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TORIBIO ROMO GONZÁLEZ

 
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Autor Mensaje
CarlosR26†
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 3941
Ubicación: MEXICO, Jal.

MensajePublicado: Vie Oct 21, 2005 10:33 pm    Asunto: TORIBIO ROMO GONZÁLEZ
Tema: TORIBIO ROMO GONZÁLEZ
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Quiero presentarles uno de los orgullos de la familia, mi tataratio El Santo Toribio Romo Gonzalez




Nació en Santa Ana de Guadalupe, perteneciente a la parroquia de Jalostotitlán, Jal. (Diócesis de San Juan de los Lagos), el 16 de abril de 1900. Vicario con funciones de párroco en Tequila, Jal., (Arquidiócesis de Guadalajara). Sacerdote de corazón sensible, de oración asidua. Apasionado de la Eucaristía pidió muchas veces: «Señor, no me dejes ni un día de mi vida sin decir la Misa, sin abrazarte en la Comunión». En una Primera Comunión, al tener la sagrada Hostia en sus manos, dijo: «¿Y aceptarías mi sangre, Señor, que te ofrezco por la paz de la Iglesia?» Estando en Aguascalientes, un lugar cercano a Tequila que le servía de refugio y centro de su apostolado, quiso poner al corriente los libros parroquiales. Trabajó el viernes todo el día y toda la noche. A las cinco de la mañana del sábado 25 de febrero de 1928, quiso celebrar la Eucaristía pero, sintiéndose muy cansado y con sueño prefirió dormir un poco para celebrar mejor. Apenas se había quedado dormido cuando un grupo de agraristas y soldados entraron en la habitación y cuando uno de ellos le señaló diciendo: «Ése es el cura, mátenlo», el Padre Toribio se despertó asustado, se incorporó y recibió una descarga. Herido y vacilante caminó un poco, una nueva descarga, por la espalda, cortó la vida del mártir y su sangre generosa enrojeció la tierra de esa barranca jalisciense.


Versión Larga

Precisamente cuando la guerra de los Cristeros estaba en su apogeo, el Padre Toribio Romo González, quien había recibido muy joven la orden sacerdotal el 23 de diciembre de 1922, recibió la encomienda de la Parroquia de Tequila, lo cual no era una misión apetecible ya que el municipio era entonces uno de los lugares donde las autoridades civiles y militares más perseguían a los sacerdotes.

No se intimidó por ello y localizó una antigua fábrica de tequila que se encontraba abandonada cerca del rancho Agua Caliente, la utilizó como refugio y lugar para seguir celebrando misas.

Su gran amor a la Eucaristía le hacía repetir con frecuencia esta oración: Señor, perdóname si soy atrevido, pero te ruego me concedas este favor: no me dejes ni un día de mi vida sin decir la Misa, sin abrazarte en la Comunión... dame mucha hambre de Ti, una sed de recibirte que me atormente todo el día hasta que no haya bebido de esa agua que brota hasta la Vida Eterna, de la roca bendita de tu costado herido. ¡Mi Buen Jesús!, yo te ruego me concedas morir sin dejar de decir Misa ni un solo día.

Así ocurrió hasta el día de su muerte, cuando fue sorprendido durante un descanso que tomó antes de celebrar la misa.

Días antes, administró la Primera Comunión a un grupo de 20 niños que él mismo preparó; celebró la Misa con fervor extraordinario y, a la hora de impartir la Sagrada Comunión, pidió a los neocomulgantes reiteraran su fe y su amor a Jesucristo y pidieran por la paz de la Iglesia. Estaba muy emocionado, y mientras sostenía en sus manos temblorosas la Sagrada Hostia, dijo en voz alta: ¿Aceptarás mi sangre, Señor?. Las lágrimas le impidieron continuar; cuando pudo pronunciar palabra, repitió la frase: ¿Y aceptarás mi sangre Señor, que te ofrezco por la paz de la Iglesia?.

