La mujer, una mujer, tú eres mujer

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos, amigas, hoy no me resisto a dos palabras, al menos. Veamos si tú, yo, nosotras, somos esto:
Mujer constante.
“Mujer de fe”, abierta, preparada, ¿santa?
Una madre.
Una maestra ¿sin corazón?.
El primer calificativo podría ser en bien o en mal. En una noticia hoy he oído esto: "entre los secuestradores, debía haber una mujer, porque al coger al niño parecía que lo acariciara". Un secuestro; se llevan a un niño pequeñito, y el comentarista o periodista dice lo que he dicho ahora. Si es mujer, tiene ternura ¿o no? aún en medio de algo que está mal, quizás está empujada, forzada a ello, si bien siempre se puede uno deslindar de una conducta semejante, al menos con astucia. Es una nota. Podemos ser constantes en el trabajo, en la virtud, etc. Veámoslo en la parte positiva.
El segundo elemento es un recuerdo, veo a la persona que lo dijo, si una tiene fe es un consuelo poder aplicárselo, si una está abierta a la sociedad, a los demás es algo estupendo, si tiene preparación cultural, puede hacer mucho bien y el culmen "la santidad". ¿Tendemos al menos a ella?
Tercer elemento, la mujer madre puede serlo en lo físico y en lo espiritual, las hay y muchas entregadas a Dios por completo y haciendo de verdaderas madres, podría citar algún ejemplo de hace un par de días. Ahora no lo haré. No quiero cansaros.
Cuarto elemento, ser maestra, profesora, educadora, guía puede ser magnífico, una vocación muy satisfactoria pero también puede ser la muestra de falta de cariño. Tengo delante de mi mente una madre que me explicaba lo que le ocurría con la "señorita" de su hijo. La criatura (la llegué a conocer un poco) no era una delicia, pero era un niño, la maestra quizás estaba cansada, pero que la madre me comentara que si no tenía corazón... es muy triste.
La mujer, toda mujer, tú, yo, somos mujeres, podemos trabajar mucho pero lo esencial es saber amar. Sería muy triste si en nuestra vida no hubiéramos amado de verdad. Orpam Saretnoc Laverz

[Jose Fernando Ortiz]