LucasGabriel Constante
Registrado: 07 Dic 2005 Mensajes: 723 Ubicación: Argentina - Córdoba
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Publicado:
Sab Abr 01, 2006 4:33 am Asunto:
Tema: Benedicto XVI en imágenes |
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Muy lindas fotos!.
Ahora, para que mis hermanos en la fe no digan que estoy paranóico.
Para los católicos... ¿que leen en este epigrafe que saqué de esta página de los Papas?
Voy a marcar lo que me pareció más extraño...
Cita: |
Antecesor: Juan Pablo I (1978)
Desde mucho antes de su llegada al trono pontificio, Albino Luciani tenía grandes preocupaciones respecto a esa actualidad y futuro de la Iglesia de la cual era príncipe. Al llegar al papado, se vio en la obligación moral de encontrar soluciones para esas problemáticas que afectaban a cientos de millones de fieles católicos en el mundo. En primer lugar, el voto de pobreza debía ser revalorizado y los cardenales y obispos, dar el ejemplo a los sacerdotes; la Iglesia de Jesucristo debía tener a los pobres como sus principales protegidos y no debía estar metida en los negocios mundanos. La Santa Sede no tenía por qué convertirse en un "templo de mercaderes", y el Papa estaba dispuesto a enfrentar y resolver los problemas graves de corrupción que infectaban altos círculos vaticanos, en particular el Banco presidido por el obispo Paul Marcinkus, de dudosas relaciones con miembros de la mafia italiana. Juan Pablo I tenía decidido tomar medidas al respecto. Por otro lado, preocupaba altamente al nuevo Pontífice el tema del control de la natalidad y las repercusiones que la encíclica Humanae Vitae publicada por Pablo VI había tenido dentro y fuera de la grey católica. A su vez, el Papa Luciani quería avanzar decididamente en el mandato conciliar de colegialidad en el gobierno de la Iglesia, y fortalecer el rol de la mujer dentro de la comunidad laica. Por último, Juan Pablo I estaba informado de la infiltración masónica, y tenía resuelto desplazar a los principales sospechosos de pertenecer a esa clase de logias, que se habían hecho de altos cargos en la Curia Romana...
Nada de esto pudo ser. A sólo 33 días de su elección, Juan Pablo I fue hallado muerto en sus aposentos pontificios. Las circunstancias de su fallecimiento nunca fueron aclaradas, y el manto de dudas que rodeó su deceso perdura hoy día. No se explica la repentina muerte, tampoco el rechazo de la Curia y el entonces Cardenal Camarlengo Jeàn Villot a la realización de la autopsia, ni el apuro por embalsamar el cadáver... Demasiadas cosas sin explicar en la muerte de un Pontífice decidido a realizar cambios fundamentales.
Pero el Papa había fallecido. Sin embargo, su ejemplo y enseñanzas perduraron por siempre para una gran cantidad de fieles que en sólo un mes aprendió a admirarlo y lo llamó "El Papa de la sonrisa". |
Y aca?
Cita: | Junto a la Madre Teresa
En la foto observamos al cardenal Ratzinger junto a la Madre Teresa de Calcuta, en una de las tantas misas compartidas por la religiosa que tuvo - como lo mereció - una consideración y estima especiales por parte del Vaticano en el pontificado de Juan Pablo II. La Madre Teresa, quien fuera santa en vida dedicándole sus días a los pobres entre los pobres, a los minusválidos, menesterosos, que nada tenían ni a nadie podían acudir... Sin pedir nada a cambio pero ganándose el profundo amor de todos aquellos a quienes dedicó su existencia, la Madre Teresa realizó una labor social admirable y reflejó la cara que seguramente la mayoría de los católicos quieren para la Iglesia de Jesucristo: con los pobres, para los pobres y, despojándose de bienes materiales y lujos, llena de valores de la más sacra moral cristiana de solidaridad, sensibilidad y amor al prójimo. Luego de su fallecimiento, y en una causa que respaldó vigorosamente el cardenal Ratzinger, Teresa de Calcuta fue beatificada por el Santo Padre Juan Pablo II en octubre de 2003 |
Y por aquí?
Cita: | Un Cardenal clave para el Papa polaco
La primera década del cardenal Joseph Ratzinger en la el máximo sillón vaticano de la defensa de la Fe católica coincidieron con el ya mencionado "programa de gobierno" de Juan Pablo II que incluía tanto el combate al comunismo como el intransigente reposicionamiento de la Santa Sede frente a cuestiones de moral y doctrina, justo el campo de acción que el prefecto de la Doctrina de la Fe debía resguardar. En este sentido, el Papa Wojtyla y el cardenal Ratzinger conformaron un sólido y gigantesco muro a todas las aspiraciones reformistas de algunos sectores de la Iglesia que pedían cambios en temas como el celibato sacerdotal, el control de la natalidad, el divorcio, la homosexualidad y la ordenación femeninas. Cualquier iniciativa en este aspecto fue rechazada por Ratzinger, que desarrolló una cerrada defensa de los que consideró estandartes de la moral católica. La confianza del Papa para con el Cardenal alemán se expandió hasta niveles inalcanzables para la mayoría de los restantes miembros de la Curia: el respeto mutuo y las coincidencias filosóficas y teológicas hicieron que se hablara del inexpugnable tándem que conformaban el Santo Padre y su Cardenal más prestigioso. En los ´80 enfrentaron el problema del comunismo, el laicicismo, la teología de la liberación en Latinoamérica, y el rechazo a la posibilidad latente de una guerra entre ambas superpotencias como a todo uso de la fuerza.
A su vez, en 1988, Juan Pablo II y el cardenal Ratzinger tuvieron otro desafío: el arzobispo francés Marcel Lefèbvre, superior de la ultraconservadora Fraternidad San Pío X, venía realizando críticas a las reformas del Concilio Vaticano II y se oponía activamente a muchas de ellas. Rechazaba el nuevo misal promulgado por Pablo VI y otras disposiciones post-conciliares que atacaban la "santa tradición" y de cuyo sostenimiento, Lefèbvre responsabilizaba al mismísimo Pontífice. Hubo muchas negociaciones para "llamar al orden" a los lefebvrianos, pero la gota que rebalsó el vaso llegó cuando monseñor Lefèbvre consagró como obispos a cuatro sacerdotes sin la indispensable autorización del Vaticano, aún cuando el Cardenal Ratzinger le había advertido sobre cuáles serían las consecuencias. El acto fue considerado cismático y el Papa pronunció la excomunión de monseñor Lefèbvre y los cuatro obispos consagrados irregularmente, así como de todos aquellos que "adhirieran al cisma". De este modo, la Santa Sede dio una nueva muestra de que todas las graves conductas, sean cuales fueren, serían respondidas con el mismo puño de hierro disciplinario. |
Y en este, especialmente al final.
Cita: | Bodas de oro en el sacerdocio
En plena tarea dentro de la Curia Romana como brazo derecho del papa Juan Pablo II, el cardenal Ratzinger recibió en el año 2001 las calurosas felicitaciones el mundo católico por sus 50 años como sacerdote. Para conmemorarlos, se trasladó a la catedral de Münich - ciudad en cuya universidad dio clases y diócesis de la que fue más tarde arzobispo - donde ofició una Misa. Además fue homenajeado por las autoridades civiles y la feligresía de la ciudad bávara, y recibió un saludo especial de Su Santidad. A sus 74 años, no imaginaba que pocos años después el trono de Pedro lo recibiría como su nuevo dueño. |
¿Un progresista equino de madera de la ciudad de Troya? _________________
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