Asimismo, el jueves 23 de febrero de 1928, prácticamente se despidió de su hermano el Padre Román, con quien celebró el Santo Sacrificio para después confesarse con él, y pedirle su bendición, antes de irse le entregó una carta con el encargo de que no la abriera sin orden expresa.

El Padre Toribio presentía su muerte. El viernes siguiente, después de haber celebrado la Santa Misa, quiso poner todo al corriente. Invirtió esa jornada arreglando las cuentas de la parroquia; hasta en la tarde interrumpió el trabajo para rezar el Rosario y el Oficio Divino; por la noche terminó la documentación relativa a los Matrimonios y Bautismos, concluyendo la madrugada del sábado. A las cuatro de la mañana pensó celebrar la misa para luego acostarse, pero lo reconsideró y optó por dormir un rato para después celebrar mejor.

Una hora más tarde, una tropa compuesta por soldados federales y agraristas, avisados por un delator, sitió el lugar, brincaron las bardas y tomaron las habitaciones del señor León Aguirre, encargado de la finca. Al verlo, un agrarista dijo: Este no es el Cura; enseguida ocuparon la habitación donde reposaba el Padre Toribio. Uno de la tropa, retirándole el brazo que le ocultaba el rostro, gritó: Este es el Cura, ¡Mátenlo!. La exclamación despertó al sacerdote, quien, sorprendido, atinó a decir: Si soy, pero no me maten... Ni siquiera pudo terminar la frase, lo acribillaron los rifles de sus verdugos, que acompañaban de insultos sus proyectiles. El Padre Toribio, herido de muerte, pudo dar algunos pasos, hacia la puerta de ingreso; una segunda descarga lo hizo caer para no levantarse más. En esos momentos, su hermana corrió hacia él, lo tomó entre sus brazos y con voz fuerte lo dijo: Valor, Padre Toribio... ¡Jesús Misericordioso, recíbelo! ¡Viva Cristo Rey!. Con una última mirada se despidió el Padre Toribio de la entrañable hermana que le llevó al sacerdocio y lo asistió en el martirio.

Soldados y agraristas desnudaron a su víctima. María fue hecha prisionera; a pie y descalza se le condujo hasta un calabozo en el mismo lugar.

Días después del doloroso acontecimiento, el Padre Román recordó la carta última de su hermano Toribio. Esto fue lo que leyó: Padre Román, te encargo mucho a nuestros ancianitos padres; haz cuanto puedas por evitarles sufrimientos. También te encargo a nuestra hermana Quica, que ha sido para nosotros una verdadera madre.

Veinte años después de su sacrificio, los restos del mártir Toribio Romo regresaron a su lugar de origen, y fueron depositados en la capilla construida por él, en Jalostotitlán.

Toribio Romo nació en Santa Ana de Guadalupe, caserío de Jalostotitlán, Jalisco, el 16 de abril de 1900 y a los 21 años de edad debió solicitar dispensa de edad a la Santa Sede antes de proceder a la recepción del orden presbiteral.

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Milagros

Toribio Romo González

Protector de los mojados

Es un espejismo del desierto que hace milagros de carne y hueso

E1 zacatecano Jesús Buendía Gaytán, un campesino de 45 años de edad, cuenta que hace 2 décadas decidió irse de indocumentado a California para buscar empleo en alguna plantación. Se puso en con:tacto con un "pollero" en Mexicali pero, apenas cruzaron la frontera, fueron descubiertos por la patrulla fronteriza y para escapar Jesús se internó en el desierto.
Despúes de caminar varios días por veredas desoladas y más muerto que vivo de calor y sed, vio acercarse una camioneta. De ella bajó un individuo de apariencia juvenil, delgado, tez blanca y oios azules, quien en perfecto espaAol le ofreció agua y alimentos. Le dijo que no se preocupara porque le indicaría dónde solicitaban peones. También le prestó unos dólares para imprevistos. A manera de despedida el buen samaritano le dijo: -Cuando tengas dinero y trabajo búscame en Jalostotitlán, Jalisco, pregunta por Toribio Romo.
Luego de una temporada en California, Jesús regresó y quiso visitar a Toribio. En Jalostotitlán lo mandaron a la ranchería de Santa Ana, a unos 10 kilómetros del pueblo. -Ahí pregunté por Toribio Romo y me dijeron que estaba en el templo. Casi me da un infarto cuando vi la fotografía de mi amigo en el altar mayor. Se trataba del sacerdote Toribio Romo, asesinado durante la guerra cristera. Desde entonces me encomiendo a é1 cada vez que voy a Estados Unidos a trabajar.

