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siempreMaria Moderador

Registrado: 06 Jun 2006 Mensajes: 2175
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Publicado:
Dom Nov 09, 2008 4:52 pm Asunto:
¿Qué es ser católico?
Tema: ¿Qué es ser católico? |
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Hola a todos hermanos.
Aquí vamos a empezar a hablar sobre el tema de "¿Qué es ser católico?".
Empecemos con un texto de Corazones.org:
Cita: | Católico / Católica
"Iglesia universal" "Iglesia verdadera"
Padre Jordi Rivero, 1 Mayo, 2005
Ver también Iglesia Católica | catolicismo | Ser católico es ser plenamente cristiano
Católico: del Griego "kath'holon" que significa "de acuerdo con el todo", "universal".
1-Se llama "Católica" a la Iglesia fundada por Cristo, para diferenciarla de las iglesias cristianas que no reconocen la primacía del papa.
2-La Fe Católica que nos viene de Cristo por medio de los Apóstoles.
3-Lo que es verdaderamente de la Iglesia, para diferenciarlo de lo que es herético o cismático.
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La universalidad de la Iglesia proviene del mandato de Jesús a sus Apóstoles: "Vayan y prediquen el evangelio a toda criatura" Mc 16,15. Jesús fundó una Iglesia para que fuese universal. Para que reuniese en su seno a toda la humanidad.
El adjetivo "católica" referente a la Iglesia aparece en la literatura Cristiana con San Ignacio de Antioquía (discípulo de San Juan), por el año 110 AD (Recordemos que la literatura recoge la tradición oral que le precede). En su carta Ad Smyr (A los Esmirniotas 8:2) dice: "Donde esté el Obispo, esté la muchedumbre así como donde está Jesucristo está la iglesia católica".
Los estudiosos discuten si "católico" en este contexto significa "universal" o "verdadera/auténtica." La mayoría de los estudiosos favorecen el primer significado, bajo el razonamiento de que así como el Obispo preside la Iglesia local, así mismo Cristo preside la Iglesia universal.
San Policarpo, martirizado unos 50 años después de San Ignacio, utiliza la palabra en ambos sentidos: tres veces con el significado de iglesia universal y una vez con el sentido de auténtica. Describe a San Policarpo como "Obispo de la Iglesia Católica de Esmirna."
San Pacián de Barcelona, 375 A.D. dijo: "Cristiano es mi nombre, y católico mi apellido. El primero me denomina, mientras que el otro me instituye específicamente. De esta manera he sido identificado y registrado... Cuando somos llamados católicos, es por esta forma, que nuestro pueblo se mantiene alejado de cualquier nombre herético." -Carta a Sympronian.
Durante las persecuciones, desde los primeros siglos, cuando preguntaban a los cristianos a qué iglesia pertenecían decían "a la católica". La Iglesia desde sus comienzos se ha llamado "cristiana" y "católica" indistintamente.
El concepto de catolicidad es desarrollado por San Cirilo de Jerusalén, quien dice:
La Iglesia es católica porque está esparcida por todo el mundo; enseña en plenitud toda la doctrina que los hombres deben conocer; trae a todos los hombres a la obediencia religiosa; es la cura universal para el pecado y posee todas las virtudes -(Catechesis 18:23).
Los dos significados que prevalecen en el período de los Padres de la Iglesia son los de universalidad y ortodoxia. San Agustín utiliza en sus escritos el nombre de "católica" 240 veces entre los años 388 y 420 dC.
Los dos significados de la palabra católico, coexistieron por mil años, pero con el cisma del Este-Occidente, la Iglesia Latina se continuó llamando "Católica" mientras que la iglesia del Este adoptó el nombre de "Ortodoxa.".
En el período medieval encontramos que emergen las bases para una más profunda teología sobre la catolicidad, hecho ayudado por la expresión dominante de Iglesia como la "reunión de los fieles" (congregatio fidelium), la cual está abierta a la noción de universal.
