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LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA

 
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Pablo Jose
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MensajePublicado: Sab Ago 09, 2008 6:16 pm    Asunto: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
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LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
Por Padre Felipe Santos

A veces te habrás preguntado cómo mantener tu hogar ilusionado y con una gran vitalidad de puertas hacia adentro. Es normal. Si queréis, amigo/a, os ofrezco cuatro pilares que sostendrán el edificio de vuestro hogar siempre nuevo y siempre lleno de vida.

Estos son los pilares o cimientos:

1) La oración, respiración de una familia

Cada día debéis dedicaros algún tiempo a la oración. No digáis que no tenéis tiempo. Lo tenéis para muchas cosas y, ¿vais a abandonar algo fundamental en vuestro matrimonio?

Cuando hay oración en casa, todo parece diferente, calmado, tranquilo, sereno como la brisa suave del mar. Es un momento bendito en el que podéis respirar, desahogaros con Dios y lograr que en vuestro corazón brille la luz y nunca la tiniebla.

Nada proporciona tanta alegría y paz durante el día y la noche. Al orar con vuestros hijos, éstos se convierten en personas apacibles y también más bellos, más ellos mismos. Ante esta plaga de consumo, la oración es indispensable para no asfixiarse en un mundo hiperestresado y superestridente.

Cortad un poco la TV, frecuentemente destructora de la intimidad del hogar. No dejéis que sea ella quien mande en casa. No la coloquéis en el centro de la sala de estar. Romperá el círculo familiar.¿ Sabes lo que decía un chico italiano de 6 años? ”Señor, haz que mi rostro se parezca a la pequeña pantalla para que papá me mire”. S.O.S. de tantos chicos que no tienen nunca tiempo de ser escuchados, mirados, simplemente amados...Y ese tiempo es la oración quien lo logra.

Drama de las sociedades occidentales que separan las generaciones. Niños que no conocen a sus abuelos. Niños que no tienen a nadie que los escuche, y los abuelos tampoco tienen a nietos a los que cuidar, amar y educar: Dos soledades...yuxtapuestas. Por ejemplo, ¿por qué no hacer la oración después de los informativos y hacer intercesiones o peticiones?

Solamente la oración permite soportar ciertos horrores y unificar el corazón. Conozco a familias en donde una vez por semana, se celebra una velada matrimonial: los esposos se encuentran solos durante algunas horas festivas de plegaria.

A menudo son los hijos quienes se lo recuerdan a sus padres y compran una vela especial. Otra tarde de la semana, es la velada familiar. Ninguna otra persona es invitada. El jueves por la tarde, recordando la Cena de Jesús, puede ser un buen día para esta velada recogida y alegre. Alrededor de una mesa enteramente adornada con flores, se hace una oración perfecta.

Esplendor de estas liturgias familiares en las que el niño recibe el sentido de la belleza. Tiene derecho a la belleza para estar feliz y percibir que vive. Liturgia en la que se transmite la fe de la Iglesia. En los países perseguidos, la fe se mantuvo gracias a las liturgias celebradas en familia, a menudo clandestinamente. Se entabla una relación personal y viva con el Señor que llega a ser así un miembro de la familia, un miembro que forma parte de ella todos los días.

Esta presencia nadie la podrá arrebatar del niño. Es la vacuna contra toda soledad. Incluso si algún día se aleja de esta Presencia, Jesús permanece siempre y nunca lo dejará solo. Y si la oración familiar y conyugal no son posibles, la fe no se comparte y esto es para los hijos una gran pena y un profundo dolor. Y si no pudierais estar juntos todos, reza solo pero en nombre de todos los miembros de la familia. Cada vez que reza una familia su “nosotros” se une al de la familia- fuente, la de Nazaret.

Cuando Jesús es encontrado tras tres días de pérdida, María le dice simplemente: “Tu padre y yo, "Nosotros" te buscábamos angustiados”. Pero Jesús, mirando a José, levanta los ojos al cielo y le responde: “Padre mío”. Y más tarde dirá: “Mi Padre y yo, somos uno.” Como si el "Nosotros" de José y María le hubiera evocado el "Nosotros" de la Trinidad Santa.

La unidad de los padres, manifestada en la oración, hace que el hijo levante los ojos y los dirija al Padre del Cielo. Esplendor también de la oración antes y en el momento del acto conyugal. Confiarlo al Espíritu Santo, dueño del amor y dador de vida.

Tobías y su esposa se unían en oración antes de hacer el amor. “Esta oración que precede acto íntimo, muestra muy claramente la necesidad de estar unido espiritualmente, de estar re- nacido juntamente con el Espíritu Santo, para que la relación íntima sobrepase el mero deseo sexual.”

Os incumbe una gran responsabilidad, amigos padres, en la formación espiritual de vuestros hijos. Normalmente nunca os ven orar con ellos en la Eucaristía dominical ni en casa. ¿Cómo van a percibir la atmósfera de religiosidad si no la ven en vosotros? Sois padres de la sangre y de la carne de vuestros hijos y también padres de la educación de su espíritu.

La fe le da al hijo alas para volar por encima de los peligros y dificultades que la vida les presente. No es cosa de su bautizo y primera comunión solamente. No, amigos padres, es una educación integral la que necesita vuestro hijo si queréis formar un ser equilibrado en todas sus ricas facetas.