A salto de mata. Miles de testimonios como el de Buendía han convertido a Toribio Romo en santo protector de los indocumentados. El sacerdote Gabriel González Pérez, párroco de Santa Ana, dice que no hay argumentos terrenales para explicar su interés por aliviar las penurias de los migrantes, aunque ellos lo atribuyen a que en muchas ocasiones son objeto de maltratos, abusos y persecuciones, como las que padeció el mártir cristero.
Toribio Romo González nació el 16 de abril de 1900 en Santa Ana, ranchería de los Altos de Jalisco (actualmente, con 270 habitantes). De pequeño acudió a la escuela parroquial de su pueblo. Al cumplir los 12 años ingresó al seminario auxiliar de San Juan de los Lagos. En diciembre de 1922 fue ordenado sacerdote y, después de oficiar en varias parroquias, se estableció en el poblado de Cuquío, para dirigir la catequesis de niños.
Cuando a fines de 1926 se agudizó la persecución callista, 300 lugareños se levantaron en armas para repeler a los militares que buscaban matar al párroco Justino Orona (también declarado santo) y a su ayudante, Toribio Romo. Éste escribió en su diario: -He tenido que esconderme por dias, a veces en hediondas cuevas, a veces en la cumbre de alguna montaña.
En septiembre de 1927 Romo fue trasferido a la parroquia de la vecina población de Tequila. Como el curato estaba convertido en cabaIleriza, tuvo que alojarse en una finca abandonada. Acondicionó un cuarto para oficiar misas y administrar sacramentos. A principios del año siguiente presintió que su muerte estaba cerca: en su úiltima misa preguntó en voz alta: <<¿Aceptarás mi sangre, Señor, que te ofrezco por la paz de la Iglesia?>> La madrugada del 24 de febrero una docena de federales asaltaron la finca y lo asesinaron.

Testigos de prodigios. Casi de inmediato empezaron a endilgarle milagros. Un hermano del victimado, Romón Romo, también sacerdote, y otros familiares se encargaron de recopilar testimonios en unos cuadernitos que atesoraron por décadas con la esperanza de que sirvieran para canonizarlo. En noviembre de 1992 Juan Pablo II lo beatificó junto a 24 varones mexicanos (21 sacerdotes y 3 laicos), considerados <<mártires de la persecución en distintos momentos del siglo XX>>; y en mayo de 2000 fue formalmente canonizado, con el nombre de Santo Toribio.

