Nubeia + Moderador

Registrado: 14 Ene 2006 Mensajes: 9171 Ubicación: México
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Publicado:
Sab Mar 25, 2006 1:53 am Asunto:
Tema: DE QUE SIRVE |
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Hola Alfonso,
Antes que nada bienvenido al foro
Encontré un artículo de catholic.net donde se plantea tu pregunta, aquií he puesto una parte, el artículo completo lo puedes encontrar en el enlace al final del mensaje.
Espero ayude a aclarar tus dudas
Bendiciones
Autor: P. Paulo Dierckx y P. Miguel Jordá | Fuente: Para dar razón de nuestra Esperanza, sepa defender su Fe
"¿Podemos orar por los difuntos? ¿Les sirven nuestras oraciones?
La Doctrina católica
La Biblia nos dice que después de la muerte viene el juicio: «Está establecido que los hombres mueran una sola vez y luego viene el juicio» (Hebr. 9, 27). Después de la muerte viene el juicio particular donde «cada uno recibe conforme a lo que hizo durante su vida mortal» (2 Cor. 5, 10).
Al fin del mundo tendrá lugar el «juicio universal» en el que Cristo vendrá en gloria y majestad a juzgar a los pueblos y naciones.
Es doctrina católica que en el juicio particular se destina a cada persona a una de estas tres opciones: Cielo, Purgatorio o Infierno.
-Las personas que en vida hayan aceptado y correspondido al ofrecimiento de salvación que Dios nos hace y se hayan convertido a El, y que al morir se encuentren libres de todo pecado, se salvan. Es decir, van directamente al Cielo, a reunirse con el Señor y comienzan una vida de gozo indescriptible «Bienaventurados los limpios de corazón -dice Jesús- porque ellos verán a Dios» (Mt. 5, .
-Quienes hayan rechazado el ofrecimiento de salvación que Dios hace a todo mortal, o no se convirtieron mientras su alma estaba en el cuerpo, recibirán lo que ellos eligieron: el Infierno, donde estarán separados de Dios por toda la eternidad.
-Y finalmente, los que en vida hayan servido al Señor pero que al morir no estén aún plenamente purificados de sus pecados, irán al Purgatorio. Allá Dios, en su misericordia infinita, purificará sus almas y, una vez limpios, podrán entrar en el Cielo, ya que no es posible que nada manchado por el pecado entre en la gloria: «Nada impuro entrará en ella (en la Nueva Jerusalén)» (Ap. 21, 27).
Aquí surge espontánea una pregunta cuya respuesta es muy iluminadora: ¿Para qué estamos en este mundo? Estamos en este mundo para conocer, amar y servir a Dios y, mediante esto, salvar nuestra alma. Dios nos coloca en este mundo para que colaboremos con El en la obra de la creación, siendo cuidadores de este «jardín terrenal» y para que cuidemos también de los hombres nuestros hermanos, especialmente de aquellos que quizás no han recibido tantos dones y «talentos» como nosotros. Este es el fin de la vida de cada hombre: Amar a Dios sobre todas las cosas y salvar nuestra alma por toda la eternidad.
¿Qué acontece, entonces, con los que mueren?
Ya lo dijimos: Los que mueren en gracia de Dios se salvan. Van directamente al cielo. Los que rechazan a Dios como Creador y a Jesús como Salvador durante esta vida y mueren en pecado mortal se condenan.
-Pero, ¿qué ocurre con los que mueren en pecado venial o que no han satisfecho plenamente por sus pecados? Los católicos creemos en el Purgatorio. Según nuestra fe católica, el Purgatorio es el lugar o estado por medio del cual, en atención a los méritos de Cristo, se purifican las almas de los que han muerto en gracia de Dios, pero que aún no han satisfecho plenamente por sus pecados. El Purgatorio no es un estado definitivo sino temporal. Y van allá sólo aquellos que al morir no están plenamente purificados de las impurezas del pecado, ya que en el cielo no puede entrar nada que sea manchado o pecaminoso.
Por consiguiente, según nuestra fe católica, se pueden ofrecer oraciones, sacrificios y Misas por los muertos, para que sus almas sean purificadas de sus pecados y puedan entrar cuanto antes a la gloria a gozar de la presencia divina.
La Tradición de la Iglesia Católica
La Tradición constante de la Iglesia, que se remonta a los primeros años del cristianismo, confirma la fe en el Purgatorio y la conveniencia de orar por nuestros difuntos. San Agustín, por ejemplo, decía: «Una lágrima se evapora, una rosa se marchita, sólo la oración llega hasta Dios». Además, el mismo Jesús dice que «aquel que peca contra el Espíritu Santo, no alcanzará el perdón de su pecado ni en este mundo ni en el otro» (Mt. 12, 32). Eso revela claramente que alguna expiación del pecado tiene que haber después de la muerte y eso es lo que llamamos el Purgatorio. En consecuencia, después de la muerte hay Purgatorio y hay purificación de los pecados veniales.
