Un servidor
Esporádico
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Vie Ene 02, 2009 2:13 am Asunto:
ORDENACIÓN DE MUJERES AL ORDEN SACERDOTAL ¿CUESTIÓN CERRADA?
Tema: ORDENACIÓN DE MUJERES AL ORDEN SACERDOTAL ¿CUESTIÓN CERRADA? |
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Quiero abrir un tema nuevo dedicado a la posibilidad de la ordenación de las mujeres en la Iglesia Católica. Porqué todavía hay sacerdotes católicos que creen que la vocación al sacerdocio, quizás no sea "prerrogativa" de los varones. La verdad es que, este tema ha suscitado grandes polémicas a lo largo de todo el siglo XX.
Sabemos que el problema abarca también a las diversas religiones cristianas, pues sabemos que los anglicanos son partidarios de admitir para el ministerio sacerdotal a las mujeres, y de hecho ya se han celebrado bastantes ordenaciones anglicanas de "sacerdotisas". Por lo que la controversia se extiende asimismo al ámbito ecuménico.
Lo que ha sido decisivo en esta cuestión fue la publicación el 30 de mayo de 1994, de la carta pastoral Ordinatio sacerdotalis, de Juan Pablo II, en la que dice textualmente: "con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos, declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia".
Por tanto, ha la luz de estas palabras magisteriales, se puede decir que el vicario de Cristo, ha querido dejar zanjada en sentido negativo, la cuestión de la posibilidad de la ordenación de mujeres para el sacerdocio.
Sin embargo, algunos todavía quieren dejar un margen abierto a estas claras y rotundas palabras definitivas de Júan Pablo II.
Mi pretensión al abrir este nuevo tema es valorar convenientemente este mensaje de Juan Pablo II, pues parece que hoy en día ya no se tiene en cuenta lo que quiere el Papa, es más, se trata de retorcer sus mismas palabras, o realizar una hermenéutica eclesial del mensaje, buscando la manera de suavizar la decisión de un Papa, especialmente si versa sobre una cuestión dogmática como ésta.
Es verdad, que esta verdad no ha sido declarada como un dogma de fe, pero en todo caso, la intención del Romano Pontífice es diáfana, pues su objetivo primordial en la carta, es desde su autoridad magisterial, zanjar de modo definitivo, una cuestión candente que ha dado muchos quebraderos de cabeza. Lo que quiere hacer el Papa, es disipar todo tipo de dudas, es la Cabeza de la Iglesia la que se dirige con plena autoridad eclesial a sus miembros. No es una opinión teológica del Papa. Se trata de una sentencia definitiva, que quiere que sea sostenida por todos los fieles católicos, es decir, los cardenales, los obispos, los presbíteros, los diáconos y los laicos cristianos que profesen la religión católica. Asimismo el mensaje va dirigido a todos los teólogos que se consideren católicos. Es decir, el objetivo principal del papa es claramente cerrar una cuestión que ha abierto muchas heridas a la Iglesia Católica. Por tanto, esta sentencia del Romano Pontífice debe ser acogida con verdadera reverencia y con humilde solicitud por los católicos, como una verdad de fe eclesial, de la cual no es posible desvincularse sin grave perjuicio, por tanto se puede decir que está enseñando de forma "infalible" aunque no lo haga ex catedra, pues esta declarando una afirmación bajo el peso de su ministerio petrino.
Por mi parte, comparto y me adhiero fielmente a esta enseñanza de carácter "dogmático", y pienso que nunca, mientras la Iglesia exista, no será posible la ordenación de las mujeres al sacerdocio, afirmar lo contrario sería admitir que la Iglesia se puede confundir en cuestiones de fe y costumbres, negando implícitamente la asistencia del Espíritu Santo sobre ella.
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