Santo Tomás de Aquino desarrolla los diversos elementos de la teología de la catolicidad. La Iglesia es universal en tres sentidos:
1. Se encuentra en todos los lugares (Cf. Rom 1, , teniendo tres partes: en la tierra, en el cielo y en el purgatorio.
2. Incluye personas de todos los estados de vida. (Cf. Gal 3,2
3. No tiene límite de tiempo desde Abel hasta la consumación de los siglos.
La Iglesia católica reconoce que también son "cristianos" los bautizados de otras iglesias no católicas que profesan su fe en Jesucristo, Dios y hombre. Pero, aunque otras iglesias contengan elementos de la verdad, solo la Iglesia Católica conserva y enseña sin corrupción toda la doctrina Apostólica y posee la plenitud de los medios de salvación).
Los escritos de los Padres Apostólicos demuestran que la esencia de la Iglesia Católica no ha cambiado sino que ha profundizado en el conocimiento. |
Tomado de:
www.corazones.org _________________ Con Dios y Mamita.
"Callad mientras duerme y descansa el Señor y Dios mío porque muy pronto lo despertarán los pecados de los hombres"
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siempreMaria Moderador

Registrado: 06 Jun 2006 Mensajes: 2175
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Dom Nov 09, 2008 4:58 pm Asunto:
Tema: ¿Qué es ser católico? |
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Otro tema bastante común:
Cita: | ¿Creo en Dios, pero no en su Iglesia?
Autor: Carlos Vargas Vidal
A quienes les estorba o incomoda la Iglesia tienen por común denominador una sola cosa: ¡No aman a Dios!
¡Cómo podríamos amar a Dios si ponemos a un lado la obediencia y la fidelidad al Magisterio de su Iglesia? ¿Y cómo podríamos amar a Dios si hemos dejado de amar y respetar a los Pastores de su Iglesia?
Quienes así lo hacen por lo general se agarran rabiosamente de rumores, fábulas o leyendas en contra de la Iglesia. En cambio otros, creyéndose más astutos, se agarran ferozmente de teorías científicas mal demostradas como si fueran dogmas de fe, desechando así los verdaderos dogmas de fe que les estorban. No porque en los dogmas de la Iglesia haya algo misterioso -¿acaso la vida no está llena de misterios?- sino porque lo que ellos tienen en contra de la Religión no son dificultades científicas, sino prejuicios y dificultades morales. Si la Iglesia no obligara a tener a raya las pasiones, nadie tendría dificultades contra la Religión. Es como alguien más dijo: “si los preceptos morales dependieran de las verdades de la Física, muchos negarían la Física en lugar de negar la Religión”.
También ocurre algo parecido con los ateos. Los que niegan la existencia de Dios es porque les conviene que no exista. Y cuando el hombre no cree en Dios, cree en cualquier otra cosa que va en contra de la Religión. Ya lo dijo Bacón: “Sólo niega a Dios aquel a quien conviene que no exista”. De tal forma que, como dijo Dostoieski: “Si Dios no existe, todo está permitido”. Lo malo está en que si uno no respeta a Dios, ¿qué otra cosa puede respetar?
Todo esto también explica por qué algunos médicos se dan a la tarea de hablar mal de la Iglesia. La barbarie que cometen, como decía Ortega y Gasset, es que siendo profesionales en una materia se permiten opinar en cuestiones que ignoran, con la misma autoridad con que se pronuncian en su campo de especialidad.
Pero, ¿y qué de aquellos que se llaman católicos?
Buena parte de los católicos son dueños de una religiosidad muy pobre. No buscan aprender más de su Iglesia: sus libros sagrados, su fecunda tradición apostólica, sus documentos conciliares, sus magníficas encíclicas papales, la hermosa vida de santidad de muchos de sus hijos, etc. Mas bien les preocupa que hizo o dejó de hacer uno de sus sacerdotes o religiosos. Por todo ello y más, ¡son incapaces de defender a su Iglesia!
Hace poco leía esta gran verdad: Jesús hizo cabeza de su Iglesia a Pedro, a quien por otra parte fue al que más reprimió por sus equivocados juicios y errores de apreciación. Sin embargo, Pedro perseveró transformándose en la roca sobre la que se construyó la Iglesia. Pedro es una buena imagen de lo que es el aspecto humano de nuestra Iglesia. Imaginen ustedes que hubiera pasado si los primeros cristianos hubieran desertado de la Iglesia ante los signos de humanidad de Pedro. ¡Amemos, pues, a nuestros Pastores de hoy, porque Dios también está con ellos!