No descarguéis vuestras conciencias en los colegios y en las catequesis. Todo es necesario, pero el ambiente de veros a vosotros viviendo lo que ellos aprenden, es la clave de todo. No es quepa la menor duda. ¿Por qué no vas a misa?- les pregunté una vez a unos niños y niñas. Y me respondieron así:” Porque nuestros padres no van. Luego, si ellos no van- pensaban los chicos y chicas- es que debe valer poco la Eucaristía. Son listos, no creáis.
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Pablo Jose
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MensajePublicado: Sab Ago 09, 2008 6:17 pm    Asunto:
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
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2) El perdón: es el mejor de los tranquilizantes

La oración es el lugar por excelencia en donde se puede dar y recibir el perdón. Muchas parejas se han separado a causa de no saberse perdonar. ¡Cuántas heridas podrían haberse evitado con un perdón dado a tiempo! Un perdón rechazado es una bomba que explota, un amor que ha sufrido un cortocircuito: la corriente no pasa ya.

¿Por qué esta corta palabra “¿Me perdonas?” es la más difícil de pronunciar en nuestra lengua? ¿ Por qué se queda a menudo en la garganta? Un perdón dado es el alcohol de 90º sobre una llaga. Si no, viene la infección, después el absceso y la espera de una intervención quirúrgica. ¿Por qué, pero por qué aguardas a que el hogar esté al borde del precipicio?

Cada noche ofrece y recibe el abrazo del amor. Miraos fijamente en los ojos, bendeciros con una pequeña cruz en la frente: el mejor de los tranquilizantes. Aligerado del peso del resentimiento, te vas al descanso en paz. No tengas miedo al mañana. Las tensiones se aplacan. Los conflictos se resuelven. Sí, perdón recíproco = la más segura de las “Mutuas”. Debe circular entre los esposos como entre los hijos. Sepan también los padres pedir perdón a sus hijos y viceversa. Entonces la alegría puede resplandecer sin sombra. Para que el niño se convierta realmente en persona, debe desarrollar todas sus potencialidades esenciales entre las que hay que tener en cuenta su interioridad”.

La transparencia: ¡Una confianza!

La vida familiar es una llamada a florecer. Las mismas diferencias y dificultades son beneficiosas con la condición de que no se desliguen del amor y de la verdad. No permitas que se forme una herida o una llaga infecciosa. Cuando haya una tensión que desencadena un conflicto, habla a tu cónyuge y haz con él la operación del perdón o reconciliación. No escondas nunca ninguna sombra entre tú y él.

Haz la paz, y en la dulce paz que reina entre el Padre, el Hijo y el Espíritu, podrás dormir tranquilo. La transparencia devuelve fosforescentes las diferencias. Por ella, las relaciones nos permiten ser nosotros mismos y unirnos interiormente. Como sucede entre el Padre, el Hijo y el Espíritu.

El aprendizaje de la vida comunitaria
será mensaje para miles de hermanos
si está basado en la Vida Trinitaria.


Contra las tensiones y las infecciones: La confesión

Cuando los padres piden perdón a su hijo, y ante él, el perdón de Dios, entonces sabe el hijo que hay como una distancia entre Dios y sus padres. Que no puede confundirlos pura y sencillamente. Que no puede arrojar sobre Dios el resentimiento que él puede experimentar para con sus padres. Los ve haciéndose niños ante Dios. Y, de pronto, Dios, ante sus ojos, no corre el riesgo de ser caricaturizado por sus padres. Hay Alguien más grande, más bello, más santo que ellos.

Pero, ¿cómo ser lo suficientemente pobre en el corazón para mendigar este perdón, si nunca te hincas de rodillas ante el Señor Jesús para que él mismo dinamite y eche fuera con una sola palabra tu pecado, te libre de la parálisis y te ponga de pie en la alegría de haber encontrado su intimidad?

¿A quién ha confiado Dios esta palabra- que solamente puede decir Dios, pues sólo él puede crearla? A esos hombres pecadores como tú, para que te sientas plenamente confiado: los sacerdotes.. Este maravilloso sacramento de la Reconciliación es una verdadera operación de cirugía estética: en el rostro de tu corazón. Te devuelve la belleza de una eterna juventud.

Otra cosa que ayuda a vivir en una paz siempre recuperada: decirse que tanto el marido como la esposa pueden ir los primeros a Dios. Vive hoy como si mañana murieras.
Como si fuera la última jornada con él. De pronto, se relativizan todas las cosas. ¡Inténtalo! Verás qué densidad adquiere tu relación con él o con ella.

Puntos para dialogar aqui en el foro:

1.Vivís esta dimensión de la oración en casa?
2.¿La hacéis con vuestros hijos?
3.¿Os cuesta mucho perdonar?
4.¿Es por testarudez inmadura?
5.¿Frecuentáis con vuestros hijos los sacramentos?

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Pablo Jose
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MensajePublicado: Sab Ago 09, 2008 6:21 pm    Asunto:
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
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3) El compartir: oasis en donde renace un amor herido

La oración permite -como nada en el mundo- compartir, escucharse y vivir una transparencia. Ella nos enseña a dar el tiempo gratuitamente. ¡Cuántos malentendidos se disipan -como la nieve al sol- cuando uno puede expresarse apacible y sinceramente! La falta de transparencia y de verdad en la pareja son como el gusano en la fruta: la corroe y la pudre.

