Poder y riqueza

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Poder y riqueza

El famoso científico Albert Einstein, no sólo se dedicó a pensar en temas relacionados con la física.

También tuvo el tino de dejarnos sus reflexiones sobre diversos asuntos humanos.

Por ello existe un libro, sobre su visión del mundo, que resulta bastante interesante y sobre todo sugestivo para meditar. Me parece muy profundo lo que dice sobre la riqueza y lo transcribo textualmente.

"No hay riqueza capaz de hacer progresar a la Humanidad, ni aun manejada por alguien que se lo proponga.

A concepciones nobles, a nobles acciones, sólo conduce el ejemplo de altas y puras personalidades.

El dinero no lleva más que al egoísmo, y conduce irremediablemente al abuso.

¿Podemos imaginar a Moisés, a Jesús, a Gandhi subvencionados por el bolsillo de Carnegie?".

Lo que nos lleva a entender que los verdaderos procesos, que llevan a la prosperidad humana, no lo realizan los hombres ricos, ni los empresarios exitosos. Sino los seres más nobles, los que poseen más altas virtudes,
los que realizan acciones fundamentadas en un liderazgo espiritual y puro.

Por tanto es comprensible que la sociedad dirigida e inspirada por el dinero, llevará necesariamente al egoísmo y consecuentemente al abuso. Es decir también a la corrupción.

Si los políticos sustentan sus programas de gobierno en los intereses financieros de los ricos, seguramente estarán avalando el egoísmo y el abuso que de todas maneras cometerán. Así poder y riqueza se unen con el mismo afán de permitir y fomentar la corrupción.

Una visión egoísta del poder no permite el progreso, y eso es lo que ha impedido que México prospere, a pesar de la riqueza de nuestros recursos. Indudablemente, que sí queremos cambiar el rumbo de nuestro país, tenemos que cambiar el perfil de la casta dirigente.

Por supuesto que no convienen los políticos que aspiran a empresarios y a enriquecerse, ni los ricos a convertirse en políticos. Pues ambos, según Einstein, acabarán por ser egoístas y abusivos.

En conclusión, parece prudente buscar a los hombres virtuosos, nobles; a líderes con una visión humana y altruista. Que estén decididos a velar por los intereses de los demás y no por los suyos. Pero parece que
hay muy pocos, y si existen no aspiran a gobernar y tal vez ni se los permitan. Pero sí sabemos, que son las personas más idóneas y adecuadas para realizar los proyectos que nos benefician a todos.

Guadalajara necesita de esos hombres. Gente con un liderazgo natural y con la decisión de hacer algo real y práctico por mejorar nuestra ciudad.

Ya no lo sigamos esperando ni de los políticos ni de los ricos. ¿Habrá algún líder por ahí, que levante la mano para apoyarlo? O tendremos que salir con la lámpara de Diógenes para buscarlo, si es que existe.

Lo que sí nos queda claro es que no podemos seguir sentados esperando a que nos llegue.

Hay que hacer algo urgente por mejorar nuestra ciudad, que se nos cae de las manos, a pesar de tantos políticos y gente rica.

GUILLERMO DELLAMARY / Filósofo y psicólogo