dionisio Nuevo
Registrado: 03 Ene 2006 Mensajes: 18
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Publicado:
Jue Mar 02, 2006 8:06 pm Asunto:
miercoles de ceniza
Tema: miercoles de ceniza |
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El uso liturgico de las cenizas se organizo en tiempos del Antiguo Testamento. Las cenizas simbolizaban luto, mortandad y penitencia. En el Libro de Ester, Mardoqueo se viste de tela de saco y se cubre de cenizas cuando supo del edicto del Rey Asuro que ordenaba el exterminio por la espada de los judios, en todas las provincias de su reino (Est 4, 1). Job hace penitencia con polvo y ceniza (Job 42, 6). Daniel profetizando el desierto babilonio de Jerusalem, escribe: "Volvi mi rostro al Senor, Dios, buscandole en oracion y plegaria, en ayuno, saco y ceniza". (Dan 9, 3). En el Evangelio de San Mateo leemos que Jesus menciona el uso del las cenizas: "Porque si en Tiro y en Sidon se hubieran hecho los milagros realizados en ti, muchos ha que en saco y ceniza hubieran hecho penitencia" (Mt 11, 21). En la Edad Media los sacerdotes bendecian los moribundos con agua bendita diciendo: "Acuerdate de que eres polvo y al polvo has de volver".
La Iglesia adopto el uso de las cenizas para senalar el comienzo de la temporada penitencial de Cuaresma, cuando recordamos nuestra mortandad y lamentamos nuestros pecados. En la presente liturgia para el Miercoles de Ceniza, utilizamos las cenizas sacadas de las palmas que habian servido el ano anterior para la procesion del Domingo de Ramos. El sacerdote bendize las cenizas y las impone en la frente de los creyentes, haciendo la senal de la cruz y diciendo: "Acuerdate de que eres polvo y al polvo volveras", o "Convertios y creed en el Evangelio". Al comenzar esta santa temporada de Cuaresma en preparacion para la Pascua de Resurreccion, debemos recordar el significado de las cenizas qu hemos de recibir: Lamentamos y hacemos penitencia por nuestros pecados. Volvemos nuestros corazones nuevamente al Senor, que sufrio, murio y resucito para nuestra salvacion. Renovamos las promesas que hicimos en el Bautismo momento en el cual murio nuestra vida pasada y nacimos a una nueva vida en Cristo. Finalmente, conscientes que el reino de este mundo pasara, nos esforzamos en vivir el reino de Dios ahora y miramos con santa esperanza a su plenitud en el cielo. |
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