Cuando uno ama a su Iglesia encuentra que su amor, como cualquier otro amor, nos puede hacer sufrir. Eso sucede, por ejemplo, con el amor de una madre abnegada, pero exigente. Si la Iglesia estuviera hecha a nuestro gusto, dejaría de ser la verdadera Iglesia. En ella no puede haber una, sino muchas cosas que no nos agraden, pero que son para nuestro bien. La Iglesia no puede ser distinta a Dios, y Dios no siempre quiere para nosotros lo que ambicionamos porque Dios es también exigente. Esa exigencia de Dios y de su Iglesia es amor y es sufrimiento.
Si solo amamos a quienes nos consienten, no amamos lo mejor para nosotros. Si solo obedecemos a los que no dan siempre la razón, no estaremos obedeciendo a lo que nos conviene. Si no creemos más que en lo que es bueno para nosotros, no creeremos nunca en la santidad. Hay, pues, que saber sufrir por la Iglesia, tal como se sufre por los que amamos. La fidelidad, después de todo, siempre hace sufrir. Dejemos, pues, de estar inventando a nuestro propio Dios y a nuestra propia Iglesia.
Así, en la manera que amemos y respetemos a Dios; así seremos juzgados por nuestro respeto y amor a su Iglesia. Porque creer en su Iglesia es creer que Dios vive en ella y actúa de manera muy especial en ella. Dios está en y con su Iglesia, más allá de nuestras miserias como hombres que la integramos. Por ello, Dios la guía espiritualmente, y nunca la dejará sucumbir.
Finalmente, no hay duda que tenemos que aceptar lo que una vez Jesús, el Divino Maestro, previó: ¡la Iglesia es como un terreno en el que crecen, al mismo tiempo, el trigo y la cizaña! Lo que escandaliza no es que seamos buenos o malos feligreses sino que, siendo hijos de esa Iglesia que nos ama tanto y con la mejor buena voluntad, nos comportemos también como aquel discípulo que lo traicionó. |
_________________ Con Dios y Mamita.
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siempreMaria Moderador

Registrado: 06 Jun 2006 Mensajes: 2175
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Publicado:
Dom Nov 09, 2008 5:08 pm Asunto:
Tema: ¿Qué es ser católico? |
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Pero para todo esto deberemos entender qué es el Magisterio:
Cita: | Magisterio de la Iglesia
Etim.: del latín, magister, enseñar
El magisterio es la autoridad de la Iglesia, investida a los obispos, como sucesores de los Apóstoles, para enseñar la fe bajo la autoridad del Sumo Pontífice, sucesor de Pedro, Vicario de Cristo y cabeza visible de la Iglesia católica. El magisterio incluye la enseñanza de la doctrina, la moral y las costumbres.
INDICE
En esta Página: El magisterio según el Catecismo
En otras Páginas de Corazones.Org.:-Como saber el nivel de autoridad de una enseñanza de la Iglesia.
-Infalibilidad
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(Ver también en el Catecismo la Constitución Jerárquica de la Iglesia #1874)
El Magisterio según el Catecismo
85. "El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado solo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo" (DV 10), es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma.
86. "El Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar solamente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como revelado por Dios para ser creído" (DV 10).
87. Los fieles, recordando la palabra de Cristo a sus apóstoles: "El que a vosotros escucha a mí me escucha" (Lc 10, 16; Cf. LG 20), reciben con docilidad las enseñanzas y directrices que sus pastores les dan de diferentes formas.
Catecismo>>>
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2034 El Romano Pontífice y los obispos como "maestros auténticos por estar dotados de la autoridad de Cristo ... predican al pueblo que tienen confiado la fe que hay que creer y que hay que llevar a la práctica". El magisterio ordinario y universal del Papa y de los obispos en comunión con él enseña a los fieles la verdad que han de creer, la caridad que han de practicar, la bienaventuranza que han de esperar.
2049 El Magisterio de los pastores de la Iglesia en materia moral se ejerce ordinariamente en la catequesis y la predicación tomando como base el Decálogo que enuncia los principios de la vida moral válidos para todo hombre.
2050 El Romano Pontífice y los obispos, como maestros auténticos, predican al pueblo de Dios la fe que debe ser creída y aplicada a las costumbres. A ellos corresponde también pronunciarse sobre las cuestiones morales que atañen a la ley natural y a la razón.
