Ir al encuentro de otros

[Orpam Saretnoc Laverz]

...responde a nuestra identidad personal, a lo que somos por creación.

Dice así el título de donde, amigos míos, voy a citaros un párrafo que me parece muy útil. Ved vosotros mismos:

Es preciso que reconozcamos con toda verdad y humildad dónde estamos en el camino del amor, y nos preguntemos si encontramos siempre alguna disculpa para justificar nuestras posturas egoístas, autosuficientes, discriminatorias... El orgullo, la autosuficiencia, la arrogancia, son lo totalmente opuesto a un amor que se entrega, que se da gratuitamente en apertura a los demás, a un amor que no busca un prójimo, sino que se hace prójimo, que está siempre alerta para descubrir al necesitado y se aproxima al pobre, al indigente, al despreciado, al marginado, sea quien sea, y bajo la forma con que se manifieste (cf. Lc 1o, 25-37).

Naturalmente esto no es posible sin unas ganas locas de ser para los demás lo que desearíamos que fueran para nosotros, o sea lo del Evangelio, hacer a los otros lo que quisiéramos que hicieran con nosotros.

Si rezamos, seguramente el Espíritu nos impulsará y nos sentiremos relajados y animados a ser personas "que salen al paso" de quien nos necesita.
¿Estáis de acuerdo?

Orpam Saretnoc Laverz

[Jf21]

Estoy de acuerdo con que la propia naturaleza humana nos lleva a buscarnos unos a otros.
De hecho, como comentaba en mi otro tema, es un castigo para el ser humano la soledad y/o la incomunicación.

Sin embargo, el cristiano, da un paso más allá de la búsqueda necesaria de los demás, y le añade EL AMOR cristiano. No es una búsqueda "práctica", sino una búsqueda de los demás a los que puede beneficiar. También a todos los demás....pero especialmente de los más necesitados.

Ésto "corrige y aumenta" (frase hecha) la tendencia humana a buscar sólo a las personas que nos son útiles.

De todas formas, como humanos que somos, "nos gastamos" esas fuerzas. La oración, como tú dices, nos renueva esas fuerzas y esa paciencia para tratar con personas que, aunque necesitan ayuda y/o consejo, las rechazan en ocasiones.También paciencia y fuerzas que se desgastan de aquellos que nadan contracorriente y tienen que anunciar varias veces al día que no hace tal o cual cosa porque nuestras ideas católicas se lo impiden.

No sólo basta la oración...para renovar esas fuerzas y paciencia....también nos buscamos unos a otros -como en éste foro-.

De hecho es bueno y natural. Si el Señor hubiera querido, hubiese podido estar solo los tres años...sin embargo buscó una comunidad de amigos, de apóstoles, de seguidores....

Juntos nos reforzamos en las ideas, y nos transmitimos alegría, cada uno según sus dones: consejo, alegría, esperanza,etc,etc.

Que no nos falten nunca las ganas de rezar ni una comunidad en que vivir.

Un abrazo a todos.
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