Pablo AV
Esporádico
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 Publicado:
Sab Ene 31, 2009 2:55 pm Asunto:
DON BOSCO SIGUE PRESENTE
Tema: DON BOSCO SIGUE PRESENTE |
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Ya llegó el gran día mis queridos amigos/as y como es natural, no podemos dejar de hablar de San Juan Bosco, a quien el querido Papa Juan Pablo II ha puesto el título de PADRE Y MAESTRO DE LA JUVENTUD. Es el fundador de la Familia Salesiana y ejemplo de nosotros los alumnos salesianos y de toda la juventud.
Su Madre se llamaba Margarita y su padre, Francisco. Perdió a su padre cunado tenía casi dos años. Su madre le enseñó muchas cosas y fue una persona muy importante para su vida. Cuidaba con cariño a sus tres hijos y les enseñaba la hermosura de la virtud.
Cuando tenía tan sólo 4 años su madre le dijo que tejiera unos hilos. Trabajó durante su infancia en el campo junto a su familia, pues habían tiempos duros y había escasez.
He aquí que él relata uno de los momentos más relevantes de su vida y que le diría su misión: el sueño de los 9 años.
<<En el sueño, me pareció encontrarme cerca de casa, en un terreno muy espacioso, donde estaba reunida una muchedumbre de chiquillos que se divertían. Algunos reían, otros jugaban, no pocos blasfemaban. Al oír las blasfemias, me lancé inmediatamente en medio de ellos, usando los puños y las palabras para hacerlos callar.
En aquel momento apareció un hombre venerando, de aspecto varonil y noblemente vestido. Un blanco manto le cubría todo el cuerpo, pero su rostro era tan luminoso que no podía fijar la mirada en él. Me llamó por mi nombre y me mandó ponerme a la cabeza de los muchachos, añadiendo estas palabras:
- No con golpes, sino con la mansedumbre y con la caridad deberás ganarte a estos tus amigos. Ponte ahora mismo, pues, a instruirlos sobre la fealdad del pecado y la belleza de la virtud.
Aturdido y espantado, repliqué que yo era un niño pobre e ignorante, incapaz de hablar de religión a aquellos muchachos; quienes, cesando en ese momento sus riñas, alborotos y blasfemias, se recogieron en torno al que hablaba.
Sin saber casi lo que me decía, añadí:
- ¿Quién sois vos, que me mandáis una cosa imposible?
-Precisamente porque tales cosas te parecen imposibles, debes hacerlas posibles con la obediencia y la adquisición de la ciencia.
- ¿En dónde y con qué medios podré adquirir la ciencia?
-Yo te daré la maestra bajo cuya disciplina podrás llegar a ser sabio, y sin la cual toda sabiduría se convierte en necedad.
- Pero, ¿quién sois vos que me habláis de esta manera?
- Yo soy el hijo de aquella a quien tu madre te enseñó a saludar tres veces al día.
- Mi madre me dice que, sin su permiso, no me junte con los que no conozco. Por tanto, decidme vuestro nombre.
- El nombre, pregúntaselo a mi Madre.
En ese momento, junto a Él, vi a una mujer de aspecto majestuoso, vestida con un manto que resplandecía por todas partes, como si cada punto del mismo fuera una estrella muy refulgente. Contemplándome cada vez más desconcertado en mis preguntas y respuestas, hizo señas para que me acercara a Ella y, tomándome bondadosamente de la mano, me dijo:
- Mira.
Al mirar, me di cuenta de que aquellos chicos habían escapado y, en su lugar, observé una multitud de cabritos, perros, gatos, osos y otros muchos animales.
- He aquí tu campo, he aquí donde tienes que trabajar. Hazte humilde, fuerte, robusto; y cuanto veas que ocurre ahora con estos animales, lo deberás hacer tú con mis hijos.
Volví entonces la mirada y, en vez de animales feroces, aparecieron otros tantos mansos corderillos que, saltando y balando, corrían todos alrededor como si festejaran al hombre aquel y a la señora.
En tal instante, siempre en sueños, me eché a llorar y rogué al hombre me hablase de forma que pudiera comprender, pues no sabía qué quería explicarme.
Entonces Ella me puso la mano sobre la cabeza, diciéndome:
-A su tiempo lo comprenderás todo.>>
Sólo unos años después, nuestro querido don Bosco que era un chiquillo normal que en aquel entonces todo lo solucionaba con los puños, comprendió su misión: dedicar toda su vida a los jóvenes.
Se ordenó sacerdote en el seminario de Quieri y para ello, abandonó su casa a los 12 años y trabajó como sastre, zapatero, camarero en los cafés... tenía un oído musical finísimo tocaba el violín, el órgano y muchos otros instrumentos, llegó a conocer profundamente las lengus y literaturas griega, latina y otras.
Tomó a san Francisco de Sales como el modelo para sus jóvenes, por su dulzura y virtud.
Fundó el Oratorio de San Francisco de Sales, un lugar donde atraía a todos los muchachos de Turín, que vivían en las calles, sin esperanza, que robaban porque no tenían nada, iban a la cárcel y no tenían un amigo que les enseñara nada: lo que estaba mal, adónde ir, qué hacer... Visitó las cárceles de jóvenes y vio la desesperación en sus ojos. En una ocasión, pidió permiso y los sacó de la cárcel durante unas horas para enseñarles cosas sobre Jesús y la virtud e hizo juegos con ellos y ninguno desobedeció.
Ahí puso don Bosco toda sus fuerzas, su amor y su vida. Anduvo de un lado para otro con los muchachos de su oratorio y por fin encontró un lugar fijo en unas tierras dadas por un buen hombre. Don Bosco siempre confió en Jesús y nunca perdió la esperanza aún sabiendo que no tenía un sitio seguro para sus chicos. Les recordaba a sus chicos: <<Estad siempre alegres>>, cualidad principal de los salesianos y salesianas de hoy en día.
A pesar de las dificultades, del sufrmiento, nunca perdió la esperanza y supo ganarse con la alegría y la bondad a los jóvenes.
Confiaba siempre en la Virgen, María Auxiliadora, quien le ayudaba y libraba de todos los peligros. Esta devoción la propagó también a sus alumnos.
Más adelante tuvo un encuentro con Santa María Mazzarello una religiosa entusiasmada por la vida salesiana. Acordó con ella fundar una rama religiosa salesiana también para las jóvenes, las chicas más desfavorecidas, el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, hoy también expandidas por todo el mundo.
Bueno, esto es un poquito de la vida de don Bosco el santo de la juventud, que nos recuerda a Jesús y a su Madre, nuestros mejores amigos.
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HACED QUE OS QUIERAN Y NO QUE OS TEMAN (D. Bosco) |
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y que, por algunas cosas que pasaron, no sé qué tal estará funcionando.