Para remediarlo: compartir siempre, hablarse, manifestarse las alegrías, las penas, las angustias, las dificultades... No un compartir frío, como un libro de cuentas, sino un humilde balbuceo o intentos pequeños en común para levantarse y para vivir en verdad. Es entonces cuando de ti mismo o de ti misma nace la necesidad de compartir con todos, sobre todo con el pobre.

La oración que nos reúne en familia, nos lleva a abrirnos al otro: el extranjero, el desconocido, el que llega de improviso. Se le acoge como si fuera Jesús quien tocara a la puerta.

Hoy como nunca, el mundo necesita de oasis de amor, en donde los más heridos por la vida, los frustrados por el amor deben sentirse escuchados, acogidos, amados. Encontrarán el gusto por la vida, el deseo de amar, perdido desde hace largo tiempo. Las familias se convertirán así en lugares de curación de una multitud que tiene el corazón destrozado. Las familias no se replegarán sobre sí mismas. No formarán pequeños ghettos o grupos cerrados. Ofrecerán al pobre en esperanza lo mejor que ellos viven: una ternura mutua, bendecida y fecundada por Dios mismo.

La cultura científica y técnica, ordenada directamente a la eficacia, es como una chapa de plomo que detiene los impulsos del amor. Frente a esta cultura, la familia cristiana debe ser un pequeño oasis de amor, en donde se retome el amor en su misma fuente de la que saldrá un manantial. Un lugar en el que el amor humano pueda salir victorioso en todas las luchas contra el amor; contra todas las ideologías que quieren apartarse del amor.

Pero, ¿ cómo acogerlos sin que se corra el riesgo de una desestabilización de la familia? . Precisamente, mediante la oración, en la que las fragilidades familiares se refuerzan con el ímpetu de la Presencia de Cristo en medio de ella.

Entonces, en cierta medida, se puede, sin demasiados riesgos, acoger jóvenes en proceso de curación, compartiendo una comida, o viviendo un tiempo determinado a nuestro lado.

Este deseo de compartir se va extendiendo cada vez más en las parejas jóvenes que piden a sus parientes y amigos que los regalos se los hagan a los más pobres en lugar de a ellos:

“Dos jóvenes han venido a verme, me han dado una gran cantidad de dinero. Les he preguntado de dónde procedía este dinero. No me dijeron nada. Tan sólo eran conscientes de que con ese dinero podían alimentar en Calcuta a 9.000 familias desheredadas al día. Me han dicho: Llevamos casados dos días. Antes de la boda hemos decidido no tener ni fiesta ni vestidos especiales de boda. Hemos preferido,- decían sonrientes- entregar el dinero equivalente. Y sé muy bien que en una familia hindú eso representa un gran sacrificio. Les he preguntado:¿ Por qué habéis hecho eso? No adivinaréis la respuesta que me dieron: ‘Nos amamos de tal modo que deseábamos compartir la alegría de amar, con personas a las que usted ayuda’ ” ( Madre Teresa de Calcuta)

Estos remedios gratuitos, ¿ en la mesilla de noche?
¡Cuántos hogares están dislocados porque alguno de estos pilares no se viven! Por el contrario, en muchos otros, gracias a los pilares, ha entrado un aire fresco desde el día y momento en que se pusieron como meta vivir en profundidad la realidad amplia de su matrimonio.

Un hijo de estos matrimonios le dijo a sus padres mientras discutían a gritos: Acordaos de vuestro matrimonio.

Otros tantos, tras vivir alocadamente, han vuelto a recuperar la marcha de su matrimonio haciéndose pequeños con los pequeños, llamando a veces a un sacerdote y amigos casados para compartir una comida, una velada y reconciliarse.

Yo mismo he conocido a quienes, en vísperas de su divorcio, han conocido esta imprevisible renovación en la gracia del matrimonio. La gracia nunca falla, y está siempre dispuesta a brotar en el corazón de quienes se aman, a pesar de sus caídas. Basta a veces poco para lograr que las heridas se cicatricen. ¡Una mirada! ¡Una sonrisa!¡ Un gesto de ternura!¡ Una palabra! ¡Un regalo!

Pero ¿quién está dispuesto a seguir esta llamada?,¿ quién tiende la mano a estos medicamentos, siempre a mano y ofrecidos en el mar de la limpieza? No, amigo/a, no dejéis que la gracia de vuestro matrimonio muera en vosotros. Volvedla activa. Rezad para que Dios florezca de nuevo en vosotros. Habéis visto hasta ahora tres pilares. Nos queda el Pan de la Eucaristía.

Puntos para dialogar en el foro.

1. ¿Qué compartes y cómo?
2. ¿Sois abiertos?
3. ¿Ayudáis a otros?
4. ¿Formáis parte de algún grupo cristiano?
5. ¿Compartes tu fe sin reparos ni vergüenzas?

