papel y lápiz en mano, me dispuse a transmitir a mis cuatro amigos.....lo recibido en el último mensaje, recibido muy poco antes en esa mañana.
Decía así el mensaje:
A los 4 amigos que quieren visitar nuestro suelo yucateco, y que andan en busca de la cabaña de Juan Diego.....
Ignoro qué pueda significar para ustedes ésta búsqueda, pero mucho me gustaría que la supuesta cabaña pudiese existir muy cerca de la "colina del Tepeyac según tengo entendido por las crónicas al respecto que conozco. Pero tengo algunas otras inquietudes, ¿no cruzaría la senda de los misterios de Santiago, por el Juego de Pelota?, lugar donde los espíritus de los valientes sacrificados se unen a tantos mártires y testigos cristianos que sufrieron, y sufren hoy. a causa de la ignorancia y la ignominia de los "conquistadores", y de nuestros actuales "gobernantes"?.
Sí, allí donde las doncellas de blancos vestidos se ofrendaban, y se ofrendan, en sacrificio al Dios Supremo?
No iluminará la senda de los misterios, esas nueve luces de la Corona boreal? Resplandor que ilumina la serana faz de la Morenita del Tepeyac?
Creo que el Todopoderoso y la humilde Morenita de América, serán quienes sabrán dirigir sus pasos en tan singular búsqueda.
Si no existiese la cabaña de Juan Diego, en las cercanías de la montaña del Tepeyac, podría, acaso, rastrearse en el Valle de Santiago, o en Copán?
Bueno, ésta son apenas, algunas de mis inquietudes y aportes que podría dar al caso. De todos modos, si piensan en viajar a ésta tierra bendita del Señor, espero poder reunirme con ustedes. Mis cordiales saludos....

Ellos, los cuatro y yo, reconocimos que éste era uno de los mensajes más largos hasta ahora recibidos, y que sus palabras eran dignas de tener en cuenta y analizarlas para acceder al posible significado de las mismas.
Lucinio dió comienzo a la conversación, y, sin apartar lo ojos del mensaje escrito en su carpeta, dijo:
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[Jose Fernando Ortiz]

Vamos, éste amigo yucateca realmente se interesó en nuestro asunto. Pero qué querrá decir con aquello de los valientes guerreros,del Juego de Pelota, y las doncellas sacrificadas? Yo poco entiendo sobre esto.
Mira, respondió Matías, por lo poco que entiendo, creo que en ese lugar se realizaban sacrificios humanos a su dios Kukulkán; y todo parece indicar, según sus palabras, que éste amigo quiere asociaraquellos sacrificios con el crificio de su pueblo con motivo de la conquista española. ho ha sido el dolor a causa de los excesos cometidos por los conquistadores. Muertes y asesinatos, persecuciones, esclavitud, intolerancia religiosa, en fin, injusticias cometidas en contra del pueblo autóctono de aquellas regiones, tanto en tiempos pasados como actuales.
Sí, sí, puede ser, repuso Luciano. Pero observo, que es un fervoroso creyente en Virgen del Tepeyac, pues aquí la nombra con mucha convicción diciendo que la senda de los misterios que queremos encontrar podría ser iluminada por su Virgen.
Por la corona de nueve luces, más precisamente, recalcó Juancho. Y creo yo, se trata de la Corona boreal que ciñe la parte superior de la imagen de la Guadalupana.
Veo que esa imagen guarda muchos misterios para el pueblo yucateca, no les parece? Dijo Matías, haciendo una señal sobre su propia cabeza.
Juancho respondió: pues considero que ya no deberían existir más misterios sobre la Morenita de América. Tendremos que prepararnos para viajar a las tierras yucatecas, y descubrir con nuestros propios ojos y oídos, todo cuanto se habla de esta tierra del yucatán.
En verdad, es un pueblo con una extraordinaria historia cultural, al que Dios tiene especial amor y consideración. Si no fuese así, habría puesto en aquella imagen "mariana" tántos símbolos cosmológicos y de orden tanto místico espiritual, como cultural del pueblo yucateca?
Yo creo que tienes mucha razón que lo que usted dice Juancho, dijo Marcial, y además pienso que no es simple casualidad que los cuatro nos hayamos encontrado aquí atraídos por la misma inquietud; debemos viajar hacia allí cuanto antes, para visitar el Valle de Santiago y esas otras regiones donde se dice que existen unos cultivos misteriosos de plantas hortícolas gigantes, que crecen desmesuradamente, y ese lugar del que tanto se hace mención en programas televisivos que he tenido la fortuna de ver y escuchar, la región de las siete luminarias. Como ven, amigos, sólo estando allí presentes, tendremos mejor oportunidad de conocer la realidad de todo esto, y descartar lo mitológico y especulativo, de lo que realmente representan todos éstos supuestos misterios de la gran península de yucatán, antiguos o nuevos, supuestos o verdaderos.