El caso de Romo desató poémica porque hay testimonios de que no se resignó al martirio (sus últimas palabras fueron <<¡No me maten!>> y no perdonó a sus verdugos. Encuestas efectuadas en meses pasados por la Conferencia del Episcopado Mexicano revelaron que Toribio es el más popular de los 28 mexicanos canonizados hasta ahora, gracias a los favores que concede a quienes emigran legal o ilegalmente a Estados Unidos.
El templo de Santo Toribio está repleto de exvotos con dibujos que muestran a braceros en el acto de cruzar la frontera. La guanajuatense Griselda Jiménez relata que se salvó, del asedio de los "polleros" que prometieron trasportarla, gracias a la aparición de un perro muy bravo, que alejó a los hombres y la guió hasta un rancho donde encontró alimento y trabajo.
El nayarita Salvador Hernández anotó en su retablito que, gracias a la protección divina, pudo salvarse de un remolino a la hora de cruzar el río Bravo: cuando estaba por ahogarse, apareció un desconocido desde el lado estadunidense que le aventó una soga. Aún más llamativo es el arco monumental de cantera rosa que adorna la entrada a la ranchería de.Santa Ana, levantado en 2000 por agradecidos braceros zacatecanos.
Leche y miel. Cada sábado y domingo llegan a Santa Ana más de 50 autobuses repletos de peregrinos y también desfilan camionetas y autos de procedencia extraniera. Las peregrinaciones han desatado un auge económico en Santa Ana: en los últimos meses se pavimentó la avenida principal, se instaló alumbrado público y se multiplicaron las corridas de autobuses a Jalostotitlán y San Miguel el Alto.
El precio de los terrenos se ha triplicado. Florecen los negocios y la maquiladora de ropa deportiva Atlética abrió una microsucursal, cuyas ganancias son donadas al templo de Santo Toribio (los dueños de Atlética están agradecidos porque superaron una crisis económica que los puso al borde de la quiebra). Doña Juanita Romo, sobrina del santo y dueña de un tendejón, cuenta que antes vendía solamente refrescos y algunas frituras, pero <<Ahora se me acaba todo, tengo 2 ayudantes con sueldo fijo y me surto de mercancía cada semana>>.
La toribiomania ha estimulado la apertura de media docena de tiendas de recuerdos que ofrecen artículos religiosos, videos y libros sobre la vida del santo, fotografías en distintas poses, y recipientes para beber agua adornados con su efigie, a los que llaman "toricilindros".

Santo Toribio cuenta entre sus devotos a la conductora de televisión Jacqueline Bracamontes, una jalisciense que hace 2 años ganó el título de Nuestra Belleza México: <<Cuando competí me encomendé al padre "Tori". Concursaron chicas muy guapas, pero gané por unanimidad. Después le pedí que me ayudara a trabajar en televisión y me concedió un segmento deportivo en un noticiario de cobertura nacional. Seré la primera comentarista mexicana en el próximo campeonato mundial de futbol, todo gracias a Toribio>>.

por Marco A. García Gutiérrez, Contenido, 1 de junio, 2002

Asi es Swarzenegger, aun que no quieras a los Mexicanos en tu Pais, con este Santo no puedes...


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Manuel C.
Veterano


Registrado: 02 Oct 2005
Mensajes: 1001

MensajePublicado: Vie Oct 21, 2005 11:17 pm    Asunto:
Tema: TORIBIO ROMO GONZÁLEZ
Responder citando

Carlos, ¿por qué no lo copias en el hilo de "siglo XX, el terror laicista". Y hacemos un hilo-blog a los mártires conjuntos poco a poco?.

Una historia preciosa, signo de los tiempos. Un honor tener a semejante mártir en la familia Carlos, rézale para que nos proteja y bendiga a todos.
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Rey Zen
Asiduo


Registrado: 04 Oct 2005
Mensajes: 155

MensajePublicado: Vie Oct 21, 2005 11:41 pm    Asunto:
Tema: TORIBIO ROMO GONZÁLEZ
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Estimado Carlos: Ha sido hermoso el relato, me trajo muchos recuerdos de esos lugares tan hermosos, y esa historia de tu Tataratio San Tortibio Romo Gonzalez, ya copie su foto para editarla, antes de acostarme le pedire por ti y por amigos que por alla tengo, para que los proteja y los guie hacia Dios.

Afectuoso en Cristo... Miguel A.
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CarlosR26†
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
Mensajes: 3941
Ubicación: MEXICO, Jal.

MensajePublicado: Sab Oct 22, 2005 12:11 am    Asunto:
Tema: TORIBIO ROMO GONZÁLEZ
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Rey Zen escribió:
Estimado Carlos: Ha sido hermoso el relato, me trajo muchos recuerdos de esos lugares tan hermosos, y esa historia de tu Tataratio San Tortibio Romo Gonzalez, ya copie su foto para editarla, antes de acostarme le pedire por ti y por amigos que por alla tengo, para que los proteja y los guie hacia Dios.

Afectuoso en Cristo... Miguel A.


Gracias Rey Zen Dios te Bendiga..
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