ORACIONES DEL MES DE SEPTIEMBRE

[ANUKI]

No podemos olvidar los cristianos que en el centro de nuestra vida está presente Jesucristo Resucitado que conserva las huellas gloriosas de la Cruz.

En este mes de Septiembre, la Iglesia celebra la fiesta de la Exaltación de la Cruz.

Es un momento privilegiado para adorar en ella a quien por nosotros entregó su vida: "Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí". (Juan 12,32). La cruz transfigurada por la resurrección es fuente de vida cristiana.

La antífonas y textos de la Liturgia de este día nos ayudan a situarnos ante el misterio de la Cruz salvadora.




"Oh, cruz bendita! tú sola fuieste digna de sostener al Rey y Señor de los cielos" (ant 3. Oficio de lectura)



"¡Cómo brilla la cruz, de la que colgó Dios en carne humana y en la que, con su sangre, lavó nuestras heridas" (ant. 2. Laudes)



"¡Oh gran obra de amor! La muerte murió cuando en el árbol murió la Vida" (ant.1. II Vis)

[ANUKI]

De la Carta de San Pablo a los Filipenses (2, 5-11)

Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

[ANUKI]

Plegaria



Dejemos que nuestro corazón se dirija agradecido al Señor,

que nos ha redimido en la cruz, y digámosle:

- Por tu muerte y tu resurrección nos has salvado, Señor.



Cristo, tú que te despojaste de tu rango y tomaste la condición de esclavo, pasando por uno de tantos,

- haz que los cristianos imitemos tu humildad.



Cristo, tú que te rebajaste hasta someterte incluso a la muerte,

y una muerte de cruz.

- otórganos a quienes te seguimos los dones de la paciencia y de la fortaleza.



Cristo, tú fuiste levantado sobre todo por Dios, que te concedió

el "Nombre-sobre-todo-nombre",

- concede a tus fieles perseverancia hasta el fin.



Cristo, a cuyo nombre se dobla toda rodilla en el cielo,

en la tierra y en el abismo,

- infunde tu amor en los hombres, para que te honren

con todo el corazón y busque siempre el bien de todos.



Cristo, a quien toda lengua proclamará Señor,

para gloria de Dios Padre,

-a coge a todos los que mueren sirviendo a los demás.

[ANUKI]

Oración



Dios de amor, Padre todo consuelo,
que has querido que tu Hijo,
en su loco amor por el hombre,
entregase su vida en la Cruz.
Mira nuestro mundo de hoy
an desgarrado por el egoísmo humano,
en el que una parte
camina hacia una salvación sin cruz,
crucificando a la otra para ello.
Que tu amor misericordioso nos salve
de nosotros mismos
y mirando tu Cruz-Salvadora
nos sostenga en nuestras luchas diarias

[ANUKI]

Oración



Dios de amor, Padre todo consuelo,
que has querido que tu Hijo,
en su loco amor por el hombre,
entregase su vida en la Cruz.
Mira nuestro mundo de hoy
tan desgarrado por el egoísmo humano,
en el que una parte
camina hacia una salvación sin cruz,
crucificando a la otra para ello.
Que tu amor misericordioso nos salve
de nosotros mismos
y mirando tu Cruz-Salvadora
nos sostenga en nuestras luchas diarias

[ANUKI]

[b]Salmo 70

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo derrotado para siempre;
tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,
inclina a mí tu oído, y sálvame.


Se tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.

Dios mío, líbrame de la mano perversa,
del puño criminal y violento;
porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.

En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías,
siempre he confiado en ti.

Muchos me miraban como a un milagro,
porque tú eres mi fuerte refugio.
Llena estaba mi boca de tu alabanza
y de tu gloria, todo el día.

No me rechaces ahora en la vejez,
me van faltando las fuerzas, no me abandones;
porque mis enemigos hablan de mí,
los que acechan mi vida celebran consejo;
dicen: "Dios lo ha abandonado;
perseguidlo, agarradlo, que nadie lo defiende".

Dios mío, no te quedes a distancia;
Dios mío, ven aprisa a socorrerme.
Que fracasen y se pierdan
los que atentan contra mi vida,
queden cubiertos de oprobio y vergüenza
los que buscan mi daño.

Yo, en cambio, seguiré esperando,
redoblaré tus alabanzas;
mi boca contará tu auxilio,
y todo el día tu salvación.
Contaré tus proezas, Señor mío,
narraré tu victoria, tuya entera.

Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas,
ahora, en la vejez y las canas,
no me abandones, Dios mío,

hasta que describa tu brazo
a la nueva generación,
tus proezas y tus victorias excelsas,
las hazañas que realizaste:
Dios mío, ¿quién como tú?

Me hiciste pasar por peligros,
muchos y graves:
de nuevo me darás la vida,
me harás subir de lo hondo de la tierra;

acrecerás mi dignidad,
de nuevo me consolarás;
y yo te daré gracias, Dios mío,
con el arpa, por tu lealtad;

tocaré para tí la cítara,
Santo de Israel;
te aclamarán mis labios, Señor,
mi alma, que tú redimiste;

y mi lengua todo el día
recitará tu auxilio,
porque quedaron derrotados y afrentados

los que buscaban mi daño. [/b]

[Armonía]

Amoroso Padre Nuestro que estas en el cielo.
Bendito y Santificado sea tu nombre.
Venga a todos nosotros tu santo Reino.
Hágase siempre tu sabia voluntad
La cual sea para bien de todos aceptada y respetada
así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy el pan nuestro de cada día.
Perdona por favor nuestras ofensas
Y ayúdanos Padre Santo a perdonar a los que nos ofenden
no nos dejes caer en ninguna tentación, librándonos siempre del mal.
Amén.