Y el día fue transcurriendo en medio de comentarios, uno tras otro, sobre el gran deseo que tenían los cuatro maestros amigos de conocer más de cerca una tierra y un pueblo que, según ellos, tenía un gran significado para los pueblos y naciones del siglo presente. No pocas les oía decir que habían signos y señales que nunca perdían su significado para todos los tiempos, para los últimos......y para los primeros.
Por fin nos levantamos de aquél kiosko con techo de pajas que tan buen abrigo nos dió, no antes sin haber definido una fecha en la cual de ésta mi ciudad, para viajar rumbo a las tierras yucatecas. Nos despedimos como viejos amigos, y me aseguraron que en los día próximos entraríamos de nuevo en contacto.....
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[Jose Fernando Ortiz]

Algunos días con sus noches han pasado desde mi encuentro con los cuatro maestros amigos. En el día, acostumbro dar un corto paseo por el gran parque cerca de mi casa, y aprovecho para contemplar toda la actividad humana, cada cual desarrollando su propio destino; en las noches, no ceso de darle vueltas en mi cabeza a todas las cosas vistas y escuchadas desde que conocí a los cuatro amigos coincidencialmente. Todo existe por azar? O, en cambio, las cosas se suceden movidas por una voluntad superior? Son solamente los deseos y las ideas de los hombres lo que siglo tras siglo va concretándose en la existencia, en la vida individual como colectiva?
No he podido hallar una respuesta definitiva a mis cuestionamientos. La aparición de mis amigos venidos del norte, de oriente y del sur, Matías, Marcial y Lucinio me han dejado en vilo, y qué decir del maestro Juancho, uno que a pesar de sus cabellos grises daba muestras de una gran fuerza y frescura juvenil, o si por el contrario fuese un joven con la sabiduría de un "anciano", todo en él transparentaba a misterio.
En últimas, por qué se habían encontrado los cuatro aquí en mi ciudad, y por qué yo con ellos?
Cada noche, contemplando la luna, acompañada de sus fieles estrellas, me dispongo a repasar mis apuntes y refrescar mis pensamientos e ideas. Ocasionalmente, durante el día, me he comunicado con mis amigos por vía telefónica, y entre tantas revelaciones por ellos hechas, pude enterarme de su deseo de acceder a la tecnología comunicativa de los últimos tiempos, para lo cual, cada uno se compraría un computador portátil antes de viajar a la "gran nación yucateca", así podrían comunicarse conmigo y tenerme informado de lo que descubriesen allí.
Cosa que me agradó mucho.
Aún sigo pensando, cuál es el interés de los cuatro por recorrer la geografía del Yucatán, de Mesoamérica. Qué era lo que verdaderamente les atraía de ésta región? No tengo respuestas definitivas.
Pero quizás, lo que sí me parece muy seguro es que poseen como un secreto atractivo hacia lo religioso, pues frecuentemente les he escuchado hablar sobre la cabaña de Juan Diego, o la senda de los misterios, como de la antigua y nueva imagen de la Morenita de las tres Américas.
Todos parecían coincidir en lo mismo. Como si los cuatro....fuesen arrastrados por una misma fuerza que los impulsaba caminar hacia éstas tierras tan ricas en su pasado histórico, cultural y religioso.
Y yo también me pregunto: Qué misterios ha querido guardar el Creador para éstos pueblos autóctonos de la península yucateca? Qué relación tienen los indígenas de Mesoamérica con los del norte y los del sur? Y por supuesto, algo les he oído hablar del parentesco de los habitantes primitivos de las tres Américas con los primitivos de Indonesia, China, Polinesia, Malasia.....en fin.
Qué saben éstos cuatro amigos de la relación entre éstos pueblos de oriente con América central?
Doy vueltas y vueltas en mi cama, acomodando y reacomodando mi almohada, haciendo anotaciones en busca de respuestas. Pero más preguntas siguen invadiendo mi mente.
Bueno, espero que mis amigos viajen lo más pronto posible, y así puede ser que mis dudas y cuestionamientos se vayan resolviendo paulatinamente. Debo esperar y tener paciencia.....
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[Jose Fernando Ortiz]