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2032 La Iglesia, "columna y fundamento de la verdad" (1 Tm 3, 15), "recibió de los apóstoles este solemne mandato de Cristo de anunciar la verdad que nos salva".[73] "Compete siempre y en todo lugar a la Iglesia proclamar los principios morales, incluso los referentes al orden social, así como dar su juicio sobre cualesquiera asuntos humanos, en la medida en que lo exijan los derechos fundamentales de la persona humana o la salvación de las almas".
2033 El magisterio de los pastores de la Iglesia en materia moral se ejerce ordinariamente en la catequesis y en la predicación, con la ayuda de las obras de los teólogos y de los autores espirituales. Así se ha transmitido de generación en generación, bajo la dirección y vigilancia de los pastores, el "depósito" de la moral cristiana, compuesto de un conjunto característico de normas, de mandamientos y de virtudes que proceden de la fe en Cristo y están vivificados por la caridad. Esta catequesis ha tomado tradicionalmente como base, junto al Credo y el Padre Nuestro, el Decálogo que enuncia los principios de la vida moral válidos para todos los hombres.
2034 El Romano Pontífice y los obispos como "maestros auténticos por estar dotados de la autoridad de Cristo ... predican al pueblo que tienen confiado la fe que hay que creer y que hay que llevar a la práctica". El magisterio ordinario y universal del Papa y de los obispos en comunión con él enseña a los fieles la verdad que han de creer, la caridad que han de practicar, la bienaventuranza que han de esperar.
2035 El grado supremo de la participación en la autoridad de Cristo está asegurado por el carisma de la infalibilidad. Esta se extiende a todo el depósito de la revelación divina; se extiende también a todos los elementos de doctrina, comprendida la moral, sin los cuales las verdades salvíficas de la fe no pueden ser salvaguardadas, expuestas u observadas.
2036 La autoridad del Magisterio se extiende también a los preceptos específicos de la ley natural, porque su observancia, exigida por el Creador, es necesaria para la salvación. Recordando las prescripciones de la ley natural, el Magisterio de la Iglesia ejerce una parte esencial de su función profética de anunciar a los hombres lo que son en verdad y de recordarles lo que deben ser ante Dios.
2037 La ley de Dios, confiada a la Iglesia, es enseñada a los fieles como camino de vida y de verdad. Los fieles, por tanto, tienen el derecho de ser instruido s en los preceptos divinos salvíficos que purifican el juicio y, con la gracia, sanan la razón humana herida. Tienen el deber de observar las constituciones y los decretos promulgados por la autoridad legítima de la Iglesia. Aunque sean disciplinares, estas determinaciones requieren la docilidad en la caridad.
2038 En la obra de enseñanza y de aplicación de la moral cristiana, la Iglesia necesita la dedicación de los pastores, la ciencia de los teólogos, la contribución de todos los cristianos y de los hombres de buena voluntad.
La fe y la práctica del Evangelio procuran a cada uno una experiencia de la vida "en Cristo" que ilumina y da capacidad para estimar las realidades divinas y humanas según el Espíritu de Dios. Así el Espíritu Santo puede servirse de los más humildes para iluminar a los sabios y los constituidos en más alta dignidad.
2039 Los ministerios deben ejercerse en un espíritu de servicio fraternal y de entrega a la Iglesia en nombre del Señor. Al mismo tiempo, la conciencia de cada cual en su juicio moral sobre sus actos personales, debe evitar encerrarse en una consideración individual. Con mayor empeño debe abrirse a la consideración del bien de todos según se expresa en la ley moral, natural y revelada, y consiguientemente en la ley de la Iglesia y en la enseñanza autorizada del Magisterio sobre las cuestiones morales. No se ha de oponer la conciencia personal y la razón a la ley moral o al Magisterio de la Iglesia.
2040 Así puede desarrollarse entre los cristianos un verdadero espíritu filial con respecto a la Iglesia. Es el desarrollo normal de la gracia bautismal, que nos engendró en el seno de la Iglesia y nos hizo miembros del Cuerpo de Cristo. En su solicitud materna, la Iglesia nos concede la misericordia de Dios que va más allá del simple perdón de nuestros pecados y actúa especialmente en el sacramento de la Reconciliación. Como madre previsora, nos prodiga también en su liturgia, día tras día, el alimento de la Palabra y de la Eucaristía del Señor. |
Tomado de:
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siempreMaria Moderador

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Dom Nov 09, 2008 5:41 pm Asunto:
Tema: ¿Qué es ser católico? |
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Y por cierto, ¿obedecer?