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Pablo Jose
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MensajePublicado: Sab Ago 09, 2008 6:28 pm    Asunto:
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
Responder citando

Estos remedios gratuitos, ¿ en la mesilla de noche?
¡Cuántos hogares están dislocados porque alguno de estos pilares no se viven! Por el contrario, en muchos otros, gracias a los pilares, ha entrado un aire fresco desde el día y momento en que se pusieron como meta vivir en profundidad la realidad amplia de su matrimonio.

Un hijo de estos matrimonios le dijo a sus padres mientras discutían a gritos: Acordaos de vuestro matrimonio.

Otros tantos, tras vivir alocadamente, han vuelto a recuperar la marcha de su matrimonio haciéndose pequeños con los pequeños, llamando a veces a un sacerdote y amigos casados para compartir una comida, una velada y reconciliarse.

Yo mismo he conocido a quienes, en vísperas de su divorcio, han conocido esta imprevisible renovación en la gracia del matrimonio. La gracia nunca falla, y está siempre dispuesta a brotar en el corazón de quienes se aman, a pesar de sus caídas. Basta a veces poco para lograr que las heridas se cicatricen. ¡Una mirada! ¡Una sonrisa!¡ Un gesto de ternura!¡ Una palabra! ¡Un regalo!

Pero ¿quién está dispuesto a seguir esta llamada?,¿ quién tiende la mano a estos medicamentos, siempre a mano y ofrecidos en el mar de la limpieza? No, amigo/a, no dejéis que la gracia de vuestro matrimonio muera en vosotros. Volvedla activa. Rezad para que Dios florezca de nuevo en vosotros. Habéis visto hasta ahora tres pilares. Nos queda el Pan de la Eucaristía.

Puntos para dialogar en el foro.

1. ¿Qué compartes y cómo?
2. ¿Sois abiertos?
3. ¿Ayudáis a otros?
4. ¿Formáis parte de algún grupo cristiano?
5. ¿Compartes tu fe sin reparos ni vergüenzas?

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Pablo Jose
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MensajePublicado: Sab Ago 09, 2008 6:31 pm    Asunto:
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
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4) La Eucaristía

“Yo soy el Pan vivo. Quien lo coma vivirá para siempre”

En el umbral de este pilar, te confieso que debes dar un salto en el vacío de una confianza total, como si saltaras en paracaídas. Este salto no puedes darlo sin una intervención de Dios en tu corazón. Esta intervención de Dios puedes pedirla, provocarla o al menos desearla. La comprenderás desde dentro de ti mismo. Te hablo como persona que estás abierta a la experiencia de los otros. Tu inteligencia y tu corazón tienen más recursos de los que te puedes imaginar. Te recuerdo que millones de personas de cualquier edad encuentran el equilibrio, la fortaleza y el bien interior en este Pan. Es más: millones y millones han muerto por defender su fe en este Pan.

Después de haber hablado de tu cuerpo, ahora os hablo del cuerpo de Otro. Un cuerpo totalmente especial, pero tan auténtico como el tuyo. Dios, para restablecer la armonía rota de su creación, pensó en enviar al mundo a su Hijo. Y la cosa más admirable que Dios solamente puede hacer, fue dejarnos su cuerpo. Dios no tiene cuerpo. Por eso hacía falta salvar al hombre por su cuerpo. Necesidad vital- vital para nosotros- si él quería y quiere curar todo en el hombre.

Durante siglos, preparó el nacimiento de una joven. Un día hermoso, vino Dios a pedirle su cuerpo. ¿Quieres darle a mi Hijo tu sangre, tu carne, el color de tus ojos, los trazos de tu cara? Y María dio a Dios sus manos, sus labios, sus oídos, todos los miembros de su cuerpo y sobre todo su corazón. Dios concedió al mundo un mamá en María la Virgen. Quiso tener esta experiencia nueva para El: estar sometido a nuestros condicionamientos de cronología y de geografía: estar limitado por un tiempo y por un lugar. El Evangelio se abre por su genealogía. No es, por tanto, fruto de una generación espontánea. Cristo nació de María. Y por una especie de operación quirúrgica, María a va ser preservada del pecado. El contagio universal se neutraliza en ella. Una sangre- luz circula por sus venas: por transfusión, Jesús podrá desinfectar la sangre contaminada de la humanidad enferma.

Segunda operación quirúrgica de Dios

Jesús va a nacer sin intervención carnal del hombre. En un mundo envejecido por el pecado, irrumpe de golpe algo totalmente nuevo e imprevisible: Jesús es concebido en el seno de María por una intervención inmediata del Espíritu Santo sin ninguna relación sexual. Es fecundada por Dios, no por José. Jesús sigue siendo Dios y ahora es también hombre.

Dios visto en ecografía

Si le hubieran hecho una ecografía a Jesús, se hubiera visto el comienzo de su vida como un embrión de segundos, minutos, horas, días y semanas. A partir de la tercera semana, la ecografía podría apreciar el corazoncito palpitando, ese Corazón que sería un día desgarrado en la Cruz y que permanecerá abierto para siempre.

Jesús ha conocido la imaginable complicidad fisiológica y espiritual que tú has vivido en el vientre de tu madre. Durante nueve meses, él ha escuchado su música de fondo, los latidos de su corazón. Ha sido vulnerable, receptivo a todo lo que María vivía, pensaba, sentía, hacía y amaba. Todo lo que la ciencia descubre acerca de la vida intra -uterina, Cristo lo ha conocido. El puede curar todas las heridas remontándose al tiempo de la gestación que nos ha marcado para toda la vida.