El Apóstol Pablo dice, además, que en el día del juicio la obra de cada hombre será probada. Esta prueba ocurrirá después de la muerte: «El fuego probará la obra de cada cual. Si su obra resiste al fuego, será premiado, pero si esta obra se convierte en cenizas, él mismo tendrá que pagar. El se salvará pero como quien pasa por el fuego» (1 Cor. 3, 15). La frase: «tendrá que pagar» no se puede referir a la condena del Infierno, ya que de ahí nadie puede salir. Tampoco puede significar el Cielo, ya que allá no hay ningún sufrimiento. Sólo la doctrina y la creencia en el Purgatorio explican y aclaran este pasaje. Pero, además, en la Biblia se demuestra que ya en el Antiguo Testamento, Israel oró por los difuntos. Así lo explica el Libro II de los Macabeos (12, 42-46), donde se dice que Judas Macabeo, después del combate oró por los combatientes muertos en la batalla para que fueran liberados de sus pecados. Dice así: «Y rezaron al Señor para que perdonara totalmente de sus pecados a los compañeros muertos». Y también en 2 Timoteo 1, 1-18, San Pablo dice refiriéndose a Onesíforo: «El Señor le conceda que alcance misericordia en aquel día».
Resumiendo, entonces, digamos que con nuestras oraciones podemos ayudar a los que están en el Purgatorio para que pronto puedan verse libres de sus sufrimiento y ver a Dios.
No obstante, como que en la práctica, cuando muere una persona, no sabemos si se salva o se condena, debemos orar siempre por los difuntos, porque podrían necesitar de nuestra oración. Y si ellos no la necesitan, le servirá a otras personas, ya que en virtud de la Comunión de los Santos existe una comunicación de bienes espirituales entre vivos y difuntos. Esto explica aquella costumbre popular de orar «por el alma más necesitada del Purgatorio».
En lo que se refiere al Purgatorio hay que agregar que no es como una segunda oportunidad para que la persona establezca una recta relación con Dios. La conversión y el arrepentimiento deben darse en esta vida.
Los católicos, pues, no nos contentamos solamente con cantar alabanzas y glorificar a Dios, sino que elevamos plegarias a Dios y a la Santísima Virgen por nuestros difuntos y con más razón en los días inmediatos a su muerte.
http://es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/574/1444/articulo.php?id=7818
otro artículo relacionado:
http://es.catholic.net/aprendeaorar/32/400/articulo.php?id=8203
y este otro que te explica que es el purgatorio:
http://es.catholic.net/temacontrovertido/602/1557/articulo.php?id=178 _________________ Claudia

"Padre... Hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo" |
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enriqueellena Invitado
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Publicado:
Sab Mar 25, 2006 3:43 pm Asunto:
Tema: DE QUE SIRVE |
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La oración son lasa alas del alma: cuando oras por alguien no estas imponiendo un cambio en la voluntad de Dios, solo estas sumando tu deseo de que esa alma valla al cielo. La oración es una manera e suplica ante Dios cuando pides algo sumas una oración, cuando crees que tus fuerzas se agotan sumas una oración, cuando das gracias ora y cuando tienes oscuridad también lo haces. Nadie que ora lo hace con soberbia, es parte de la oración la humildad, pides, suplicas, agradeces, pero siempre te sometes a la voluntad de Dios. Como hijos de Dios por la oración hacemos saber a l padre que deseamos, es una forma de redimir los pecados, que pueda tener esa alma para que alcance el cielo más rápido, es una manera de testificar la misericordia de Dios por nosotros. Nunca dejes de orar, en esa oración esta la proximidad con Dios |
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enriqueellena Invitado
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Publicado:
Sab Mar 25, 2006 3:44 pm Asunto:
Tema: DE QUE SIRVE |
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La oración son lasa alas del alma: cuando oras por alguien no estas imponiendo un cambio en la voluntad de Dios, solo estas sumando tu deseo de que esa alma valla al cielo. La oración es una manera e suplica ante Dios cuando pides algo sumas una oración, cuando crees que tus fuerzas se agotan sumas una oración, cuando das gracias ora y cuando tienes oscuridad también lo haces. Nadie que ora lo hace con soberbia, es parte de la oración la humildad, pides, suplicas, agradeces, pero siempre te sometes a la voluntad de Dios. Como hijos de Dios por la oración hacemos saber a l padre que deseamos, es una forma de redimir los pecados, que pueda tener esa alma para que alcance el cielo más rápido, es una manera de testificar la misericordia de Dios por nosotros. Nunca dejes de orar, en esa oración esta la proximidad con Dios |
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