Cita: | Obediencia a la Fe
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La unidad como don de lo alto, para reconocer y manifestar con la adhesión plena de la propia libertad, y la pertenencia como fundamental categoría del autoconcebirse como cuerpo eclesial, perteneciente a un todo más grande, a una comunión que se dirige hacia el encuentro con el Misterio, abren la puerta a la reflexión sobre una de las fundamentales características de la fe: la obediencia.
Ninguna “palabra de la doctrina” necesita ser hoy comprendida y recomprendida tanto como ésta. Es necesario en toda la Iglesia un gran trabajo de “educación a la obediencia”: partiendo sobre todo de la comprensión lógica y teo-lógica de qué es en realidad, para llegar hasta una adhesión convencida y motivada, personal y existencialmente eficaz y visible, de esta imprescindible disposición cristiana.
Si podemos considerar comodefinitivamente superado, sea por los resultados nefastos y desequilibrados que producía, sea por la imposibilidad de aplicarlo, aquel filón pedagógico que sostenía la más desenfrenada “espontaneidad” en la educación, impidiendo no sólo imponer sino incluso proponer un determinado modelo de vida, seguimos teniendo un largo camino por recorrer para una educación a la obediencia que sea profundamente humana, memoria viva de la identidad del yo como “dependencia del Misterio”, relación con Aquel que da vida.
Si por obediencia, como sucede en la cultura contemporánea paladina de una libertad artificial, se entiende renuncia a pensar, la acogida supina y acrítica de dogmas-preceptos impuestos desde el exterior, ciertamente no es, y no puede ser esto, el concepto cristiano de obediencia. Para comprender la obediencia “en la, de la, a la” fe es indispensable partir del Acontecimiento del encuentro con Cristo, “que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (Deus Caritas Est, nº 1).
Sólo en la relación viva con el Resucitado es posible comprender algo del misterio de la obediencia cristiana: el horizonte nuevo de significado que el encuentro con Cristo abre de par en par a la vida, lleva en el hombre una inesperada y extraordinaria correspondencia, un nuevo horizonte, que sin embargo era secretamente esperado en el corazón que, gracias a ese encuentro, se despierta a sus preguntas existenciales fundamentales.
Este correspondencia, esta extraordinaria atracción, este horizonte nuevo que el encuentro con Cristo abre a la vida, trae consigo una exigencia de seguimiento que, lejos de ser una imposición externa, es verdadera y propia necesidad del yo: “Maestro, ¿dónde vives?” (Juan 1, 3 , ¿dónde es posible continuar profundizando esta extraordinaria correspondencia que nuestro corazón experimenta? Los dos primeros discípulos que encontraron al Señor preguntan: “¿Dónde?”, es decir, ¿qué lugar, qué espacio humano, custodia la Presencia? La respuesta, lo sabemos bien, es la Iglesia. En la Iglesia, presencia divina en el mundo, se custodia la presencia viva del Resucitado, la Iglesia custodia, transmite, hace posible hoy, por la fuerza del Espíritu Santo, el encuentro con Cristo, contemporáneo a cada uno de nosotros, precisamente porque está Resucitado.
La obediencia entonces, no tiene nada que ver con una imposición extrínseca que mortifica el yo en sus subjetivas y limitadas aspiraciones, antes bien, es condición de posibilidad para continuar afirmando hoy: “Hemos encontrado al Mesías” (Jn. 1, 41). No es posible anunciar Cristo al mundo, prescindiendo de la obediencia a la Iglesia, el anuncio queda inexorablemente estéril, ineficaz, carente de frutos reales de auténtica conversión. La obediencia no mortifica la libertad del hombre, por el contrario, ella es "explosión de libertad", precisamente porque el yo se descubre plenamente dependiente de Otro, perteneciente totalmente a la comunión de la Iglesia.
La primera misión de los apóstoles, la primera misión de todo bautizado es vivir en la "Obediencia a la fe” (Rom 1,5), y en fuerza de esta obediencia anunciar a Cristo a todos los hombres, para conducirlos al mismo encuentro, a la misma unidad, a la misma pertenencia y a obediencia.