Ayer, entrando ya la noche, vino a visitarme el maestro amigo, Juancho. Estuvimos dialogando unos cuantos minutos mientras bebíamos te, uno que tenía el sello de "hecho en Indonesia". No se por qué, pero últimamente, por la amistad con los cuatro amigos, me he aficionado bastante el té. Luego, lo invité a dar un paseo nocturno para mostrarle algunos de los sitios más sobresalientes del lugar, a lo que accedió muy gustoso.

Mientras caminábamos, no dejaba de maravillarse de lo bien iluminada que estaba la ciudad. Los grandes edificios de cristal. bares, parques, iglesias, y las anchas avenidas con su elevados faroles como guardianes de la noche al paso de vehículos y peatones.
De pronto, detuvo su marcha y, llevándose una mano al mentón, contempló todo alrededor diciendo: a veces me da la sensación que mucha gente de ésta que camina apresurada por las calles, a pesar de estar sus pasos iluminados por tantas luces, sus almas van en tinieblas, desposeídas de la luz de Dios; y van y vienen como ciegos.....sin darse cuenta.
No supe qué decir, y me quedé, como mi amigo, contemplando aquél espectáculo nocturno, viendo salir la gente de los altos edificios como un caudaloso río, y las calles atestadas de hombres y mujeres rumbo al descanso en sus casas.
Juancho reacomodó el abrigo que llevaba puesto y seguimos nuestro camino. Y me decía: esto me recordar esa gran ciudad llamada "las Vegas", donde nunca parece haber noche, inundada completamente de todo tipo de luces, donde el dinero corre como caudaloso río de oro, en un gran derroche de riqueza donde la codicia no tiene fondo, y el hedonismo es insaciable. Cuántas ciudades, grandes o pequeñas, como ésta existirán en todas las naciones del mundo? Nada raro séría que un gran terremoto partiese ésta ciudad en tres partes, como las demás ciudades, grandes o pequeñas, que viven de igual manera en todo el mundo.
Hice silencio, sin comprender sus extrañas palabras. Y dejé que siguiera hablando sin afirmar ni reprochar nada.
Estuvimos caminando hasta pasada la medianoche. Momentos antes de despedirnos, me reafirmó su gran deseo de viajar cuanto antes a la gran península yucateca con los otros tres amigos maestros. Me dijo que a más tardar el veintiuno de abril, esperaba estar ubicado en algún lugar desde donde comenzaría la búsqueda de la senda de los misterios de Santiago y la cabaña de Juan Diego.
Mientras nos alejábamos, caminé hundido en mis meditaciones acerca de tan insólito y acuciante deseo de visitar la civilización maya.
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