Llamada a la amistad y al amor

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos, Lula, Mayra, Gache, moderadores del foro; Yaniale, Roberto Misael, Víctor González, Kattalin, que en estos últimos días me habéis respondido; con este título ayer cité en algunos foros algunas ideas que me impactaron y que tenía guardadas para vosotros aquí, ahora.
Lo que no dije es que hay un dibujo antes del párrafo vuestro.
Cerrad los ojos e imaginaos a Dios Padre representado con un símbolo de la Trinidad, y con el teléfono en el oído y abajo, algo lejos, un adolescente con la mirada hacia lo alto, y el auricular en el oído y una mirada de sorpresa.

Dios es siempre sereno dirigiéndonos la Palabra, y la persona siempre es alguien a la escucha (o debería estar), asombrada por cuanto oye del Padre (o debería estarlo, por el amor que nos tiene a todos).

Pues lo que he elegido dice que en un vídeo podemos encontrar, o en la misma vida, a nuestro alrededor:

Personas con rostros fríos, inexpresivos, sin sonrisa, expresión de un corazón vacío donde no está presente el amor.
Personas dominadas por el egoísmo, por el afán de poseer...
Personas que con sus actuaciones y comportamientos hacen que los demás tengan que tomar decisiones no queridas ni deseadas, pero necesarias para mantenerse en pie, para no caer...
Personas que ponen en peligro la vida de los demás porque sólo piensan en ellas mismas, en sus necesidades...
Personas que para conseguir sus fines y objetivos no dudan en anular al otro, en quitárselo de encima como sea...
Personas que están "a la que salta", aprovechando la situación que la ocasión les brinda para convertirse en el centro, para manipular, para erigirse en amos y señores de algo o de alguien, obligando a los demás a resituarse...
La lista podría ser mucho más larga.

Naturalmente hay mucho "contenido" en lo anterior que cito.
De aquí podemos darnos cuenta de que en el vídeo, en la vida nuestra, la de la persona más próxima a nosotros o lo más lejana, todos necesitamos ponernos en el lugar del muchacho que escucha, se asombra de cuanto Dios le dice.
Él habla por medio de otros también, ¿no es cierto?

Orpam Saretnoc Laverz