Todos estamos llamados a un gran discernimiento en este sentido: preguntémonos si la tan a veces dramática ineficacia de tantas iniciativas pastorales (no específicamente eclesiales) no vengan determinada por ese falso "espíritu crítico" que, a fuerza de mil "distingo", terminar por no vivir una franca y plena obediencia al Magisterio, primer ámbito en el que la obediencia a la fe y la pertenencia al cuerpo eclesial se informan. La unidad de la Iglesia tiene precisamente en la comunión de juicio, determinada por la obediencia, uno de los máximos puntos de visibilidad. La costumbre difundida, también a los máximos niveles de la jerarquía, de presentar las propias opiniones personales, sin interrogarse sobre la desorientación que producen en los fieles y sobre la posible herida que pudieran infligir al cuerpo eclesial, es elocuente testimonio de ello. Lo certifica el documento “La vocación eclesial del teólogo", firmado por el entonces Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe, Joseph Ratzinger. (Agencia Fides 4/5/2006) |
Tomado de:
http://www.mscperu.org/biblioteca/1magisterio/1generaMagl/fe_obediencia.htm _________________ Con Dios y Mamita.
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zhiomin_resurecion Esporádico
Registrado: 29 Oct 2008 Mensajes: 49 Ubicación: Republica Confederada de Canarias
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Publicado:
Dom Nov 09, 2008 7:34 pm Asunto:
Tema: ¿Qué es ser católico? |
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Según la iglesia católica española es católico todo aquel que haya sido bautizado. _________________ Si, soy el Zhiomin de toda la vida xD
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"Más vale un gordo humilde y obediente que un flaco triste sobervio y penitente."
Santo Hermano Pedro de San José de Betancurt (El primer Santo canario) |
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pelicano Moderador

Registrado: 11 Abr 2007 Mensajes: 4019 Ubicación: Tierra Santa
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Publicado:
Dom Nov 09, 2008 7:48 pm Asunto:
Tema: ¿Qué es ser católico? |
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zhiomin_resurecion escribió: | Según la iglesia católica española es católico todo aquel que haya sido bautizado. |
¡Virgo parens Christi Benedicta!
Eso no es del todo correcto...digamos esta incompleto:
Ser católico es ser miembro de la Iglesia Católica.
Para ser católico, se requieren pues, dos cosas: haber sido bautizado en la Iglesia Católica, y -no haber faltado a las condiciones bajo las cuales la Iglesia nos admitió como miembros de ella a saber:
a. Renunciar a Satanás
La Iglesia Católica exige, en tres preguntas, a quienes vayan a recibir el Bautismo, renunciar al mal. ¿Renuncias a Satanás, padre y autor del pecado?, ¿ Renuncias a sus obras? ¿Renuncias a sus seducciones? a lo que los catecúmenos si son adultos o los padrinos en caso de infantes, deben responder: Sí renuncio.
b. Profesión de FE
Pero ser católico no consiste solamente en no hacer cosas malas o renunciar a Satanás; hay que tener fe en Jesucristo y en todo lo que la Iglesia enseña, por eso a continuación el sacerdote invita a hacer una pública profesión de fe, haciendo preguntas referentes al Credo que rezamos en la Santa Misa, que sintetiza las verdades de nuestra Religión, terminando con la pregunta ¿quieres ser bautizado?, Sí quiero. Después de esta contestación, el sacerdote administra el Bautismo, vertiendo tres veces agua sobre la cabeza del niño, o del adulto, al mismo tiempo que pronuncia la fórmula: "Yo te bautizo en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".
Son tan importantes las Promesas del Bautismo, que la Iglesia tiene buen cuidado de que los fieles las renovemos cada año en la Vigilia Pascual, en nuestra Primera Comunión y al recibir el Sacramento de la Confirmación. De dicho cumplimiento, depende el que podamos considerarnos verdaderos y auténticos católicos.
Qué cosa es ser un católico verdadero
Vemos así, que hay desde luego 2 clases de católicos: los VERDADEROS, que son los que se esfuerzan por cumplir lo que prometieron en su Bautismo, y los de NOMBRE o indiferentes, que son aquellos que sin haber dejado de ser católicos, no han incurrido en excomunión, pero tampoco se preocupan mucho ni poco, por cumplir sus promesas y viven prácticamente como si no fueran católicos.