Luego quiso nacer, educarse, aprender a hablar, andar, trabajar. Tuvo 1,2,3...33 años. Su cuerpo fue vulnerable a la fatiga, al hambre, la sed, el sueño, el sufrimiento y la muerte. Conoció la tentación aunque nunca cedió a ella.

Su Cuerpo no es una apariencia ni un fantasma. Si Dios ha querido tener un cuerpo, fue para mostrarnos que el mal hiere también el Corazón de Dios. En la carne de Jesús siento, toco y veo hasta qué punto el pecado hace mal al Corazón de Dios.

Escándalo que un Dios no haya querido hacerse un ángel, sino que haya querido asumir lo que hay de más pobre, más frágil, más miserable en nosotros. El platonismo diría que se encarceló en un cuerpo. Pues no. Dios se hace Cuerpo. Creo que habría mucha menos gente - que se llama cristiana -, si realizara lo que eso significa y lo inaudito que es.

Misterio inaccesible, incomprensible para las filosofías extremo- orientales, para el Islam. Como para el Judaísmo, pero por otro matiz o rasgo. Realmente es la piedra de choque contra la cual todas las religiones tropiezan. Y sobre la cual se desencadenan todas las herejías. Estas quieren hacer ver que Dios no ha sufrido verdaderamente, y que su cuerpo era una pura apariencia.

Este Cuerpo, concebido en el seno de María, llevado en sus brazos, crucificado y resucitado está en la gloria a la derecha del Padre.

Pero no nos ha dejado solos. Antes de su muerte, con sus primeros amigos, cogió pan en sus manos y dijo: “Esto es mi Cuerpo”. Esta afirmación quiere simplemente decir: “Soy yo”. Les pidió que continuaran diciendo estas mismas palabras en su Nombre sobre otros trozos de pan. Y no solamente ellos, sino los que les sucedieran.

Y he aquí que de generación en generación, unos hombres- a los llamamos sacerdotes- dicen exactamente las mismas palabras de Jesús sobre otros pedazos de pan, y se convierten cada vez en el mismo, único, idéntico Cuerpo del mismo, único e idéntico Jesús. Pues son palabras que hacen lo que dicen como sólo puede hacerlo Dios.

Palabras creadoras, del mismo tipo que las que han lanzado las galaxias en el espacio cuando la creación del mundo.

Este pan se convierte en el Cuerpo de Cristo mediante la palabra de un sacerdote y mediante la intervención directa e inmediata de Dios. El sacerdote y el Espíritu Santo: jamás el uno sin el otro: la misma complicidad, concertación, colaboración que entre María y este mismo, único e idéntico Espíritu Santo.

Pan y Vino se convierten en la misma, única e idéntica Carne y Sangre que el hombre ha dado, por María, y que Dios ha recibido de María. Cada misa es la Anunciación, la Navidad.

Este Cuerpo actualmente vivo de Jesús en el cielo, este Corazón batiéndose en una carne humana, esos ojos de Jesús, esta humanidad maravillosa no está relegada en una gloria lejana. Está ahí, al alcance de tu mano. Puedo cogerla en mis manos. Pero bajo la forma de pan y de vino, para no horrorizarme ante el atrevimiento de comer la carne y beber la sangre. Para darse a mi, en la tranquilla belleza de las cosas más sencillas, más ordinarias, más banales de la vida. Y así transformar las cosas desde dentro en las cosas más simples, banales, ordinarias de mi vida.

Así, una simple cosa, se convierte de pronto en una Persona. ¡Y qué persona! La misma de mi Creador y de mi Salvador, que viene a salvarme y a crearme de nuevo. Fabulosa transmutación: un poco de materia que se convierte en Aquel que la ha hecho. Y en todas partes es siempre el mismo, el único e idéntico Jesús. Fabulosa unidad casi - física de los hombres entre sí, sea el lugar que sea del globo, o la época de la historia.

Que lo sepas o no, que creas en ello o no, que pienses en ello o no, es lo que ocurre en cada misa por pobremente que se celebre. Es lo que se designa con el término Eucaristía (que quiere decir “acción de gracias” )
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Pablo Jose
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MensajePublicado: Sab Ago 09, 2008 6:41 pm    Asunto:
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
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Luego quiso nacer, educarse, aprender a hablar, andar, trabajar. Tuvo 1,2,3...33 años. Su cuerpo fue vulnerable a la fatiga, al hambre, la sed, el sueño, el sufrimiento y la muerte. Conoció la tentación aunque nunca cedió a ella.

Su Cuerpo no es una apariencia ni un fantasma. Si Dios ha querido tener un cuerpo, fue para mostrarnos que el mal hiere también el Corazón de Dios. En la carne de Jesús siento, toco y veo hasta qué punto el pecado hace mal al Corazón de Dios.

Escándalo que un Dios no haya querido hacerse un ángel, sino que haya querido asumir lo que hay de más pobre, más frágil, más miserable en nosotros. El platonismo diría que se encarceló en un cuerpo. Pues no. Dios se hace Cuerpo. Creo que habría mucha menos gente - que se llama cristiana -, si realizara lo que eso significa y lo inaudito que es.

