Mercadeo de talentos

[ejvargasf]

Poquito a poco voy editando los artículos en la Enciclopedia Cecilia. Los artículos más abundantes son las biografias y son los que me dan mas trabajo. De ves en cuando mientras investigo sobre algún artista, me encuentro con algo que me pone a pensar y en ocasiones me causa preocupación: la manera en que el artista se presenta a los demás, es decir, la manera en que se “anuncia”.

Encuentro artistas que “con su música mueven hasta el corazón mas endurecido” y en sus conciertos “siempre se derrama una infinidad de bendiciones a todos los que asisten”. Algunos tienen música que “transformará completamente tu vida” o han grabado un CD "con canciones y ritmos verdaderamente únicos e innovadores” que “sin duda no debe faltar en tu colección de discos cristianos”. En una ocasión encontré a “los exponentes de musica cristiana más importantes de su país”.

No es mi intención poner estas cosas en duda. Si Dios está contigo, podrás mover el corazón más endurecido, los que te escuchen recibirán bendiciones y muchas cosas más. Mi preocupación sale cuando se hace imposible identificar si esas aseveraciones son realmente obra de Dios o si son producto del mercadeo.

Hemos estado expuestos por tanto tiempo a un mundo tan contaminado por el mercadeo y la promoción que ya parece normal. Desde sus inicios el mercadeo se ha caracterizado por no llevar el mensaje completo o, como dicen en el mundo del mercadeo, “doblar” un poco la verdad. Como cristianos debemos llamar eso por su verdadero nombre: mentir. Hoy día, el mercadeo presenta descaradamente la mentira como verdad: el mejor producto, el que estabas esperando, el que no te puedes perder, el único que necesitas, el mas usado, el mas importante, el que te da lo que tu buscas, etc., y sin evidencia.

Los otros días escuchaba en la radio regular a un locutor mientras informaba sobre una noticia. Al final dijo: “y recuerda que lo escuchaste primero por tu emisora favorita […] y a continuación el nuevo éxito del cantante […]” ¡Que muchas mentiras en una sola oración! El mercadeo se sale con la suya porque conoce nuestros defectos y los abusa. Por ejemplo, somos egoístas y pensamos primero en nosotros. Por eso a muchos se les hace difícil identificar las primeras mentiras que dijo el locutor: “lo escuchaste primero” y “por tu emisora favorita”. La mentira no está en si esas frases son ciertas para ti o para otros, que es la manera mas común de pensar (egoísmo). La mentira reside en que se presentan como “verdad absoluta”. El mercadeo también sabe que somos arrogantes, somos orgullosos y no queremos parecer ignorantes. Así, nos mienten presentando las canciones como “éxitos” y nosotros lo aceptamos.

Como artista católico, hay que cuidarse de no caer en la trampa de este mercadeo abusivo. Esto es difícil, pues es tan común que parece normal. Requiere un esfuerzo conciente, mucha oración y ejercitar la humildad.

Artista católico: tienes el deber de presentar la verdad con la verdad.
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La historia de la Iglesia está cantada.
Cecilia - La Enciclopedia Católica de la Música

Sonidos y Tiempo
JYE Studio

[Martín]

Lapidario!!

Amén!

Para empezar, esto debe marcar diferencia de la música nuestra con respecto de la música no católica.


Bendiciones!
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"Para tí es mi Música Señor..."