Así pues, para ser un católico verdadero, se necesita dar debido cumplimiento a lo que prometimos en el Bautismo:
La primera promesa que hacemos es:
Renunciar a Satanás ya sus obras.
Satanás es el jefe del mal, su inspirador; renunciar a él, significa tomar la resolución de que no reine en nosotros, defender siempre al bien.
Al renunciar a Satanás, renunciamos a la peor forma del mal, al que parece mal, aún fuera de toda religión, al que se hace por el deseo de hacer el mal, aunque el hacerlo no nos reporte ningún bien aparente, al mal que se hace por dureza de corazón, por odio a Dios o al prójimo.
Si el Mal se nos presentara con toda su terrible verdad, seguramente nos apartaríamos de él horrorizados, pero muy frecuentemente nos engaña apareciendo como un bien, recordemos a Isaías, 5, 20: ¡Ay de los que llaman al mal, bien y al bien, mal!
Al renunciar a Satanás, renunciamos muy especialmente, a afiliarnos a cualquier religión o secta de las que actualmente se ofrecen en el gran "Supermercado de Religiones" algunas de las cuales ponen en grave riesgo la vida de sus seguidores tenemos ya varios ejemplos de esto, y vemos además, como algo increíble, que renacen las sectas satánicas.
La Obra de Satanás, es la rebelión contra Dios, el pecado. Renunciar a sus obras, es tomar la resolución de obedecer los Mandamientos de la Ley de Dios y de la Iglesia, de no hacer nada que ofenda a Dios.
Las inspiraciones de Satanás son principalmente 3: Riqueza, Poder y Placer.
Renunciar a las riquezas, no quiere decir que nos comprometamos a no poseer nada, sino simplemente ano tener hacia ellas un apego desordenado, y que por lograrlas hagamos algo que pueda ofender a Dios.
Poder, honores, fama; terribles y peligrosas tentaciones del demonio; por conseguirlas se llega a extremos increíbles, y nos llevan al pecado capital de la soberbia, "quién como yo" las famosas palabras de Satanás.
Los placeres, y las diversiones cuando son lícitos no son un mal en sí, pero nos pueden apartar de Dios si nos aficionamos con exceso a ellos.
Un ejemplo lo tenemos en las excursiones dominicales que son una muy buena distracción, aire libre y descanso de nuestras tareas cotidianas, pero si por ir a ellas, faltamos a la Santa Misa, ofendemos gravemente a Dios.
Otros ejemplos: el cine y la Televisión. Ahora como nunca, tenemos en nuestras manos la obligación de ser críticos y elegir con cuidado, lo que entra a nuestra alma e imaginación; debemos evitar el aceptar espectáculos que activen lo que llamamos "concupiscencias" es decir, nuestras malas inclinaciones, llevando a la frivolidad, nuestro deseo de diversión.
Ver películas inmorales, que exhiben sin medida sexo, violencia y justificaciones a las más absurdas conductas y situaciones, que falsean el criterio, sobre todo de los jóvenes, son graves faltas al amor a Dios, y al más elemental sentido de defensa de lo que llamamos los VALORES UNIVERSALES, o cristianos, que tienen fundamento en los 10 Mandamientos y el Evangelio.
La Segunda promesa que hacemos en el Bautismo:
Guardar la FE.
Guardarla Fe, como hemos expuesto, es creer firmemente todas aquellas verdades que están compendiadas en el Credo, tal como nos las enseña nuestra Santa Iglesia, y negar una de ellas, como exponemos en la página 3, Cánon 1364, puede ser motivo de excomunión.
Recordemos que las 3 principales enseñanzas de la Iglesia Católica son:
1: La existencia de Dios, Uno y Trino;
2. La Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y
3. La Autoridad Divina de la Iglesia.
Católico verdadero, es quien además de cumplir las 2 promesas que hizo en su Bautismo, practica y VIVE la Religión Católica, -observando tanto como lo permite la debilidad humana, los Mandamientos de la Ley de Dios y de la Iglesia -combatiendo en sí mismo el afecto a las seducciones del demonio, que pueden resumirse en los 7 pecados capitales que de estas resultan, que, como aprendimos en el catecismo, son: avaricia, pereza, lujuria, gula, ira, envidia y el peor de todos la soberbia, que fue la que perdió a Satanás.