Misterio inaccesible, incomprensible para las filosofías extremo- orientales, para el Islam. Como para el Judaísmo, pero por otro matiz o rasgo. Realmente es la piedra de choque contra la cual todas las religiones tropiezan. Y sobre la cual se desencadenan todas las herejías. Estas quieren hacer ver que Dios no ha sufrido verdaderamente, y que su cuerpo era una pura apariencia.

Este Cuerpo, concebido en el seno de María, llevado en sus brazos, crucificado y resucitado está en la gloria a la derecha del Padre.

Pero no nos ha dejado solos. Antes de su muerte, con sus primeros amigos, cogió pan en sus manos y dijo: “Esto es mi Cuerpo”. Esta afirmación quiere simplemente decir: “Soy yo”. Les pidió que continuaran diciendo estas mismas palabras en su Nombre sobre otros trozos de pan. Y no solamente ellos, sino los que les sucedieran.

Y he aquí que de generación en generación, unos hombres- a los llamamos sacerdotes- dicen exactamente las mismas palabras de Jesús sobre otros pedazos de pan, y se convierten cada vez en el mismo, único, idéntico Cuerpo del mismo, único e idéntico Jesús. Pues son palabras que hacen lo que dicen como sólo puede hacerlo Dios.

Palabras creadoras, del mismo tipo que las que han lanzado las galaxias en el espacio cuando la creación del mundo.

Este pan se convierte en el Cuerpo de Cristo mediante la palabra de un sacerdote y mediante la intervención directa e inmediata de Dios. El sacerdote y el Espíritu Santo: jamás el uno sin el otro: la misma complicidad, concertación, colaboración que entre María y este mismo, único e idéntico Espíritu Santo.

Pan y Vino se convierten en la misma, única e idéntica Carne y Sangre que el hombre ha dado, por María, y que Dios ha recibido de María. Cada misa es la Anunciación, la Navidad.

Este Cuerpo actualmente vivo de Jesús en el cielo, este Corazón batiéndose en una carne humana, esos ojos de Jesús, esta humanidad maravillosa no está relegada en una gloria lejana. Está ahí, al alcance de tu mano. Puedo cogerla en mis manos. Pero bajo la forma de pan y de vino, para no horrorizarme ante el atrevimiento de comer la carne y beber la sangre. Para darse a mi, en la tranquilla belleza de las cosas más sencillas, más ordinarias, más banales de la vida. Y así transformar las cosas desde dentro en las cosas más simples, banales, ordinarias de mi vida.

Así, una simple cosa, se convierte de pronto en una Persona. ¡Y qué persona! La misma de mi Creador y de mi Salvador, que viene a salvarme y a crearme de nuevo. Fabulosa transmutación: un poco de materia que se convierte en Aquel que la ha hecho. Y en todas partes es siempre el mismo, el único e idéntico Jesús. Fabulosa unidad casi - física de los hombres entre sí, sea el lugar que sea del globo, o la época de la historia.

Que lo sepas o no, que creas en ello o no, que pienses en ello o no, es lo que ocurre en cada misa por pobremente que se celebre. Es lo que se designa con el término Eucaristía (que quiere decir “acción de gracias” )

No hay vida física sin vida eucarística

¡La Eucaristía! Puesto que mantengo mi existencia de las manos de Dios, y puesto que Dios está completamente en el Cuerpo de Jesús, en buena lógica cartesiana, hay que concluir: mi cuerpo no es plenamente mío, salvo que esté en Cristo. No habito mi cuerpo nada más que habitando el Cuerpo de Jesús. Mi cuerpo no es mío, sino cuando Cristo vive en mí. ¡Mi cuerpo forma parte del Suyo!

La Eucaristía da la unión más espiritual que uno se pueda imaginar a través de una comunión corporal que se ve. Si es una realidad tanto física como espiritual, no es posible que tu sexualidad- también física y espiritual- no se sienta afectada. Es tu cuerpo en su globalidad el que es alcanzado por el Cuerpo de Jesús en su integridad.
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MensajePublicado: Sab Ago 09, 2008 6:49 pm    Asunto:
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
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Queridos moderadores me podrian borrar si no es tanta molestia los mensajes No. 4,5,6,7,9,10,11 y 12 es que tengo problemas con la red y se me fueron de más porque me aparecia que no lo habia recibido el foro.

Gracias.

Los que siguen adelante de este mensaje no los borren por favor.

Dios los bendiga.

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MensajePublicado: Sab Ago 09, 2008 6:53 pm    Asunto:
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
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No hay vida física sin vida eucarística

¡La Eucaristía! Puesto que mantengo mi existencia de las manos de Dios, y puesto que Dios está completamente en el Cuerpo de Jesús, en buena lógica cartesiana, hay que concluir: mi cuerpo no es plenamente mío, salvo que esté en Cristo. No habito mi cuerpo nada más que habitando el Cuerpo de Jesús. Mi cuerpo no es mío, sino cuando Cristo vive en mí. ¡Mi cuerpo forma parte del Suyo!

La Eucaristía da la unión más espiritual que uno se pueda imaginar a través de una comunión corporal que se ve. Si es una realidad tanto física como espiritual, no es posible que tu sexualidad- también física y espiritual- no se sienta afectada. Es tu cuerpo en su globalidad el que es alcanzado por el Cuerpo de Jesús en su integridad.