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[ANUKI]

ORACIÓN PARA ACEPTAR AMOROSAMENTE NUESTRA CRUZ


¡Yo te saludo, oh cruz preciosa, yo te saludo Oh tribulación feliz! ¡oh aflicción santa, que amable eres, puesto que saliste del seno amable de este Padre de eterna misericordia quien desde la eternidad te amó, quiso y destinó para mí! ¡Oh Cruz! mi corazón te quiere, porque el de mi Dios te ha querido. ¡Oh Cruz! mi alma te ama y te abraza con toda su dilección. Amén. (San Francisco de Sales).

Un día, pero ya tarde, nuestros sufrimientos actuales, que nos parecen tan grandes, nos parecerán poca cosa. Procuremos soportarlos con amor, paz y constancia para que no perdamos su mérito.

Un día que San Francisco de Asís sucumbía bajo el peso del dolor, se le oyó exclamar: «¡Oh, Dios mío! ¡echad una mirada sobre vuestro pobre siervo, dignaos venir en mi auxilio, y concededme la gracia de soportar con paciencia, todas estas enfermedades!» Una voz le respondió: «Francisco, ¿se puede comprar demasiado cara una joya que permite el adquirir un reino sin precio? Pues esta joya son los padecimientos enviados por Dios; sabe que vale más que todos los tesoros de la tierra, y que no se debe cambiar por el mundo entero, aunque todas las montañas se cambiasen en oro puro, todas las piedras en diamantes y todas las aguas en bálsamos.»

La Beata Margarita María escribía a un Santo religioso de la Compañía de Jesús: Nada es capaz de agradarme aquí abajo, sino la Cruz de mi divino Maestro; pero una Cruz toda semejante a la suya, una Cruz pesada, ignominiosa, sin alivio ni consuelo. Que otros pongan su satisfacción y dicha en subir el monte Tabor; cuanto a mí, no quiero otro camino que la privación de todo placer y alivio. ¡Oh! ¡qué dicha la de poder sufrir siempre en silencio, y morir por fin sobre la Cruz en medio de todas las tribulaciones de alma y cuerpo!

[Katty]

[ANUKI]

Oración



Dios de amor, Padre todo consuelo,
que has querido que tu Hijo,
en su loco amor por el hombre,
entregase su vida en la Cruz.
Mira nuestro mundo de hoy
an desgarrado por el egoísmo humano,
en el que una parte
camina hacia una salvación sin cruz,
crucificando a la otra para ello.
Que tu amor misericordioso nos salve
de nosotros mismos
y mirando tu Cruz-Salvadora
nos sostenga en nuestras luchas diarias

[ANUKI]

ORACIÓN PARA ACEPTAR AMOROSAMENTE NUESTRA CRUZ


¡Yo te saludo, oh cruz preciosa, yo te saludo Oh tribulación feliz! ¡oh aflicción santa, que amable eres, puesto que saliste del seno amable de este Padre de eterna misericordia quien desde la eternidad te amó, quiso y destinó para mí! ¡Oh Cruz! mi corazón te quiere, porque el de mi Dios te ha querido. ¡Oh Cruz! mi alma te ama y te abraza con toda su dilección. Amén. (San Francisco de Sales).

Un día, pero ya tarde, nuestros sufrimientos actuales, que nos parecen tan grandes, nos parecerán poca cosa. Procuremos soportarlos con amor, paz y constancia para que no perdamos su mérito.

Un día que San Francisco de Asís sucumbía bajo el peso del dolor, se le oyó exclamar: «¡Oh, Dios mío! ¡echad una mirada sobre vuestro pobre siervo, dignaos venir en mi auxilio, y concededme la gracia de soportar con paciencia, todas estas enfermedades!» Una voz le respondió: «Francisco, ¿se puede comprar demasiado cara una joya que permite el adquirir un reino sin precio? Pues esta joya son los padecimientos enviados por Dios; sabe que vale más que todos los tesoros de la tierra, y que no se debe cambiar por el mundo entero, aunque todas las montañas se cambiasen en oro puro, todas las piedras en diamantes y todas las aguas en bálsamos.»

La Beata Margarita María escribía a un Santo religioso de la Compañía de Jesús: Nada es capaz de agradarme aquí abajo, sino la Cruz de mi divino Maestro; pero una Cruz toda semejante a la suya, una Cruz pesada, ignominiosa, sin alivio ni consuelo. Que otros pongan su satisfacción y dicha en subir el monte Tabor; cuanto a mí, no quiero otro camino que la privación de todo placer y alivio. ¡Oh! ¡qué dicha la de poder sufrir siempre en silencio, y morir por fin sobre la Cruz en medio de todas las tribulaciones de alma y cuerpo!

[Jorge 2008]

Padre Nuestro
Que estas en el Cielo
Santificado sea tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu voluntad
En la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas
Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del mal.

Amén.




Dios te salve María,
llena Eres de gracia,
el Señor está contigo,
Bendita Tu eres,
entre todas las mujeres y,
Bendito es el fruto,
de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte.


Amén.
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Que la Paz del Señor este con todos nosotros,
Amen.

Jorge L. Testa

[Armonía]

Dios te salve Santa María
llena eres de toda gracia.
El Señor está contigo.
Bendita siempre tu eres
entre todas las mujeres
pues bendito es el fruto de tu vientre, Divino Jesús.

Santa María Bendita
Madre de Dios,
ruega por favor por todos nosotros los seres humanos
Ahora y en la hora de nuestra muerte
para ir a reunirnos con el Amado Creador.
Amén

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