El católico verdadero, además de evitar cuidadosamente el pecado, estudia su Religión, anima a otros a hacer lo mismo, pues nadie ama lo que no conoce; milita, siempre que le es posible, en las diferentes organizaciones que hay en la Iglesia con el fin de conseguir el adelanto espiritual, y practicar las Buenas Obras.
Católico verdadero es quien ama lo que Cristo ama, que repruebe lo que Cristo reprueba, que juzga de las cosas como de ellas juzgaría Cristo, que toma en fin, a Cristo por modelo de todas sus acciones, procurando ser una copia viviente de El. No hay en la vida posición en la que no podamos serio; pobreza, riqueza, salud, enfermedad, juventud o vejez, todos sin excepción podemos llegar a ser, otros Cristos vivientes.
Católico de nombre
Es quien no siendo un hipócrita, bien puede ser rutinario en su piedad, contentarse con el grado espiritual de adelanto a que puede haber llegado, no tener ningún deseo de mejorarlo y puede llegar hasta pensar que no tiene mucho de qué confesarse, y vive más o menos tranquilo.
El católico de nombre, lleva una vida de "confort", una vida "light", en la cual no entra, ya no digamos un hijo más, pero ni siquiera la horrible obligación de ir a Misa los domingos. Con un botoncito desde su poltrona, cambia el canal de Dios y de la Religión, por el fútbol y la telenovela.
No seamos pues, sólo católicos de nombre, seamos verdaderos católicos, y para ello, instruyámonos en la doctrina de nuestra Santa Religión, pues nadie ama lo que no conoce, y procuremos recibir cada vez con más frecuencia y mejor, el Pan Bendito que bajó del Cielo para que nosotros subiéramos a él y del que Cristo dijo:
En verdad les digo: si no comen la Carne del Hijo del Hombre, y no beben su Sangre, no tienen vida en ustedes
El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna y Yo lo resucitaré el último día
Porque mi Carne es verdadera comida, y mi sangre verdadera Bebida
El que come mi Carne y Bebe mi Sangre, permanece en Mí y Yo en él
Este es el Pan bajado del cielo, el que coma de éste vivirá para siempre (Jn.6,53,5 .
Ahora para mi, y esto es mi opinión personal:
Solo existe un tipo de católicos aquellos que son verdaderos discipulos de Cristo, o al menos lo intentan ser.
¡Que Dios les Bendiga! _________________
APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
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Asellus Asiduo
Registrado: 17 Sep 2008 Mensajes: 470 Ubicación: El Salvador
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Publicado:
Dom Nov 09, 2008 7:53 pm Asunto:
Tema: ¿Qué es ser católico? |
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zhiomin_resurecion escribió: | Según la iglesia católica española es católico todo aquel que haya sido bautizado. |
¿Serían católicos, entonces, todos los que, habiendo sido bautizados en la Igesia católica, son hoy miembros de las Iglesias protestantes que han iniciado sus labores en España?
Es pregunta retórica, por supuesto.
Para ser católico no basta haber sido objeto pasivo de un sacramento. Es necesario corresponder con el cumplimiento consciente de las promesas del bautismo y con el Credo. |
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siempreMaria Moderador

Registrado: 06 Jun 2006 Mensajes: 2175
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Publicado:
Dom Nov 09, 2008 9:41 pm Asunto:
Tema: ¿Qué es ser católico? |
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Pues si tenemos que decírtelo, para eso somos moderadores del foro, y debemos corregir estos casos.
Si leiste el tema y no quieres ver, lo sentimos mucho.
Pero te acercas a no participar en católicos. Lo siento. _________________ Con Dios y Mamita.
"Callad mientras duerme y descansa el Señor y Dios mío porque muy pronto lo despertarán los pecados de los hombres"
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raulalonso Veterano
Registrado: 08 Ene 2008 Mensajes: 2675 Ubicación: Guadalajara
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Publicado:
Dom Nov 09, 2008 10:21 pm Asunto:
Tema: ¿Qué es ser católico? |
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Rubicon escribió: | A mi no teneis que decirme que es ser catolico. Yo soy catolico y no hay mas discusion. |
No seas soberbio hermano, escucha con humildad y recapacita. _________________
“Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman” |
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