Un abrazo no sexual , sino nupcial

Su alma se une a la tuya, su espíritu al tuyo, porque su carne se une a tu carne y su sangre corre por tus arterias. Contacto inmediato, tangible, palpable, físico.

Pero lo ven sólo los ojos del corazón. No lo siento. Lo sé. En la comunión se consuma una unión de orden nupcial. Los jóvenes de hoy - como los santos de ayer - lo saben: “Recibir el Cuerpo de Cristo es recibir de Cristo un abrazo eterno” (Malika, 18 años).

Los que han vivido relaciones sexuales con un gran amor, pueden comprender de una manera muy íntima e interior esta unión nupcial de la Eucaristía.

Estas palabras son de la joven Christelle: “El me ha demostrado que me amaba. Cuando está en mi cuerpo, no existo nada más que para El. Pertenezco sólo a El. Para mí, hacer el amor es muy hermoso cuando estás con alguien a quien conoces y sabes que te ama con todo su corazón”. ¿ Puedo decir eso después de cada comunión? Su Cuerpo y tu cuerpo: ¿dos o uno? ¿Eres de verdad “corporal” y “consanguíneo” de Cristo?

Todas las religiones del mundo chocan contra esto, o bien se prosternan. El Señor es para tu cuerpo y tu cuerpo para el Señor. Destinados el uno para el otro. No invento nada. Lo dice san Pablo en la carta a los Corintios. Cuando tu cuerpo recibe el suyo, tu alma se abre al Espíritu.

Cuerpo a cuerpo con Dios

Jóvenes y menos jóvenes encuentran hoy las expresiones mismas de los santos de los primeros siglos:

“En la Eucaristía no sabemos ya quién es quién, pues entre el Padre y nosotros, entre el Bien – Amado y nosotros arde este Espíritu de Amor. El fuego que arde es la confusión de nuestras dos llamas de amor, que estallan de pronto en una inmensa hoguera en la que reina la plenitud del Amor. Esta plenitud es tan grande que todo placer humano vale poco a su lado. Este don del amor es tan fuerte como la castidad que se alimenta de ella misma.

Por eso la Eucaristía es una necesidad vital para nosotros y diariamente. Si me quedo sin vivir la Eucaristía muchos días, me cuesta mucho mantener la castidad. La castidad que hay que vivir en el acto sexual es el respeto del que se ama, pues su cuerpo está habitado por Dios. Por eso, una pareja no puede vivirla si no es en el misterio de la Eucaristía, que sobrepasa todas las pasiones pecaminosas del hombre” ( Chantal, 16 años).

Catherine de Hueck en su carta a los sacerdotes , les dice: “Algunos dicen que vosotros debéis casaros para saber lo que es amar. He estado casada dos veces ( su segundo marido se ha ordenado de sacerdote). Pues bien, lo que se llama éxtasis de la carne, sé lo que es, pero lo afirmo: una recepción del Cuerpo de Cristo y de la Sangre del Señor es un éxtasis más allá de toda inteligencia. La penetración en mi alma del más fantástico de los amores, hace palidecer al resto”

¿Voy a obligar a Jesús a prostituirse?

Resultado: tu cuerpo no te pertenece ya. Está habitado. ¿ Cómo respetar la Presencia en la Eucaristía sin respetarla en la carne? Violar esta Presencia en un cuerpo de carne, o profanar la Eucaristía es en los dos casos un sacrilegio. Y para quien comulga, fornicar,¿ no es una manera de “prostituir a Dios”?

“Mi propia hermana y su marido me han dicho que si quería casarme, debía acostarme con cualquiera que me agradara en aquel momento. Palabras chocantes que me han hecho daño. Y puesto que estoy en el Cuerpo de Cristo, es evidente a mis ojos que no puedo hacer eso. Sería como si obligase a Jesús a prostituirse. Soy hija de Dios, hermana de Jesús, debo mi vida al Amor de Dios, mi rescate al Amor de Jesús. ¿ Cómo es posible pensar en una cosa así? Es algo humillante lo que le infligiría al Cuerpo de Jesús” ( Katy, 18 años).

Mi pobreza sexual se une a su pobreza en el altar

Una de las más conmovedoras misas de mi vida: la celebrada al pie de la cama de Frank en ese hospital en donde 2.000 enfermos sufren, esperan y aman. Jamás había entendido como entonces, las palabras de Jesús antes de la comunión: “ Señor, no soy digno de recibirte, pero di una palabra y mi alma quedará sana”

Al día siguiente a un amigo:
“Hemos celebrado la Eucaristía aquí en esta pequeña habitación. Alegría, Amor, el Señor nos ha vivificado. Nos ha untado con un perfume que ha penetrado en nuestros corazones desde su Corazón y, sobre todo, he podido comulgar con su Preciosa Sangre. Su Sangre corre por mis venas, en mi sangre enferma, contaminada...El Señor es realmente un Dios de Amor y de Esperanza.”

...La Eucaristía unifica tu corazón y equilibra poco a poco tu propio divorcio interior. Te evita los riesgos y trampas de un amor que corre el riesgo de enfermar y de encerrarse en un narcisismo estéril.

He preferido su cuerpo a otro

Sucede que el amor a la Eucaristía es de tal violencia que va hasta una renuncia heroica: vivir otro amor fuera del matrimonio. Uno se siente pequeño y pobre ante la grandeza de este amor. El testimonio que sigue es como para recibirlo de rodillas:

“Me he reencontrado sola a los 31 años con dos hijos a mi cargo ( 8 y 9 años), sin ayuda financiera. No había respuestas a mis cartas, a los envíos de boletines escolares...Es duro. Una o dos veces al año, una visita de uno o dos días, eso es todo. Pero recibíamos a mi marido lo mejor posible, pues les enseñé a mis hijos a amar sin juzgar. Pasaron así los años, con el deseo de mantener fielmente la imagen de la felicidad desaparecida. Pero con la separación de cuerpos vino también una toma de conciencia más profunda de no volver. En ese momento era más vulnerable. Se presentó otro hombre en mi vida .Me proponía el matrimonio, el confort: era un hombre decidido que, al revés de mi marido, tenía fe, podía compartir conmigo algo más profundo y verdadero. Era abierto y aceptaba a mis hijos. Empecé a amarle( no era más que pasión, lo supe más tarde). No cohabitamos, pues él vivía aún en Alemania; pero nos escribíamos cada dos días. Mis cartas estaban llenas de alegría y de esperanza, después de duda, tristeza, del deseo de abandonar este proyecto de futuro.

¿Por qué no me sentía feliz? ¡ A causa de mi fe! La fidelidad al sacramento del matrimonio había alimentado mi vida durante tanto tiempo, que renunciar a él me parecía un desgarro. Otros días me parecía que también era un desgarro abandonar este nuevo amor.

Este combate interior duró varios meses. Me encontraba perturbada y terminé por tomar una decisión. Conocía la postura de la Iglesia en relación con el matrimonio: si se vuelve a casar, no se puede ir a la comunión. ( Eso era antes, ahora se permite). Ahora bien, a mí me era imposible vivir sin Jesús. Para mí Jesús era el “VIVO” presente a mi lado.; tenía necesidad del alimento que él me daba en su Cuerpo y en su Sangre.

De pronto, comprendí que este Cuerpo sagrado era lo esencial de mi vida. El solo podía inclinar la balanza y la decisión que tenía que tomar.

Entonces, con el fin de saber si podría vivir sin recibir la Eucaristía, fui varios domingos a misa pero sin comulgar. Me dedicaba a orar mucho y hacer la comunión espiritualmente o de intención. Caí en la cuenta de que no podía pasar el resto de mi vida sin Jesús en la Eucaristía. Ir a comulgar a escondidas a una pequeña parroquia,¿ de que me iba a servir?. Mi amor en aquel tiempo era Jesús- Hostia, y ese amor quería vivirlo el domingo.

Entonces tomé una decisión: escribí mi carta de ruptura. El Señor no se decepcionó demasiado: llegó a conocerme y dudaba un poco de mi elección, pero siguió esperando.

¡Cuántas gracias recibí con esta renuncia! Me es imposible decirlas todas. Lo que puedo decir es esto: nunca lo sentí. Y doy gracias al Señor por la ternura profunda que nació entre mi marido y yo” (Wanda)

Puntos para dialogar en el foro

1.¿Cómo vivís los dos y los hijos la Eucaristía?
2.¿Vais regularmente a ella?
3.¿La dejáis sólo para las fiestas singulares?
4.¿Comulgáis con vuestros hijos?
5.¿Meditáis la Palabra de Dios sobre la Eucaristía?

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eduardo salas
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Registrado: 30 Mar 2008
Mensajes: 17

MensajePublicado: Mie Ago 13, 2008 6:04 pm    Asunto: Son importantes tambien 2 valores importantes
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
Responder citando

Muy correcto... creo que son los 4 pilares ESPIRITUALES que deben primar en todo matrimonio.
Pero tambien creo que hay 2 fundamentales a nivel de valores cristianos que son LA CONFIANZA Y EL RESPETO si uno de estos dos flaquea pues el AMOR estaría en riesgo.
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El que cree en mí, aunque haya muerto vivirá
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javi27
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Registrado: 03 Feb 2007
Mensajes: 9170
Ubicación: en el Sagrado Corazón de Jesús

MensajePublicado: Sab Ago 16, 2008 3:41 am    Asunto:
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
Responder citando

Hermanito Pablo:

La Paz este contigo!

hermanito, no sabes cuanto necesitaba algun material como el que expusiste. Gracias!

Dios te colme de bendiciones.-
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"Yo también le prometo, ya aquí en la tierra, victoria sobre sus enemigos,
pero especialmente en la hora de la muerte.
Yo, el Señor, la defenderé como a Mi propia Gloria".†
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Pablo Jose
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Registrado: 13 May 2007
Mensajes: 4078
Ubicación: Ciudad de Guatemala

MensajePublicado: Sab Ago 16, 2008 3:54 am    Asunto:
Tema: LOS CUATRO PILARES DE LA FAMILIA
Responder citando

Todo sea para la gloria de quien se lo merece "DIOS"

P.D los moderadores no han editado bien este mensaje.. Rolling Eyes Rolling Eyes
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